Partida Rol por web

Vuestros argumentos, malos no eran, habíais tenido cuidado de no sacar vuestras armas y estabais intentando negociar. Pero parecía que esa Legiana era mas firme y mas astuta que otras criaturas con las que os habíais topado, no parecía querer dar su brazo a torcer.

Sacudió sus alas que se balancearon como si una brisa estuviera golpeándolas antes de empujar un viento helado hacia vosotras dos, golpeando vuestros cuerpos con un frio bastante intenso. La criatura se encorvo un poco y empezó a inclinarse y colocarse en cuatro, chasqueando su cola en el aire mientras el hielo que recubría su cuerpo comenzaba a astillarse.

-Cazadoras...siempre matando...mas de una criá muerta en vuestras manos...tirad las armas o congelaos.- Advirtió la Legiana dando un salto planeador y quedando prácticamente delante de vosotras.
 

La respuesta a los pedidos de raciocinio de ambas cazadoras a aquella dragona que claramente mostraba tener el poder suficiente para cumplir sus amenazas, fueron ignoradas y respondidas con una gélida y agresiva manera de demostrar que no pensaba retroceder ni un centímetro ni tratar de cambiar su forma de ver la actitud de ambas cazadoras quienes no querían claramente un enfrentamiento.

Pero no había muchas opciones, enfrentarla era una, pero si aquella monstruo resultaba ser remotamente similar en poder a la Giginox, o incluso apenas mas débil en el mejor de los casos, no alcanzaría el tiempo y las fuerzas para luego ir tras su real encargo, aquella Barioth. Debían ser precavidas y mas ahora que nunca.

-Se acabaron las negociaciones...CORRAN!!!-

Era algo repentino pero demorarse no era una buena idea en lo absoluto a la hora de tomar una decisión y actuar en consecuencia. Movida por aquel impulso inicio su carrera lo mas lejos posible de aquella dragona, esperando que el resto pudiera ir tan rápido como ella aunque no dejaría de mirar hacia atrás en caso de necesitar volver por alguien. No dejaría a nadie atrás a su suerte sin hacer algo para evitarlo.

Pues la criatura aquella no parecía estar dispuesta a ceder como en otros casos, ni daba tampoco seguridad suficiente para intentar huir, o al menos así lo pensó ella, que a pesar de haber dado muestras de precaución antes, ahora estaba demasiado paranoica, quizás como una exageración de lo mismo.

El caso es que cuando se volvió obvio que la Legiana atacaría, en vez de aprovechar e intentar correr todo lo posible como Laika, Radha tragó saliva y se quedó petrificada en su sitio; cabe decir que ni loca tiraría su arma, pese a lo que ello pudiera significarle, sin embargo la imponencia que destilaba de la reptiloide era demasiado intensa como para arremeter contra ella así como así.

El resultado a aquel choque de emociones fue que la bárbara no lograra huir pese a la indicación de su compañera, quedándose cual heroína falsa porque realmente esa no era su intención: ella quería escuchar a su instinto y correr... 

Cuando Laika grito, la Legiana emprendió el vuelo arrastrando con ella una corriente de viento helado. Laika fue mucho mas rápido que Radha, la cual se quedo paralizada por aquella criatura que se aproximaba a ella.

En cuanto se dio cuenta, Vainilla levanto mucho las orejas y paro a Laika que ya estaba a cierta distancia, alejada del peligro. -Ella miedo.- Señalando a Radha la cual recibió toda la corriente de la criatura de frente. Por un momento parecía que la piel que la mantenía caliente fuera a congelarse, era un viento muy muy frio que golpeo como una tormenta su musculoso cuerpo.

La Legiana hizo el gesto de querer morderla pero Mochi golpeo a Radha en un costado alejándola del mordisco de la criatura mientras correteaba a su alrededor para distraerla, cosa que no funciono demasiado bien. Cocoa tenia el cuerno en ristre preparada para hacerlo sonar mientras que Mochi sacaba los dientes, algo bastante inútil dada la situación actual.

-Bocadito molesto...iré a por ti cuando....acabe con la cazadora...- Alzo las alas antes de soltar un rugido muy muy agudo que resonó por la montaña preparada para volver a atacar en cualquier momento.

Realmente esperaba que la fortaleza física de su compañera fuera la suficiente para alejarse de aquella dragona antes de ser alcanzada por la misma. Mas bien confiaba plenamente en la capacidad de Radha en que era capas de lograrlo. Pero de no ser por el aviso de Vainilla, hubiese sido muy tarde para la guerrera el percatarse de que estaban corriendo solas.

