Partida Rol por web

Al desenvainarla ves los grabados de la hoja, exquisitos, la hoja es tan pulida que cortaria un pelo solo al cortar el aire. Recibes un fogonazo, ves a una dama con una tunica blanca ensangrentada, sin rostro no sabes quien es, tiene los brazos abiertos clamando por ayuda antes de desaparecer. Solo te queda un dolor de cabeza nada mas y la empuñadura del arma brilla con luz fantasmal mientras notas que te ha estado esperando durante toda la eternidad.

Tras tener la visión de la mujer me queda un dolor de cabeza y una sensación de que esa espada está hecha para mí. Dado que desconozco la naturaleza del conjuro y ante de que pueda quedarme unido a ella para siempre le paso varios detectores de micrófonos y de residuos de pólvora y similares en la sala de "desinfección". Cuando compruebo que está limpia paso a la sala y la guardo bajo llave en una caja.

Tengo que hablar con Marizsa sobre la espada antes de volver a tocarla siquiera. O quizás deba buscar algo sobre ella en la biblioteca. Salgo de la cámara dirección mi despacho para llamar por teléfono a ver si me pueden hacer el encargo de las balas dejando la espada un momento alejada de mi cabeza.

Al otro lado del telefono suena un par de veces y lo coge un hombre mayor por la voz que te pregunta que deseas. Tras un rato en el que se lo dices, intentan convencerte de que no es muy factible pero que lo intentara, saldran muy caras pero podra tener un par de cargadores en dos noches como muy pronto.
Cuelgas y tu mente vuelve a la maldita espada, estaba limpia de todo, tiene que ser algo mas de lo que te imaginas, no sabes que pero tiene que ser algo.

Cuelgo el teléfono y me recuesto en el sillón. Me quedo allí, pensativo, con la mirada perdida y reflexionando acerca de la espada que hace escasos minutos guardé en la caja fuerte. Algún tipo de magia, sin duda. ¿Maldición quizás? El caso es que no puedo quitármela de la cabeza y quiero saber más sobre ella.

Me levanto del sillón y salgo del despacho. Bajo hasta la cámara acorazada y me quedo parado ante la puerta, dudo si entrar o no, pero finalmente abro la puerta y la caja donde se encuentra la espada. Allí sigue, tal como la dejé, enfundada. La saco con cuidado y salgo de la cámara con ella en las manos. Entor en una habitación y cierro con llave. Desenvaino la espada lentamente. Es una espada de aspecto medieval con finos grabados. La sostengo por el mango y la levanto para verla a la luz de los fluorescentes del techo.

Ahora vuelves a sentir una sensacion de mareo, estas en otro lugar, un salon frente a ti hay mas gente, un hombre que no conoces vestido con ropas exquisitas para la epoca, un abrigo rojo como la sangre con pantalones marrones y una camisa blanca, a su diestra una espada y junto a el una mujer de pelo rubio que lleva un vestido rojo con mascaras ambos, es un baile, el gesto de ella es de disgusto cuando las puertas se abren y entra un hombre que sonrie antes de hablar
Os agradezco la invitacion, pero es hora de que me devolvais algo que es mio

De pronto me transporto a otro lugar, a otra época. Una fiesta, un baile de máscaras en una gran y lujosa sala de baile de hace unos 100 años. La verdad no estoy seguro. Una mujer con un vestido rojo y un hombre con capa. La gente se mueve alrededor bailando, hablando, riendo y sin embargo la muchacha rubia no está cómoda con el hombre con el que baila. Me fijo en ella un poco más. Miro mis manos, ¿tengo manos? ¿y la espada? Entra un hombre por la puerta reclamando lo que es suyo y quedo a la expectativa de ver qué ocurre.

