Partida Rol por web

Sam miró a Aurora durante un tiempo de forma pensativa, sin apartar la mirada antes de formar en sus labios una sonrisa amistosa y empezar a hablar, de las dos preguntas le interesaba una en especial... no estaba del todo segura diciendo aquello, pero la secta iba de eso... confianza... había sido particularmente fácil con su hermano, pero allí.... 

-De la secta aprendí lo esencial, sus fines y pólitica, un poco de historia pero nunca fui la alumna más aplicada de la clase... si me haces un examen puedo jurar que no recordare los años.

-Sobre mis habilidades, aún estoy en aprendizaje, pero sí... puedo moverme rápido, muy rápido... y puedo elevar mi fuerza -parecía particularmente feliz diciendo aquello, si la emoción en sus ojos decía algo -¿Qué puedes hacer tú? -preguntó con curiosidad, sabía que las habilidades de los clanes no eran iguales todas. 

-Ja, no hay examen de historia para ingresar... aunque igual deberiamos, me lo apunto.  Dijo bromeando.

-Vale,  entonces mas que menos puedo contar contigo para reventar cabezas llegado el momento, no solo para ser amables. Me gusta.

Alza las cejas ante la pregunta y no la contesta enseguida.

- Digamos que mis habilidades son variadas y ambiguas. Me defiendo bastante bien con escopeta y de cerca pero mi especialidad es conseguir información que otros no pueden. ¿Conoces la expresión "Un pajarito me ha contado...? Pues yo hablo mucho con los pajaritos. Aparte de la experiencia que me amerita tener casi doscientos años.

Se puso en marcha para salir a por uno de los cuadros, ya habia descansado, no lo suficiento, por supuesto pero con ese parón deberia bastar.

-Venga va. podemos seguir conociéndonos por el camino.

6º piso de 4501 QC-138 Westmount, Quebec

Westmount es una zona de bien, llena principalmente de chalets ostentosos y casas de estilo victorianas, haciendo que que los pocos bloques de pisos de colores apagados que hay en la zona no destanquen.

El piso se encontraba deshabitado cuando la manada llegó para instalarse,  El ultimo dueño trabajaba para un un importante narcotraficante pero murió en un ajuste de cuentas, el edificio pasó a estar en manos de la policia hasta que se aclare el caso que aún estan en marcha. Caso que casualmente lleva uno contacto de Aurora. 

La casa dispone de luz y agua corriente  pero no de teléfono. Una cocina estilo americana que conecta con el salón/comedor. Una trastero con lavadora y secadora.  3 habitaciones con cama de matrimonio y puerta con pestillo, una de ellas con aseo propio. Un aseo comunal con bañera/jacuzzi. Un terraza con balcón con vistas a un parque a la puerta para ascender a la azotea.

Medidas de seguridad.

Tanto las escaleras como el ascensor dan únicamente a ese piso mediante un pasillo, en el cual hay solo hay un cuadro retrato de una mujer, una maceta y una ventana.

Tanto la puerta de entrada como el de la azotea son de seguridad y blindadas. Hasta los SWAT con un ariete tardarian en echarla abajo. Ademas tanto el pomo como la puerta en si tiene un ritual de protección contra lupinos.

Hay un extintor en cada habitación y dos mas en la cocina.

Las ventanas y la puerta de la terraza tienen persianas eléctricas programables para las horas de luz y oscuridad que no dejan entrar nada de luz, aparte tienen cortinas gruesas

Una escopeta trampa en la puerta principal por si alguien entra sin permiso.

La noche habia pasado activa para la manada de Le Rats, en parte por la investigacion y tambien por tratar de integrar a los dos nuevos miembros de la manada. Cada uno con su prueba propia proporcionada por los miembros de la Rats que los  acompañaron.

Sin embargo el tiempo de pruebas habia pasado o no habia llegado a completarse por el corto tiempo que les permitian estar despiertos antes de tener que buscar un refugio. Un refugio que ahora tanto para miembros como nuevos se termino convirtiendo en ese amplio departamento en westmount bastante cerca del refugio comun pero apartandose lo suficiente para no caer en su influencia mas inmediata.

