Partida Rol por web

La llegada de Nicolas no fue tan gloriosa como la primera vez. Antes lo habia recibido un ghoul en un coche bastante caro y comodo que lo llevo enseguida a su refugio temporal que habia conseguido su Sire y luego al refugio comunal del sabbat.

Pero ahora no habian esas gentilezas de su parte, ya que junto a èl habian venido otros invitados de sus tierras de nacimiento noble y comun pero que ambos tenian la particularidad que tuvieron un chofer para recibirlos. Igual ninguno dijo nada, habia un miedo y respeto a tu persona ademas de nada les serviria hundirte ahora aunque si fallabas otra vez era probable que alguno de ellos te destronara finalmente del favor de tu sire.

Al salir del auropuesrto te encontraste una ciudad en media de una tormenta helada a tu persona estando muerto no te afectaba mas haya del fuerte viento pero notabas como los humanos se quejaban alrededor tuyo y si se les podia creer esta tormenta era una de las mas fria en años.

De cualquier forma llegaste al refugio y habias presenciado el discurso de Carolina, junto el imprevisto de Ezekiel. Habia una clara tension en el aire como si hubiera una posible confrontacion entre ellos, tal vez el sabbat se preparaba para una nueva guerra civil o solamente Montreal, de cualquier forma ninguno de los dos eran futuros buenos para la secta.

Ahi estabas en medio del refugio pensando en ello, no eras el unico en el lugar habian cofradias que seguian estando presente y tambien manadas que no reconocias de tu ultima estadia ahi. Era claro que muchos cainitas habian tomado la ciudad como refugio para el invierno.

Camino de nuevo, desándando lo andado, en Montreal, la ciudad que me humilló, aunque pocos lo saben, pués fallé en mi cometido. Mi mochila está firmemente ligada a mi espalda, el abrigo oculta mi espada, y en una correa, entre la espalda y la mochila reposa el maletín de mi violín.

No supe detectar el infernalismo del antiguo líder del Sabbath, y ahora, mi Sire, nos envía de nuevo, para verificar que realmente la mancha infernalista ha desaparecido del todo y qué la transición se hace lo más eficiente posible.

Esos pensamientos nublan mi caminar, distraido en el pasado, mientras de forma automática paso por los túneles que nos llevan hacía el Mausoleo.

Mientras avanzamos los últimos metros antes de unirnos al resto de manadas, les recuerdo:

-Hay que integrarse, os haréis amigos de algunos, mientras yo escojo una manada. Nos extenderemos y les vigilaremos, cuando tengamos información, ya sabéis lo que hay que hacer. Dispersaos.

En grupos distintos, vamos entrando y diluyéndonos entre las mareas de cainitas, esclavos y cabezapalas. Por supuesto que todos sabemos que tenemos que hacer, lo hemos repasado una y otra vez. En cuanto tengamos sospechosos, mandar una perdida a los telefonos que llevamos encima si es urgente, o una "cadena de spam" de texto, para que nadie sepa de que va todo esto.

Una vez el grupo reciba la clave, nos reuniremos al refugio temporal que mi Sire nos ha proporcionado, se revelarán los datos, concretaremos el siguiente paso, y si se da el caso, daremos caza a los infernalistas. No debemos tomar parte activa de la política, ellos serán independientes, sin manada. Sólo yo tendré una, pues es la prueba que me impone mi Sire para que medre ante el conflicto.

Mientras me mezclo, y observo las miradas que algunas personas me lanzan (supuestamente, porque no me tienen visto), pronto las atenciones se dirigen a la nueva Arzobispa Carolina. Dice un discurso muy pobre, aunque creo que podría ser por la presión que tiene ante las circunstancias por las que ha cogido el mandato. Es fácilmente perdonable.

Tobias por otra parte, es un tradicionalista. Enaltece a las masas, mayormente cabezapalas, cainitas con ansias de favores y algún que otro exaltado. Aunque también veo gente que es más reticente. Y pronto comprendo porqué... Ezequiel.

Hermosa criatura Ezequiel, es como una estrella. Brilla con intensidad, pero se apagará fugazmente de golpe, una noche u otra. He visto ese patrón miles de veces. Los que muchos han de ladrar, es porqué poco han tenido que morder.

Habla de perdonar.

-¿Quién pide tu perdón, criaturilla?

