Partida Rol por web

Manhattan

— Dumbo Hall

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09/06/2023, 23:57

28 de Agosto

Diez mensajes, cinco llamadas perdidas, un ramo de flores e incluso una visita de improvisto. Necesitó de eso y más para conseguir que Mena saliera de su agujero y aceptara a su invitación. No podía culparla realmente, durante aquellos días Clem había hecho lo que parecía ser imposible para la rubia: ponerse en los zapatos del otro. No había sido fácil, pero podía entender que realmente había lastimado la confianza de su mejor amiga.

La cita se programó en Dumbo Hall, el bar exclusivo que se había puesto de moda entre los estudiantes del Constance-St.Jude's, durante el año pasado era normal ver a Mena y Clementine bebiendo sus martinis después de clase durante un día de semana. El sitio había sido elegido por Clementine, como un territorio neutral donde podrían hablar sin recurrir a los taconazos y arañazos. Sin León, Aaron, ni Gossip Girl. Aquella noche serían ellas dos, cara a cara.

Se encontraba sentada en una esquina estratégica, ya con un martini en mano, fingiendo una serenidad y desinterés que no sentía en su interior. Observaba a la gente pasar, tratando de mantener la compostura. Se había vestido y maquillado para la ocasión, luciendo siempre perfecta, por más que se estuviese derrumbando por dentro. 

Observando su móvil, Clementine se preguntó si Mena realmente se presentaría. La incertidumbre se disipó cuando la vio abrirse paso entre la gente del bar. — Mena, hola... — Atinó a saludarla, con apenas un hilo de voz. 

Gracias por venir...

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10/06/2023, 10:41
Mena Cruz Vega

Soy débil. Tonta y débil. Desde, asumo, que se le pasara la resaca a Clem comenzó a acosarme por teléfono e incluso vino hasta mi piso con flores como un novio arrepentido, todo para hablar del tema que con tanto ahínco estaba intentando evitar. Le había cedido a Vinny el control de mi Instagram por mi propia salud mental, por si acaso a Gossip Girl le daba por documentar su idilio con Aaron, pero no podía huir del vestíbulo de mi propio apartamento.

Dos niñas tercas en un tira y afloja incómodo que traté de mantener breve y sutil, ya que mamá ya había regresado de Los Ángeles y se habría metido en medio bajo el pretexto de “ayudar”.

Cedí para vernos y “hablar” en un lugar público, el Dumbo Hall, que JC y sus amigos habían puesto de moda el año pasado y ahora es el bar en el que ser visto. Acepté porque si sentía la presión de poder ser humillada en público me esforzaría por mantener la compostura, plantar cara. Lo único que le pedí fue que estuviéramos solas, no fuera caso que me plantase a Aaron delante a traición.

Ya sea por ella o por el lugar, también sentí la presión de ponerme bien guapa otra vez, igual que me pasó en la Fiesta de Blanco (y que sirvió literalmente de nada): con un top efecto corpiño azul eléctrico y una minifalda negra, el cabello concienzudamente alisado y la manicura francesa recién hecha. Entre lo casual y lo elegante, mi especialidad, donde me siento más segura.

Salgo del ascensor guardando el móvil, habiendo tirado de TikTok para entretenerme estando en mi tiempo detox de Instagram. Al no haber comenzado todavía el curso son pocos los asistentes jóvenes, sólo los que regresan antes a la ciudad, pero las miradas de los que están enseguida las siento sobre la piel mientras camino hacia los sofás.

Ahí está, perfectamente posicionada en uno de los asientos con su típico martini en la mano. De foto. Da rabia. Y sin embargo su voz es la de siempre, la de mi mejor amiga… Sólo por esa deferencia acabo de caminar hasta el sofá de enfrente y me siento con las piernas cruzadas y el bolso sobre el muslo, como quien no tiene intención de quedarse demasiado rato.

Pensé que sería mejor hablarlo antes de que empiecen las clases. Sería incómodo —justifico lo más distante que puedo, que no es mucho y sale más como una tensión molesta.