Ahi esperaba el sacerdote de la manada, mezclando algunas hierbas recogidas en sus viajes y en estas tierras en un mortero con una tecnica trabajada hace muchos años. Habian otros ingredientes pero no era mejor describirselos al resto del grupo ya que terminaria generando cierto rechazo. Su mirada estaba fija en el mortero aunque de vez en cuando levantaba la cabeza observando al perro de Albert que se encontraba algo ansioso sin su dueño y a la puerta esperando que alguno de sus compañeros apareciera.

Fue un tiempo hasta que cruzaron por la entrada cuatro figuras. Sus compañeros y los nuevos se habian encontrado en las escaleras del edificio encontrandose el ascensor apagado esa era una de las formas mas normales para acceder al piso. No parecia que nadie se encontrara herido entre ellos, tal vez algo mas rojas las vestimentas de las mujeres y con un olor a sangre que no podia ocultarse a pesar del lavado de ambos. Por su lado Nicolas parecia haberse cambiado en un momento su camisa por otra, extraño pero no tanto bajo la lupa de algunos de sus compañeros.

Quien falta era al Albert, que llego al lugar un poco antes que fueran a cerrar la puerta, su perro fue a saludarlo con una gran felicidad. Su dueño por otro lado parecia muy calmado casi dormido yendo rapido a acostarse a uno de los sillones como si fuera un humano cansado tras un largo dia de trabajo. Su perro pronto se puso al lado y ladro un par de veces al sacerdote como si le avisara algo.

El sacerdote sonrio y se levanto. "Es bueno ver que esta noche no hemos perdido a ningun miembro." dijo calmado y sin verguenza de admitir esa tragedia, si algo de tristeza pero hacia un esfuerzo para verse frio y fuerte. Miro a ambos nuevos miembros del clan, parecio mostrar algo mas de calma con Sam pero en cambio con Nicolas habia cierta desconfianza. "Ya he terminado las hierbas para el ritual, incluso he pensado en lo que estuvimos hablando la otra noche hermanos. Creo que este ritual saldra con mas fuerza y con mayor proposito." comento a todos.

"Pero antes miro a ambos cainitas. Yo he de suponer que el Abad les ha dado permiso de permanecer aqui, ya que sino tendran un problema buscando refugio a esta hora." dijo dando una corta mirada a la ventana. "Pero yo deseo tener una certeza antes que realicemos el ritual, que bien si puede ser llevado a cabo mañana a las primeras horas de la noche. Pero soy de la opinion que debe ser realizado por miembros que hayan ofrecido voluntariamente su deseo de pertenecer a esta manada."

Entonces miro a Sam. "Tu te encuentras entre nosotros por la decision de una tercera, la arzobispa que apoyamos pero que no tiene derecho de forma o destruir manadas si tenemos cuenta nuestras libertades escritas en el codigo de Milan. Sin embargo ahora no es el momento de discutir aquello, debo saber tu opinion sobre estar en esta manada, sobre vernos como hermanos mas cercanos que otros, sobre dar tu obediencia a nuestro Ductus mientras no se vuelva un tirano y por ultimo sobre que me convierta en un guia espiritual para ti respondiendo las dudas que puedas tener sobre mucha de nuestra existencia." le dijo sin detenerse demasiado en sus palabras y mirandola fija con una mirada de pura seriedad.

Cuando termino y antes de recibir su respuesta fue con su mirada con Nicolas, de nuevo se mostraba algo de molestia en su rostro pero pronto se volvio algo mas neutro. “Tus palabras me sonaron como que sientes la Vaulderie como una forma de castigo y me gustaria pensar que tu mente ha cambiado de parecer estas horas que haz estado lejos de vista. Pero no creo que sea facil. Por lo que te propongo la posibilidad de descubrir personalmente esta union que esta lejos de ser una prison sino una forma de fortalecernos a todos nosotros incluyendote.” dijo finamente pareciendo sonreir con algo mas de camaderia. “Mis preguntas para ti serian las misma que para Sam sobre lo que piensas de esos temas, solo que incluiría en lo ultimo tu opinion que mas temprano que tarde tengamos una conversacion ambos para aclararte ciertas dudas.”