Entonces comienzas a verlo desde la perspectiva del hombre que ha entrado eres el, la espada no esta en tu mano sino en la cintura del otro que sujeta a la rubia con fuerza.
Creo que no lo entendeis señor, ella ahora es mia como la hermosa arma que os arrebate de vuestra casa familiar, que por cierto espero que haya ardido muy bien, tan antigua pero la piedra suele arder bien
Notas furia, ira, como la sangre comienza a bombear a hacer que todo comience a verse a camara lenta, eres un borron mientras saltas para separarlos, ella cae a un lado de rodillas mientras la mascara rueda y el pelo cae de su peinado ocultando el rostro. Su acompañante desenvaina el arma y de repente te ataca, consigues esquivarle pero atraviesa a una de las invitadas antes de con un certero golpe atravesar tu corazon y dejarte inmovil en el suelo. Se levanta y su arma se levanta sobre tu cabeza va a cortartela pero una mancha roja se lo impide haciendo que comience a arder por los cuatro costados y que la suelte.
SE arrodilla a tu lado y puedes ver el rostro de Marizsa que sonrie mientras acaricia tu rostro, su rostro con suavidad y le besa en los labios
Anna Valerius, me causaras un dia la muerte princesa gitana pero no me importara. Toma la espada es tuya, te la regalo mi amada
La espada descansa un par de metros mas alla de donde reposa el cuerpo que comienza a sanar las heridas que le han causado

De pronto me encuentro en el lugar del hombre que ha entrado. Ahora soy él y puedo ver a través de sus ojos, sentir lo que siente. Siento ira, odio hacia aquel que ha quemado mi casa, se ha llevado a mi amada y me ha quitado la espada. Un cruce de palabras y entramos en batalla. Una estocada, un esquive y una nueva estocada que me atraviesa el corazón. Caigo al suelo.

El otro hombre pretende cortarme la cabeza, pero entonces, una gran llamarada le cubre por completo. Empieza a arder y deja caer la espada a mi lado mientras el fuego le consume. Marizsa, la mujer rubia se arrodilla a mi lado y me acaricia el rostro. Una sensación de amor y de pena me invade, y pese a todo, pese a saber que algún día me matará, la sigo amando. Le ofrezco la espada, se al regalo y me empiezo a recuperar de mis heridas.

Un nuevo viaje, como si te absorviera un agujero de gusano es algo que te revuelve las tripas. Estas en otro lugar es menos ostentoso pero elegante, el blason ventrue esta sobre la chimenea y en los tapices. Caminas por la sala, notas como abren la puerta y ves a un hombre que trae ropas de mujer ensangrentadas.
Hardestadt hoy me cumplire mi venganza, mis hermanos seran vengados, los traidores te haremos pagar todo el mal que nos causaste... desenvaina y antes de que puedas reaccionar caes al suelo muerto con la cabeza separada de tu cuerpo, instintivamente te llevas la mano al cuello pero no eres tu, es el. No sabe cuanto pasa solo que cuando vuelven a abrir la puerta entra Anna cubierta de heridas llorando sangre mientras habla en rumano o en ruso con una anciana, grita algo mientras se corta el pelo y lo cubre con cenizas cayendo de rodillas al suelo. Abres los ojos, estas en tu despacho, la espada esta aun en tus manos sobre tu regazo pero el filo esta manchado de sangre, gotea sobre la alfombra pero no ha dejado mancha alguna en ella.

Tras esta visión el mundo se vuelve un torbellino y me siento otra vez transportado, a otra época, a otro lugar. Esta vez es una salón con el símbolo de mi clan por todas partes. No he visto nunca este lugar. Abren la puerta y un hombre entra con ropa ensangrentada en las manos. Parecen ropas de mujer. Me quedo allí de pie, sin decir nada. Me llaman de una forma que creo haber oído antes. Hardestadt. Es el nombre que dijo Marizsa, su antiguo y único amor.

Antes de que me de tiempo a asimilar todo esto, el hombre saca una espada y me corta la cabeza. Caigo al suelo, incrédulo y me llevo la manos al cuello, pero ya no hay cabeza. Sé que estoy muerto, y sin embargo sigo viendo lo que pasa a mi alrededor. Entra Marizsa. Sangre, dolor, lágrimas. Cae al suelo y vuelvo a ser yo.

