Partida Rol por web

Cuando se quedaron solos, Fadrique suspiró también.

En fin... Espero que este hombre sea de fiar. ¡Luz! Abrió la palma de la mano y conjuró una luz para ver mejor. Tenemos que revisar toda esta sala. Buscaré cualquier símbolo, cualquier escritura que nos de una pista. ¡Mirad en todas partes! Pero no nos separemos, por si hay alguna trampa que todavía no haya saltado.

Parece increíble que no supieran nada de esto. Toda esta construcción es digna del mejor de los enanos y no se ha hecho en dos días . pronunció Galmor mientras limpiaba el martillo con la propia ropa de su última víctima . Mirar si podéis hacer algo por este desdichado. Si hay algo que odio son los cobardes que atacan con flechas cuando pueden luchar cuerpo a cuerpo. No he podido evitar ensañarme con él.

Tras las siguientes palabras del Carnicero y la respuesta de Fadrique Galmor tan solo así ti y pronunció un escueto.  Marchad tranquilos , nosotros nos encargaremos de esto.

Y tras eso Galmor comenzó a inspeccionar el resto de la sala que quedaba por pisar.

- Les debo la vida y una disculpa, puse en riesgo a todos y al pueblo mismo, ya que si hubiesen acabado con nosotros lo mismo podrían haber emboscado a Harburk y sus hombres. Enseguida se apresura a tender la mano a ambos compañeros y sin más formalismos ayuda en la búsqueda de alguna otra sorpresa en la sala.

Después de unos breves momentos de diálogo, el conjunto de aventureros comienza a registrar el lugar.

Ni a Galmor ni a Anru les cuesta encontrar lo que parece una puerta secreta en la zona sur de la habitación, la cual, claramente, se dejó bastante mal cerrada, probablemente por el que había iniciado el combate y desapareció bruscamente.

Más allá de eso, no encuentran nada interesante en el lugar.

Miró y remiró bien la puerta secreta. Menos mal que se la dejaron mal cerrada, comentó. ¿Entramos?

~~Galmor estrechó la mano del gnomo cuando éste se lo pidió. Para el enano ese apretón de manos era mucho más que una disculpa. Significaba el cumplimiento de una promesa, de una deuda adquirida por su familia y que por fin se había pagado, quedando así libres para siempre y con el honor intacto por haber cumplido con lo prometido. Tras apretar fuertemente la mano de Amru y respirar profundamente el enano pronunció solemnemente. TAL DÍA COMO HOY Y BAJO LOS CIMIENTOS DE RED LARCH,  LA VIDA DE ANRÜREFELSEN STHUDNELMEC VERLORENENSHON, DESCENDIENTE DIRECTO DEL CLAN STHUDNELMEC, HA SIDO SALVADA POR GALMOR MARTILLODEPLATA, ENVIADO COMO REPRESENTANTE DE LOS YUNQUEDORADO PARA SALDAR LA DEUDA DE SANGRE QUE MI PADRE VALMOR , HIJO DE GOLMOR BRAZODEHIERRO ADQUIRIÓ EN LAS ULTIMAS GUERRAS DE MITHRILL HALL. QUEDA POR TANTO  LA PROMESA CUMPLIDA Y LA VIDA SALVADA, QUEDANDO ASÍ EL CLAN DE LOS YUNQUEDORADO, LIBRE DE LA DEUDA DE SANGRE EN EL PASADO ADQUIRIDA. Y QUEDE PARA SIEMPRE EN CONOCIMENTO DEL SACERDOTE FADRIQUE FADRIQUEZ COMO TESTIGO DE QUE ASÍ HA SIDO.

Y tras su breve pero intenso discurso el enano investigó el final de la sala, descubriendo rápidamente una puerta secreta mal sellada. - Veamos donde ha ido esa sabandija... Y sin pensárselo dos veces y cubriéndose con su escudo empujó la puerta y comenzó a avanzar tras el huido.

Esteee... Oh, si. Testifico... ¡Testifico! La Diosa lo ha visto y... Bien. Ya está.

Vamos, mi querido Galmor. Fadrique entró justo después del enano, tras comprobar que no había caído en un pozo de estacas afiladas, o que no se le había caído el techo en la cabeza. Seguía sosteniendo sobre la palma de su mano una temblorosa luz mágica.

Posterior al juramento de Galmor sobre la deuda saldada. Nuestros héroes comienzan a avanzar por medio de un túnel al que daba la puerta secreta.

Si bien no se veía demasiado, fue suficiente para el gnomo observar que había tablas mal puestas con una clara intención de trampa para, quienes pasen por allí sin saber, hagan saltar los seguros y una gran cantidad de tierra caiga sobre todos ustedes.

Al poder avanzar sin inconvenientes, el túnel se extiende varios centenares de metros antes de comenzar a ascender a lo que, claramente, parece un claro en un bosque, visto desde dentro de la cueva.

Aún no han salido, pero pueden notar que ya las luces del atardecer comienzan a hacerse eco para dejar paso a la noche.

Fadrique procuró ser todo ojos y oídos antes siquiera de que Galmor, que iba en la delantera, saliera a espacio abierto. Contuvo al enano, por si la impaciencia le dominaba, para que no avanzara hasta que los tres se hubieran asegurado de que no había trampas o emboscadas.

