Partida Rol por web

Mi anterior disparo dio en el blanco y por un segundo creí que había conseguido algo, pero fue solamente un espejismo. El impacto fue en la moto y esta resistió sin inmutarse. Parece que están blindadas.

¡Estamos jodidos! Pienso mientras veo acercarse las motos orkas a gran velocidad. Korlo grita a mi lado mientras dispara todo lo que tiene. Creo que tiene toda la razón, pero intentaré darle a los orkos, sus malditas motos son impenetrables.

Un fallo tras otro hacia que mi moral estuviera por los suelos, al menos mis compañeros estaban realizando el trabajo en el que yo solo cometía fallos. Me mantengo apuntando hacia los orkos, quizás si están un poco mas cerca consiga atinarles.

- ¡Vamos señores, ajusten el tiro y cacen al orko! 

La carga de las moto orcas era inminente, los disparos de Callidon no hicieron más que rebotar contra el blindaje frontal de las motos orcas, pero en el último momento la ráfaga de Fergus consiguió impactar en uno de los motoristas abatiéndolo y haciendo que la moto saliese disparada sin control, por lo que solo uno de ellos consiguió finalmente cargar contra las filas del la guardia imperial.

El orco blandió su hacha directamente hacia el sargento, pero no calculo bien la inercia que tenia y se quedo lejos de impactar en su objetivo, aun así ya estaba en combate cerrado con el sargento y con Korlo.

Por su parte los otros dos orcos acababan de llegar al puente y empezaban a cruzarlo.

El momento al que no se quería llegar, había llegado... una de las motos, pilotada por un orco verde, llegó a nuestra posición y se lanzó contra mí - ¡¡Joder, joder...!! - Mira los movimientos de la moto y del orco a ver si puedes anticipar una vía de escape... ¡vamos Ferro! - me percaté de cómo en el último momento, ya fuera por una piedra, por la geografía del terreno o vete tu a saber, que conseguí evadir el tremendo golpe que se venía hacia mi.

Sin pensarlo dos veces, agarré fuertemente mi espada sierra y me lancé como un poseso hacia el orco que había intentado partirme en dos. - ¡Hola chiquin! ¡¡¡YA ESTOY AQUÍÍÍ....!!! - grité en tono burlón mientras me lanzaba a por él. El ataque fue brutal por mi parte, dejé caer todo mi peso contra el bicho verde que se había lanzado en moto contra nosotros y comencé a serrar por donde pude intentando ocasionarle el mayor daño posible - Korlo, no te me vayas ahora a cagar en los pantalones ¿eehhh? y dale con todo lo que tienes, es la única forma de poder salir de aquí de una pieza -

El combate había llegado hasta ellos. El gran orko se aferraba a su hacha para partir en dos a Ferro.

-El día que me cague en este trabajo, será para hacerlo encima de xenos como este, señor !!

Desenfundando su pistola Hijo del trueno y ...

Otro horrible fallo que le podía costar la vida a su oficial.

Las motos ya estaban encima, y tanto él como su hermano, poco podían hacer ya. No dispararían al Orko estando cuerpo a cuerpo con sus compañeros, más de una vez le han echado la bronca por estar apunto de hacer fuego amigo, y esta vez, no quería repetir experiencia. Se centró en los dos que aun venían por el puente.

¡Caña al Orko, Joder!

Sigo manteniendo la calma apuntando a los orkos que corren por el puente hacia nosotros. Respiro una vez mas y abro fuego contra ellos.

- Morid bastardos.

Estaba claro que la moto que había conseguido pasar nos podría causar problemas, pero si el resto de los orkos se le unían entonces si que estaríamos en un lío.

Los orkos siguen avanzando así que inspiro...

Joder, vaya disparo a bulto- pienso cuando observo que el disparo no ha sido muy preciso que digamos, pero tampoco es que haya mucho tiempo, los orkos siguen avanzando y los chicos tienen una moto entre ellos.

-Vaya cagada...

Solo espero que no vengan más por el camino o por el bosque...

EL orko llega a nosotros sin ningún problema y sin pensármelo me lanzo a ayudar a mis compañeros recorriendo rápidamente la poca distancia que me separa del combate. Desenfundo mi pistola para enfrentarme con ella al duro orko.

Señor, señor no se preocupe por los orcos que vienen por el puente señor, nosotros nos encargaremos de ellos antes de lleguen señor. Estoy seguro de que usted se encargara de ese sin problemas señor.

Esos orcos aun estaban lejos, lo adecuado era tomarse un momento para apuntar, el siguiente disparo seria el importante.

