Partida Rol por web

Motel Gore 2: Evilville

5.- Holy Shit!

Cargando editor
27/09/2009, 14:07
Director

 Podrán desmembrarnos... pero nunca nos quitarán ¡LA PUTREFACCIÓN!

Cargando editor
27/09/2009, 17:11
Director

 

La zona de la gasolinera se ha convertido en un pequeño infierno en al tierra, lleno de vísceras, cadáveres ardientes y cosas por el estilo. Como si se tratase de una extraña película de guerra, tras el brutal combate entre las facciones viva y no-muerta de los descerebrados que quieren dominar Revilville, se establece un extraño silencio, un momento de calma, esa calma que diente que viene antes de la tormenta, aunque la verdad es que antes de la tormenta no hay calma, sólo unos nubarrones del cagarse que cualquiera con dos dedos de frente supone que van a traer lluvia.

 Claro que hay que entender que nos sobrarían muchos dedos para medir la frente de nuestros protagonistas.

 Si no lo creeis, sólo mirad las reacciones de algunos al momento de calma, en el que zombis y descerebrados se detienen esperando a ver que pasa.

 Por ejemplo, Piper. De hecho, esta estaba inmóvil desde un rato largo antes del momento de calma. Vamos, desde antes de que petase la gasolinera. Ahí, quieta. Empanada. Y normal, la gasolinera estalla, y se queda empanada mirando el fuego. ¿Se le habrán quemado las neuronas con las drogas? Eso parece, porque aprovechando la inmovilidad de Piper, un zombi se le acerca, y comienza a roerle el cráneo. Y la tía sangrando y quieta, flipando con las llamas. Y el otro venga a roer, que ya llega a lo blando. Piper sigue flipando, ahora más cuando le están comiendo los sesos, eso si, quietecita. El zombi también flipa, pero por la suerte que ha tenido. Uno no se encuentra todos los días con humanos tan colaboradores.

 También está Akis, que en un alarde de originalidad, le ha dado por copiarle la actuación a Piper. Se queda quieto mirando el fuego, imaginándose cosas de esas de psicópata, no me preguntéis cuales son esas cosas porque no soy un psicópata. Pero éste es más espabilado, o a lo mejor sólo es que está entero, porque cuando un zombi, también copión, le hinca el diente en la nuca, se revuelve un poco, como reprendiéndole por ser tan poco romántico.

 O Manuel. El tío es un puto vampiro. Y coge y se empapa en gasolina y se prende fuego. Flousch. Ha quedado como un pollo si lo metes en el horno y le das a la limpieza pirolítica. Y oye, mientras se consumía hacía un ruidillo así como de grasa chisporroteante, o como de palomitas de maiz haciéndose, incluso por encima de otros ruidos más potentes como el de la deflagración, los saltos espaciotemporales y las desmembraciones… ah, no, que no era un chisporroteo… son aplausos desde el backstage. Aplausos, trompetillas, silbatos y gritos de “Otra, otra, otra” Pues no va a haber forma de taparlos en el montaje final. Quedará como curiosidad.

 En esto, el momento de calma está en su fase más calmosa, cuando un zombi que andaba bastante despistado se topa con un objeto puriforme que el enano había dejado por ahí tirado. En un alarde de sus enormes capacidades mentales, se encoje de hombros y lo engulle entero como si fuese una boa.

 Y ocurre el milagro.

 El zombi empieza a temblar, y en su putrefacta piel aparecen algo así como grietas resplandecientes, como si estuviese cambiando la piel, y estalla, repartiendo trocitos de si mismo por toda la escena…

Y quedando en su lugar, como sise hubiese formado dentro del zombi estallado, la Retribución Encarnada, la Némesis del Orto, el Favorito del Dire… El Afro Zombi Avenger.

 

 

 

Enarbolando una bandera americana que representa a todos los zombis unidos por su libertad para comer cerebros, lanza un discurso enaltecedor, que levanta la moral de todos sus congéneres y los predispone a la batalla.

- ¡GNAAAARF!

A lo que los demás zombis responden a coro:

- ¡Gnarf! ¡Gnarf! ¡Gnarf!

Y se lanzan todos a la carga contra los patidifusos protagonistas, sedientos de sangre, hambrientos de sesos y hasta los cojones de ser siempre los que terminan despedazados.

Don Eliotoro es el primero en caer ante la carga zombi. Le arrancan el bastón de sus manos… corrijo, el arrancan el bastón de una mano, la otra mano se la arrancan con el bastón, lo tumban en el suelo, y le golpean con el bastón (y la mano) en la espalda. Se oyen sus costillas crujir, al viejo esputar sangre, el ruido de los pulmones estallando, el del bastón de hierro doblándose y el viejo que no quiere morir, pero da igual, porque tampoco hay prisa en que muera, así que cuando la espalda es una pulpa sanguinolenta siguen machacándole las paletillas, el pescuezo y finalmente la cabeza, que se abre como un melón maduro mostrando el exquisito contenido a los comensales.

