Partida Rol por web

Más allá de las montañas de la locura

Capítulo 2: Todo se Complica

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28/11/2013, 19:29
(Capítulo 1) Tobías Jams

El recepcionista es un hombre vestido con ropas arrugadas. Al ver vuestros trajes de buen paño (por lo menos son nuevos y están limpios y planchados por el excelente servicio del hotel Amherst) adopta una pose de desconfianza casi automática.

¿Qué desean?

Un par de dólares os facilita saber que Douglas se registró hace dos días, y pagó diez días por adelantado. Otro dolar que aparece como por arte de magia en las manos de Sutton le hace recordar que Douglas hizo bastantes llamadas desde el teléfono de recepción. Noooo, no escuché nada, qué me van a contar... escuché un nombre de calle: Lexington. No sé, era por la tarde, supongo, me importa más bien poco saber la hora, no se si me explico... Estuvo fuera casi todo el tiempo, incluída gran parte de las noches y no tuvo visitas.

En ese momento, Pickwell, llevado por una inspiración, echa una mirada al registro de clientes. Se ve más bien poco movimiento.

Si, y menos va a haber si la poli no quita el guardia que tiene ahí arriba, vigilando. En la puerta de la habitación 23, la del fiambre.

Ante la insistencia de Sutton (y otro dolar), el tipo da la vuelta al libro. ¿Ven? Nada. Solo el otro tipo, el de la 21. Justo al lado.

- Tiradas (5)
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28/11/2013, 20:05
Guardián de los Arcanos

LONDRES, AGOSTO DE 1933

 

La temporada había sido especialmente floja. McDonald llevaba ya mucho tiempo buscando posibles clientes para alegrar su negocio la próxima temporada: clientes de los ricos, o incluso de los no tan ricos que tuvieran interés en perderse por cualquier parte y por cualquier motivo. Periódicos, aficionados a la caza en diversos exclusivos clubs, excéntricos hombres de negocios que quisieran hacer Dios sabe qué cosa en lugares perdidos de la mano de Dios. Hasta sentía que quizá se estuviera pasando con el carácter que gastaba, pero se veía sonriendo al típico cliente seboso y le daban arcadas.

Por supuesto, siempre tenía algún trabajillo para el ejército. Cosas que salían cuando necesitaban algún extra, y que le tocaban a él porque conocía a mucha gente dentro del mismo.

El verano, pasado en Londres y entretenido en menudencias casi le hizo languidecer, y se estaba resintiendo su disciplina: ejercicios respiratorios bien de mañana, carreras suaves, dieta rigurosa. Un buen día se encontró enfermo, tras haberse levantado tarde, tras haber desayunado más que Pantagruel y tras haber permanecido en el sofá todo el resto de la jornada. Pero sucedió que la buena señora Buddington tenía que entrar a limpiar, y que llevaba bastantes días mosqueada con McDonald (llevaba la cuenta de sus Wiskies), así que le echó a la calle.

En un periódico viejo, amarillo y manchado de grasa, que le azotó el rostro había un titular:

O LA ANTÁRTIDA, O NADA

...rezaba el titular. Debía haber servido para envolver bocadillos. Conocía a Starkweather, de la guerra. Tras recuperarse de sus heridas tuvo que moverse mucho por África, y en Rhodesia hizo varios trabajos para él. Pensó en los científicos. Gente seria, a la que no hacía falta adular...

¿Y si... ?

Con eso, quedó sellado su destino.

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28/11/2013, 20:31
Guardián de los Arcanos

NUEVA YORK, 6 de septiembre de 1933, Hotel Amherst 8:00 horas.

Hace calor. Mucho calor. La ciudad hierve como una olla de calor húmedo que empapa cuellos de camisa y alas de sombrero. Aunque al aire libre una brisa ocasional alivia la tórrida atmósfera, dentro del Hotel Amherst el perezoso movimiento de los ventiladores de techo no hace sino mover el aire caldoso y asfixiante.

La puerta del hotel es un hervidero de periodistas a la caza de... bien. Ya lo sabes, puesto que en el bus acabas de leer el periódico.

