Partida Rol por web

La serpiente parecía tratar de irse y ellos deberían hacer lo mismo.
-Eh, tú, serpiente- dijo a la serpiente - ¿Sabes que nos debes salir de aquí, verdad? - Dijo al bicho de la que salía. - Queríamos saber quien eres y que pasaba aquí, eso sería un agradecimiento bastante mínimo. - Añadió sabiendo que el estacado no sabría gran cosa y si lo sabía iba a jugar la carta de "a mi me raptaron y no se que pasaba", veía el miedo en él, querría distanciarse de lo que ocurría en cuanto sintiera que estaba a salvo.
-Y nosotros deberíamos salir, también, de aquí, no sea que vengan más.- Dijo a los otros dos
Aprovechando el momento de respiro Sam introdujo más cartuchos en la escopeta.
-¿Necesitas algo de estas cosas?- Preguntó Sam a Aurora

Aurora dudó, como de costumbre se planteaba todas las situaciones posibles como si su existencia fuese una partida de ajedrez.

-Nos vamos antes de que vengan más... No, nada que me pueda interesar, cuidado con la serpiente lo único. -Iba a decirle que que recargase el arma pero ya lo hizo ella, buena chica.

Ella hizo lo mismo, al menos con la escopeta mientras caminaba hacia la salida por donde habían venido, a esa parte que estaba completamente a oscuras... 

Justo cuando iba a cruzar el umbral advirtió: -Nada de gritos o sonidos fuertes, que cada uno se agarre al hombro de otro. -Y emprendió la primera la marcha hacia las escaleras.

Sam siguió a Aurora diligentemente con el arma cargada, agarrando su hombro y controlando que el rehen no se separara de ellas. No veía el momento de salir de allí. ¿Que acababn de encontrar? Aunque las preguntas deberían quedar para más tarde, ahora debían salir de allí..

La serpiente no se detuvo alejandose de ahi en un zigzageo natural de su especie. Mientras que el hombre se quedo callado como le habian ordenado asintiendo apoyando su mano en el hombro de Sam. Asi en esa fila con Aurora a la cabeza, sam siguiendo y por ultimo el ex estado salieron de esa habitacion.

Recorre el pasillo no les fue complicado aunque una gran sensacion de paranoia empezaba a dominarlos. Revisaban los lugares oscuros del techo y demas entradas pero nadaban con nada. La pequeña ventana que daba afuera seguia ahi, porque seguia cerrada intuian que la serpiente no habia ido por ahi.

Pero como un funesto aviso escuchan un tremendo golpe fuerte de una puerta en la direccion que iban ellas. Aurora habia escuchado unos rapidos pasos, antes de ese sonido. No era un sonido de alguien abriendola sino lo contrario Aurora podia distinguir que le habian cerrado una puerta y con la menor delicadeza posible.

No habia señal de la serpiente en el lugar y tampoco de los demas seres. Aunque un fuerte grito de los que producian ellos avisaba que pronto llegarian.

Sam escuchó la puerta y supo de antemano que no podrían salir sin luchar.
-¿Alante y reventamos la puerta o atrás a donde había algo de luz?- preguntó Sam a Aurora.
A ciegas allí desde luego que no podían quedarse.

Aurora frunció el ceño mientras oía como la puerta se cerraba pero no se detuvo mas que una décima de segundo a replantearse y siguió su avance hacia la puerta que estaba escaleras arriba. 

-Hemos roto unos grilletes a las malas, a ver que resistencia opone una puerta.

-EL sonido de que venían mas de aquellas cosas le hizo soltar un bufido. -Los están enviando a morir.

-Pues tu guías- Dijo empujando levísimamente a Aurora en la dirección que antes caminaban.

Aurora los guiaría hasta la puerta y una vez allí haría mucho ruido.

-Tú, no te sueltes de mi - Dijo al prisionero liberado.  - Voy a necesitar saber tu nombre en algún momento.

Subieron las escaleras con cuidado a cada peldaño y trató de abrirla. Por las buenas o por las malas.

"Adrien. Me llamo Adrien." se presento en un susurro que Sam escucho y Aurora mas o menos. "Saquenme de este lugar."

El andar en la oscuridad no era un paseo de lo mas placentero, de cualquier forma seguian en forma de fila con cada uno tomados del otro. Aurora primera, le seguia Sam y por ultimo Adrien. Asi siguieron dejando de escuchar los grulidos de esos seres, lo cual no sabian bien si era algo bueno o malo.

Entonces Sam sintio como el ex prisionero apretaba un poco mas a Sam. "Alguien me llama. Desde atras...creo que se olvidaron a alguien." Decia este sin que ambas pudieran ver que ya miraba atras. "Deberiamos volver." expreso escuchandose mas serio y no tan pacional como antes cuando deseaba irse. Dice esto antes de llegar a las escaleras.

El comentario de aquel chico le erizó el vello de los brazos o algo similar. -De eso nada chico, Nos has pifiado la misión de sigilo no nos vas a hacer entrar de cara contra lo que sea que haya ahí abajo. Nos vamos. -Dijo tajante.

Sam cerró su mano sobre la muñeca de Adrien.

-Adrien, no sabemos lo que te han hecho, ni quien, ni como o por qué, pero te necesitamos para parar esto, sé fuerte y ven con nosotras. - Le dijo. Todo el mundo quiere ser salvado y escuchar que lo necesitan o que es importante - Créeme es el mejor camino.- Tiró de él mientras iba tras aurora.

-Vamos aurora, a la puerta, en cuanto lleguemos, escopetazo a las bisagras a través de la madera y la arrancamos de los goznes. - Le dijo con creciente tensión en su voz. 

