Partida Rol por web

El enano contestó y fue música para sus oídos. Desgraciadamente el momento no era oportuno para esos menesteres y Uman clamaba a la acción mientras la plaza se iba llenando de espectros muertos que se multiplicaban con cada mordisco.

-Si sobrevivimos te invito a una cerveza después de esto Thorak, cerveza y un buen estofado con el dinerito que nos debe el bueno de Uman.

A los hombres se les llegaba al corazón a través de la barriga, eso pensaba la mediana. Ahora tendrían que atender otros pendientes con los muertos, es que en estos tiempos que corrían¿Quien no?

La mediana, que sin ser arquera profesional, se defendía un poco en lanzar zaetas y flechitas si la ocasión lo requería; rauda se apresuró a echar mano de la antorcha humeante fuera de la posada y prender una de sus flechas lanzandola a la caja y al centro de dónde provenian los bichos, o lo más cerca que pudiera 

-¡Que arda todo! Todo esto está perdido ya.

Estaba segura que no habría forma de salvar la Ciudad. Una vez la plaga se extendía no había forma de controlarla 

-Eleanor traía caballos tienen que estar cerca, ¿a cuanto to estamos de las cuadras?

El elfo habia acabado por aparecer. Norn se llamaba. Habia soltado las monedas. Una buena bolsa de ellas mientras indicaba en que direccion deberia encontrar al resto del "grupo". Apenas sopese la bolsa en mi mano, y para cuando me quise dar cuenta el tipo habia desaparecido.

Escueto en palabras el tipo. Me importaba una mierda. Habia pagado y eso era suficiente.

Me pase la mano por el rostro, acercando las pieles de mi antebrazo a mi nariz. El olor del cuero era agradable, al menos comparado con el lugar donde habia terminado.

En que maldito dios de los infiernos helados de los peludos cojones de los osos blancos debian creer esta gente para terminar en semejante pocilga. Ni siquiera los cerdos vivirian aqui y el olor... joder... y uno se planteaba por que tantos de estos sureños hablaban del norte como si fuera malo. El orin de orcos acumulado durante una semana olia mejor...

Avance con las direcciones que me habian dado. Era imposible perderse, aunque mis ojos no perdian de vista lo que tenia a mi alrededor y mi mano estaba cerca del mango del hacha.

Sombras, ruidos y en general mierda por todos lados, uno no sabia si le iban a saltar encima para robarle la bolsa o restregarse... y no es que molestase lo ultimo, pero no, no aqui, no en este lugar, joder hasta yo tenia un minimo.

Los ruidos seguian incrementandose y al poco llegaba a una especie de plaza, donde un edificio bastante obvio marcaba el lugar. Taberna.

La taberna, vale, punto alcanzado. Esos tipos debian estar por aqui. ¿Como era? Un enano... una mediana... una elfa... y una muchedumbre de humanos. Esos ultimos no ayudaban pero el primero sobretodo era dificil de pasar de alto con tanto metal a su alrededor.

Ehhhhh vosotros!!! - Alce la voz para que fuera imposible no oirme, aun con todo el barullo, mientras señalaba con mi hacha en la direccion en la que habia venido, aunque mis ojos estaban con el grupo. - El tipo llamado Norn dice que os encontraria aqui, que nos vamos de excursion al... - Iba a decir mas cuando el tumulto me obligo a fijarme en lo que sucedia y una sonrisa ancha y sangrienta asomaba en un rostro ya de por si marcado por las inclemencias del norte y la brutalidad de la vida en las montañas.

Rei con fuerza, carcajadas que encontraban resonancia en mi atletico y ancho pecho. - Caminantes al norte... caminantes al sur... de los vuestros uno no se harta... sois como un banquete interminable de carne podrida. - Con cada paron, sopesaba el hacha mientras me colocaba en posicion de blandirla.

¿Cual es el plan? - Por las formas del enano estaba claro que queria darle matarile a esos despojos. - ¿Los matamos a todos o corremos? ¿Serviran tus cortas piernas para la carrera enano? - El tono era hosco, casi brutal y algo salvaje, pero no parecia buscar ofensa alguna. Solo era como el acariciar de dos piedras en medio de una ventisca de nieve.

Volteo a ver a mis compañeros como si estuvieran sordos.

-Formemos una cuña y atraigamos a esos demonios hacia nosotros. Si nos tienen como objetivo, no escurriràn por el resto de la ciudad.