Te ha llamado la atención porque habla de la expedición a la que vas a ir: ¡si! ¡Starkweather te recordaba! El cruce de telegramas ha sido relampagueante. Ellos necesitaban un topógrafo que no tuviera problemas en ir al fin del mundo, y apareciste tú.

Se supone que tienes hoy la última entrevista. Esperas que no haya problemas, ya que te has dejado los ahorros en el viaje. Bien. Nada se ha escrito sobre los cobardes, te dices.

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28/11/2013, 20:39
(Prólogo) Tim

Tim, el agobiado recepcionista, te atiende tras un rato de casi desesperarse, ya que, al parecer, ha habido un altercado en un pasillo, donde alguien le ha dado un buen puñetazo a uno de los periodistas que pueblan el lugar (es una invasión en toda regla)

Ahí le van, socio. El recepcionista es un entusiasta. La emoción por la importancia de su hotel, gracias a la presencia de tan eximias personas lo tiene en un estado de alegría permanente. Lanza las llaves con garbo a la barra de recepción, tras un floreo en el aire. Te quedas sorprendido.

Cuarta planta, subiendo a la izquierda, tiene la habitación cerca de la del profesor Moore. La del jefe está en la quinta planta. La salida de incendios está al final del pasillo, por si se pone caliente la cosa.

Las excesivas confianzas que se da unidas a su vigor inusitado, dado el cuerpo que gasta, y a que es, al fin y al cabo, el típico neoyorkino, se prestan a ser perdonadas.

Lo que haga falta usted me llama, Tim es mi nombre, estoy de 8 a 6.

Si señor, añade pensativo, imaginando aventuras, está bien verles a todos por aquí por fin. Le hace sentir a uno que es parte del tema ¿saben? Lo que daría yo por explorar el mundo. ¡Qué vida! La mujer, claro, no pasaría por ello, yo de expedición y eso. No señor, ni de coña. ¿Tiene niños? Si los tiene seguro que están que revientan de ilusión.

¡Eh, que me acabo de acordar!, tengo aquí un recado para usted. El profesor me ha pedido que le de esta nota. Y te da una nota con la apretada pero pulcra letra que debe pertenecer a Moore.

Bienvenido a Nueva York.

Le ruego que se encuentren conmigo en el barco tan pronto como se haya refrescado. SS Gabrielle, Muelle 74B, 12º Avenida, número 34, cerca de donde está atracado el Italian Royal Mail.

Atentamente. Moore.

Te quedas aun más sorprendido. ¡Si no has hecho la entrevista! Tienes la llave de una habitación, así que... bien. Llamas al hotel que habías contratado para pedir que traigan tu maleta al Amherst y te largas al puerto. 

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28/11/2013, 20:51
Guardián de los Arcanos

El viaje a través de 13 manzanas hasta el embarcadero del Gabrielle lleva tan solo unos minutos de amena charla con el taxista neoyorkino.

Los muelles del río Hudson son un lugar en continua ebullición. Huele a mar, petróleo, pescado y madera húmeda, todo ello mezclado con el sudor de los estibadores. Hay docenas de barcos de todos los tamaños y formas, en diferentes fases de carga o descarga. Enormes grúas manejan titánicos pesos sobre vuestras cabezas, y en el suelo hay restos de materiales de embalaje esparcidos, cristales rotos y trozos oxidados de metal. Los estibadores os maldicen y empujan a quien osa estorbar siquiera un poco. Se alejan dando grandes pasos sin mirar atrás. Hay que ser ágil para que los trabajadores no choquen contigo ni te increpen.

Atado en la zona norte del muelle 74, en las orillas del Hudson de la Ciudad de Nueva York está el Gabrielle, su proa orientada hacia el agua. En la parte sur del muelle, las instalaciones bien iluminadas y conservadas de la línea Italian Royan Mail, hacen que el amarradero de la expedición parezca pobre y poco importante.

Emprendes la subida de la Calle 34 Oeste, y cruzas la 12ª Avenida hasta divisar el frente del galpón del muelle. Hay una señal pequeña impresa, clavada cerca de uno de los dos portones:

EXPEDICIÓN ANTÁRTICA STARKWEATHER-MOORE.

IDENTIFÍQUESE AL GUARDIA. PROHIBIDO FUMAR.