Doy voz a mis pensamientos, pero estos se ahogan por los gritos de la multitud que le vitorean. Habla de guerra, de que tiene informaciones, pero no las menciona. Siento interés por su figura. Algunos nos preguntamos si Ezequiel estaba realmente enterado, incluso si formaba parte, de las prácticas infernalistas. Al fin de cuentas era el Chiquillo de Sangris. Quién sabe si sus "contactos" que le dieron la información són un demonio, o si ni tan siquiera se las inventó.

La forma más sencilla, sería atajar buscando la unión con su manada. Pero lo más probable, es que su manada esté llena, y además, si es el sospechoso y resulta que estoy en lo cierto y debemos destruirlo, sería un problema tener un Vinculum con él. Esos sentimientos artificiosos me impedirían actuar rápidamente con mis hermanos.

No... debería buscar a algunos pardillos, una manada de picaflores, ni muy débil, ni muy fuerte, algo que se defienda pero que tenga un perfil bajo para que nadie se fije demasiado en nosotros. Entonces, desde esa posición, podré espiar mejor a la escena local hasta sacar mis propias conclusiones...

Me concentro en busca de los grupitos característicos que conforman las manadas, a ver que perfiles encajan con la búsqueda.

Mientras buscas tu mente se vuelve a las palabras de tu sire, te acuerdas que te habia hablado de Ezekiel. No demasiado solo una descripcion general, su cercania con la mano negra y que no se le habia encontrado rasgo de infernalismo por parte de la inquisicion. Aunque esto ultimo no era definitivo para tu Sire enojado con los eventos anteriores.

Al mirar por todos lados veias manadas de varios tipos. De las que parecian mas tranquilas o agresivas, de las que gritaban o de las que se escondian entre las sombras del refugio. De las que apoyaban a carolina y las que apoyaban a ezekiel. Entre estas ultimas ya habian cainitas menos refinados que empezaban a confrotarse sin que nadie dijiera nada para motivarlos o para detenerlos.

Apartadas de estas manadas estaban las cofradias, manadas antiguas y de renombre en la ciudad. Seguramente estas no invitarian a mas miembros. Seguramente prefiriendo conseguir manadas jovenes para sus pequeñas escaramusas entre ellos.

El ambiente a pesar de todo era de fiesta y de camaderia con humanos siendo traidos al refugio para servir de alimento.

Tras un leve análisis, me doy cuenta que cualquier manada es tan buena como otra, excepto las cofradías. Ellas, se me antojan un poco como la Camarilla, siempre con intrigas, pero con menos sutilezas. Un mal menor, imagino, para las cruzadas.

Me dirijo a la manada más cercana que parezca no haber nacido hoy, al azar, y me presento:

-¿Es el Sol o el ambiente está acalorado? Acabo de llegar de un largo viaje, ¿me podríais poner un poco al día, jovenes? Soy Nicolás Alejandro de Valaquía.

Presentarse es importante, lo era incluso antes del Sabbath, como recién llegado debo ser respetuoso, hasta que me den motivos para no serlo. Además, igual me ven como un potencial candidato, por lo que es posible que suelten prenda al respecto.
 

La manada ya te habia visto acercarse pero no dijeron nada ni se apartaron. Cuando terminaste la presentacion un par de risas se escucharon. Pero rapido uno de ellos les hizo un gesto para callarlos.

“Asi es esta ciudad. Aunque este duelo esta poniendo las cosas mas calientes.” respondio el que parecia el ductus de ellos. “Me llamo Dean extranjero. Supongo que haz venido por la Letanía de tan lejos.” comento diciendo algo que podia sonar obvio ya que la ceremonia era una de las mas importantes para el Sabbat, aunque el sire de Nicolas hace tiempo que no ha podido estar presente. Pero igual se equivocaba

“No somos guias turisticos viejo. Si quieres saber de algo pregunta de eso y vere que te respondo. Aunque sabes algo de dinero me ayuda a recordar.” comento este que ya habia tardado en pedir algo por la informacion.

Mientras se escuchan las risas de fondo, me mantengo imperturbable, hasta que finalmente el Ductus de la manada toma la iniciativa y se me presenta.

Dean, un nombre joven, apenas dos siglos. ¿Heredado o propio? Parece muy cómodo con él. Deduce que estoy por la Letanía, y no voy a ser yo quien le contradiga, dejo que siga hablando.

Finalmente llegan al punto importante:

“No somos guias turisticos viejo. Si quieres saber de algo pregunta de eso y vere que te respondo. Aunque sabes algo de dinero me ayuda a recordar.”

