El fuerte era un verdadero caos, entre el fuego provocado por Lya por un lado y las luchas que ella misma había provocado confundiendo a los bandidos, estos tardarían en estar en condiciones de seguirlos. Para Alvina todo aquello había sido un juego, intentaba localizar a Lya pero no la veía entre todo el tumulto.
Pudo ver un grupo que escapaba desde la torre noroeste, quizás Lya estuviera entre ellos. Se lanzó en picado para tomar velocidad y poder acercarse al grupo... al ver a Lya se hizo por un momento visible a su lado, le sacó la lengua, soltó una risa malévola y desapareció de nuevo, aunque Lya sentía que la pequeña hada estaba volando muy cerca de ella.
Mejor regresamos juntas
Sonreí a Alvina y me reí. Miré al grupo que me acompañaba.
- No os preocupéis. Es otra amiga. – les expliqué. Seguí avanzando lo más rápido que podía junto a la osa. Hablé al aire sin saber dónde estaba el hada.
La marcha por el bosque durante toda la noche fue bastante pesada a medida que sentíais que os acercabais al pueblo vuestras pisadas pesaban cada vez más, sentíais como el sol iba saliendo a vuestra espalda, el creciente sonido del río os indicaba que ya estabais al lado del poblado...
Como siempre, dejaré esta escena abierta unos días antes de cerrarla por si queréis postear algo durante el roleo nocturno ;) (conocer a los rescatados en este momento, etc)
Se quedará abierta el tiempo que necesitéis, no hay prisa respecto a eso
Habían avanzado sin descanso por el bosque durante 1 hora. Aún les quedaban otras 3 horas al menos de camino por delante y los rayos del sol aún tardarían en despuntar el alba. La adrenalina del combate y la huida hacia varios minutos que se había disipado de la sangre y ahora comenzaba a pedir su tributo. Lograr salir de allí no le iba a salir gratis del todo, por más que pudieran darse por satisfechos. El cansancio amenazaba con incitarlos a sentarse y hacer un descanso que bien podría ser lo que necesitasen sus perseguidores para alcanzarles. La mejor forma de evitarlo era distraer la mente con otras cuestiones.
- Mejor será que hablemos un poco para aguantar el ritmo. ¿Cómo os cogieron esos mal nacidos? ¿A qué os dedicabais antes? – empezaríamos por las cuestiones obvias y ya veríamos a donde nos llevaba la conversación.
Todos los integrantes del grupo hablaban en susurros mientras echaban miradas hacia atrás de vez en cuando
El primero en responder fue el elfo
Yo fui atrapado mientras me metía en una casa noble de Amphail. Total, di un mal paso y al momento fui atrapado. Por unas malditas monedas ahora estoy maldecido.
El gnomo, aunque quejoso respondió el segundo
Yo... ag... Soy o era bastante famoso por construir portales, y fui contratado por una buena suma de dinero por un contratista anónimo de Amphail, esa gente noble con dinero se esconde demasiado bien... Además no sería la primera vez que trabajo para alguien así, no me resultó un negocio raro.
Evita torpemente golpearse el pie con una raíz que salía de la tierra.
Pero al ver lo que quería hacer, me negué a hacerlo... Hay portales que son aberrantes y no apoyo la construcción para ciertos... Dios como duele... Pero al final terminaron obligándome, creo que como a cualquiera, prefiero vivir antes que morir, aunque estar allí no fuese vida.
La muchacha con voz temblorosa habla
Yo... Era de un pueblo cercano... Pero arrasaron con él cuando les plantamos cara, y... Soy de las últimas del poblado, acabé allí como todas, siendo su...
No llega a terminar la frase y sigue avanzando hacia el frente.
El hombre lagarto os mira y asiente con la cabeza, sin entender demasiado bien de lo que habláis.
Y por último el débil joven se intenta incorporar un poco mientras es cargado
Yo... Soy... Garedoth... Eramos tres...
