Partida Rol por web

La armadura Mark 8 estaba revestida de titanio, duraluminio y blindaje ablativo de acero. Era antibalas, protegía de temperaturas extremas, de la metralla y del espacio vacío.

El cristal del monoraíl no significaba nada para su mole. Warhead entró en la cabina en medio de una nube de cristales rotos. 

Con un gesto casi casual, Warhead dejó inconsciente al piloto. Casi al instante se dio cuenta de que algo no iba bien: sus sensores visuales se llenaron de interferencias y estática. Vio durante un instante una figura femenina sonriente que extendió sus manos hacia él antes de desaparecer. El visor de Warhead se ennegreció.

Warhead, marca Potencial. Y luego tira Defender.

Si tienes éxito, rechazas la inquietante presencia y tienes la cabina a tu disposición. 

Si fallas,  la Mark 8 no podrá protegerte, tus ojos empezarán a brillar rojos y ya hablaremos... ¿Cómo va de antivirus esa armadura ochentera?

Para darte una idea de las posibles complicaciones, recordemos que vas en la cabina de un tren sin frenos...

Con los pasajeros temporalmente bloqueados, El Toro se dio la vuelta y vio a Bool, sola en el vagón. Chas debía haberse teleportado para poner a salvo a las mujer y su hija. —Por ahí no vamos a poder avansar. No, ni modo —le dijo a Bool, mientras señalaba con el pulgar hacia su espalda —; demasiadas cabesas que aplastar, y no nos conviene haserlo, pobre gente.

Mirando al techo, El Toro encontró una forma alternativa —Ah, pero por ahí... —El joven superhéroe se subió con agilidad a la parte superior de un asiento y, allí colgado, comenzó a manipular el sistema de apertura de una de las compuertas del techo. Con un par de ágiles manipulaciones (y algún que otro puñetazo) logró abrirla. Después, se agarró al borde y subió a pulso. 

Después de comprobar si había alguien por ahí arriba, se asomó de nuevo al interior del vagón y ofreció su mano a Bool, con una sonrisa —Señorita, ¿me acompaña a dar un bonito paseo hasta la locomotora?

Se quedó en blanco por unos instantes y se dio cuenta de que algo iba mal. Había tomado prestada demasiada energía y eso era contraproducente ya que con la magia a veces más implicaba menos, y en éste caso era menor control a la hora de canalizar sus hechizos.

Mientras tanto, El Toro aseguró por su cuenta el vagón y empezó a buscar una salida. Le siguió con la mirada y llegó a la misma conclusión que él. No le hacía especial ilusión caminar por encima de un monorail en marcha pero tampoco tenían muchas más opciones.

- Será un placer acompañarle. - Siguió el juego de El Toro e hizo un gesto como de levantar un poco la falda de un vestido. Luego tomó su mano y se ayudó de ella para subir hasta arriba del vagón. - Espero que no nos sigan hasta aquí arriba. Si averiguáramos el origen de todo esto igual podríamos revertir los efectos. - Comentó mientras subía y suspiró. - Avancemos, sea cual sea el origen viene de los primeros vagones...

Con un gesto caballeresco que más parecía una burla, Chas se despidió de la mujer y comenzó a dar saltos de camino hacia el tren. Según sus cálculos iniciales basados en la propia experiencia necesitaría cuatro saltos para poder llegar hasta la parte superior del monorail. Los tres primeros para acercarse lo suficiente y el último para que le diera tiempo a calcular la posición de llegada en función de la velocidad del tren.

No es que fuera extenuante o complicado en exceso, pero ciertamente Chas era conocedor de su propia limitación. Si perdía de vista su objetivo final tendría que volver a calcular todos los saltos previstos. Además, más de cuatro saltos enlazados hacia que se desorientara y forzar un quinto salto podía salir mal... muy mal.

Así pues, si sus cálculos no salían mal. Primero tendría que saltar al tejadillo de tela que cubría el porche del hotel Central. Inmediatamente podría saltar de nuevo hasta la parada del autobús que se encontraba justo debajo de las líneas del monorail. En ese instante debería pasar justo por encima el transporte. El siguiente salto era clave. Pues lo posicionaba en la terraza de una de los apartamentos de lujo Creston Creeks. Desde allí podría detenerse los segundos que necesitaba para calcular el último salto y terminar sobre el techo del último vagón.

