Partida Rol por web

El despacho es amplio, hecho en su mayoría de madera incluyendo techo, suelo y dos de sus paredes, confiriéndole así un aspecto más elegante y serio aunque quizá también algo anticuado dado que los muebles han sido elegidos del mismo tipo.
Lo único que "moderniza" un poco la estancia es un cuadro cubista y colorido detrás del robusto escritorio de madera de cerezo lacado y una alfombra que cubre casi toda la sala y parece haber sido adquirida recientemente ya que su color es todavía muy vivo y su tacto suave.

-Me ha costado bastantes años de esfuerzos e inversiones que no vienen al caso en éstos momentos, pero no debes sentir que tiene menos mérito que consigas algo de éxito, yo sólo dispondré el local, eres tú el que debe ganarse a los compradores y editores con tus fotografías... Piénsatelo bien antes de decidir- seguís a Gerard hasta que éste se detiene frente a unas puertas dobles finamente talladas, cómo las de todas el Elíseo. El pasillo en cuestión dónde se encuentran está bastante vacío debido a que ahí no hay ninguna sala de baile o reunión "pública" y cuando entráis veis el amplio y cálido despacho.

-En realidad yo sólo me he encargado de la fiesta, los que han venido han sido en su mayoría por la "obligación" de una invitación directa de la primogenitura y del Príncipe, no es que podáis negaros, ¿no? Lo lamento- confiesa con una sonrisa mientras se acomoda sentándose en el borde del escritorio y mira de reojo la puerta antes de volver a centrase en vosotros y en Patrizia, la cuál parece algo nerviosa e incómoda.
-¿No vas a decir nada, Patrizia? Estás bellísima, vendería mi alma por verte sonreír- tras lo cuál Patrizia le mira de forma fulminante en lugar de sentirse halagada y él sonríe divertido.

Sigues a Irina hasta que ésta se detiene frente a unas puertas dobles finamente talladas, cómo las de todas el Elíseo. El pasillo en cuestión dónde se encuentran está bastante vacío debido a que ahí no hay ninguna sala de baile o reunión "pública" y cuando entráis veis el amplio y cálido despacho, pero allí ya hay otros vástagos... El primogénito toreador, Gerard, sentado en el borde del escritorio, y frente a él alguien al que no conoces (Blake) y la primogénita Malkavian, Patrizia, sujeta a su brazo con expresión incómoda y algo asustada.

-No te imaginas lo pesado que se me ha puesto, ¿porqué no podía limitarse a seguirme?- espeta mientras suelta el brazo de Vincent cómo si se quitara un peso de encima y cierra las puertas quedándose junto a ellas ceñuda.

A pesar de haber sido interrumpidos de una forma tan brusca, Gerard se gira hacia los recién llegados con calma y mirada crítica, manteniéndose una sonrisa afable en el rostro.
-Cálmate mi belicosa Irina, hubieras conseguido más de él con buena educación, no debiste de ser tú el que lo trajera- Irina se limita a entornar los ojos mientras Gerasimovich se dirige ahora hacia Deline -Le ruego que disculpe a mi compañera, en su diccionario no consta la palabra paciencia y educación, pero sí la nobleza y la valentía, quizá lo acabe descubriendo usted mismo- comenta mientras mira a todos los presentes y entonces se separa del escritorio mirando su reloj un instante.
-Todavía faltan más invitados, no se impacienten.

Entro en el despacho con Irina aún sujetándome el brazo y veo que en su interior hay dos hombres y una mujer. Uno de ellos es el primogénito Toreador al que vi en la fiesta mientras hablaba con otras personas. Su acompañante no me era familiar, ni falta que me hacía. Sin embargo la chica que se aferraba a su brazo es la primogénita Malkavian. Empezaba a haber demasiada "nobleza" en la sala. No podía salir nada bueno de aquel despacho y estoy seguro de que me traerá problemas.

Miro a Irina a los ojos tras escuchar a ambos. -En ningún momento se te ocurrió pedir las cosas por favor, ¿verdad? Puta chiflada. -No te preocupes, que ya te enseñaré modales, que con la valentía a solas no sobrevivirás mucho, hace falta algo de raciocinio para no morir como un necio.