Le ignoro cuando pide dinero (lo que probablemente me indica que la manada sea joven y aún necesite aposentarse debidamente) y le miro fijamente.

-Lo mejor para la memoria, es no perder la cabeza, joven. He oido rumores de que el anterior arzobispo hacía prácticas infernalistas, ¿quién se encargó de investigar todo este asunto? ¿Aún se investigan si hay más implicados? Responde.

Dean retrocedio un poco ante la mirada de Nicolas aunque para su sorpresa se pudo mantener en pie y mostrar sus dientes. Al parecer tenia algo de valor ya que si fuera un cabeza de pala ya se le habria tirado ensima en un intento de suicidio.

“Solo rumores viejo? Donde haz estado durmiendo?” pregunto este y los otros lo acompañaron en su incredulidad. “No hay rumores. El anterior Arzobispo andaba con un demonio pero la inquisicion se encargo de èl y tambien de su chiquillo aunque al parecer este termino siendo inocente.”

Encogio sus hombros ante las siguientes preguntas, calmandose del miedo anterior. “Supongo que la inquisicion. Aunque hay manadas del extranjero y de aca que investigan tambien según escuche. Muchos que quieren ganar favores con la inquisición supongo.”

“No se. Pense que la inquisicion habia terminado con los implicados.” respondio al final sin darle importancia.

Acepto la explicación que me dan. Es lo que en teoría saben todos en general, aunque me pregunto si se determinó demasiado pronto la inocencia de Ezequiel. ¿Quizás un topo en la inquisición? ¿O estoy siendo demasiado paranoíco? Tanto da. Mejor de momento me limito a los hechos, esta vez no debo cometer ningún error.

-Probablemente tengas razón, sólo trato de mantenerme informado. ¿Y vosotros, que pensáis de la tensión entre Ezequiel y la Arzobispa? Los debéis conocer mejor que yo, ¿van de farol o ambos van a apostar con todo?

Así que muchas manadas venidas de extranjero, ésto hará que la tensión aumente, y tarde o temprano una manada ansiosa de renombre va a hacer estallar todo. Pronto tendré que mover ficha en busca de la manada, para completar con mis objetivos antes de que la situación se vuelva más complicada.

En cuanto me responden, aprovecho:

-Hace demasiado tiempo que vago sólo por el Erial, pronto la Bestia me consumirá y olvidaré mis principios, necesito una manada para recordar los lazos que me unen a este mundo. ¿Quienes són los candidatos más probables de reclutar nuevos miembros?

Dean no parecia muy contento de seguir conversando con Nicolas pero prosiguio aun a pesar de ello. “No los conocemos personalmente. Ambos son extranjeros, una mexicana y uno que hace poco volvio aca.” comento el cainita negando con la cabeza. “Pero igual se escuchan cosas buenas de ambos aunque esperabamos mas de Carolina ahora que Ezekiel la desafio. La mujer debe tener miedo y no por menos Exekiel destruyo a muchos antiguos de la camarilla en chicago.” comento sonriendo grande y halagando al lado que parecia claro que apoyaba.

“Que mierda hablas viejo?” pregunto tras sus primeras palabras, mirandolo confundido. “No sabemos esas cosas, nosotros ya tenemos manada y no te aceptariamos.” dijo rapidamente al llegar a la pregunta.

“Tendrias que buscar por ahi. Muchas manadas han perdido miembros estas noches, tal vez alguna te permite que te unas o algun solitario se une a ti.” comento riendo un poco aun sin decir porque, pero miro a sus compañeros buscando complicidad.

Miro fijamente a Dean, mientras me relata sus impresiones sobre los rivales de Montreal. Es una mirada que no pestañea, fija, como si pudiera traspasar su negra alma, una mirada sin vida, que eculubra, hila y respira los acontecimientos que están por venir.

Escucho hasta el final, y ya sé que están a favor de Ezekiel. Imagino, dada la juventud de esta manada que ansian la batalla, para demostrar algo. 

Los jovenes son tan impulsivos, sólo ven aquello que quieren ver, no lo que necesitan ver. Probablemente si siguen sus pasos, la manada acabe rota, o totalmente destruida antes del próximo invierno. Aunque servirá de inspiración para otros, y los que sobrevivan se harán más fuertes por la experiencia, así que tampoco me opongo. La libertad hay que vivirla, y también morirla, si es necesario.