Le sigue su neumática mujer, Anna. Pese a haber conseguido defenderse de anteriores ataques, el nuevo diámetro efectivo de su orificio coital (ampliado a bocados) llama la atención del Afro Zombi. Le llama la atención pero de forma rara, ya que coje de la cabeza de Anna, la empuja hacia dónde todos sabéis y queréis que la empuje, y le practica lo que se llamaría un “Holocausto caníbal inverso”. Dos veces, porque la primera falla y en vez de sacar el glande por la vagina, como debe ser, se le va un poco y lo saca por el ano de Anna, valga la cacofonía. Que foto tienen.

El mago, empeñado en buscar cosas raras en su baúl, ha dejado que un zombi devorase a otro. Pero él sigue a lo suyo y a los zombis no les llena comerse a otros zombis, así que mientras Rincewind rebusca con medio cuerpo dentro del baúl, el zombi le lanza una dentellada bestial al pandero del mago. Eso le pasa por ir provocando.

Morris estaba tomando las de Villadiego dirección tienda de tractores, sin esperar a los demás. Viejo, pero no del todo idiota, el muy cerdo. Y va en su camioneta y todo, el muy perro. El chucho no, el que conduce. Pero con las prisas no se había dado cuenta del singular copiloto que atónito, había visto como un humano de sesos sabrosones se había subido en la furgona y le llevaba de paseo. Y cuando el singular copiloto zombi le pone la mano en el hombro a Morris, como para agradecerle que no sea un salvaje desmiembrazombis, va el subnormal del viejo y se asusta, chocando contra una casa y clavándose el volante en los morros. Al menos al pobre zombi le ha salvado el airbag.

Soviet, la respuesta a la pregunta que nadie ha hecho, curiosamente, no sufre heridas graves en el asalto zombi. Sólo una en el orgullo cuando el General, harto de que le toque los cojones y le use como si fuera un elemento más de atrezzo, le engancha de la oreja, lo tumba sobre sus piernas (quedando por tanto el tronco dentro del carro, con la espalda doblada de forma que las piernas y los brazos salen hacia arriba… como una U, vamos), se quita el cinturón, y empieza a azotarle el trasero al grito de “¡Así aprenderás a saltarte la cadena de mando, maldito ruski!”

Mickey, el pequeño mamón, se había quedado completamente obnubilado al ver como la verga que había llevado tanto tiempo encima se había regenerado en un pis-pas y se reconvertía en el mismo zombi que él mismo ya había matado hacía apenas un día. Con gran determinación, mucho orgullo, y el ego por las nubes, se lanza en contraataque contra el lider de la plaga, ya que si una vez lo mató, puede matarlo otra. Salta por los aires como un luchador de la WWF pero en juguete, visionando mentalmente como iba a destrozar al afro zombi.
Lastima que el afro lo vea llegar, y se limite a encararse hacia él. Mickey abre la boca como para gritar, pero sólo se oye el ruido que hace un enano cuando queda ensartado del mismo modo que la rubia, pero detrás de ella, claro. Al menos ha muerto con la boca pegada al culo de una rubia. Y mamando una polla muerta, ejem.

El ataque de los zombis es brutal, y sólo parece detenerse cuando se enfrentan a Doris. La visión de la insigne prota en bolas hace que varios de los zombis empiecen a sangrar por los ojos profusamente y detengan su carga… sólo para empezar a coger escombros del suelo y lanzárselos a ese horror de la naturaleza, con la esperanza de taparla. Neumáticos ardiendo, chatarra, discos, botellas de refrescos, miembros amputados… de todo vuela contra Doris para reprenderla por su impudicia. Es una lapidación para perpetuar las buenas costumbres.

Jack se había quedado quieto preguntándose si el capó le endiñaría o no. Pues tranquilo, que le pasa por encima de la cabeza sin causarle daños. Fiu, por un pelo.
Otra cosa son los zombis que, alentados por el discurso épico de su lider, se acercan a los restos de zombis ardientes que hay por ahí, y luego juegan con Jack a “el zombie caliente”, placándole y tirándole cuerpos encima de él formando una bella pira funeraria vikinga.

