Partida Rol por web

Estimado Francesco,

No me os hagáis ahora el ofendido, que no es algo que os siente bien, ya que probasteis suerte* a ver si entrabais en Verona pero mis mercenarios dijeron nones a vuestro primer ejército y fue a parar a Bergamo, región veneciana que parece se os ha olvidado arrebatastéis el año pasado cuando os aliasteis con el austriaco.

Lo cierto es que mis movimientos vienen inspirados por vuestra astuta mente estratega en la provincia de Mantua y, de esta forma, debéis dedicar vuestras tropas a defender vuestra capital. No os va a costar mucho: tenéis fuerza suficiente para hacerlo.

Así que solo queda agradeceros el haber sido mi musa en las artes de la guerra.

Siempre vuestro,

Francesco Foscari
Dux

A Francesco Foscari,

Por Dios, ¡Qué madrugador sois!

No tenemos nada en contra de vuestros movimientos hacia Milán, y nos alegra haberos servido de fuente de inspiración (aunque dudamos que os hiciera falta). Además, tenéis razón: gozamos de la fuerza suficiente para poder defender nuestra capital. Lo que nos fastidia es la rotura del Pacto del Norte. Liberar al Emperador, cuando ya lo teníamos preso, es ganas de complicarse la vida.

Y lo peor de todo es que tras este otoño Francia se mete en diez ciudades, algo que a todas luces ahora mismo no puedo permitirme el lujo de intentar impedir...

A Francescos revueltos, ganancia de franceses.

Quedo a vuestra disposición,

Francesco I Sforza.

Estimado Alfonso,

Como veis, soy hombre de palabra y he echado al turco del Adriático aunque él sigue tentandome con su tesoro a cambio de romper el sitio de Durazzo.

Pero no es el sarraceno el que me preocupa ahora, ya que él sólo se ha buscado la ruina por seguir creencias infieles, si no que quien me preocupa ahora es el francés René, quien es bastante probable que acabe el año controlando diez ciudaes.

Así pues, os seré franco como siempre, ¿tenéis algún acuerdo con él?

Atentamente,

Francesco Foscari
Dux

Estimado Francesco,

Tan pronto lleguen las nieves y Federico no pueda alimentar sus huestes, perderá la mitad de sus hombres.

Pero tenéis razón, habéis dejado libertad completa a René en occidente y él ha aprovechado el desahogo para extenderse por el sur.

Ahora, siendo complicado que vos y nos confiemos en la palabra del otro, trataré de alzarse con la supremacia.

Si veis alguna solución al respecto, no utilizaré la táctica austriaca del silencio, ya que podéis ver que respondo a todas vuestras misivas.

Atentamente,

Francesco Foscari
Dux

A Lorenzo y Pío,

Estoy seguro que no soy el único que os escribirá misiva ahora que acaba el verano pero no por ello la situación es menos urgente para dejar de hacerlo.

Entiendo que lleváis enconados en dispusta muchos meses y que es dificil salir de la espiral de odio y desconfianza pero quisiera pediros que miraráis el mapa y os fijaseis en que el francés René controla ya 9 ciudades con ciudad y puede terminar el año con una o dos más.

Así que, salvo que haya entendimiento para desalojar al francés de tierras italianas, su supremacía puede ser tal que no lleguemos a ver otro año.

Como veis, no tengo el más mínimo interés en vuestros territorios pero tampoco en gastar más tiempo y esfuerzo en salvaros de la ruina.

Si queréis escuchar propuesta en beneficio mútuo, hacednoslo saber pero no puedo seguir mostrando mi estrategia tan a la ligera.

En primer lugar os felicito porque finalmente tenéis las de ganar en nuestra confrontación a partir de ahora. El Sol ha reblandecido mi cerebro y no el vuestro.

En segundo lugar os señalo la presencia de tropas francesas en Patrimony y Lucca. No dudo que René ha acordado cederos Cerdeña y apoyaros en Roma. Pero para ayudaros en esta guerra bastaba con que os hubiese apoyado con el barco de Tyrrhenian Sea.

Habéis asumido todo el riesgo. La peste podía haber aparecido en Nápoles o en Mesina en vez de en Roma y vuestra posición hubiese quedado muy comprometida.

Bastaba con que René hubiese dicho que os apoyaba a vos en vez de a Pío III y a mí para forzarnos a pactar la paz con vos a principio de año sin exponeros lo más mínimo.

Como digo, habéis coordinado vuestros movimientos para que René lleve dos ejércitos a la península itálica.

