Partida Rol por web

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25 de diciembre, 21 horas. Entráis cada uno de vosotros en el Oblivious club, un empleado de seguridad llamado Rudolph al enseñar la carta os lleva directamente a la tercera planta de esta discoteca. Se trata de una habitación privada, una gran sala decorada con un estilo un tanto kitsch, lámparas de lava, un sillón de tres plazas a rayas de cebra, luz indirecta que rebota en el techo, en medio de la sala hay una mesa con siete sillas y en el centro de ésta, un portátil. No se oye en absoluto la música que dos plantas más abajo suena a alto volumen, parece bien insonorizado. 

En total sumáis 6, 4 preciosas mujeres y dos atractivos varones, todos de aspecto juvenil, en apariencia ninguno de vosotros parece superar los 25 años. Quizás ya os habíais visto con anterioridad por la ciudad, pero desde luego no os conocéis,  Al entrar nadie os ha indicado donde colocaros así que tomáis asiento donde os parece.

Tras unos minutos, aparece por la puerta el que reconocéis como Edgar y tras él, el mismísimo príncipe Demian. Instintivamente habíais dejado uno de los laterales de la mesa para vuestro anfitrión, el príncipe Ventrue se sienta.

Demian

- Mis vástagos, os he reunido aquí en secreto y presentándome yo mismo como interlocutor, para que os deis cuenta de la importancia de la tarea que debéis llevar a cabo para mí. Vuestras cualidades me han llevado a escogeros para esta misión y por otra parte, es extremadamente útil el grado de anonimato en el que os encontráis, todavía no sois muy conocidos entre los inmortales de la ciudad y eso lo usaré a nuestro favor! Pero sin más dilación os explicaré de qué se trata, no quiero alargar este encuentro más de lo necesario.

El príncipe enciende el portátil y os muestra una serie de imágenes, en la pequeña pantalla del ordenador, parecen planos y fotografías de una antigua nave industrial. 

- Esto es lo que haréis, VOLAREIS literalmente esta antigua fábrica! Ésta en realidad, es un nido del Sabbat, la usa Kasius y su mafia para almacenar grandes cantidades de arma y droga. Este tal Kasius es un Polonés, un pez gordo de la mafia organizada Londinense que opera des de Manchester y Liverpool, y evidentemente ¿quién es el pastor de este estúpido humano?! CASSANDRA! Tengo información fiable que dice que va haber un encuentro entre la líder y su marioneta humana. Tenéis exactamente 2 días para interceptar un cargamento de explosivos que tiene que llegar des de Liverpool, esa misma noche del segundo día ya tiene que estar el C-4 colocado en puntos estratégicos de la fábrica que finalmente se colapsará. Si todo va bien, exterminaremos a los pocos ghuls y vástagos que acompañen a Cassandra con la explosión. Después aparecerá un segundo grupo de ataque directo que enviaré para eliminar a los que sobrevivan, incluida Cassandra y Paulos. ¡Este plan, hijos míos, nos llevará la victoria definitiva sobre Katrina, será un golpe del que no permitiré que se recupere!

(Habéis percibido un punto de fanatismo en sus ojos con esta última expresión). Os entrega un informe con las fotos y los planos a cada uno:

- ¿Alguna pregunta?

Los Archivos:

Alexander entra en la habitación con aire decidido, se ha puesto un traje de chaqueta negra, acompañado de una camisa blanca nuclear y una corbata corinto a juego con la ropa. Parece que llega el primero por lo que mira por un momento a su alrededor y después se coloca a observar por la ventana lo que acontece fuera de allí, como si realmente eso le importara.

Poco a poco va llegando la gente y la saluda cansinamente, dedicando una mirada más hostil a la joven Brujah. Sus enfrentamientos mentales a veces podian resultar demasiado evidentes para aquellos que les rodeaban, aunque realmente poca gente conocía el motivo de dicho enfrentamiento.

