Partida Rol por web

-¡Señor, sí señor. Señor, así se hará, señor!- Gritó Callidon a pleno pulmón, exudando satisfacción marcial y orgullo imperial por el ataque aéreo. Cuando el Sargento salió del búnker, Callidon cogió el vocotransmisor y se puso manos a la obra.- Base, aquí Sección 70 bajo mando de Sargento Soduro. Búnker enemigo derribado, repito, búnker enemigo derribado. Cero bajas amigas.- Entonces, en una clara demostración de que el cerebro de Callidon no estaba hecho para filtrar órdenes, dijo por el transmisor.-El Sargento dispone formalmente al Teniente que la Sección 70 al completo figure en el Muro de Honor.- finalizó con una sonrisa de oreja a oreja, sabedor que cumplía las órdenes del Sargento a rajatabla.

Evidentemente ni por un momento se le pasó por la cabeza que un Sargento no podía ordenar nada a un Teniente. Eso era asunto de los mandos, no de un vocoperador.

El bunker enemigo era ahora un agujero cubierto de cascotes humeantes. Una vez mas me pregunto porqué no soy un piloto de cazas, esta claro no tienen valor para luchar cuerpo a cuerpo con los orkos.

- Muy bonito, si señor. Muy bonito....nos han dejado el camino libre.

Recibiendo las órdenes del sargento salgo del bunker y busco una zona para empezar a preparar el campamento.

Tras haber escuchado la amable petición de Callidon al alto mando sobre la modificación del Tablón de la Fama de la base, un escalofrío recorrió mi espalda - Madre mia, ¡Callidon! ¿y tenías que seguir a rajatabla mis órdenes? seguro que si algún día te mando que vayas de frente contra un grupito de orcos, seguro que te pasas la orden por el forro de los cojones y te dedicas a hacer calceta o algo más raro - Da igual, es un subordinado, si el Teniente se pone de malas, el que dió la orden por la radio fue él y no yo, puedo decir que se le fue la pinza de tanto cigarro y tema resuelto -

- Callidón, haz otro comunicado a la base indicando que necesitamos munición para los artilleros y para nosotros, a ver si nos la pueden dejar caer cerca o tendremos que andarnos medio bosque como la última vez - comenté a Callidon con cara de resignación, pues antes y despues de la comunicación iba a tener que escuchar una buena ristra de "Señor".

-Señor, sí Señor. Gracias, Señor.- Dijo volviendo a saludar marcialmente Callidon. Al parecer las ironías tampoco no eran para él. Cogiendo de nuevo el vocotransmisor, repitió las nuevas órdenes.- Base, aquí Sección 70 al mando del Sargento Soduro. Cero bajas amigas. Solicitamos munición en las coordenadas 43.453.AL.335. Repito, solicitamos munición en coordenadas 43.453.AL.335.-

Callidon sonrió, siempre solícito y obediente.

Todo salta por los aires y yo escupo al suelo del bosque.

-Vamonos joder, que esos cabrones ya han hecho lo suyo.

Agarro el rifle y echo a correr ya que no me apetece esperar a nadie. Cuando escucho las palabras del sargento sonrío.

-Eso Callidon, cuéntales también que han mandado un jodido Lightning para acabar con un puñado de orkos y ya veremos en qué mierda de tablón nos ponen esos soplagaitas.

Llego al trote mirando el bunker del otro lado -menos mal que no la han cagado- y cuando veo que parecen estar preparando un campamento suelto una carcajada (antes de que el sargento me parta la cara)

-Pero cabrones, ¿qué cojones hacéis?, que el sargento estaba de coña ¿cómo vamos a montar una mierda de campamento justo en el sitio donde hemos lanzado unos caros fuegos artificiales? ¿queremos que los orcos nos canten una nana o qué?.

Si el sargento me sigue la corriente, estoy salvado, si no...bueno, primero hay que sobrevivir a la misión para uqe te condenen.

-¡Vamos cojones, hay que cruzar el puente!- sin apenas detenerme sigo caminando alerta por si aparece alguien al otro lado del río. Estaría bien descansar, pero debemos continuar cuanto antes, somos la guardia imperial o algo así.

Mientras camino echo un nuevo vistazo al sargento. Muchas de mis cicatrices me las he hecho yo mismo, pero los calabozos de la guardia no son un lugar de descanso precisamente.

-Si no le importa sargento...voy echando un vistazo...

Biggs llegó hasta el bunker, de nuevo junto a sus camaradas y compañeros. Dejó el arma en el suelo, y se tapo la nariz, moviendo la mano de un lado a otro, en claro gesto de "que pestazo hace aqui". Era posible que los otros se hubieran acostumbrado al olor, pero él, acababa de llegar.

Acabo su varita de Lho, tirandola al suelo y pisandola, y volviendo a ponerse el casco. Miro al Sargento, y señalo al Cañon de Asalto, y luego hizo el gesto de comer. En pocas palabras, que el cañon necesitaba municion. Luego espero a que el Sargento dijera donde iban a montar el campamento, y mientras escuchaba las decisiones, lo que hizo es quitar el cargador vacio del cañon y poner el ultimo que quedaba. Debería economizar la municion si no llegaba mas.