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10/06/2023, 16:24

Estás muy guapa. — Comentó Clementine, en un inútil esfuerzo por romper aquella tensión que se palpaba en el ambiente, era un vacío nuevo entre ellas, estaban a unos pocos metros de distancia pero se sentían kilómetros.

Asintió ante las palabras de Mena, entendía lo que quería decir. Tras el último blast de Gossip Girl, ambas eran el blanco perfecto para todo tipo de conjeturas y comentarios. Todos estarían atentos a sus pasos una vez que las clases comenzasen y, sobre todo, apostarían por saber quién sería la primera en trastabillar. 

Sólo bastó una mirada de Clem y un simple gesto para que un camarero no tardase en traerle la misma bebida para Mena. Beneficios de ser habituales en el sitio, o simplemente de ser Clementine Penhallow. Clem le dió un último trago a la suya, para un poco de coraje líquido, y volvió a pedir otro martini.

Mena, lo siento mucho... — Comenzó con sus disculpas. Había ensayado mucho sobre lo que quería decirle, escribiendo y reescribiendo su discurso en las notas de su móvil como ya lo había hecho un par de veces en su cuenta de Instagram por absurdos intentos de cancelación. Al final desistió y optó por un acercamiento genuino. — Fui una tonta, me dejé llevar por el reencuentro y yo... — Se frenó, bajando la mirada y jugand con uno de los anillos de en sus dedos. — Estoy hecha un lío. No quiero perder tu amistad.

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12/06/2023, 18:56
Mena Cruz Vega

Quiero pegarle una patada en esa espinilla expuesta pero tengo autocontrol y una mesa baja entre las dos con un martini pronto muerto. Ella, tras lo ocurrido, con la audacia de decir que estoy guapa… Mi cara de enfado debe ser impresionante.

Su disculpa, su forma de mirarme, todo está ensayado hasta el milimetraje de movimientos en sus pestañas. Es mi mejor amiga, tengo amigos en las alfombras rojas de todo el mundo; sé cuando estoy ante una actuación. Ella también debe haber notado que conmigo esa mierda no vuela porque muestra al fin algo de la chica a la que sí llamo amiga.

No es que lo mejore pero al menos no es directamente insultante. Sus inseguridades comienzan a aflorar, espoleando a las mías a cambio para construir esa necesaria coraza ante un mundo que siempre juzga.

Lo tenías tan fácil como haber seguido el plan y no irte con él —declaro con el cuello algo estirado, intentando hacerme igual de alta y elegante que ella casi sin ser consciente. Al no tener una bebida tengo que entrelazar las manos contra mi rodilla. — Seguro que ni te gusta, sólo te hace sentir importante porque te dice la misma mierda que me intentó vender a mí.

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13/06/2023, 00:09

Clementine mantuvo una elegante calma en el medio del palpable enfado de Mena, con sus palabras afiladas resonando en el aire del bar. Sabía que su amiga estaba herida, y de la tristeza había pasado a la furia. Comprendía que debía desquitarse con ella, y le tocaba lidiar con las consecuencias de sus propias elecciones. Aún así, las palabras no resuenan en la armadura dorada de Clementine; le han dicho cosas peores en sus comentarios de Instagram.

Con gracia, la rubia le dió otro sorbo a su martini, mientras sus ojos se encontraban con los de Mena. — No se trata de sentirme importante. — Respondió Clementine con voz suave, pero firme. — Sabías todo lo que pasé con Aaron en Italia, era mi chico del verano, se suponía que iba a ser sólo eso. — Jugó con las aceitunas de su martini, encogiéndose de hombros. Quién rayos hubiese podido adivinar tal casualidad cósmica. — Fue sólo una chispa fugaz que se reavivó cuando nos encontramos nuevamente. No puedo negar que me movilizó, pero intenté frenarle, por nuestra amistad.

