Partida Rol por web

La bárbara permaneció a un lado de la puerta. Con gesto de disgusto asintió al gnomo y aguardó atenta, por si algo o alguien aparecía tanto por el portal como por las escaleras.

El portal era una verdadera obra de arte, su intrincado diseño y la forma en que se conectaba con la Urdimbre para unir dos puntos tan distantes era simplemente una maravilla, lástima que tuviéramos que destruirlo, pero bueno así son las cosas.

Adelante, acaba con esa cosa de una buena vez, no vayamos a tener visitas indeseadas, una vez que termines con ello quiero hacerte algunas consultas sobre tu trabajo. - digo mientras observo al gnomo trabajar.

- Adelante - comento Alatia, expectante. - Alvina, prepárate para bloquear la magia si pasa algo.

De acuerdo

Levantó sus herramientas con cautela, la luz cambió de color a un azul intenso, pero el gnomo no se detuvo, rápidamente modificó una de las runas, haciendo desaparecer todo tipo de color. Un sonido seco de algo pequeño golpeo contra el suelo

¡Intentaban entrar!

Una mano estaba en el suelo, apuntando hacia arriba con todos los dedos arqueados, no había sangre por ninguna parte. La mano parecía que era de un hombre, su piel estaba muy bien cuidada y las uñas las tenía pintadas.

Le ha pillado pasando, ¡já!

Resopló cansando, mirando al portal

Tan solo hará falta destruirlo totalmente, pero para arreglar esto desde Amphail se llevarán un tiempo, semanas tal vez. Se frotó las manos. ¿Vamos a por el otro?

Con poca muestra de repulsión cogí la mano y la metí en un saco.

- Cuando vayamos a Amphail nos puede ayudar a descubrir a quien pertenece y acabar con esto allí. Habrá que pensar en como poder conservarla sin que se pudra, pero podemos preocuparnos de eso cuando salgamos. - dijo Lya.

- Creo que ahora deberíamos ir a la prisión. Si aquella criatura como cerebro vino de allí es probable que el otro portal esté allí. Probablemente esté donde estaba el troll encerrado cuando vinimos la última vez. - un troll sonaba como un guardián lógico para algo como un portal a otras zonas extrañas y terroríficas.

El hecho de que alguien pudiera quedar mutilado al cerrarse el portal estremeció profundamente a la dasharii. Para tratar de no pensar mucho sobre el tema, prefirió pensar que el ahora manco sería una persona malvada por estar usando el portal.

—Si, vamos... —dijo asqueada al ver como la bruja tomaba la mano—. Yo iré delante.

Una vez con el portal desactivado, observo con atención el artefacto intentando descubrir como inutilizarlo de forma definitiva, pues Myroc fue claro, nuestros enemigos tardarían en reparar el daño, pero a la larga lo lograrían.

Esperen, tenemos que terminar el trabajo, que alguien me ayude a derruir el arco, pues si lo reactivan todo nuestro esfuerzo habrá valido poco.

Por cierto Lya, no creo que esa mano nos ayude a localizar a su propietario, al menos no sin magia, así que, por ahora, cualquier bolsa debería bastar para guardarla, de vuelta en el pueblo ya la meteremos en un frasco con algún preservante. - digo mientras busco el mejor ángulo para tumbar la estructura sin mucho éxito.

Desactivar el portal había sido muy rápido, la verdad es que Alatia no se lo esperaba. Lo de la mano le dio un estremecimiento y un poco de asco, pero también era una advertencia. Si tenían que atravesar uno de esos portales más valía hacerlo rápido.

Miró con aprensión como Lya la guardaba sin hacer comentario. En cuanto Eladamri propuso derribar el arco lo consideró una buena idea, pero no sabía qué hacer.

- ¿Cómo podemos derribarlo? - preguntó al gnomo, quizás a él se le ocurriera algo.

- Antes de irnos deberíamos revisar todo. Según Alvina el extraño ser que nos atacó parecía venir de la zona de la prisión. En su estancia allí mi compañera recuerda que habían muchas celdas y que no pudo ver todas, es posible que queden algunos seres por la zona, ya sean presos o en libertad. Habrá que ir con cuidado.

Alvina no hizo acto de presencia, pero por los gestos de Alatia sabéis que está en el grupo.

—¿No habéis escuchado al gnomo? —refunfuñó la pelirroja con el ceño fruncido—. Les puede llevar semanas arreglarlo desde Amphail, y el único modo de cerrarlo completamente es desde ese mismo lugar. No perdamos tiempo y vayamos al otro. Cuando lo hayamos cerrado podremos volver aquí y tirar la torre abajo si queréis.

Sin esperar respuesta y con paso decidido, la hosca dasharii puso camino hacia la zona de la cárcel.

Lya asintió a las palabras de Hrönn. No había más que añadir, por lo que se limitó a seguirla hacia la prisión.

Avanzáis por la silenciosa fortaleza intentando hacer el me3nor ruido posible, solamente os acompañaba el canto de algunos pájaros que se estaban atreviendo a entrar en los terrenos del fuerte. No parecían acostumbrados a poder acercarse a aquella zona.

Acechando por la esquina os asomáis a amplia sala vacía. La bajada a la prisión seguía igual, aunque no estaba silenciosa, había algún que otro gruñido y caída de objetos metálicos que venían desde abajo. Pero en esa sala había un cambio, en el muro contrario a la bajada de la prisión había otras escaleras que descendían.

