Partida Rol por web

M.A.C.U.S.A.

Prólogo: New York, New York

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06/09/2019, 12:05
Joshua Woodbridge
Sólo para el director

Esperé a que el sujeto Barón Tuerto número uno comenzara su explicación mientras le escrutaba con ojo experto. A primera vista, resultaba evidente que era el padre de Diana Selwyn, al menos a ojos de un experto. Podía haber tomado una poción multijugos, eso estaba claro, pero siempre dejaba un rastro, y además estaba el lenguaje no corporal... en su forma de expresarse había una mezcla de temor y esperanza, sinceridad y ruego... o era un experto mentiroso, más que experto, para engañarme debería tener un don, o lo que era más probable, decía la verdad.

Y, que demonios, me había caído bien, y rara vez mi instinto me fallaba.

Tomé con ciertas reservas el documento y lo acerqué para poder verlo mejor... observé la calidad del papel, bastante mala, la tinta usada, nada particular a priori... la caligrafía usada denotaba cierta urgencia y caos... demasiadas variables y vagas.

Señor Selwyn, puede tranquilizarse. Le creo y le ayudaré - dije, levantando la vista del documento y mirándolo directamente a los ojos mientras le ofrecía mi mano - Joshua Woodbridge.

Señor Selwyn - continué - poco puedo decirle de la nota, y lo poco que pueda ya lo habrá deducido usted. Han usado papel de mala calidad para no poder rastrearlo, usado una caligrafía irregular y bastante caótica para esconder los rasgos de la personalidad de quien lo escribió, y además, no usó nada de magia en el documento - carraspeé un poco tomando algo de aire, mientras seguía observando el papel - no obstante, hay cosas que no se pueden ocultar, pero debería llevarme el documento a mi laboratorio. Un análisis en profundidad debería darnos la mayor parte de los datos que con esta observación preliminar no puedo constatar.

Acerqué de nuevo la hoja hacia mi interlocutor esperando que decidiera que hacer. Ya había dado mi consentimiento, por tanto, me había creado una obligación con él, e iría con todo a resolverla. Con ello además se podría hacer una limpia en la cúpula del cuerpo de aurores, que ya empezaba a tener cierto tufo.

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06/09/2019, 15:41
Diana Selwyn

Diana cogió la carta que le tendía su hija y la miró extrañada, ¿Sullivan? ¿qué querría?

Enma seguía insistiendo, quería ver a Thomas, y quería una respuesta ahora. Parecía tan ilusionada, y se la veía tan enamorada cuando hablaba del muchacho que Diana no había podido dejar de sonreír mientras ella le contaba todo de él. Era un lujo, un privilegio tener a una hija que le contara tantas cosas, como si fuera una amiga, una amiga que de seguro dejaría que se viesen en su casa, a pesar de que ella estuviese trabajando, pero era su madre.

Diana desvió unos instantes pensativa, si decía que no a su hija seguramente se enfadaría, se enfadaría muchísimo, más aún cuando ella misma le había sugerido que hablasen del desafortunado malentendido sufrido en el colegio, pero ¿cómo iba a dejar solos a dos adolescentes con las hormonas revueltas y que, claramente, se atraían? La mujer suspiro sintiéndose en una difícil situación, su hija era inteligente, estaba segura de que podía confiar en ella, a pesar de que en ocasiones fuese impulsiva y alocada, pero… no conocía de nada a ese Thomas…

-Ains Enma…. Verás, ¿qué tal si me lo presentas primero? No me gustaría meter en casa a un desconocido sin estar yo presente cariño y, tampoco me gusta la idea de que vayas a su casa, no se nada de él ni de su familia, espero que me comprendas, ¿qué te parece si quedamos un día los tres? Ya, ya se que no querrás porque no quieres que tu novio conozca a tu madre tan pronto, pero debes comprender que yo quiera saber con quien estás, eres inteligente, lo se, pero no le conozco, piénsalo ¿vale?

Diana realizó un elegante movimiento con su varita y los platos comenzaron a volar hacia la cocina, donde empezaron a lavarse y colocarse solos, después la mujer abrió la nota que su hija le había entregado y comenzó a leerla.

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07/09/2019, 14:06
Richard Montgomery

Montgomery fingía estar observando entretenido aquel partido de hockey, pero la realidad es que le prestaba poca atención a lo que acontecía en la pista de hockey, sino que mantenía los ojos puestos en James Hines y en aquellos hombres célebres con los que se saludaba: el alcalde Hylan, el promotor del estadio Madison Square Garden, Bill Dwyer y George Shevlin. El auror estaba lo suficientemente integrado en la Nueva York mo-mag que podía reconocerlos a todos con cierta facilidad. No había divisado nada especialmente sospechoso, ¿pero la sonrisa que Hines y Dwyer habían intercambiado mientras se abrazaban y susurraban al oído...? Era posible que hubiera una historia detrás de aquella amistosa relación que ambos hombres exhibían.

Viendo que su objetivo se levantaba para dirigirse a los baños, Montgomery decidió hacer lo mismo. No obstante, resultaba tremendamente complicado realizar un seguimiento al haber tanta multitud acinada, por lo que el auror supo que tendría que buscar una forma de no perder de vista a Hines si quería obtener resultado.

Por suerte o por desgracia, un pequeño huérfano de unos doce años le había tomado de la gabardina, llamando la atención del mago, quien en esos instantes vio en el niño una posibilidad de obtener cierta ventaja en su investigación.

-No, lo siento, no quiero nada -comenzó a decir Montgomery, rápidamente-. Pero... ¿sabes quién es James Hines, el político? Te daré cuatro peniques si logras abrirte paso entre la multitud y me dices de qué está hablando Hines con esos hombres que le acompañan. En el FBI a veces necesitamos ayudantes, muchacho. -El auror guiñó un ojo, tratando de ganarse la confianza del muchacho-. ¿Qué me dices, chico? ¿Quieres ganarte un buen sueldo hoy?

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08/09/2019, 22:28
Jon Selwyn

Un análisis más exhaustivo de la nota en un laboratorio permitiría obtener más información relevante al respecto, pero lo que resultaba evidente era que se trataba de una amenaza en toda regla porque de algún modo, Jon Selwyn se estaba entrometiendo en asuntos que quién fuese el que hubiese escrito la misiva, no estaba dispuesto a tolerar. Sin embargo, el hecho de que el hombre acudiese pidiendo ayuda sin revelarlo a sus superiores solo podía indicar que estaba firmemente decidido a seguir investigando y que no se fiaba para nada de las altas esferas del MACUSA. ¿Realmente habría gente corrupta en el Magicongreso Único de los EEUU para llegar a aquel punto? Podría resultar bastante descabellado fiarse por completo, pero tampoco podía estar de más tenerlo en consideración y hacer las averiguaciones oportunas sin implicar a muchas personas.

