Partida Rol por web

Comenzaste a buscar, y la verdad es que creías que ibas por buen camino. Te fuiste adentrando mas y mas en la llanura y por un momento a lo lejos te parecía que veías un mineral interesante, pero al acercarte no era lo que tu creías, tan solo una piedra que relucía al sol. Después te girabas y te tirabas un rato mirando ciertas setas que parecían apetitosas, antes de que con romper un trocito y ponértela en la punta de la lengua, solo por el como te paralizaba esa zona sabias que como te la comieras no te podrías levantar en horas, desechandola tontamente sin pensar en que podrías haberla utilizado, quizás tu cabeza estaba en otra parte.

Estuviste cerca de una hora haciendo lo que tenias que hacer cuando de pronto viste un par de kelbins huyendo de algo, no sabias de que hasta que ya fue demasiado tarde.

-Comida! Detente comida, quiero comer!- Podías ver una criatura con las escamas azuladas corriendo a toda velocidad hacia las presas pero en cuanto olio algo mas tierno y delicioso dejo escapar a las kelbin que por fortuna, corrían mas que ella. Sus manos delanteras parecían garras y por supuesto sus patas trasera eran patas de animal, agitaba una violácea cola y tenia unas orejas muy raras, extendidas y de un material que reflejaba la luz del sol al igual que la piedra.

Su cuerpo era esbelto, sus pechos se quedaban firmes aunque se había agitado bastante y podías ver unos labios vaginales cerrados pero que parecían hasta delicados. En cuanto te vio se quedo parada con las orejas levantadas haciendo que por un instante tuvieras que llevarte la mano a los ojos porque un poco del reflejo tocaba tu cara. -Comida....mhnnn....humana.- Relamiéndose los labios mientras encogia su cuerpo y se iba acercando, acechandote.

Tras la peculiar experiencia con los hongos, una inquieta Radha caminó hasta encontrarse con las deseadas kelbin...solo que estas huían bastante rápido, perseguidas por una criatura tan extraña como llamativa. La bárbara intentó observar desde lejos, como cuando descubrió a las velociprey, sin embargo aquella que poseía orejas reflejantes parecía ser mucho más avispada y pronto la notó...

— Jum ¿comida? ¡soy una cazadora! — replicó luego de limpiarse la vista, estaba un tanto cabreada por haber perdido su oportunidad gracias a esa cosa, sin embargo también era monstruo ¿no? quizás y podía sacar algo de su mala suerte... — y tú acabas de espantar a mi presa ¿qué debería hacer al respecto? — desenfundó su espadón y apuntó hacia la criatura, lista para atacar en cualquier momento...

-Eres comida...- Silabeo lentamente mientras ya estabais a rango, sus ojos bífidos estaban clavados en ti y sonreía divertida mientras te miraba de arriba a abajo. -Músculos duros...pero mis dientes son afilados...

Abrió la boca mostrando que no mentía mientras sus orejas se levantaban bastante y luego se replegaban, durante unos instantes, unos breves instantes, parecía que el sol reflejaba en esas orejas y te deslumbraba, pero solo fueron unos instantes.

Cerró los ojos para tratar escapar lo máximo posible del reflejo, no obstante al instante siguiente ya estaba cargando contra la criatura; lenta a comparación de su velocidad normal pues la espada entorpecía un poco su avance, sin embargo los músculos en su cuerpo (especialmente en sus brazos) ayudaron a que, al llegar a distancia prudente, la bárbara pudiera lanzar un corte de arriba a abajo, buscando conocer la sangre contraria...

— ¡A ver si son más afilados que mi espada! —

Tu espada paso por las escamas de la Tzi Tzi pero el sonido era como una especie de sonido metálico que raspo las duras escamas de la criatura pero no le hicieron un daño demasiado severo, no pudiste ver la preciada sangre de la criatura pero ella tampoco vio de la tuya.