-Cielos....no contaba con eso...no la culpo igual- Laika comprendía perfectamente aquel temor sobrecogedor que podía evitar que una se moviera mucho del lugar ante la amenaza de un depredador mas grande y poderoso que una misma.

Tuvo que volver a adoptar postura para impulsarse una vez mas en un sprint a fondo, dando todo de sí para regresar al campo de batalla. No dejaría sola a sus compañeras a merced de una criatura tan peligrosa en aspecto, y era en momentos así que temía no solo por la barbara, sino que sus viejos temores resurgían al sentir una preocupación aun mas fuerte por su compañera que corría a su lado y por la pequeña Cocoa.

Qué vergüenza. Independientemente de la fuerza ajena, lo cierto es que aquella situación agarró a Radha cual novata que necesitaba ser salvada, haciendo que al unísono no solo se expusieran Cocoa y Mochi al acercarse entre la ventisca, sino Laika y Vainilla al tener que volver para sacar a la bárbara de aquel predicamento.

Obviamente la Legiana tampoco cesaría en su carga pese a ser frustrada en parte gracias al rápido hacer la cría de Tobi, sin embargo fueron las palabras de la terrible criatura la gota que derramó el vaso para la norteña — Cocoa y Mochi ¡NO SE TOCAN! — impulsándola a gritar también con una determinación que dejaba atrás el nerviosismo anterior; aunados a ella, los músculos de la bárbara sufrieron grave tensión, endureciéndose quizás no como para soportar el golpe inclemente del frío pero si para poder impulsarla en un salto grande, tanto que por unos segundos Radha pareció volar.

Empuñando su espadón, furiosa, sin detenerse a pensar en el peligro intrínseco que representaba la criatura, su inteligencia o la obvia superioridad respecto a ella, la bárbara se acomodó con tal de dejarse caer con el filo apuntando hacia la cabeza ajena, terrible a su propia manera, con ganas de dejar impreso el punto de sus acciones sobre esa dura piel azul...

El golpe en la cabeza desestabilizo a la Legiana que intento darte un coletazo que paso rozando tu cuerpo como si se tratara de un látigo con la fuerza de un martillo. Se volvió a poner bien mientras se sacudía rápidamente quitándose ese entumecimiento del cuerpo mientras se echaba a volar, alzándose levemente del cielo pero si creando una corriente de aire por debajo de ella, sonriendo aun altiva mientras miraba a las cazadoras.

Laika se acerco corriendo con Vainilla a su lado la cual ya tenia uno de sus barriles cargados y listos, pero la Legiana no se sintió amedrentada aunque hubiera vuelto. -No tirar vuestras armas...gran error.

-Resiste Radha- Gritaría la pelirosa en su carrera ininterrumpida por alcanzar a su compañera de cacería y por momentos rebasarla nuevamente al pasar junto a ella, el objetivo de la guerrera ya estaba fijado y apenas le alcanzaría el tiempo para darle un aviso a la morena de lo que pretendía hacer.

-Te cubrimos-

Esas palabras bastarían para tragar todo temor que podía tener en esos instantes, donde vacilar podía hacer que la situación se volviese aun mas problemática de lo que ya era. Pero aun había posibilidad de recuperarse, Laika era conciente de aquello, mas bien tenía su fe puesta en ello. Y su cuerpo reaccionaba ante la misma al tratar de rodear a la dragona en su carrera. -Vainilla hora del boom!!- No eran necesarias mas palabras para que tanto su compañera como ella se coordinasen.

La felyne haría lo suyo y Laika aprovecharía la distracción para propinarle una puñalada por el costado, aprovechando una abertura en su defensa, esperando al momento en que la presión del viento no fuese tan fuerte, para enterrar profundo dentro de la carne ajena su espada y retirarla casi en el acto.

-Tu error fue no aceptar nuestra partida...No tocaras a mis compañeras!!- Mostrando resquicios de furia la guerrera respondía a la amenaza con otra, a pesar de que el temor estaba presente en su ser, la adrenalina recorría su cuerpo.

Fue casi sorprendente que su fuerza lograra aturdir a la enemiga aunque se tratara de solo unos segundos, a cambio de un esfuerzo casi descomunal, sin embargo tanto eso como la pronta intervención de Laika y Vainilla compraron suficiente tiempo para que Radha pudiese ir recomponiéndose.