Tras explicarle mi búsqueda de manada, lanza su respuesta.

“Que mierda hablas viejo?” pregunto tras sus primeras palabras, mirandolo confundido. “No sabemos esas cosas, nosotros ya tenemos manada y no te aceptariamos.” dijo rapidamente al llegar a la pregunta.

“Tendrias que buscar por ahi. Muchas manadas han perdido miembros estas noches, tal vez alguna te permite que te unas o algun solitario se une a ti.” comento riendo un poco aun sin decir porque, pero miro a sus compañeros buscando complicidad.

-No he pedido formar parte de tu manada, joven. Y si quisiera, sólo tendria que usurpar tu puesto. Pero no te preocupes, no vine a eso.-cuando veo que mira a los otros en busca de complicidad le digo- No he entendido la "broma", pero tu tono no me gusta. Si quieres demostrar algo a tus compañeros, adelante. Si sólo te vas a escudar en ellos, me iré, no tengo tiempo para perderlo con niños.

Me lo quedo mirando fijamente, expectante. Una jugada inteligente por su parte, sería hacerse a un lado. Veamos si piensa.

Sus compañeros se quedan quietos y sin reir tal vez no entendiendo el chiste tambien o viendo cierto sentido en las palabras de Nicolas. Eso toma por sorpresa a Dean que los mira molesto y vuelve a ti con la misma mirada aunque su actitud disminuye un poco al quedarse momentáneamente solo.

“Vete. Aunque recuerda que esto no te saldra barato, ya veras que pasa a los solitarios.” dijo amenazante el joven pero rapido empezo a empujar a los demas para que se movieran saliendo hacia afuera del refugio dejando al Tzimice la posibilidad de contestar aunque la conversacion estaba terminada.

De nuevo solo vio alrededor otras manadas estaban charlando entre ella, algunos solitarios se dedicaban a descansar o pensar en lo suyo. Habian algunos animales sueltos y cadaveres de humanos empezaban a decorar el lugar.

Parece que está enfadado, lo cual me parece bien. Tras decirme eso, me encojo de hombros, aunque es innecesario, debo dejar claro que no me tiene preocupado su amenaza, y su manada también debe saberlo.

-Muchas gracias por la información. -le digo de forma educada, como si su cabreo fuera con otro.

Es la mejor forma de lograr que su manada trate de inisinuarle que me dejen tranquilo, al fin de cuentas sólo él ha acabado con el orgullo herido y los demás, no creo que quieran perder el tiempo con esto. Aunque si es el caso, no me importa.

En cuanto me coma al primer Ductus de la temporada, los demás aprenderán a respetar.

Aunque si todo va bien, pronto dejaré de vagar en "solitario". Me dirijo a alguno de los humanos aprovechando que hay barra libre, y le hinco el diente, sin grandes elocuencias ni florituras. Quiero sangre, obtengo sangre. Cómo vine bastante lleno, en realidad no termino de drenarlo del todo, así que cuando me despego de él, me dedico a buscar otra manada, siguiendo mi búsqueda con normalidad.

Los demas partieron la manada siendo empujada por su Ductus de una forma no demasiado ordenada o apropiada. Pero poco importaba ya lo que hacia esa manada y si llegaban a volver no era del todo seguro que lo hicieran de forma unida.

Dejando de pensar en eso Nicolas fue a alimentarse de uno de los pobres diablos que habian puesto como comida para ellos. El hombre no era un vagabundo, eso se notaba en la sangre. Tal vez un extranjero por la extraña remera que usaba con una referencia a la cultura de hollywood y como sus gritos eran en ingles. Pero poco parecia importarle al hechicero que solo se alimento y partio.

"No le dices nada, ni porque lo haces ni porque lo elegiste." comento un cainita no muy lejos de Nicolas, este parecia estar solo. "Supongo que no juegas mucho con tu comida." dijo con una sonrisa bastante encantadora. Aunque mirandolo completo el joven parecia estar bastante arreglado, como un seductor, con un traje elegante y llevando todo su cabello oscuro peinado para atras. Aunque lo que lo marcaba mas eran sus ojos verdes y brillantes. "Buenas noches. Me llamo Sébastien Goulet." se presento y extendio su mano por si el hechicero queria estrecharla.

-Tengo mís dias-extiendo la mano con educación a aquel que se me presenta, y la estrecho- Buenas noches Sébastien, soy Nicolás Alejandro de Valaquía.