*

Las nuevas escaleras parecían adentrarse en la profundidad de la tierra, las escaleras parecían perderse en la oscuridad, y de lo más profundo un pequeño cántico era traído por el viento.

Myroc os miró con el rostro palidecido.

Es ahí... Hay una puerta grande guardando el portal, además Reconozco... Reconozco ese cántico, está activo, están intentando traer a algo o a alguien.

Veis como toma un poco de aire.

Yo iré con vosotros, pero en caso de que... Tenéis que acabar con el bastón primero, con eso debería inutilizar el portal. Pero después hay que destrozarlo; da igual lo precioso que sea, da igual los motivos que tenga, destrozadlo, no importa lo que sea.

Saca artilugios de su mochila para tenerlos listos mientras divaga un poco recordando datos de aquella sala

La sala es una sala hexagonal, medirá unos... 12 pies de largo... Por  unos 20... no, 10 de ancho... La altura será de alrededor de unos 13 pies... Es algo así como una bóveda natural.... Ah... Si sangráis dentro del portal alejaos lo máximo que podáis es más, si podéis, huid, no sabría si podría traeros realmente de vuelta sin cruzarlo. Y si sangro yo... No dejéis que me porten...

Ríe nerviosamente con un suspiro

Vivo.

- Entendido – asintió a las palabras del gnomo tragando saliva, ocultando su propio miedo tras una fachada de determinación – Ve tú delante Hrönn. Yo te seguiré y te avisaré de lo que vea más adelante. – propuso.

Carraspeó.

- Este es el momento. Aquí nos lo jugamos todo, pero saldremos victoriosos. Evitaremos que completen la invocación y encerraremos a lo que sea que haya al otro lado en sus tierras oscuras salvando estas tierras. Cuando salgamos el sol nos recibirá, podremos descansar y planear como acabar con ellos en Amphail. ¡Adelante con ánimo y valor! – les arengó para inspirarlos antes de la batalla.

Conforme nos acercábamos al final del pasillo, los cánticos de un oscuro ritual llegaban hasta nosotros, según Myroc se debía a la activación del portal, el cual obtenía su magia de un bastón mágico.

La situación era clara, el bastón debía ser destruido, así que me emplearía a fondo en ello y si lograba llevarme con él a todos los ocupantes de la habitación, así lo haría.

Tengo un plan, al llegar al lugar uno de ustedes abrirá la puerta y yo haré detonar una bola de fuego en el centro de la habitación mientras los demás traban la puerta, con algo de suerte los cocinaremos vivos y destruiremos el portal en el proceso.  - digo mientras espero la respuesta de mis compañeros y me preparo para iniciar con el conjuro.

La norteña asintió a la propuesta de la bruja, aunque alzó la mano como gesto de pausa tras escuchar las palabras del gnomo y la forzada arenga de Lya.

—Un momento, un momento... ¿Myroc, verdad? Emm... ¿Ese portal cubre toda el área de esa sala? ¿Cómo decíais que se debía inutilizar? ¿No se requería alguna palabra o frase que nos era desconocida?

Mientras escuchaba las respuestas Hrönn echó mano de una de las próximas que según decían sus compañeros podría ayudarle a cerrar heridas y aliviar dolores.

Cubre la totalidad de la sala, sí... Tal vez un hueco por allí y por allá, pero no mucho más.

Se cruza de brazos e intenta pensar

Realmente usa un juego de palabras, pero desconozco en qué idioma lo dicen, ya lo puedes oir de allí 

Señala dando un golpe con la cabeza hacia lo bajo de aquellas escaleras

Hace falta tanto el juego de palabras como el aparato, el bastón

Mientras le prestáis más atención a aquellos cánticos de vez en cuando podéis reconocer la palabra Kilbo... Kilbo... Es algo así como un susurro con imposición.

La sensación cálida de estar en la playa y en aquel extraño sitio junto a Clemence te reconforta por un segundo.

Lya, el medio elfo ese... Pharan... No acabes con su hilo de vida, aún no, aunque hay algo en él que debe ser desatado antes... Tened cuidado. Si has de hacerlo, lo sabrás

Un bosque se forma en la oscuridad, una mano invisible te roza suavemente, como si de una caricia se tratase

Alatia, mi querida Alatia... Recupera ese bastón, destruido o no, recupera todas sus piezas para mi y entiérralo en el bosque cercano al fuerte; deseo su poder.

Alatia parecía pensativa.

- Hay que interrumpir el ritual como sea y la forma más fácil es tomando el bastón, ese debe ser nuestro principal objetivo. No podemos evitar que pronuncien las palabras hasta que acabemos con ellos, pero si obtenemos el bastón ya no tienen la llave para abrir el portal.

- Alvina puede lanzar un hechizo de confusión que puede afectar a algunos de los intervinientes en el ritual, no durará mucho pero quizás lo suficiente como para que no tengamos a todos en contra.

- Sugiero concentrar nuestro ataque en el portador del bastón y arrebatárselo en cuanto podamos.

Una voz había resonado en sus cabezas y no había duda de su procedencia.

- Se hará como mandes. - fue la respuesta casi al unísono de las dos compañeras.

La bola de fuego en nuestra mejor basa, no sólo dañará al portador, sino a todos sus compañeros, pero me ceñiré al plan que ustedes decidan. - digo con bastante seriedad mientras me cruzo de beazos a esperar la decisión del grupo.