Parado sobre los estribos empiezo a disparar flechas a los enemigos que màs se alejan.

-¿Una cuña? ¿Y si mejor nos largamos de aquí?- dice dirigiéndose hacia su compañero- Mejor irse y morir otro día. Que morir por no escapar a tiempo.

La muchedumbre huye de la plaza y en medio quedan unos 25 zombis comiéndose a 25 víctimas en el suelo.
Frente a ellos sólo queda un pequeño grupo que ha permanecido en el lugar, quizás unos locos o extranjeros profundamente ignorantes.

Gorgag se fija bien en ellos desde arriba los muros, hace visera con la mano. No puede creer lo que ven sus ojos. Son los de anoche.

Un zombi levanta la cabeza de su víctima en el suelo. Apenas le ha dado tiempo a arrancar un par de trozos y ya está convulsionando... No se comen a los suyos.
Con ira y fastidio levanta la cabeza buscando más carne viviente y repara en los únicos que quedan en la plaza. Se queda como embobado por un momento, luego sacude la cabeza, se levanta rugiendo y corre babeante hacia vosotros con las vísceras de su víctima aún en las manos. Siete más le siguen.
Es Eleanar, o lo que queda de él.

¿Cuña? ¿Quien narices queria ponerse a hacer una cuña en medio de una plaza contra los muertos? Estos sureños estaban como putas cabras...

Aprete el mango de mi hacha y mire de reojo al que decia de salir corriendo.

Este lugar era infecto y sus gentes cobardes, pero si no deteniamos aqui a los muertos... se multiplicarian y multiplicarian y acabariamos corriendo como ratas por todo este lugar con los caminantes incansables detras y eso era una mierda por la que no iba a pasar. Ademas de que por mis cojones y los de los osos norteños que iba a reventar cabezas. Estaba harto de tanto caminar, polvo y caminar... y menos iba a hacerlo con esos detras.

Busquemos un lugar estrecho, enano.

Acabar rodeado, incluso de esos caminantes debiluchos, eran ganas de querer acabar convertido en uno de ellos. Muchos de los mios lo habian aprendido por las malas... yo no lo haria.

Comence a moverme hacia la taberna y al lado del enano, pero sin quitar los ojos de encima a mi enemigo. No tardaron en venir a por nosotros... hambrientos...

Una amplia sonrisa, que marco aun mas las cicatrices de mi rostro asomo a mi rostro, mientras la sed de sangre y el deseo por la batalla se hacian mas y mas patentes en mi persona. Sin dudarlo ni un instante, oscilaria mi hacha para comenzar la masacre.

Thorkall aprieta los dientes y avanza hasta situarse a la altura de Arek para acompañarles su movimiento hacia un lugar más estrecho y no quedar separado del grupo.

Según se le aproximan los primeros muertos vivientes lanza dos rápidas estocadas con el filo de su espada.

La primera alcanza en pleno rostro a Eleanor (o lo que antes era Eleanor), pero la segunda se pierde en el aire.

Parece que no queda más opción que luchar. Thriner desenvaina su espada y acude junto a sus compañeros al lugar donde se estrecha la plaza. Una vez allí aprieta con fuerza su espada y comienza a lanzar tajos contra los zombis.

El retaco parece cambiar de estrategia al tratar conmigo y apela a mi estómago. Es toda una estratega ¿cerveza y estofado?¿a un enano?

-Ya casi estoy saboreando ese estofado con cerveza, pequeña - digo moviendo el brazo del hacha en un amplio molinete para calentarlo en previsión de lo que se nos viene encima, pero justo cuando voy a lanzarme a por los muertos otra voz que no identifico me hace girarme

Otro pataslargas se une al grupo, uno de esos descerebrados norteños que o se las da quiere dar de gracioso o tiene menos empatía que yo, que ya es decir. Lo miro de soslayo un momento, serio, y acabo sonriendole de forma burda y brutal viendo que es más de lo último que de lo primero. Otro que no se anda por las ramas y no sabe filtrar lo que piensa antes de hablar.

