Partida Rol por web

El oficial mira de pies a cabeza a Javi, sus ojos estaban muy abiertos y sus pupilas no se dilataban, no era la primera vez que el veterano veía un espectáculo así, policías que se introducían sustancias ilegales para no sentir dolor en caso de que las cosas se vayan de las manos, por eso y muchos otros factores, cuando hay refrendas en el país es que siempre se oyen sobre brutales asesinatos causados por oficiales incompetentes.

Pero, lo importante en ese preciso momento era que algunos millonarios iban siendo apilados en la parte trasera de una patrullera cercana, el oficial de apellido Moreno y que irónicamente su piel era sumamente blanca, no dice nada, solamente los guía a todos hacia dicha patrullera y le entrega las llaves a Javi.

- Tiene que llevar a los criminales a la comisaria 5 señor para recluirlos en el calabozo – su acento era fuertemente porteño –

Dicho eso, se aleja y toma una escopeta del asiento del acompañante y se aleja rápidamente dejando al pintoresco grupo subir tranquilamente en el vehículo.

De entre los detenidos, que eran una media docena aproximadamente, sobresalía el rostro de una de las vastagos que estuvo en la subasta junto a ustedes, la chica por su parte y al igual que los demás, estaba boca abajo tocando los labios con el frio acero de la parte trasera de la camioneta.

La sirena es puesta y todos se alejan para darles paso.

Una vez frente a la comisaria, Javi debía bajar a los detenidos tomando primeramente a la cainita, quien lo mira en silencio y todo el grupo se mantiene así frente a un edificio repleto de agentes policiales dispuestos a seguir saliendo para cumplir con su labor.

Te suben en la parte trasera de la patrullera, notas que un pintoresco grupo sube enfrente para manejar el vehículo, no eran policías, bueno, no todos, solo el chofer parecía uno y tenía un rostro bastante familiar, de hecho, todas aquellas personas habían estado en la misma sala donde se estaban realizando las subastas.

Los agentes policiales te habían golpeado varias veces, si eras humana, posiblemente te habrían roto una costilla cuanto mínimo, pero debido a tu naturaleza, no fueron nada más que simples molestias.

La sirena es puesta y al poco rato, llegan frente a la comisaria número 5 de la ciudad, aparte de ti, había otros apresados que habían sido colocados boca abajo sobre el frio acero del que estaba compuesto la camioneta.

El chofer te baja y se queda frente al edificio donde había agrupaciones dispuestas a seguir saliendo para realizar las tareas de arrestos.

Luna se levanta y chequea la escena con la intención de localizar a otros seres sobrenaturales en su entorno.

Mientras conduzco, dejando a mis compañeros sentarse enfrente (algo apretados), les comento con aire despreocupado, cómo si la cosa fuera baladí, acerca de la carga que llevamos.

[Espero que me paguen estas horas extras. El puñetero Moreno, tiene que tener cojones como pelotas de baloncesto o ir de droga hasta las trancas, para ordenar a un director policial que escolte a un grupo de civiles a comisaria. Pero la verdad, me vino bien porque luego cuando dejemos la carga, nos vamos tranquilamente a mi casa]

Mis gafas vuelven a estar colocadas, mientras mi sonrisa se dibuja, cuando saco un caramelo de limón de mi bolsillo.

[Podriamos darle uno a la hija de Caín, aunque no sé si soportará un humor tan ácido como el limón. La verdad, no se que hacer con ella. Sólo es una anomalía en un mundo dejado de la mano de Dios. Cuando Lucifer vuelva y ganemos la Guerra, probablemente corregiremos el mundo de los muertos, y ella vuelva a la vida o descanse, según su esperanza de vida mortal. Tanto nos da si ahora vive o muere. Más que una enemiga, la veo como una víctima de nuestro fracaso. Si Dios no nos hubiera derrotado la tercera tanda,  probablemente ésta chica habría superado su adicción a la homoglobina]

Lo sigo pensando mientras conduzco como un loco al máximo que permite el furgón, confiando en mi buena suerte, como siempre, para que no pase nada. Incluso hay un momento que dejo el volante para abrirme un caramelo, sin mirar enfrente.

