Partida Rol por web

Por fin paramos para pasar la noche. Había sido una marcha a ritmo alto y ya estaba bastante cansado, pero aun quedaba montar el campamento. Casi lo más pesado.

Así, que me puse a ello, deje mis pertrechos en el suelo y mirando como iban mis compañeros montando el campamento fui a montar mi hueco en uno de los extremos para cubrir ese flanco. - Korlo, tú conmigo.- Le digo dandole una palmadita en la espalda para que me siga y me ayude. Se de sobra que a algunos de los demás compañeros no aguantan las locuras extrañas del "chaval", pero a mi me divierten y las guardias son largas y muy aburridas.

- Ya que no nos dejais otra opción, nosotros nos quedamos con la cuarta. ¡Gracias!- Ese gracias es totalmente irónico y no porque no me guste esa guardia, a mi parecer es una de las mejores, duermes de seguido todo lo que puedes, sino porque es raro que no la hubiesen elegido antes.

-Me apetece dormir, pero si tengo que hacer guardia, así será. Al menos el soldado Fergus era uno de los simpáticos. Malo sería que me pusieran con el insoportable de Callidon o peor aun con el Cabo Soneka, aunque sólo había que pillarle el humor, no era un mal tipo después de todo.

Preparó su pequeño recinto para dormir dejo las cosas a buen recauda para cogerlas en caso de necesitarlo por la noche.

Sonrie, tras montar el cañon en el pozo de tirador cabado entre el y su hermano, sacandose una varita de Lho y encendiendola...se vuelve, para ver a su hermano, el cual, sentado al otro lado del cañon de asalto, lo mira con una mezcla de envidia, malhumor y mendicidad reflejado en su rostro. Tras suspirar profundamente, saca otra varita de Lho y se la tiende a su hermano. Iba a ser una noche larga, mas valia tenerlo contento...

-Deberias estar mas alegre, estamos vivos, cinco pielesverdes muertos...este mundo ya es un poquito mejor- comenta en voz baja, para su hermano.- Ademas...dentro de lo que cabe, nos ha tocado la mejor guardia, nosotros cuando terminemos dormiremos del tiron, los otros son los que tendran que desperezarse y lo tendran todo partido.- continua, en voz mas baja aun, acercandose un poco a su silencioso hermano. -recuerda, fumate el lho rapidito, no es que esos orkos gasten mucho en punteria...pero no quiero ser un blanco por la jodida colilla...ya me entiendes.

Cuando termina de hablar, se pone a revisar el mecanismo del cañon, con tranquilidad, contando con que su hermano vigilaria el bosque.

Biggs mira a su hermano al otro lado del enorme pozo de tirador que se han montado para los dos. La tecnica de poner malas caras cuando lo ve fumar ha funcionado, y toma el cigarro de buena gana. A dia de hoy todavia no se habia gastado un cigarro, y eso queria decir que luego intentaría sacar provecho negociando con los excedentes. Enciende la varita de Lho, y cuando le dice que deberia estar alegre, alza las cejas, con cierto gesto de sorpresa.

Con los dedos indice y pulgar hace el gesto de "por poco". Señala hacia atras, posiblemente hacia Hunter, dandose la vuelta incluso, para ser mas concreto y buscarlo con la mirada, señalandolo con efusividad. Cuando ha dejado claro a quien se refiere, vuelve a sentarse, y hace le gesto de usar algun tipo de arma contundente para darse a si mismo en la cabeza. Vuelve a repetir el gesto de "por poco" con los dedos y acto seguido mira hacia el cielo, señalando al cielo con ambas manos abiertas.

Alza la ceja cuando dice que les ha tocado la mejor guardia. Le hace un corte de mangas, y luego se señala a si mismo, haciendo algunos aspavientos. Era el quien habia pedido esa guardia mientras su hermano estaba haciendo el imbecil mirando las florecillas del campo.

Cuando le dice que se fume el cigarro rapido, niega, despreocupado y alza el cigarro con un gesto de "¿Lo ves?" y vuelve a llevarselo a la boca. Con la mano, hace el gesto de una pistola, y dispara con ella, y con la otra mano, señala su alrededor.

La proxima vez me pido la guardia con Korlo... Que me cuenta historias de las titis de la inquisicion... Piensa, cogiendo los prismaticos, mirando alrededor.