Miro a Gerard -Quizá simplemente lo acabe. -Sentencio sin dejar claro si es una amenaza o una afirmación a su pensamiento. Miro a los demás y me inclino levemente para saludar a ambos primogénitos. -Mis respetos señores y señorita. -Me quedo allí de pie esperando que alguien se digne a ofrecerme un asiento o a que digan algo más que merezca la pena oír.

La puerta se abre de nuevo e Irina tiene que apartarse de ella con un pequeño traspiés mientras entra Graziella, sin su llamativo collar, y Alexander, el vástago que acompañaba a la primogénita brujah al principio de la velada.
-Buenas noches a todos...- dice con una inclinación de cabeza mientras cierra las puertas tras de sí y mira a todos los presentes. Gerard de pie junto al escritorio, frente a él Blake cogido del brazo a Patrizia y cerca de ellos Vincent con expresión algo malhumorada.
-Ya faltan pocos pero el más importante...- acompaña a Graziella hasta una mullida silla, acercándosela por si le apetece tomar asiento ante tan extrañísima reunión de primogénitos y neonatos.

-En ese caso, intentare traer mi mejor exposición- Aun sin dar algo concreto Blake deja el tema por finalizado. -Am, que interesante..- Confieso al saber el porque se ha realizado esta fiesta mientras doy unos pasos para cruzar el umbral hacia el despacho, junto a Patrizia que parece algo asustada a la vez que nerviosa. En la sala irrumpe una chica de cabellos rojizos acompañada por un elegante señor lo que hace girarme hacia la puerta, por su estado diría que no esta de muy buen humor..-Vaya, parece que no vamos a ser los únicos- no soy el que debe pedir calma asi que el sr. Gerasimovich me ahorra saliba en ese momento -Buenas noches- Siento tanto miedo o mas como mi acompañante, mas que miedo, incomodidad en este lugar tan sobrio. También me siento engañado por que no esperaba ningun tipo de reunión en una fiesta como esta y al parecer aun falta mas muchedumbre cuando vuelven a interrumpir abriendo la puerta de nuevo, entonces me giro hacia Patrizia..

-¿Como te encuentras?- pregunto lo mas disimulado que puedo hacia mi acompañante y solo quiero un gesto como respuesta.

Camino junto a Alexander hasta una habitacion, abre la puerta y lo primero que veo es esa pelandrusca de pelo de colores, por un instante sopeso marcharme pero no voy a darla el gustazo. La sonrio y entro viendo al resto que hay alli. Gerard, Vincent que se ve que no tiene buena cara, Patrizia con ese chico que dice algo de una exposicion. Una reunion es lo que se hara en ese lugar y yo que queria tranquilidad. Alexander me acerca una silla cortesmente y le sonrio Muchas gracias y me siento alisando el vestido mientras me mantengo recta pero relajada. Miro a Patrizia y la sonrio, espero que me recuerde de ese dia en que la visite, se la ve bastante bien al menos no va tan desastrosamente vestida. ¿Quien sera el mas importante? odio estar en un lugar que no conozco y con gente que habla en codigo

La "joven" Patrizia mira a los recién llegados con expresión temerosa y desconfiada, volviendo la vista un instante a Gerard como si supiera que él es el "encargado" o artífice de la reunión, se encoge un poco sobre sí misma y murmura algo por lo bajo para que sólo su acompañante sea capaz de oírlo mientras mira de reojo a Irina apostada junto a la puerta, custodiándola casi cómo si de un perro guardián se tratara.

-No me gusta ésto...- se limita a murmurarte mientras niega con la cabeza desconfiada, en realidad parece que eres del que más se fía y éso no es decir mucho puesto que apenas os conocéis... O quizá indique que tipo de vástagos te están rodeando en esos momentos, epro al fin y al cabo está "chiflada"...