[A ver, llevarla a comisaria la voy a llevar. Es lo que esperan, probablemente ya hayan informado. Pero luego, está en mi mano usar mi influencia para que la liberen, o no. Pros: No mata gente tratando de escapar ni la matan de un escopetazo a bocajarro en su hermoso rostro aterciopelado. Igual hasta se enrolla y se porta bien. Contras: Es una adicta. Es como yo con los caramelos. Y eso es peligroso. No sé... voy a darle un voto de confianza, total, no nos va a pasar nada, soy "El afortunado". Voto a favor de soltarla, intuyo que eso nos ayudará en el futuro, aunque aún no tengo muy claro porqué. ¿El resto que votais? Si no lo tenéis claro, nos lo podemos jugar a las adivinanzas de camino a la comisaría]

Tras debatirlo y ver las opiniones, en cuando llegamos a la comisaria, me bajo del furgon, mostrando mis credenciales, ya que voy de paisano, y señalo a mis compañeros infernales, para luego señalarme a mí, indicando que van conmigo. Estos no van repletos de droga así que ni se lo van a cuestionar.

Me guardo las gafas, abro el furgón y voy bajándolos uno a uno, pero le guiño un ojo a la Cainita cuando lo hago, con una sonrisa alegre y desenfada. Luego me giro hacia los policias:

-Metan al grupo en una celda provisional, apartada de los prisioneros habituales. Voy a redactar un informe y examinar el caso, en un rato decidiré que hacer con todos ellos. Ah, Y JODER, DENLES TARJETA DE PASE VIP A MIS ACOMPAÑANTES, ¡YA!

Caminando por la calle hacia la camioneta, con los gritos ahogados que aún se escuchan y el revuelo de gente y policías que parece no cesar, no puedo sino dejar escapar un sonido detrás de la sonrisa que comienza a tomar forma en mi rostro dado que semejamos al ganado arriado hacia el corral. "Y esperemos que sea al corral y no al matadero", pienso en un momento.

[- No te preocupes, eso está controlado por el momento. Yo nos hemos encargado nosotros del libro- contesto a Alejo mientras vamos subiendo al vehículo.]

Aprovechando que nos toca ir en los asientos, intento relajarme un poco después del desenlace inesperado al salir de la Universidad y gracias a que finalmente nos hemos largado de ese lugar.

[- No es verdad, Kushiel. Nosotros no fracasamos, nosotros lo dimos todo incluso nuestra vida para poder corregir los caprichos de Dios, para poder sobreponernos a su arrogante actuar y a la ignorancia a la que pensaba someter a los hombres. La muchacha no es más que el producto del cínico juego al que Yahveh sometió a los hermanos... supuestamente por amor- contesto a las palabras de Javi haciendo una mueca al decir lo último, y mientras observo de reojo a la cainita.]

Llevo una mano al tablero del vehículo debido a la creciente velocidad que vamos tomando, y luego me giro nuevamente hacia Javi.

[- Ella no formaba parte del grupo de vampiros que comenzó con los asesinatos, así que eso ya le está dando un voto a favor. Sin embargo, lo que más me interesa en este momento es saber qué es lo que estaban buscando ellos en la subasta- comento a mis compañeros-. Como les dije allá adentro, los cainitas estaban interesados en algo... diría que no está de más que nosotros nos interesemos también en ello, principalmente para corroborar si no estaban buscando lo mismo que nosotros. Y, de ser este último caso, también sería prudente saber por qué estaban buscándolo- concluyo.]

Una vez llegados a la comisaría, me bajo y mantengo junto al grupo aguardando a recibir las autorizaciones que solicita Javi, observando el movimiento de personas y manteniéndome erguido y serio, aunque paciente, mientras espero. Llegado el caso, bastará con algunas llamadas para para empezar a tirar de algunos hilos y así poder continuar con lo nuestro.

El chico asintio a Gabriel con el ceño fruncido. De estos tres especimenes, era el que mejor le caia, ya que parecia el mas serio y dedicado. Si el libro ya estaba en poder de ellos, era una preocupacion menos.

La gran parte del viaje la paso mirando al frente, con una expresion fria y distante. No dio su opinion en lo que se referia a la guerra de la Rebelion, pero si reacciono ante el dilema del vampiro.

[- Es una broma? pregunto mirando a Javi por el espejo retrovisor Es una depredadora de hombres. La interrogaremos acerca de su manada y las cosas que buscaban en la subasta, y tras obtener las respuestas pertinentes sera destruida. ]

No habia crueldad en su voz, y menos aun dicha ante la perspectiva de una ejecucion. Solo frio desinteres, similar al de un jardinero que destruye una colonia entera de hormigas porque le comen las plantas.