La mirada de Clementine se suaviza mientras se dirigía a su amiga con honestidad. — Me equivoqué por dejarme llevar por la situación, sí, pero no está en tú decidir si me gusta o no, no lo sé aún. — Clementine dejó su copa en la mesa baja, sus dedos acariciando la superficie pulida. — No le he vuelto a ver desde la fiesta, le he ghosteado, quería verte a ti antes.

— Se supone que nosotras no nos peleamos por chicos...

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13/06/2023, 10:10
Mena Cruz Vega

Levanto una ceja con cinismo y estupor ante el alcance de su autoengaño. Que no es que sea algo nuevo pero pocas veces he estado en el lado que lo recibe de su parte.

Ya, le frenaste muy bien con la boca —se me escapa el veneno de entre los labios al respirar. En cambio el aura de Clem va saltando a la cuerda entre la frialdad con la que se enfrenta al mundo y la franqueza de amiga. No la soporto ahora mismo. — Precisamente porque no nos peleamos por chicos no debiste irte con él. No le debemos nada, ninguna. ¿O qué pretendes que haga, que me siente al borde del sofá cuando salgamos todos y tenga que veros pegaditos allí? —señalo con el dedo el mismo lugar del sofá en el que ella se encuentra. — Estoy cansada de que hagas y deshagas según tu capricho del momento, C. Lo has hecho ya un año entero con León.

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15/06/2023, 20:27

Sabe que debe esquivar sus dardos venenosos con la gracia de una acróbata si quiere recuperar su amistad con Mena. Pero mierda, era difícil mantener la compostura y fingir que no le afectaba lo que le decía. — ¿No debí irme con él? Me dejaste sola con quien me acosté durante todo el verano porque pensaba que no iba a verle nunca más, ¿pensabas que iba a saludarle con mi mano y seguir adelante con mi vida? — Clem entrecierra los ojos, intentando encontrar algo de sentido en lo que Mena le estaba demandando. Si era ella la que le había exigido que primero hable con él, y sí, la charla se le fue de las manos y se dejó llevar por lo que habían tenido durante el verano, y ahora estaba pidiendo disculpas por ello.

Aún así, no le dice nada de esto, porque Mena acaba de tocarle donde le duele. León. Clementine baja la mirada y continúa acariciando el dorso de su copa con sus dedos, visiblemente conmovida. — Lo de León es totalmente distinto, Mena. Y lo sabes. — Dice entre dientes. Su amiga ha sido testigo de las idas y vueltas entre los dos, los vaivenes emocionales de Clementine y su consecuente desenlace trágico. — ¿Te crees que yo fui la que jugó con los sentimientos de León? ¿en serio? — Ahora le mira a los ojos, incrédula de lo que está escuchando. ¿Acaso ahora su mejor amiga la odia tanto como sacar a colación uno de sus momentos más dolorosos? — Mena, tu estuviste conmigo cuando León me dejó plantada en el Empire... 

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16/06/2023, 14:46
Mena Cruz Vega

No le había pedido demasiado, ¿no? Hablamos de ello cuando llegué del aeropuerto, pensaba que estábamos en la misma página, pero con un momento a solas todo de había ido a la mierda. ¿Tenía que haberme quedado con ella y separarlos, resistir esa forma que tuvo Aaron de mirarla como si fuera una diosa en la tierra y el resto fuéramos menos que brujas verrugosas de cuento? En retrospectiva creo que sí, que podría haberme tragado un poquito el dolor si hubiera conseguido llevarme a Clem conmigo, dejando a Aaron sin ninguna… O habría sido un parche temporal, y en el instante en que no estuviera yo mirando se hubieran enrollado igual. ¿Qué habría sido más humillante?

Sí, es exactamente lo que debiste hacer. Es un rollo de verano que además estaba dispuesto a besar a otra después de saber que somos amigas, no seas dramática…

Me estoy convirtiendo en la persona que no me gusta ser, la princesita que sabe imitar a la perfección los manerismos de Clem, pero con esa parte de mi carácter que hace que me cruce de brazos.