...

Cuando aterrizó tuvo que hacer algún equilibrio, pero el que Toro abriera la trampilla superior le sirvió para agarrarse y no desestablizarse. Justo en ese momento Bool apareció.

— Vaya vaya, no sabía que tenías tantas ganas de verme como para subirte a un vagón en marcha. — Chas guiñó un ojo mientras Bool subía y miraba a Toro abajo.

— Vamos Torito, no te nos quedes atrás ahora, que viene lo divertido. — Dijo finalmente tendiendo la mano para ayudar a su compañero a subir al techo.

—Pero, ¿qué demonios? —por si quedarse ciego y sordo dentro de aquel armatoste de aleación no fuera suficiente, la inquietante presencia de ¿una coneja de anime?, le terminó de poner los vellos de punta. Por suerte todo parecía haber terminado—. Guau, chicos, acabo de ver algo muy raro...; pero estoy dentro de la cabina y voy a intentar detener el tren. A ver...

Era la primera vez que estaba ante los mandos de un monorraíl y se moría de ganas de preguntarle a su padre qué debía hacer a continuación; pero después de haberle dejado con la palabra en la boca igual no era muy buena idea.

Ordenador, muéstrame un tutorial para conducir un monorraíl.

El viento echo la capucha de Chas para atras, que se vio forzado a atarsela bajo la barbilla. 

Encima del monorail la panoramica de la ciudad era excelente: alla abajo quedaban las calles atestadas de coches y personas y los edificios pasaban a su alrededor como enormes montañas de cemento y cristal. Era muchisimo mas espectacular que verlo a traves de un cristal pero mucho mas incomodo si pretendias leer. 

Los tres jovenes avanzaron con las rodillas dobladas, encogidos ante el despiadado viento. Avanzaron penosamente hasta el tercer vagon La estacion Sprinfield aparecio a lo lejos al final de un largo tramo recto. No tardarian en llegar.

-iMirad!

La puerta lateral del segundo vagon se abrio para dar paso a los pasajeros de ojos en llamas. Parecieron dudar un instante pero uno de ellos salto al vacio. Abajo le esperaba una multitud reunida en torno a un escenario donde varios raperos gritaban al mundo su arte con despiadados versos improvisados. Su actuacion estaba a punto de ponerse en ebullicion.

Un cable del cuello de la armadura solto un chispazo. El visor izquierdo del casco de Warhead se puso gris de estatica parpadeando con imagenes de la chica misteriosa mientras una voz artificial sonaba en sus auriculares.

"Yo soy Viral. Y tu me perteneces. Pronto, muy pronto, todos seran Viral tambien. El mundo sabra de mi y yo sere el mundo."

Por suerte, el software cortafuegos de Sean O'Donell era solido y la imagen desaparecio. La perturbacion dimensional seguia presente aunque muy debil.

Un muro de texto con instrucciones sobre los controles del monorrail corrio frente a los ojos de Kenji.

+++Velocidad actual 45km/h y disminuyendo. Colision en un tiempo estimado de...45 segundos+++

-Espera, ¿que?

Algunos cientos de metros mas adelante, otra via de monorrail se incorporaba a la primera para entrar en la estacion Springfield. Normalmente no suponia un problema pero el 38 se habia saltado tres estaciones ya y la coordinacion entre lineas se habia ido al cuerno.

iSin el conductor pisando el pedal de hombre muerto, el 38 se iba a detener justo en el punto exacto para que otro monorail colisionara con el!

Chas suspiró. Le encantaba usar sus poderes de teleportación. Mucho más que el otro, pero como tuviera que empezar a devolver gente al vagón al final acabarían dentro de una pared o peor, pringados con las tripas de algún inocente...

— Vale vale, ya voy yo. Pero que se de contra el suelo primero, por tonto. —

No era solo por eso. Si se golpeaba contra el suelo había una buena probabilidad de que se quedara inconsciente, y si era así. No tendría que estar intentando quitar sus dientes o sus manos... o lo que quisiera hacer de encima suyo. 