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28/11/2013, 20:52
(Prólogo) Jim

Jim es un guardia obeso de la autoridad portuaria, de la policía y de quien haga falta, en estos tiempos en que las horas extra son como el oro. Debe tener un montón de niños en casa.

Te pide tu nombre y lo coteja con una lista. Llama por teléfono y anuncia que pasas.

Suba, jefe, te dice.

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28/11/2013, 20:54
Guardián de los Arcanos

El pantalán se extiende 180 metros en el río, y tiene 24 metros de ancho, y nueve de alto en el centro. La carga está almacenada en el interior: cajas, fardos, bidones y palets en montones de 4,5 metros de altura, alineados desde la zona de trabajo de la entrada en tres filas, con estrechos pasillos por el medio. La mayor parte de esta carga no parece ser para la Expedición Starkweather Moore, solo unos pocos embalajes y bidones de la parte norte del pañol tiene acuñado el nombre de la expedición. Hace mucho frío dentro, y está oscuro.

Una vía ferroviaria recorre ambos lados del muelle desde el pañol al barco. Hay vagones aquí y allá en los raíles cerca de grandes portones abiertos. Grupos de estibadores bajan y suben sin parar las rampas entre los vagones y el pañol, sacando la carga del interior o poniéndola en palets o redes para que la grúa las transporte a las bodegas del Gabrielle.

Subes la escalerilla del barco, hasta la cubierta, y te encuentras con un oficial de marina esperandote.

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28/11/2013, 20:55
(SS Gabrielle, 1º oficial) Paul Turlow

Los galones en su hombro indican que es primer oficial de la mercante. Te da la mano vigorosamente, mirandote a los ojos. Tiene un aire de perro callejero en la actitud que no ha podido (todavía) ser cubierto por las formas más civilizadas, pero se nota que se controla estupendamente. Va vestido de punta en blanco.

Buenos días. Bienvenido al Gabrielle, soy Turlow, su primer oficial. Sigame, ¿quiere?

Te conduce a una mesa cercana, en cubierta, llena de papeles y un teléfono donde, libreta en mano, departiendo con un oficial de estibadores, hay un hombre que sabes bien que no es Moore.

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28/11/2013, 20:57
(Starkweather-Moore, operario) David Packard

Se levanta y te da la mano vigorosamente. Se ve bien curtido por el sol, y sus manos son de trabajador, aunque viste de punta en blanco.

Buenos días, usted debe ser McDonald, el topógrafo. Cielos, le esperábamos como agua de mayo, créame. Soy Packard. El señor Moore no puede recibirle, de momento, ya que tenemos bastantes problemas que solucionar con la muerte de nuestro capitán, pero tendrá una entrevista con usted pronto.

Hay mucho que hacer, por supuesto, así que lo mejor es que se ponga manos a la obra. ¿Ha comido? En esa mesa tiene sandwich, y café en esa otra. Coja lo que deseen y vaya a ver al señor Silkes, en la cámara. Por esa puerta, cruzando el pasillo.

Después de comer ira usted al dentista -te da su tarjeta- y, ya en el hotel, nuestro Doctor Greene le hará un chequeo completo.

Ah, si, una cosilla más. Nos juntamos todas las mañanas a las 8:00, en la Habitación Rosa del Amherst, en ese momento Moore suele dar instrucciones, y controlar lo que se lleva hecho. Si no le veo de nuevo hoy, espero verle alli.

¿Alguna pregunta?

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28/11/2013, 21:05
Guardián de los Arcanos

Habéis llegado en silencio al puerto. La tripulación está consternada, y la encontráis toda reunida en el puente del barco, hablando del suceso. No sois capaces de trabajar mucho ese día.

Hay una novedad. Una nueva incorporación: un hombre muy serio que va a la mesa de Moore, a hablar con Packard, y que durante la mañana hace el acostumbrado viaje a la cámara de Silkes que, por cierto, ya tiene casi todos los trajes terminados. De hecho os molesta bastante llamandoos en cualquier momento para probaros un calcetín, o lo que sea que toque.

No queremos que la bota se lo trague ¿verdad? En cualquier sitio sería una molestia, pero en el polo le puede costar el pie gangrenado por quemaduras de frío. 