Porque tiene muchas narices… ¿que lo de León es distinto? Le dije cientos de veces que tenía que dejar a su novio, y hasta que no lo hizo todavía estuvo jugando con mi amigo sujetando las correas de los dos. ¿Las demás? A las demás que nos jodan bien duro.

Y empiezo a pensar que a lo mejor te lo merecías. Independientemente de los miedos “personales” de León, —remarco bien eso para que sepa que también lo sé— estoy segura de que se habría sentido más seguro y habría ido si no tuvieras la costumbre de acaparar a cualquier chico que te hace ojitos sin soltar a ninguno. Si le hubieras demostrado mucho antes que sólo querías estar con él. Pero no, tú nunca sabes lo que quieres, y con Aaron te va a pasar igual. Pero ya no habrás arruinado para el resto, como hiciste con León.

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16/06/2023, 15:04

Y ahora sí que ya empieza a cabrearse. La pose zen y conciliadora de Clementine no dura mucho y comienza a resquebrajarse, porque Mena ha decidido a jugar sucio y darle donde más le dolía. Sabe que quiere hacerle daño y lo peor es que lo está consiguiendo. Clementine se acomoda en su asiento, intentando no mostrarse demasiado afectada. Apoya su espalda en el sillón y clava su mirada de acero en Mena.

¿Y a tí en qué te afecta lo que pasó con León? ¿O acaso también te gusta? Cometí mis errores, pero no intentes pintarme como la villana del cuento, sabes perfectamente que no es así. — No se le pasa por alto lo de los miedos personales de León, ¿se lo ha contado a ella también? ¿desde cuándo lo sabía? Suena estúpido decirlo en voz alta, pero Clementine siente el ego un poco herido por aquello. Aún así, no le dará el gusto a Mena de hacérselo saber. Se recubre en su armadura de indiferencia y cambia su postura. 

Más allá de lo de Aaron, que ya me he disculpado, pareces demasiado involucrada en mi vida romántica, porque no veo la manera en que deba importarte tanto si me gusta un chico o veinte. — Hace una pausa y juega con las aceitunas de su martini. Si Mena iba a jugar sucio, ella también lo haría. — Supongo que es cierto lo que todos dicen...

Clementine termina su martini, saboreando el alcohol junto a su veneno, pero no pide otro, ahora ella tampoco parece querer quedarse demasiado tiempo allí.

Siempre has estado celosa de mí. 

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17/06/2023, 13:31
Mena Cruz Vega

En lo más profundo de mi ser guardo cada pequeño detalle, cada acción y cada tropiezo que podrían clasificar a mi ex mejor amiga como una villana de cuento. Su egocentrismo, su obsesión por la perfección, su vena controladora… En su mundo ella es la única protagonista, tan absorta en los dramas que ella misma se crea que no se da cuenta hasta la sección de desenlace del guión de que ella es la causante de todos y cada uno de esos dramas…

Y yo estoy cansada. Sentarse a su lado es muy cómodo porque, igual que la luna, tienes la capacidad de reflejar parte de su brillo y e iluminar tú misma. Pero, igual que la luna, es una ilusión que desaparece tan pronto algo de interpone entre las dos y yo desaparezco en la sombra. Ahora, sentada frente a ella, estoy aceptando no volver a brillar jamás. Por mi salud mental.

Porque es lo que ella dice, en el momento en que nos hicimos amigas y comencé a conocerla mejor, estuve celosa de lo fácil que ella hacía parecer lo que a mí me estaba costando mi propia identidad. Ni siquiera soy Old Hollywood para empaparme de su elegancia y atracción natural, como ella; soy el New Hollywood ruidoso, estridente, que invierte en todo lo nuevo para llamar la atención del público. El que no funciona en Nueva York. Este siempre iba a ser su reino.

Hago todo lo posible para no demostrarle que me ha afectado, resultando en una muestra llorosa de odio visceral. Levanto una ceja con el estoicismo que me queda, pero evitándole la mirada.