En furia pareció mirar hacia donde estaba a guerrera, aunque incapaz de decirle cualquier cosa, ya que solo para no atacarla sin más debía de poner todo de si controlarse, sin embargo la prioridad cambió al volver con ansias ofensivas la Legiana, posicionándose como obvia fuerza máxima entre todas las presentes y por lo tanto el objetivo más jugoso.

Imposible sería pensar en que con la furia estallando la bárbara no se lanzaría sin más a atacar a la criatura, más pasó, pero no porque Radha de hecho lo deseara así, sino porque la debilidad por el daño recibido anteriormente la plagaba pese a no sentirlo como tal en su actual estado; la bárbara se tambaleó, pues, apretando el mango de su espadón que por un momento fue incapaz de dirigir con suficiente fuerza a la enemiga, acto seguido de manera más instintiva que pensante sacó un frasco de poción desde uno de sus bolsillos y sin más se lo tragó, gruñendo según el líquido escurría por su boca, tanto en el exterior como en el interior. Si quería al menos una oportunidad contra la Legiana, debía recuperar fuerzas.

— ¡Laika y Vainilla no se tocan! — gritó.

La bomba de luz hizo que la Legiana quedara aturdida lo suficiente como para que Laika aprovechara ese momento para golpearla con fuerza. Vainilla tampoco desaprovecho el momento y salto todo lo que pudo mostrando una gracilidad única en las felynes antes de estallar en el aire. El problema era que la Legiana estaba alta y la explosión no le hizo demasiado daño, esta al caer fue recogida por Mochi la cual con los dientes la dejo en el suelo sin problema alguno mientras Cocoa se preparaba para que le dieran la orden de sanar.

Estaba herida? No, parecía que le habíais hecho algo de daño pero no parecía mostrar ningún síntoma de estar herida o de estar al menos tocada. La Legiana sacudió la cabeza de lado a lado y se impulso hacia abajo para golpear a Laika, la cual recibio un buen golpe por parte de esta.

Legiana se dio la vuelta encarandoos de nuevo mirándoos con rabia mientras agitaba con fuerza sus alas y estas se recubrían de escarcha como si fueran puás.

Tras aquella combinación de ataques, Laika se sentía ligeramente a gusto de poder impactar con su arma, pero la falta de señales de que la dragona había resultado herida aplastaba su ego y lo volvía en una frustración seriamente peligrosa.

Esto quizás fue el motor que trajo la falta de presición. No quería quedarse con ese amargo sabor y anhelaba demostrarle a su oponente que no debía subestimarla y aquello fue su perdición.

En una carga improvisada que realizo, forzo su cuerpo mas alla de sus capacidades para soltar fugaces ataques contra su enemiga, aunque sin poder darse el gusto de sentir resistencia alguna mas que la que daba el aire al ser cortado.

Mientras Laika tomaba la iniciativa de atacar, lastimosamente sin un buen resultado, la bárbara intentó recomponerse según sus posibilidades y al fin gritó: — ¡CUERNO! — lo que dirigido hacia Cocoa pretendía comunicarle que necesitaba de sus habilidades curativas, mismas que hasta la guerrera podría aprovechar, si es que entraba en el rango de la Felyne morenita.

Rodeada todavía por la agradable luz sanadora, ni tarda ni perezosa Radha se aferró al espadón y ahí donde acababa de actuar su compañera cazadora tomó el relevo, para esto la norteña saltó, como ya se estaba acostumbrando, buscando en la altura al menos propinar un corte en alguna parte del cuerpo dracónico que se antojaba tan difícil de dañar, ya no digamos de alcanzar, con ello la bárbara enfurecida pretendía atraer la atención hacia sí misma, correspondiendo a la ayuda que le dieran Laika y la recién estallada Vainilla...

Los golpes de Radha al menos iban impactando en la dura coraza que era el cuerpo de la Legiana, esta aparto la espada una vez impacto en su cuerpo con su ala como despreciando el arma, aunque ahora se podían ver algunos que otros cortes donde había impactado el arma, aun no se veía sangre ni tampoco una herida hacia la Legiana pero si seguíais quien sabia si podríais con ella. Por el contrario Laika se lanzo contra la Legiana describiendo círculos en el aire para golpearla con fuerza pero la wyvern dio un salto y alzo el vuelo alejándose de su filo haciendo que sus ataques cayeran en dique seco. En ese momento Cocoa comenzó a girar el cuerno en el aire y el lugar donde estáis resonó con una música relajante y tranquila que os calmo al menos temporalmente.

