Partida Rol por web

El primer grupo que llega al poblado es el grupo de Nornas, Eladamri, Alatia y Hrönn. Habéis llegado con bastante velocidad, y solamente veis a algún que otro pueblerino yéndose a hacer sus quehaceres usuales como todas las mañanas, aunque el poblado está comenzando a tener actividad, aún queda un rato para que esté a pleno funcionamiento. A vuestro lado queda el viejo molino cuando cruzáis el puente, y os dirigís hacia la Jarra Roja. La puerta de la taberna está cerrada, como de costumbre, y con vuestros nudillos golpeáis la puerta. 

Alatia sentía la energía de Alvina más cercana, y mirando en dirección al puente ves llegar a Lya con un pintoresco grupo compuesto de otros 5 ó 6 individuos liderados por la propia Lya y la Osa. Le hace señas a los demás para que mirasen en aquella dirección.

Ambos grupos intercambiáis lejanas miradas y sonrisas de alivio mientras cruzaban el río, aunque vuestros gestos estaban cargados de cansancio, la alegría de poderos ver a todos de una pieza era más que suficiente.

Las puertas de la Jarra Roja se abren y el rostro de Berta sale con rostro soñoliento, y en cuanto os ve abre los ojos como platos y con un grito de emoción se lanza abrazando a Eladamri.

¡¿Los habéis eliminado ya?!

Os pregunta con entusiasmo y energía. Con ese grito parecía que alguna que otra cortina se había movido para poder ver bien lo que estaba pasando.

Con el cansancio dibujado en el rostro Lya saludó a sus compañeros con una sonrisa de satisfacción y alegría.

- Me alegra ver que salisteis todos de una pieza. ¿Os persiguieron? ¿Tuvisteis problemas?

Espero a que le dieran respuestas, pero Berta ya estaba ahogando a Eladamri. ¿Un hijo de una mujerrata y un elfo que daba? ¿Un elforata? ¿Un metamorfo? Sería curioso de ver algún día.

- No, no los matamos. A algunos, pero fue una misión principalmente de rescate. – apartándose para dejarle ver al variopinto grupo que les acompañaba – Él, él, él y ella necesitaran que les ayudes a adaptarse a su nueva condición. – le dijo alzando las cejas para que entendiera que se refería a que eran cambiaformas.

- Planean atacar el poblado… seguramente lo habrían hecho ya si no hubiera sido porque le prendimos fuego al fuerte donde se refugian, pero no tardarán mucho en llegar. Hay que organizar a los aldeanos para que monten barricadas y nosotros necesitamos descansar. En este estado de poca ayuda seremos en la batalla cuando lleguen. Aunque comer y beber antes tampoco estaría mal. – añadí al final con una sonrisa cansada – Y necesitamos mandar mensaje urgente a la cofradía. Alguien de absoluta confianza debería llevarlo mientras descansamos.

La dasharii se alegró profundamente de ver al otro grupo. 

–¡Aaahh! Maldita sea, lo habéis conseguido –dijo con una gran sonrisa a la hechicera, antes de darle un fuerte apretujón.

Luego se acercó a la osa y le dio las gracias por su ayuda. Sabía que ésta no podría entender palabra, y ella no tenía fuerzas para concentrarse en nada en esos momentos, pero tampoco hacía falta. Sus gestos lo decían todo. Hrönn se acercó, le acarició el lomo y luego pegó su frente a la del majestuoso animal durante unos segundos.

–¡Éste también! –respondió mientras señalaba a Mike, cuando Lya comentó que algunos de los rescatados necesitarían ayuda.

–¿Nuestro viejo cochero no ha vuelto, niña? –preguntó a la muchacha rata.

–Necesitamos a alguien que conozca bien la zona para poder planificar una defensa. Bueno... Primero ver si eso es posible. Si tienen muchas rutas de entrada, no creo que dispongamos de medios para poder defender todo el área del poblado.

Alatia estaba cansada, pero salió a recibir a los recién llegados con una sonrisa. Alvina se materializó al instante y se dirigió al hombro de su amiga, sentándose inmediatamente y abrazándose a su cuello.

- Buen trabajo. - susurró en elfico mientras le dedicaba una sonrisa. Inmediatamente después alzó la voz hablando ya en común. - Buen trabajo, Lya... todos... hemos conseguido salir todos con vida y además rescatar un buen número de prisioneros.

- El problema es que esto precisamente va a provocar un ataque a la aldea de forma inmediata. Necesitamos alguien que pueda montar y que lleve un mensaje a la cofradía y que todo aquel que sea capaz de empuñar cualquier arma o trabajar en las defensas de poblado acuda de inmediato a la plaza central.