Alvina mira a su alrededor, observando los semblantes de la gente que habla pero sin entender ni una sola palabra...
- Aguanta, chico. Pronto llegaremos a tu casa. – traté de darle ánimos.
- Pronto tendrás la oportunidad de vengarte. – le dije a la mujer – Si has sobrevivido hasta ahora es porque eres fuerte.
- Ah… amigo… - reconociendo a otro amigo de lo ajeno como ella – Lamento que hayas recibido este castigo por esas monedas. Es un castigo desproporcionado… ¿Qué sabes de ese noble? ¿Sabes el nombre? ¿Qué casa era? Cuando pongamos a salvo Garedoth creo que deberemos plantearnos ir a Amphail para acabar con la raíz de estos mal nacidos. Tú ayuda seguro que nos vendrá muy bien. – saber hasta dónde se extendían sus tentáculos nos vendría bien.
Miré un poco más largamente al gnomo. Él tenía otra buena pieza de información.
- ¿Qué portal? Imagino que te refieres al que construiste en ese fuerte para ir hasta Amphail. ¿Por qué era tan horrendo ese portal que te obligaron a construir? – ese era un tema que había que investigar con más detalle.
Eso espero, aunque espero que estén ardiendo allí dentro.
Dice la mujer sin esconder su rabia
Así son los noblecillos en su patio de juegos, cuando nadie les mira hacen lo que quieren. Claro, son parte de la familia de los Perral, una familia bastante adinerada y pudiente. Pensaba que la mansión estaba vacía, tan solo entraba y salía de vez en cuando algunos siervos para meter o sacar recursos, pero no parecía haber nadie más que ellos. Pero aún así, estaban bien protegidos.
Levanta sus ropajes para enseñar unos brazos llenos de cicatrices
Amphail es simplemente el campo de juegos de los jóvenes nobles Waterdeepienses. Y total noble padre o noble hijo todos pueden hacer lo que quieran con la gente como nosotros.
El gnomo habla aún más en susurros
Los portales... Necesitan recursos, objetos para poderse unir a... Los lugares a los que queremos. Pero él... Me dió un bastón con... Ten...
Mira a su alrededor y no dice la palabra, como si hubiera algo malo en ello.
Dioses... Se me ponen los pelos de punta de tan solo recordarlo...
Aún así, sigue en su relato aunque con miedo
Ese portal conecta con lugares debajo de la tierra... Creo... Nunca... Nunca vi nada igual... Ellos siempre hablaban de un tal Kilbo...
Al decir el nombre todo a vuestro alrededor cobra un silencio sepulcral durante unas facciones de segundo, volviendo después de esos segundos
Es un portal para esclavos. Construí un maldito portal para esclavos... Me vais a tener que disculpar, pero no quiero hablar más acerca de esto, al menos aquí... Siento como si alguien nos estuviese escuchando.
Asentí a la mujer y le apreté momentáneamente el hombro para transmitirle fuerza y unión.
- Sí, así son los nobles… - le di la razón pensando en lo que decía – Parece que esa casa… quizás sea una tapadera… - pensando que probablemente allí se esconda el portal del que habla el gnomo.
Cuando pronunció ese nombre mi rostro mudó y paré en seco la marcha. Me acerqué uno a uno para asegurarme de que ninguno tenía un tatuaje en el pecho o en la espalda.
- No vuelvas a pronunciar ese nombre. Tiene poder. – los revisaba uno a uno frenética – En Garedoth apresamos a un bandido que tenía un tatuaje… cuando pronunciamos ese nombre se activó y fue su final… espero de verdad que ninguno tengáis eso en el cuerpo.
Una vez me aseguré de nuevo de que ninguno tenía ese tatuaje y no estaba en peligro, me calmé.