Os turnáis para hacer vuestras guardias y la noche pasa sin más problemas, a otros les habría costado conciliar el sueño con el incesante ruido de la artillería y del combate en la distancia pero para vosotros se ha convertido ya en algo normal y que no os molesta en absoluto. Durante la noche la temperatura baja bastante y al no haber encendido ningún tipo de fuego para calentaros os levantáis un poco entumecidos, pero nada que no se solucione poniéndose a andar un poco.

Recogéis el campamento y os ponéis a andar nuevamente, si todo va bien hoy tendríais que alcanzar el puente que os habían indicado y salir de este bosque.

Biggs roncaba. Lo sabia el, su hermano, el sargento, los orkos y toda la maldita unidad. Y lo que era peor, esque siempre dormia a pierna suelta. Se despierta, abrazado al cañon automatico, algo entumedizo por el frio y la posicion. Se pone en pie, estirandose, y le da una patada en el hombro a su hermano para que despierte.

Hace el gesto de llevarse las manos al pantalon, de abrir la cremallera. Vamos, que va a echar un rio matutino. Y cuando lo mira, señala el cañon, haciendo el gesto de desenroscar algo, y acto seguido, se va junto a un arbol a mear.

Vuelve al par de minutos, y comienza a colaborar en desmontar el cañon, metiendo en la mochila las partes que le pertocan. Y mete las piezas que mas volumen tiene, pero menos pesen. Hoy no le apetecia cargar con el cañon.

Y se sienta, esperando a que el Sargento de la orden de avanzar. En la espera, saluda a los que van desperezandose, con un gesto de la mano.

El turno de vigilancia se le hizo fácil, lo peor de todo fue el descanso de después, antes de despertar a todo el pelotón.

-¿Alguien tiene algo de recafeinado? ¿Hunter? ¿Tauron? ¿Cabo?......, necesito un poquito de combustible por la mañana. Por cierto Biggs, estuve apunto de acribillarte anoche por todo el ruido que hacías, lo gracioso ha sido que nadie ha parecido molestarse mucho. 

Una vez la última guardia termina y los soldados empiezan a zarandear a los compañeros abro los ojos viendo de nuevo la nieve y el bosque...por que coño no seguiría yo en mi sueño con una playa y bellas mujeres.... Me levanto entre gruñidos y empiezo a estirarme.

 - Puto frío.    

Golpeo las botas con la abertura hacia abajo un par de veces para quitar "cualquier cosa" que por la noche se haya podido colar, una vez hecho esto me las enfundo antes de revisar el rifle láser. En los climas fríos el sistema de expulsión del cargador solía quedarse congelado por lo que había que revisarlo y sacar cualquier partícula de hielo del interior. Una vez limpio y sacando una célula de energía nueva, recargo el arma.

Salgo de la tienda viendo que los soldados ya estaban preparados para la marcha. Saludos a los soldados Biggs y Korlo, respondiendo a este último.

-Lo siento Korlo, pero me da que sin un fuego vas a tener que pasar del recafeinado.  

¿Recafeinado? Que más quisieramos Korlo, la próxima vez que nos manden a un hotel de misión no nos faltara de nada.

Hunter se encontraba echado esperando a que el sueño le fuera cogiendo, pero con Biggs roncando como si se hubiera abierto los infiernos le costaría un poco.

Biggs mira a Korlo, alzando las cejas con cara de clara sorpresa, señalandose a si mismo. Acto seguido, con efusividad, niega. Yo no ronco, melon. Es lo que viene a decirle por los gestos. Cuando pregunta sobre el cafe, recuerda haberlo dejado abandonado en el baño de la base. Bueno, bien podria haberle valido ahora para cambiarlo por unas varitas de Lho. Leccion aprendida.

Señala a Wedge, y se lleva dos dedos a la boca como si estuviera fumando. Acto seguido, vuelve a señalar a Wedge, y vuelve a repetir el gesto de fumar. Pidele Lho, que este suelta... Piensa, mirandolo, mientras carga las cosas.

Le devuelve el saludo al Cabo, mientras saca la bateria de la pistola, y comprueba que todo este bien, colocando un nuevo cargador.

Levanta el dedo pulgar, una vez enfunda la pistola en la cartuchera.