Pulaski, que ha pasado la noche con los perros, está consternado y os asaetea a preguntas... pero llega el momento en el que hay que hablar de trabajo, y este le absorbe. Junto con los demás guías, jefes de trineo y perreros, se lleva a O'Connel, para que todos vayan familiarizandose con ellos. Los malamute forman una jauría de lo más alegre, gruñen, aullan, jadean. Sus ojos lo ven todo, abiertos y claros contra el cielo de septiembre, aun caluroso, pero nublado. Hay dos o tres más con alguna herida, ya que, al parecer, Pulaski ha estado juntando a unos con otros de manera aleatoria. Hay una lista con sus nombres y con su posible rango dentro de las respectivas manadas. Piensa que en unas semanas habrá conseguido que se forme una sola sin demasiadas heridas.

Si no fuera verano y hubiera peligro de infección, iríamos más rápido. De momento, cree que la Alfa será una enorme hembra de seis años que se llama Elga y que mira todo con atención e inteligencia. Esta tiene carácter, y es lista ¿eh? Mira desafiante a sus compañeros, calculando a ver si alguno quiere apostar con él.

Así que O'Connel pasa toda la mañana jugando con los perros y contemporizando con el equipo de guías.

Hirch tiene que entrevistar a Longfellow, López, Menez, Miles y a Moore, aunque no sabe muy bien si al profesor le dará tiempo, así que avisa con tiempo a Myers, por si tiene que cambiar el plan. Va a ver al nuevo y anota su nombre, para que le sea hecho el preceptivo test psicológico.

Menez, como está siendo una tónica, se pierde entre las cajas, se equivoca de bodega, se tuerce un tobillo en una escalera... cuando ya ha localizado el sitio exacto en que tendría que haber estado buscando, le llama Hirch para hacer el test psicológico. Murmurando pestes sobre test y entrevistas, Menez va para allá. Cuando vuelve, se equivoca de nuevo de bodega, hasta que un amable marinero se lo señala, y le explica por enésima vez los términos náuticos más elementales: babor, estribor, proa, popa...

¡Por que no le llamarán delante, detrás, izquierda y derecha, como todo el mundo! grita indignada mientras se vuelve a sumergir en equipos raros. Pero para ese momento, ya ha sonado el gong que avisa de la hora de comer.

Sikes se apropia de MacDonald en su cámara. Mide la altura, el peso, la cintura, el pecho, el cuello, la entrepierna, el número del calzado, la talla de sombrero, de guantes y otras medidas, algunas sorprendentes. Conviene que esto se haga bien, dice si hay el más mínimo gesto de impaciencia o aburrimiento. Salvará su vida, se lo aseguro.

Tras apuntar todo en una pequeña libreta, le da sugerencias sobre cómo hay que utilizar cada una de las prendas (forros polares, botas, guantes, pantalones, parka, capuchas y monos: más de seis kilos de ropa en total), y hace que se pruebes algunas piezas más.

Además, Packard presenta al nuevo a toda la tripulación y a los hombres de la expedición. Es el topógrafo, comenta, denle la bienvenida. Será el encargado de que no nos perdamos en la nada, ahí abajo.

- Tiradas (2)
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29/11/2013, 03:07
Aramiker Menez

Bienvenido  a bordo. Con una sonrisa de cortesía.

Si necesita algo no tiene mas que perderse en la bodega, allí me encontrara entre cosas de las que desconozco, su nombre, su utilidad y su ubicación.

Refunfuña entre los dientes Menez.

Notas de juego

 

 

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29/11/2013, 03:14
Aramiker Menez
Sólo para el director

Menez se dedica a repasar el informe preliminiar.

Se supone que el investigador seguirá con lo suyo, no?.

En cuanto al pago, Menez le hace llegar el dinero ese mismo dia.

Espero que se esmera un poco mas porque de los interesantes no aparece nada.

Notas de juego

Para cuando mi turno con los perros?.

Que tal van las caminatas nocturnas?.