Chasquea un poco la lengua por la espera, pensando en el club. Era 25 de Diciembre y en dias como ese el club se llenaba de gente y de fiesta. Como buen anfitrión debería haber estado allí para atender a sus invitados cuando fuese oportuno.

El Principe entra y exponoe lo que se "supone" tienen que hacer. Alexander cada poco abre los ojos sintiendo que les sobrevalora y que poco van a poder hacer por el pobre loco que ha perdido la cabeza... "Y encima nosotros seremos los cabeza de turco..."

Cuando este termina, sabiendo que las replicas a sus ordenes podrían acabar con una estaca clavada en su pecho se mantiene a la espera. Supone que alguien más "capaz" saldrá a la replica del Principe, y entonces, si es necesario, intervendrá.

Sentado a la mesa, escuchando las palabras del principe Cristo se mantenia impavido, manos cruzadas sobre la mesa, ojos fijos en el expediente entregado mirando la información dada y solo una pregunta surgio en su mente "Este tipo esta chalado?", solo llevaba unos años en la ciudad, no era de los que llevaman decadas o siglos viviendo en ella, por lo que decidio esperar a que algún local con mayor cantidad de años allí y mejor información tomara la palabra, despues de todo, él solo era un hombre de negocios.

Violette, mirando a través de sus lentes oscuros el lugar donde se encontraban, escucha a aquel loco príncipe, preguntándose en un estado de cordura momentánea si ese ser estaba más loco que ella y se dice para sí que para ser un Ventrue más bien parece un Malkavian.

Un poco turbada por lo que oye, y arreglándose los pliegues de su vestido negro a la mejor moda de París, pregunta al príncipe con un acento francés muy marcado en su voz:

Mon cher prince, lo que usted dice está muy bueno y estás fotos que usted nos ha dado son geniales para lo que vamos a realizar. Pero, ¿sabe usted exactamente cómo lograremos todo eso, sobre todo sin que nos descubran? He vivido lo suficiene para saber que si le descubren, no sólo nuestras cabezas estarán en peligro - y una sonrisa misteriosa se asoma a sus labios. - Pardon si je l'offense, pero no me gustaría embarcarme en alguna empresa poco planeada, sobre todo cuando las consecuencias pueden ser pésimas para usted.

Violette, nada intimidada de hablar con el príncipe de tú a tú, espera la respuesta del regente observando el lugar como si fuese de lo más interesante.  

Querida, no me malinterpretes todo está planeado hasta el más nimio detalle, está todo en los informes, dicha tarea debería ser sencilla para cualquier vástago, la parte peligrosa reside en infiltrarse en la antigua central, antes de que Cassandra llegue, aquello como mucho estará vigilado por unas cuantas cámaras de seguridad y unas decenas de humanos insignificantes ¿o es que no estás segura de ti misma, cheri? (con una pronunciación perfecta). Tenía entendido que esos ojos preciosos que tienes habían visto pasar unas cuantas décadas incluso alguna centuria, eso debería darte confianza. Con una sonrisa sarcástica en la cara.

Meredith llega tarde, como siempre. O al menos "como siempre en las últimas noches". No es que haya estado ocupada, o que la compañía de su mentor la entretenga lo suficiente como para retrasarse. No. Es sólo y simplemente que no desea acudir a su cita. Ni a esta, ni a otras tantas que se han ido sucediendo en estos meses.

Para ser sinceros, nada la atrae desde su marcha. Tal vez las horas muertas en el club, dedicando miradas envenenadas con dedicatoria. "P.D: Es culpa tuya. Te odio."

Cuando por fin se decide a ir al encuentro del Príncipe y los que supone serán sus lacayos con cientos de órdenes descabelladas, sólo se sorprende en parte. No ve lacayos. Sólo neonatos como ella, perdidos y entregados a sus propios pensamientos. Y entre todos ellos, cómo no, el joven Toreador que parece decidido a compartir su condenado destino.