Yordan, por suerte, tiene a Dios de su parte, y puede ir quemando zombis a su bola. Por desgracia al estar en sus cosas no ve llegar el capó volante que casi se carga a Jack y que a él, también por la obra y la gracia dívina de Dios nuestro señol, no lo mata. Pero le corta ambas piernas a la altura de las rodillas. Ntchs, a ver si eso va a ser cosa del demonio…

Azucena se ha defendido con virtud y mala hostia. Su sobrino ya es más cadáver de lo que nunca serán las cenizas de Manuel. Sobrinicida la tía. Pero los zombis son solidarios y vengativos, y no van a dejar que se salga con la suya alguien que ha matado (otra vez) a uno de los suyos. Vamos, ni los zombis, ni el director, ni los críticos ni la chacha que al parecer no están conformes con lo expresado por esta buena mujer. Por eso podemos suponer que fortuito, lo que se dice fortuito, no es que de repente le caiga un yunque tarado en 5000 Kg en la cabeza a la vieja de los cojones. Que cosas…

Bear Grylls, superviviente experto, hasta ahora había mostrado las técnicas claves para sobrevivir.
Hasta ahora. Ahora, se enfrenta a una carga de zombis que se lanzan contra él a toda velocidad… si hasta parece que no son zombis, sino infectados. Bah, el caso es que consiguen reducir al hombre de las Papilas Insensibles, y, como para comprobar que es verdad que el tipo puede comerse cualquier cosa sin que le de asco, proceden a romper el parquímetro y hacerle tragar todas las monedas. Y luego los tornillos y arandelas. Jo, con tanto hierro se va a poner mazas, mazas.

Stephen Hawking, el vegetal… ha demostrado ser el macho alpha. No sabemos si por la zombifilia, por el aullido o por lo cool que ha quedado ahora todo tuneao con llamas, pero inexplicablemente, el tipo no ha sufrido daños. En serio. Es un crack, o lo fuma, a saber.

Tras estos bellos momentos musicales, los protagonistas que quedan vivos recobran el seso y deciden, con buen criterio, esprintar de una puta vez y llegar a la tienda de tractores, que por suerte está vacía, salvo por la tranquilizadora presencia de una cosechadora con el motor arrancado y todo.

Eso si, los 11 zombis que les han dado para el pelo les siguen a corta distancia. Y por otro lado vienen más putrefactos en una inmensa horda que parecen… parecen…

¿se puede saber que hacen zombis de soldados nazis en EEUU?

 

 

 

 

Notas de juego

 Piper, Manuel, Don Eliotoro, Anna, Mickey, Jack y Azucena, kaput, finito, fist fucked. Un minuto de silencio por su pérdida, por favor.

Luego os paso a la parte de críticos.

Akis, Rincewind, Morris, Igor, Doris, Yordan y Bear, una herida.

Hawking con su herida de antes, aun se menea. Por tanto, todos los que quedan están a falta de una herida para espicharla. ¡Muerte súbita!

11 zombis cabrones (tres heridas por zombi) de la anterior escena (DEL 1 AL 11). Al nº1 le quedan dos heridas, al resto 3.

15 zombis estandar nuevos (cada uno aguanta sólo una herida). DEL 12 AL 26.

En la tienda de tractores hay una cosechadora que hace 3d10 heridas para el primero que llegue. Un solo uso.

Cargando editor
27/09/2009, 18:54
Bear Grylls
- Tiradas (2)

Tirada: 3d10
Motivo: Regla nº6: Es lícito tractorear
Resultados: 5, 10, 10

Tirada: 1d6
Motivo: Regla nº7: No todo es tractorear
Resultado: 3

Notas de juego

Me pido el tractor... xD
(Ya escribiré el post de rigor)

Cargando editor
28/09/2009, 23:49
El Viejo Morris

El golpe de impresión fue simplemente enorme, no esperaba ver que uno de los comunistas se había subido ahí mismo, en su vieja camioneta y él no lo había notado, así que, como única salida, exclamo de terror y rabia

-Hijo de Putaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!...-

y el timón dió un giro anormal, mientras ahora el golpe fue simplemente enorme, y aunque no fue por la impresión, el auto y él quedaron impresos, estampados contra el muro de la tienda de tractores, con tal enorme fuerza, que los pocos dientes de la falsa dentadura del Morris, ahora habían pasado como frijoles, mientras nuestro mueco anciano, luce un hermoso collar de su camioneta, un volante, que le cuelga del cuello. Gruñó del dolor, al menos ya no le dolía la espalda... le dolía todo el cuerpo. Y miró. Aunque el director, en su inmensa ignorancia haya dicho que el pobre Zombie había sido salvado por el airbag de la camioneta (Claro, una camioneta más vieja que el Morris, con bolsa de aire... eso es casi poesía), lo que realmente lo había salvado era un paracaídas guardado en la güantera, que se abrió y dejó que el maldito muerto viviente, sobreviviera... aunque ya estaba muerto, pero no lo estaba... es decir... el muerto no estaba muerto, estaba vivo, aunque estaba muerto.