Después de observar con atención y releer nuevamente la nota de la "Mano negra", el señor Woodbridge pudo apreciar algunos detalles más que se le había escapado en su primera valoración. Aunque habían tratado de disimular el escrito usando un inglés o americano nativo, algunos términos empleados eran muy poco usuales y claramente hacían sospechar de un origen o procedencia italoamericano en el responsable de redactarla. Pero el dato relevante llegó cuando el medimago inspiró el aroma del papel, que aunque para la mayoría solo le recordaría a papel viejo humedecido, la condición de dhampiro del señor Joshua le hizo entender que lo que aparentemente era tinta negra, en realidad era sangre. 

- Le agradezco mucho que haya decidido ayudarme, y por supuesto, puede quedarse con la nota para analizarla con más profundidad en su laboratorio... - le indicó el señor Selwyn, entregándole el portafolio con la nota. También le facilitaré un cuaderno en el que he estado realizando anotaciones de mis sospechas y las razones por las que desconfío de algunos miembros del MACUSA, además de una pequeña llave que me gustaría que le facilitase a mi hija en cuanto la vea mañana. Se la entregaría yo mismo, pero no sé cuándo podré acercarme a visitarla sin exponerla, y no me gustaría que nada malo le ocurriese. ¿Puedo contar con usted para que le eche un ojo? Ella reconocerá la llave de inmediato, y en caso de que me pasara algo, solo confío en ella para cederle todas mis investigaciones hasta la fecha. Gracias por todo, le he dejado dinero en efectivo dentro del cuaderno por los servicios, confío en que sea suficiente...

El señor Selwyn agradeció sobremanera que Woodbridge hubiese accedido a ayudarle, y tras entregarle la pequeña llave, el cuaderno y el portafolio con la nota, se terminó el último sorbo del café irlandés, dejó una generosa propina haciéndose cargo del pago de ambos cafés, y se despidió afectuosamente tendiéndole la mano. Justo entonces alguien caminaba por la acera de enfrente por el exterior, si se miraba a través de la ventana, y Jon Selwyn le susurró al oído al señor Woodbridge unas últimas palabras antes de disponerse a abandonar el lugar.

- No le mire  directamente para no levantar sospechas, seamos cuidadosos. ¿Ve a ese hombre en el exterior, con gabardina marrón oscuro y pantalones negros, de unos treinta y tantos, cabello largo oscuro y con barba poblada, de aspecto y rasgos nórdicos, probablemente de Europa del Norte? Lleva frecuentando y viéndose con mi hija desde hace unos meses, aunque desconozco las intenciones y el por qué de ello, pero dada la situación y la nota que he recibido entenderá que me preocupe y sospeche de todo.¿Puede averiguar de quién se trata? Espero verle pronto, señor Woodbridge. Muchas gracias... Entonces miró su reloj, eran pasadas las diez, por lo que colocándose la gabardina, se despidió cordialmente y salió del local, no sin despedir a la camarera con una sonrisa cálida. Gracias por el café irlandés, Ruby... Salude de mi parte al señor Salieri, si puedo me pasaré pasado mañana a estas horas para visitarle. A más ver.

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08/09/2019, 23:46
Enma Selwyn

La joven adolescente había estado esperando una respuesta a su pregunta por parte de su madre, pero está parecía hacerse la despistada y estaba tardando más de lo normal en responder, logrando impacientarla por momentos. ¿Por qué si hacía unos instantes le había dado la increíble idea de hablar con él para aclarar las cosas, ahora parecía dudar y retractarse? Enma no lograba comprender el cambio de parecer de su madre, y su respuesta hizo que su sonrisa bobalicona al estar pensando en Thomas, se volviese sería e incluso un tanto melancólica. No obstante, Enma confiaba en su madre más que nada en el mundo, y si por alguna razón le pedía que tuviese paciencia y que no trajese a Thomas a casa sin estar presente y que evitase ir a la suya, por ella lo haría.

- Está bieeeen, jolín. - mencionó la jovencita no muy convencida pero aceptando las palabras de Diana. Cómo bien dices, no me apetecía presentarte a Thomas tan pronto, ¡Si aún no sé si me perdonará el desplante que le hice! Pero te entiendo, y sé que sabes que no soy una irresponsable... No vamos a hacer nada indebido, y si llegase a sobrepasarse, no sabes tú bien como me las gasto. No por nada nadie quiere enfrentarme en el Club de duelos. ¿Lo sabías? Llevo una racha de seis victorias y solo una derrota, y perdí porque Gretta Patinson hizo trampas sin que se diese cuenta el profesor, desatándome los cordones de los zapatos por detrás cuando iba a enfrentarme contra Susan Baker... Si no hubiese caído seguiría invicta seguro...

Ambas recogieron la cocina y la joven no tardó en darle un beso a su madre, para rápidamente decirle.

- Si te parece bien, le enviaré una carta a Thomas aclarando lo ocurrido y proponiéndole quedar un día de estos solo para pasear y dar una vuelta por Central Park. ¿Te parece bien? - Enma esperaba que su madre accediese a su propuesta, ya era mucho haber cedido sin más a no ir a su casa ni traerlo. Solo en caso de que estés en casa y ambas estemos de acuerdo, vendríamos y te lo presentaría. Voy a mi cuarto a enviar la carta y me iré a descansar, el viaje en barco ha sido largo. ¡Buenas noches, mamá!

Y como una exhalación, la pequeña salió corriendo escaleras arriba hacia su cuarto. Fue entonces que Diana pudo abrir la nota de Sullivan sin temor alguno, un tanto ansiosa por saber de qué se trataría. La misiva indicaba lo siguiente...

Hola preciosa.

Ya sabes que esta semana ha sido bastante complicada en el trabajo y a duras penas he logrado sacar tiempo para vernos . He terminado de trabajar hace poco y me preguntaba si te apetecería dar una vuelta e ir a una cafetería a tomar algo, y después venirte a mi casa o ir yo a la tuya...

Te deseo y tengo muchas ganas de estar contigo.

