Partida Rol por web

Arkin escuchó la explosión y frunció el ceño, aunque se calmó un poco cuando Dante dejó claro que aquello formaba parte de su plan. Como lobo podría ser mas sigiloso que como humano, pero en cuanto a la batalla, prefería ser humano, o convertirse en su forma híbrida mas perfecta para la batalla.

Siguió a Dante al interior de aquel lugar, esperando que Illana los siguiese de cerca.

Los sonidos en el exterior provocaron que la licana se girase con brusquedad. Estaba segura de que eran ellos, debían intentar escapar de donde estaban para reencontrarse con sus salvadores. Con paso rápido se acercó a la mujer de cabellos oscuros, tomando sus manos con fuerza.- No, ahora no. No puedes sentir miedo, te necesito con todos los sentidos, necesito que me ayudes, para que las dos salgamos.-Tiró un poco por ella, intentando hacerla moverse hacia la puerta y así salir de allí.

Era la primera vez que la sangre de Illana ardía de tal manera. Su sed de venganza era mayor que su calma y su real objetivo era Sebastian pero al sonar la explosión, el panorama cambió. No tendría su venganza tan fácilmente, ya que el real objetivo de toda la operación era sacar a Peyton y a Temperance de allí.

Miró a Dante cuando dio la explicación y lo siguió, quedándose cerca de su prometido. Ya llegaría el momento de vengar la muerte de su madre y de sus hermanos.

Estiro mi mano para intentar sentirla, aunque sea un poco, mientra aprieto los dientes y me exprimo el corazón.

Avanzó hacia Alexander paso a paso, para que este note mi presencia y lo llamo.

-Ven, necesito hablar contigo. Es urgente.

El cazador intenta hacer notar su presencia, sin embargo antes que eso, Alexander ya había sentido la fuerza de su corazón bombeando el flujo vital por sus venas. El sonido susurra en sus odios, como el dulce arrollo de una cascada de agua cristalina y refrescante.

A pesar de todo, el vampiro ignora el llamado de la sangre, pues a pesar de la furia en su interior aún mantiene su humanidad y el respeto a sus colegas. Su voluntad prevalece intacta.

Arremete acercándose a él con pasos furtivos, para detenerse justo frente a él -¿Que deseas cazador?- Su mirada se había vuelto salvaje e impaciente, ya no era el mismo.

Al ve a aquel hombre medio destrozado, no puedo evitar espejearme. Reconozco ese dolor, esa ira, ese instinto de desesperación y caza. Tengo un deber -Lamento tu perdida, el dolor por tu familia. - recuerdo las palabras de Temperance, su revelación y sus sentimientos - Ella... me contó lo de ustedes, y lo dichoso de su embarazo. Yo prometí que les ayudaría a ser felices. -Los tragos de recuerdo nunca son fáciles, y más cuando las historias se entretejen. Debo permanecer concentrado.- Y no puedo faltar a mi palabras... Cuentas con todo mi apoyo, y mis habilidades como cazador y espiritista. Ella, es una buena chica. No debería pasar por esto.

En su arrebato y casi por instinto sujeta con fuerza la chaqueta de Gabriel con sus garras inhumanas ¿Y tu que carajo sabes de perdida y dolor? Un humano jamás podría comprender lo que significan mas de 200 años de tormento y causas perdidas... 

Su mirada se pierde en los ojos del cazador mientras sus pupilas comienzan a contraerse y finalmente afloja sus manos. Un largo suspiro le sirve de desahogo y ahora solo intenta rectificar su espalda. 

-Lo siento Gabriel- ahora se siente atormentado por la vergüenza -realmente lo lamento y no creo que merezca tu comprensión. Pero te estoy muy agradecido por ayudar a Temp... ella si merece toda la ayuda posible.- 

He pasado día y noche recorriendo estas calles bañadas en sangre y culpa, en búsqueda de la verdad... pero solo encontré callejones sin salida.- La mirada de Alexander se desmorona como un cachorro asustado -Necesito tu ayuda Cazador, ya no tengo a nadie en quien confiar-

Y ahora... ¿Qué?- Pregunta desconcertado. 

Al sentirme de nuevo contra la pared, río sardónicamente, como un loco, hasta sentir la sangre correr por todo mi cuerpo.

-Morir, perder. Son cosas que conozco aunque no tenga tus 200 años. ¿Sabes porque me volví cazador, y uno de los más depiadados y suicidas? Por que solo una vez he amado, y ella a mí. Porque hibamos a tener familia, y uno de ti clase me los arrebato. Y no, no te culpo. Tu no tuviste que ver con ello. Pero tengo una promesa y voy a cumplirla.