Cuando bajaron del coche, el chico dio un sonoro bostezo mientras se sacaba las lagañas de los ojos. Aunque era un guerrero Elohim, su cuerpo seguia siendo el de un adolescente en desarrollo, y esto le pasaba factura.

Se deja arrastar, sus aliados estaran buscandole. Espera no tener que usar uno de sus trucos, llamaria mucho la atención.

Un hombre se acerca, empieza a pegar gritos y le guiña. Luna le mira y salta hacia atrás asustada. No sabe que tipo de ser tiene delante. Parece muy seguro, miembro de las fuerzas del orden. No sabe si aliado o enemigo, lo que esta claro es que manda en el cotarro,

Danna ha permanecido sumida en sus pensamientos hasta ahora. En su mente repasa todos los escenarios que se le ocurren, buscando alguna respuesta. Hay demasiadas preguntas y está claro que algunos bandos han empezado a jugar fuerte. Si no obtienen información pronto sus vidas pueden correr peligro, y lo más importante, sus planes pueden retrasarse, o peor aún, ser anulados. No pueden permitirse semejante cosa.

La conversación que están teniendo sus compañeros la devuelve al mundo real.

[-¿Destruirla? No creo. Su tono es serio y neutro, como si estuviese en una reunión de negocios. Este desgraciado incidente no va a quedar así. Seguro que hay más bandos buscando el libro, o quién sabe si aún más cosas, y otros estarán buscando venganza, mientras que es seguro que todos ahora desconfiamos del resto de los seres sobrenaturales de la ciudad]

[-Lo que quiero decir es que no es momento para iniciar hostilidades, ni para buscar nuevos enemigos. De hecho, si podemos mostrar buena voluntad y forjar alguna alianza, o al menos un pacto de no agresión con alguna especie, habremos ganado mucho. Esto no es una cuestión de compasión o del lugar de los cainitas en este mundo -mira a Alejo y a Gabriel alternativamente- sino de no buscarnos más problemas de los que ya tenemos. No ganamos nada matándola, pero si la dejamos ir podemos ganarnos el apoyo de los suyos, al menos temporalmente]

Deja de hablar durante un momento para luego concluir:

[-No debemos olvidar que estas... especies son muy taimadas y engañosas. Es posible que quieran robar el libro, o que lo hayan cambiado por uno falso, o que nos hayan engañado y el libro nunca existiera en primer lugar y todo esto no fuese más que una trampa... no, no podemos actuar si no sabemos a lo que nos enfrentamos, y por ahora no lo sabemos]
 

Tras haberse dirigido a sus compañeros, Danna usa su teléfono y marca. Parece estar hablando con uno de sus hombres de confianza. Le ordena que recoja a Damian y lo lleve a un lugar seguro inmediatamente. Aunque la velocidad a la que va la furgoneta no es tranquilizadora parece relajarse un poco, se recuesta en su asiento y mira a la mujer de la parte de atrás.

-Si tienes algo que decir será mejor que lo digas ahora. La comisaría no es un lugar agradable, así que si puedes hacer algo para acortar o evitar la estancia allí es bueno que lo hagas.

-Tampoco te lo pienses mucho -bromea- porque muy probablemente nos matemos con la velocidad a la que vamos ahora. ¿Es necesario ir tan rápido, Javi?

[Antes de bajar del vehículo]

Parece que Alejo prefiere resolver las cosas de una manera, mientras que Danna lo ve de una manera similar a la mía. En fin, ¿porqué dudaría Alejo ahora de mi instinto, si nunca fallo? Debe seguir afectado por la desaparición del Tirano.

Ese es un tema que tengo que comentarle en otra ocasión, igual pueda esclarecer los hechos con mi visión.

Danna, retira el panel que incomunica la parte de atrás con la de delante, dónde hay los presos.

-Si tienes algo que decir será mejor que lo digas ahora. La comisaría no es un lugar agradable, así que si puedes hacer algo para acortar o evitar la estancia allí es bueno que lo hagas.

-Tampoco te lo pienses mucho -bromea- porque muy probablemente nos matemos con la velocidad a la que vamos ahora. ¿Es necesario ir tan rápido, Javi?
 

-Danna, sabes que no aceleraría -digo mientras piso el acelerador aún más hondo si cabe, girándome hacia ellas, olvidándo el volante por unos instantes- si no fuera necesario.

Mantengo mi sonrisa, mientras el furgon brinca en una pendiente por unos instantes.