Salto hacia ti dispuesta a morderte pero con un movimiento de tu espada pudiste lanzarla en el aire tirándola al suelo, se levanto de inmediato con las orejas muy levantadas. -Afiladas.- Respondió de forma seca.

Incluso si había conseguido tocarla y de paso salvarse de sus garras, la falta de un verdadero éxito la frustraba: aquella criatura sin duda era algo bastante superior a las velociprey de antes, no obstante la noción de un enemigo así hacía hervir la sangre de la bárbara que ya necesitaba emoción luego de tanta mala noticia...

— ¡Afiladas! — igual de seca pero más ruidosa imitó a su oponente, tras lo que, asegurando sus piernas en el piso para ganar equilibrio, usó estas como punto de partida y así fue capaz de girar sobre su propio eje superior, efectuando un corte estilo "barrido" con su espada posicionada en perfecta línea horizontal...

-Kyam...mhn....- El golpe circular le dio en el vientre pero apenas hiciste que saltaran un par de escamas, esta se toco el vientre y busco sangre pero aun no la habías herido realmente, le habías hecho daño pero no le habías herido de forma seria.

-M...i...mi...ra...me...- Fue diciendo como cautivadora antes de soltar un grito gutural de nuevo y sus orejas hacer un resplandor que te golpe directamente. No te diste apenas cuenta de lo que pasaba hasta que paso, la luz resplandeció tanto que te habías quedado ciega de forma parcial, veías sombras, alguna luz, figura pero nada que pudieras distinguir bien hasta que un zarpazo araño con fuerza tu cuerpo y tuviste que tirar hacia atrás mientras escuchabas como la criatura masticaba el aire.

-Deliciosa...carne suave...tierna....

— ¡...! — eso sí que no lo esperaba, pese a las pistas, por lo que no pudo hacer nada para evitar el ataque ajeno y para colmo alcanzó a ver antes de quedar media ciega que seguía sin lograr sacarle sangre, la criatura era más dura de lo que parecía. Intentando recordar experiencias anteriores, Radha quiso buscar alguna posible pista sobre la resistencia de la extraña criatura, pero carecía de conocimientos útiles para ello... literalmente estaba a ciegas contra eso.

Dado que además fue alcanzada por la ofensiva ajena, un gran dolor y pérdida del sentido de orientación la embargaron haciéndola doblarse como débil criaturilla mientras lanzaba espadazos de manera aleatoria, y por lo mismo poco útil. En un segundo todo había cambiado...

-Debil...corderita...- Escuchaste que se reía a tu alrededor, pero tu tenias sentidos agudizados y fuiste moviéndote para que ella no te diera del todo, pero seguías estando en peligro, con tus ojos cerrados no podías ver nada, con los ojos abiertos no podías ver nada, tenias que concentrarte para que no te golpeara.

Pero el efecto estaba pasando, tus ojos parecían que se estaban poniendo bien, ya no te molestaba tanto, en nada volverías a la normalidad.

— ¡Aghh cómo escuece! — si bien logró esquivar gracias a la peculiar percepción que tenía, la misma no se aplicaba para atinar a los ataque medio a ciegas, pues la bárbara seguía abanicando con su espada lejos de donde debería apuntar, verla era casi hasta divertido, por no decir patético, pero Radha no se iba a rendir todavía...y menos cuando comenzaba a recuperar la vista.

— Me las vas a pagar ¡lo juro! —

Cuando dijiste eso un fuerte mordisco paso cerca de tu hombro haciéndote una herida ya considerable, no llego a ser algo que te dejara en el suelo pero si algo que ya dolía, justo en el momento en que empezabas a ver lo primero que viste fue como la criatura se abalanzaba contra ti.

Sus garras y dientes estaban llenas de tu sangre, sus orejas ahora estaban encogidas pero no por eso no lo volvería a hacer, pero tenia que descansar unos segundos. Empezó a rodearte, dando vueltas a tu cuerpo sin detenerse en ningún momento. -Corderita...- Silabeo de nuevo mientras se relamía los dientes, no parecía estar mal, pero tu estabas en las ultimas.