 

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29/11/2013, 17:12
Guardián de los Arcanos

Notas de juego

Se supone que seguirá, si. Para ser el primer día, es normal que haya ido a lo obvio y, de hecho, te parece seguro, por la abultada minuta, entre otras cosas, que está subcontratando a algún colega. Por cierto que no lo he puesto, que se me ha olvidado, pero aparecen indicios suficientes de la posible falta de preparación de Starkweather, tal y como vosotras mismas habíais descubierto.

De momento solamente el equipo de guías está trabajando con los perros. Cuando los tengan controlados, seguramente os pedirán que toméis contacto con ellos, para que se acostubren a vosotros y para daros un par de directrices muy básicas.

¿Las caminatas? Estupendamente, ya que hace fresquito y el barrio es apacible.

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30/11/2013, 00:35
Maggie O'Connel

- ¿McDonald? Perfecto, solo nos faltaría un galés ahora. Bienvenido a la expedición, soy Maggie O'Connell, llevaré un trineo y si hay algo comestible allá abajo trataré de cazarlo para el grupo. No soy topógrafa, pero me las apaño bien con la orientación, si puedo ayudarle en cualquier cosa cuente conmigo. Espero que el barco haga alguna escala, y así podremos abastecernos del agua de vida, uisce beatha. Prefiero el irlandés, pero no le hago asco alguno a un buen escocés.

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30/11/2013, 09:13
Alasdair MacDonald

MacDonnal odiaba New York. Por manzana contenía todo aquello que más detestaba: estaba sucio, olía mal, donde quiera que mirases había edificios y más edificios y ningún señal de verde y para arreglarlo estaba lleno de gente. Sin embargo, el carácter abierto y dado a tomarse confianzas de sus habitantes constituía un soplo de aire fresco tras meses viviendo entre la flema británica así que se plegó con gusto, quiere decir eso que se mostró educado, a las idas y venidas a las que le sometieron desde que puso un pie en el hall del Armherst. Que no hubiera hecho si quiera la entrevista y ya todo el mundo diera por hecho que trabajaba en la expedición no le contrariaba demasiado, tras meses viendo como sus escasos ahorros menguaban, no iba a decir que no a una fuente de ingresos. Eso sí, ante el jefe de personal, Packard, se entretuvo lo suficiente como para preguntar por los detalles de su contrato y sus obligaciones para la expedición, antes de, una vez satisfecha su curiosidad de saber dónde exactamente se metía, dirigirse a visitar al sastre. La muerte del capitán le preocupaba un poco porque sabiendo a donde se dirigían entendía la importancia de elegir a alguien plentamente capacitado, pero desde luego no levantaba sus sospechas ya que habiéndose producido en el muelle, seguro que se debía a algún encuentro desafortunado con un maleante.

Habiendo trabajado con anterioridad en expediciones a tierras de clima extremo y siendo mismo oriundo de Escocia, entendía perfectamente la importancia del trabajo del Sikes, así que se sometió sin abrir la boca a las atenciones de éste. Aunque tanta palabrería y comentario nervioso le terminó por levantar dolor de cabeza y según pasaba el tiempo las miradas aceradas que le iba dirigiendo aumentaban en frialdad y dureza. Finalmente, pudo librarse del hombre y se encontró ante un grupo de personas de lo más variopinto que le observaban con curiosidad. Sus ojos del color de los glaciares y que transmiten la misma temperatura se deslizan por cada uno de los presentes, observándoles, antes de inclinar la cabeza a modo de saludo cortés, mientras se quitaba el sombrero de fieltro por deferencia a las damas.

- Un placer, señoras- contestó a Menez y Maggie con fuerte acento escocés y voz de bajo. Ante las palabras de ésta enarcó una ceja, no muy seguro de creerse que aquella delicada florecilla fuera capaz de llevar un trineo y no menos de saber disfrutar de un buen whiskey. Sin embargo, su forma de referirse a él indicaba que sabia a qué se refería.- En las escalas no encontraremos más que agua de arroyo, el truco es contar con un suministro propio- añadió a ésta última con tono educado pero que no transmitía ninguna calidez. Alto, nervudo, de pómulos marcados y bigote bien cuidado, Alasdair vestía un traje de chaqueta de sufrido color gris con camisa bien planchada debajo, ropas sencillas, limpias pero gastadas por el uso.

