Partida Rol por web

Los aventureros superan con éxito la primera misión y se hacen más fuertes, pero aún tienen mucho trabajo por hacer...

Después del feliz desenlace de vuestro contrato con el herrero Quinn, dedicáis algo de tiempo a descansar, aprender las lecciones de vuestras aventuras, y prepararos para vuestro siguiente movimiento.

El matrimonio entre Rakin y Jora parece que funciona tan bien que apenas abandonan sus aposentos una vez para saludaros y daros las gracias por ayudar a Quinn. Mientras que la tumba de Erais está completamente terminada y adornada con flores, además de no pasar un día sin que algún habitante del pueblo se acerque a rezar una oración por su alma. Parece que vuestros servicios aquí ya no sean requeridos, todo el mundo parece tranquilo y contento.

Así que por fin decidís que llegó el momento de moverse y buscar trabajo en otro lugar, aún tenéis pendiente de entregar la carta que os dejó Tira, y Whilem también os ofreció ayudarle en un trabajo, no parece que os falte por donde empezar...

Bueno, bueno... a mis posaderas les va pareciendo que este lugar ya no son de su agrado así que si os parece podríamos sali de este pueblo. Creo que ya hemos marcado profunda huella en sus vidas.

-Yo también creo que deberíamos irnos de aquí, podemos aprovechar y entregar la carta de Tira o ayudar a Whilem, ¿que opináis?-

-Por mi podriamos hacer una bola con la carta y tirarla por un barranco, pero ya que dimos nuestra palabra nuestro deber es cumplirla, hagamoslo primero y dejemos lo importante para cuando estemos más tranquilos

Después de reunir suficientes provisiones en la posada para el largo viaje, por supuesto ofrecidas con gusto por el dueño de esta sin pedir nada a cambio después de todo lo que habéis hecho por Jaspermoon, os poneis por fin en camino rumbo al reino de Sembia.

El camino se dirige casi sin bifurcaciones hacia el norte, y según os han indicado va directamente hasta la ciudad de Saerb, donde espera vuestro contacto Inius Olger, al que debeis entregar la carta de Tira. La calzada es bastante ancha y debe recibir algún tipo de mantenimiento, según deducís por lo concurrida que resulta estar y el buen estado que presenta comparada con la mayoría que habéis recorrido.

La mayoría de estos transeúntes son mercaderes que viajan desde o hacia Sembia para vender sus productos y sacar algo de beneficios aprovechándose de la ley de la oferta y la demanda. Al principio el viaje resulta ameno, casi siempre tenéis alguien con quien entablar conversación, pero empieza a hacerseos bastante largo, y acabáis viajando callados y aburridos, con el ánimo cabizbajo debido a la falta de acción.

Buena parte de la culpa de esta falta de acción la tienen las patrullas de soldados de Sembia que según vais acercandoos al reino cada vez resultan más frecuentes. Sabíais que Sembia tenía fama de pacífica y relativamente segura, pero no habíais comprobado hasta que punto era así hasta ahora. Incluso hay refugios en los que dormir por la noche en el camino con sus propios guardias.

una de estas noches sufrís un pequeño incidente sin importancia, os despiertan los gritos de Corrin en sueños, parece una pesadilla, pero nunca antes habíais visto así al mediano. Cuando conseguís que se despierte y se calme, y después de mandar dormi al resto de personas curiosas que se habín despertado en el refugio con los gritos, os cuenta lo que ha soñado en voz baja. Pero en vez de miedo, lo que muestra ahora su voz es una gran resolución:

He tenido una siniestra visión, unos seres no muertos bajo el Paso de la Garra, caídos en el olvido para el resto del mundo hace mucho, han sido recientemente despertados. Estoy seguro de que Avandra me envía esta visión, debo acabar con esos seres a toda costa para erradicar ese mal del mundo y evitar que los que viajen a través de ese paso sufran daño. El Paso de la Garra es el camino más directo para atravesar las montañas Picos del Trueno hacia un reino enano que desconozco, más allá de Sembia. La visión no me mostró más, pero creo que después de entregar esta carta deberíamos dirigirnos allí.

