Partida Rol por web

Continuáis vuestro camino hasta el Distrito del Castillo, donde después de miraros de arriba a abajo, los guardias os permiten flanquear las puertas sin preguntas. Una vez traspasadas las puertas, una ancha calle os lleva hasta la plaza del mercado. En ella hay muchos puestos de mercaderes y feriantes, allí se comercia con todo tipo de artículos, desde los de primera necesidad hasta los mas variopintos.

Una estrecha calle, poco transitada, os conduce hasta unos grandes y viejos almacenes.

Miro a los que actualmente están conmigo. Melinda, Markus e Isabella, aunque si el Nosferatu estuviera aqui probablemente no lo notaría.

-Bien, al parecer somos los únicos lo suficientemente inteligentes com para salir de una multitud sin llamar la atención sobre nuestra Estirpe.-digo a todos.

-Pero no estoy absolutamente seguro de dónde estamos. ¿Alguien sabe con certeza si aqui nos hemos de encontrar con quien nos ha citado?

Cuando los guardias nos dan el alto para mirarnos de arriba a abajo una sonrisa sesgada acrecenta mis rasgos ante la idea de que unos patéticos guardias nos impidan el paso hasta donde queramos, si fuesen un centenar sin duda tendríamos dificultades pero con dos...pase mi lengua por los labios saboreando levemente su sangre, pero por fortuna para todos simplemente se dignaron a dejarnos pasar con un leve cabeceo.

la via nos condujo hasta la plaza del mercado en la cual se distribuían numerosos puestos comerciales, obviamente cerrados por la hora que era... Supuestamente la plaza del mercado, los almacenes mas cercanos al castillo eran el punto de reunión. ¿Alguno sabría calcular que hora es? Mientras digo estas palabras me dedico a barrer con la mirada nuestro al rededor por si algo pudiese estar esperándonos, tras esto me giro hacia Franz y con una mirada burlona no deberían escuchar a los locos...a veces se vuelven poderosos y mueven masas.

Sigo mi camino casi sin preocuparme por mis compañeros. Los guardias, solo que intenten pararme porque no les gustara lo que les ocurriria y lo disfrutaria como con mis experimentos.
Asi es, pero no se yo si nos esperan a tan pocos. Miro al cielo para ver la posicion de la luna para saber mas o menos que hora de la noche es si no lo sabemos, solo tenemos que preguntar a alguien que pase o esperar a las campanadas del reloj de la iglesia
La mirada de Markus me parece divertida lo dicho, delirios de un loco, son los peores, la proxima no hay ni que prestarle atencion si nos cruzamos con el y seguir adelante como hemos echo.

Cita:

-Quizás, Isabella, pero recuerda el dicho que reza: "Sólo los locos y los niños dicen la verdad". A veces, unas pocas veces, los locos ven cosas que otros no. Además, por si no lo notaron, el loco del que habláis era un Cainita. Cosa a tener en cuenta. Yo al menos no creo en las coicidencias.-le aclaro a Isabella, desestimando el comentario de Markus.

Miro a mi alrededor, y digo, impaciente:
-Espero que el resto logre sacarse rápidamente de encima a esa chusma mortal. De lo contrario esperaremos aqui toda la noche. Posiblemente sean algunos que querían comprar a la esclava con la que inútil y estúpidamente algunos se han involucrado.-finalizo con algo de ironía, puesto que se que dos de los presentes han estado alli.

O que se lo imaginan digo con gesto frio y serio tras lo que sonrio enigmaticamente pues procurar que esta estupida no se sienta ofendida o puede que no veais el siguiente amanecer. Ademas las coincidencias solo ocurren si deseas que ocurran, yo creo que ese encuentro fue preparado, por nuestro propio patron para saber si nos deselvolveriamos bien en una situacion extrema.

El intercambio de palabras entre Isabella y Franz hace que mi lengua este mas despierta y predispuesta a mantener una agradable conversación hasta que la hora citada llegue y podamos cumplir con el cometido de encontrar al que será nuestro nuevo patrón.

Mientras centro mi mirada en mis guantes de cuero negro y los ajusto a mis manos con movimientos calculados comento en voz alta ya que apreciáis tanto vuestra propia inteligencia al haber podido llegar hasta aquí y dejar atrás a la masa enfurecida, deberíais considerar a los que os acompañan ya que llegamos antes que vos y con el premio del callejón. Cuando termino de hablar fijo mi mirada en la esclava, no creo que se sienta muy cómoda entre nosotros, pero tampoco voy a permitir que salga corriendo.

Dudo que sea un premio señor Heiland -dice con voz grave y con bajo volumen, luego hace una breve pausa y continúa- Ya basta de reproches, cada uno actuó como consideró conveniente y no hay más que hablar sobre este tema-dice mirando a todos, observandoles con detenimiento -.
Isabella querría hablar con vos un momento a solas -dice mirando a la esclava- mientras los señores acaban de pulir sus diferencias. Sólo le pido dos minutos si es tan amable.