Hago una pausa en lo que me suelta, antes de continuar.

En estos momentos, los licantropos tienen una junta en la que deciden el plan de acción que tomarán, piensan rescatar a la cría que les hace falta; ya que además de ser familia, es la ultima persona en tener conocimiento de Temperance. Yo... no pude llegar a nada con ellos, y por eso no los acompañare, pero desde la sombras y los tejados me asegurare de cubrirles las espaldas.

Si quieres, puedes ir con ellos; pero si no confías, podemos ir a uno o dos arsenales, armarnos hasta los dientes, y hacerles sentir el infierno a nuestros enemigos. Por mi parte, solo puedo pedir un poco de sangre, si se puede de esa que no es tan adictiva. Esta noche necesitaremos muchas fuerzas. Y creeme que hasta yo necesitaré de ella.

Seguían escuchándose disparos, y algunos gritos, lo que sucedía al otro lado de la casa debía ser bestial,  pero parece que los de la casa habían reaccionado, lo que era evidente, debían estar esperando ser ubicados, era eventual, tantos días de búsqueda lograrían su objetivo, y más con Dante detrás de la pista de su mujer.

Entraron en la casona, primero a la cocina, que daba al salón en donde habian dos licanos que se estaban transformando, y corrían hacia la entrada, se escuchaban disparos y debieron moverse rápidamente para ponerse bajo protección tras una de las murallas.

Dante les indicó, hacia arriba, pero no necesitaban que él se los indicara, habían sentido el aroma de Peyton, y también su miedo. A zancadas subieron las escaleras llegando a un pasillo  largo, que giraba en una de las esquinas, pero Ilanna  da un paso en falso, debían ser sigilosos, y sus transformaciones en licanos les ayudaban mucho, sin embargo, la chica al pasar por muy cerca de una de las mesas de arrimo apostada en la pared, pasó a llevar uno de los floreros y este rodó hasta el piso, quebrándose en miles de pedazos.

El ruido llamaría la atención de los licanos que estaban en en salón y corrieron hacia la escalera, subiendo, no tardaron mucho y encontraron a los tres lobos. Dante lanzó un rugido y su cuerpo tomó la forma humanoide y se lanzó contra los dos licanos que ahora iban a atacarlos.

-busquen a las chicas- les ordenó mientras luchaba contra contra los dos licanos, azotándolos contra el piso, ya todo sigilo había quedado atrás, por los enormes cuerpos de los tres licanos luchando con fiereza. 

Jalas a Temperance, ella tiembla y corren hacia la puerta la que se abre, Peyton asoma la cabeza, se escuchan disparos, y no era seguro bajar, debían buscar la manera de bajar o salir de ahí sin peligro, caminaron lentamente, Temperance estaba muy asustada, y escucharon gritos y rugidos,debían ser los chicos, Dante, Arkin e Ilanna, Peyton apura el paso, debía llegar a ellos, pero cargar a una asustada Temperance era muy complicado...

Avanzaron un poco más, y una de las puertas se abrió saliendo de ella Rachel..

- ¿a donde van?...- preguntó la vampiresa que estaba caminando ante la luz de sol...

Sonríe con cierta ironía mientras deja entrever uno de sus colmillos -Supongo que esto ya no se trata de clases o razas, estamos cada quien por su cuenta y al mismo tiempo todos contra todos. Es por eso que no confío en los licanos... ni en nadie. Incluso siquiera debería confiar en ti, pero lo haré.-

-Los perros son demasiado salvajes y esto se trata de quien pega antes... no de quien ladra mejor. Las sombras serán nuestras aliadas, pero "armados hasta los dientes" suena bien por mi.- Se desliza hacia atrás mientras las sombras cubren sus ojos -Iré por las armas...-

Sonrío al vampiro.

Me parece perfecto, si puedes, consigue municiones de plata; especialmente virotes. Nos veremos en media hora aquí mismo, En... lo que cada uno resuelve sus asuntos.

Mientras veo al vampiro marchar, me encamino a buscar a Jake (y de paso a Leah) para pedir su ayuda; y a Anna para preguntar por las cosas de su esposo, y del otro cazador.

Bien...- responde sin mirar atrás mientras desaparece envuelto en la oscuridad que lo consume.

-¿"sangre"... a que se refiere con eso? tendré que preguntar luego.- Piensa mientras se dirige hacia el arsenal por algunas armas, su sable de plata y virotes del mismo material para el cazador. 