Te dije que demasiado licor elfo era malo antes de dormir. ¿Kathra, sabes de que reino puede tratarse? -digo en una pose reflexiva, intentando recordar algún lugar que encaje con la descripción...

Corrin... dijo Kathra mientras miraba fijamente al mediano... no te habrás fumado las hojas que faltan del libro maldito... ¿verdad?

¿Más allá de los Picos del Trueno dices?, lo cierto es que no he tenido oportunidad de visitar a mis hermanos enanos de por allí... quizás no sería mala idea visitarles después de nuestra actual encomienda.

Y volvió a arroparse para conciliar nuevamente el sueño.

Kathra recuerda haber oido hablar de los enanos de más allá de los Picos del Trueno, deberían resultar amigables, no como otros clanes que ella conoce, y la ciudad más importante que le viene a la cabeza es la de Hammerfast, una de las más grandes y cercanas a dichos picos, y que a diferencia de otras, está esculpida a cielo descubierto, para resultar más aceptable al resto de razas con las que esta ciudad es utilizada como centro de comercio.

Hasta ella se llega a través del Paso de la Garra desde Sembia, y sobre dicho paso algunos habéis oido leyendas sobre un tesoro escondido en las ruinas de la Torre del Paso de la Garra, un antiguo bastión humano de un imperio ya olvidado. Sin embargo los saqueadores y buscadores de tesoros nunca encontraron nada en lo poco que queda de la torre, así que la leyenda parece carecer de un fundamento sólido.

Después de este pequeño incidente os volveis a acostar y al día siguiente reanudais vuestra marcha con la apatía habitual, todos menos Corrin, que parece muy emocionado ahora que cree tener una misión divina que cumplir.

No tardáis mucho en alcanzar por fin Saerb ese mismo día. Es tal y como imaginabais, una ciudad grande, llena de mercados y tiendas, gente de todos los lugares, tabernas, y muchos soldados...

Después de preguntar a un par de personas no tardais en localizar la taberna que os dijo Tira, justo enfrente de la zapatería de Inius Olger, y os sentáis cerca de la ventana a tomar algo mientras esperais a que el sol empiece a ponerse. La verdad es que todos estais deseando acabar con esta aburrida tarea para dedicaros a asuntos más importantes, pero la recompensa prometida por Tira os hace manteneros allí, 100 piezas de oro tan fáciles de conseguir no pueden dejarse pasar.

Estoy agotado de tanto trabajo. A ver si podemos entregar esta carta de una vez y descansar...

Whilem se revuelve en su silla nervioso... -Descansar? Yo no estoy hecho para tener vacaciones flacucho, me agobian!! Terminemos esto de una vez y pongamonos de nuevo en marcha.

Solo espero que no tarden mucho, me gustaría coger una buena habitación antes de que se ponga el sol por completo.

De eso estaba yo hablando precisamente, hasta que el señor "Tipo-duro" dijo que descansar es una tontería, que él es el mejor, que hará guardia todos los dias durante las noches; en fin, las chorradas habituales... ¿A quién teníamos que entregar la carta?

Por cierto... y ya que sacamos el tema... ¿quien lleva la carta?

Kathra miró al resto como queriendo dejar claro que ella no llevaba la carta.

Corrin dice: La llevo yo, no os preocupeis. Le prometí a Tira que se la entregaríamos a Inius Olger, el dueño de la zapatería que ves ahí enfrente, y así se hará, no pienso faltar a mi palabra...

Por fin había llegado el atardecer, y cuando ya pensabais que vuestro hombre no iba a aparecer, un hombre calvo sale de la zapatería y enciende una antorcha fuera, justo la señal que estabais esperando. Pero en ese momento, ois una voz autoritaria que le llama, y veis varios guardias armados recorriendo la calle hacia la tienda.

Vosotros tres sois capaces de distinguir a un hombre con un pesado manto negro entre los guardias.

Tu además llegas a ver que el hombre envuelto en el manto está blandiendo una daga.

Miro con cara preocupada como se acercan los guardias a nuestro destino

-Lo que nos faltaba,¿que hacemos?-