Partida Rol por web

Fue agradable saber que las nuevas generaciones sabían sobre los trabajos de sus mayores.

Me alegra que conozca mis trabajos, ahora las nuevas generaciones tendrán que continuar el camino trazado. Comenté mientras saludaba a Nick

-- Bien esta es la situación -- comento a los presentes -- El Nuevo Horizonte, Tras 20 años desaparecida la tenemos ahora delante de nosotros y apunto de estrellarse contra Miranda, según cálculos al llegar nosotros le quedarían unas  tres horas,  de no impedirlo claro. He visto que no podemos atracar en el hangar pero hay dos escotillas de emergencia para entrar una cerca de la sala de filtros y otra cerca de la sala médica.

Umm, la nave salió con 8 científicos y es raro que no sepamos de ellos, recuerdo que tiene dos motores el estándar como el de esta nave y el que yo diseñe el motor dimensional. Por ahí, comentan de acceder por la zona medica

Shila se termina aprisa el bollo y masticando costosamente se marcha.

La nave El Nuevo Horizonte es 5 veces más grande que la TV4.

Se encara en la parte de la sala médica tal y como se comento. Se ve como se  extiende un tubo pasillo. (Este llega  hasta los 5m de distancia que separan las dos naves ) y se acopla a la oxidada escotilla de la nave "Nuevo Horizonte."

            Habéis llegado.

Shila os lo comunica por altavoz interno de la nave.

¿ Que hacéis?

James se levantó, apoyándose sobre sus rodillas, pensando por tercera o cuarta edad en su edad, miró a sus compañeros antes de decir, con voz monótona -Deberíamos establecer un orden de acceso. Una vez dentro, los historiales médicos quizá den alguna pista de lo ocurrido en la nave, dado su aspecto.-

Estiró sus piernas e hizo un par de calentamientos de brazos antes de continuar. -Es posible que encontremos alguna pista de alguno de los ocho científicos- concluyó.

Disuelta la reunión Nick fue a sacarse las ropas de suspención y se vistió apropiadamente para trabajar, pero por sobretodo se calzó sus gafas multipropósito. Realmente se sentía desnudo sin ellas.

Caminando hacia el puente de abordaje fue revisando a su alrededor cambiando cada ciertos tramos los filtros de temperatura, vibración y presión, feliz de qué todo pareciese estar funcionando bien. Si a eso sumabamos la presencia de Walker en la nave la jornada no podía ser mejor. ¿Era eso —pensó— lo que se sentía estar relajado?

Cuando llegó a la escotilla de embarque saludo a los presentes con un movimiento de cabeza y se puso al lado de la puerta listo para abrirla en cuanto Shila diese la orden. Cambió el filtro de una de sus gafas a un magnificador de perturbaciones para detectar cualquier posible filtración y sonrió al comprobar que no había ninguna. Con solo un filtro puesto a vista de los demás uno de sus ojos se veía mucho más grande y deforme que el otro.

Dejó que Shila respondiese las preguntas, pero de que iba a ir con ellos iría, no pensaba perderse la oportunidad de observar el motor de velocidad cero de cerca. Y si podía hacerlo al lado de su diseñador, mejor todavía. La oportunidad de aprender era imperdible.

​​​​

—Cuando usted diga, Capitán —dijo, poniendo la mano en el mando de la compuerta.

El tubo se desplegó, no se sabía en qué estado se encontraba la otra nave, por precaución los tripulantes tenían que llevar trajes de vacío.

Al llegar ante la escotilla, está no se abría , la pantalla digital de abertura automática pedía un número que Walker introducía, pero era denegado ( ¿ Lo habrían cambiado por algo?) Alguien tendría que intentar haquearlo o forzar la escotilla.

James avanzó confiado por el tubo, acompañado por el resto del equipo, hasta llegar a la escotilla.

-¿Han cambiado el número de acceso?- preguntó al ver la pantalla parpadear en rojo.

-¿Por qué cambiarían el número? Para impedir que nadie entrara, supongo.- dijo para si mismo.