Siguiendo el ejemplo de Fergus, Hunter decide sacar la pistola y lanzarse tambien directamente al combate cuerpo a cuerpo contra el orco esperando tener mas suerte que su compañero.

¡Vamos, le tenemos rodeado! ¡A por el!

Ya tenían el orco encima así que no les quedaba otra que atacar en combate cuerpo a cuerpo de manera desesperada, Ferro le ataco con todas sus fuerzas, hiriéndolo gravemente, la primitiva armadura orca no podía protegerlo de la furia de la espada sierra. Pero el orco aun no estaba abatido, así que Korlo, Fergus y Hunter sacaron sus pistolas dispuestos a acribillar a tiros al orco y le dispararon con suerte dispar, pero el disparo de Hunter consiguió impactar en la cabeza del orco que cayó desplomado.

Por su parte un disparo poco afortunado de Wimdel no consiguió abatir al orco y no solo eso, sino que delato su posición y los orcos cambiaron de objetivo dándose la vuelta y corriendo hacia Wimdel.

Biggs giró el cañon automático hacia los orkos que estaban variando su rumbo. Puto Wimdel, haciendose el puto héroe, voy a tener que sacarle las putas castañas del fuego.  Y apretó el gatillo, iluminando el lugar con dos destellos. Intentó alcanzar a ambos objetivos con la ráfaga, pero solo dio el primer disparo.

Mierda, estan demasiado lejos. Se quejó, volviendo a apretar el gatillo, pero el martillo percutor saltó con el sonido mas terible que cualquiera pudiera escuchar: el sonido de que se había quedado sin munición.

Mi pavoroso ataque había conseguido alcanzar al verdoso y asestarle un grandioso tajo, pero el bicho seguía todavía dando por culo, a lo cual, mis hombres le pusieron un buen remedio consiguiendo reducir al orco a un mísero colador con un solo bujero en la cabeza - ¡¡¡bien hecho JODER!!!.... ¡¡¿¿PERO PORQUE COÑO TENÉIS QUE ESPERAR SIEMPRE AL ÚLTIMO MOMENTO??!! - grité expulsando el resto de rabia que sentía de haber hecho el furioso ataque.

Tras haber conseguido el objetivo de reducir al último orco motero, miré hacia donde se supone que deberían venir el resto de orcos y cual es mi sorpresa que ya no se dirigen hacia aquí - ¡¡Han descubierto a Wimdel!! - justo soltado ese grito, Biggs lanza sendos cañonazos contra los objetivos terminando los disparos con un sonido demasiado temible. Giré mi cabeza hacia Biggs y lo miré con cara de preocupación - Biggs, dime que no te has quedado sin munición ¡¡dime que todavía queda munición!! ¡¡¡¡DIMELO COÑOOOO!!!! - estaba claro que munición no había por el chasquido que el gatillo hacía intentando encontrar munición que golpear.

Tras la respuesta del artillero, que no fue otra que la que ya sabía, dí una orden concisa y segura - Una preguntita ¿porque cruzó el pollo la calle?...... ¡¡¡A CORREEER!!! tenemos que llegar a donde Wimdel YA - asi que me agarré las enaguas y comencé a correr atravesando el puente en dirección a Wimdel.

Los orkos se dan la vuelta -joder...estos cabrones son la hostia- y el sargento se vuelve loco -no se quién está peor...

Apunto y disparo, no hay tiempo que perder...y fallo.

-Me cago en todo...no es tan difícil.

Callidon estaba tan contento, estirado sobre el cuerpo de un orco muerto, mientras apuntaba felizmente a los xenos que intentaban cruzar el puente. Fue entonces cuando escuchó la orden del Sargento. CORRER. Callidon, obediente como siempre se levantó y se dispuso a correr en dirección al bosque.

Entonces se percató del terrible error estratégico. Había que correr en el otro sentido. Hacia el puente.

Con cara de resignación, empezó a correr en pos a su Sargento.

Siempre fallando a una distancia de nada y menos, pero que leñes me está pasando, ¿será el frío de la noche? ¿Será esta maravillosa velada cerca del río?....

Recogiendo todo, para volverse a incorporar a la carga, Korlo sigue a Ferro por el puente.

Asustado noto como la pistola se encasquilla. ¿¡Pero que mierda es esto!? ¡¡Si la revise antes de salir!! Por suerte para todos, Hunter hizo lo mismo que nosotros y acabo con el xeno con un certero disparo en su asquerosa cabeza.

Parado el susto, miro a mi alrededor y veo como Ferro y Korlo salen corriendo. Entonces caigo en la cuenta, ¡esto no a acabado!

Guardo la pistola, ya la desencasquillaré en otro momento, y asiendo fuertemente el rifle, salgo detrás del sargento y mi compañero.