Sam se quedó ausente perdida en sus pensamientos durante dos segundos en que tardó en procesar lo que decía. Aquella ceremonia lo hacía real, su hermano se había ido para siempre, pero celebrar la comunión con su nueva manada subrayaba ese hecho de forma dolorosa.
¿Entonces ya está, ya no estoy a prueba? dijo dubitativa. Casi como si no se hubiera planteado que ese hecho pudiera cambiar. Hermanos... dijo mirando a los presentes saliendo de ese estado de confusión momentánea.
¡Claro que sí! ¡Joder, nos vamos a comer el mundo! dijo en un arrebato de entusiasmo, acompañando sus palabras de un par de saltitos emulando que boxeaba.

Aurora no dijo nada en el trayecto de las escaleras, un saludo mudo a sus compañeros y de vez en cuando le echaba una mirada curiosa al nuevo.

Una vez en casa procedió a su clásico ritual: dejó su bolso sobre la mesa del comedor seguido de escopeta, pistola y cuchillo, se quitó la gabardina y la dejó doblada sobre una silla, luego se quitó la camiseta delante de todos quedando mostrando su sujetador y su distintivo tatuaje que le cubría toda la espalda y más. Con la camiseta que olia a sangre hizo un bola y la lanzó hasta donde estaba la lavadora.

 "Es bueno ver que esta noche no hemos perdido a ningún miembro." -Opino igual, aunque no será por que no lo hayan intentado. -Dijo misteriosa para dejar entrever que habian tenido algo de acción.

Se recostó en uno de los sofás, lejos de Albert para luego proceder a quitar las botas ayudándose con las manos crujirse los huesos del cuello para destensar. -Si,se me consultó... no hay ningún problema en que los aspirantes a reclutas duerman con nosotros. 

Escuchó las palabras siguientes y se le quedó mirando al nuevo con suspicacia y ojos entrecerrados pero la entusiasta reacción de Sam le arrancó una sonrisa cansada y acabó negando con la cabeza.

Esto... ¿Hay alguien en esta casa con un mínimo de educación que proceda a hacer las presentaciones? Presentaciones y la historia de por que alguien en su sano juicio querría unirse a una manda con Le Rats -Terminó de decir con sorna.

Una sonrisa de satisfacción se dibuja en mis labios. Mis pensamientos eran un misterio, pero me gustaba ver a todos reunidos. Habia mucha solemnidad en eso.

Acababa  de llegar con Nicolás, quien había demostrado ser bastante bueno averiguando información. Miro a Aurora y Sam y les digo:

-Buenas noches a ambas, veo que han tenido problemas, ya lo hablaremos- y digo presentando al recien llegado- este es Nicolás- y miro al  sacerdote- como ductus y luego de  la información que este hombre me acaba de dar lo apruebo a él para ser parte de la manada, y del mismo modo, por la información positiva de Aurora  acerca de Sam,  le doy mi visto  bueno, ambos pueden ser parte de los nuestros  y fortalecer nuestros lazos como Cain lo hizo.

Ambos han manifestado su deseo de unirse a esta manada, y  ambos los veo  con las caracteristicas que necesitamos.

La sonrisa de Martin era un poco  curiosa, le quería obligar a Nicolás hacer el rito, no quería que se escapara, en parte la pantomima de que no había hablado con Aurora funcionó, era momento de  sellar su fidelidad, así el podría estar tranquilo con sus motivos. Kapuka tenía todo listo para el rito, y lo harian porque era importante para la seguridad de la manada.

Sam saludo al nuevo con la manita de una forma un tanto "cuqui" cuando le presentaron. Pero volvió a la seriedad cuando el Nosferatu siguió hablando.
"Es una pena que no tenga más orejas, sino sería como uno de esos gremmlins que salían en la segunda pelicula" pensó involuntariamente.
Gracias por tus palabras, haré lo posible por estar a la altura de ellas y del voto de confianza que me dais en préstamo. dijo Sam, miraba al jefe, pero lo decía a todos.

Observo con interés el refugio a medida que me adentro. Me parece un sinsentido, desaprovechar el sexto piso para no instalar espacios para calderas y lanzar aceite hirviendo a los enemigos. Pero el problema no es de la manada, claro está, sino de los mortales que parecen haber olvidado la cautela. En la manada solo tratan de no desencajar en el paisaje.