Entonces haz lo que quieras, como siempre has hecho, pasando por encima de todo el mundo. Pero no vuelvas cuando te quedes sola…

Acabo de girar mi cabeza, indicando mi determinación a no ser la que se marcha del local. Necesito quedarme, al menos hasta que pueda recuperar el control de mí misma sin depender de la presión social de mi entorno.

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19/06/2023, 17:27

Clementine se sintió hablándole al vacío mismo, éste devorando sus palabras antes de que acabe de formularlas, destejiendo una amistad que parecía estar condenada al fracaso. En el silencio de Mena le permite a Clementine acomodar la realidad para que su consciencia no estorbe y retractar sus faltas. — Sí, haré lo que se me da la gana. — Tarde o temprano las personas muestran sus verdaderos colores, y ve en Mena un verde esmeralda envidia que la envuelve. Le apretuja y no la deja ver lo que tiene al frente. 
Estaba harta de aquello, de esa constante sensación de culpa por ser ella misma, de tener que medirse para que su mejor amiga no se sintiera mal.  No iba a permitir que nadie opaque ese brillo que tenía, y al contrario, aquello le impulsaba aún más a brillar con mayor intensidad. Se queda perpleja ante las palabras de su amiga, quien en lugar de negar tal afirmación prefiere redoblar la apuesta. Si Mena quería estar enfadada con ella, pues le daría razones para estarlo.

Quédate tranquila, prefiero quedarme sola. — Es lo último que le dice a Mena antes de tomar su minúsculo bolso y levantarse del lugar, sabiendo que mentía descaradamente. 

Pagó la cuenta y se marchó del bar, aún sin entender en qué momento su tratado de paz se transformó en una declaración de guerra. El alcohol y las lágrimas no tardaron en hacer lo suyo una vez que el telón se cerró y el teatro acabó. Sentía una rabia y una tristeza enorme por ver cómo las cosas se torcieron de tal manera. También se sentía irremediablemente sola, y como el dicho decía, la miseria adoraba la compañía.

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19/06/2023, 22:07
Samuel Baxter

Con su esposa en un viaje de negocios y su hija a saber dónde, Samuel decidió concluír su jornada de trabajo en uno de los sitios de moda de la ciudad. Le costeaba una membresía a su hija en el lugar, según lo que le decía en el resumen de la tarjeta de crédito, pero sabía que había pocas posibilidades de que se cruzaran en el camino. Su adorada pequeña llevaba una temporada en el piso que le había comprado, según lo que le informó el portero del edificio. A Samuel no le interesaba saber el donde, sino quién.

Aún así, al hombre le interesaba mucho más su propio disfrute que el de su hija, y ya tenía a la vista a su quién. Una cosita de lo más adorable sentada en un rincón de Dumbo Hall que no parecía estar pasando un buen rato luego de que su amiga se marchara dejándola sola, quizás buscaba una distracción y él era bueno para ello. Se acercó a un camarero y le indicó unas indicaciones mientras le dejaba una generosa propina en el bolsillo.

El hombre que está sentado en le ha comprado esto, y dice si le gustaría acompañarlo. — Fue lo que le dijo el mismo camarero a Mena, alcanzándole un trago.

Samuel, entre tanto, le guiñó el ojo a Mena desde su lugar, con su propia bebida en mano. 

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21/06/2023, 14:22
Mena Cruz Vega

No pensaba pedir nada, sólo esperar a recuperar el control de mí misma y marcharme. Seguro que habría pasado el tiempo suficiente para no tener que encontrarme a Clementine en la acera esperando un taxi o el Lyft. Así que cuando uno de los camareros pone una copa delante de mí me deja la cabeza totalmente en blanco, perdida, preguntándome si en mi enfado monumental se me ha escapado un gesto para que me pongan un martini.

No, es un hombre en la barra. Uno que, a propósito, creo que me suena. Debe ser un habitual, y me guiña el ojo.

No tengo que pensármelo demasiado: vacío la copa con un solo trago y la dejo en la mesa antes de incorporarme para acercarme a la barra. Hacia él, siempre con esa impresión en el fondo de que le he visto alguna vez que crece cuando me coloco en el asiento a su lado. No es que me importe, pues al menos él ha elegido mi compañía.