El caso, es que el ancianete rabioso, se baja de su camioneta, o lo que queda de ella, timón colgando y dolor al rostro, nariz rota, sin un solo diente, mueco y tambaleante, más borracho que cuando se daba sus gusticos, decide que es hora de comportarse como un soldado. -Robe, peho del hemonio, está' ahí?- dijo ya sin dientes... y el Roble, ese perezosa y dejada caricatura de perro, que no era un perro sarnoso, sino un sarno perroso y en figura de animal! porque aquello no era ya can ni nada, sino una bolsa de arrugas, que tan solo aplazaba el juicio final!, el Roble, tan solo se levantó un poco, para observar, el lamentable estado de su anciano (el mismo que también escapaba desde hacía rato del Juicio Final).

-Robe, me hode tanto homunista!- dice mientras se prepara, y hala su escopeta de la vieja camioneta. Y allí, dos de los Cabrones cadáveres, jocosos y sonrientes, arrastraban sus pies, dispuestos a hincarle el diente a cualquier cosa, y eso podría ser al vejete, tan desesperados estaban. Pero no... el Morris, no se iba a rendir tan fácil. Al menos daría la batalla. Sacó de uno de los bolsillos de su pantalón, una pelotica, babosa y maloliente. -Eh tu turno peho, a veh si te ganag tu comida cabhón!- dijo y la espichaba, haciendo un ruidito que levantó al milenario mastín... cuando era joven, le untaba todo tipo de menjurjes alucinógenos que alegraban a su mascota y compañero, y de costumbre, el que se podría declarar como animal muerto (y por animal, no me refiero al baboso de la cara ensangrentada con un nuevo collar), se puso de pie de inmediato.

El Morris arroja la pelota a los malintencionados zombies, y con un -Guaffff- el perro salta de la cajuela de la camioneta, y se va tras ella, animado y quizás con el recuerdo de su adicción, un mastín drogadicto. Y mientras tanto, algo ruge, el estómago del Morris ha llamado la atención por los frijoles que se ha comido al principio de sus peripecias, con un retorcijón, y sin esperar, se baja los pantalones, se baja sus interiores, y allí mismo, sin mediar palabra, inaugura un baño público junto a la tienda de tractores.

-Joooo... ha eha hoha!- dijo, y el olor es insoportable, una diarrea eterna le sale con tal facilidad, que el pavimento deja de ser gris, a hacerse marrón, que viva, que viva el viejo asquerosón... y si hubiesen bardos, cantarían esta escena... y alabarían al viejito como un héroe.

Allí está el cagón, El Viejo Morris

El pobre de las Almorranas

También llamadas Hemorroides

El mismo del volante en los Morros

El expulsador de Mierrda

Y bendita su suerte, que por andar evacuando sus arrugados intestinos, el olvidado zombie salvado por el paracaídas caminaba hacia él, con ganas de morderle al fin, sin sentir el olor (para su suerte), caminó, pisó alguna de las aguadas heces, y cual patín en medio del lugar, en un caminito enmierdado, se deslizó sin mayor dificultad hacia la pared, donde quedó hecho... una mierda por culpa de la mierda.

Se sube los pantalones, a falta de papel higiénico, y mira. Allí está llegando Roble, que trae entre sus mandíbulas... bueno, trae una de las bolas de los zombies, unidas aún al escroto del mismo, y bueno, tras de si, un collage de ligamentos, sangre, huesos, y lo que quedaba de los dos bastardos que no deberían haber estado vivos. -Hiha Nohteaméhica! Comunihtahs cahones!- dijo con  un gesto de victoria. -Huen Pehho- le dijo al Roble, que movía la cola y sacaba la lengua. Se agachó y tomo el fémur de lo que antes habría sido la rodilla de un zombie, y se la dió al Roble. -Toma 'hate husto- dijo. Ahora se dirigía al destino final, entre tambaleándose y adolorido.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d6
Motivo: A acabar con los Zombies
Resultado: 3

Notas de juego

Usaré un +6 de mi objeto especial, lo cual hace un total de 9. En un momento posteo :)

Me cargo 3 Zombies Cabrones, con lo que todo queda así:

Re-Muertos: 2, 3 y 4

A una herida de Palmar:

A dos heridas de Palmar: 1

Vivos : 5 al 26

Cargando editor
29/09/2009, 12:20
Stephen Hawking
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 1d6
Motivo: Destroy All Zombies
Resultado: 2

Notas de juego

Ya haré mi post :D

Cargando editor
29/09/2009, 15:26
Rincewind

- ¡Maldito zombie pervertido!

Exclama el mago masajeandose las doloridas posaderas.

- Creo que lo mejor será irme de aqui. Tu, Equipaje, voy a buscar mi escoba voladora, y quiero mi escoba, no quiero una escoba zombi, ni una escoba a reacción,ni una escoba carcomida para que me caiga a los dos metros. Quiero mi escoba.