-Perdona muchacha, no quería asustarte -digo a Estefanía- Yo soy Javi -extiendo la mano para chocarla, pero Estefanía va esposada- ah, ya. Lo que mi amiga trata de decirte, es que nos gustaría saber que haciais por esos lares. Aunque sinceramente -sin girarme, coloco una mano en el volante y le hago girar bruscamente, mientras milagrosamente toma una curva bien, encarrilandose de nuevo a la comisaria- no sé si es necesario. De todas formas, para fomentar el buen rollo entre la policia y los ciudadanos de a pie, sobretodo los que sufren dolencias, ¿te importaría responderle para que pueda de nuevo centrar mi atención al volante?

Se oyen algunos pitidos de fondo, cuando el furgón cruza como una bala por un cruce con tráfico, aunque milagrosamente tampoco pasa nada.

Luna esta intranquila, no sabe quienes son los tipos con los que se han subido, podrian ser cualquier cosa que purula por las noches, y tanta simpatia le pone nerviosa.

-Esteee... Mirá, no sé quienes sois pero me habeis sacado de la comisaria, y os lo agradezco, pero si me podeis quitar las esposas- dice inclinandose hacia delante y dejando las esposas a la vista- y dejarme en la siguiente calle no seré un problema para vosotros. ¿OK?

Tras escucharla suelto una alegre carcajada, apoyando una mano en el hombro de Danna, para no caerme del asiento, mientras me descojono largo y tendido, y el furgón sigue dando brincos por las pendientes.

-Ay Danna... para que luego digan que el humor muere con sus vidas pasadas... -vuelvo a centrar mi atención en la Cainita- no mujer, si no quieres responder no podemos hacer nada por tí, es una pena, porque quiero ayudarte, pero debes poner de tu parte.

Me encojo de hombros, mientras cierro la ventanilla que une la cabina delantera con la trasera, sin dar tiempo a responder a nadie.

-Déjala Danna, que reflexione en la celda, luego le preguntamos de nuevo. La verdad, me gustaría que pusiera de su parte, al final tendrá razón Alejo y todo sobre ella.

Javi pide pases VIP para sus compañeros, los oficiales presentes, aparte de cansados por la situación en la que se habían envuelto con aquel asalto a la Universidad, solo sonrieron ante tal pedido y comienzan a rebuscar los pases documentarios para dárselos.

Estefanía pide la liberación, pedido que era obviamente imposible y más aun habiendo tantos oficiales en los alrededores.

El edificio constaba con dos plantas, una sala pequeña que servía de recepción de denuncias, con un escritorio y con una radio de la cual salían constantemente voces distorsionadas.

Atrás de la encargada de recepción había un tablón con anuncios y circulares, enfrente, un sillón de hierro que servía para que las personas lleguen y se sienten a modo de esperar su turno para realizar sus respectivas denuncias.

Al costado del escritorio, se podía acceder a un pequeño pasillo que llevaba a la zona trasera de la comisaria, donde se encontraban las celdas para aquellos que debían esperar a ser trasladados en la fiscalía de la zona o ser liberados ante la orden del comisario.

El pasillo a su vez era un divisorio entre la recepción y una escalera que llevaba al segundo piso, el cual estaba conformado por la oficina del comisario, una pequeña sala multiusos que ahora mismo era usada como oficina para Javi, un depósito y una habitación para que los oficiales puedan contar con un lugar para dormir.

Estefanía es colocada en una de las celdas aparte, mientras observa que los ricachones comienzan a ser liberados bajo órdenes de jueces amigos o con sobornos al comisario, por lo que las celdas estaban ocupadas por reos menores, que ya fueron apresados antes de todo el caos desatado en la universidad.

Todos dentro de la oficina de Javi reciben algunas empanadas de carne de cortesía.

Tras meterle en la celda Luna se empieza a impacientar.

-POLICIA QUIERO HACER UNA LLAMADA, PARA QUE ME SAQUEN DE AQUI. YO NO HE HECHO NADA.

No tiene intecion de esperar a la mañana para que le saquen de aquel agujero.

Me acerco a uno de los policias que hay junto a las celdas, y le digo con una sonrisa alegre:

-Poned música, de la buena, fuerte y alta. Que hay que animar a nuestros ciudadanos.

Tras eso me giro, y me encamino a mis compañeros, observo las empanadillas y cojo alguna mientras mastico, apoyándome en la barra de la recepción, y hablando con ellos entre susurros.