J. Sullivan

Claramente era una proposición en toda regla, como ya había hecho con anterioridad, habiendo finalizado ambos entre las sábanas. ¿Era lo que necesitabas o rechazarías la proposición? Dormir con Enma en la habitación de al lado podía ser una muy mala idea, pero siempre quedaba la posibilidad de ir a su casa, aquel hermoso ático en la mismísima avenida Broadway. Fuese como fuese, James estaría aguardando una respuesta afirmativa o negativa en la misma calle, no convenía hacerle esperar más de lo que ya llevaba esperando.

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09/09/2019, 07:25
Alma I. Rhydderch

Con ese gesto sereno, media sonrisa, ojos ligeramente entrecerrados, se daba cuenta que Eddy en realidad no sabia quien era o lo que había hecho. Lo agradecía en realidad, no es fácil cumplir tantas misiones de manera satisfactoria y seguir en la búsqueda del asesino de su hermano, Gellert Grindelwald, había recolectado toda la información de él, pero siempre parecía ir un paso atrás, y ya se había dado cuenta de Albus Dumbledore no hablaría nada de su amigo, a pesar de que ya era un mago oscuro temido y buscado. — en algo te equivocas, ya no soy esa Alma — sonó ligeramente amenazante, sólo por la forma en que lo miró, y la forma en que le dijo esas palabras, pero luego sonrió con ternura perfectamente ejecutada y comenzó a ver las delicias que iban presentando ante ellos, aunque por algunos segundos, miró a Jonathan que estaba en otra de las mesas, ¿en verdad la iba a ignorar?. — entonces asumo que no estas siendo feliz... lástima, eres un buen hombre — le guiñó un ojo, — la idea de irme era que pudieras conseguir una esposa y una familia y no ser este triste hombre, debiste aprovechar estos años — resopló con algo de cansancio y comenzó a comer, disfrutando de la comida, — hablando de cosas más importantes, ¿sabes por qué razón me han llamado? — se volvió algo más rígida, estaba ahí por trabajo, después de todo.

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09/09/2019, 12:30
Billy Bagley

El pequeño Billy se quedó un instante dubitativo ante las palabras del jefe de aurores, valorando si lo que decía era una tomadura de pelo o si iba en serio. ¿Era del FBI? ¿Le estaba solicitando espiar a alguien para saber de qué estaba hablando? Aunque estuvo a punto de decirle que no y seguir a lo suyo en otro extremo del estadio, la verdad es que le agradaba la idea de ser un ayudante de FBI y probablemente evitar que le pidiesen la entrada y ser echado del partido al carecer de ésta y estar ganándose dinero de forma ilícita , pero ya fue definitivo para convencerle al ver los cuatro peniques en la mano de Montgomery.

Con un ágil movimiento tomó los cuatro peniques y mostrando confianza y determinación, le dijo divertido.

- Hecho, espiaré para usted y le contaré de que habla ese hombre con los otros de su alrededor, solo si me paga otros cuatro peniques cuando le informe de mis pesquisas. ¿Hay trato? Si no me equivoco, ese Hines debe de ser ese viejo de la primera fila medio calvo, el que lleva la corbata roja, un traje marrón y que ahora mismo está levantando la mano, saludando a ese tipo enorme del fondo.- Preguntó rápidamente el pilluelo, esperando la confirmación a sus palabras o una descripción detallada del tipo, para que no hubiera equivocación alguna. La verdad es que no tenía mucha idea de quienes eran aquellos hombres con posiciones tan privilegiadas, él era un huérfano al que apenas le dejaban salir del orfanato, pero no iba a dejar pasar esa oportunidad de ganarse algún dinero facil. Perfecto, voy a ello pues. Regresaré y le informaré antes de que empiece la segunda mitad. Si quiere, puedo estar durante la segunda parte del partido muy cerca de él sin que se de cuenta e ir yendo y viniendo para informarle. 

En efecto, el pequeño Billy no estaba equivocado, y había calado a la perfección quién era Hines en su descripción. Justo en esos instantes abandonaba la grada junto a una enorme multitud, incluidos la mayoría de los peces gordos, perdiéndose de vista en el fondo Sur, donde supuestamente se encontraban los baños, el quiosco, los vestuarios de los New York Americans, la sala de juntas y las oficinas de alhunos dirigentes y responsables del Madison Square Garden.

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09/09/2019, 17:13
Edward A. Limus

La fiesta en el Hotel Plaza Army parecía seguir transcurriendo con normalidad, sin nada que hiciese sospechar que el buen ambiente pudiese ser roto de un momento a otro. En las distintas mesas los camareros iban sirviendo la cena a los comensales al ritmo de la música de cámara, mientras estos hablaban de sus propios temas disfrutando de la velada. En la mesa principal, el senador Jimmy John Walker reía y bromeaba sobre temas triviales junto a otros demócratas liberales de su propio partido, solo siendo destacable que las dos mesas colindantes a la del senador, tenían cuatro hombres cada una, que por sus formas y expresiones os hacían sospechar de que probablemente serían escoltas contratados y no simples invitados. Continuamente observaban el lugar y echaban miradas furtivas al resto de la gente como tratando de averiguar si se correspondían con simpatizantes del partido demócrata ¿Eran necesarias tales medidas de seguridad por algún motivo o solo era simple precaución? Resultaba un tanto extraño, pero tampoco nada fuera de lo normal visto el creciente número de ataques y el auge de las mafias desde hacía unos pocos meses.

Entonces entraron un pequeño grupo de seis personas por la puerta principal del hotel, todos muy elegantes y bien trajeados, que lentamente se acercaron desde el hall principal hacia la zona restaurante donde se celebraba la fiesta. No se les veía en una actitud hostil y quizá fuesen a la zona de ascensores para subir a cualquiera de otras plantas. No obstante se notaba cierta tensión en el ambiente, y en cuanto el primero de lo escoltas del senador advirtió la presencia de estos nuevos sujetos, se levantó para hablarle al oído en un susurro. El senador giró la cabeza en dirección a los seis nuevos desconocidos, y acomodándose el nudo de la corbata con cierta mirada de preocupación, se disculpó momentáneamente con sus invitados de la mesa y se retiró para acercarse hasta los sujetos que le esperaban cerca de los ascensores, solo acompañado por dos de sus guardaespaldas, al que uno de ellos identificasteis sin dificultad. Dean O'Banion, un auror del MACUSA con doble identidad, que se hacía pasar por guardaespaldas del senador nomag.