Estoy en mi despacho y aún sostengo la espada. El filo cubierto de sangre gotea sobre la alfombra sin dejar rastro alguno. La levanto un poco más y paso un dedo por la sangre de la espada.

¿Pero qué...?

Suena el telefono cuando vas a acariciar el filo, al otro lado es el armero, dice que no va a poder hacer el pedido, que es imposible, no puede encontrar filtros UV para meter en las balas, es imposible, necesitaria una para poder hacerlo con total calma. La espada deja de gotear, notas una presencia en la sala, una anciana con rasgos gitanos, con un pañuelo blanco en la cabeza con un extraño bordado que te mira
Tuya es la espada, tuyo es el deber, protege a los que lo necesitan y tu deseo te sera concedido. Una unica vez podras invocar al espiritu del saber, despues ya no vendre a menos que sea de extrema necesidad desaparece dejando te extrañado mientras te sientes cansado se acerca el amanecer, es hora de descansar.

El armero me dice que sin una bala de ese tipo será imposible que me fabrique una, así que de momento ese encargo queda parado hasta nueva orden. Cuelgo el teléfono y veo como en el despacho se encuentra la vieja gitana que acompañaba a Marizsa en mi "sueño". Me dice algo sobre defender a alguien e invocar a no se qué espíritu, pero no se queda el tiempo suficiente para que pueda preguntarle nada. Me siento agotado tras tanto viaje "astral" así que decido guardar la espada donde estaba y retirarme a descansar por hoy.

TE metes en tu cama cansado y pensativo. En tus sueños esta la espada, ves como se forjo, un hombre vestido de negro en un bosque golpeando el yunque, una mujer que da su sangre y su alma para que su filo nunca se quiebre.
Te despiertas y parece que no has dormido, cuando abres los ojos no reconoces el lugar, alguien dormita a tu lado, Marizsa con su pelo rubio y una sonrisa, cuando la tocas y abre los ojos te despiertas en tu cuarto. Tienes que deshacerte de la maldita espada o saber por que narices tienes esos sueños, esas visiones, Tremere, giovanni son los unicos que te podrian dar explicaciones o puede que un gitano, ellos lanzan maldiciones. Te levantas y te preparas para una larga noche que esperas no sea como la anterior.

Me acuesto en la cama, pero tengo sueños raros, visiones extrañas. Marizsa en mi cama, ¿es mi cama?, ¿soy yo?, la forja de la espada. Me levanto tal como me acosté, cansado. Ha pasado el día y no me siento con las mismas fuerzas de siempre. Necesito acabar con esto, no puede ser que me esté atormentando la espada. Dudo de si será una maldición o solo intenta decirme algo en esas visiones. Intento buscarle explicación y ponerlo todo en conjunto y lo único que consigo encontrar es la relación que existe entre todas mis imágenes y es por los momentos por los que ha pasado esa espada. No sé cuando se forjó ni con qué motivo, pero parece que no quedó perdida en el campo de batalla o expuesta en un museo, parece tener algún fin mayor a lo largo de los siglos. Tengo que averiguarlo, así que llamo a Marizsa.

Buenas nochesescuchas al otro lado medio somnolienta y el ruido de como se estiran sobre sabanas de seda ¿Que ocurre? ve hablando mientras me preparo algo para comer pasos suaves por la alfombra mientras escucha lo que la cuentas, se abre la nevera y oyes como bebe Eso es....bueno ven a mi casa, avisare a John que tengo cosas que hacer la direccion es **** nº *. NO tardes cuelga, ahora te toca mover ficha a ti.

-Buenas noches.-Escucho como la acabo de despertar. Aún somnolienta y en la cama me ha descolgado el teléfono. Mientras se prepara "el desayuno" le comento un par de cosas que me preocupan-tenemos que hablar de la espada que me dejaste. Necesito saber más de ella.-Me dice que mejor quedemos en su casa y le doy la razón, por teléfono no me atrevo a hablar de este tema, mejor en persona.

