Partida Rol por web

 Una vez vais entrando a la sala veis al jefe sentado presidiendo la mesa en forma de rectángulo. En la mesa hay un sitio con una silla para cada uno, pero el jefe no está solo. Está acompañado de su mano derecha Cefiliani. Podría ser un candidato perfecto para ser el madero ¿O no? Él a pesar de ser su mano derecha también es sospechoso, aunque el jefe lo tiene superprotegido. 

Tomad asiento eligiendo un número. La mesa está estructurada de la siguiente forma

            -------1(ocupada)---------2(MW)-----------3(FS)--------------4(RM)------------5--------

1.Jefe

            -------6(RP)---------7(JMF)-------------8---------------9(MHU)-----------------------10(LM)------------

(Unid de forma imaginaria los filos más cortos de la mesa, y tomará aspecto rectangular). 

Aunque no me quede muy cuadrado notad que quedais uno enfrente del otro. el 1 del 6, el dos del 7 y así sucesivamente

 Estoy sentado en la mesa número 1. Miro a los recién llegados.

Vaya vaya, aquí veremos quién es el infiltrado por fín, o los, quién sabe... estos maderos nunca van solos

Tras saludar, Sylvio se fue a su sitio habitual en la mesa. Estaba libre, como no podía ser de otra manera. Además siempre le gustaba estar cerca de Megan. Estaba buena. - Hola Meg, ¿qué tal va la vida?...¿a ver cunándo te decides y me haces un trabajito? - le dijo en voz alta mientras se tocaba el paquete.  Jadeaba como un cerdo. Necesitaba sentarse o el corazón se pararía.

Hago una mueca al escuchar las groserías del cerdo de Fat. Siempre me pareció una bola de grasa repugnante.

- Mejor que cuides tus palabritas, asquerosa bola de grasa -Gruño, mientras me siento frente a Megan-. O te tendré que patear el culo hasta que pierdas todos esos michelines que tanto te sobran.

Agh, nunca he soportado a éstos asquerosos sopla-pollas que se creen con derecho a decir obscenidades delante de mujeres y niños. Una cosa es que no respetemos ésa mierda de ley que han creado los ricos para enriquecerse aún más. Y otra cosa es que seamos bestias salvajes.

Defensa

-Coño Sylvio, si no te bañas una vez cada 2 días mínimo no tendrás demasiado éxito en el ligue, oye -los ojos se movieron ahora hacia Falieri- Descuida, mientras tenga las manos ocupadas a una distancia normal de mi...

Esa clase de "piropos" siempre le tocaban a Pinky, o bien el manteca ya había probado y fracasado con ella, o simplemente estaba con mala suerte. Dejó caer algo de ceniza evaluando las dos posibilidades, pero no llegó a ninguna conclusión dado que simplemente perdió el interés a los segundos.

- Ja, ja. ja. Johny, resulta curioso que un tocahuevos maleducado como tú me de lecciones de ética. Igual tenemos que ir a la calle para que esta bola de sebo te patee el culo, anormal. - Ahora estaba más sonrojado. Ese tipo lo sacaba de sus casillas.

Me aburro... Que interesante caballeros... se han dado cuenta que se comportan como animales? *Muevo la silla 10 hasta quedar frente al gran jefe* Si seguimos así terminaremos todos vueltos cavernícolas... *Me echo hacia atras, saco una hoja de papel cuadrado de mi bolso morral y hago una rosa roja de papel (origami)* Es más chicos... esta es para ustedes, decidan quien la quiere ///_^ *La lanzo al aire para que caiga en el medio de ellos*

- Deja de tocar los cojones y métete esas putas figuritas de niña por el culo. - Dijo mirando a Lizandro. - Hoy me estáis tocando bien los huevos. De hecho estoy seguro de que tú eres el topo - lo señaló con el dedo -  y en ese bolso de maricón que llevas hay escondido un micrófono.

- ¡Jefe, debería registrarlo! -se giró y habló con el capo alzando la voz.

 Miro los malos modales de fat

Tu, deberías cuidar tus modales, no estamos en una junta como siempre, estamos en algo más delicado.

Miro al jefe en busca de mi aprobación como fiel servidor suyo y mano derecha

Mario observo a los integrantes de ese recinto antes y despues de ingresar con "El capo", como lo llamaba el del otro lado del continente, pero no olfateó nada especial entre los sujetos. Una vez dentro, todos los personajes ocuparon el lugar correspondiente pero se preocupaban mas en mostrar sus dientes y parecer..............en vez de ser, ya que cada vez que lo hacian no se daban cuenta que mostraban las uñas, como pequeñas gatas colegialas e inexpertas.

Esbozo una sonrisa sarcástica y me quedo mirando atentamente a Fat. Me gustaría ver si tiene cojones a salir de verdad a ver quién puede más. Pero, como todo gordo asqueroso que se precie, haría trampa.

Todavía con la sonrisa en la cara, me giro hacia el Jefe. No es como si no tuviese ganas de responderle, incluso de coger la pistola y esparcir sus sesos por la habitación, pero claro... Tal vez al Jefe no le hiciera mucha gracia: creo que se pintó hace poco.

Fat se calló y se sentó. No por hacerle caso a ese lameculos de Cefeliani sino porque enfadar al jefe era lo último que querría. Después de saber que le había pegado un tiro en el pecho a esa ladrón de Squilacci el hefe ya estaría bastante cabreado. Esperaría al final de la sesión para hacerselo saber. Los hermanos Tonetti esperaban fuera con el cadáver metido en el maletero. El corazón ya no saltaba como antes se estaba tranquilizando. Empezó a hurgarse la nariz...allí dentro había una lucha interna.