Miró de nuevo a su compañera con un poco de lástima, la pixie había estando volando desde el fuerte hasta la aldea sin descansar y por su tamaño debía estar totalmente agotada.

- Lo siento, no puedes descansar. - señaló un edificio alto, de planta cuadrada pero más alto que los demás - Vuela arriba y sitúate en ese tejado. De vez en cuando y entre descanso y descanso elévate y mira en dirección al fuerte. Avísame en cuanto veas el más mínimo movimiento.

Alvina se enfurruño ligeramente, pero hizo caso y sin volverse invisible ascendió a la posición designada.

Alvina estaba extenuada, y en vez de llevarla a descansar a un sitio caliente y llenarse la panza de miel la enviaban como vigía a lo alto donde seguro que hacía viento y frío.

Estaba disgustada, pero comprendía su función. Buscó un lugar en el tejado protegido del viento y se sentó mientras oteaba el horizonte en la dirección del fuerte. En cuanto recuperase fuerzas ascendería un poco por encima y luego volvería a descender.

El peligro era dormirse. Si ocurría esperaba que Alatia fuera consciente de ello.

Lya se dejó apretujar por la pelirroja y le devolvió el abrazo como pudo.

- Me alegra que tú tampoco hayas tenido problemas y gracias por enviar a la osa – a quien acarició brevemente la cabeza – Me sentí mucho más protegida con ella a nuestro lado.

Se giró a Nornas, quien todavía no había intervenido.

- Nornas, este muchacho necesita de tu ayuda. Está muy débil y es casi un milagro que haya aguantado todo el viaje. Es uno de los que sobrevivió a la arena y lo han infectado.

Vio la idea de Alatia con Alvina.

- Muy buena idea. Quizás Eladamri pueda pedir la misma ayuda a su águila y que ella cubra la distancia entre el pueblo y el fuerte. Podría avisarnos con mucha antelación de cuando se pondrán en marcha.

Miró a todos.

- Espero que el incendio que les dejé les haya tenido ocupados y se haya llevado a alguno de los que andaban borrachos. Salimos por la torre noroeste que no tenía movimiento. La usaban como dormitorios, así que antes de salir inicié allí otro fuego. – les informé con una sonrisa satisfecha – Uno grande jajaja.

Un recuerdo le ensombrecio el rostro.

- Aunque he de deciros que tuve que dejar allí a una mujer. Tenía otro colgante y su mirada estaba demasiado perdida. No creo que sea ya capaz distinguir lo real de lo ficticio y no quise arriesgarme a no poder controlarla junto a tantos otros que podía salvar.

Ver a Lya aparecer junto con todo ese grupo de prisioneros me hizo sonreír, la ilusionista había tenido éxito en dónde yo había fallado y es que su don de alterar su propio aspecto había jugado un papel importante en esta misión de rescate.

Lya, gracias. Lo que has hecho por esta gente, no tiene precio, a partir de hoy, puedes contar conmigo para lo que sea. - digo abrazando a la hechicera.

Acto seguido ayudo a los prisioneros a llegar hasta las puertas de la posada en donde soy recibido por Berta quien me abraza efusivamente.

Me temo que no preciosa, pero créeme que les hemos arruinado un poco la fiesta, lo malo es que esos miserables van a venir a buscar revancha así que tenemos que organizar todo para que esta noche sea su última noche. - le respondo a Berta con serenidad.

Por favor, ayuda a Alatia a organizar las defensas del poblado, yo intentaré buscar una forma de bloquear el acceso al pueblo sin tener que tirar abajo el puente. Confío en ti Berta. - dicho esto, le doy un beso en la frente a Berta y me pongo manos a la obra.

Cuando Lya menciona la posibilidad de usar a Sephiroth como mensajero, niego con la cabeza.

Aunque me encantaría poder acceder a tu petición Lya, Sephiroth no sabe donde queda vuestro gremio y si bien puede localizarlo por el escudo de armas, lo cierto es que sin tener una imagen clara del emplazamiento del mismo, no va a poder reconocerlo.

Si me ayudas con eso, entonces puedo enviarlo, ¿puedes darme algo que Sephiroth pueda reconocer?

Nornas asintió a la idea de sabotear el puente.

-La verdad es que has borrado todas mis dudas de golpe. Todos lo habeis hecho. Soy el único superviviente del grupo original y me alegro de decir que el grupo actual mejor al primero. Es un placer contar con vosotros.