Gerard sonríe cómo si la situación empezara a resultar cada vez más interesante o divertida mientras Alexander se mueve quedándose justo detrás de la silla donde se ha acomodado Graziella, apoyando las manos en el respaldo en actitud casi "protectora".
-Pueden tomar asiento si lo desean, pónganse cómodos, siguen siendo mis invitados- comenta mirando a todos con calma, dejando tiempo para que se acomoden los que así lo deseen antes de proseguir.
-¿Qué me dirían si les propusiera una posición de poder que la mayoría de vampiros el doble de antiguos que ustedes ansían?- pregunta deteniendo su mirada unos segundos en la de Vincent para después volver a sonreír hacia los toreadores -Y qué pensarían si admito que tampoco les doy opción a rechazarla- ahora su sonrisa se torna algo ladeada, pero para un genio de la manipulación cómo él lo que debería resultar tétrico le da sólo un aire "travieso".

-Ni a mi..- Murmuro hacia Patrizia a la vez que ella me intercambia unas palabras sin hacer caso a sus continuos cambios de humor o comportamiento, me gustaba tenerla como acompañante. Carraspeo y me voy hacia tras para tomar asiento en algún espacio vacío del sofá, dejo que tome asiento ella primero y después me asiento algo informal en el reposabrazos del sofá..

-Creo que será mejor que empieces desde el principio.. Me cruzo de brazos mirando a sr. Gerasimovich..si quiere que acepte su propuesta claro- Siempre hay gato encerrado, si no aceptaria tener mas poder, eso es evidente. -"¿Y a cambio que es lo que recibiría usted?"- Supongo que el ganara algo a nuestra costa.

No merece la pena el molestarme en hablar siquiera. Esto incluso se podría considerar secuestro y extorsión, así que dejo que los demás hablen mientras miro a Graziella, que parece estar tan incómoda aquí como yo. Busco un sitio alejado donde sentarme a ser posible desde donde se vea la puerta y a todos los "invitados". Qué más da lo que diga entonces. Habla y déjate de rodeos.

Me siento y observo a Irina un momento antes de volver a poner mis ojos en Graziella y el hombre que le acompaña. Parece que soy el único que va sin acompañante, así que dejaré que los demás tomen la iniciativa. Mio a Gerard inquisitivo esperando alguna respuesta más mientras me relajo y quito la cara de enfado. Será mejor que nadie sepa nada de mi estado, como si no me importara.

Gerard comienza a hablar y Alexander se aposta tras de mi. ¿poder? ¿una posicion envidiable? ¿imposible de rechazar? miro de reojo al resto de los integrantes de tan extraña reunion, unos manteniendo las distancias mientras otros comienzan el dialogo eso me es mas interesante, no se yo si...creo que es una maldita encerrona y no me gusta es... no se si podria relajarme en este lugar, me arrepiento de no haberme ido como pretendia aunque si todo sale bien, puede que tenga algo interesante que hacer en cuanto salga y creo que el poder es adictivo...

-Si les estoy ofreciendo una posición y poder, es evidente que yo adquiriré cómo mínimo el mismo o mayor que ustedes, seré el titiritero detrás de los hilos, creo que eso lo expresa bien y sin tapujos, ¿no creen?- mira a todos dejando claras sus intenciones y pretensiones, que deis la cara mientras él es el que dirige "todo", aunque todavía no tenéis muy claro qué es ese "todo".
-Se preguntarán porque ustedes y no otros, y la explicación la tienen debajo de sus pies...- deja que miréis de reojo si así gustáis la extraña alfombra que cubre casi la totalidad del despacho y sonríe satisfecho.

-En mayor o menor medida se han implicado con su creación, porque saben de la existencia del Libro...- su mirada se detiene sobretodo en la de Graziella antes de pasar a Vincent y concluir en Blake.
-Lo lamento, es verdad que tú no sabes de cuál estoy hablando, pero Patrizia sí y necesitaba que viniera para tener a todos los sabedores de ello que todavía no han muerto- confiesa con una naturalidad inamovible mientras abre uno de los cajones del escritorio, sacando algo envuelto en terciopelo azul marino que desenvuelve y tiende a Deline. Se trata de una daga de plata probablemente ornamental, aunque lo que más llama la atención es el extraño cristal que sirve de empuñadura.

-Ésta es la herramienta para el triunfo. Escoja sabiamente y seguirá vivo. Bueno, ya me entiende- añade con tono de burla mientras espera pacientemente a que decida.