El Equipaje le mira, bueno sin ojos no se aprecia esactamente la mirada, pero la manera en como los nudos de la madera estan orientados al mago parece como que se está riendo del patetico mago.

Rincewind abre el baúl y a la primera se hace con lo que, efectivamente, parece una escoba. De las de toda la vida. Aún así el mago la mira receloso...Comprueba que tiene todo lo que tiene que tener. Mango, cosa con la que se barre...y manillar. Perfecto todo está en su sitio. Satisfecho Rincewind coge la escoba y la pone a media altura comprobando su flotabilidad antes de subirse en ella.

-Hummm...si parece que todo anda bien. Ha sido un horror conocerles, compañeros, en especial la parte de los zombies. Pero todo en esta vida se acaba. Incluyendola a la misma. Así que, si me permiten me voy, me piro, me abro, me largo, me marcho, pillo las de villadiego,carretera y manta, no se si lo pillan.´Paz y tranquilidad, Tubarros y Spoilers de Aleación.

Parece feliz, de hecho cree que el infierno va a acabar en cuanto suba en su escoba voladora y se eleve saliendo de la población de Revilville. Iluso.

En el momento en que coje la escoba para salir volando, el Equipaje que lleva acumulando ira destructiva y homicida desde que aparecio en esta dimensión, con su Jet-lag de cojones, que ha sido regañado, con sus ansias de destrucción reprimidas, que no consiguió ligar en el Re-Mart por culpa de los Zombies y que se ha sentido vulnerado en su fuero interno al tener que dar al inutil de su amo la escoba que le pedía sin poder gastarle alguna bromilla macabra, ve aparecer a unos zombies que se parecen mucho a los que irrumpieron en el Re-mart jodiendole el rollito con una trolley de samsonsite bastante receptiva(ya le había enseñado la garantía y todo) esto es debido a que el presupuesto para zombies se está agotando y hay que recurrir a zombies ya muertos ya que el director tiró la casa por la ventana sacando tropecientos zombies anteriormente, pero los presupuestos no le importan al Equipaje, las restricciones económicas no le atañen al furioso baúl homicida, los problemas de contratación de actores zombies se la repampinflan al jodido bastardo de peral sabio con patitas. El sólo ve, en una neblina zombicida de furia roja(podeemos ,siii, podeeeemos, siiii) como los hijos de putrefacta madre que le jodieron el rollito con la Trolley vienen también a joderle ahora que había visto un cortasetos mecánico que le hacía engranajitos.

Y con un botecito cierra su tapa, apresando la túnica del mago, y empieza a correr contra los zombies corta rollo.

-Adios, pring...aaaaaaaaaaaaaaaaaaarrrggghhhhhhH!!!!!!

Rincewind es atrapado por sorpresa y tras un par de metros siendo arrastrado por el suelo logra subirse al Equipaje, como si fuera una amazona de leyenda, como si fuera un temible caballero destructor de injusticias con su blanca armadura y su cara de confianza inquebrantable. Excepto porque el mago va de espaldas a la marcha del Equipaje, gritando como un descosido, con la escoba aún cogida y con una cara de terror absoluto.

Pero lo más bonito llega cuando el Equipaje atraviesa el grupúsculo de Zombies que se han puesto en formación de punta de lanza, recordando a unos bolos putrefactos y feos que se van acercando gorgoteantes y hululantes.

Clusclotoclonk!

Suena como en las boleras de medio mundo cuando alguien hace un pleno tirando todos los bolos.

Sólo que aquí los bolos son zombies, zombies que salen despedidos en todas direcciones siendo luego perseguidos furibundamente por el Equipaje, siendo pisoteados inmisericordemente, hasta que de los diez zombies que iban en perfecta formación sólo queda una plasta sanguinolenta que alfombra el suelo cual moqueta viscosa.

-Aaaaaarrrraaaaaaaaragargagragragrgagggggggghhh!!!

Consigue articular el mago. No se sabe si está felicitando al baúl zombicida, si está intentando decirle que pare, o si le está pidiendo un paquete de tabaco.

De momento parece estar completamente concentrado en sugetarse el sombrero, cerrar los ojos con todas sus fuerzas y no soltar la escoba, que ya tiene los nudillos blancos de lo fuerte que la sugeta.

Por su parte el Equipaje pega unas pataditas a uno de los cachos de los zombies que acaba de apisotear y viendo que no se va a volver a levantar para joderle otro rollo sale en busca de nuevas maletas, camino que parece llevarle(y al mago que sigue tan aterrado que aún no ha abierto los ojos ni soltado la escoba) camino del edificio gubernamental.