Por otro lado, si han de cruzar ese puente por narices para alcanzarnos, entonces debemos destruirlo o protegerlo. Debería ser nuestra prioridad.

A vuestro alrededor la gente se va congregando, escuchándoos, Mike al oír las palabras de Lya de que había dejado a una mujer atrás se echa a llorar

Mi esposa está muerta entonces...

No se muestra nervioso como en el bosque, con el medallón puesto se ha derrumbado totalmente.

Berta os mira y os escucha

Si claro, Roli está arriba, estuvo cuidando ayer de los caballos y deberían de estar hoy frescos, subiré a despertarle, y a Nager también. Cualquiera de aquí os puede ayudar para que conozcáis la zona, el río es la única complicación que deben tener.

Pasad a la taberna, os daré algo de comer y así mientras podréis descansar y comer algo aunque sea.

Os hace gestos para que paséis dentro mientras os va mirando. Veis como su rostro empalidece al ver al joven que estaba cargando el hombre lagarto. Un hombre y una mujer se lanzan corriendo hacia vosotros.

¡Mi hijo! ¡Hijo mío!

Se acercan al hombre lagarto extendiendo los brazos.

¡Dánoslo, lagarto vamos!

Los dos están llorando, pero el reptil humanoide aprieta al joven contra sí sin intención alguna de ceder al crío, busca el rostro de Lya intentando encontrar alguna respuesta

Le devolví el abrazo a Eladamri.

- Muchas gracias. Tú también puedes contar conmigo para lo que necesites. – le devolví el ofrecimiento con un guiño y una sonrisa, aunque esta fuera cansada por el ajetreo de las últimas 24 horas.

- Será mejor no tirar el puente. Mientras tengamos el puente no se centraran en buscar otra forma de llegar hasta el pueblo, otra forma que desconoceremos. Con el puente podemos controlar el acceso. Poner barricadas a los lados del puente, crear un camino con estacas para que no avancen hacia dentro y podamos recibirlos con flechas desde ambos lados, o cavar trampas.

- Con Sephiroth me refería a que vigilara el terreno entre el pueblo y el fuerte Orkfoll, que nos avise cuando se mueven hacia nosotros y por dónde. Quizás incluso pueda ver si los hombres lagarto y los hombres peces vienen a ayudarnos – sonreí cansada, pero con esperanza.

Asentí para darle las gracias a Nornas por sus palabras, aunque creí innecesario repetir que consideraba mejor controlar que quemar el puente.

Abracé a Mike para consolarle.

- Lo… lo siento mucho… - trataba de transmitirle calma.

Pero lo tuve que dejar en cuanto oí a esos padres preocupados para interponerme entre ellos y el lagarto para evitar un incidente mayor.

- Calma. Calma. – les dije con las manos en alto delante de ellos – Este hombre – señalando al lagarto – Ha salvado la vida de su hijo. – alcé la voz para que todo el pueblo lo oyera – Él lo sacó de una torre en llamas. Lo bajó en sus propios brazos y durante toda la noche ha cargado con él para traerlo hasta aquí. A él le deben la vida de su hijo. – terminé en voz alta para que se oyera bien, antes de girarme al lagarto.

- Ellos, padres, él. – señalando primero a los padres del chico y luego a él, para que entendiera lo que pasaba, pero sin decirle que se lo entregara. Me giré de nuevo a ellos.

- Su hijo está enfermo. Necesita ayuda. – me giré a Nornas. ¿Qué le pasaba que no venía? - ¡Nornas! ¡Este chico necesita tu ayuda! – le grité

La norteña le puso el hombro al clérigo en señal de confianza y agradecimiento, y observó con rostro inexpresivo lo que ocurrió con la familia del niño y el lagarto. Sin nada que rascar ahí, se encogió de hombros y siguió a lo suyo.

—¡Niña, dame la llave de aquel patio! ¡Necesito carne fresca para estos perros, que se han portado muy bien! —bramó mientras acariciaba la cocorota de Dentada— ¡Y para la osa!

—¡Vosotros! —dijo luego, señalando a un grupo de pueblerinos que se había reunido allí—. Necesitamos a alguien que conozca bien este sitio, para ver como defenderlo. Estamos reventados del viaje, así que una vez organizados, os tocará a vosotros arrimar el hombro para preparar las defensas. Vamos, vamos, no hay tiempo que perder.

Se estaba perdiendo tiempo... y eso era algo crucial. Eladamri le había indicado a Berta que le ayudase mientras que él buscaba alguna forma adicional de defender el pueblo.