Así, en cuanto estuvo a punto de llegar al suelo, Chas desapareció del techo del vagón entre una nube de humo negro que desapareció casi al momento...

—¿Cómo que que se estampe contra el suelo? —El Toro había comenzado a avanzar hacia la parte delantera del monorraíl, pero se detuvo al escuchar las palabras de su compañero— ¡Que se mata, Chas, que se abre la cabeza! ¡Salta, huevón! —Hizo gestos perentorios señalando hacia el tío que se precipitaba al vacío rápidamente.

— Vale vale... no te pongas así hombre... ¿De todos modos si se fuera a matar no habría saltado no crees? —

Chas pensó en saltar directamente al suelo y esperar a que realmente el tipo cayera, pero algo en su cabeza había saltado con las palabras de Toro... ¿Y si se estampaba y se mataba? Joder, eso sería malo de la ostia... que somos los buenos...

Finalmente saltó intentando cogerlo en el aire y esperando realmente que le diera tiempo a volver a saltar al interior del tren antes de que se dieran los dos contra el suelo...

El Toro resopló y movió la cabeza al escuchar las palabras de su amigo, pero al ver que saltaba y viendo que no podía hacer más, siguió avanzando en dirección a la cabina. Bool tendría que ocuparse de bloquear los vagones.

Paso a paso, El Toro lucho contra la corriente de aire. Podia ver a lo lejos los arcos de la estacion Springfield pero eran lo bastante altos:el techo era todo lo seguro que podia ser. Entonces, por el hueco entre dos edificios vio otro monorail que corria paralelo a ellos. Y al ver que mas adelante habia una incorporacion a la via no pudo evitar morderse el labio, preocupado.

-Ay, Warhead, apresurese.

El Toro, llegas hasta el segundo vagon.

Chas desaparecio una vez mas. Le corria el sudor por la frente despues de forzar sus poderes. Despues de todo, aquello tenia que ser un sabado noche salvaje, no un supertrabajo. No dejaba de ser ironico que teleportarse hacia el suelo desde diez metros de altura fuera mas rapido que tirarse de cabeza.

Chas, empiezas a cansarte e interceptar a un desgraciado de un solo salto en caida libre no es facil. Tira Desatar tus Poderes y describenos al tipo en cuestion.

Con 10+, devuelves a ese mamon al monorail y tu acabas de vuelta en el techo, fatigado pero triunfante.

Con 7-9, hay una complicacion. Elige uno:

• Logras salvar al tipo pero no podeis volver al tren y os quedais en medio de un circulo de gente en el concierto de rap.
• Logras devolverlo al tren pero marcas una condicion a tu eleccion.

Con 6-, el tipo aterriza en medio de un grupo de gente. Habra heridos, quizas graves, pero, peor aun, habra abundante contacto fisico indeseado.

Bool, puedes usar el poder Moat para rebozar el monorail con una barrera magica que impida a nadie salir o entrar. Describe como llevas  a cabo el hechizo, su efecto (¿Invocas espiritus chungos? ¿Creas una nube negra alrededor del monorail? ¿Haces crecer una jaula de energia mistica?) y cuentanos el efecto que tiene en algunos testigos (desde el que esta tomando una copa en su ventana y lo escupe todo hasta el niño que deja escapar un globo mientras tira de la manga de su padre, ese tipo de cosas)

Warhead, para frenar el monorail desde la cabina tira Defender.

• Con 10+, paras el tren a tiempo.
• Con 7-9, tambien pero el frenazo afectara negativamente a tus compañeros que van en el techo.
• Con 6-, jaja LOL, que dicen los jovenes. Estais en mis manos.

Vaya movida más tocha...

Warhead comenzó a seguir las instrucciones del tutorial, saltándose toda la presentación, la historia del ferrocarril, los banners publicitarios. ¿Por qué no van al grano...? Los tutoriales parecen hechos por mi padre; no hay manera de librarse de la turra.

El otro monorraíl se acercaba cada vez más y a Warhead no le quedaba mucho tiempo de reacción. Sabía que sus compañeros se iban a cabrear, pero lo mejor era frenar el tren en seco sin tratar de provocar un accidente peor. El meneo iba a ser tremendo en los vagones. 