- Aun no ha nacido un humano capaz de vences a un enano en el manejo de un hacha- gruño en lo que para un niño sería una mueca digna de aparecer en sus pesadillas pero que en mi feo y desfigurado rostro es una sonrisa

Asentí a la indicación de intentar formar un cuello de botella donde no pudieran rodearnos con tanta facilidad. Dos hachas sajando todo lo que se acercara tendría que valer mientras el resto... ( El resto podía apostar a ver quien troceaba más podridos. Total, tampoco eran tantos, pensé mientras la primera oleada se nos echaba encima)

Apreté el mango del hacha, alcé ligeramente el escudo y empecé a dar hachazos...

Siguiendo a los fortachones Lilium se parapeto detrás de ellos en aquel estrecho callejón donde tratarían de hacer un frente.

-

Todos aquellos musculos delante suyo la tenían nerviosa, incluso tanto como los muertos vivientes, es que una se podía morir tanto de un mordisco como de un ataque cardíaco.

La embestida con la que el enano se defendía la hizo sonrojar., incluso hasta ya había aceptado irse a beber algo juntos. ¡Aquello prometía!

Aprovecho para entre los cuerpos de los humanos y la Rechoncha pero fornida forma del objeto de su atracción lanzar con su honda pedradas a los bichos que fueran llegando. Vamos que no se morirían pero seguro que los tumba o los hacía perder equilibrio suficiente para simplificarle el trabajo a una bien afilada hoja de espada o hacha.

Al ver que al fin somos el foto de atenciòn y que mis compañeros se reagrupan hacia un callejòn, galopo hacia mis enemigos para rodearlos y lanzo un par de tajos con mi espada, antes de reagruparme.

-¡Yiahhh!, ¡Yiahhh!, ¡Yiahhh!- Grito mientras rodeo y ataco. El primer tajo pega en el torso de uno de aquellos mostruos, y el segundo en el brazo de otro de ellos.

Si alguno màs estaba pensando en desperdigarse por otra parte de la ciudad, seguramente ahora nosotros serìamos màs atractivos por el simple hecho de movernos frente a sus ojos.

El grupo retrocede hacia los callejones donde esta la taberna de la que acaban de salir. Se compactan unos con otros, Arek el barbaro, Thorak el enano y Thorkall el mercenario hacen un frente de tres fornidos defensas a los que se une valerosamente Thriner el vagabundo, que no es un tipo pequeño para nada, esta delgado pero es muy alto sacandole al mercenario mas de una cabeza. Con un habil tajo secciona la cabeza de un muerto... Enseguida vienen mas como perros rabiosos y empiezan a amontonarse los cadaveres con cabezas hendidas y ruedan por el suelo cabezas cercenadas.... CHOP CHOP CHOP!!!

Los golpes se suceden, Arek derriba dos con facilidad, Thorkall decapita al zombi de Eleanar, Thorak derriba otros dos hendiendoles el craneo...

Desde atras del muro de hachas y filos Lilium carga su honda y abre el craneo como una sandia de uno que quedaba suelto y se acercaba peligrosamente... Viene otro mas, apunta de nuevo y lo derriba de una pedrada en la boca que le revienta todos los piños.

Mientras tanto Uman corre a lomos de su caballo de guerra de un lado a otro haciendo volar muertos a cachos... Brazos cabezas... Derriba dos mas en medio de la plaza y retrocede con sus compañeros.

La primera embestida fue repelida y los caveres yacen desmembrados a los pies de los aventureros. Las cabezas cercenadas todavia se mueven y voltenan los ojos intentando morder las botas que les pasan cerca.

Pero no ha terminado todavia...

-Uy siguen llegando.

Comentó la mediana como si aquello fuera lo más natural del mundo.

Cargo su honda nuevamente y se ocupó de menguar el grupito de nueve que venía tomando el rumbo de los valerosos defensores.

-Se fijaron en la cara del perro del Teocrata. Nos reconoció de anoche.

Sentenció la muchacha refiriéndose a Gorgag y luego se lamentó pensando que tendría que posponer su cita.

-Cuando esto acabe y si todavía quedamos con vida recomiendo sacar los caballitos que nos proveyó el difunto Eleanar y salir raudos. No habrá mucho tiempo para beber.

-¡Yiahhh!, ¡Yiahhh!, ¡Yiahhh!- 

Espoleo mi caballo para arrollar al primer grupo de cadàveres, sin embargo las garras de uno de ellos pone nervioso a mi caballo y debo sujetarme con fuerza para no caer. Intento mantener la marcha, para atacar, pero ruedo de la grupa.