Esto cada vez toma un cariz mas extraño si cabe, habla y habla, nombra el libro si no hubiera entrado en el museo seguro que no estaba aqui, mas me parece una encerrona que otra cosa mi rostro sigue imperturbable como una estatua clasica en su posicion, inamovible y puede que un poco tensa. Miro la alfombra de reojo sin llegar a apartar la mirada del primogenito Toreador. No puedo creerlo nos esta pidiendo que matemos al principe o que confabulemos con el para hacerlo. Claro que si voy y se lo cuento no me creera a menos que le lleve pruebas y entonces traicionaria a mas gente. Un maldito dilema moral, el bien de uno por el bienestar de la mayoria. Creo que seguire el ejemplo de mi padre, esperar y luego decidir, juego a dos bandas si es necesario Le entrega la daga a Vincent, esta esperando a que la coja espero que no intente que yo tambien la coja por que ahi...bueno hay muchas maneras de hacer las cosas

Tengo una mano apoyada en mi mentón escuchando a Gerard atentamente y alternativamente mis ojos se posan en la alfombra y seguidamente después en el primogenitor Toreador de nuevo, hago un gesto con la mano como que no entiendo que es lo que "oculta" esa alfombra.

-Si quiere que sea uno de sus hilos, tendré que saber de que se trata ese libro, no quiero quedar mal en mi primer dia de trabajo- Bromea Blake a la vez que Gerard saca algo envuelto en terciopelo azul que empieza a desenvolver y no aparto la mirada de sus movimientos para ver lo que se oculta dentro. Empiezo a sentirme aun mas incomodo al ver esa extraña daga, mas que nada no se lo que esta ocurriendo..-y que se supone que tenemos que hacer..- Deja en el aire mirando a Graziella unos instantes y de nuevo posar la mirada hacia el portador de la daga..

Miro como me tiende la daga para que la coja. No e fío de nadie y menos de esta gente que no conozco, aunque suena tentador el tener más poder no quiero arriesgarme a tomar una decisión apresurada. Además, me gusta tener el control y no ser marioneta de nadie.-¿Por qué no nos da mas información antes de hacernos elegir? Aunque según a dicho no tenemos elección, así que qué mas da si la cojo o no. ¿No cree?

Dejo a Gerard con la daga en la mano. No es muy cortés por mi parte, pero los pactos con el diablo no deben hacerse a ciegas sólo por educación. Jueguecitos los mínimos, que empiezo a olerme a que viene esta extraña reunión y tanto "poder" a repartir no viene de nada fácil y sin consecuencias.

-Me esperaba algo más de arrojo por su parte pero no importa, es su elección- se encoje de hombros y dirige sus pasos hacia Blake, tendiéndole entonces el arma con el mismo gesto calmado y aparentemente paciente que empleó con Deline.
-Ésta es la herramienta para un ascenso sin igual, aunque evidentemente deberás demostrar que lo mereces empuñándola para acabar con el vástago que va a entrar en un instante por ésa puerta...- su mirada se dirige de reojo a Graziella con una sonrisa de satisfacción.
-Ella ya sabe de qué se trata, apuesto a que puedes imaginártelo pero para poder confiar en ti lo harás sin más información, después responderé a todas tus dudas- afirma con seguridad mientras le mira a los ojos sin signo de mentira.

Ahhh genial-Río y aplaudo mientras me pongo de pie.-Osea, que hay que empuñar el arma y matar al vástago que va a entrar por esa puerta. Claro, lo normal, asesinato en el Elíseo.-Me dirijo hacia donde se encuentra Irina, es decir, la puerta.-Es tan sencillo como que por esta puerta pueda entrar incluso el príncipe, que citado por usted venga confiado. Disculpe pero creo que está loco.-Aqui hay mas gente que sabe de qué va esto y yo no quiero ni saber quién va a entrar por esta puerta.

-No no, a mi no me liáis. Ni se os ocurra meterme en vuestros planes. No soy marioneta de nadie y menos si es un cobarde quien mueve los hilos. El poder se lo gana uno mismo señor mío.-Agarro el pomo de la puerta con intención de salir-prefiero no ver siquiera quién entra. Además, yo no sé nada de ningún libro, se han equivocado de persona.