La mañana llega y me desperezo lo mejor que puedo entre bostezo y bostezo. La guardia ha sido una mierda, hacía demasiado frío y para colmo la cremallera del petate se había atascado, con lo que la segunda parte del sueño fue una mezcla de desesperación y resignación. Por suerte con la luz del día consigo poner todo en su sitio

-Joder vaya mierda de noche-digo mientras me aprieto los cordones de las botas (que llevo puestas cuando duermo) y pateo un par de troncos para ver si la circulación se quiere reactivar.

-Sargento, ¿volveremos pronto por aquí? o tapamos el agujero de los cojones... lo digo porque me jodería tener que sacar la tierra de aquí con lo bien que me ha quedado.

-A ver si hoy avanzamos mejor que ayer...y peor que mañana...

Las cosas no están saliendo tan mal como prometían, así que vuelvo a "sufrir" un tic facial con el que parece que he mordido un limón en mal estado cada vez que comienzo a hablar con algún compañero...solo por joder por supuesto.

Despues de una noche en la que mis soldados se estuvieron poniendo de acuerdo por las guardias, roncando, dando por culo con las armas, haciendo ruiditos y cuchicheos como nenas, cada cambio de guardia era un follón de cojones.... llega la mañana y toca ponerse en marcha rápidamente - ¡Vamos chicos, a recoger que hay que salir pitando! -

Me pongo a recoger el equipo y todo el campamento con mis soldados, Korlo empieza a pedir recafeinado, Soneka maldice el puto frío que hace que era bastante.... Wimdel comenta que no le apetecería tener que volver a cavar una zanja ya hecha..... - Madre mía que panda de soldados quejicas me han tocado..... - con tono serio digno de un buen sargento... - ¡¡Korlo!! ¿recafeinado? tío, no acertaste a los orcos, te quedas chupando este trozo de hielo y que te aproveche... ¡Soneka! si que hace un puto frío que te deja los huevos como canicas.... ¡abrigate y no te quejes!... ¡Wimdel! si tienes que cabar más zanjas te jodes, pero esta se queda tapada, no quisiera dejar muchas pistas de que estamos aquí, bastante tenemos con habernos encontrado a los orcos de frente y haberla cagado con las armas, para que nos hagan un ataque sorpresa por la espalda..... -

Después del despertar horrendo con mis hombres, agarro la brújula y (no se si serán mis ojos o la brújula) la aguja que señala el puto N, no deja de oscilar - Maldita sea, entre la puta noche que me han dado estos (maldito Biggs y sus rebuznos, un asno sifilítico seguro que hace menos ruido), el dichoso frío que hace y que este puñetero bosque parece identico mires para donde mires........ no tengo ni puta idea de por donde ir..... - Sacudo la cabeza varias veces para ver si me espabilo y parece que esta vez no me va a costar tanto seguir un buen rumbo, aunque la cosa no se da bien del todo.

Miro a varios sitios y luego de unos instantes de "pinto pinto gorgorito......." - Chicos, por ¡¡ahí!! - señalo hacia donde tenemos que caminar - espero que sea la dirección correcta hacia el puente..... - pienso mientras comienzo a andar y a emprender la marcha.

Como le gustaba al Sargento gritarnos de buena mañana. Si con esos graznidos dudaba que todo el ejercito orko no conociera su posicion. Se lleva las manos a la cara, engando con cierta resignacion, dejandolo berrear agusto.

Comienza a caminar tras el Sargento, respetando la formacion. Hasta que se da cuenta por la posicion del sol, que estan camino de vuelta a la Base. Se adelanta, golpeando el hombro del Sargento, y señala el sol. Acto seguido, señala hacia adelante, y hace el gesto de un cuadrado, y se lleva la mano al frente, saludando de forma militar. Acto seguido, se da la vuelta, señalando a su espalda y hace un cilindro en el aire, y junta las manos, para representar una explosion, con onomatopeya incluida.

Continuáis avanzando durante todo el día, andar por el bosque os resulta difícil y os cuesta calcular la distancia que realmente habéis recorrido, no solo por vuestras velocidad cambiante si no porque en múltiples ocasiones os veis forzado a dar rodeos para poder seguir adelante lo que hace que la distancia que habéis recorrido en línea recta sea mucho menor de lo que habéis andando.

Aunque afortunadamente el día paso sin problemas y no os encontráis con ningún enemigo veis claros signos de actividad orca, está claro que os estáis internando en su territorio.