De nuevo una mirada de hielo, mientras busca una ventana opuesta en la que apoyarse. Enciende un cigarrillo y deja que las cosas sucedan, esperando la llegada del fin. Cuando el Príncipe termina de hablar, sonríe con cinismo. Sin duda, el fin está más cerca. Escucha a la francesa debatir, sin interés, hasta llegar al filtro con la última calada. Tira la colilla al suelo, y la pisa apagándola, con descaro.

Tal vez el Príncipe decidiera cuando y cómo morirían todos ellos, súbditos de la sangre, más su mente era lo único que no había muerto aún de un modo u otro. Y su mente tenía claro que aquello era un mal plan. Un mal regalo para unas navidades solitarias y sin sentido.

Encima una discoteca -pienso al llegar allí, esperando algo de glamour en un hombre que se quería hacer pasar por alguien de la nobleza-. Estaba claro que no dejaba de ser un plebeyo con demasiadas pretensiones.

Al entregar la carta a ése perrito faldero de Damian le sigo, teniendo una cosa clara: cuanto antes acabemos mejor.

Mi periodico no funcionaba sólo, y hoy aún tenía que revisar los esbozos para la edición de mañana, cosa que quría hacer aunque Alice me hubiera dicho que ya estaban bien. Confiaba en ella, si, pero aunque fuera lista no dejaba de ser una simple mortal que cobraba un sueldo y que vivia fascinada por todo lo que me rodeaba. Ya me había encargado hacía tiempo, atandole la lengua acusadora, que de su boca no saliera nada malo hacía mi persona, y era por ello mismo que no querría cometer ningún error. Al fin y al cabo, no dejaba de ser mi modo de sustento, y me daba demasiado cómo para que ahora ése loco Ventrue me hiciera perder el tiempo con sus paranoias, algo que confirme tras ver por qué nos había llamado allí.

¿Estaba loco? ¿se quería quedar con todos nosotros?.

Simplemente, me limité a observar cada uno de los ocupantes de ésa sala, observando que los únicos que realmente parecían algo autenticos eran ése chico trajeado y ésa chica rubia que aún no se habían pronunciado. Quería ser la última en hablar pero la situación me obligó a hacerlo antes de hora, todo ése teatro ya era demasiado para mi.

Realmente, ése hombre no me había gustado para nada ya el otro día, intentando pasar desapercibida hasta que, tras analizar por encima a los demás ocupantes de la reunión no pude más que disimular una lebe sonrisa que termino en ironica risa tras el peloteo de ésa gabacha.

Aún así, le había prometido a Cesar comportarme... ¿por que queria torturame? -pensé-

Con mis palabras, no quería importunarle ni faltarle al respeto, solamente que no me gustaba actuar, menos si el tema no venía al caso conmigo. ¿Matar a alguien a quien ni siquera conozco? ¿perpetrar un atentado?... estaba claro que en ningún momento me había equivocado: presentarme al Príncipe era convertirme en su recadera, pero tener que ser su sirvienta, éso ya era otra cosa.

Al entrar en la sala y ver esa cursilada no pude más que sonreir brevemente. Ya estaban todos sentados, mirando atonitos la llegada del Príncipe cuando, sin decir nada, me senté a escuchar lo que tenía para contarnos hoy.

Ni parpadee, solamente me limité a observar a los demás, hasta que, con los comentarios de peloteo, y ésa posterior respuesta tan educada del monarca no pude más y me puse a reír: Perdoneme Demian, pero con éstos peloteos una no puede más.

No quise ni mirar su reacción, simplemente, me arregle un poco la americana negra del traje, poniendome bien la blusa blanquecina y desenredando un poco mis gargantillas. Cualquier cosa hubiera sido más interesante en ése momento.

Cerré la carpeta y la devolví levemente hacia dónde estaba él. Cómo le prometí a Cesar, como miembro de la Casa Tremere acepto su mision, pero creo que sus informadores han demostrado su falta de profesionalidad sólo con el mero hecho de traernos a nosotros aquí, si són los diseñadores del plan que Dios nos amparé -murmuré-.