Se giró hacia Nick -Bien, ¿Puede hacer algo?-

Con una decisión tomada, mientras la nave TV4 se acoplaba a El Nuevo Horizonte, el soldado aprovechó para ponerse su uniforme de combate. Chaleco antibalas, gafas de visión nocturna, linterna, cuchillo, granadas de humo y explosivas, así como, pistola y algunos cargadores. Sin olvidar la mochila por supuesto, la cual estaba provista con lo necesario para realizar primeros auxilios, así como para armas bombas de mayor calibre. Por último, sobre todo aquello, colocó el incomodo traje de vacío, tras lo cual tomó el rifle.

Tiempo después, una vez se acercó a la escotilla de la otra nave, acompañado de su equipo, una mueca se dibujó en su rostro. ¿Por qué puñetas habían cambiado la contraseña?

—Quizás alguna criatura se coló en la nave o lo más plausible, se contagiarán con alguna mierda en MIRANDA— añadió con voz grave—. Antes de abrir deberíamos comprobar si la nave envió algún mensaje de socorro o advertencia. No quiero ir a ciegas.

» ¿Puede encargarse capitana? — preguntó en voz alta poco después.

Tales situaciones incomodaban en gran medida al boina verde. Estaba acostumbrado a ejecutar soldados enemigos, así como detener amenazas biológicas, pero aquello era muy distinto. Si la cagaban, se encontraban solos en mitad del vacío, dentro de una gran lata de sardinas, si posibilidad de recibir ayuda del exterior. A pesar de ello, su rostro se mantenía imperturbable, mientras que su pulso no temblaba en lo más mínimo.

— Estan flotando a través del vacío, para que querrían tener algo  seguramente algún pardillo olvidó cual era la contraseña de alguna de las alas y tuvieron que volver a cambiar todo por seguridad. A veces pasa ¿Cierto capitana? —dijo Nick con un significativo tono a través del comunicador que los mantenía a todos enlazados—, lo bueno es que como nadie quiere que la gente se quede atrapada adentro de las naves, los controles para abrir la nave desde fuera son más fáciles.

Nick sacó un aparatejo digital de un bolsillo que parecía una pequeña consola con una pantalla y su herramienta multiuso del otro. Tras trastear un poco al lado de la puerta logró abrir un panel que se deslizó hacia un costado mostrando una serie de circuitos y tubos de metal que se entrecruzaban sobre sí. El ingeniero de la TV4 puso la consola portátil sobre los cables e iba a comenzar a teclear cuando Jhon manifestó sus aprehensiones.

—Pamplinas, mientras el sistema de aire estuviera trabajando bien cualquier patógeno habría sido eliminado al instante —rebatió confiando plenamente en la ciencia y tecnología de la nave.. quizás demasiado—, pero puedo acceder a las comunicaciones antes de abrir la exclusa... Es incluso más sencillo.

y comenzó a teclear... Lo mejor que podía hacerlo con los guantes de su traje de vacío.

Intentan abrir pero se resiste se ha cambiado los códigos por uno muy seguro. Abría que probar entrar por la otra escotilla o reventar esa.

Vaya parece que una simple compuerta nos está dando faena, me preguntó que les pasaría por la cabeza para cambiar el código. Algún olvidó, alguna emergencia. Esto se pone intetesante

-- Chicos, algún problema por ahí abajo. En la computadora según los últimos cálculos nos queda dos horas y cuarenta y ocho minutos, antes que la nave se la trage Miranda. -- Comento Shila desde las consolas de  TV4, esta vez por los cascos internos de los trajes conectados todos a la nave, también podía ver desde su consola el pulso, tensión, temperatura,  etc, de todos sus compañeros 

—Sucede que algún palurdo del otro lado de la nave nos ha querido dejar fuera, eso es lo que sucede.

​​​​​NIck siguió intentando hackear la puerta del sistema hasta que finalmente se dió por vencido. Cogió su consola portátil y la guardó en sus bolsillos junto con las herramientas.

—Si sigo intentaándolo seguro se bloquean todo el sistema de exclusas y puertas y no queremos eso. O entramos por la exclusa de aire o sacamos la.puerta a la fuerza. ¿Cómo actuamos capitán?

Se volteó hacía Walker y negó.con la cabeza.

—Sigo pensando que es sólo un problema administrativo. Es que como se piensan que nadie va a entrar mientras vuelan por ahí no se preocupan de estas cosas.