Markus como siempre protegiendome ya sea con la espada o con la lengua. Sonrio para mi apretandole el brazo levemente cuando Melinda, me pide hablar conmigo en privado.
Claro, hablemos alli señalo un lugar a la vista de los demas pero apartado para que no nos oigan hablar. Mi mirada se cruza con Markus cuando me separo de el diciendole que no me pierda de vista y haga lo que tenga que hacer para protegerme Decidme que es lo que deseais

No sé mucho sobre esa mujer, esa esclava, pero sin duda supone un peligro para nosotros. Dudo que a la persona a la que buscamos le agrade ver que una humana se ha unido a nuestros pasos.
El asunto referente a la escalva no me atañe, sin embargo creo que no es adecuado hablar de los asuntos que nos atañen delante suyo.
He visto que existe una fuerte relación entre Markus y vos, estoy segura que os escuchará más a vos que a mi. Por mi parte, hablaré con el señor Hofften acerca de este tema.
Además, y para terminar, espero poder confiar en vuestro buen criterio para ahorrarnos insignificantes disputas como la que acabamos de presenciar, no benefician a nadie. Me dirijo a vos porque es bien sabido que las mujeres poseemos mejor mano izquierda para estas cosas. Espero poder contar con vuestra complicidad al respecto-dice al final esbozando una leve sonrisa, aunque su semblante ha sido serio y disciplinado en todo el discurso-.

Los asuntos o planes que tenga con esa esclava son asunto mio y no vuestro asi que os agradeceria que no os metierais en ellos. digo con frialdad inusitada, tal frialdad que congelaria el mismisimo infierno si estuvieramos en el. En cuanto a Markus tampoco es asunto vuestro la relacion que nos une y seguira siendo asi. me giro para volver con el resto y termino diciendo de espaldas yo no he visto una discusion, sino una manera de dirimir con el dialogo unas palabras, si hubiera sido una discusion os aseguro que os habriais enterado

Bien, sea así. Pero os advierto una cosa, procurad que los asuntos de la Estirpe queden al margen de esa mortal sino os aseguro que también puede que vos no veais el siguiente amanecer -dice ahora con tono seco y cortante, recordando la amenaza que hizo antes al señor Hoffsten.

Ahora sois vos la que los propaga y me giro mirandote con frialdad mientras parece que en la negrura de mis ojos se forma una chispa de luz que se extingue atrapada en ella nunca amenaceis si no podeis cumplirlo y mantened vuestra hermosa boca cerrada a menos que deseeis que yo misma os la cierre y no la volvais a abrir nunca mas en vuestra "vida" me vuelvo a la esclava y paso mi mano por su hombro no la hagas caso es que no soporta ver a nadie mas hermosa que ella, tranquila que no te hara nada

Cita:

Eso lo veremos, pequeña idiota.

-Verás, Markus,-le digo apenas se van las dos mujeres a charlar a otro lado,-lo que yo digo es que la esclava no es un premio. Pero dejémoslo aqui a este tema, ya que la discusión va en detrimento del posible arreglo comunitario que debamos hacer para realizar cualquier encargo que nos den. Si es que es veraz mi suposicion de que nos encargarán a todos algo para que realicemos juntos, porque: ¿quien ha visto una reunión tal de cainitas desde hace tiempo? Somos muchos los invitados, y de variadas raíces.

Luego de unos momentos, en que reviso de reojo las actitudes de las dos mujeres y de la esclava, le hablo nuevamente:

-Ahora, recordarán que las enseñanzas de la estirpe dicen que los mortales no deben conocer nuestros asuntos, a menos que estén bajo el influjo de nuestra vitae. Procurad que vvuestra esclava sea en verdad esclavizada por la sangre, o habría que eliminarla para que lo que oiga en esta noche no constituya un peligro para todos.

Una diciendo que no comentemos los asuntos de la Estirpe delante de ella y otro contandolos. Tal vez debimos quedarnos con el resto al menos no me aburriria con estos dos aspirantes a diplomaticos. pienso para mi mientras escucho todo con calma y con gesto de incredulidad pero tambien estupido que ser amable hace mas que una donacion de vitae a un simple mortal lo se por experiencia, cosa que vos me imagino no sabeis

Señor Von Hofften, no es que me guste llevarle la contraria, así que comenzare diciendo que sin duda nuestras deducciones a cerca del que sera nuestro nuevo patrón son aproximadas, mas allá de eso no debe preocuparse, si ese pequeño pajarito quiere cantar una mirada lánguida y fingida se paseo por el cuerpo de la esclava hasta detenerse en el cuello bueno creo que su cuello me cabe de sobre entre las manos.

Me volví de nuevo a mi interlocutor, ya que estamos en una reunión en la que tenemos que confraternizar le diré que me ha sorprendido que haya tantos compatriotas. Aunque mi posición ha cambiado ligeramente no dejo de perder de mi campo de visión a Isabella y la otra mujer.

Cita:

-Exactamente. Somos muchos. Quizás los hombres con antorcha fueran una forma de...restringir la selección. Bueno, como dije, espero que no se demoren demasiado. Ya se va acercando la hora de la reunión.

Una carcajada rompió en mi pecho Hay compatriotas mas allá de la sangre...le veo un poco obsesionado con el tema. Doy unos pasos intranquilo por la inactividad, cuando vuelvo hasta mi interlocutor mi voz suena inquisitiva ¿de que región sois exactamente? y no me habléis de vuestro sire sino de vuestro origen real. Me mano hace un movimiento como quitandole importancia al asunto.