Mi vista recorre lentamente el espacio que me rodea, eso de las escopetas es un gran sistema, aunque yo la habría puesto un poco más baja, no es la primera vez que un enano o un vampiro niño asoman con malas intenciones.

Bueno, aunque siendo sinceros, tras el ruido del disparo, habría que ir pensando en buscar otros refugios. Tras pensar detenidamente en los pros y contras del refugio acepto con alegría que por lo menos es espacioso. Satisfecho, mi mirada ahora se detiene en las vampiras.

La rubia parece muy de sí misma y la otra muy celebrante. Aunque todos sabemos que la no-vida está llena de máscaras, aunque no todos se la ponen, es díficil aún dilucidar más. Lo único que sé, es que nos están presentando, al mismo tiempo que el sacerdote me transmite sus anhelos respecto a mis pensamientos.

Agradezco sus intenciones y hospitalidad con la moneda de la sinceridad:

-Lamento decir que la Valdeurie nunca ha sido de mi gusto y eso no ha cambiado. Sin embargo, quiero transmitir que soy un hombre que paga sus errores, y estoy dispuesto a aceptarla honestamente con sus consecuencias. No trampearé mi experiencia ni la empañaré con mis prejuicios. Si al final cambia mi opinión o no, no lo sé, pero acataré mi papel en este drama sin perjuicio para la manada.

En el momento que el ductus me nombra y anuncia mi valor, aprovecho para quitarme el abrigo, cambiarme la camisa y dejar mi espada encima de una de las camas (de vete a saber quién)  junto con mis pertrechos y el violín. En ese momento, señalo mi mochila:

-Muchas gracias, ductus. Antes de continuar, ¿os importa si guardo un cerebro de oveja que tengo ahí enfrascado en vuestro congelador? Ahí se mantendrá bien.

Acabadas las ceremonias, asiento hacia los demás y al sacerdote:

-Por mi parte, podemos empezar.

Que tipo mas raro y formal... O ha salido de algún sitio refinado como una caserón privado en Toronto o de Europa. -Pensó como primera impresión. -Un tipo que no le gustaba los ritae cuando era la seña de identidad de la secta...

Mira a Martín un instante y niega con la cabeza, luego pasa de nuevo a Nicolás observando su cambio de indumentaria. -Buenas noches Martín. -Dijo sentada en el sofá con tono encantador*.  -Yo soy Aurora, Aurora Salazar**, del clan tremere, prior de esta humilde casa y esta chica tan entusiasta de aqui es "Sam" del clan Brujah. Al resto doy por hecho que ya los conoces un poco.

-Si, claro. -Señaló el frigorífico y congelador que estaba casi vació salvo algunos alimentos de larga duración para darle permiso.

-No, el sacerdote ha señalado que la vaulderie se realizará mañana, cosa que agradezco por que soy una gran defensora del código y de los ritaes "bien hechos". Y digo que lo agradezco por que si vas a ser mi compañero te pediría humildemente que te dieses a conocer: tu clan, de donde sales, por que te quieres unir a nosotros... Sonríe y guiña un ojo. -Y cualquier otro dato de interés como signo del zodiaco, estado civil, alergias y/o adicciones.  Expláyate sin miedo.

El gangrel sacerdote miro con extrañase la respuesta de Sam, porque por un momento se la espero mas seria y con menos saltitos. Corriéndose sus pelos de la cabeza dejo ver mejor su duro rostro tanto en su superficie como en su gesto.

“Veo que no solo debere hablar con nuestro hermano Nicolas.” comento viendo a los demas.

Concentrandose en Aurora en un principio por sus palabras cuando comenta de un un atentado a su vida. Negando levemente la miro. “No haz sido la unica que tuvo que arriesgarse esta noche. Nuestro Ductus tambien lo tuvo que hacer y yo aunque menos creo que corri un riesgo con un hermano loco.” respondio el gangrel mirando a su lider por si queria comentar por lo que habian pasado. Agradeciendo de paso que Aurora se ponga mas formal y pida las presentaciones que habia pedido èl.