El día llega a su fin y aun no habéis llegado al puente, aunque parece que vais por buen camino, el viaje os está llevando más de lo esperado por lo que volvéis a preparar el campamento mientras empieza a caer una pequeña nevada.

Camino en mi posición en la fila revisando alredor por si apareciesen mas orkos. Pero no solo nieve y árboles....maldita sea, donde esta el puñetero puente.....  De una vez con una buena caminata bajo nuestras botas, el sargento da el alto. 

- Ya habéis oído al sargento muchachos, buscad un lugar donde pasar la noche.

La pelea con Biggs, es mas por frustración por no haber encontrado el puente que por que el chaval haya mirado o no la brújula. Dejo de lado si esta bien o no ese comportamiento y desembarazando la pala de la mochila empiezo a cavar mi puesto de tirador.

-¡ Artillero Wedge! Ya que su hermano esta preparando su posición para esta noche, coja al soldado Hunter y vigilen mientras el resto cavamos. No valla a ser que los orkos no nos pillen con los calzones bajados. 

Ibamos andando siguiendo un rumbo un tanto extraño - que raro, ¡¿pues no que me da que hamos pasado por aquí ya!?..... - transcurridos unos metros comienzo a ver los signos de la batalla contra los 5 orcos que el día anterior habíamos tenido y me paro hechando un vistazo a todo mi alrededor..... de repente, un pequeño toque en mi hombro me pone en alerta. Me giro con mala cara (pues entre la frustración de no saber orientarme y luego el toquecito en el hombro que no ayudó......) y me encuentro la cara de Biggs - hombre, mira quien asoma la cara, menos mal que las siestas están prohibidas, sino hubieramos muerto ya acribillados por los orcos ¡y desde lejos! -

De repente se pone a comentarme que el rumbo que llevamos no es correcto y que estamos volviendo a la base, me froto la barbilla con expresión pensativa.... - ¡Joder Biggs! ¡¿y ahora me lo dices!? - le respondo de forma brusca para dirijir mi frustración hacia él. - ¡Compañía! como bien indica Biggs (aunque sea tarde) vamos en dirección contraria, ¡media vuelta! ¡¡AARRR!! -

Continuamos andando en dirección contraria a donde íbamos con la cara de Biggs extrañamente sonriente por haber tenido razón en el rumbo y poco a poco va cayendo la noche nuevamente - me cago en la leche..... otra noche más con Biggs y su concierto en "do mayor" - Chicos, busquemos un buen sitio donde montar el campamento.... - Miro a Biggs de reojo... - y por favor... ¡la tienda de campaña de Biggs que esté bajo tierra para que no se le oiga...! y si es menester, que esté toda la noche de guardia y así no se dormirá y no nos deleitará con su concierto JE JE JE -

Lo cierto, es que me muestro bastante inexpresivo cuando comienza a gritarme en la cara. Entrecierro los ojos y todo, y acabo metiendome el dedo meñique en la oreja. Que torrente de voz. Acabo por encogerme de hombros, con una sonrisilla cuando da la orden de dar media vuelta. Y cuando llego junto a Wedge, mi hermano y Korlo, hago como que saco una brujula y doy vueltas sobre mi mismo, entre risas.

Abre los ojos de par en par, alzando las cejas, con sorpresa, cuando el Sargento lo invita a montar la tienda bajo tierra... ¡y que este toda la noche de guardia! Abre las manos levantandolas a la altura del pecho, con una clara expresion de "¿¿PERO QUE DICES??"

Y como venganza, dejo caer la mochila entre todos los presentes. Y señala al suelo, indicando que montara su puesto alli. Y levanta el dedo, indicando que se pide la primera guardia... Asi los otros tendran tiempo para conciliar el suelo.

Cuando ve que comienza a nevar, se lleva la mano a la frente, negando con la cabeza, y lanzando un largo suspiro. Otra noche que tendria que pegarse a alguien para no morir congelado. Como odiaba el roce... ¿Por que no habia mujeres en la guardia imperial?

Asi dicho, saco la pala, comenzandoa montar mi puesto de tirador y sitio donde dormire con Wedge. Mira al sargento, y le señala el mechero, a ver si hay suerte... y podian encender un fuego para calentarse. Si total, con los ronquidos suyos, y los gritos del Sargento, todo el bosque conocia su posicion.