Partida Rol por web

Creo que hay demasiada gente con sueños. La dama que acaba de salir, los tiene muy recurrentes, hoy esta bastante bien, pero tambien es por la sangre que ha bebido y un pequeño ritual, estaba cenicienta y casi sin fuerzas. niego apoyando ambos brazos en la mesa y entrelazando las manos frente al rostro. Mis sueños hace mucho que los consegui dominar y ya no me molestan y si lo hacen los ignoro. Pero es muy interesante lo que me cuentas ¿como son?

- Pues la verdad es que hace poco que los tengo y son muy confusos... - contesté acariciándome la barba, como intentando recordar - Noto como una fuerte presencia rodeado de un enorme e inquietante silencio, como si fuera la calma antes de la tormenta...

Mis ojos volvieron a fijarse en él.

- ¿No sabe qué los podría estar produciendo?

- ¿O quién?

Todos los sueños son confusos, algunos se imaginan en otros lugares a punto de ser sacrificados digo mientras sigo mirandote fijamente apoyado en las manos en la mesa Aunque hayan empezado hace poco, tienen que tener algo comun, si me cuentas alguno tal vez pueda ayudarte a averiguar cosa. Con Graziella estamos haciendo muchos progresos, al menos tiene menos sueños

Ya se lo he dicho - respondí con expresión ligeramente extrañada - Es una especie de presencia muy poderosa que invade extrañamente todos mis sentidos... es realmente extraño. Hacía siglos que no soñaba.

- Pero me extraña que siendo consciente de ello no se haya preocupado de investigar el origen. Francamente, no creo que sea una coincidencia, y si ésto es artificial... En fin, no se si es consciente de lo que significaría...

- Bien Jackius, ante ésto tienes dos opciones. O resolver el tema de este entrometido ahora o reflexionar y tomarte tu tiempo para investigarme. Te recomiendo la primera opción, pues no dejaré que tomes la otra. Por tu bien. Por el de toda la ciudad.

¿por que deberia investigarte? replico mirandote interesado ¿me ocultas acaso algo? se muy bien lo que tengo que hacer y tengo a mis hombres trabajando en ello. Si esa presencia te incomoda tanto, puedo intentar crear un ritual que te protega, a veces los sueños tras siglos solo hacen empeorar las cosas

- Vaya, señor Sunfield, la verdad es que me decepciona. A pesar de nuestras diferencias no lo hacía tan maleducado como para urgar en mis pensamientos y expresarlo tan descaradamente.

*La verdad es que estaba realmente decepcionado y mi expresión lo denotaba. Había tenido la esperanza de que alguien como Jackius, que había vivido tantas décadas, mantuviese un mínimo de costumbres de educación, pero no solo me tuteaba sino que se atrevía a urgar en mis pensamientos. ¿Quién se había creído que era aquél principito?

- Evidentemente que le oculto algo - contesté con una siniestra sonrisa - Todo el mundo oculta algo. Pero puede estar tranquilo, no es nada de lo que deba preocuparse. O eso espero.

- Tal vez quisiese investigarme por pensar que podría estar relacionado con este tema, por tomarme por sospechoso... Se dice, también, que está muy paranoico últimamente. Concretamente desde cierto incidente de hace un par de meses... Que por cierto, ahora que lo pienso, fué poco después cuando empezaron los sueños. - mi mirada le escudriñaba penetrantemente - ¿Está seguro de que aún no sabe nada del asunto?

Mi principe se abre la puerta de golpe y entro con algunos rasguños Hemos cogido a los Sabbat y ademas hemos encontrado a alguien que le parecera muy interesante. Al antiguo Sheriff, creo que no le gustara verle, esta completamente deformado, alguien le arranco ojos ,manos, boca, nariz y la lengua no se por que no al verte me quedo parado No sabia que teniais visita

Lancé una mirada asesina al hombre que acababa de entrar. Realmente la educación había desaparecido de la faz de la tierra.

- Maldito chiquillo. Justo en el momento más inoportuno. En fin, al menos me he enterado de ésto...

Mi mirada se volvió de nuevo hacia el príncipe, aunque estaba claro que nuestra conversación terminaría ahí. Pero lo tenía claro si pensaba que se libraría de mi tan fácilmente...

