Partida Rol por web

Pat Dur apoya su cuerpo a la pared de la cueva buscando cobertura e intentando pasar desapercibido (algo común en su raza) mientras teclea su omniherramienta con velocidad.

El volus se separa ligeramente del grupo para activar su omniherramienta, pero el movimiento parece que atrae a dos de los cascarones que se desvían hacia él. Absorto como está mirando la pantalla holográfica que ha desplegado ante él, no puede evitar que los dos humanoides le alcancen. Aunque reacciona ante el primero con más agilidad de la que cabría esperar de un volus con su constitución, su movimiento le lleva de lleno a las garras del segundo de los casacarones.

El golpe del sintético ignora las barreras cinéticas de la armadura del volus, que recibe un fuerte topetón en la cabeza.

La joven quariana ve cómo el último de los cascarones se abalanza sobre ella. Aún dubitativa por la rapidez con la que están sucediéndose los acontecimientos, no consigue echarse a un lado con la celeridad necesaria. Su frágil constitución es incapaz de soportar el golpe y se tambalea hacia atrás, gravemente herida.

Reela esta bastante herida, trata de moverse para quitarse encima al cacaron con todas sus fuerzas, aunque es consciente de que necesitara ayuda para poder moverlo puesto que ella no es una persona fuerte precisamente, asi que tambien trata de coger su arma

Creo que a Reela le vendría bien una mano.

Muerdo la tagarnina mientras me echo la escopeta a la cara. Mantengo la espalda contra la cobertura para dar el mínimo objetivo posible al francotirador. Sonrío de lado mientras aprieto el gatillo.

Pierdo un instante la visión cuando el cañón de mi escopeta vomita una llamarada roja. La coz en el hombro del retroceso es un espasmo de satisfacción. Me siento joven.

Zane desvía sus ojos un momento hacia Reela y dispara al enemigo más cercano, cubriendo a ésta y a Saria

El disparo a quemarropa de la comando asari destroza al cascarón que atacaba a la quariana. Zane, viendo que Reela está a salvo y dispuesta para incorporarse a la batalla, cambia rápidamente el objetivo de su disparo para cubrir al volus. La ráfaga del Avenger impacta con letal precisión en otro de los cascarones, dando con su cuerpo en el suelo unos instantes después.

Casi en el mismo momento en el que los cuerpos caen al suelo, empiezan a consumirse, activando el sistema de protección geth que ha impedido durante siglos que su tecnología sea estudiada en detalle.

El extraño geth que os emboscó desde la puerta centra su atención en la comando asari. Tras la singularidad y el disparo de escopeta, aparece ahora como uno de los enemigos más peligrosos del grupo. Emocionada por acabar tan fácilmente con los cascarones, no reacciona a tiempo para evitar el disparo del geth. Sin embargo, el débil haz de partículas del sintético no basta para penetrar los escudos de la comando.

El geth trooper que no había disparado hasta ahora se fija en el volus. Apunta hacia el pequeño aspirante a espectro como si estuviera acatando una orden y aprieta el gatillo. A cubierto detrás de todo el mundo, la ráfaga del fusil geth se desperdicia impactando varias piedras y contenedores. Sin embargo, una bala consigue desgastar ligeramente los escudos de la armadura de Pat Dur.

Maldigo mientras noto cómo los escudos potenciados de mi armadura se reducen tras sendos impactos geth. Menos mal que se me ocurrió mejorarlos, porque si no a estas alturas ya tendría un bonito agujero en el traje por el que se estarían colando innumerables microbios. Geth y gripe. Los enemigos de cualquier quariano.

"Bosh'tet..."

Maldigo otra vez mientras me revuelvo buscando una mejor cobertura tras la que protegerme. Se nota que pertenezco a un grupo de alto nivel. Un veterano humano, una comando asari y un "aspirante" volus... ¡y aquí nadie organiza ni un mal remedo de táctica! ¿¡Y se llaman líderes!?

"Keelah..."

Maldigo una tercera vez mientras mi cabeza bulle y el estruendo de los gritos, los disparos, las explosiones bióticas y el parloteo geth llenan el aire. Tecleo mi omniherramienta a toda velocidad, localizando el "consenso geth" del francotirador e intentando sobrepasar sus rutinas. Si lo consigo, tal vez le reviente la jeta metálica a la cafetera colgante que tenemos encima nuestro...