Gracias por la copa… —murmuro volviendo a cruzar las piernas y encajando el tacón en una de las patas del taburete para fijar mi postura. No me gusta que se me queden las piernas colgando de los asientos. — Me llamo Mena.

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24/06/2023, 00:47
Samuel Baxter

Samuel sólo vuelve a girar cuando tiene a la chica sentada a su lado. Sigue teniendo un buen ojo, de cerca es incluso más guapa. Tiene que esforzarse para que su mirada no se vaya hacia su escote cuando le echa un mejor vistazo. Le saluda con una media sonrisa y la invita a sentarse a su lado.

Supuse que necesitabas otra, no te veías muy animada por allá. — Indica con el mentón el lugar previo donde estaba sentada, por si quería hablar acerca de qué era lo que le tenía tan malhumorada. Si no quería, tampoco insistiría. Samuel también era bueno no hablando.

Mi nombre es Samuel, un placer conocerte, Mena. — Se presenta, con una sonrisa endiabladamente encantadora.

Una que sólo podía significar problemas.

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24/06/2023, 19:02
Mena Cruz Vega

Para tratarse de un evidente adulto, aunque de los jóvenes (atractivos), no es nada discreto en su forma de mirarme. Ahora mismo es algo que agradezco mucho y alisa las aristas que el despecho había levantado en mi corazón.

La sensación aliviada dura hasta que menciona que había visto mi interacción con Clem. No sólo me vuelvo más consciente de mi comportamiento, repasando los hechos para asegurarme de que había mantenido el tipo en todo momento, sino que encima me preocupo de que la haya visto a ella y sólo me haya invitado a mí a una copa porque ella se ha ido.

Porque no sería la primera vez que ocurre. Espero que al menos sea la última.

Lo mismo digo… —envalentonada por la primera copa, dejo de juguetear con las puntas de mi melena un instante para pedir con un gesto de mano un martini al barman. Sólo así podré callar esa vocecilla que me hace preguntas incómodas cuyas respuestas no ansío saber. — En pos de la honestidad te diré que me hacía mucha falta, pero estaba a punto de irme.

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01/07/2023, 07:27
Samuel Baxter

¿No has tenido una buena noche? — Pregunta Samuel, un poco curioso. Los desvaríos emocionales por los cuales estaba atravesando la muchacha le traían más bien sin cuidado, al menos no si no podía obtener algo a cambio. Después de todo, era un hombre que le gustaba sacar provecho de cada situación. — Supongo que he sido muy afortunado en invitarte a tomar algo antes de que decidieras marcharte. Podemos brindar por eso, por mi golpe de suerte. — Le sonríe, proponiendo un brindis con la morena. Chocan sus bebidas y bebe un poco más de su propio trago, antes de volver a dirigirse  a Mena. 

Pero siempre podemos cambiar el curso de las cosas, y hacer que termines la noche de otra forma... — Sugiere, permanentemente balanceándose entre la galantería y la obscenidad.

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01/07/2023, 18:32
Mena Cruz Vega

Justo cuando el barman termina de servirme el martini, levanto mi copa para corresponder su brindis con cuidado y doy un sorbo. No pretendo acabar ebria porque sé cómo me pongo, y ya suficiente irresponsabilidad ha sido tragarme la anterior sin respirar.

Reposando después la copa y la mano en la barra, vuelvo a jugar con mi pelo pero de forma más evidente. Al hacerlo más evidente, no sé, supongo que intento que se fije más en mí y que no se arrepienta demasiado de haberme invitado a un trago; está claro que es bastante mayor que yo, no estoy ciega. Es más, tiene su punto…

Ya que me he arreglado para venir debería aprovecharlo, ¿es eso lo que sugieres? —acentúo con una ceja alzada. No soy una niña, sé cuando un hombre me mira más que la ropa. El problema es parece que sólo lo hacen ellos.