- No es la primera vez que veo esta escena y puedo asegurarles que se avecina tormenta - les susurró el camarero disimuladamente a la feliz pareja conformada por Alma Rhydderch y el jefe de aurores, Edward Limus, que seguían en la mesa apartada del fondo. A pocos metros Jhonatan comía de los suculentos manjares y no le pasó desapercibido el comentario del camarero, por lo que afinó más el oído para no perder detalle de lo que hablasen. Les sugeriría que abandonaran el lugar ahora que están a tiempo, es todo lo que puedo decirles.

Edward iba a responderle a Alma acerca de la última pregunta formulada por ésta, pero torció el gesto ante el comentario del sirviente, al que miró con un gesto de desaprobación y lo mandó callar con la mirada.

- Eso no será necesario, ya estábamos al tanto de que algo así podía suceder y estamos preparados. Haga el favor de seguir a lo suyo y no interferir si las cosas se complican - mencionó el jefe de aurores, para después mirar a Alma y proseguir. Ya estás de misión y soy tu superior en estos momentos, así que atiende bien, querida. Nos llegó un mensaje anónimo esta mañana de que probablemente tratarían de atacar al senador ésta misma noche durante la fiesta, es por ello que está tan bien escoltado y hemos incluído algunos aurores del MACUSA entre sus hombres. Sólo en caso de ataque tenemos permitido intervenir, así que mantente atenta pero no intervengas a no ser estrictamente necesario...

El rostro se había vuelto duro y no admitía réplica, Edward estaba en plena misión junto a su escuadrón de aurores en el Hotel Plaza Army, y había usado la excusa de poner al día a Alma tras su regreso, para integrarse en la fiesta disimuladamente y realizar un seguimiento de todo lo que ocurriese. 

Notas de juego

Necesito que me hagáis cada uno una tirada Advertir/Notar CD15 para notar posibles detalles de relevancia

Realizad también tirada de iniciativa sin marcar dificultad por si es necesario establecer un orden de intervenciones.

Os explico el contexto por si hay dudas y os dejo un plano aproximado del lugar.

- Estáis ambos en las mesas contiguas en la parte inferior izquierda del restaurante, cerca de la barra del bar (en rosa), de la mesa de billar inferior (en verde) y de la pista de baile. Jhonatan en la más cercana al bar. Alma y Edward en la más cercana a las mesas del resto de comensales.

- El senador estaría en la mesa 21 (color rosa anaranjado), y en todas las mesas del mismo color hay aurores infiltrados del MACUSA.

- Los seis hombres que acaban de llegar están en la parte superior de la imagen (en el area pre-funciones), justo en el acceso que pone "To Hotel lift lobby", y el senador se acaba de levantar de la mesa, se ha disculpado con los que le acompañaban y se dirige recto en esa dirección.

Podéis actuar como consideréis y solicitar desplazaros e ir donde queráis a vuestro aire, pero no desplazándoos más de 5 metros si andáis, 10 metros si corréis. Los hechizos tienen un alcance de 20 metros aproximadamente. (Podeis haceros idea de las medidas mirando la Escala)

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10/09/2019, 03:46
Jhonatan Riley

Pude distinguir a varios aurores infiltrados entre la seguridad del senador por lo que no tardo en inferir que se trata de una operación encubierta, por lo que procedo a cancelar mi cuenta y ponerme de pie.

Tras levantarme procedo acercarme a la posición del senador de forma discreta, para brindar apoyo a mis compañeros de ser necesario.

Sin embargo, tenía claro que al no estar asignado a esta misión, debía evitar interferir si es que no era estrictamente necesario, pues una intervención no prevista podía echar a perder la planificación.

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10/09/2019, 22:36
Diana Selwyn

Sabía que Enma se podía defender sola, sabía que era buena bruja, pero allí no tenía varita y, si ese chico era lo que ella creía que era, no tendría la mas mínima oportunidad si él quería dañarla.

Diana suspiró y sacudió la cabeza, ¿por qué estaba ella pensando en eso? ella que era tan comprensiva con todo ser vivo, ahora pensaba que un vampiro querría devorar a su niña cuando, sin duda, sería pacífico si es que estaba en el colegio. Quizás los dos jóvenes se habían enamorado y, no debía discriminarlo por su condición. Pero, ¿qué madre no temería por la seguridad de su pequeña?

Si, lo mejor sería que hablasen en un lugar público como la niña proponía, y si seguía adelante aquello, ya le conocería. Debía ser paciente y confiar en Enma, no podía romper aquel vínculo tan especial que ambas compartían después de tanto tiempo.

-Me parece bien cariño, intentad arreglar el malentendido, si todo va bien, otro día puede venir a visitarnos y así conocerle.

Enma salió corriendo escaleras arriba, deseosa de enviar la carta y Diana la miró desaparecer por el hueco de la escalera con una sonrisa. Después la mujer se sentó en una de las butacas y abrió la carta de Sullivan.

Con forme terminó de leer la carta, Diana suspiró y negó con la cabeza con una sonrisa, que oportuno, siempre tan oportuno.

La mujer caminó inconscientemente hasta la ventana y miró a través de ella, seguro él estaba ahí abajo esperando una respuesta. Diana se mordió el labio inferior, deseaba bajar, ir con él a tomar algo y desaparecer después entre las sábanas de su cama. Pero ¿cómo ir ahora y dejar a su hija sola? Acababa de llegar, no podía hacerle eso, además ¿qué iba a decirle?

Finalmente, Diana se decidió y salió del apartamento intentando no hacer el menor ruido, hablaría con él, después de todo, había ido  hasta allí a buscarla. La mujer bajó rápidamente las escaleras y cuando llegó abajo y abrió la puerta del portal lo vio ahí parado, esperándola, tan atractivo como siempre, tan misterioso y atrayente. Un hormigueo recorrió su espalda y un agradable calor se instaló en su vientre. Sin embargo Diana se mostró tranquila, pero dedicó al hombre una intensa mirada que dejaba entrever su necesidad cada vez más obvia de tenerle cerca.

-Buenas noches señor Sullivan. – Le dijo con una media sonrisa.

Diana le hizo un gesto con la mano para que se acercara al portal, ahí estarían resguardados del frío, y lo más importante, Enma no los vería si se asomaba a la ventana.

James entró calentándose las manos con el vaho de su boca y cuando estuvo dentro, Diana cerró la puerta tras él y se le acercó para hablar en voz baja.