Nos estábamos acoplando un poco para descansar un momento y que los soldados heridos curaran sus heridas, cuando aparece por el bunker Biggs y Wimdel- ¡¡aqui llega mi mejor artillero de toda la panda de mancos que tengo a mis ordenes!! - comento jocosamente dándole una buena ostia en la espalda de cariño al buen artillero.

Ante los comentarios de Wimdel sobre el tablón de la fama - Wimdel, ¿¡que eran un puñado de orcos!? según el informe que voy a entregar a la base, eran un grupo de quince o veinte orcos atrincherados en un bunker ¡¡y al que diga lo contrario lo violo!! - Estaba claro que haber solicitado un ataque aéreo para tres orcos atrincherados, era una buena excusa para montarme un consejo de guerra - Si la cosa es que Wimdel tiene razón, si se enteran de que solicité un ataque lightning para un puñadillo de orcos, me forman 4 consejos de guerra seguidos - 

Tras eso, Biggs, con una gran labia como es habitual en él, "comenta" el tema de la munición - Soldado, ya estoy al tanto de que estamos un poco justitos de munición, he ordenado a Callidon que solicite munición a la base, estamos a la espera de luz verde al pedido - Tras eso, Wimdel reprocha el que estemos montando un pequeño campamento fuera del bunker para descansar un poco y curar a los heridos y comenta que debemos continuar con nuestro paseo - Ala Wimdel, tira tú delante y si ves algo, avisa, si te matan no digas que los demás estamos aquí, tus compañeros necesitan descanso y curar algunas heridas ¡¡no pienses solo en la misión, tus compañeros son también importantes!! - Tras ver como Wimdel iba cruzando el puente, me interesé por mis hombres heridos y como iba el pequeño y merecido descanso.

Tras ver como Wimdel iba cruzando el puente - Se que Wimdel tiene razón, pero si no estamos al cien por cien, los combates que nos quedan las vamos a pasar putas putas -

Sección 70, aquí mando operativo, su solicitud de suministros adicionales ha sido denegada, repito, su solicitud de suministros adicionales ha sido denegada, tendrán que continuar su misión con el equipo con el que dispongan.

Comienzo trotando, pero a medida que avanzo voy frenando el paso. Echo alguna mirada hacia mis compañeros- que os jodan...-y sigo avanzando, con más cautela a medida que voy llegando al otro lado del puente. Observo en la distancia, detenidamente, lo cuerpos de los orkos caidos en busca de cualquier movimiento al amparo de la falta de luz.

-Como alguno de estos se levante...

Apunto uno a uno y me muevo en busca de algún superviviente. Me encantaría poder dispararlos para asegurarme de que están muertos, por fortuna la mayoría está claro, pero para los que no, saco el cuchillo y lo hinco con fuerza en el cráneo desde uno de los ojos.

-Joder...dejemos a estos bichos aquí tumbados y vamos a tomar un maldito té...así no pueden sacar las tripas cuando estemos despistados.

Sigo avanzando, aún hay que revisar más muertos y asegurar las bajas y también está el tema de los restos del bunker, tal vez quede algo, tal vez algo de utilidad y probablemente nada, pero mejor mirar y a la par, buscar un buen lugar donde esconderme hasta que el resto quiera volver a moverse.

-Tendría que dejarlos ahí tirados, podría subir a un jodido árbol y dormir todo el puto día...pero no, me quedaré aquí oliendo a barbacoa y vigilando por si viene alguien...lo bueno, es que si viene alguien pasará de estas ruinas e ira a joderlos a ellos primero...

Callidon presta atención a la respuesta de la base.- Ts...- chasquea con la lengua, poniendo cara de disgusto, sabiendo que tenía que darle las malas nuevas a su Sargento.-Esto... Señor, parece ser que nos deniegan nueva munición, Señor. Señor, desde base dicen que tenemos que apañarnoslas con lo que tenemos, Señor.- Dice cuadrándose ante el Sargento, cual militar en pleno desfile.

Mirando su propia mochila, y pensando en el poco uso que le ha dado a su arma, con gesto magnánimo y decidido comenta.- Señor, a mi todavía me quedan 3 cargadores de 40, por si hay que pasarlos a alguien, Señor.-

Tras ver como Wimdell se va alejando conforme cruza el puente, escucho levemente la respuesta de la base en cuanto a la petición de munición - como sea verdad lo que he oido...... - Tras ese pequeño pensamiento, Callidon me llama la atención respecto al mensaje escuchado.