Luego de eso, piensa en asistir a la junta de los licanos, o al menos hablar con uno de ellos y averiguar sus planes. En el fondo no tiene intenciones de trabajar junto a ellos, pues en este momento no confía en ellos ni en nadie, pero al menos necesita conocer su plan de acción. 

Cualquier cosa por encontrar a Temperance...

Illana mira el florero y sus orejas se encogen en signo de tristeza. Había fallado en su entrada silenciosa pero no era momento de lamentarse por ello. Dante ganaría tiempo para ellos y ellos debían sacar a Peyton y a Temperance de allí. Tenía la promesa con ambas.

Lo más seguro es que Arkin luchara al lado de su padre pero ella tenía clara la misión y se sentía lo suficientemente enojada con Sebastian como para pensar en persuadir a su prometido, así que sale disparada hacia donde sentía el olor de Peyton para tratar de sacarlas de aquella prisión.

"Joder..." Peyton abrió los ojos completamente, realmente no esperaba encontrarse con Rachel justo de frente, era la última a quien hubiera querido ver, pues sabía como era. Y no le gustaba lo más mínimo. Con rapidez retrocedió empujando a la morena hacia detrás de su cuerpo para protegerla.- ¿Acaso es algo que pueda quitarte el sueño, Rachel? No te importa... Y con o sin tu permiso, saldremos de aquí. -Empujó algo más a la joven, para alejarla, tras eso se colocó por medio encarando a Rachel.- Maldita colmillitos...

Observó a Dante... Y obviamente, no iba a dejar que luchase solo.

De hecho, el Alpha era Arkin, y no aquel licano.

Gruñó, miró a Illana por un lado, y luego a Dante. En su interior sabía que lo mas importante sería rescatar a Peyton y a Temperance...

Pero no era capaz de dejar a Dante atrás.

Se interpuso, tomando a los dos licanos con los que combatía Dante y dejando a su padre liberado.

-Vete tu arriba. Yo los contendré.

Comentó, mientras sus iris destellaban de aquel fulgor animal. Si alguien podía contenerlos, sería un licano con poder suficiente, y no uno herido.

Miró de nuevo a Dante y comentó, con seriedad.

-Estás herido, serás de mas utilidad con Illana. Es una orden.. Ahora ¡CORRE!

Dante debía saber en el fondo que lo que decía era suficientemente lógico... Y que Arkin lo único que quería era la supervivencia de todos.

En ese mismo instante su cuerpo comenzó a cambiar, hasta el punto perfecto de hibridez, tratando de recordar todo lo aprendido en sus anteriores aventuras, recordando los momentos que había pasado con la Fianna..

Era aquello lo que lo mantendría sujeto a la realidad, lo que le haría no perderse en la rabia.

Miró de reojo a Illana. No sabía si sería la última vez que la viese... Pero lucharía por que no fuera así.

Si él no era capaz de contener aquello, entonces nadie lo era.

Estaba preparado.

-Venid, sucias ratas. Os aplastaré.... ¡JURO POR SELENE QUE OS APLASTARÉ!

- ¿y por qué razón las dejaría irse?- sonrió con sorna en los labios, disfrutaba verlas ahí, muertas de miedo, Temperance se quedó detrás de tí, temblando, sólo ver a ese ser la llenaba de terror, y susurraba que no quería que la tocara - pero si estamos recién empezando la fiesta... no seas así - sonrió de miedo lado sin moverse de su lugar, esperando tu avance, tu ataque, sabe que no eres rival para ella, y lo peor, es que tú también lo sabes.

Mientras van donde Leah escuchan que Alexandra y Etiennen estaban organizando un asalto a una casona, se acercan y se enteran que saben donde estaban Temperance y la cachorra de Dante, Alexander no pierde el tiempo y decide unirse al asalto, en su mano estaba el fuego azul que Tarmesle había devuelto, él debía ahora salvar a Temperance.

Alexandra levantó las cejas, no se fiaba del humano.

- no sé que harás ahí, cazador, eres un imbécil hijo de puta que no sigue órdenes - no tuvo reparos en decirle eso a Gabriel, haciendo incapie en su rídicula actuación en la reunión. Los demás humanos y dhampiros del grupo  se encogieron de hombros, tampoco confiaban en el cazador.

Subes las escaleras, sientes el aroma de ambas, sabes que están cerca, deseas verla, tu corazón está apunto de gritar  victoria... cuando llegas a la segunda planta y vez a Peyton y a Temperance a al fondo del pasillo, pero delante de ellas, un ser vestido de negro, preciosa... pero su aroma la delata... es una vampiresa... sientes ese aroma... es la muerte.