Negué con la cabeza cuando, ya mirandolo a los ojos, añadí: No pretendo importunarle, solamente ser sincera ante usted ¿valora verdad ésto en los residentes o prefiere que le digan amén a todo? es para conocer un poco más sus costumbres.

Cómo directora de un periódico, me gusta dar las noticias, no formar parte de ellas, y espero que todo ésto no nos mande a formar parte de las necrologicas.

Nuestro favor... .murmuré- ¿Seguro que no nos ha elejido porque si fallamos es mucho más facil justificar nuestra muerte?

No deje que nadie dijera nada, una vez dicho ésto me levanté un poco, apoyandome a la mesa, añadiendo si no me precisan para nada más les pido que me disculpen, los negocios no funcionan solos.

Demian no se opone a tu retirada, ve que has comprendido que no hay elección. Pero antes de que cruces el humbral de la puerta dice:

¿El arquitecto del plan... soy yo, sigues creyendo que fracasará?, pues me entristecería pensar que tienes tan poca fé en mi, porque no te engañes muchacha, mientras estés en esta ciudad, YO soy tu dios. Recuérdalo.

Te da una pausa y añade

Ah, y agradezco tu sinceridad, eso no lo dudes... y léete los informes.

Cristo observaba las reacciones de los otros invitados, muy parecidas a su pensamiento pero expuestas al monarca, el no tomaría ese camino el tipo había dejado claro que nadie podría safar de la  tarea.

-: Mi señor, ha quedado más que clara la tarea que nos encomienda. Ahora, en lo que respecta al material que necesitemos y un lugar donde podamos reunirnos entre todos a planear la incursión de mañana, eso lo proveerá usted? Además agradecería que nadie se marche y por las proximas 2 noches nos dediquemos a esta tarea, es cierto que los negocios no marchan solo, pero para ello es que uno puede contratar gente que los conduzca por uno. Por otro lado si tomamos la tarea encomendada a la ligera seremos noticia necrologica.

Aún en su posición el hombre hablaba con voz cansina, monotono y con un leve asento latino.

Gracias por volver al tema en cuestión. En la documentación que Trevor os ha preparado hay una lista de material que se os proveerá y que será de vital importancia para anular el sistema de seguridad de la central, si alguno de vosotros es más diestro que los demás en el tema informático, cuando se os entregue el equipo, que se encargue de aprender su funcionamiento, alguien os guiará sobretodo en el método de activación remota de los explosivos. Por otro lado, cualquier cosa que creáis necesaria para dicha tarea, tenéis entre esta noche y la de mañana para pedirlo al almacén, pensad que vosotros sois los administradores del tiempo que os queda.

Entre con la elegancia distintiva de mi clase, tanto social como de clan. Resonando los tacones por la sala, mi mirar observo con extrañeza al alrededor, para despues remirar a los asistentes.

Me quité la chaqueta dejando a la vista un elegante vestido negro. Sin tiras dejando a la vista mi escote, dónde yacía la opulente cruz familiar, entreviendose la mitad de los muslos. No cabía dudas de que a resultado del vestido, los demás complementos se conjuntaban a la perfección, tal y como se denotaba gustarme. Me senté a un lado de todos, cruzando las piernas y postrando mi codo en el reposabrazos. Hacíendo cuando me entregaron la carpeta, tras escuchar con atención las palabras del Principe, un lebé asentimiento. 

Mi posado serio, denotaba que en asuntos trascendentales, era mejor escuchar para poder hablar con concreción. Estube remirando en el interior de esta, sin mirar cuando escuche las refinuras de la señorita Violette. Pero levanté la cabeza para mirar de arriba a abajo, a esa "Tremere". Viendo como se levantaba y dejaba el trabajo por otro trabajo, el suyo.