- No lo vuelvas a pronunciar… - le repetí una vez más ya más tranquila – Pero ese portal no es el que construiste aquí, ¿verdad? Aquí construiste un portal que lleva Amphil… y en Amphil construiste el portal que lleva… al mundo de abajo… ¿sí? ¿Recuerdas en que sitio lo construiste? – buscaba la confirmación de que fue en la mansión de los Perral, pero si no la tenía tampoco sería el final.
El gnomo se disculpa. Se dejan analizar sin oponer resistencia, todos se encuentran bastante cansados, no encontráis tatuaje alguno.
Lo nombraban de vez en cuando entre ellos aunque siempre era con miedo... Nunca les pasó nada.
El gnomo te niega con la cabeza
No... Yo construí dos portales, uno de esta fortaleza hacia Amphail, por ese fui contratado. El otro es... ese que os comento, pero no sé dónde puede estar, ya que me tapaban el rostro cada vez que me llevaban allí a trabajar. Era solamente una sala sin ventanas ni nada. Pude trabajar a oscuras gracias a mis ojos, pero si fuese un simple humano no habría hecho gran cosa.
- Es mejor prevenir. Esa… esa criatura… creo que es un ser de inmenso poder… puede que incluso de otro plano… - le expliqué – Desde luego la magia que vi era muy poderosa y antigua.
- Pero dejémoslo…
- ¿Recuerdas a dónde lleva el portal en Amphail? ¿A alguna casa? ¿Un fuerte como esté? Nos sería de utilidad saber que puede estar esperándonos si atravesamos ese portal…
Todos escuchan las palabras, desde luego eran nuevas noticias las que les estabas contando.
Sí claro, el portal de Amphail daba a un torreón bastante alto, tenía una buena panorámica de la ciudad.
Esa es la mansión a la que quería entrar
Interrumpe el elfo
Puede ser, yo no vi nada extraño allí, querían conectar una de sus casas ricas con alguna ruina, no sería la primera vez que alguien lo utiliza para poder reconstruir algo y no tener que ir carreta arriba carreta abajo... Quiero decir, he trabajado bastante, y me he encontrado con esas cosas. No me era algo extraño
Intenta pensar un poco más
No vi ningún tipo seguridad allí
Pues te aseguro que tienen esos cabrones. Simplemente unos meros guardias privados, con sus plaquitas y sus mierdas, siempre luciéndose por ahí, pero yo siendo tan solo uno lo tuve jodido.
Vuelve a interrumpirle el elfo levantándolo un poco más para sortear maleza.
- Entiendo… - meditaba sobre sus palabras. Ya tenían la casa donde estaba el portal y una descripción para el observador casual – Aunque puede que tengan más seguridad escondida…
- Si llegásemos hasta alguno de esos portales, ¿cómo podríamos activarlos, viajar a través de ellos? ¿Están siempre activos o necesitan una palabra de activación o algún tipo de ritual? ¿Pueden pasar varias personas a la vez o hay que hacerlo de uno en uno? Imagino que funcionan en las dos direcciones, ¿verdad? Que tanto podemos ir hacia allá, como regresar de allá a acá… - cuanta más información tuvieran sobre los portales antes de adentrarse en ellos, mejor les iría cuando tuvieran que acabar con aquella amenaza. En la Cofradía debían saber de todo esto.
Pues son sencillos. Mis portales al principio tenían contraseñas y acertijos, pero casi siempre se olvidaban de cómo hacerlos, y reestablecerlos era un lío... Con un simple "ábrete", ya sea en el idioma que compartimos, el élfico -ya que él era un semielfo y lo hablaba- o el gnómico -que es mi idioma-.
Sí, pueden pasar hasta dos personas y un animal. O dos personas y un objeto grande. O una persona y dos animales... Ya sabes. Aunque tampoco ha de excederse, ya que una sobrecarga en el portal puede romperlo... Con los que viajen dentro. Y no se sabe en que punto uno puede acabar.
Está explayándose, casi parece que os está vendiendo un producto para que se lo compréis, aunque dudáis de que sea su intención, serán gajes del oficio.
Pero el otro...