James se quedó mirando la escotilla cerrada, cruzando los brazos de manera aparatosa debido al traje.

-Vaya, estamos en un brete-dijo, expresando lo obvio, en el mismo tono anodino.

-¿Hay forma de forzar una entrada de forma segura?- mientras volvía su atención a los, pensaba el, militares.

-De no ser así probemos con la segunda opción de inmediato, pese a los riesgos que mencionaba el señor Strand -. Concluyó.

La respuesta ofrecida por el ingeniero, provocó que Jhon frunciera el ceño de manera casi imperceptible. Odiaba que le trataran con condescendía. Era un soldado, si, pero no alguien estúpido. No obstante, el fracaso posterior de Nick fue algo que disfruto la boina verde.

—El sistema de aire podrá purificar el aire, pero no esterilizar cuerpos infectados por alguna mierda extraterrestre—respondió con dureza poco después—, pero bueno. Si no habéis logrado obtener acceso a las comunicaciones tendremos que lanzarnos de cabeza al problema, completamente ciegos.

» A ver Pamplinus sencillitus— dijo en una clara mofa a Nick—. Vete a la otra exclusa e intentar hackearla. No tenemos tiempo que perder. Mientras tanto yo preparare aquí el material para demoler la entrada en caso de ser necesario.

Al ver que su compañero de equipo no se movía, o al menos no con la velocidad con la que John querría, le dedicó una larga mirada, cargada de autoridad y fiereza. Pasados unos instantes, como si la situación careciera de importancia para el militar, levantó una mano y palmeó el casco protector de su compañero mientras esgrimía una sonrisa. 

—Muévete— ordenó poco después de que la sonrisa desapareciera de su rostro—. Hay trabajo que hacer.

Instantes después comenzó a sacar el material necesario de su mochila con gran cuidado, tras lo cual lo ordenó en el suelo del túnel accesorio. Aunque era bien conocido el peligro que giraba entorno a los explosivos, eso no explicaba el enfermizo perfeccionismo que presentaba el soldado a colocar los diversos materiales. Cada objeto guardaba una separación medida, idéntica y paralela. 

—¿Perdón? — Nick no sólo no se movió sino que le plantó cara a Jhon, hasta que esté al menos dejó la confrontación y le palmeó el casco. Iba a decirle algo cuando recordó que Walker estaba ahí mirándolos y no quería quedar mal frente a su modelo a seguir.​​​​​​ Bufó dentro del casco y apretó puños tragandose la rabia. Nadie quería que volviese a ocurrir lo de Siberia.

—Shila, seguimos esperando tus órdenes, di algo rápido antes que Biggus Dickus crea que puede saltarse la cadena de mando.

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(Mirando la consola de datos.)

-- A ver chicos, según leo aquí en el diseño de escotillas que veo en mis pantallas de hace 20 años --pausa ruido de teclas-- todos tenían una abertura de emergencia camuflada a un metro del teclado si se abre la caja con cuidado y se le hace un puente se tendría que abrir, pero hay un riesgo;  si se hace el puente mal podría bloquearse del todo la puerta o en el peor de los casos crear una presión interna y salir esta disparada como un tapón de champan, es decir si se manipula mal el riesgo puede ser alto.--  comunique al equipo por la emisora interna conectada en sus trajes. Hice una pausa y termine por decir -- umm. Hay otra opción,  vuestro traje tiene botas imantadas,  se podría caminar por el exterior de la nave hasta la otra abertura, pensar en la opción mejor. Cambio y corto.

En efecto, me acuerdo de la caja que comenta Shila, Pero el riesgo es alto, se necesitaría alguien con buena destreza y dedos finos. El caso es que si no logramos entrar la nave caerá y encima nunca sabremos donde ha estado, que le ha pasado y que descubrimientos se han hecho, para eso estamos aquí, la verdad es que no puedo esperar el momento de ver de nuevo mi motor de velocidad cero,despues de veinte años y que pensaba que se había perdido.

Shila había visto en la computadora las características de las escotillas, y tenían " una puerta trasera" para abrirlas con un riesgo. También podían probar con la otra abertura, la que estaba más cerca de los filtros de renovación de aire.

Incluso si se lo pedían y retornaban a la TV4 Shila podía mover la nave unos metros y acoplar el tubo en la segunda escotilla