-Me encanta tu espontaneidad James, pero esta vez fuiste algo inoportuno, - dijo señalando hacia arriba con el dedo índice. – Enma está arriba, hoy ha llegado para pasar las vacaciones en casa. Me encantaría quitarte el frío que llevas encima… - dijo con una mirada pícara analizándole de arriba abajo, - Pero como comprenderás no es la noche más indicada para ello…

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12/09/2019, 02:27
James Sullivan

James había sido paciente, sabiendo que si la joven Diana se había tomado su tiempo para bajar era simple y llanamente porque las circunstancias así lo requerían, por lo que apoyado en una de las farolas de la calle, había permanecido allí parado contemplando el oscuro firmamento. Era probable que terminase por llover si los densos nubarrones seguían conformándose en el cielo, y quizá si se mantenían frías las temperaturas, por debajo de los dos grados bajo cero, terminase por nevar en la hermosa Gran Manzana.

Al ver a la joven Selwyn, Sullivan sonrió divertido con su arrebatadora mirada y sensual sonrisa, haciendo mover levemente con su mano derecha, a modo de saludo, su sombrero "Panamá" negro con cinta gris, perfectamente conjuntado con su largo abrigo de talle alto, con correas y solapas altas abrochadas en alto, que recordaban a los uniformes militares de la primera guerra mundial. No obstante, el traje que lucía tan elegantemente debajo era un terno de tres piezas de color marrón oscuro, con hombros naturales, chaqueta suelta hasta la cadera y con dos grandes bolsillos relojeros, uno a cada lado. Sus zapatos eran unos "Shoe spats" negros, con protectores en fieltro gris, abotonados, que protegían el empeine y los tobillos en caso de lluvia. Claramente James siempre iba muy a la moda, pudiendo pasar con facilidad por un gángster nomag, o un empresario de alto status social. 

- Buenas noches, señorita Selwyn - respondió con elegancia y distinción, siguiéndole en aquel lenguaje refinado y formal a la atractiva mujer, mientras se acercaba a paso lento pero firme. Aunque comúnmente se tutearan y hubiese muchísima confianza e intimidad entre ambos, era un juego de seducción muy de ellos. Puede llamarme James si así lo desea, sería un verdadero honor. y tras su frase, no pudo esconder una sonrisa divertida, aquellos detalles eran los que más le encantaban de la magizoóloga.

Al escuchar la razón por la que había tardado en bajar a verle, asintió entendiendo la situación, aunque no por ello iba a darse por vencido tan pronto. Era cierto que pocos eran los momentos del año que madre e hija podía coincidir, verse y compartir el tiempo juntas, pero dadas las horas que marcaba el reloj, intuía que Enma iba a acostarse en breves. Eran casi las once. ¿Qué impedía que Diana no pudiese salir, si Enma iba a irse a dormir, agotada de su largo viaje? Sin embargo, Sullivan era todo un caballero, por lo que respetaría la voluntad de la hermosa mujer, fuese cual fuese. Lo que decidiese le parecería perfecto.

- No sería yo si no fuese espontáneo y directo, encanto, ya me conoces... Entiendo que quizá hoy no sea el día propicio, y aunque probablemente tu dulce pequeña ya se vaya a dormir, entenderé que quieras quedarte en casa con ella y declinar mi propuesta... - le expresó con amabilidad y dulzura, aunque en el fondo le apenase no compartir aquella noche con ella, siendo que la deseaba tan ferviéntemente. Si es esa tu voluntad, regresaré a mi casa hasta tumbarme en mi cómodo sofá del salón, me tomaré una copa de whisky a tu salud, y cerraré los ojos tratando de recordar lo bien que hueles y lo hermosos que son tus ojos... Y acercándose a ella hasta que sus labios casi estuvieron a punto de rozarse, terminó por susurrar. ¿Puedo también recordar a que saben tus dulces labios? 

Y entonces la besó, como no podía ser de otra forma. Un beso apasionado, intenso, cálido y húmedo, que se postergó en el tiempo hasta que ambos acabaron casi sin respiración, pero deseando besarse una y otra vez más. ¿Sería en realidad Diana capaz de rechazar el ofrecimiento de James? 

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12/09/2019, 12:31
Richard Montgomery

Montgomery sonrió al escuchar que el muchacho había accedido a trabajar para él.

-De acuerdo -dijo el auror, asintiendo a la petición del muchacho. Para el chico, lo más probable es que esos peniques pudieran ser toda una fortuna, pero para él únicamente eran calderilla, por lo que no tenía inconveniente alguno en pagarle-. Cuatro ahora y cuatro una vez que tengas la información. -Oyó la descripción que Billy realizaba sobre Hines y asintió-. Así es, ese es. Es una buena idea, chico. Permanece cerca de él durante la segunda parte del partido, fingiendo que estás sirviendo por la zona o simplemente pasando desapercibido.

"Los huérfanos pasan fácilmente desapercibidos" se dijo Montgomery para sus adentros. "Es poco probable que Hines llegue a pensar que alguien que esté siguiéndole la pista enviaría a un huérfano para rastrearle. Habrá decenas de chicos como estos mendingando a hombres ricos como Hines en partidos."

-Buena suerte, chico -le deseó el mago al muchacho huérfano, esperando que Billy obtuviera información que pudiera serle útil.

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12/09/2019, 16:09
Joshua Woodbridge
Sólo para el director

Tomé de manos del señor Selwyn el portafolio, la llave y el sobre con algo de dinero, el cual no hacía falta ya que me condición de auror y mi propia condición de hombre de bien, si proseguir la investigación me hubiese supuesto algún coste extra, lo hubiese costeado de mi propio bolsillo. 

Guardé todo en uno de los bolsillos interiores de mi chaqueta de tweed realizando un sencillo encantamiento para proteger el interior de manos... digamos demasiado rápidas.

Asentí con un gesto al señor Selwyn, el cual cuando me vio realizar el encantamiento me hizo un gesto de complicidad, era obvio que él también conocía el sortilegio y sabía de su efectividad. Sin duda era un hombre prudente.

Me disponía a seguir saboreando mi delicioso whiskey del norte de Irlanda pensando que nuestro encuentro ya había terminado cuando me llamó nuevamente la atención sobre un sujeto que había en el exterior... al que llamaré sujeto Barón Tuerto número dos... su presencia allí no podía ser una coincidencia.