Lo que me había parecido escuchar era correcto ¡¡no nos mandan munición!! - ¡Descanse soldado! - comenté a Callidon cuando lo vi tan cuadrado ante mí - Bueno, pues habrá que apañarse con lo que nos quede..... ¡¡recuento de munición YA soldados!! - comenté a todos los que allí estábamos para ver como andábamos de munición todo el grupo. - Espero que la última parte de la misión, no tengamos que luchar a pedradas...... aunque pensandolo bien, lo mismo un discurso de Callidon, ante una horda de orcos, puede terminar con ellos en un pis-pas - pensé en soluciones alternativas al armamento, pues creo que a culatazos va a ser complicado cargarse a un ejercito orco y en vista de la puntería que tenemos, mejor será no tirarles las armas a la cabeza.

Nada mas llegar, recibió un golpe en la espalda por parte del Sargento. Al principio, no supo si iba en coña, o en serio. Joder, vale que había tenido una mañana de mierda, pero ahora había estado de lujo. Por suerte, que llamara mancos a los demas -y solo después de que Biggs oteara a su alrededor ocmprobando que nadie había perdido una mano en los combates- se tomó el lujo de sonreir, y encogerse de hombros.

Dejó caer el arma con cuidado, girandose hacia su hermano, y alzando el pulgar, confirmando que había estado de puta madre. El francotirador tenía razón, no eran tantos como para pedir un bombardeo. Eso hizo que Biggs cayera en algo. Joder, nos envian apoyo aéreo para esto y no pueden hacer que el caza vaya dos kilometros mas adentro y destroce los depositos el solo... Seguro que alguien en inteligencia la ha cagado. Esos de inteligencia son unos maricones. Asintió con la cabeza, ante sus propias ideas. No sería él quien dijera palabra, así que por lo pronto, no tenía porque temer que el Sargento lo violara.

...no es la primera vez que nos amenaza con esto... ¿Estará necesitado? ¿Lo habrá dejado la novia? ¿La novia era la hija del comandante? Quizás por eso estamos aquí puteados... Y si... ¿se ha pasado de acera? En sese momento, miró al Sargento, alzando ambas cejas y recordo cuando le palmeo el hombro. Disimuladamente, se alejo del Sargento, poniendo a varios soldados de por medio.

Desde la lejanía, alzó el dedo pulgar, dandole el visto bueno a que Callidon pediría munición a la base... hasta que este dice que les deniegan la posición. Que hijos de puta, para la gasofa del caza tienen y a mi no me pueden dar dos cargadores más. Frunció el ceño, negando con la cabeza y encogiendose de hombros. Se agachó, sentandose en el suelo junto al cañon de asalto y abrió la mochila, sacando el cargador que quedaba y rebuscando por si quedaba alguno mas.

No quedaban más.

Cambió el cargador del cañón, y miró al Sargento. Esta vez, evaluando y midiendo sus gestos para que no pudiera malinterpretar nada, indico que quedaban diez balas del cañon. Miró a su hermano, señalando su bolsa, por si quedaba algun cargador en la suya.
 

Mientras Wimdel se queda a la espera escondido al otro lado del puente, el resto empieza a montar un pequeño campamento cerca del Bunker para descansar un poco después del asalto.

Apenas han empezado a dormirse alguno de ellos cuando el sonido de unos motores que parecen a punto de estallar, orcos sin duda les despiertan, varios vehículos se aproximan rápidamente hacia su posición, seguramente atraídos por la fogata en la que ha quedado transformado el bunker del lado sur.

Callidon, siempre servicial y atento ante cualquier demanda que pudiera ser de ayuda a un mando superior, se incorporó inmediatamente al escuchar el ruido ensordecedor de los motores. Saludando marcialmente hacia su sargento, procedió a informar lo que para todos ya era más que obvio.- Señor, lamento informarle que parece ser que se acercan fuerzas ostiles, Señor.-

-Vuelta al ruedo señores.....

Malditos orkos, ni dormir nos dejan, ¿porque se empeñan en morir?.

La reciente herida le recordaba todo el rato que auqnue mala puntería seguía siendo muerte lo que lanzaban esos xenos verdes

Habíamos terminado de montar el coqueto campamento para descansar un momento, cuando Callidon me llama la atención sobre algo que no esperaba - Al final el capullo de Wimdel tenía razón, si es que de vez en cuando hay que escuchar las chorradas de los soldados..... - pensé con pesadumbre.

- Bueno chicos, pues el descanso a la mierda, mis intenciones eran buenas, pero ahora a tomar por culo..... hay que salir de aquí volando ¿alguno tiene dinamita o algo parecido para volar el puente? - le van a dar por culo a la misión, si para salvarnos tengo que hacer el puente bicarbonato.... por el Emperador que lo haré -

Estaba metido en mi petate cuando el sonido de unos motores nos decía que los orkos se aproximaban a nuestra posición....la vida de un guardia imperial, es estar siempre de servicio.... Me levanto y recojo las cosas antes de seguir las ordenes del sargento.

- Volar se puede volar señor, pero si lo hacemos al Teniente no le va hacer mucha gracia y seguro que tiene algún comisario por ahí con un bolter amartillado.

Cojo el rifle reviso las municiones que me quedan y refunfuño recordando que los cabrones del monitorum no nos iban a mandar mas suministros....putos cabrones burócratas....