— ... —

Odiaba lo que estaba pasando por su mente, sin embargo, como buena salvaje tenía los instintos muchas veces a flor de piel y eso aplicaba tanto en las buenas como en las malas; tras "volver" de su temporal ceguera, Radha sufrió un nuevo y certero ataque, quedando bastante jodida...quizás si había evitado comerse más golpes era por suerte y no tanto por habilidad, lo que la hizo inquietarse.

— Está bien, lo acepto...eres fuerte, pero te he podido tocar. Quien huye para vivir en una ocasión, vive para pelear en otra — aseguró, y dicho eso guardó su espada; en aquel monstruo había encontrado digna rival, sin embargo no era tan estúpida como para lanzarse a una muerte segura...o algo peor, así que, sin más que agregar, la bárbara salió corriendo de allí como alma que lleva el diablo, imitando a las kelbin que vio al inicio...

¿Era una cobardía? Si, pero no pensaba morir apenas iniciar su aventura...

-Cordera huir?! Ven aquí cordera, cordera morir!- Escuchaste a la Tzi Tzi que arañaba el suelo y mordía el aire, incluso notaste un fogonazo mas de luz que buscaba el incapacitarte pero estabas de espalda y no fue mas que un flash que rodeo tu figura por unos instantes. Claro que intento perseguirte, pero no era tan rápida, tenia otras habilidades para atrapar sus presas que no era el ir corriendo detrás de ella.

Pudiste huir, después de unos largos y intensos minutos corriendo pudiste huir de la criatura dejándola atrás y perdida en la inmensidad de la llanura. Tu honor manchado al igual que tu cuerpo pero aun así estabas algo optimista al respecto, habías podido vencer a unas criaturas, pequeñas pero habías conseguido cumplir tu objetivo, lo único que contra ese enemigo...ese enemigo era difícil de poder sobrevivir.

Volviste al campamento, tardaste otras 2 horas y con todo lo que había pasado el sol empezaba ya su descenso en el horizonte. El gremio estaba abierto, con luz en su interior y en ella estaba Felicity. Estabas herida si, pero no acabada, tu cuerpo era fuerte y podía soportar eso y mas. Al verte Felicity te sonrió y se quedo de lo mas asombrada. -Eso te lo han hecho las prey?- Pregunto con cierta curiosidad mientras, si le entregabas el pergamino, ella lo volvía a sellar y lo archivaba en una zona de misiones finalizadas. - A tenido que ser una caza intensa pero como prometí...- Saco un pequeño saquito de monedas y te las ofreció. -Tu recompensa, no esta mal por un día de trabajo no crees?

La criatura aquella si que era persistente, no obstante su velocidad supuso el diferenciador definitivo entre la perseguidora y perseguida resultando en un escape exitoso aunque relativamente complejo para Radha; en su estado, si bien no estaba moribunda, intentar seguir rastreando kelbin sería una necesada total, ello sin contar el constante riesgo de cruzarse de nuevo con la criatura que acababa de dejar atrás, gruñendo y lanzando sus ataques luminosos, por lo que la bárbara decidió finalmente el volver a sus tierras y al gremio en ellas, pues además pronto se haría de noche. 

Al menos tenía la victoria contra las velociprey...

Luego de un buen rato andando, cansada y adolorida llegó al fin al lugar de donde salió, en una pieza pues seguía siendo fuerte, más con las heridas a la vista y ojeras bajo sus ojos, sudada; — No — seca contestó a Felicity mientras le entregaba el pergamino — Fue otra cosa, algo que perseguía a unas kelbin que intenté cazar para ver si me contabas la otra misión, no logré reconocer a la criatura pero era... — se quedó pensativa — azul, intimidante y a la vez hermosa, con "orejas" o aletas que brillaban de tanto en tanto y que usó para cegarme — relató a la par que tomaba la bolsa y empezaba a contar las monedas; como no sabía contar más allá de 10, las separó en dos montones y medio.