Mientras hablaba Cristo Alejandro, cerré la carpeta y la dejé encima del asiento del sofá. Dirigiendome con paso firme y seguro, al lado de Zelinda. Se observa cierta actitud beemente, señorita Zelinda. .- dijé con una leve sonrisa. Pero toda opinion es buena para empezar a poner en su sitio a esos cainitas infantiles y reveldes... .- Recogi la targeta que postro encima de la mesa, ¿Es que sus intereses no divisan más que rodearse de desconfianza? Murmurandole, con evidente tono ironico, cuando volvia ya a mi sitio : De nada nos servira esta actitud de egoismo y orgullo señorita...

En esto me acomode como anteriormente, postrando mis ojos azulados en los del Monarca para acabar de comentar con un arraigado accento italiano: Sera un honor empezar a poder ayudar a la ciudad y al clan, mi señor.

Me entretube después a sacar de mi bolso el móbil y grabar ese numero que no era ni de ella... Guardandolo posteriormente y levantando la targeta dijé ¿Alguien más se tiene que ir? bromeé, para observar al resto de los asistentes.

Era un día diferente por el simple hecho de que el principe nos había citado de nuevo. Además haber visto su crueldad, me transmitia demasiadas dudas hacía ese hombre. Pero quedaba mucho tiempo para acabar de conocer. Como todo y sobretodo por saber que determinados seres se los debia analizar con mayor tacto. Como Ventrue, sabía que tendría que tratarlo bastante... así que solo quedaría observar la nueva situación que depararía la "cita".

Llegué a la "discoteca" con el coche de mi ghoul, entendiendo que ir a una cita "secreta" en un lugar tan publico no me acavaba de encajar. Entrando en el local, me impresiono que fuese tan poco elegante. Quizás demasiado "hippy" para mi gusto, ¿Seria por mi pasado aristocratico? Seguramente si, pero todo lo que había allí era precisamente lo que no queria en mi local. El glamour y la mezcla de "retro", transformaban mi discoteca en un lugar entre selecto y natural... Por eso al entrar en ultimo lugar, remire a mi alrededor con extrañeza a la vez que fijandome uno por uno a los asistentes, almenos todos hiban pulcros para la ocasion.

Al escuchar las palabras del principe, me senti algo descolocada. Quizás era por el hecho de no haber entrado nunca en ese juego que se llevaban entre sectas. Pero sabíendo al mismo tiempo que era necesario terminar con aquellos vástagos que intentaban desestabilizar a la ciudad y como consecuencia mis intereses en ella.

Escuche las palabras de violette, mirando el interior de la carpeta, esperando entender lo que había en el interior. Pero me sorprendio la insolencia con la que esa chiquilla se dirigia al Monarca. Puntualizando que preferia más su trabajo que el de parar un posible ataque. Aun así me molestaba que tubiese algo de razón. Escuchando a Alejandro como queria dedicar dos noches enteras a este trabajo... ¡Como si los demas no tubiesemos de modificarnos la agenda! Dejarlo todo atado para ocuparme de esta tarea seria dificil... pero seguramente necesario para introducirme más en los circulos sociales cainitas. Por eso mientras me dirigia al lado de la chica recogi la targeta, pensando que igualmente no todos podíamos estar deacuerdo. Eramos demasiados como para agilizar el plan y encima ponernos a discutir antes de hora. Dejandole claro, que era mejor ver las cosas de otra manera, pero sabíendo con su anterior actitud que tenía las cosas demasiado claras como para contradecirla. Además deberia analizar muy bien a todos y todo como para sacar conclusiones apresuradas. 

Sentandome de nuevo pense que igualmente deberia saber que más opinavan los demas. Dejando una pregunta algo retorica para mi, puesto de alguna manera también tenia faena. Pero así también acabaria de ver los demás planes. Sin quedar mal delante de todos, a la vez que denotando que el tiempo corria... Algo que parecia que la otra chica no le importase.