- Dime cualquier cosa que necesites. Hazle un gesto a Alvina e irá a tu lado y nos lo dirá - Agradeció el gesto a su compañero y se dirigió a Berta.

- Berta, llama a todos los que consideres que puedan luchar y a los que puedan aportar su trabajo para defendernos. Si es posible pondría un par de trampas en los puentes, aceite o algo que podamos prender, pero el vado no puede defenderse así, allí habrá que poner algunos tiradores emboscados. Selecciona cazadores y que vengan con lo que tengan que usen para cazar.

- El resto, mejor que se junte en algún sitio que pueda ser defendido pero que a la vez ofrezca una huida fácil si la cosa va mal y solo podemos retenerlos. Ahí deben estar los que no puedan luchar. Que monten una enfermería o algo para los heridos.

- Y que piense todo el mundo que la retirada es una opción para salvar vidas. La última opción, pero hay que tenerla en cuenta.

- Hrönn, asegurate que los animales descansen y coman lo que puedan y tú mismo. En la batalla tú eres su comandante, el único que les puede dar órdenes, tienes que descansar y recuperar tu aptitud.

- Normas, en cuanto puedas instruye a la gente con lo básico para cuidar a un enfermo. Tendrás que estar a nuestro lado.

- Lya, si sigues teniendo el disfraz de bandido, infiltrate entre ellos en medio del ataque puede ser crítico. Cuestionar o desviar una orden, socavar la confianza, incluso matar al descuido pueden darnos una ventaja.

- No conozco todas tus aptitudes, Eladamri, pero estoy segura que sabrás hacer lo que debes. Lo dicho, si ves cualquier plan alternativo, no dudes en comentarlo con todos.

- Yo estaré en donde esté el ataque principal y Alvina puede actuar llevando y trayendo mensajes y causando confusión entre el enemigo.

- Este plan no es más que una base, sobre él creo que podemos empezar a trabajar y ver cómo situar nuestras fuerzas en cuanto sepamos qué aldeanos y animales nos apoyan y con qué aptitudes.

El lagarto le ha dado con cierta duda a los padres el crío, ellos lo agarran con cariño

¿Esto que es? 

Preguntan agarrando el medallón.

Sí, sí, claro

Berta le tiende sus llaves a Hrönn.

Algunos pueblerinos dan un paso hacia vosotros

Nosotros os ayudaremos, pero... ¿Qué está pasado exactamente?

Berta asiente a las palabras de Alatia

No sé mucho de trampas, pero seguro que habrá alguno que otro que tenga algo. Claro, seguro que entre todo podremos encontrar algo. Voy a por Nager y Nottel para que me ayuden

Se da la vuelta, ya que parecía que había entendido las directrices generales.

Entrad y tomaos algo, todo estará más relajado aquí dentro, Eladamri sabe dónde está todo aquí, coged lo que necesitéis

- Señores, dejen a su hijo, que está muy mal – el tono de Lya ya empezaba a ser más duro para que los padres le escucharan – Nornas, por favor llévatelo dentro para curarle. – le dijo al clérigo – Su hijo necesita reposo y cuidados. Deberá quedarse con nosotros unos días. No se preocupen, Nornas es muy buen clérigo y sabrá como ayudar a su hijo. – trate de tranquilizarles, pero dejando muy claro que el chico no se iba a ir de vuelta con ellos. No mientras le durase lo que parecía ser el periodo de adaptación a licántropo que podría sufrir una transformación en cualquier momento.

Miré a los pueblerinos que pregutanban.

- Los bandidos que llevan meses acosándoos tenían pensando venir hoy a arrasar con el pueblo y acabar con todos vosotros. De momento los hemos retrasado causando grandes daños en su fortaleza, pero vendrán antes o después, así que debemos prepararnos para combatirlos y expulsarlos de estas tierras de una vez por todas.

- Nosotros lucharemos a vuestro lado para acabar con ellos y seguramente varias de estas personas, que eran prisioneras de esos malnacidos, querrán ayudarnos también a repelerlos.

- También es posible que lleguen otras criaturas a ayudarnos. Criaturas que rescatamos en la fortaleza y que también eran sus prisioneras. Hombres-pez y hombres-rana. Si veis que criaturas así se acercan al pueblo, tratadlas como amigos. Serán nuestros aliados.

- Así que necesitaremos que traigáis todas las armas, escudos y armaduras que tengáis en el pueblo, si tenéis, y que nos ayudéis con los preparativos. Habrá que cavar zanjas, montar empalizadas, y preparar trampas.