El golpe en la armadura escuece. No duele, pero me recuerda que esto no es un juego. Cierro los ojos, me concentro y levanto una barrera que pueda absorber el siguiente disparo, al tiempo que trato de esconderme tras una caja y buscar cobertura.

Un halo azulado rodea a la asari mientras Adina trata de atravesar las defensas de la programación del francotirador Geth. Sin embargo la resistencia del sintético es mucho mayor de lo que había esperado, y los sistemas de seguridad del geth rápidamente bloquean el acceso de la quariana.

La luz de la cabeza del francotirador se centra en la mujer que está intentando manipularle, rápidamente seguida por el pequeño punto rojo de la mira de su rifle. Una fuerte detonación resuena por toda la sala y, un instante después, Adina sale despedida hacia atrás con un terrible impacto en el hombro. Los escudos de su armadura, agotados, han sido incapaces de detener el impacto del rifle y la ligera armadura quariana carece de blindaje ablativo que la proteja.

Rápidamente, quejándose de dolor, la quariana vuelve a su cobertura para protegerse.

Reela parece darse cuenta de que la situación es crítica cuando ve cómo Adina es casi derribada por el disparo del francotirador. Con su arma en la mano, se acerca al cascarón restante y le dispara a quemarropa.

La quariana no es una experta soldado, pero la potencia de su arma es suficiente como para atravesar las débiles defensas del híbrido, que cae al suelo gravemente dañado. En pocos segundos, el cuerpo del cascarón empieza a consumirse a si mismo, dejando únicamente ceniza en el lugar donde cayó.

Los dos geth troopers abren fuego sobre los soldados del grupo, Saria y Zane. Las balas cruzan la sala de lado a lado, pero fallan estrepitosamente a la hora de alcanzar sus objetivos.

Con la espalda pegada a la roca, la situación no pinta demasiado bien. Saria intenta analizar la situación táctica con su experiencia en el campo. 

Ese cacharro trepador... No tiene sentido que esté pegado al techo. Está completamente al descubierto. A menos que necesite estar cerca de nosotros para algo... Quizá coordina el sistema de tiro de sus compañeros, o algo parecido. Hay que hacerlo desaparecer cuanto antes. Creo que es lo que diría mi padre.

¡Zane, ayúdame a limpiar la basura del techo! ¡Aornis, prepárate para apoyarlo! ¡Concentrad el fuego en un objetivo y abrumadolo!

¿Con que tenemos un pajarillo revoloteando por la cueva? Pues nada, nada. Toma alpiste, gorrión.

Apuntando cuidadosamente a la cosa que repta por encima del grupo, Saria aprieta de nuevo el gatillo. 

Saria dispara al saltador... justo en el momento en el que el geth se lanza al otro lado de la sala. El disparo de la escopeta deja un enorme boquete en el techo, donde estaba el hopper hasta hace tan solo un instante. La comando asari maldice mientras gira rápidamente la cabeza tratando de seguir al veloz sintético.

- ¡Ese bicho es demasiado rápido! ¡No vamos a conseguir darle a no ser que consigas pararlo o ralentizarlo bióticamente! - grita Zane a Saria. Acto seguido vuelve a apuntar al francotirador Geth, tomando un segundo para calibrar el tiro, y dispara.

El preciso disparo de Zane acaba con la barrera hexagonal que protegía al francotirador, convirtiendo su color translúcido azulado en tonos rojizos con los sucesivos impactos de los proyectiles hasta que por fin desaparece. El último proyectil de su ráfaga, alcanza al francotirador, dañando sus escudos pero sin conseguir atravesarlos.

Reela despliega su omniherramienta y trata de piratear al geth que no para de saltar de lado a lado. La protección con la que se encuentra es bastante mayor que con cualquier otro geth al que se haya enfrentado hasta ahora, pero su especialidad en sistemas informáticos se hace notar y consigue saltarse las protecciones.

El saltador parece dudar por un momento, pero no tarda en adquirir un nuevo blanco, guiado por las órdenes modificadas por Reela.

Atravesando la sala de un rápido brinco, se coloca detrás de uno de los geth trooper y abre fuego sobre él. Sorprendido por la espalda y sin posibilidad de evitar el haz de partículas, el soldado geth ve cómo sus barreras cinéticas se desintegran bajo el disparo de su aliado.