Señor Selwyn - dije, bajando un poco la voz, ya de por si baja, pues el local invitaba a la tranquilidad y la reflexión. Hablar en voz alta no solo hubiese quedado fuera de lugar, si no que era inaceptable - Hace bien en no fiarse de nadie. Usted ha venido a este local expresamente para verme, pese a que parece ser que lo frecuenta o ha frecuentado en otra época. Pero a ese tipo no lo he visto nunca por aquí, y yo, sinceramente, no creo en las coincidencias. Téngalo vigilado, yo haré lo propio, en la medida de mis posibilidades. No estaría de más que se diera una vuelta y regresara aquí, digamos en 25 minutos, como si se hubiese dejado algo olvidado. Nos tomaremos un café y podremos asegurarnos si le seguía...

Tomé un pequeño sorbo mientras me despedía del señor Selwyn con un gesto, volviendo nuevamente a mi lectura...

Lectura en la cual no estaba pendiente... tan solo me quedé haciendo como que leía mientras el señor Selwyn salía del local... el sujeto Barón Tuerto número dos quedó fuera de mi campo visual, por lo que no pude ver si se iba detrás de Selwyn o permanecía por aquí... con lo que me dispuse a pensar en el documento que llevaba en el bolsillo...

Así que una nota escrita con sangre, con escritura forzada, en un inglés que no "sonaba" nada natural o académico, que hacía pensar en alguien italoamericano... corrupción en la cúpula del Macusa... la señorita Selwyn... una llave... demasiadas variables para gestionarlas juntas... me centraría en la nota en primer lugar, ya habría tiempo de investigar el resto, al fin y al cabo, nunca había necesitado dormir muchas horas, y mi equipo forense siempre estaba a la altura. No me gustaba llamarlos subalternos, pues pasaban tantas horas trabajando codo con codo conmigo que no sería justo. Y su lealtad y honradez era incuestionable. Los tres juntos podríamos extraer hasta el último gramo de información de este documento.

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12/09/2019, 18:04
Diana Selwyn

El corazón de la mujer latía más deprisa a medida que James se iba acercando, hasta que sus labios estuvieron a tan solo unos centímetros y Diana se mordió los suyos deseosa de poder acariciar los de él, entonces James la besó y ambos se abandonaron a la pasión del momento.

Ansiaba tenerlo cerca, deseaba acariciar cada centímetro de su cuerpo y que el tomara el suyo, y es que, llevaban tiempo sin poder estar juntos a causa del trabajo, cruzándose en ocasiones por los pasillos del MACUSA, donde se dedicaban sonrisas y miradas furtivas, cuidadosos de no llamar la atención, recelosos de su vida privada ante el resto de compañeros, acumulando aquel deseo que dejaban fluir libre y salvaje, aquellas pocas noches en las que ambos podían ser ellos mismos.

El beso duró apenas unos minutos y aún con la respiración agitada, Diana acarició el cabello de él mientras le miraba a los ojos, como le tentaba el ir a su casa, como conseguía ese hombre que incluso se le pasase por la cabeza subirlo a casa aún con Enma durmiendo en la habitación de al lado… La volvía loca, esa era la realidad, pero si una cosa destacaba de la personalidad de la mujer, era su temple y determinación, y aunque esa noche se fuese a dormir lamentándose por no estar entre los brazos de Sullivan, no cambiaría su decisión, no si su hija estaba “de por medio”.

-Espero me tengas toda la noche presente, porque yo te tendré a ti, no lo dudes James… – le dijo con una media sonrisa. – Ahora tengo que volver antes de que Enma note mi ausencia. Te compensaré, te lo prometo. – le susurró aupándose para darle un suave beso en los labios.

Diana se separó de él y subió de nuevo las escaleras del apartamento al tiempo que le susurraba un “Buenas noches”, acompañado de una inquietante sonrisa.

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12/09/2019, 20:44
Ambientación

El señor Selwyn sintió que había actuado bien al depositar su confianza en Joshua Woodbridge, asintiendo a su propuesta y pareciéndole una excelente idea el descartar la posibilidad de que estuviese siendo seguido por alguien. Con su caracteristica parsimonia, y tras despedirse, Jon salió del establecimiento, acomodándose la gabardina y el sombrero, para avanzar calle abajo y desaparecer de la vista del medimago al torcer la esquina. Por su parte, Joshua hizo ver que seguía inmerso en su lectura tomando café irlandés, pero comprobó al momento que aparentemente el sujeto con rasgos nórdicos no se movilizaba tras el señor Selwyn, si no que se había limitado a permanecer parado en la acera de enfrente, quizá esperando a alguien pero sin inmutarse lo más mínimo de que el señor Selwyn desapareciese de su vista calle abajo. ¿Quizá no tenía nada que ver con el capitán de aurores y simplemente estaba allí esperando a otra persona? El tipo se frotó las manos y lanzó vaho de su boca para calentárselas, mirando un portal en concreto de esa misma calle, el cuál Joshua intuía que quizá fuese la vivienda de la hija del señor Selwyn, Diana. ¿Esperaría a caso la salida de su casa de la joven? ¿Por qué estando tan cerca, Jon Selwyn no se había acercado a visitar a su hija, pero sin embargo, parecía frecuentar el Barón tuerto que tan cerca estaba y ser consciente de que aquel joven nórdico visitaba periódicamente a su hija? Un tanto extraño.

Entonces Woodbridge observó que el sujeto desconocido sacaba un bloc de notas de su bolsillo, realizaba unos ágiles trazos en una hoja y, comprobando con su mirada a un lado y otro de la calle que no hubiese nadie a la vista, aparentemente susurraba un hechizo y la hacía revolotear hasta una ventana cercana. Durante unos minutos no ocurrió nada más, pero al poco lo viste sonreir y avanzar en dirección a un lugar determinado, puede que un portal. Desde la distancia Joshua no podía saber a dónde se dirigía exactamente el sujeto, por lo que si no se levantaba de su mesa y se asomaba a la calle, no podría saber con exactitud a donde iba y con quién iba a verse. ¿Merecía la pena asumir el riesgo de ser detectado y ver de qué se trataba todo aquello para salir de dudas?

Otra opción era permanecer ajeno a todo aquello, quizá leyendo el cuaderno del señor Selwyn, analizando la nota de la Mano negra con más detalle o la llave que le habían confiado. ¿Cuál serían sus acciones?

Notas de juego

Se te abren posibilidades a tu elección.

1. Levantarte de tu asiento y acercarte hasta la puerta para ver el rumbo del sujeto desconocido (si va a reunirse con alguien y dónde exactamente se dirige). Esta opción precisa de una tirada de Sigilo sin indicar dificultad

2. Seguir en la mesa leyendo y analizando con más profundidad todo lo que el señor Selwyn te ha entregado. Tirada de advertir/notar a CD15.

