Partida Rol por web

Los ojos de Silas se salen de las órbitas. al principio reflejan sorpresa para tornarse en una mirada de furia. Su voz pacífica da un giro y se convierte en ira.

- ¡Fuera de mi tienda, charlatanes! - al anciano se mueve a una velocidad sorprendente, su actitud denotaba cierta agresividad - ¡Largo antes de que vaya a buscar la winchester y os haga otro culo con él!

John se sorprende de la actitud del comerciante. Les había amenazado con coger un arma. Afortunadamente, él siempre había sido un hombre de acción y eso no le arrugó. Hizo una seña al taxista, sabedor de que éste sí portaba un revolver y, deseando no recibir de nuevo un disparo amigo se dirigió hacia el airado comerciante.

- Me está amenazando?? - La ira corría por sus venas y, total, ya se habían lanzado al agua sin saber cómo era el río de profundo. - Mire, ya ha habido un muerto y no quiero que haya más!! Usted sabe algo de este símbolo!!

Trató de serenarse, respirando hondo. - Mire, sólo quiero que me cuente lo que sabe. Después, si así lo quiere, desapareceré por la puerta y no volverá a saber de mi en su vida. - Contestó con la voz más calmada. Pero una gota de sudor frío recorrió su espalda cuando pensó que si este hombre estaba metido en el ajo, muy posiblemente se estaban poniendo una diana en la frente. Y a todos los relacionados con el caso.

Me quedo perplejo ante la reacción del dependiente, tardo unos segundos en reaccionar, maldita sea, esto cada vez se pone más feo, que hacemos...., total ya estamos metidos hasta el fondo, A ver, por el bien de todos vamos a calmarnos, verá esto es muy sencillo, un amigo nuestro ha aparecido muerto con ese símbolo que le acabamos de mostrar, y por casualidades de la vida todo indica que compro algo aquí antes.... Seguro que lo recuerda, queremos saber que fue lo que compro o llamo su interés, y que puede decirnos de ese símbolo, como comprenderá no estamos para muchas bromas...intentó poner tanto la pose como la actitud de un tipo seguro de si mismo, al igual que los detectives que acostumbro a leer en las novelas policíacas, aunque claro esta puede seguir en sus trece y no colaborar con nosotros, con lo cual lo único que conseguirá es tener que hablar con la policía...y no creo que eso sea bueno para su negocio. 

En todo momento estoy alerta a la trastienda por si percibo algún movimiento, y no dejo de tener mi mano cerca de la pistola por lo que pueda suceder. 

Mis palabras fueran el desencadenante de una serie de acciones tanto de mis compañeros como del dependiente. Estaba claro que algo turbio pasaba. 

Me mantuve sereno ante la cara del dependiente, con los ojos fuera de sí, debido a la rabia o a la ira, no sabría muy bien decir por qué, esperando ver alguna nueva reacción debido a las palabras indicadas por mis amigos. 

La actitud frenética del dependiente se refrenó de súbito. Ya sea por el giro de la conversación o por otro motivo, pero aquel afable afroamericano se calmó, como si nada hubiera pasado.

- Mis condolencias por lo de su amigo - responde con una sonrisa - Déjenme averiguar algo de este extraño símbolo.
Frunce el ceño y permanece dubitativo unos instantes.
- Miren, hacemos una cosa: denme sus nombre y una forma de contactar y me comprometo a daros más información sobre este símbolo - responde - consultaré con algunos expertos a ver si puedo sacar alguna información.

Pongo una sonrisa de oreja a oreja, bueno veo que al final nos vamos entendiendo, me quedo un rato pensando, mejor la hacemos de otra forma, mañana a esta misma hora quedamos en el 32 de la 5  avenida, hay un café muy conocido el MC.Coffe , siempre esta lleno de gente pero como comprobara es muy acogedor y se sirve el mejor café de la ciudad, seguro que nos sorprenderá con sus averiguaciones, así podremos dejar al margen a la policía,.... verdad...

Pero no nos ha dicho que es lo que compro o por lo que se intereso nuestro difunto amigo, y para eso no creo que necesita consultarlo con nadie 

Las palabras de Francis creo que podrían estropear el cambio de humor de nuestro dependiente. Me parecían un poco exageradas y el tono no era el adecuado. Así que preferí entrar en la conversación.

- Pero no tiene la obligación de decírnoslo, es simplemente para ver si podemos averiguar algo, nos ha sorprendido a todos la muerte de nuestro amigo. 

- De acuerdo muchachos - responde con una sonrisa exagerada - voy a ver que puedo averiguar y mañana en cuanto cierre me acerco al lugar mencionado y zanjamos así este...mal entendido.
Y acompañando a los tres investigadores hasta el umbral:
- Bueno, si no les importa debo cerrar, muchas gracias por su visita - y abre la puerta - Y de nuevo siento mucho lo de vuestro amigo,

A John le sonaban todas las alarmas de su interior. Era su imaginación o ese hombre estaba tan metido en el asunto que éste le salía desbordado por las orejas? Esperó a estar fuera de la tienda, lejos de los oídos del dependiente y les hizo una seña a sus compañeros para que subieran rápidamente al taxi y se marcharan del lugar. - Francis, James, les sugiero que nos larguemos de este lugar inmediatamente. No sé por qué, pero ese cambio de actitud me hace pensar que este hombre pertenece al grupo responsable del desagradable encuentro en el hotel. - Su nerviosismo crecía por momentos. - Francis, le ruego que ponga toda su pericia al volante y conduzca como si nos estuviera siguiendo alguien. Le puede sonar paranoico, pero tengo una sensación horrible y no me gustaría descubrir que, efectivamente, nos han seguido y podamos acabar mal parados.