No deja de ser sorprendente como Francia, que dispone de tan sólo 4 unidades y está desnudo frente a vos y Milán, haya conseguido colarse de esta manera en Patrimony y Lucca. ¡Francia en Patrimony y Lucca! En tres años no ha recibido ningún ataque salvo los falsos ataques previamente pactados para disimular. ¡¡No ha recibido ningún ataque y nadie ha intentado entrar en su territorio!!. Es asombroso y digno de admiración.

Podría decir que sois la marioneta de René para sembrar dudas en vos. En realidad eso es algo que debéis juzgar vos mismo en función de como se desarrolla la partida. Pero yo que vos me lo preguntaría.

René y Francisco Sforza son aliados. La cuestión que os debéis plantear es si es una triple alianza o si ellos son aliados y vos el colaborador circunstancial, la llave que les abre la puerta de la Península Itálica.

El Papa era mi aliado, pero ha caído y ya no puedo hacer nada por él. Es posible que yo siga sus pasos. Pero si consideráis que René se está aprovechando de vos, no me cerraré a firmar una paz digna con vos y colaborar en el futuro.

Os adelanto que una paz digna implica que yo reciba una compensación por la toma de Túnez. Bari y Aquila (ya que supongo que Roma tendrá que abandonar Aquila y la dará por perdida) para poder controlar el Adriático. El Jónico sería para vos, junto a Otranto.

Repito: Bastaba con que Francia hubiese dicho que estaba de vuestro lado para obligarnos al Papa y a mí a aceptar pactar la paz en las condiciones que vos queríais sin que vos corriéseis el riesgo de ser golpeado por la peste en territorios críticos.

Mehmed II Fatih Sultán del Imperio Otomano y Califa del Islam.

Como veis el (im)Pío no tiene ninguna intención de firmar la paz conmigo. Por suerte a mí no me engañó.

Y vuestro papel este verano no se si era inocente o mal intencionado.

Sinceramente, creo que me debéis una explicación por vuestro comportamiento ante mí.

Estimado Papa,

Sinceramente, mi intención, era como he hablado invadir Florencia, esperando un ataque a tres que no podría resistir.

Dado que no aceptaste darme apoyo, ni mis apoyos, no me ha quedado más remedio que desembarcar donde he podido.

Aprovecho la ocasión para recordar que que yo sepa no tengo ningún compromiso con el papado, simplemente ofrecí la opción de atacar conjuntamente a Napoles y Florencia que fue rechazada por la vía del silencio.

Reitero mis compromisos con Turquía y mi apoyo en su lucha.

Por otro lado dado que evidentemente erré en mis previsiones, no esperaba que Venecia y Napoles se pelearan. En cualquier caso eso hace imposible hacer la guerra con Florencia por mi cuenta.

Querido Mehed,

¿Realmente es el papado un aliado interesante?. Estrategicamente lo ha hecho fatal se ha partido en dos y dejado sus tierras sin defensa. Como aliado no colabora nada y se guarda sus movimientos e intenciones en secreto.

Estimado Francesco,

No puedo más que sorprenderme por las acciones de Venecia, a las que no veo sentido.

La verdad que ha cambiado completamente mi estrategia, esperaba atacar a una Florencia debilitada por tres potencias a la vez y veo que eso no puede ser.

Saludos,

René

Noble Dux de los venecianos,

En efecto, me mueve a emoción ver cómo las flotas venecianas se han batido en el Adriático. La campaña del sitio de Durazzo será recordada largo tiempo. Sólo resta dar el golpe de gracia al Turco, que si no rápido, al menos ha de ser definitivo.

A buen seguro podéis contar con el agradecimiento napolitano, y con que responderemos a vuestro gesto con otro equivalente en el momento que lo necesitéis. Empeño en ello mi palabra.

En otro orden de cosas, me preguntáis por mis relaciones con Francia. Creo de buen nacido dar las explicaciones pertinentes. Inexplicablemente para mí, Francia y el Papa no fueron capaces de ponerse de acuerdo para entrar en Nápoles en primavera. ¡Confieso que teníamos preparadas las maletas a la puerta del Palacio del'Uovo! René tiene un comportamiento errático, pero honesto; me dijo a finales de la primavera* de que me advertiría si fuera a apoyar un ataque del Papa contra mí, algo que efectivamente no hizo; tampoco el Papa quiso atacar Nápoles. Infiero pues, y me baso también en otras informaciones y en algunas palabras del propio Mehmed recién llegadas a mi poder, que el Papa no secundó la alianza con Mehmed.