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30/11/2013, 10:47
Chester Field

Tras consultar con el propietario de aquel cuchitril, Chester se reunión en petit comité con sus compañeros.

Bien... tenemos que colarnos en su habitación sea como sea; probablemente allí hallaremos alguna otra pista de las personas a las que había estado llamando. El problema es que no estoy seguro de cómo podemos deshacernos del policía. Sobornar a un agente de la autoridad es un movimiento demasiado arriesgado, y convencerle de que nos deje echar un vistazo podría ser harto complicado. Quizás podríamos distraerle con un "falso crimen", algo que llamara su atención lo suficiente como para hacerle abandonar su puesto de guardia.

Por otra parte, quizás el tipo de la 21 sepa algo más... o quizás podríamos colarnos, muy discretamente, por la ventana de una de las habitaciones colindantes a la 23 y echar un vistazo rápido, sin hacer ruido; pero de nuevo es un gran riesgo, si la policía nos pilla vamos a vernos en una situación muy apurada, y si el incidente llegara a saberse a Moore no le haría ni puñetera gracia.

Pero antes de optar por la opción más arriesgada, quizás valía la pena echar un vistazo a la más sencilla.

Así pues, ¿qué les parece? ¿Vamos a ver si el señor de la habitación 21 tiene algo para nosotros?

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30/11/2013, 11:42
Dominique Pickwell

Por mi parte adelante con cualquiera de las opciones, tambien podriamos pedirle al amable recepcionista que convenza de alguna manera al inquilino de la 21 para que baje y poder hablar con el. a malas siempre podemos entrar con la llave maestra del hotel.

Otra opcion es ver que hacen, el polizonte y el inquilino para comer, si les traen la comida, les podemos añadir algun somnifero y si bajan a por ella aprobechar y colarnos.

¿Que os parece?

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30/11/2013, 12:09
Chester Field

Drogar a un policía no le parecía a Chester la mejor opción; pero que el piloto se hubiera atrevido a plantearlo le pareció... interesante, por decirlo de algún modo. Chester añadióo a Dominique a su lista de "personas a las que tratar con cuidado".

Me gusta la idea de convencer al inquilino para que baje, bien pensado. Lo de las drogas, quizás sería mejor dejarlo para más adelante; drogar a un policía no nos conviene, con tanto periodista merodeando siempre tras nosotros.

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01/12/2013, 21:34
Dr. Arthur Hirsch

El día pasó rápido para Arthur. Empeñado en realizar las entrevistas planeadas a Longfellow, López, Menez, Miles y a Moore, apenas tuvo tiempo en reflexionar acerca del incidente con el capitán. El asunto le turbaba, le ponía en un estado de alerta que no había experimentado desde los años pasados en las urgencias del hospital. Varias ideas venían a su mente, pero al juntar las más evidentes parecía que alguien les empezaba a tender una trampa. Primero fueron los suministros que faltan y ahora el asesinato del capitán ¿Cuál podría ser el siguiente movimiento? El modus operandi del supuesto antagonista había sido sencillo y directo en todo momento. Esto lo hacía más perturbador, pues la siguiente vida en peligro podía ser la suya propia o la de alguno de sus compañeros. Tal vez pueda encontrar algo, el motivo de la muerte del capitán parece claro pero me gustaría corroborar que no hay nada que se nos escape. Tal vez mi colega en la policía acepte un mirón en la autopsia. He de probar suerte. Con esa determinación se dirigió al despacho del Sr. Moore para pedirle permiso para ausentarse y encaminarse hacia el hospital que le indicara la policía. Aquella oportunidad de poner parte de sus habilidades al servicio de la expedición no podía desaprovecharse.

Cuando descendía por la pasarela del buque Hirsch se cruzó con la nueva adquisición del grupo –Un placer conocerle, espero poder cruzar más palabras esta noche o mañana- el hombre parecía acostumbrado a este tipo de trabajo, al menos así lo atestiguaban sus ropas cansadas y las pocas palabras que había tenido tiempo de intercambiar con los tripulantes –De todas formas, seguro que nos conoceremos bien el día de su entrevista. Tendré que ver cómo hacer un hueco en el calendario, pero no será ningún problema. Ah, y bienvenido a bordo- Sin más, el doctor descendió al muelle y se encaminó hacia la calle principal en busca de un taxi que le llevara a su destino. 