Hay veces que es cierto que me enrollo a hablar con mi comida, quizás porque necesito expresar algo, o a veces porqué es un sacrificio importante. Otras veces, como ahora, cojo lo que quiero y me alejo. Normalmente es más lo segundo que lo primero, pero todos tenemos derecho a tener una mala noche.

-Eres hermoso, tus manos són finas, y tu elegancia al introducirte denota cierta clase. -pese a las palabras no trato tanto que parezca que le halago, sino más bien que constato algo evidente para quien sabe observar. Siguiendo el juego que él empezó al observarme- y te has fijado en mí. Ahora me fijo yo en tí, y ambos nos preguntamos a dónde nos llevará esto.

Estrecho con gusto, imprimiendo algo de fuerza pero no para incomodarle de ningun manera. “Valaquia. Un lugar bastante lejano, es bueno que igual hayas podido venir a nuestra ciudad.” comento el hombre siguiendo con esa sonrisa placentera y notándose que en verdad sentia lo que decia o simplemente escondia demasiado bien sus verdaderas emociones.

“No digas eso hermano, que me haras sonrojar como si fuera un humano.” dijo medio en broma desviando por un momento la mirada. Sin importar como lo habia planteado Sabastian habia tomado eso como varios halagos juntos. “Si, me fije en ti. No eres como otros, esos que hablaste antes son los mas comunes sino estan los motoqueros que ahora con Carolina parece que abundaran mas.”

Negando con la cabeza. “Creo ver algo distinto en ti, algo mas educado y elegante que la mayoria de nuestros hermanos. Eso nos puede llevar lejos o al menos a donde quieras hermano.” comento concentrándose en Nico e ignorando a los demas, dejandole la decision a este ya que igual parecia que la Letania habia acabado y ahora cada uno de los cainitas estaban libres.

Estrecha con firmeza, me gusta. Es alguien en paz consigo mismo, alguien que valora sus propias convicciones.

-No me habría perdido esta visita por nada del mundo.-le comento en un tono casual, mientras dejo que siga hablando. El individuo me llama la curiosidad. Me pregunto que ha visto en mí. ¿Puede ser que sea un antiguo Señor que supo reconocer a otro? ¿Le atraigo de alguna manera? ¿O simplemente me está tanteando para ver si indaga sobre mí?

Sonrío ante lo del sonrojo.

-Me halaga saber que aparte de retirar el rojo de un rostro, lo puedo pegar en otro rostro.

Cuando comenta que mi elegancia nos puede llevar a cualquier parte, le miro durante unos instantes con cierta curiosidad, quizás encontré manada a fin de cuentas.

-Permitamos que el tiempo nos lo diga, sino no dejaremos nada para la sorpresa, Sébastien. Estoy seguro, pondría la mano al fuego -sonrío por el comentario, tratándose de vampiros, la expresión tiene su miga- de que tieness la edad suficiente al igual que yo, para haber reunido grandes momentos, impresiones y conocimientos. Veo en tus ojos esa luz de la que carecen los jovenes.

Me ronda la cabeza preguntarle que le atrajo hacia mí, la verdad es que me pilló por sorpresa, pues era yo el que rondaba a otros. Se lo preguntaré sin más, de todas formas, yo soy yo.

-Disculpa que te pregunte sin pudor, pero ¿estás aquí para saciar la curiosidad de ver un rostro que se te escapa de la memoria? ¿O hay algo más?

La pregunta va en un tono relajado, junto a una sonrisa. Para nada quiero parecer ir a la defensiva. Aunque si trato de averiguar un poco más de él. El caso es que me suena.
 

Sonrio divertido ante el comentario de su sonrojo, la conversacion rápidamente parecia volverse agradable para ambos hombre en comparacion a la que habia tenido con Dean.

“Opino lo mismo, algunas revelación no necesitan ser apuradas.” comento con cierta picardia. Quedandose en silencio expectante al ir escuchando la hipótesis del otro hombre. “Es posible que sea asi, no conozco tu edad pero si sigo tus palabras puedo suponer que tienes razon o que nos acercamos lo suficiente. Estamos lejos de ser jovenes sin gran experiencia en la no vida” le acepto sin revelar su edad y pareciendo tomarlo como otro halago mientras le regalaba uno propio.