3. Cualquier otra opción que se te ocurra y creas conveniente.

Recuerda que puedes "aparecerte" cerca del MACUSA e ir al laboratorio cuando quieras. Allí las tiradas para analizar son con dado mayor.

 

 

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12/09/2019, 23:49
James Sullivan

El momento compartido por ambos fue realmente íntimo y apasionado. Aún a riesgo de que cualquier vecino entrase en el portal y les viese allí besándose, el tiempo parecía haberse detenido para la pareja y aquel beso con lengua terminó por dejarlos extenuados, y a James en concreto, con unas ganas enormes de ir a la "siguiente base". Su miembro viril se había endurecido bajo sus ropas y sus manos buscaban con deseo sentir cada centímetro de la piel de Diana, acercándose peligrosamente hacia sus nalgas recorriendo lentamente toda su espalda hacia abajo, mientras permitía que la joven le acariciase el cabello.

Al separar sus labios, comprobó que la mujer estaba llegando al límite y que seguramente se debatía internamente entre si debían seguir aquello en casa de Sullivan o subir a la de ella, pero también observó un deje de preocupación en su mirada, que denotaba que quería mantenerse firme en su decisión inicial y aplazar su encuentro íntimo a otro día en que su pequeña no estuviese de por medio. Sullivan lo comprendió, y aunque en su fuero interno le fuese difícil no sucumbir a lo que el cuerpo le pedía a gritos, logró dedicarle una sonrisa sincera y asentir a sus palabras.

- Uff, está bien... No sabes lo difícil que me resulta apartarme de tí, encanto. - le susurró acariciándole la tez blanca e inmaculada, mirándola fijamente a los ojos con deseo incontenible. Ya lo creo que tendrás que compensarme...y espero que muy pronto... Era una promesa entre ambos, que los dos sabían que iban a cumplir con total seguridad. El "feeling" y atracción entre ellos era más que palpable, como si fuesen dos adolescentes con las hormonas desbocadas que se necesitaban el uno al otro imperiosamente.  

James aceptó con agrado aquel último pico a modo de despedida, y al verla regresar escaleras arriba, le resultó imposible no perderse en sus deseables curvas, aunque si fue capaz de regresarle el mismo susurro cariñoso. "Buenas noches" Pero aquel final feliz, digno de película, se vió quebrado por un ruido inconfundible... Un chasquido de varita mágica al ser conjurado un hechizo potente, el sonido atronador de cristales rompiéndose con estrépito, y finalmente un grito desgarrador y desesperado de una adolescente asustada, desde el interior de la casa, que Diana no tardaría en reconocer al instante. Su querida y dulce Enma estaba en grave peligro. 

James sacó de inmediato la varita oculta de su sobaquera, y corrió raudo escaleras arriba en dirección a la casa, tirando con fuerza de la mano de Diana para hacerla reaccionar y moverse, la cuál por momentos parecía encontrarse en estado de shock, al borde del colapso. ¿Alguna vez había escuchado a su pequeña gritar de esa manera? Jamás en la vida, estaba segura. 

- ¡Diana, reacciona! ¿Puedes moverte por ti misma? Estoy literalmente arrastrándote... ¡Alohomora! - James estaba visiblemente preocupado, pero en cuanto llegó al umbral de la puerta, la abrió bruscamente usando el poderoso hechizo de apertura, haciendo aletear su varita en su mano. Diría que el ruido provenía de la parte de arriba. Ha sido un chasquido fuerte de un conjuro que probablemente ha hecho reventar los cristales de algún ventanal o espejo de alguna habitación. ¿Donde está el cuarto de tu pequeña? ¿A caso tiene alguna varita mágica? ¡Deprisa!

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Atletismo a CD15 para empezar a moverte escaleras artiba y que tus piernas reaccionen ante el fuerte impacto emocional. Si no la superas, sigues prácticamente paralizada. James ha superado la tirada, por lo que de no superar la tuya, puedes pedirle que se adelante para socorrer a Enma. También puedes pedirle que se quede a tu lado o que no entre, tú decides.

Aunque superes la tirada, en tu post solo puedes rolear que llegas hasta la puerta de la habitación de Enma, no lo que ves. Ya en el próximo turno o no, dependiendo de tu tirada, te describiré lo que ves, que a partir de ahora cada detalle cuenta :P

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13/09/2019, 01:15
Henry Barnett

- Puede llamarme Billy, señor. - le indicó el pequeño golpeándose el pecho con el puño. Estaba totalmente convencido de que lograría su propósito sin lugar a dudas y que se ganaría otros cuatro peniques sin dificultad. Vaya preparando esos cuatro peniques, no le defraudaré. y tras una sonrisa de pilluelo, no tardó en ponerse en movimiento.

Con una agilidad asombrosa, el mozalbete fue avanzando entre la multitud apelotonada sin apenas dificultad, saltando por entre las sillas de los espectadores, empujando cuando era menester e incluso cruzando agazapado entre las piernas de la muchedumbre que empezaba a conformar una enorme cola para comprar bebidas, aperitivos o tabaco en el pequeño establecimiento. Montgomery pudo observar desde su posición, como no tardó mucho en alcanzar al político y el resto de peces gordos, que junto a la mayoría de los jugadores de los New York Americans, bajaban en esos instantes hacia la zona de vestuarios, y casi sin que nadie lo advirtiese, se coló disimuladamente tras ellos accediendo a aquella zona restringida. Los guardias de seguridad no permitían el paso a prácticamente nadie, pero el pequeño Billy había pasado completamente inadvertido. ¿Lograría recabar información?

El jefe de aurores disponía ahora de unos quince minutos hasta el reinicio del encuentro en los que podía hacer lo que quisiese, o simplemente aguardar paciente a que llegasen noticias. Nada parecía fuera de lo normal en el estadio, ni ningún comportamiento sospechoso, solo las típicas escenas habituales entre los nomag en eventos como aquellos. Los seguidores de una afición gritándole improperios a la otra, el padre de familia dándole una cachetada al hijo por haber tirado la bebida al suelo nada más comprarla, el jovencito irrespetuoso que se saltaba la cola y que otro grupo de aficionados empezaban a recriminarle su comportamiento e incluso el borracho de turno dormido en uno de los asientos, con el petate entre sus dedos, y con cara de bonachón. 

Entonces uno de los hombres cercanos a Richard, probablemente buscando iniciar una conversación trivial del partido sin ninguna otra intención manifiesta, le preguntó.