Violette suelta una risita graciosa ante lo que dice la recién llegada, pero su mente, muy lejana a aquellas pequeñeces de las reuniones, estaba bastante alejada de aquel recinto. Si su cordura le hubiera abandonado, quizá no se reiría, y mandaría a todos, inclusive al "buen" príncipe, a la merde; pero como no era ese el caso se permitió colaborar con la broma y darse un aire distendido, que quizá en alguna otra ocasión no hubiese tenido.

Estoy totalmente de acuerdo con el señor - y mira a Cristo. - Yo me defiendo con la informática; y si a ninguno de mes compagnons le importa  yo me encargaría de eso - hace una pausa antes de continuar. - Lo que si quisiera pedirle a nuestro buen monarca es que si hay una posibilidad de que veamos más... de cerca este lugar - y señala las fotos que se le han dado con los documentos. - Sería genial poder observar de cerca nuestro objetivo.

Sonrío afablemente mientras miro a la chica italiana sentarse para volver a mirar con los ojos bien abiertos a Violette, volviendo a reir, pero ésta vez disimulandolo un poco con la mano. Una vez recobrada, cojí el informe y lo puse dentro del maletín negro que siempre suelo llevar, para después observar a Demian, para decirle: Bien, revisaré los informes, y volviendo la vista a los demás asistentes añadí, para cualquier cosa ya saben dónde localizarme.

Una vez dicho ésto, empecé a ponerme el abrigo, murmurando, cómo más concentrada en abrocharmelo e irme:creo que con don trabajo y doña Gattes teneis de sobra, y mirando a Demian añadí: Le agradecería que me permitiera tratarle cómo a Regente de la ciudad, Dios sólo hay uno, el Todopoderoso que condenó a la Madre Oscura y maldijo al Primero. Para seguidamente añadir: Si olvidamos las palabras de nuestro Padre erraremos el camino -mientras, todo murmurando mientras me íba, con paso firme y seguro No deberéis convertiros en nada parecido a un Dios ante los Hijos de Seth, pues Aquél en lo Alto, celoso en el cielo, derribará para siempre la estirpe de Caín. Recordad al afable Ashtareth, recordad al áureo Baal, recordad al fuerte Tammuz, sabed que los Hijos de Seth se alzarán con armas de Aquél en lo Alto, y nos conquistarán, si fuéremos nosotros unos dioses a sus ojos.

Una vez delante de la puerta abrí con bastanta parsimonia, diciendo de espaldas a la audiencia: Por cierto señor Losada, creo que en una mision secreta contratar a gente es algo desaconsejado. Aún así, hace falta ir armados, si sólo hay una decena de humanos vigilando, o nos menosprecian mucho o nos estamos metiendo en una ratonera.

Abrí la puerta y salí, no sin antes despedirme en un correctisimo aleman: Auf Wiedersehen

Me quedo sorprendida por la actitud de ésa Ventrue: servicial pero con carácter, que lástima que tengan que soportar a tal primogénito -pienso-. Ésa francesa no me gustaba, para nada, y en oír su posterior comentario, además del latino, realmente comprovaba que sobraba.

Mientras me ponía la chaqueta quise mantener un posado formal, no diciendo muchas cosas que pudieran llegar a ofender, pero visto lo importante que para algunos era el trabajo en grupo, y los errores comunes, creí que lo mejor era irme. Ya que tendré que hacer todo el trabajo si quiero seguir "viva" lo haría a mi modo -pensé- mientras, volviendo a observar la sala, creí que era necesaria una despedida para no parecer una engreida bajo tantos ojos analizadores, aunque la imagen del monarca me permitía seguir desapercivida.

Aún así, tenía que dejar los puntos sobre las ies antes de salir, no hacerlo era rebajarme ante un britanico y un cosmopolita auditorio.

Una vez fuera de la sala rebusqué en el maletín en busca de la PDA, mientras bajando las escaleras para salir de ése "antro" ir llamando a Alice para que me viniera a recojer.