-No está mal, ¿verdad? Aquí nos cuidamos bien. Si quereis daros una vuelta o hablar con la prisionera, por mi estupendo, yo redactaré dos informes, uno a favor de soltarla  y otro en contra. Cuando lo tenga os aviso, y ya veremos que decisión toma ella.

Me encaro a la recepcionista, mientras me quito las gafas, colgándolas en la camisa, y dedicándole una de mis atractivas sonrisa, le comento:

-Siempre me pregunto porque elegiste ser polícia en vez de modelo, con tanta belleza me vas a distraer al personal. -me rio cómplice- Bueno, lo de siempre... cualquier cosa, ando en mi despacho, sólo si es urgente.

Cuando llego al despacho, me pongo a redactar los informes... usando plantillas. No es la primera vez, y editando lo poco que es necesario editar. En el favorable, pongo que estuvo casi todo el rato cerca mío y no hizo nada que indujera a la sospecha. En el negativo, pongo que se alteró rapidamente, y lejos de tratar de pasar desapercibida, caldeó los ánimos de los reunidos en la subasta lo que originó, en parte por ella, la matanza posterior, metiéndole cargos por homicidios imprudentes, desacato a la autoridad y, porqué no, hurto.

Tras acabar, me relajo, echando para atrás el culo en mi silla rotatoria, y colocando los pies encima del escritorio. Luego, observo el libro que legitimamente gané. Mmmmm...

Observo el futuro inmediato,concentrándome en los hilos de telar del destino, en torno a mi mismo y las posibilidades potenciales; leer, no leer, o quemarlo... que debería hacer. Sé que decidiré lo correcto, pero es hora de echar un vistazo a la ventana del yo futuro.

Llegados ya a la comisaría y prestos para ingresar junto con el resto de gente, aguardo el momento oportuno para acercarme a la joven cainita antes que debamos separarnos.

- Comprendo tu reticencia, niña. Sin embargo, sería importante para nosotros tu cooperación... y si se da antes del amanecer supongo es aún mejor y más saludable para ambas partes- le digo en susurros, mostrándome cordial y con intención de llegar a un acuerdo, e intentando dejar entrever cierto conocimiento de nuestra parte sobre su naturaleza, antes de alejarme nuevamente sin aguardar respuesta y unirme a nuestro grupo.

Camino junto a mis compañeros al ingresar al edificio y observo un poco lugar, curioso del movimiento presente con motivo del problema en la Universidad. Al pasar, miro varias personas, bastante pudientes, que van entrando y saliendo con igual velocidad, y no puedo si no sonreír ante ello. "Siquiera debería quejarme, supongo que haría lo mismo si Kushiel no estuviese en la posición en la que está", me digo sin que desaparezca la sonrisa de mi rostro.

Una vez nos llevan hacia la oficina que le han dado a Javi, aprovecho para tomar una empanada y dar un mordisco.

[- La mujer sabe que no dispone de todo el tiempo del mundo. Una vez el sol se alce, hará lo suyo con ella y todo quedará en la nada- expreso a mis compañeros mientras continúo comiendo y me tomo un momento antes de seguir-. Dicen que es más fácil atrapar moscas con miel que con vinagre... yo digo que a menos que su condición haya afectado su mente, se dará cuenta que no somos simples humanos e intentará negociar si le damos la posibilidad. Tal vez la necesidad de Javi de realizar una declaración testimonial nos permita alejarla del resto y dé la chance que buscamos para hablar sinceramente del tema, no hay nada que perder en cualquier caso- agrego-. Y respecto a la oferta de pasear por aquí prefiero negarme y quedarme en la oficina, no quiero tentar tu buena suerte... además pensaba cruzar palabras con la recepcionista pero me has ganado en ello, amigo- concluyo riendo.]

Usas tu capacidad de ver a través de los hilos del destino, siente una conexión con el universo de tal manera que puedes verte e ti mismo consumido en un extraño Tormento que hizo quemar a tu ser.

Mas, el libro no respondía a los caprichos de la creación, por lo que no dejaba ser leído por medios mágicos, al parecer, igual que lo había hecho antes al no permitir ser teletransportado, tampoco dejaba ser observado por otros medios que no sean el procedimiento ortodoxo.

Lo único que podias leer del libro sin abrirlo, era la etiqueta de la última biblioteca a donde estuvo: Talkteena Museum, Alaska, Estados Unidos.