- Hoy no están jugando mal del todo los New York Americans, eh? - expresó sin más un hombre de aparente bajo status social, con traje raído y sucio y que sólo su cercanía ya dejaba un tufo poco agradable. Shorty hoy está que se sale, pero poco a poco les han ido ganando terreno y tarde o temprano le van a remontar como no hagan cambios en defensa. Pese a su precaria apariencia, parecía ser un tipo que controlaba y que amaba aquel deporte, y ya puesto a hablar, el tipo continuó su habladuría. ¿Sabías que el año pasado todos los jugadores de los New York Americans jugaban en los Hamilton Tigers? Ese cabronazo de Bill si que los tiene bien puestos, ¿A quién coño se le ocurre subirles la ficha a todos estos jugadores prácticamente al doble de lo que cobraban el año pasado? Eso es una jodida fortuna... Aunque claro, desde que empezó a trabajar como estibador jefe para el señor Shevlin, dueño del astillero Navy Yard, dicen que mueve tanta mercancía que es comprensible que se esté haciendo tremendamente rico. ¡Y eso que ese malnacido era igual que yo hace unos años! ¡Ya podría acordarse de viejos amigos como el viejo Barnett, un servidor!

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13/09/2019, 13:08
Alma I. Rhydderch

El cambio de escena fue monumental, Alma lanzó una mirada asesina a Edward por no haberle advertido antes y no haberla preparado y luego movió la cabeza de lado a lado. Estaba loco que ella iba a entrar en ese combate, se le caería su careta y no podría infiltrarse en los grupos de la ciudad si personas tan importantes estaban ahí presentes, después de todo era casi una espía.

Cerró los ojos y se puso de pie, entre sus manos se deslizaba su varita sin mostrarse del todo, pero se fue hacia una de las esquinas, como si fuera al baño de damas .

- Tiradas (2)
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13/09/2019, 18:30
Ambientación

La mayoría de los presentes no se habían dado cuenta aún de la llegada de los seis desconocidos y seguían centrados en sus triviales conversaciones o disfrutando de la cena. Los pocos que se habían percatado de su presencia, consideraban que serían unos invitados más que se habían rezagado o acudían solo al baile posterior, y que el senador Jimmy John Walker se había levantado de su mesa para recibirlos como anfitrión de la fiesta, nada de especial relevancia. Tan solo sus guardaespaldas y los agentes infiltrados del MACUSA permanecían atentos en sus sitios, prestos para intervenir si fuese menester, pero en principio simplemente disimulando ser unos comensales más y observando bien los acontecimientos que estaban por sucederse. 

Dos de los seis hombres trajeados que acababan de llegar saludaron al senador desde lejos, con una sonrisa y un leve movimiento de sus sombreros Panamá, y se acercaron hasta las puertas acristaladas que daban acceso a la zona restaurante, para encontrarse con el senador que avanzaba hacia ellos fingiendo una sonrisa y sus dos acompañantes, que se mantenían unos pasos por detrás. De los otros cuatro sujetos, dos esperaron en la misma entrada como si el asunto no fuese con ellos, y otros dos avanzaron en dirección a los baños de hombres, hablando tranquilamente entre sí.

- Buenas noches, senador Walker - inició la conversación el tipo con traje negro elegante y pajarita a conjunto, que parecía a priori el líder del grupo, tendiéndole la mano amistosamente al político. Supongo que ya sabe a qué hemos venido, tenemos negocios que tratar y que no admiten espera. Si nos acompaña hasta la quinta planta tendremos mayor intimidad para tratar nuestros asuntos, y en breves estará nuevamente aquí para continuar con la velada...

- Saben perfectamente que este no es ni el momento ni el lugar, acordé con vuestro jefe reunirme con él éste mismo fin de semana. ¿Por qué vienen justamente hoy y aquí, a interrumpir mi fiesta? - Susurró el senador visiblemente molesto de que hubiesen acudido así sin más, sin previo aviso, sin soltar todavía la mano a su interpelado. Ahora mismo no puedo acompañarles, ¿Me oyen? Deben marcharse de inmediato. 

- ¿De veras esa será su respuesta, senador? Creo que está tomando una decisión errónea y puede que lamente que mañana mismo salgan a la luz, como decirlo, algunos asuntos...turbios -  sonrió divertido, acercándose a su oreja al susurrar la última palabra en tono jocoso. Pero como guste, ya mismo nos marchamos...

- ¿A caso están amenazándome? Lár-guen-se inmediatamente de este lugar... - mencionó indigando, perdiendo por momentos casi la compostura y apuntándoles de improviso con un arma de fuego, eso sí, de forma disimulada y a escondidas del resto de la gente. El segundo sujeto que acompañaba al primero se mostraba imperturbable, como si fuese el líder pese a no haber intervenido ninguna vez, con la mano en el bolsillo. De inmediato, el mismo senador hizo un gesto a sus dos hombres tras de sí para que intervinieran de ser necesario si no se decidían a marchar ya mismo. ...se acabaron sus jueguecitos, ya no tengo nada que tratar con su jefe, dígaselo de mi parte.

- Como guste, ya nos vamos... volvió a intervenir el tipo de la pajarita negra, como mediando entre ambos, intuyendo por la mirada que su compañero estaba a punto de actuar. Pero una vez Jimmy Walker bajó el arma y volvió a esconderla entre sus ropajes, los dos sujetos se alejaron sin darse la vuelta y mirando a su alrededor, empezando a regresar lentamente sobre sus pasos. 

Fue entonces que, sin previo aviso, todas las luces del lugar se apagaron de golpe, dejando momentáneamente a ciegas a todos los presentes. Sólo unas pocas luces de emergencia iluminaban tenuemente la pista de baile, el círculo central, y la zona de la orquesta.

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13/09/2019, 21:22
Diana Selwyn

Aquel grito desgarrador de su hija hizo que la sangre de Diana se helara en sus venas, quedando la mujer en shock, su pequeña estaba en peligro, alguien quería hacerle daño.

James tiró de su mano arrastrándola escaleras arriba, lo que hizo que la mujer recuperase el sentido.

-¡ENMA! – gritó mientras corría junto al hombre escaleras arriba sacando su varita. James fue más rápido que ella, llegando antes a la puerta, abriéndola bruscamente con un hechizo y entrando ambos en el apartamento como una exhalación.

-¡Está arriba vamos! ¡no tiene varita!

Diana gritaba y corría en busca de su hija a pesar de que las piernas le temblaban, solo pensar que pudiese haberle pasado algo… “No, no, no, ella no por favor”.

- Tiradas (1)