— No está mal, ahora al menos podré comprar comida... — dijo en referencia a la oferta anteriormente hecha por la encargada — MUERO de hambre... — el rugido de su estómago luego de un día agitado lo confirmó...

-Asi que te has encontrado con lo que parece ser una Tzi Tzi...vaya, si que ha sido un viaje movidito.- De los montoncitos, viendo que no sabias contar demasiado bien, tomo una sola moneda y te guiño el ojo. -La primera habitación a la izquierda, esa es tu habitación por esta noche...vamos a ver que te puedo ofrecer para comer.

La comida fue bastante simple, no demasiado abundante pero te quedaste bien. Consistió en un plato principal que era una chuleta adornado con algunos quesos y algo de verdura por los alrededores y una jarra de fría cerveza, como postre había un pastel de manzana que no tendría ni un día hecho así que estaba bastante buena. La encargada en cambio comió ya que era cerca de la noche, una comida frugal que consistió en un par de frutas con algo de pan negro, poco mas, no sabias si era porque cuidaba su figura o porque realmente no necesitaba comer mas.

- Son criaturas muy hermosas si, sus orejas son muy preciadas para los vendedores pero son peligrosas. Recuerdo como escuche que intentaron domar una, pero no te confundas, si lo que has dicho es cierto probablemente te has encontrado una alfa hembra de esa especie, no viste ninguna Shamos cerca de ella?- Refiriéndose a una criatura similar pero mas pequeña que ella e incapaz de soltar esos destellos lumínicos. -La próxima vez ten mas cuidado...pero lo bueno es que has vuelto! Tal vez te atreverías con algo mas duro?

Tomo su libro mientras comia y fue pasando las paginas. -Mhnn....Podrías cazar a las vespoids en el bosque...se paga bastante bien, 30 de plata pero tienes que matar a cinco de estas criaturitas, ten cuidado porque su picadura produce ciertos...síntomas. Si te atreves, sigo teniendo el encargo de la Velocidrome, pero es una criatura grande...oh, también tengo una de caza de Pukei Pukei...mmm..esta también es en el bosque...tu que dices? Con que te atreves? La Pukei se paga a 60 de plata si la logras cazar.

No muy acostumbrada a sutilezas, Radha se quedó un poco confusa tras el gesto de la encargada hacia ella, pero finalmente suspiró y acto seguido sonrió; era hora de la calma después de la tormenta. — Así que "Tzi Tzi"... — intrigada la siguió.

De cara a la comida, que para ella no era nada simple, la bárbara puso cara de antojo instantáneamente, tras lo que prosiguió a devorar todo como animalito aunque deteniéndose de tanto en tanto para expresar gusto por el sabor. Nada a la intemperie podía compararse a una comida casera, después de todo, y menos tras un día tan agitado. — ¿Solo comerás eso? — no obstante le llamó la atención lo poco que tenía para sí la encargada, una nimiedad en comparación a lo servido para su clienta (y eso que tampoco era un banquete ostentoso). 

— Solo vi a la Tzi Tzi y la kelbin que huían de ella, ahora quiero cazarla, quiero luchar contra esa cosa una vez más...pero antes debo entrenar y hacerme más fuerte — respondió — por lo mismo tomaría todas esas misiones, si hay tiempo — dio un gran trago a la jarra de cerveza y luego eructó — además necesito dinero ¿es posible? — 

-No necesito comer demasiado y ademas, los recursos que manda el gremio a este lugar son bastante...escasos, no te preocupes por mi que tengo mis raciones, con esto es mas que suficiente. -Aseguro ella asintiendo antes de mirarte extrañada y reír de lo mas divertida.

-No no, no puedo darte todas las misiones de golpe, tardarías varios días y tendrías que moverte de un lado a otro, ademas no hay garantías de que volvieras bien parada de todas ellas si lo haces con ansia. De una en una. -Coloco las misiones delante de ti para que pudieras escoger la que mas te gustara. -Toma una, eres nueva en esto, piensa que cuanto mas tiempo estés fuera, mas peligroso sera. Ya has comprobado que por muy fuerte que seas, las bestias tienen su forma de combatir, es mejor así.