Los tres investigadores se apresuran a montar en el taxi de Francis. Las palabras de John y su nerviosismo sonaron como alarma en sus cerebros, una especie de alerta los invadió y Francis se conmino a abandonar el lugar rápidamente. Una sensación de urgencia los apremiaba y la extraña sonrisa en la boca de Silas no contribuyó a tranquilizarlos. Fuera lo que fuera, pronto debían marchar al lugar acordado en la hora acordado junto al resto y ya pondrían sus inquietudes en común.

Ya dentro del taxi, decido romper el hielo, y pedir disculpas.

- Lo siento chicos, pero es que creo que no podíamos sacar mucha más información si mentíamos, lo mejor era preguntar directamente y ver que sabe este tío del asesinato del hotel. No se que nos contará mañana pero creo que hemos hecho bien. No era una excusa pero tenía que decirlo, había algo dentro que hacía que los nervios de mi estómago me jugarán malas pasadas. 

Despues de la apresurada salida de la tienda todos tuvieron unos minutos para poder poner en orden sus ideas, además de tranquilizarse, los últimos acontecimientos junto con las palabras de John los había dejado con un sabor desagradable en la boca.
No te preocupes James, al final uno u otro hubiéramos intentado ese camino, no se vosotros, pero a mi esa sonrisa junto con el cambio de actitud me ha dejado preocupado, no se que nos puede deparar la reunión de mañana, pero a lo mejor seria bueno no aparecer, si no habrá que andar con mucho cuidado, no me fío de ese tipo y me da que nos estamos metiendo en un terreno muy peligroso
Cojo un cigarrillo y tras encenderlo le varias caladas mientras sigo pensando en lo ocurrido en la tienda, mientras en todo momento voy mirando por los retrovisores por si algún coche nos sigue.

John repartía su atención entre la ventanilla trasera del coche, por la que trataba de vigilar posibles perseguidores, y la conversación de sus dos compañeros de aventura. - No se haga mala sangre, James. - Respondió sin dejar de observar por la ventanilla trasera. - Además, creo que fui yo el que destapó la caja de los truenos. - Suspira ligeramente. - Si hay que culpar a alguien, cúlpenme a mi. - Su expresión se endurece. - Lamento haber jugado a lo que no soy. No soy un investigador. Lo mío es el uniforme. 

Decidió cambiar de tema. - Estoy de acuerdo con usted, Francis. Creo que aparecer mañana por la susodicha reunión puede llegar a ser perjudicial para la salud. - Estrella su puño contra la palma de su mano. - Maldita sea!! Lo lamento profundamente, señores. Tal vez lo mejor sea reunirnos con lo demás a contarles lo que hemos descubierto. Puede que entre todos logremos arrojar algo de luz a este escabroso asunto. Y podremos avisarles de un posible e inminente peligro. - Sus pensamientos se estaban volviendo más y más oscuros. Eso nunca presagiaba nada bueno.

Estábamos metidos en un misterio del cual no sabíamos mucho, pero lo único que sabía, era que mis dos compañeros me apoyaban al cien por cien y habíamos forjado una amistad muy sólida con el poco tiempo que llevábamos. 

- Pienso que es un poco precipitado decir que no vamos a la reunión, pero puede ser una opción. Lo mejor será por en común la información que hemos obtenido hoy con el resto del grupo y ver que caminos podes seguir investigando. Investigar pienso, nunca lo había hecho y nunca sería bueno en hacerlo, era un granjero, que pudo ser médico pero por circunstancias de la vida deje la carrera. 

- Gracias por el apoyo señores, nos conocemos de hace poco tiempo, pero me siento muy unidos a vosotros. Mientras dije estas palabras, Francis conducía el coche lejos de la tienda

Francis se giro hacia sus compañeros de andanzas, supongo que eso sera lo mejor, una vez hablemos con el resto de gente veremos que decisión es la mejor, a lo mejor ellos han podido averiguar algo mas de lo sucedido en el hotel la otra noche, no se donde nos estamos metiendo, pero sea lo que sea tienen todo mi apoyo, al final seremos u buen grupo,una sonrisa seguida de una carcajada intentan subir el animo de sus compañeros, o por lo menos lo intentaremos

Tenían algún rato hasta las 20:00 horas antes de quedar con el resto en 17 de la Avenida Callaghan, el apartamento del anticuario Viktor Wolfmond. Recelosos miraban a uno y el otro lado. El rostro colérico del encargado del establecimiento persistía en sus mentes, les perseguía como una amenaza constante. Estaba deseosos de que transcurrieran las dos horas y media que le restaban para reunirse con los demás. Era una situación extraña.