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01/12/2013, 21:39
Dr. Arthur Hirsch

Arthur se disponía con comodidad en un confortable sillón tras su escritorio. En una mano hacía girar un pequeño vaso de whiskey con un pequeño trozo de hielo en él, en el otro sostenía una estilográfica con la que garrapateaba notas en un pulcro cuaderno.

-Siéntese por favor. Es un placer tenerla frente a mi. Supongo que esta es una situación a la que no está muy acostumbrada, en cuanto a lo de ser la entrevistada me refiero. Le gradecería que se relajara y que sea lo más sincera posible. Nada de lo que exprese aquí saldrá de estas paredes, la proteje el secreto profesional-

Sin añadir nada más, el Dr. le tendió el cuestionario a la afamada periodista.

 

 

Durante las últimos dos (2) semanas, ¿cuánto (o la frecuencia) le han molestado los siguientes problemas?

Nada

Poco

Medio

Moderado

Mucho

I.

1. ¿Tiene poco interés o placer haciendo las cosas?

0

1

2

3

4

2. ¿Se siente triste, deprimido o sin esperanza?

0

1

2

3

4

II.

3. ¿Se siente más irritado, de mal humor o enfadado que de costumbre?

0

1

2

3

4

III.

4. ¿Duerme menos de lo habitual, pero todavía tiene un montón de energía?

0

1

2

3

4

5. ¿Inicia muchos más proyectos que de costumbre o hace cosas más arriesgadas de lo habitual?

0

1

2

3

4

IV.

6. ¿Se siente ansioso, asustado, preocupado o nervioso?

0

1

2

3

4

7.  ¿Siente pánico o tiene miedo?

0

1

2

3

4

8. ¿Evita las situaciones que le causan ansiedad?

0

1

2

3

4

V.

9. ¿Presenta dolores sin explicación aparente (por ejemplo, cabeza, espalda, articulaciones, abdomen, piernas)?

0

1

2

3

4

10. ¿Siente que sus enfermedades no se toman suficientemente en serio?

0

1

2

3

4

VI.

11. ¿Tiene pensamientos de querer hacerse daño a usted mismo?

0

1

2

3

4

VII.

12. ¿Escucha cosas que otras personas no podían escuchar, como voces, incluso cuando no había nadie alrededor?

0

1

2

3

4

13. ¿Tiene sensación de que alguien pudiera oír sus pensamientos, o que podía oír lo que otra persona estaba pensando?

0

1

2

3

4

VIII.

14. ¿Presenta problemas con el sueño que afectaron la calidad de su sueño?

0

1

2

3

4

IX.

15. ¿Problemas con la memoria (por ejemplo, el aprendizaje de nueva información), o con la ubicación (por ejemplo, encontrar su camino a casa)?

0

1

2

3

4

X.

16. ¿Pensamientos desagradables, impulsos o imágenes que entran en repetidas ocasiones en su mente?

0

1

2

3

4

17. ¿Se siente impulsado a realizar ciertas conductas o actos mentales una y otra vez?

0

1

2

3

4

XI.

18. Se siente separado o alejado de usted, su cuerpo, su entorno físico, o de sus recuerdos?

0

1

2

3

4

XII.

19. ¿No sabe lo que realmente es o lo que quiere de la vida?

0

1

2

3

4

20. ¿Se siente cerca de otras personas o para disfrutar de sus relaciones con ellos?

0

1

2

3

4

XIII.

21. ¿Bebe por lo menos 4 bebidas de cualquier tipo de bebidas alcohólicas en un solo día?

0

1

2

3

4

22. ¿Fuma algún cigarrillo, un puro o una pipa, o usa  tabaco o tabaco para mascar?

0

1

2

3

4

23. Usa los siguientes medicamentos por su cuenta, es decir, sin receta médica, en cantidades más grandes o más que lo indicado [por ejemplo, analgésico, estimulantes, sedantes o tranquilizantes, la marihuana, la cocaína, alucinógenos, heroína, inhalantes o solventes, o metanfetamina?

0

1

2

3

4