“He dicho que puede hacerse mañana de ser necesario.” corrigio este a la tremere. “Pero lo que deseo es que nuestros nuevos miembros se presenten entre ellos y con nosotros. La sinceridad entre la manada ayuda a que se fortalezca el Valdeurie. Ademas entre mas nos conoscamos nuestra mision en esta ciudad quedara mas clara y sera mas sencilla realizarla.” comento mirando al hombre que aun se resistia a la costumbre.

Observo la Tremere que posee tan encantadora voz, cómo un gato observa a un pajarillo cantor. Cuando termina de hablar, me acerco a la funda de mi violín y al sacarlo, mis dedos acarician el instrumento antes de empezar a tocar una melodía contundente.

-Soy Nicolás de Valaquia y formo parte del Viejo Clan. Me quiero unir a vosotros porqué vuestros objetivos coinciden con los míos, y no hay que negarse a la fortuna cuando viene de cara. No tengo intención de quedarme más tiempo del necesario en la manada, en un principio, y llegado el momento me separaré sin reproches, una vez concluyan nuestras labores. Eso es algo que ya conté al sacerdote y al ductus, ahora lo sabéis vosotras. Espero que eso no os suponga un problema.

Dudo un momento si responder al resto de preguntas, pues rallan la impertinencia, pero al final me resigno para acelerar el proceso:

-El Zodiaco es un invento que no corresponde a mi época ni me interesa. Mi estado civil es "Difunto". Tengo alergia al Sol y me aficiona tocar el violín, beberme la sangre de los demás y cortar cabezas, sobretodo de infernalistas.

”Joder, si hasta se pone banda sonora y todo....” pensó Sam al ver el numerito del violin.
Yo soy Sam y mis aficiones son todas bastante mundanas, grafittis, valetudo, drogas.... Se mas bien poco de infernalistas y esta es mi segunda manada, me acaban de adoptar por sugerencia del arzobispo. Reconoció.
¿Cual es el viejo clan? preguntó más confundida que otra cosa.

Martin arqueo el sector de carne que usaria si tuviera cejas, y de repente sintió un poco de verguenza ajena. "Vaya númerito, pensó",  puede decir que es del viejo clan, pero este sujeto tiene más de malkavian que otra cosa.

-Tzimisce- respondió a Sam sin dar muchos detalles

ah... dijo con gesto de comprensión. Es un placer eres al primer escultor de carne que conozco.
Miró los tatuajes que recorrían su cuerpo.
Te puedes imaginar que me suscita cierto interés todo el asunto, no? Pero es tarde y esa conversación se puede dejar para otro día. dijo aquello bastante risueña, era mejor hablar de ello que comentar lo del violin.
¿Pero de que siglo salía este tío? Valaquia... Como el malo de los caza fantasmas 2.
Respecto de tus objetivos, para los que tengamos más de uno ¿Podrías aclararnos cuáles son? poniendo se sería al fin.

Mientras me deleito con la virtuosidad de mi música, la mujer de la máscara alegre, me suelta un improperio, una falta de respeto debido a su ignorancia, una que me cuesta resistir para no desgarrar sus tejidos con mis garras y dientes, capa a capa, para que pierda el interés que le suscitan las deformaciones del alma.

Es por ello, que mi violín se interrumpe apenas un segundo, antes de reanudar la marcha, cómo si no hubiera pasado nada, pese a que en realidad he tenido que atar a la Bestia en corto, por no mancillar un Dominio ajeno. El Viejo Clan aún respetamos las costumbres de la hospitalidad, eso nos hace estar por encima de la mugre.

-Yo no pierdo el tiempo en estupideces. Sólo un necio maldito, busca maldecirse doblemente a cambio de nada.

Cuando me pregunta por mis objetivos, me fijo en que ella no dijo los suyos al repasar sus palabras. Supongo que afirmar que uno tiene objetivos atrae el interés hacia ellos, ¿ella no tiene? Tardo unos minutos en responder, mientras dejo que la música fluya, hasta el punto de que parezca que casi me he olvidado.