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08/07/2023, 17:05
Samuel Baxter

Si, es exactamente lo que estoy sugiriendo. Aprovechar la noche... — Está claro a lo que Samuel se refiere y la chica parece dispuesta a seguirle el juego. El hombre de negocios bebe un poco más y apoya su vaso sobre la barra, dirigiendo su atención a Mena, luego de pedir un segundo trago. 

La conversación fluyó por unos momentos, entre tal dispar pareja, hasta que luego de un rato Samuel tomó la mano de Mena con suavidad y se acercó hacia ella para hablarle al oído. — ¿Qué te parece si continuamos esta noche en otro sitio? Tengo una habitación en el Empire, estoy seguro de que podemos seguir divirtiéndonos juntos... — Le invita, sin mayor rodeo.

Luego lleva la mano de Mena discretamente hacia la pierna de él, haciendo que ésta palpe uno de sus bolsillos. La chica siente una bolsita de plástico que parece contener algo de polvo. — Tengo toda clase de dulces para divertirnos un buen rato, si gustas..

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08/07/2023, 19:14
Mena Cruz Vega

Con las intenciones expuestas el flirteo se vuelve algo agresivo, pero me viene de perlas. Me ayuda a recuperar la confianza, el ánimo, pero especialmente me hace sentir deseada. Puedo probar algunos trucos y comprobar que funcionan, que puedo conseguir llevar su atención donde me apetece… Tras lo ocurrido es todo un alivio porque un hombre así, atractivo, con estilo y tan seguro de sí mismo, podría haberle enviado una copa a cualquiera.

Debí prevenir que acabaría como acaba, con su boca acechando mi oreja con proposiciones y una mano peligrosamente… No, deja de conducírmela justo sobre su muslo, en su bolsillo. Una bolsita de plástico, posiblemente con cocaína. Donde yo vivo es muy habitual, hombres trajeados merodeando de edificio en edificio por el Distrito Financiero con tanta prisa que van claramente colocados: coca o café, lo mismo da.

Dos martinis no son ni la mitad de lo que necesito para que no me intimide su idea de una buena noche. Presiono los dedos sobre el pantalón sólo por curiosidad, comprobando que sí tiene bastante contenido y casi maldiciendo que no se le hubiera ocurrido poner mi mano sobre otra clase de paquete. Seguro que me habría incomodado mucho menos.

El corazón me bombea a todo gas, mezclándose con el hilo musical del bar en una cacofonía nada harmoniosa. La adrenalina de una malísima buena idea en el aire donde el gran riesgo puede traducirse en gran victoria; mi preferida. Aún así…

No, sé que no quiero que mi primera vez sea así. Por más que pueda arruinarlo todo con el único que me hace caso desde Aaron.

Me encantaría, pero… —¿qué?— Se suponía que iba a estar sólo un rato fuera…

Mi cuerpo me contradice engarrando y relajando los dedos sobre su pierna, las uñas poniendo a prueba la factura de su pantalón formal y desplazándose sin querer más hacia su entrepierna bajo la atención distraída de mi mirada.

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12/07/2023, 02:18
Samuel Baxter

Siente a Mena dudar acerca de su propuesta, Samuel puede olerlo, esa mezcolanza entre la excitación y el miedo. El hombre se acerca más a su oído, dejando un reguero de besos indiscretos que van desde su lóbulo hasta el cuello, donde se deleita con el aroma a perfume caro de a su acompañante. La textura de su barba raspa el cuello de la chica, quiere probar de aquella piel canela, poseerla. 

¿Tienes algún novio esperándote? — Pregunta, entre la ironía y la verdadera curiosidad. Puede sentir las dudas de la chica, pero también aquella partecita de ella que parece quererlo. Samuel se aferrará de aquello.

Los dedos juguetones de Mena son el indicador de que sólo necesita más. — No tienes por qué tener miedo, estoy dispuesto a jugar de acuerdo a tus reglas... — Le susurra al oído antes de inclinarse más hacia ella, en búsqueda de sus labios.