—Bool, voy a frenar esto —anunció por el móvil a su compañera—. Agarraos donde podáis. Oye, ¿te suena alguien que se haga llamar Viral?

La intersección se aproximaba a toda velocidad: 40 metros, 30 metros, 20, 10, 5... ¡ÑIAAAIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIK! El 38 se quedó con el morro a escasos centímetros del otro tren que se había detenido finalmente en mitad del cruce. Los pasajeros de la otra línea le miraban con los ojos desorbitados por el miedo y la incredulidad. Warhead sacudió el brazo a modo de saludo.

El grito de Chas duró solo un segundo en el concierto de rap. El tiempo que tardó en aparecer y agarrar al tipo zombificado y volver al tren. Una nube de humo negro envolvió a los ciudadanos durante otro segundo antes de desaparecer. Por suerte la mayoría pensó que era parte del espectáculo y todo siguió como si nada.

El gritó terminó en el interior del vagón. Cuando aparecieron los dos. 

— Joder joder joder... — Todas las miradas rojos se clavaron en Chas. Incluída la del tipo al que había salvado, que tras un breve momento de confusión le miró y comenzó a acercarse.

— Ciao —

Cuando Chas apareció en el techo del vagón este estaba frenando en seco, haciendo que rodara por la inercia inesperada y quedara tumbado justo cuando se paró... mirando al techo de la estación. Como absorto por la situación no se movió, puede que por el cansancio, quizá porque estaba hasta arriba de adrenalina o puede que estuviera convirtiéndose en un zombie. Nada de eso era cierto en cualquier caso. En la mente de Chas estaban las palabras de Toro resonando como un martillo neumático junto con sus pensamientos antes de salvar a aquel tipo. ¿Hubiera sido capaz de dejarlo morir? ¿No era eso precisamente lo que debían de evitar los super héroes? Quizá no estaba hecho para salvar gente, solo para causar problemas y pasárselo bien. Al menos... esa idea que cruzó por su mente no era la de un superhéroe, desde luego.

Casi se le resbaló el móvil de entre las manos, pero en un acto reflejo fue capaz de atraparlo antes de que se fuera volando por los aires. Si estar encima de un monorail en marcha era mala idea, aún lo eras más con un teléfono móvil entre las manos... - Por ti hasta el fin del mundo, Chas. - Bromeó no muy convencida mientras le revoloteaban los pelos, casi perdía el móvil y todos los pasajeros se habían convertido en bestias, dos catástrofes en una.

Oyó de fondo a Warhead con el manos libres del teléfono, aunque en ese momento estaba más concentrada en ver como un pasajero zombificado saltaba al vacío. - ¡Chas, qué cojones! - Se limitó a aportar al comentario de El Toro, si aquel hombre caía al suelo de esa altura estaba muerto. Por suerte reaccionó a tiempo y fue a por él, momento en el que ella también tomó cartas en el asunto.

Guardó el móvil en la cintura del pantalón, se sentó cruzando la piernas y extendió las palmas de las manos. El grimorio, que levitaba a su alrededor, se colocó enfrente suya y empezó a pasar páginas hasta una en concreta. La página mostraba un hechizo de contención, en situaciones normales consistía en una oportuna barrera capaz de contener el paso de algún indeseado, sin embargo en una situación como esta Willow necesitaba concentrar todas sus energías para crear una barrera lo suficientemente grande para contener a todos los pasajeros del monorail. Y aquello requería de concentración y energía.

Echó un rápido vistazo al grimorio y empezó a pronunciar el hechizo. Proyectó la energía que había tomado prestada anteriormente y empezó a crear una luminosa barrera morada en el interior de los vagones, conteniendo a los pasajeros infectados en su interior. A medida que se extendía la barrera, también lo hacían las marcas de su cara. Por unos instantes el monorail brilló cegando a las personas del concierto y llamando la atención de los residentes y transeúnte de los alrededores, luego se atenuó.

Ignoró a Warhead y siguió concentrándose en la barrera, si dejaba de hacerlo sus esfuerzos serían en vano. Cuando el tren paró, no pudo evitar salir rodando por el techo del monorail hasta chocar con Chas. Sin embargo no intentó agarrarse a nada, la barrera era más importante.