Al finalizar la música, guardo el instrumento en su funda, y lo coloco junto a la cama. En silencio me acerco a la cocina, cojo un vaso y lo lleno hasta la mitad de agua. Aún en silencio, agarro el vaso, vuelvo hacia ellos, lo coloco en la mesilla que hay entre nosotros, y arrodillándome en el suelo, frente al vaso me muerdo la muñeca dejando caer hilos de mi preciada Vitae en él hasta quedar completamente lleno.

Sólo entonces, vuelvo a mirarles, en especial a Sam, mientras hago un lento lamido a mi herida que pronto cierra.

-Formo parte de aquellos que estuvieron durante el nacimiento del Sabbath. He conocido su origen, su evolución y la deformación de algunas de sus ramas. El Sabbath siempre tuvo, como idea, incluso ante de las leyes que tan bien debe conocer el sacerdote y la Prior aquí presente, una máxima: la libertad. Por eso aborrezco el ritae, porque es posterior a la revuelta, porqué transgrede su más sagrada norma en aras de "la eficiencia". Algo que aún me queda por ver. El viejo Clan rechaza eso, y rechaza la deformación de los degenerados que practican la Visicitud, pues el poder no viene de Cain ni de Kupala, sino del propio abismo, dónde tu alma y tu esencia se diluyen y se pierden. ¿De qué sirve un poder si ya no eres tú quien lo va a usar? ¿De qué sirve un poder y pertenecer al Sabbath si tu identidad, y por ende tu libertad, muere entre las llamas de la negligencia? Odio aquello que te priva de libertad, y si tengo que matarte para que seas libre, te haré ese favor. Por eso, odio también el infernalismo, que no sólo debilita al Sabbath y su sagrado objetivo original, sino que destruye tu libertad y la de los que te rodean sirviendo a amos infernales que te consideran apenas mejor que a un perro amaestrado. ¿Mi objetivo? Sencillo: Averiguar si hay resquicios de infernalismo tras la purga, averiguar la verdad y acabar con ello. Sirvo al Sabbath, como idea, igual que el Sabbath me sirve a mí. Espero que ahora me conozcáis un poco mejor.

Y me bebo mi vaso de agua adulterada, sin vomitarla, renovando mi convicción.
 

Sam miró alrededor para comprobar si alguien estaba tan perdida como ella. Alzó las manos con las palmas boca arriba hasta la altura de sus codos sin saber que hacer o decir.
Lo del violin tenía un pase ¿pero que hacía con la sangre? ¿Kupala?
"¿Que coño ha dicho este cretino de que me va a matar?"
Vale... lo que tu digas, si al resto les vale... supongo. hizo un gesto con sus manos desechando entender todo aquel puto galimatías. Espero que alguien halla sacado algo en claro. bufó dejándose caer en el sofá, no sabía si quería beberse la sangre de ese tío después de ver la guarrada que hacía con ella en el vaso ese.

El gangrel lo vio algo molesto al nuevo por sus comentarios y su insistencia en su orgullo.

“Te equivocas. El ritae es parte de la creacion del sabbat, incluso de los anarquistas que luego se quedaron con la Camarilla. Este ritae que tan mal ves permitio a muchos de los chiquillos que se encontraban dominados por el vinculo a sus sire tuvieran la libertad que predicamos.” le explico con tranquilidad aunque habia cierta paternidad en sus palabras aunque suponias que no era tan viejo como vos.

“El ritae que practicaremos no te sacara la libertad ni un poco. Tal vez es porque nunca lo haz probado pero si nos miras a nosotros o a cualquier manada veras que continuamos siendo libres y teniendo nuestra propia voluntad. Aca nadie esta atrapado, ni obedece fuera de su voluntad al Ductus y como he dicho antes nadie esta obligado a obedecerlo si algun momento se vuelve un tirano con el resto.” entonces mira a Martin con seriedad. “Yo como cualquiera tiene la libertad de matar a Martin si este se vuelve un despota que destruye nuestra libertad. Pero hasta ahora eso no ha ocurrido.” dice sonriendo con calma y tal vez en aprovacion.

Negando con la cabeza vuelve con Nicolas. “Para ser sincero no se bien que paso entre ustedes los tzimices, incluso si me preguntaban ayer les habria dicho que el viejo clan estaba extinto porque eres el primero que veo en toda mi no vida.” le aclaro pensativo.