Por el camino a la salida, el picudo sombrero del mago se engancha a uno de los carteles que anuncian alguna extravagante oferta"traiga su anterior cosechadora y nosotros le hacemos un descuento de 2 centimos y le dejamos meterle mano a nuestra secretaria Peggy Sue" y por el movimiento péndulo cuando por fín sale el sombrero despedido de la cabeza del mago va a parar a la cabeza de un zombie que pasaba por allí, enterrandose en su cara hasta las alas del sombrero. Ahora sólo se puede leer 'Echi' y alguien optimista que quisiera esforzarse en leer podria leer 'Echi o o'

-Oh...las varillas de pino..."soportan la caida desafortunada de granjas" decía en el anuncio...

Un estrangulado murmullo que se oye entre los labios del mago horrorizado de tal manera que casi parece que ha atravesado el pánico por un lado y ha salido por el otro. Parece que está tan lejos de la realidad que para cuando vuelva podrá traer souvenirs.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d6(+7)
Motivo: Sssssstrike!
Resultado: 3(+7)=10

Notas de juego

10+1 arma improvisada= 11 zombies normales muertos.

Re-Muertos: 2, 3, 4,12, 13, 14, 15, 16 , 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23
 

A una herida de Palmar:

A dos heridas de Palmar: 1

Vivos : del 5 al 11 y del 24 al 26

 

Cargando editor
01/10/2009, 22:14
Igor Dobrovolsky

Esta por lo de Stalingrado, esta por lo de la fluorizacion, esta por los juegos olimpicos de Moscu... decia el general mientras sacudia cinturonazos a diestro y siniestro al bueno de Soviet hasta dejarle el culo como su amada bandera. Aunque bueno mas que una bandera, parecia un mandril el tio. ¿Que no te lo crees?  Pues aqui tienes una foto de como le quedo el trasero al pobre rusky:

Lentamente se endereza mientras se pone los pantalones, dandole una pausa dramatica (aunque en realidad es que no podia hacerlo mas deprisa por culpa del insufrible dolor de culo que tenia), mientras su cara varia desde una expresion de dolor absoluto a otra de absoluta furia. Y lentamente tambien, va acercando su cara a la del general, que seguia en plan "ningun rusky me da lecciones". La tension se palpa en el ambiente, mientras comienza a sonar una musica de fondo salida de dios sabe donde (mas que nada porque el presupuesto musical se lo gastaron con el himno sovietico en la segunda escena, y encima les salio mal):

Y cuando la musica se encuentra en el punto mas algido de tension, cuando nuestro querido camarada tenia la mano izquierda (comunista hasta el final) completamente extendida para darle una ostia a rodabrazo, un objeto sale volando de la nada para impactar en la cabeza de Igor, que termina en el tumbado en el suelo, mas de la impresion que de la ostia, pues el objeto era bastante blando. ¿Que que era el objeto? ¡Nada mas y nada menos que una polla de plastico! Mientras seguia en el suelo preguntandose de donde coño (o de cual, vete a saber) habia salido la poya, un tipo gordo con barba y vestido de boy scout se abalanza sobre el (¿a este no le he visto yo antes? a si, este tambien aparecio en la escena dos, pero entonces llevaba ropa normal y una gorra que ponia "direstor"), le agarra de la pechera y se lo echa a la cara.

¿Pero se puede saber que haces calamidad del este? Al general no le toques ni un pelo, que es un extra importante. ¿De donde te crees que sale la pasta para la peli? ¿Acaso crees que vendemos galletas como los boys scouts? Anda vete a matar zombies, que pa eso estas aqui coge la polla de plastico y se larga corriendo, gritando ¡ya voy cielineeeeeeesssss! mientras meneaba la polla al viento, para meterse en una habitacion oscura (no estais seguros, pero las sombras que veis tienen un cierto parecido a alguno de los criticos que se ven por el rodaje).

Menudo bajon que me ha dado el gorrdo ese, ahorra que le iba a darr una buena tunda al amerrikansky ese...bueno pues tendrremos que matarr las cosas esas. ¿Como las a llamado? ¿Zombies? Eso es una mentirra capitalista, eso son un grrupo de adolescentes a los que les han comido el cerrebrro con la MTV, asi que lo mejorr serra que combatamos el fuego con fuego. A llegado la horra de mostrrarr la grran musica que tenemos en la Union Sovietica.