Rebuscando en la agenda, vino a mi la duda de si había tratado a ése hombre cómo su posición, aunque desmerecida por mi gusto, se merecia, pero teniendo clara que mi cortesia se terminaba cuando ciertos temas se usaban en bano, y blasfemar el nombre de Dios y la estirpe de Caín era una de ésas ocasiones.

Fuera ya del local, llamé a Alice. Quería irme de allí lo antes posible y ponerme en todo el trabajo que me aguardaba: revisar el periodico y ahora además ésa estúpida tarea. Tenía que dejarlo todo bien atado, aunque por mi mente esos planes no fueran al 100% de cómo lo había pensado previamente Demian.

Una vez respondió, terminando con los tonos le dije: Alice cariño, ven a buscarme con el Jaguar en el Oblivius Club lo antes posible -dándole la dirección exacta para facilitar las cosas-, quiero pasar por las oficinas a perfilar unas cosas y dar el visto bueno a la edición de mañana antes de ir a casa. Ya estaba a punto de despedirme cuando me acordé de otro detalle importante que sería mejor decirle cuando antes. Por cierto, supongo que hoy te llamará una chica italiana preguntando por mi, pasamela lo antes posible -pensando en la gran posibilidad de ello por el hecho de que sólo ella prestó atención a la targeta-.

Alexander que se había mantenido al tanto de toda la conversación, de los más y los menos decide sacar sus palabras también para animar un poco más el cotarro.

- Bueno, viendo como está el ambiente. Dire, en mi defensa, que yo no soy un guerrero, ni un espia, ni nada por el estilo... Si se me ordena y quiero mantener mi cabeza debo aceptarlo. Pero no obstante no es de buen gusto, pues preferiría entretenerme en mi local viendo pasar la comida una y otra vez.

Hace un pausa antes de continuar.

- Personalmente, no me considero un habilidoso de las máquinas... pero de ahí a dejar que una Malkavian guia mi destino va demasiado. Prefiero arriesgarme a hacerlo mal y morir por mi falta de conocimiento que dar mi cabeza por las idas y venidas de otro.

Se estira un poco las mangas de la ropa.

- Después de esto... ¿Cuando empezamos?

Demian, empieza a reir.

No, puedo evitar dejar en evidencia que sois la mayoría bastante infantiles, aunque eso le aporta vigor a la situación y os da más ímpetu por la supervivencia. Creer ciegamente en dioses del pasado que dormitan y des de las sombras nos dirigen, o tal vez estar tan anclados a la vida mortal que los negocios de uno los tenga que llevar en persona, o quizás simplemente limitar la diversión de la no-vida a mirar el rebaño pasar delante de tus ojos para la monótona tarea de elegir el siguiente bocado... querido Alexander, veo en ti potencial, pero te queda mucho por descubrir sobre el poder de la sangre, pues eres un cazador y todavía lo ignoras, los cazadores des de la antigüedad han sido guerreros... Por otro lado cederé el control de la información a Violette, aunque sea una Malkavian ha vivido más que tú y su falta de juicio seguro que se compensa con experiencia.

Le entrega el portátil a la francesa.

De veras que me agradáis, ya esperaba que no entendieseis que todo esto es por vuestro bien y por el de la ciudad, cuando no haya rastro del Sabbat agradeceréis estar bajo mi protección pues haremos de esta ciudad una de las principales de Europa, todos esos antiguos engreídos tendrán que parar atención a Manchester y yo os recompensaré. Pero de nuevo, no me malinterpretéis, quizás mi amabilidad os confunda como la de un padre que consiente a sus hijos, no os estoy pidiendo nada... me trae sin cuidado que asuntos tengáis que atender, es mi deseo y mi deseo aquí es ley.

Tu que estás en la ventana haz una tirada de Percepción + Alerta dificultad 7. (Porcierto no tengo tu ficha!! cuando puedas envíamela)