El Anjou me declaró que consideraba que Nápoles y Francia estaban en paz, y que se expandiría por el centro de la península italiana, como en efecto está haciendo. Quiere evitar confrontaciones con Milán. Creo que ve Florencia como su próxima víctima.

Dicho lo cual, nada me obliga a mantener con Francia la paz, siempre y cuando le advierta antes de que a ello me obligan los intereses de Nápoles, y no mis manías o caprichos personales. Esa advertencia será el pago por no haber apoyado un ataque de Pío que nunca se llegó a producir.

Por otra parte, y vista esa inaudita comprensión entre Francia y Nápoles, algo me hace mirar más allá. Vuestro enfrentamiento con Milán, que promete ser duro, me hace pensar en Génova.

Así, y teniendo en cuenta que Francia y Milán parecen próximos a alcanzar la hegemonía final (y Venecia no parece andarles a la zaga, para ser francos), quería consultaros. ¿Creéis más indicado que Nápoles combata a Milán, intentando atacar Génova? ¿O es más lógico enfrentarse a su poderoso vecino francés?**

Un tercer asunto me obliga a alargar esta enfadosa carta: nuestros próximos movimientos frente al Turco. Imagino que pretenderá acosaros de alguna manera con la flota que habéis enviado a Herzegovina. ¿Tal vez queráis volver a Dalmacia? Espero poder forzar la plaza de Durazzo, así como por fin poder destruir la flota turca de Bari. Para esto último, sin embargo, sería preciso que vuestras naves ocuparan el Bajo Adriático, para que el Turco no tuviera escapatoria. Así, si decidís colocar una flota en Dalmacia, que sea vuestra Primera. En todo caso, agradecería vuestra opinión respecto a la cuestión turca.

Afectuosos saludos,

Alfonso Rey

Santísimo Padre,

Desde Nápoles se escuchan las campanas de Roma, que celebran la entrada de vuestro Quinto Ejército. Quiera Dios que el Papa nunca más tenga que abandonar la Silla de Pedro. Os agradezco la nobleza de vuestro gesto al permitir a mis tropas paso libre a nuestra Capua.

Queda tan sólo pendiente la entrega de Aquila. Hágase antes de que acabe el año, si queremos cumplir con lo pactado.

Que Dios nuestro señor esté con vos.

Besa vuestro anillo,

Alfonso Rey

Estimado Alfonso,

Mucho me temo que la preocupación ante la fuerza francesa me impida preocuparme tanto por las cuestiones turcas.

Entiendo que vos querráis ahora el beneficio inmediato cuando acariciáis las nuevas regiones pero, sabedor que René puede hacer que no veamos un próximo año, es complicado pensar en atacar al turco si con ello le estoy dando la victoria al francés.

Atentamente,

Francesco Foscari
Dux

Destinatarios

Estimado Alfonso,

Mucho me temo que la preocupación ante la fuerza francesa me impida preocuparme tanto por las cuestiones turcas.

Entiendo que vos querráis ahora el beneficio inmediato cuando acariciáis las nuevas regiones pero, sabedor que René puede hacer que no veamos un próximo año, es complicado pensar en atacar al turco si con ello le estoy dando la victoria al francés.

Atentamente,

Francesco Foscari
Dux

Estimado Mehmed,

Os presento primeramente mis disculpas por la tardanza en responder pero estaba tratando de atender la cuestión francesa, en la que René parece estar haciendose con un control tal que le harán imparable.

Pero, de nuevo, los dirigentes parecen solo pensar en la victoria a corto plazo o en continuar con las viejas rencillas, por no hablar de los que directamente no responden.

Si ataco el Ionian Sea puede ser en vano, ya que estará apoyado por el Golfo de Nápoles u Otranto, dando por hecho además que éste último estará apoyado por Salerno.

Si queréis mantener Durazzo, la única opción que veo es que desbandéis su flota con apoyo de la guarnición y con apoyo de mi segunda flota*.

Quisiera conocer vuestra opinión ante mis palabras antes de nada.

Un afectuoso saludo,

Francesco Foscari
Dux

Estimado Francesco,

Asumo que vos tampoco habéis encontrado una solución a nuestro punto muerto que no deje vía libre a René para seguir campando a sus anchas.

Miro el mapa ante mí y solo veo posibles amenazas de uno al otro y nuestro historial no nos lleva a tener confianza mutua.

Así pues, si sois capaz de llegar a una solución que no le dé la victoria al francés, quedo a la espera de vuestra misiva.

Atentamente,

Francesco Foscari
Dux