Tuvisteis suerte, fuisteis capaces de esquivarlo pero por muy poco. La Legiana comenzó a batir con fuerza sus alas y una corriente de escarcha comenzó a golpear vuestros cuerpos, lanzándoos a un lado mientras vuestros adoloridos músculos parecían helarse por segundos.

La Legiana aterrizo de nuevo, delante de vosotras con una sonrisa entre enfadada y triunfal mientras golpeaba con su cola el suelo, la escarcha de su cuerpo había desaparecido pero os seguía mirando por encima del hombro.

El solo ver cómo se mostraba sublime y orgullosa al salir airosa de los ataques que le lanza amos, provocaba en Laika una furia fría, calmada y analítica después de sufrir una vez más en carne la fuerza del frio, regalo de la propia dragona a través de sus alas.

El cuerpo de la guerrera dolía, el mismo entumecimiento de sus músculos era molesto a la par de doloroso. Las heridas solo hacían peor aquella situación que a cada segundo que se extendía, una idea ganaba peso y era gritada en su subconsciente hasta el punto en qué podía oír estos gritos de su propio ser diciéndole:

"Huye"

La guerrera tenia su orgullo como tal, pero como cazadora era consciente que la supervivencia debía primar por encima de todo.

-Radhaaa!!!- no se la veía atemorizada o presa de los nervios, estaba centrada a pesar de tener que morderse la lengua para no decir lo que sentía y si lo que debía hacer. -Corre, me aseguraré de que no nos siga- No revelaría su plan, no ante una enemiga claramente más inteligente que las otras presas que habian enfrentado en el pasado, no era prudente tentar al diablo al jugar con la suerte, como para revelar su plan.

Cuando Radha le diese la espalda a la guerrera ya fuese en plena carrera o apenas rebasandola, está última daría un aviso.

-No mires, solo corre, lanzaré una bomba de luz- no lo gritaría pero contaba con el intenso ruido del viento y la dragona para que está no oyese ese detalle.

Cuando ya estuvieran en plena carrera,, la pelirosa sacaría su bomba de la bolsa y la arrojaría sin temor alguno en dirección a la dragona, esperando que fuese suficiente para enceguecerla.

-Corran a fondo!!!- Se asegurarian de que sus compañeras no estuviesen viendo en dirección del estallido cuando esté se diese. No pensaba dejar nadie atrás.

A pesar de lo mucho que odiaba la idea, en el momento en que vio que la dragona apenas si parecía estar jugando con ellas Radha pensó en algo similar que Laika: debían correr para no morir ahí, hacerse más fuertes y solo luego de lograrlo, volver a por la enemiga que las superaba... pero ella no tenía el as bajo la manga que la guerrera si.

Confiando plenamente en la otra, incluso estando fúrica, cuando la pelirroja dio aquella indicación Radha asintió y comenzó a correr para el lado contrario de donde estaba la Legiana — ¡SEGUIRME! — indicó a su compañera felyne y a la ardilla eléctrica, mucho más determinada cuando a través del viento la información más o menos detallada del plan ajeno le llegó...si embargo luego no escuchó nada más que viento; pese a lanzar la bomba, al parecer Laika y Vainilla se estaban quedando atrás, quizás debido al frío entumeciendo sus cuerpos, pues ella también lo sentía, o a que la enemiga de alguna forma había previsto la acción o directamente la había superado; se enfrentaban al fin y al cabo contra una bestia que estaba entre las más inteligentes que Radha había visto, y sin duda en la cima de poder. Eso era mala suerte pura y dura.

Sin detenerse la bárbara sacó otra de las pociones compradas para beberla en el acto, apresurada y ansiosa, mientras tan fuerte como se movía hacia adelante dio media vuelta para de nuevo mirar a la dirección del combate; debido a su estado, apenas podía hablar, pero confío en que al menos Cocoa entendiera que así como Laika había regresado a salvarla, ella no podía dejar atrás a su compañera y amiga, por lo que aunque fuera una idiotez monumental Radha de hecho volvió...y embistiendo tan fuerte como podía, con el filo de su espada al frente, hacia una de las piernas de la titánica bestia.