Se levanta rapidamente (si, parece que el dolor de culo se le ha pasado al pobre) se dirige hacia un toldo rojo que habia en el exterior de la tienda donde se exponian los tractores de oferta. Saca su maravilloso cuchillo guardado en la bota izquierda, y comienza a hacer unos cortes por aqui y otros cortes por alla. El tio parecia la Agata Ruiz de la Prada (porque hay que ser hortera para hacerse un traje con ese color rojo chillon), y despues de unos pocos cortes mas con el cuchillo, y unirlo con un las cuerdas que habia por aqui (pa que usar hilos finos, si total con la mierda de camara que tenemos van a parecer mas hilos de lino que soga de atar burros), hasta hacerse un traje como el del tio del cartel:

Nada mas ponerselo, de la nada aparecen los otros tios de la foto (¡tatatachaaaaaaannnn, toma inventada del guion! Que quieres, son los mismos que ingeniaron en final de los serrano, no se les puede pedir mas) con un peazo de radiocasette de estos de peli 80 (uno como este ). Vamos camarradas, demostrremosles a estos adolescentes enviciados porr la MTV lo que es musica de verdad. Y tras decir esto, el calvo le da al play y comienza el espectaculo:

La primera vez los zombies se quedaron con cara de "¿pero estos que coño hacen?". La tercera se estaban ya por los suelos de la risa por el ridiculo bailecito. A la novena se estaban tapando los oidos, porque la cancioncita empezaba a ser rayante. A la vigesimocuarta estaban gimiendo en el suelo, retorciendose de dolor. Para la quincuagesima, ya no eran mas que una asquerosa pulpa en el pavimento. Y por fin, a la nonagesimoseptima, por fin la cinta se atasco en el radiocassette y la tortura paro, si bien ya era tarde para los pobres zombies. ¡Va, si es que porr culpa de la MTV no tienen gusto musical!

- Tiradas (1)

Tirada: 1d6
Motivo: Moskau!!
Resultado: 4

Notas de juego

POSTING... PLEASE WAIT QUE TOTAL NO SE ACABA EL MUNDO

Por cierto, los zombis que quedan a partir del numero 5 incluido son mios, asi que si quieres saber cual matar, ¡usa la calculadora! (pero por dios no se lo preguntes a Korsa, que las mates no son su fuerte)

4+4 del cuchillo (si se me olvido comentarlo en una escena, ¿que pasa? = 8, me cargo al 1, 5 y el 6 (tenemos linea señores, ahora jugamos para bingo)

Cargando editor
02/10/2009, 19:00
Yordan Cochinos

[Misma localización. Ahora la luz parece hacerse más nítida. El sujeto sale de detrás del púlpito y puede verse claramente cómo carece de piernas. El público permanece inmóvil, pero desde las filas traseras parece oirse un creciente ruido de gruñidos. Temo por mi integridad física. Y se me ha dormido un pie.]

"Sí, brodels, ya llega el fin de mis desventuras. Diría sin duda que ha sido un plasel estal aquí con todoh vosotros si no fuera pecaminoso pronunsial la palabra plasel. Pero tengo una última lesión para todos vosotros, brodels an sistels, una lesión de humildosidad, corajimiento y valenteza. Helmano, mira mis pielnas. Mejol dicho, mira donde antes estaban mis pielnas, sesionadas pol la bondad infinita del Señol. ¿Entiendes que mi dolol es un regalo del Señol? Polque el señol es peldonoso, helmano, pero si a tu hijo lo cogen unos malnasidos y lo clavan a un palo entre chusma jerosolomitana, y le joden con vinagre y le clavan una lansa en el vientre y se juegan su ropa a los dados y le ponen motes grasiosillos y una placa de madera para pitorrearse de él y una corona de espinos, y ensima disen hoy día que se lo meresía, ¿tú no tendrías ganas, pol muy peldonoso que fueras, brodels, de arrancale las piernas a algún desgrasiao? ¿Eh?

Pol eso hay que comprender la voluntad del Señol. El señol es piadosito, hágase su obra hidráulica en nosotros, y quédese con mis pielnas que yo ya no quiero sel quatelback.

Pero helmanos, como todos los hombres hustos, yo también caí. Me dejé lleval pol el peol de los pecados capitales. Bueno, pol el segundo, después de ser judío: la ira.

La ira nos corroe, la ira nos convielte en pelsonas que no somos y es la puelta, la pueltita, el huequito que tienen las pueltas de las cosinas para que entren los gatos en la casa, pol donde se introduse en nuehtro cuelpo y nuehtra alma el maligno belsebú. Y yo caí, dominado pol ese corrupto espíritu en cuanto me dí cuenta de que había peldido lo que suelo usar para caminal y que estaba sangrando como un enolme sultidol de salsa. De divina salsa, pero salsa al fin y al cabo.

Así que, arrastrado como estaba cuando llegamoh a la tienda de tractores, todo mi sel experimentó un cambio orgiáhtico cuando me encontré frente a frente contra los 11 responsables de la pérdida de mis más queridos 35 sentímetros del cuerpo. No había nada más que yo pudiera haser, y así como cayeron los muros de Jericó con el tañido de las trompetas, así caí yo en la rabia y me transfolme en algo que mucho tiempo logré tener escondido.

Timmy."