La parte trasera del otro monoraíl se alejó mientras se adentraba en la estación Springfiel.

Kenjiro respiró profundamente de alivio pero se le cortó el aliento cuando su campo visual se tiñó de morado. Al intentar ajustar los sensores de su armadura se dio cuenta de que el tren estaba envuelto en un campo de energías arcanas.

El conductor inconsciente levantó la cabeza como si no le perteneciera y sus ojos brillaron rojos de nuevo. Movió la boca pero no salió ningún sonido, la voz de Viral resonó directamente en el cerebro de Warhead.

-¿Crees que me has encerrado, héroe? ¡Eres tú el que está aquí encerrado conmigo!

La propia realidad parpadeó a su alrededor permitiéndole ver retazos de un paisaje que su mente apenas podía comprender.

Asumo que sin saber exactamente lo que estaba pasando en la cabina Bool no dejaría ningún área libre para permitir que algún poseído escapase. Warhead, estás dentro de la barrera mágica de Bool. Además, así da más risa.

Viral, por cierto, existe en dos dimensiones al mismo tiempo. Warhead, describe lo que aciertas a ver de esa dimensión paralela y por qué te horroriza.

Va a intentar poseerte de nuevo por medio del conductor. Si decides enfrentarte a él por las bravas, tira Enfrentarte a una Amenaza. Si no quieres hacer daño a ese pobre hombre, tira Resistir un Golpe Brutal. Si quieres huir hacia el vagón trasero, la puerta no es un problema para ti pero probablemente te reciba una multitud encerrada por la barrera morada... 

Afuera, el resto de la Blitz Squad brillaba con tenue luz morada. 

El Toro llegó hasta el vagón delantero donde estaba la cabina. Había visto las salidas de emergencia con docenas de manos golpeándolas desde abajo y furibundos ojos rojos que le seguían. Todos hablaban a la vez con la misma voz:

-¿Crees que me has encerrado, héroe? ¡Eres tú el que está aquí encerrado conmigo!

El parabrisas del tren estaba roto pero dentro brillaba la barrera mágica de Bool. Maldijo en silencio: sospechaba que Warhead podía necesitar su ayuda.

Había apoyado la mano en aquella cosa morada y era sólida y desagradable. Se preguntó durante un instante si sería lo bastante fuerte como para retenerle a él.

El Toro, si quieres entrar en la cabina por las bravas vas a tener que Desatar tus Poderes (literalmente, superar un obstáculo). Si sacas un éxito parcial, atravesarás pero no completamente te quedarás atascado en ella, mitad dentro y mitad fuera.

También puedes intentar usar la cabeza de forma no destructiva y valorar tus opciones Evaluando la Situación.

Chas todavía respiraba atropelladamente preso de una tormenta de emociones. Miraba torvamente la multitud del concierto que ahora ignoraba a los raperos para venir como una turba a congregarse bajo el monoraíl que brillaba como un farolillo de Halloween. Entre la multitud le llamó la atención un tipo con una vistosa camiseta de color fosforescente con una corona negra en el pecho. Era el uniforme oficial de los King, el grupo de Roger, su hermano.

Oh, mierda.

¿No había dicho que había conseguido una actuación de teloneros de... de...? ¿De quién?

Eso digo yo, ¿de quién? Eran unos tíos de hip hop, rap o algo parecido. Sí, sí, son los de ahí abajo.

Bool parece estar pasándolo mal (ese conjuro parece difícil de mantener y pone cara de vinagre). Quizás sea una buena oportunidad (no desde un punto de vista razonable, digo a nivel de cómic de superhéroes) para abrir tu corazón a ella y usar el movimiento de Atravesar la Máscara. Aunque os mira mucha gente.

Una forma sencilla de eliminar Inseguro sería largarte ahora mismo de aquí.

Bool apretó los dientes arañando la pintura del techo. No se había caído del monoraíl por muy poco y no había perdido la concentración por menos todavía. Con un conjuro de aquella magnitud perder el control podía suponer no ya dejar libres a los pasajeros si no liberar al mundo real una cantidad de energía arcana que no se disiparía rápidamente.

