Partida Rol por web

Refunfuñando decido esperar a que terminen de jugar a las pistolas. Intento acomodarme y entre dientes los insulto a todos.

Vlad, viendo que Rosario se encuentra mas calmada se dirige con ella hacia la garita del guardia, para dejarla allí.

No hagas nada extraño y no salgas de aquí, ¿entendido?

Niñito insolente. Ya veras cuando me suelten. Me quedo aqui esperando poder vengarme de ustedes.

Todavía con la mirada perdida por la situación que acaba de pasar, Jim se dirigió a Boris y dijo — Voy a colocar el coche que he utilizado para inmovilizar al zombie, preparado para salir pitando si hace falta, y si me esperáis, luego voy con vosotros a registrar la oficina. También podría quedarme cerca de los coches vigilando la puerta, tú verás.

Philip se erigió como líder del grupo y dispuso las tareas de cada uno, desde lo alto del techo de uno de los coches, mandaba aquí y allí.

Mientras Vlad ponía a buen recaudo a Rosario, León y Jack aguardaban junto a la verja y Jim colocaba su coche en posición, casi una docena de podridos (más de los que había divisado Philip en un primer momento) llegaron dando tumbos hasta la verja delantera del recinto.

Los teníais a escasos metros (menos Jack y León que los tenían pegados) y podíais oler su podredumbre, ver sus ojos inexpresivos que se habían tornado blancos y su mirada vacía.

Los podridos palmeaban la verja intentando traspasarla, como si no comprendieran que hubiese un obstáculo entre ellos y su comida, pues sólo pensaban en esto último.

Para Jack y León no fue difícil clavar una y otra vez sus flechas en los ojos del podrido más cercano, pero se encontraron con una dificultad:

Las flechas no estaban concebidas para atravesar un cráneo y llegar hasta el cerebro, aunque fuese a través de los ojos y las flechas no tenían consistencia suficiente para ser empuñadas como arma blanca.

Tras varios intentos, las flechas que ambos empuñaban, se partieron de la presión, sus golpes habrían dejado ciego a cualquiera, pero no era suficiente para llegar hasta el cerebro, que al fin y al cabo era la única manera de acabar con ellos.

Después de unos minutos, tuvísteis que pensar en otra cosa. De momento la verja aguantaba, de momento...

Mientras veo la terrible escena empiezo a gritarle desesperada al muchachito insolente.

SUELTAME, SUELTAME, NO VES LO QUE ESTA PASANDO? SUELTAME YA!

Boris vio con rabia como las flechas eran inutiles apesar del esfuerzo de Jack y Leon. Asi que guardo la suya y puso en subfusil en semiautomatica y con el silenciador puesto fue disparando sobre la frente de los podridos con precision y frialdad. 

-"Necesitamos armas blancas mas efectivas"- Dijo a los otros a mitad de la tarea. 

Esto es una gilipollez -murmuro entre dientes. Sin pensarmelo ni un momento rebusco entre mi ropa y saco mis armas, dos machetes afilados que saqué del centro comercial y le tiendo uno a mi compañero sin hablar, consciente de lo que ambos tenemos que hacer.
Acto seguido comienzo a clavar el machete en primer lugar en los ojos de los que aún los tienen intactos para dejarlos ciegos y posteriormente en sus craneos sucios y podridos, tratando de llegar al cerebro.

Una vez ha acabado de colocar el coche, Jim se acerca a la verja y observa como sus compañeros se dedican a la desagradable taréa de atravesar los ojos de los caminantes con las flechas, lo que le deja pensando...

Agarré con fuerza el machete que me tendió León, y en un meticuloso silencio fui golpeando a los zombies en la cabeza a medida que se agolpaban en la verja...

No sé si funcionará, dijo Jim en voz alta, pero seguro que en el interior de las oficinas tiene que haber algún extintor...no creo que si les rociamos la cabeza con espuma, tengan la suficiente iniciativa y coordinación como para limpiarse los ojos...

Vlad, tras dejar a Rosario en la habitación, con la puerta bien cerrada, observa lo que ocurría fuera. Desde luego la verja no aguantaría eternamente si los zombies seguían llegando a raudales. 

Chicos, lo mejor sería que buscásemos una salida alternativa. Esa verja no va aguantar eternamente.

León y Jack comenzaron la desagradable tarea de ir dando matarile a los zombies a medida que se acercaban a la verja, desde detrás de la seguridad de la verja, el trabajo estaba exento de peligros aunque no dejaba de ser desagradable en todo caso... León y Jack habían acabado con cuatro de esos seres cuando Jim y Vlad hablaban.

Mientras tanto Philip disparaba varias ráfagas contra los podridos, resultó que sólo pudo derribar a uno , el resto de impactos dieron en torsos, brazos y piernas sin causar el menor daño.

Decidió que era mejor ir tiro a tiro para que el arma no perdiera precisión.

Philip ¡deja de disparar! -le grito al ruso con gran esfuerzo, tratando de reponerme. Mis manos están manchadas de sangre, al igual que parte de mi ropa, el hombro dolorido por el esfuerzo de abrir craneos y el estómago se me revuelve con fuerza. Nosotros terminaremos el trabajo -dicho esto continúo dando cuenta de los zombis con el machete.

Tras acabar con algunos más de estos seres me vuelvo rápidamente y apunto al ruso con el machete -Sigue tu un momento -digo tendiéndole el arma cubierta de sangre fresca. Tras dejarle mi puesto me alejo unos metros de la puerta y riego el suelo de la estación eléctrica con el contenido de mi estómago.

Joder, será una puta señal de debilidad pero me gustaría ver como ellos descuartizan y arrancan las vidas de personas que conocían con sus propias manos -me intento convencer tras vomitar debido a la horrible tarea que estoy realizando.

Boris toma el machete, sobretodo porque pensaba quedarse con el, le serviria mas adelante.

Y guardando su arma se dedico a punta de machete a terminar el trabajo...

Ayudé a Boris a acabar de rematar a los podridos que quedaban... era un trabajo desagradable pero yo había hecho cosas peores en mi pasado... si no me importaba torturar a los vivos... qué más me daba machacar las cabezas de los muertos.

Una sensación de insensibilidad se apoderó de mí cuando viejos recuerdos inundaron mi mente. Cuando acabé me giré para ver si los demás habían entrado a revisar ya las oficinas...

Jim sigue cerca de los coches mirando a sus compañeros mientras acaban con los caminantes y mirando alrededor de vez en cuando, para cerciorarse de que todo sigue bien