Miho llega caminando tranquila y con frialdad, como de costumbre.
Al rato irrumpe en el edificio Fudo, sudando y jadeante.
Nueva reunión y explicaciones cuando queráis.
-¡Málditos!- grita cabreado tirando el bate de beisbol a un lado mientras entraba en el edificio bastante cabreado.Por suerte aún llevaba el maletín, que era lo más importante de la misión.Coge aire y se tranquiliza, había estado cerca, y el ruido de la ametralladora y de las balas caer al suelo le habían dicho que alguno debio caer en ese encontronazo.Ya arreglaría cuentas con los otros.Observa que no muy lejos venía Miho, carraspea y se coloca bien el cuello de la camisa.
-Trabajo limpio ¿eh?- venía tranquila.Parecía que ella no había tenido encontronazos con demás personas, o lo ocultaba muy bien.
Shirase se encontraba como de costumbre en su despacho, bien comodo en su silla y fumando un puro de los caros. Apuntó a Fudo con dos dedos.
-Ehh Ehh...el unico cabrón con derecho a joder el material soy yo. ¿Que pasó?
Llega al edificio, el trabajo nuevamente le ha salido perfecto, se anda con mucho ojo, pero a su compañero parece que no le ha ido nada bien. Se le ve muy cabreado y va a conseguir ue el jefe tambien lo esté. Deja su maletín encima de la mesa.
- Si, ha salido perfecto. El objetivo ha desaparecido por completo y no he dejado ninguna pista. He conseguido un maletín. Qué es lo que ha ocurrido?
Pregunta a Fudo.
Deja el maletín sobre la mesa de Shirase y se dispone a hablar de lo ocurrido bastante frustrado.
-Mi trabajo, fue perfecto.....- dice explicándoles bastante furios por el resultado final- pero de pronto por la calle, coincidimos con otros dos tipos con maletines.Uno tenía pinta de arabe y el otro de gordo italiano.Como usted dijo, hui evitando cualquier tiroteo, pero cuando estaba ya pracicamente fura de su alcance, escuché como las balas volaban.....- coge aire-. Seguro que ha muerto alguno, pero almenos traje el maldito maletín.....- dice con el poco optimismo que le quedaba en el cuerpo.
Shirase se rasca el mentón oyendo a Fudo. Se acomoda de nuevo en su asiento y le da una calada larga al puro.
-Estoy pensando en invertir en vosotros dos. Compraros algo de calidad, un chaleco o una metralleta. No me gusta que los moros vayan por ahi como Rambo. No por nada, no pienso dar el primer paso en matarlos, no me interesa, pero por protegeros, me gusta proteger a mi familia.
Se toca el pecho con el dedo corazón, donde tiene apoyado el puro y con el dedo indice lo sujeta por encima.
Hace una leve reverencia recuperando así la compostura.
-Muchas gracias señor......- vuelve a erguirse-.He podido ver que las calles se han vuelta muy duras, y solo los más fuertes podrán resistir...- les comenta a sus compañeros.
Añado dos maletines a las reservas de la familia y ya sólo os faltaría decidir si se hacen inversiones.
Os recuerdo que la reunión finalizará hoy a las 24:00 como muy tarde y aún os falta decidir si realizaréis alguna inversión.
No hace falta que Shirase hable, ya os ha ofrecido chalecos o ametralladoras así que quien quiera puede indicar que solicita alguna de estas cosas, o un arma corta, y esperar a que Shirase acepte la inversión.
- Yo querría un chaleco antibalas, no soy de llevar armas pesadas, me estorban demasiado y puedo llamar la atención, quiero pasar desapercibida.
Dice la chica a Shirase, despues mira a Fudo y sonrie levemente.
- Has empezado con buen pie.. - dice con ironía.
-Yo, si no te importa, querría dos eagle plateadas....- mira a Miho y sonrie levemente.
-No pasa nada, estoy acostumbrado a que las cosas se me pongan dificiles....Sino, no tendría emoción....- espera la respuesta del jefe.
En cuanto Shirase de su beneplácito, realizamos las compras.
Falta también que defina el plan a seguir durante la próxima salida a las calles.
Shirase mira a Fudo.
-Amo a mi familia, pero no soy gilipollas...con una te basta.
Protesta.
-Coged los objetos y salid a la calle. Como siempre, nada de problemas. Me voy a reunir con el italiano a ver que tiene que decir. Tened cuidado con los monos.
Equipo añadido a las fichas de los pjs. Fudo cambia su bate de baseball por la pistola, y el bate pasa a quedárselo Shirase.
Ya estáis listos para salir a la calle, en cuanto las demás familias estén listas tendréis noticias mias.
Con el imperativo de Shirase, Fudo y Miho abandonan el edificio de oficinas con su nuevo equipamiento, dispuestos a enfrentarse a unas calles que ya se han bañado de sangre.
En breve recibiréis cada uno un mensaje mío.
Cae la noche y llega al edificio de oficinas Fudo, con la frente llena de sudor como ya empieza a ser habitual en él.
Al poco rato aparece Miho, con el rostro enrojecido por el esfuerzo físico y un agujero de bala en la pierna derecha...
Nueva reunión.
(Añado dos puntos de presión policial más para la familia, además, el próximo turno Miho no podrá salir a la calle debido a su herida).
Shirase acababa de llegar de la reunion. Cuando vio a Miho, la tomó en sus brazos rapidamente.
-¡Fudo ayudame!
Dijo. Abrió una de las muchas habitaciones que no usaba, en donde aun habia una cama, y la dejó sobre esta.
-Miho...¿¿Quien te hizo esto??
Llego de nuevo a las oficinas, algo canado.El trabajo no salió igual de bien que la otra vez y eso le fastidiaba más.Estaba recuperando el aire, cuando de pronto escucha la voz de Shirase.Estaba junto con Miho, y mucha más sangre.Paercía que su compañera también había tenido un mal día al igual que él, pero a diferencia, no tuvo mucha suerte a la hora de la huida.
-Si señor.- dice apresurándose hacia a este y ayudándole a trasladar a la mujer a una habitación.
-Los islamistas están dando fuerte últimamente, puede que hayan sido ellos...- dice mirando preocupado a su compañera.
-¡Un médico!- grita por la oficina, tenían que quitarle esa bala.
Llega al edificio como puede, agotada del esfuerzo de correr con la herida en la pierna. Al entrar tiene la suerte de que Shirase la ve enseguida y la coge en brazos, ahora es cuando le empieza el dolor, al estar ya en un lugar seguro.
- Han sido los islamistas.. vino a por mi en vez de al italiano.. quiso mis cosas.. pero no le di nada, le ataqué.
Se lleva la mano a la pierna y se queja.
Hoy a las 24:00 finaliza el plazo de reuniones y aún no tenéis plan establecido para este turno.