Sintió un pitido en la oreja. Giró la cabeza buscando el origen de aquella molestia y el dolor fue como si se la estuviera desatornillando. Abajo, en la calle de enfrente, un elegante sedán color pistacho había aparcado en doble fila. Podía vislumbrar a una mujer de pelo negro dentro que parecía manipular un artilugio con una antena que apuntaba hacia el tren detenido.

Podía aguantar, por ahora.

Bool: ¿qué cosa espantosa pasaría con toda esa energía arcana desmandada si perdieras la concentración? ¿Qué truco mental ridículo te enseñó Azorath para mantener la mente fría y que, aunque no lo creais, funciona?

Puedes ponerte en pie y desplazarte si lo deseas manteniendo la concentración. Te tiemblan las manos y sólo hablarás con monosílabos. Puedes incluso intentar Evaluar la Situación (-2 porque te sientes Culpable) para ver si ese coche tiene algo que ver con todo esto. O puedes tratar de Consolar/Apoyar a Chas, que no pone buena cara (no restas nada a esto pero puede ser un poco complicado con la expresión que estás poniendo). Claro, las consecuencias de un fallo en cualquiera de estas tiradas sería, em, nefasta. 

Por cierto, si quieres eliminar Asustada o Insegura, una opción muy sencilla sería largarte corriendo ahora y mandarlo todo al cuerno. Sólo es una sugerencia, ojo.

El asalto psíquico comenzó de nuevo, pero esta vez era mucho más intenso. La voz de Viral taladraba su cabeza al tiempo que el velo de la realidad se rasgaba en diagonal delante de sus ojos. En la mitad izquierda podía ver al conductor poseído gritando en silencio con aquella mueca de espanto. En la derecha, un magma rojo sangre borboteaba en una llanura de carne que se carbonizaba y ardía con siniestros siseos y chillidos. Warhead no comprendía el por qué, pero aquella visión le sobrecogía el alma de espanto: ¿era el el que se quemaría así por dentro si Viral entraba en su mente? No podía permitirlo.

Miró al conductor. Tenía que matarlo para librarse de aquel miedo y aquel dolor. Pero él era un héroe, uno de los buenos... No podía hacer eso.

—OH, DIOS. ¿Qué es lo que quieres de mí, qué quieres de nosotros? —preguntó finalmente a Viral en un grito desesperado.

Se reincorporó sobre sus rodillas a duras penas, ya no era solo el mantener la barrera activa, algo estaba haciendo pitar sus orejas y no dejaba de taladrarle la cabeza. Vio de reojo una mujer en un coche verde, manipulaba algún tipo de artilugio con antena apuntando al tren y se fijó en si el motor del coche estaba en marcha. Aparcada en doble fila eran demasiadas coincidencias, ¿sería ella el origen de aquel pitido infernal?

NdM: No escribamos dos veces lo mismo, por favor. 

- Chas. - Dijo con esfuerzo, arrastrando las letras. No tenía buena cara, pero en medio de esta situación, si no quería arrancarse los tímpanos y lanzárselos a la cara, no podían dudar. - A-yu-da... - Señaló el vehículo verde mientras con la otra mano se cubría la oreja. Instantes después dejó de señalar para llevarse la mano a la oreja libre y gimotear de dolor. - Nngh...

No podía soportarlo más, si no recuperaba la concentración de inmediato todo se iría al garete. Recordó las palabras de su mentor, pegó la cabeza contra el techo del monorail y una galería de hombres semi desnudos empezó a tomar forma en su cabeza. Entre ellos también se encontraban sus compañeros y alguna que otra mujer, pero tenía dieciséis años, podía literalmente pensar en una piedra y excitarse con la misma facilidad. Enfocar todas sus energías en una sola emoción era lo que le había enseñado Azorath, podía haberse enfocado en la ira que sentía cuando sus padres se ponían en modo führer o en la alegría que sintió de pequeña con el perro que no le regalaron. Pero con la carga hormonal que llevaban a su edad prefirió ir a lo fácil.

El pitido seguía haciéndole polvo la cabeza, pero al menos la barrera aguantaría un poco más.