Galmor atravesó la puerta secreta y comenzó a avanzar sin prisa pero sin pausa. Con cuidado fue siguiendo las indicaciones del gnomo para avanzar lo que parecía claramente una trampa. El  túnel siguió un centenar de metros hasta que finalmente terminó con un ascenso a  una abertura que parecía dar al claro de un bosque. El siempre cauteloso Galmor se asomó con precaución a la salida con el escudo por delante para ver si estaba el camino despejado o había alguien esperándoles al otro lado para tenderles una trampa. 

Serio y respetuoso espero a que su compañero terminase el ritual, su cultura era muy diferente a la de Galmor y aún cuando ambas culturas habían desarrollado estrechos lazos para salir avante en medio del peligro constante de los drow, aquellos formalismos no eran propios de su cultura, al menos no de aquella forma. Ya avante el gnomo oscuro se mantuvo a la expectativa, en esta ocasión no pondría en riesgo al grupo.

-Pronto oscurecerá y Fadrique se encontrará en desventaja, debemos movernos rápido ya que es un hecho que este lugar debe estar bajo vigilancia, sino evidente, seguro que estrecha.

Con los ojos prestos y sus finos sentidos apostados sobre cualquier riesgo el pequeño hombrecillo de la naturaleza se apresta a detectar cualquier detalle que le haga suponer un peligro inmediato.

Al ver la luz al final del túnel, los tres aventureros frenan su paso para tratar de escuchar o visualizar cualquier movimiento o emboscada que pudiese esperarlos fuera, en caso de salir.

Después de unos 5 minutos en las sombras, el ruido del viento y el canto de los pájaros es lo único que logran captar en el ambiente. Más allá de eso, podría decirse que el silencio es absoluto.

Fadrique, junto con Anru, pueden determinar sin problemas que, allí fuera, no hay nadie ni nada esperándolos. Quien sea que haya pasado por este túnel, ha huído en vez de esperar una confrontación.

Galmor, quien es el primero en sacar la cabeza de la cueva, puede determinar lo mismo que sus compañeros: No hay nadie en el lugar. Lo único llamativo que hay, son las huellas de lo que, aparentemente, ha sido una carreta. Las mismas se pierden en el bosquecillo que se va haciendo algo espeso a la vista unos cientos de metros desde donde están.

Mmmmh. ¿Seguiremos las huellas de la carreta? Seguramente nosotros seremos más rápidos.
 

- Sí , sigámosle. No podrá ir muy lejos con una carreta bosque a través, cada vez se hace más espeso 

Y sin pensárselo dos veces Galmor avanzó todo lo rápido que pudo siguiendo las marcas de las ruedas.

-¡Debemos hacerlo! La oportunidad de atraparlos es ahora, cualquiera que sea su objetivo pone en riesgo al pueblo, quizá incluso pueda ser peor. -Haciendo de las palabras acciones sigue al enano.

En este caso la ventaja era del humano, con las piernas más largas, así que tuvo que acomodar su marcha a una carrerilla patosa para no adelantar al gnomo ni al enano. Eso le vino bien, ya que las largas sombras de la tarde hacían que su integridad física peligrara en forma de tobillos torcidos, golpes de ramas y puede que cosas peores.

Total que, trote que te trote, trotó con sus camaradas muy pendiente de las huellas de aquella carreta.

Sin perder demasiado tiempo, el grupo comeinza a rastrear las huellas dejadas por las ruedas de la carreta. No costaba demasiado, teniendo en cuenta que, por más que en algunas zonas las mismas desaparecían, el camino era uno solo que podía seguirse.

Son unos dos kilómetros los que recorren de esta manera hasta dar con el final del camino, dando a otro mucho más amplio y sin las restricciones de movimiento como el camino anterior. Por su conocimiento en la zona, ya que han estado bastante tiempo dentro de Red Larch, reconocen que es el Paso de Kheldell.(*)

La salida del camino desde el bosquecillo esta bien disimulada. Hay que saber realmente que esta ahí, sino uno pasa de largo sin notarlo. No muy lejos de donde están pueden ver el humo de las casas de Rad Larch.

Fadrique se agachó. Intentó ver por dónde tiraban las huellas de aquel carro.

Como no sepamos por dónde ha tirado, no los vamos a encontrar jamás. Bien, si han ido hacia el pueblo, seguro que alguien les habrá visto, y pronto sabremos quiénes son.

Al llegar al camino las esperanzas de alcanzar al carro se desvanecieron por completo. Aún así el sacerdote se puso a buscar las huellas del carro para saber hacia dónde había ido

¿Lo dices en serio? Preguntó Galmor entre extrañado y enfadado ¿ Tú crees que se habrá ido al pueblo ahora que lo hemos descubierto...?

sin duda era una pregunta retórica. Glamour tenía claro que quien hubiera huido con la carreta lo habría hecho en dirección contraria a Red Larch. Lo que dudaba era que pudieran alcanzarlo....

El clérigo, al llegar al camino, comienza a tratar de rastrear las huellas de la carreta, logra observar que sus primeras conclusiones no son acertadas, ya que el giro de las ruedas dan partida hacia Mirabar y no hacia Rad Larch. Así mismo pierde el rastro rápidamente al ver mezcladas las huellas con las de otras carretas, ya que el paso es bastante usado por las caravanas.

Galmor, por su parte, trata de evaluar la posibilidad de alcanzar la carreta, haciendo cálculos de movimiento y distancia, comprendiendo que, al estar a pie, y ellos con caballos y ruedas, van a tener una distancia más que significativa a cada minuto que pase. La única opción sería volver a Rad Larch, buscar unos caballos y tratar de ganar tiempo durante la noche, si es que deciden parar a acampar los perseguidos, caso contrario podría tomarse como un caso perdido.