Utilizaban su nombre y unas palabras en una lengua extraña, usaban su nombre, y al... Objeto... Digamos que es algo que funciona como una llave para que nos entendamos... Le daban una muestra de sangre del ser a transportar, y así se activaba.
Antes de poner post pregunto... ¿están hablando en élfico?
No he intervenido antes porque he asumido que Alvina no ha entendido nada
Antes de poner post pregunto... ¿están hablando en élfico?
No he intervenido antes porque he asumido que Alvina no ha entendido nada
Pues entiendo que están hablando común, el gnomo no sabe hablar élfico, vaya, el único de los NPCs que saben es el elfo
Seguía escuchando atentamente tratando de memorizar todos los detalles aunque fueran triviales.
- ¿Serías capaz de escribir esas palabras? Nos convendría saber bien como activarlo si tenemos que ir atravesarlo – claramente hablaba del segundo - ¿Y podrías dibujar el Objeto que es la llave? También necesitaríamos recuperarlo… - guardé silencio un largo instante – Aunque… ¿es posible destruir el portal de manera segura? Quizás lo que hay al otro lado es demasiado poderoso y lo mejor que podemos hacer es simplemente… evitar que puedan enviar más gente allí y que él pueda venir hasta nosotros… - claro que la decisión deberá venir de la Cofradía… creo que esto nos viene bastante grande.
Todo esto es en común. Además, Alvina se hizo invisible, no sé si estará escuchando xD
Pero a efectos prácticos asume que Lya cuando acabe toda la conversación le hará un resumen a Alvina en élfico para que se lo cuente todo a Alatia en caso de que a Lya le pase algo.
Si crees que Alvina añadiría alguna pregunta a lo que se ha hablado, dímelo y Lya luego se la haría en común a los otros.
Sí claro, las palabras son ábrete, *palabra en gnómico*, y *ábrete, en un élfico muy mal pronunciado*. Aunque esta última palabra es élfico y no lo sé hablar ni escribir. Básicamente es la palabra ábrete en diversos idiomas.
Se calla por un momento.
No tengo ni idea de esas palabras, podría intentar recordarlas, aunque probablemente serían erróneas, y no sé la reacción que podría conllevar. Sí... Yo os lo dibujaría claro, para eso no tengo problema, dadme papel, carbón y tiempo y os lo daré.
A ver... Para destruir un portal... Ha de ser un ingeniero de portales, siendo posible su creador. Y créeme que si pudiese lo destruiría.
Aunque lo malo... Es que aunque los portales sean destruidos... Se necesita mucho trabajo, y también mucho conocimiento...
Dice dudoso
Siempre pueden ser recuperados desde el otro lado, ya que siempre queda algún resquicio, ¿sabes?. Siempre se puede evitar que el otro lado no pueda reconstruir, y es destruyendo el otro lado. Aunque entonces uno no podrá volver por allí, al menos a través de ese portal.
La palabra ábrete si la entendería Alatia al instante, pero vería que está mal pronunciada y suena raro, aunque entiendes lo que quiere decir
- Eso sería malo, sí… pero si te necesitaron a ti para construir el portal hacia allá es porque no tenían la forma para construirlo de allá hacia acá… - medito.
- Aunque llegado el caso, si fuéramos con más aventureros, ¿estarías dispuesto a acompañarnos para destruirlo? – le pregunto más como un caso hipotético que por tener intención de hacerlo.
Ellos tenían algo allí, sí, pero necesitaban de conocimiento que yo tenía para poder poner en funcionamiento el portal.
El gnomo medita por un momento
Sí, iría con vosotros, esa aberración la construí yo, y he de destruirla. Además.
Cambia a un tono un poco irónico, que aunque no va acorde con el momento que estáis viviendo. no le falta razón.
Al igual que los magos y los guerreros tenéis vuestros propios secretos, y lo respeto. No voy a explicarle a nadie el secreto de los portales, pues de algo tengo que comer ¿no?