— ¿Es por cómo está el terreno o porque no tienen muchos recursos? — intrigada preguntó, todavía comiendo. — Ummm...en eso tienes razón, quizás me llevaría bastante tiempo — algo desanimada respondió, pero de todas formas miró con detenimiento las opciones una vez no le quedó otra que elegir — quiero la de la Velocidrome, entonces; asesiné a tres de su especie y creo que podría buscar venganza — traviesa sonrió  — además, si es alfa podría ser un buen entrenamiento...creo — añadió — y me serviría para poder aprender más sobre las mañas de los monstruos...¿cuánto era su recompensa? — por estar hablando mientras comía se le subió un poco, pero por suerte un par de golpes leves en su pecho acompañados de un carraspeo fueron suficientes para no llegar a mayores; además quedaron claras sus prioridades con el dinero, después de todo le hacía falta.

— A todo esto...¿tienes algo para poder curarme? —

-Es porque el campamento no merece ser mantenido por mucho tiempo, ya te lo dije, este lugar en un año sera abandonado por el gremio a no ser que hagas algo al respecto, así de simple. -Tomo el papel de la Velocidrome y enseguida marco como objetivo a la criatura antes de entregarte el pergamino. -Muy bien, ten cuidado, la Velocidrome es la alfa de la manada, nunca esta sola, así que prevenir es bueno. Algo para curarte?- Comento mientras miraba como hacia atrás, a una trastienda que tenia. -No la verdad, si hubiera tenido algo se hubiera malogrado...vaya es cierto ahora que estas tu aquí deberías tener algo de equipo....si veré que puedo hacer, mandare una paloma.- Todo eso mientras sacaba papel y tinta y se ponía a redactar algo.

-La recompensa es de 60 monedas de plata, al igual que la Pukei Pukei, es una criatura peligrosa, ten clara tu estrategia a la hora de combatirla.

— ... —

— Cierto, que este lugar es una mierda — suspiró ya con la barriga llena, recargándose en su asiento como para descansar; varios de sus huesos "tronaron". — Lo tendré...aunque no soy precisamente la reina de los estrategas, o una buena estratega incluso, verás... las estrategia de los bárbaros son los golpes duros, despiadados y continuos, así como la dependencia a la dura piel que poseemos por tantas batallas; parecerá una idiotez, pero es lo que ha mantenido viva a la clase en este mundo hasta ahora — triunfal sonrió — si la velocidrome es fuerte, solo necesito serlo más; si es rápida, preciso de movimientos más abiertos con mi espadón, y si está acompañada únicamente hará falta cortar más cabezas...por lo que sé las velociprey no son muy resistentes ¿no? al menos las que enfrenté hoy cayeron en 3 golpes: uno por cada una — soberbia aseguró.

— Con el dinero que gane cuando derrote a esa alfa, intentaré conseguir algo de equipo y de paso comenzar a hacer algo por aquí, así no tendrás que seguir comiendo como hoy... — curiosamente, aunque la encargada le había asegurado que era suficiente para ella la porción vista por Radha, la bárbara seguía como empecinada en la idea contraria, y es que aunque la otra no se veía débil ni nada similar, la recién llegada comía demasiado y no podía simplemente aceptar lo escuchado...

Mientras la chica del gremio redactaba la bárbara guardó el pergamino entre sus ropas, más luego se quitó el espadón y lo dejó descansar sobre el suelo, rebelando una espalda fornida pero con pocas cicatrices en comparación al frente de su ser, ello respaldaba su afirmación sobre no escapar. — ¿Hay algún lugar aquí donde pueda limpiarme la sangre seca? — no hablaba precisamente de un baño civilizado, sino de algún tipo de arrollo, río o lugar con agua relativamente seguro, ya que a pesar de su poca costumbre a la civilización seguía teniendo necesidades humanas, y una de ellas era estar limpia de sus heridas.