Adrien parecio no escucharlas por un momento, Sam tuvo que hacer un esfuerzo aunque no demasiado ya que su potencia le permitia moverlo aunque debia poner su atension en èl.

"Pero es que no la escuchan. Pide mi ayuda..." comento de nuevo con un tono que no correspondia en especial tras como se habia mostrado antes.

Al subir las escaleras con prisa les parecio sentir que ya no estaban solas aunque no podian notar a nadie. Pero entonces la puerta se abrio de repente con un hombre mirando desde el portal a ambas. Aunque no habia mucha luz se lo veia muy agitado con una mano en su cabeza como si le doliera. Sin embargo se corrio a un costado como si no buscara estorbarlas a la salida.

-No, solo lo oyes tú, del mismo modo que solo a ti te afectaron los gritos de esos seres.- Le dijo escuetamente. - Salgamos de aquí y averigüemos que te han hecho. No estamos en disposición de ayudar ahora mismo a nadie más, ayudémonos a nosotros mismos y volveremos a por ellos en cuanto podamos. 

Cuando la puerta se abrió se sobresalto, pero el tipo las dejo marchar, estaba claro que aquel hombre acudía a la misma llamada que escuchaba Adrian. ¿Qué acababan de despertar? Seguro que lo averiguaban rápido, en cuanto se reorganizaran, y que no les iba a gustar.

La llamada... no es la primera vez que oigo hablar de ella, lo bueno es que estamos cerca lo malo es que es mas real de lo que parece.

La puerta se abre y por la sorpresa Aurora apunta con su escopeta pero sin dejar de avanzar. Ese hombre parece aturdido pero no baja la guardia. Su propósito es salir a la planta baja y luego salir del edificio. Si le interponía, abriría fuego.

-¡Tu, apártate!

De nuevo con Sam teniendo que arrastrar a Adrien, siguieron subiendo hasta la planta baja. Ahi no se encontraron al hombre que les abrio la puerta pero por un instante les parecio ver una sombra rara a la derecha de ellas yendo hacia la salida.

"Eh...nos vamos?" pregunto entonces Adrien en un tono de duda y de confusion. Dejando de forzar a Sam a tener que tirar de èl para sacarlo de ahi.

Mirando alrededor las cainitas no se encontraron con resistencia alguna. Solo con el gran silencio de la enorme casa vieja y abandonada. Solo Cain sabia si ya habian pasado el peligro, pero ninguna de las dos sentia una nueva pre4sencia mas alla de los tres ahi presentes.

Sam no quería aparenta estar menos asustada de lo que realmente estaba. El acojone era evidente y sino lo dejaba salir de algun modo sería peor.

-Claro.... - Dijo con cierta crispación. 

Debían examinar que hacían que le habían hecho a Adrien y decidir que hacer con él, pero ahora que lo habían sacado de allí, era responsabilidad suya ¿O eso no funcionaba así?

El tipo que les había abierto la puerta ¿Quien sería? ¿La serpiente pagando su favor? Si era otra persona no tardaría en hacérselo saber para recalcar que estaban en deuda con el o ella. Ese misterio se solucionaría solo.

-Vayamonos de aquí, si se sienten en jaque se habrán enrocado, no nos seguirán mientras se reorganizan. Cuidado al salir, no sea que nos espere una sorpresa desagradable, hemos hecho ruido.

Salir hacia la calle fue facil, la puerta que habia destrabado Sam seguia abierta y ninguno de los que estuvieron ahi antes las esperaba. Fuera la noche seguia oscura y los alrededores se encontraban vacios. Al menos por un tiempo pero notaron una figura de un hombre de color no muy lejos de ellas, que los miraba fijo.

“Gracias chicas. Charlamos un poco o se quedaran con el chiquillo ese?” pregunto el hombre aunque se buscaba esconder en las sombras y les parecia que prestaba atension a la mansion. “Bah, tal vez mas tarde.” dije volviendo a mirarlas.

Vaya parecía que tocaba la opción de os he ayudado yo, me debéis un favor, que os quede claro.

-¿Quién eres?- Pregunto Nerviosa. -  Estoy nerviosa, si soy sincera. Charlemos mientras nos alejamos de aquí, a no ser que tengas algún interés en quedarte aquí, claro. - Dijo mordiendo el anzuelo, Sam se dio cuenta de que perseguía que fueran ellas quienes iniciaran la conversación.

"Me llaman Jesus. Yo aun no los corrijo." comento con una sonrisa bien blanca. Acercándose un poco mas a ustedes con un gesto mostrando sus manos alzadas que suponias que pretencdia hacerlo menos intimidante.

Su rostro se volvio mas visible. Era un hombre pelo corto y con un poco de pelo debajo de su nariz, que sentias como apenas un bigote. Su ropa era una bastante simple como una camisa azul claro manchada con mugre y rota, pantalones grises que parecian caros o al menos fue asi antes de que se arruinaran de la misma forma que su camisa.

“No ahora. Tal vez cuando vuelva mi fuerza los espere para matarlos a todos estos bastardos infernalistas.” dicho eso las seguiria o empezaria a avanzar lejos de la mansion.

Cuando el tipo los empezó a seguir Sam no hizo amago de pararse, de hecho lo agradeció.

- ¿Tu aún no nos corriges? ¿A quien? No entiendo y ... ¿Nos has dado las gracias? ¿La serpiente?- Preguntó extrañada. - Por cierto, soy Sam...-   Dejaría que Aurora se presentara. 

De momento ganaba tiempo para organizar sus pensamientos con aquellas preguntas directas pero algo intrascendentes.

Desde luego si sabía lo que pasaba en aquella casa era lo que venían a buscar, aunque debían tener cuidado con lo que les decía.