-Estaré allí en treinta minutos.-Salgo del despacho y hago venir a Sveta. Le encanta salir de paseo. Prepara cuidadosamente sus armas, se enfunda una chaqueta y se agarra de mi brazo imitando a Graziella. Se pone muy estirada y comienza a caminar moviendo el culo. El gesto hace que suelte una carcajada y le acaricie la mejilla con la mano.-Monta-digo al llegar al coche que me traje de Graziella. En 15 minutos llegamos nuestro destino.-Quédate aquí. Si necesito algo te llamaré o te haré alguna señal.-Me bajo del coche y me dirijo a casa de Marizsa.

Es uno de los rascacielos que domina ahora la ciudad, vive en el ultimo piso, cerca del sol cuando sale y cuando se esconde. El portero, un hombre de unos cincuenta años te abre la puerta y te indica donde esta el ascensor. Hilo musical, al menos es musica clasica pero las paredes de madera te llaman la atencion hacia mucho que no veias algo asi. Cuando se abren las puertas solo ves un pequeño recibidor y una puerta de caoba negra con pomos dorados frente a ti. Tocas el timbre un par de veces, se oyen como descorren los pestillos de seguridad y se abre la puerta, alli esta de pie, descalza, los pomulos sonrosados, su pelo largo y rubio como salida de tus sueños, en ropa interior que resaltan la palidez de su piel, ensalzan los pechos y se ve el colgante ventrue. Te sonrie y te invita a entrar, caminando delante tuyo esperando que tu cierres la puerta, un pequeño recibidor donde hay flores frescas, un salon con tapiceria de cuero en negro tambien, amplios ventanales cubiertos por visillos blancos con dibujos de flores. Te invita a sentarte en uno de los sillones y se sienta frente a ti con las piernas flexionadas abrazandolas.

Subo al piso de Marizsa y toco a la puerta. Cuando abre me recibe en ropa interior y no me molesto en disimular que disfruto de la visión de su cuerpo. De su piel suave, de su pelo rubio, de sus ojos azules y del rubor que se asoma en sus mejillas fruto del desayuno que acaba de tomar. Entra en su casa y se aleja de espaldas a mí. Me tomo mi tiempo en apreciar las curvas de su cuerpo, los pliegues y las florituras de su ropa interior. No he perdido del todo mi parte humana, eso está claro.

Cierro al puerta y la sigo hasta el salón donde se sienta en un sofá con las piernas en alto cubriendo su cuerpo.¿Siempre recibes a tus invitado así, en ropa interior y sin invitarles a desayunar? llevo un par de días que no como nada y estoy que muerdo-digo mientras hago el gesto con la boca de morder chasqueando los dientes.

No, no suelo hacerlo pero como me acabo de levantar y duermo en ropa interior pues me dije que ya que no iba a salir podia quedarme asi de comoda, pero si te molesta me pongo algo encima digo mirandome y me rio levantandome enseguida te traigo algo, creo que me queda una botella o dos aun en la nevera, no tardo. Camino por el pasillo lateral por la gruesa alfombra para volver despues con una bandeja, la botella tiene sangre y las copas son exquisitas autentico cristal de bohemia que dejo sobre la mesita, sirvo dos copas y cojo una volviendome a sentar en el sofa igual con ella en las manos Cuando quieras puedes comenzar. Espero ser de ayuda

-A nadie le amarga un dulce, me gusta el cuerpo de la mujer. Si no te incomoda a ti, a mi me vale así.-Miro a Marizsa a los ojos para que no piense que soy un pervertido, al fin y al cabo no puedo perder la compostura, mis años me ha costado controlar mis actos y mis emociones.

Tomo una de las copas de la bandeja y la lleno del líquido que se encuentra en la botella para tomar después un sorbo.-Es sobre la espada que me dejaste. Desde que la cogí para guardarla he estado teniendo visiones y alucinaciones. Quisiera saber la naturaleza de esas fantasías y como puedo hacer que dejen de perseguirme, he pasado un mal día y parece que no he descansado.-Suelto la copa vacía en la bandeja con intención de rellenarla un poco más tarde.