JOhn, la verdad es que esta conversacion ha terminado ya me levanto y te miro antes de dirigirme hacia el Sheriff caminando con calma Otro dia hablaremos con mas calma. John, si sigues teniendo esos sueños, solo dime si con un ritual podria ayudarte a dormir con mas calma.

Miré de nuevo al recién llegado por un instante. Debía ser el nuevo Sheriff, suponía.

- Le acompañaré, si no le importa - contesté acompañándolo a la salida.

Si asi los desea, no voy a ser yo el que le contradiga sonrio mientras camino delante tuyo y me voy alejando por el pasillo, bajo unas escaleras hasta una puerta, en ella hay un nosferatu que esta esperando para abrirla y dentro en una silla esta un hombre atado con el rostro deforme por los golpes. VEo que al final has probado tu propia medicina, ademas de que te sienta muy bien

Acompañé al príncipe hacia aquella especie de sala de interrogatorios y quedé a un lado observando la escena. En silencio, al menos de momento. Tranquilo, a pesar del estado de aquél vampiro.

Hacía ya siglos que no me afectaban aquél tipo de cosas. Pensándolo bien, ¿había algo que realmente me afectase ya?

Sí - pensé - sólo Lucinde y aquella maldita mirada, que, a pesar del paso del tiempo, aunque reforzada por el vínculo de sangre, se mantiene aún clavada en mi interior.

A pesar de ello, hacía ya un tiempo que unos extraños pensamientos invadían cada vez más mi mente. ¿Y si verdaderamente lo que tenía era miedo a perder el único resquicio de humanidad? ¿Miedo a romper aquél vínculo y descubrir que sin el poder de la sangre no era nada? ¿Que hacía décadas que se mantenía solo gracias a ella? ¿Era por ello que seguía bebiendo su vitae a veces? ¿Por temor a descubrir que todo era una farsa y que ya no era más que un cuerpo muerto e insensible?

Expulsé rápidamente aquellas ideas de mi mente regañándome a mi mismo por distraerme y volví a concentrarme en el interrogatorio.

No va a poder hablar, o al menos no quiere replico saliendo de un lateral con una mano vendada y parte del mono destrozado con algunos arañazos que se cierran. Tal vez tengamos que hacerle hablar de otra manera mas dolorosa que de la que se han portado con el. Si me dejais solo le dara un poco el sol y una sorpresita que tengo guardada

El principe le mira y le pone la mano en la cara mientras susurra algo haciendo que le comience a salir la sangre por los poros del cuerpo poco a poco mientras comienza a revolverse en la silla. Esta cae al suelo formando un charco que hierve hasta que ya no le queda ni gota y muere.
Marizsa se da la vuelta cuando comienza a hacerlo y aprieta los puños para no decir nada o hacer algo que pueda perjudicarla, solo espera

Que inquietantes eran los Tremere cuando se lo proponían... Mis ojos seguían contemplando inmutables aquella grotesca escena. Pero ya empezaba a pasarse... Maldita sea, si seguía así lo mataría y a lo mejor necesitaba aquel vampiro.

- Basta, señor Sunfield - le dije acercándome y poniéndome ante él - no lo termine aún.

Mi expresión era seria y mi mirada penetrante. Mis músculos ya en tensión, preparados por si tuvieran que actuar.

El principe te mira y se aparta de el diciendole algo al oido marchandose y dejandoos solos a Marizsa, a ti y al atado. Se rie mientras cierra la puerta.
El te mira o eso crees como esta no puedes asegurarlo, todo lleno de sangre tan debil, tan fragil, tan accesible.

Era interesante ver lo poco que le importaba al príncipe. ¿Tan poco le importaba, realmente?

Me aparté inmediatamente del atado al marcharse el príncipe y le miré unos segundos y hablé mientras lo hacía. Mi expresión era seria, sin un atisbo de burla, incluso al hablar con el prisionero.

- Ve preparando tu sorpresita, Marizsa, pero ve con cuidado, quiero que hable, no que escape ni que muera. A no ser que conmigo si que quiera hablar, señor Johnson

Estaba realmente demacrado. Pero no convenía confiarse...

- ¿Dónde lo encontrasteis? ¿Estaba con el Sabbat? - le pregunté volviéndome hacia ella - Explícame lo que puedas, por favor.