“Yo soy bueno recordando rostros, por lo que estoy seguro que no te conoci hasta ahora. Respecto a mi razon es que me gusta conocer nuevos cainitas, al menos de aquellos que se comportan con cierta madures.” Comento como si fuera una respuesta que daba mas veces de la esperada. “Tambien esta la belleza y elegancia que comentaste en mi persona y que tambien veo en ti.” dijo sonriendo con picardia y dandole por fin un guiño o un gesto menos formal.

“Puedo guiarte por esta ciudad. Mostrarte lugares que no va la mayoria, lugares discretos y lejos de los jovenes.” le invito con un tono inocente fuera de cualquier manipulacion y trampa que podria esperar en otro. “Podriamos pasarla bien y revelarnos mas del otro, sin meter a un tercero que ronda en esta gran sala.” comento haciendo referencia a los indiscretos que bien podian existir en aqul lugar que se suponia era un refugio.

Tras escuchar sus respuestas me viene una ligera sonrisa en el rostro. ¡Ah! Si tan sólo pudiera desprenderme con tanta facilidad y revelar de mí tanto cómo quisiera, pero no esta vez. No mientras estoy en una misión por lo menos.

Sin embargo, me ha recibido con tanto calor, que siento mi frío y muerto corazón casi latir por unos instantes. No quiero darle un no rotundo por respuesta, pero tampoco puedo decirle que sí.

Tengo que ofrecerle una respuesta que le de a entender que la idea me gusta, pero que tengo asuntos más acuciantes, sin ofenderle. Me ha tratado con respeto y respeto es lo que merece.

-Desgraciadamente, mi tiempo libre para el ocio se ve sacudido por importantes cuestiones que no puedo, de momento, dejar de lado. El tiempo que pasaría contigo, no haría justicia con el que desearía pasar, para conocer todo aquello que deseas enseñarme, Sébastien.

En mi rostro se dibuja la amargura, un rostro que hacía tiempo que no emulaba. Pues normalmente es un rostro indiferente. Y sin embargo, alzo una mano pidiendo unos instantes para proseguir, pues no quiero dejar la cosa así.

-Sin embargo, rostro hermoso, te hago una promesa si la deseas tomar. No sé cuando ni dónde, pero volveré a por tí, y entonces, dispondrás del tiempo que requieras para mostrarme aquello que ansías revelar. Y, cuando vuelva a mi tierra, pues la eternidad es un contínuo viaje, te invitaré a visitarla bajo mi hospitalidad en persona. Creo que acabo de hacer un amigo, ¿sientes lo mismo Sébastien?

Tras su respuesta, le dedico una sonrisa y le aprieto de nuevo la mano a modo despedida. No estaría de más tener aliados fuera de mi manada, para lo que esté por venir. Pero me doy cuenta de que no puedo formar manada con él, su interés lo más probable me alejaría de la concentración que necesito. Una pena, pues siempre me gusta descubrir cosas de los más ancianos.

-Que tus noches sean intensas y fructíferas.

Desgraciadamente, debo reanudar mi labor en busca de manada, centrándome en otros objetivos.

El hombre continuo sonriendo sin arrugar su rostro ante la negativa de Nicolas. “Se nota una mayor facilidad con las palabras que tienes, pocos me habrían dicho así lo que expresaste. Entiendo que tal vez las obligaciones no te permitan un tiempo libre...aun.” comento con cierta pasividad que le permitia al hombre seguir hablando.

Algo que es recompensado en cierta forma por la promesa que ahora le daba el hechicero. “Volveras por mi para dejar que te guie y que luego viajemos juntos a tus tierras bajo tu hospitalidad? Eso es mas de lo que me esperaba de este encuentro hermano Nicolas.” comenta este aceptando estrechar de nuevo su mano, no mostrando signo de agresión. “Claro. Siento que eres uno de los pocos que podria llamar amigo.”

“Aunque como tu amigo te recomendaría no dejarte llevar demasiado por tus obligaciones.” le devolvio a pesar de la clara despedida del hechicero, este deseaba decirle al menos unas pocas palabras. “Muchas veces ese ocio como lo llamaste, puede abrirte a nuevas experiencias y te puede abrir la cabeza a un nuevo pensamiento. Sin duda imagino que conoces completamente tus tierras y sus secretos, yo conosco las mias y ese conocimiento puede ayudarte a lo que estes buscando.” comento pareciendo buscar tentarlo aunque sea a través de su mision aunque no conociera de que se trataba.

“Mis noches siempre son intensas y fructíferas. Quieres sentirlas?” pregunto con una picardia absoluta y unos ojos que brillaban con promesas.