Para ese entonces sus músculos parecía que se romperían debido al frío y a la presión que debía ponerles si al menos quería intentar que la Legiana sintiera su ataque, no obstante prefería sufrir a pecar de cobarde por abandonar a una aliada...

Todo sucedió muy deprisa, tanto que la concentración jugo malas pasadas. Laika quería correr, ese era su plan incluso lanzo la bomba de luz para poder ayudar a que corrierais mejor, pero la nieve...indudablemente no estabais acostumbradas a la nieve.

Laika tropezó en un mal momento haciendo que su huida fuera infructuosa, en cuanto Radha lo vio esta contraataco golpeando una vez mas las duras escamas de la Legiana que rugió molesta por tenerla encima. Si que se notaba que poco a poco hacíais mella en ella, claro que se notaba después de todo vuestras espadas chocaban contra sus escamas, pero parecía dura y lejos de estar perdida seguía llena de energía.

La cola de Legiana dio un surco elevado, pero estaba ciega por culpa de la luz y no llego a dañar a Radha la cual pudo inclinarse en el momento adecuado. Una vez mas estabais delante de la criatura la cual sacudió la cabeza quitándose esa molesta sensación de ceguera antes de miraros de nuevo enfadada, dispuesta a atacaros en cualquier momento.

Habían muchas posibles razón a atribuir aquel traspié que había cometido en su Sprint la guerrera. Estaba el alto de la nieve, el gelido e implacable viento tanto del clima de la montaña como el que la Legiana arrastraba con el batir de sus alas, o algo tan simple y puro como el miedo que supuraba a través de las heridas de su doliente cuerpo. Pero sea cual fuere la razón solo era una mera escusa sin valor ante sus ojos, ella se había tropezado y había frustrado su propio escape.

-Huyan!!- grito en un claro intento de evitar que sus compañeras pudiesen sufrir su mismo destino, aún que desconocida este, no auguraba algo bueno a sus ojos.

Pero al igual que ella lo hizo antes, Radha había regresado e igualaba la balanza en intentos de proteger a la otra. -Idiota- golpeó la nieve con puño y canto de escudo al notar a la bárbara que pasaba junto a ella al rebasar la y lanzarse al ataque, y aunque los labios de Laika proferian un insulto, sus ojos ganaban el brillo del valor al ver qué no se encontraba sola.

Pero no era falta de luces, sus heridas aún seguían allí y esa era razón suficiente para no imitar a la pelinegra. Al menos de momento; puesto que sacaría una de sus pociones para bebersela, dándose así el revitalizante empujón de energía nacido del alivio de sus dolores corporales.

-Gracias!!!- Su agradecimiento no sería tan escueto, solo corto en palabras pero pleno en actuar al lanzarse tras su enemiga en común para proferirle una puñalada que quizás no fuese tan potente como los cortes de Radha, pero agregarían una muy necesaria molestia en la dragona al saber que no luchaba con pocos oponentes.

Estando en furia realmente no podía expresar mucho de manera convencional, entender bien todo lo que le llegaba o ya no digamos externar otra cosa más que rugidos, gritos y alguna que otra bordería, no obstante, aunque muchos no lo supieran, incluso entre salvajadas los bárbaros tenían una manera de expresar "variedad" de sentimientos incluso cegados por la euforia agresiva.

Prueba fue que, cuando Laika mostró aquel agradecimiento y la determinación necesaria para volver y arriesgarse, siendo tan cabezona como la norteña, Radha misma rugió cual humana bestia, sintiendo su sangre caliente agitarse hasta arder y por un momento darle pasajero calor; ello le ayudó también a impulsarse en indomable carrera que retaba a la nieve, a la Legiana, y por más que la dragona fuera obviamente una entidad superior, la bárbara arremetió por incontable vez, agitando su espada tan impetuosamente que el filo del arma no solo parecía cortar la nieve circundante, sino el aire, dividiéndolo en pos de la agresiva ofensiva que como objetivo tenía de nueva cuenta las piernas de la bestia.

¿Eran un sinsentido luchar contra la obvia superior? Claro que si, no obstante para esas alturas, quizás merced de la adrenalina conseguida, la irracional cazadora comenzaba a perder la noción de retroceder...su ímpetu apuntaba solo hacia el frente, hacia adelante, retando a la muerte misma que podría apenas notar sus golpes...pero no era inmune a ellos.

Si tan solo tuviera la experiencia necesaria para poder notar un punto débil...