- Berta, Nager y Nottel nos ayudaran a coordinar todos. Nosotros estamos agotados. No hemos parado en las últimas 24 horas y necesitamos descansar o no estaremos preparados para la batalla cuando lleguen.

–Gratitud, pequeña. Voy a ir acomodando a los chuchos. Cuando las piezas estén listas, avísame. Quiero que os olisqueen bien a tí y a Nager –respondió a la joven posadera.

La dasharii escuchó las instrucciones de la elfa. «¿Por qué seguirá pensando que soy un varón?», pensó mientras se olía el ala.

–Necesitamos saber cuantos pueden manejar un arma, cuantos brazos hay para cavar zanjas y afilar cañas y palos –bramó luego con decisión–. ¡Vamos, avisad al resto!

Una vez acomodara a los animales y antes de irse a dormir, la intención de la dasharii era darse un garbeo por el pueblo para analizar cuáles eran los puntos débiles.

Muy bien tengo un plan, necesito a todos los carpinteros y las tablas más podridas y débiles que tengan, lo suficientemente fuerte como para resistir el peso de una persona, pero que se quiebren ante el peso de un caballo.

La idea es reemplazar las tablas del puente obligando a los bandidos a desmontar o que caigan al río con todo y caballo, colocaremos lanzas afiladas en el lecho del río si la corriente lo permite para completar la trampa, de lo contrario nos tocará confiar en la fuerza de la corriente y quizá algunas cuchillas en los postes del puente, mientras más afiladas mejor. - digo mientras marco los puntos de las tablas a reemplazar para convertir los puentes en elementos impracticables para una carga de caballería.

Bien, repitan esto en los otros dos puentes y tendremos ventaja. - dicho esto, busco al cazador entre la multitud para montar una segunda línea de defensa con trampas para oso camufladas, las cuales hago cubrir con excremento de animales, para que las heridas se infecten y garanticen la muerte de los bandidos que caigan en ellas.

Sólo una vez que las trampas están colocadas me retiro a descansar.

Nornas se llevó al chico y lo examinó pero se cuidó de gastar sus energías mágicas en él. Algo le decía que iba a necesitarlas todas más tarde, en combate.

- Antes de que os vayáis a hacer otras cosas y de descansar, debemos hablar de varias cosas. – les dije a todos con cara de cansada, esperando que fuéramos todos adentro en cuanto se hubieran encargado de dar ideas.

- Necesitaremos preparar por el pueblo varios sitios con antorchas y que podamos encender flechas y virotes. Necesitaremos fuego para combatirlos. – dije pensando en el troll que traerían y que no quería mencionar todavía delante de los aldeanos.

Entráis en la taberna, dejando que Berta, Nager y Nottel fuesen a por distinta gente. Eladamri va poniendo algunas bebidas y comidas para todos, os sentíais con más fuerzas, algo de comida entraba bien.

Aprovecháis para colocar a todos en las mesas, juntarlas o separarla, y preparaos entre todos.

Nornas sube a una de las habitaciones con el padre y el crio, con alguna que otra argucia aprendida durante todos aquellos años de enseñanza en la curación "a golpes" como quien dice, le había ayudado bastante, aunque el chaval tenía una mejor pinta, necesitaría más tiempo para poderse recuperar.

Roli baja y en cuanto os ve os sonríe.

Bueno, ¿qué tal? 

En cuanto le ponéis al día de lo ocurrido, él os informa que la carreta que venía detrás para el tema de los goblins habían tenido éxito, el camino estaba despejado, aunque había muerto uno de los cuatro que habían ido. Estaban descansado, pero en poco tiempo se despertarían, ayer estuvieron festejando.

Poco a poco va entrando gente bastante pintoresca, la mayoría asustados, aunque alguno que otro dispuestos a ayudar, al menos en un principio.

Tienen de casi todo, tablas, trampas, ungüentos... Nager está echándole mucha cara a todos "oye, te recuerdo que debes unas cuantas pintas", "te recuerdo que me debías un favor, uno gordo dijiste, ¿no?".

La gente del pueblo se muestra reacia a cambiar las tablas, pero gracias a las instrucciones de Eladamri, y la conocida sonrisa de Nager, parecen estar dispuestos a cambiar las tablas y a poner alguna que otra trampa.

Alguna que otra frase se escucha por allí "tenemos que irnos, no nos podemos quedar, nosotros no, sabemos luchar". Aunque algunos se van a quedar a defender sus tierras y sus casas, la mayor parte de la gente no se quiere quedar para que corra la sangre.