[Ahora el sujeto se calla mientras muestra una a una fotografías tomadas desde lo que parece ser la cámara de seguridad de la tienda de tractores. Esta suerte de cinematografía manual es clara. Un hombre tullido y desencajado, al que me cuesta identificar como al sujeto alfa, recorre las filas de zombis hasta que encuentra a dos que están comiendo ruidosamente dos piernas. (Nota: al ser fotografías, entiéndase el "ruidosamente" como una apreciación subjetiva mía). Sin más aspavientos, el trastornado sujeto arranca lo que parece una caja de cerillas de su sotana y con ella prende fuego a las piernas que están devorando los muertos vivientes. Una vez que estos le ceden un momento de su atención, procede a golpearles con las piernas en llamas con una saña inusitada hasta que éstos perecen en un mar de fuego y odio. Sólo entonces el sujeto parece volver en sí, y repara que en sus manos callosas y doloridas (Nota: nueva apreciación lírica) sólo quedan dos fémures calcinados. Cuando el sujeto termina de mostrar las fotos los gruñidos del público aumentan. Comienzo a percibir movimiento y solicito de nuevo permiso para ser relevado. Mi pie permanece dormido, aunque ahora cosquillea levemente].

"Cuando me di cuenta, helmanos, de lo que acababa de hasel, era talde. Toda mi vida como pastol de almas acababa de ilse al traste en un sólo momento de debilidad. Sielto, seguía sin tenel pielnas. O mejol dicho, las tenía, pero en la mano. Así que nada había cambiado, esepto dos sombis que ya no volverían a casa con sus... ¿familiah? Y recordé el suave asento de un nombre que nos recoldaba cuál es el verdadero sentido de la aseptasión cristiana de la propia desdicha: Nennolina.

Ella fue fuelte donde yo fui debil. Ella dio amol donde yo dejé que Timmy diera estopa. Con un gesto de asentimiento y desengaño, serré mis ojos y caminé (es un desir; me arrastré cual gusano) hasia el grupo de sombis que observaban perplejos la situasión. Ya sólo me quedaba haser una cosa. El Señol es peldonoso, helmanos, pero no había peldón en sus bolsillos para este pecadol..."

[Los miembros del público están comenzando a moverse mientras aumentan los gruñidos cosa mala. He mandado un nuevo requerimiento para ser relevado por los conductos oficiales, pero ni caso. Cuando he ido a mirar mi pie dormido he notado que  en realidad no lo siento porque le falta un cacho. Alguien... alguien me lo está mordiendo... soc...]

- Tiradas (1)

Tirada: 1d6
Motivo: La última Tirada (Yoldan y los 12 apóstoles)
Resultado: 3

Notas de juego

3 de mi tirada + 3 de mi objeto especial 3 veces nombrado = 6. Mato al 7 y al 8.

Re-Muertos: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 12, 13, 14, 15, 16 , 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23
 

A una herida de Palmar:

A dos heridas de Palmar:

Vivos : del 9 al 11 y del 24 al 26

Cargando editor
02/10/2009, 21:40
Bear Grylls

-¡Cof! ¡Cof! Es increíble …- alcanza a decir a la cámara Bear mientras los zombis siguen sosteniéndolo -¡Cof! ¡Cof! ¡Cof!- la cara del aventurero es pura costernación -Esto no me había pasado nunca … ¡Cof! ¡Cof!- finalmente parece que escupe algo al suelo -¡Puaagh! Joder, que se me había ido por otro lado.-

Los zombis no pueden evitar tornar su expresión en palpable sorpresa cuando ven que la comida, alta en hierro, no le ha sentado del todo mal a ese jodido inglés. Aprovechando lo inesperado de la situación y sus extensos conocimientos en supervivencia, Grylls se zafa de las manos de sus captores y rueda por el suelo un par de metros sin olvidar el recoger la moneda previamente escupida. Con un ágil salto recupera la verticalidad e inicia una carrera vertiginosa campo a través para alejarse del lugar. El cámara le sigue como puede.

[Voz en Off] En la estación de zombis la inmensa cantidad de los mismos y el cúmulo de malas intenciones pueden desembocar en acciones hostiles hacia los viajeros. Tendré que hacerme con un medio de represión, mientras aún esté vivo, si quiero impartir un correctivo apropiado que me permita seguir adelante.

-¡Wouuu! Por poco.- dice tras detenerse a tomar algo de aliento a varias manzanas de distancia -La prácticas sádicas son demasiado habituales por estas tierras.- por un momento la cámara se centra en el puño cerrado de Bear que parece portar algo, el protagonista repara en ello y lo muestra a cámara con dos dedos mientras añade -Esto es una moneda. Y podemos reconocerla por que tienen un cierto regusto a metal y es redonda, y por que también se parecen a las que se insertan en los parquímetros. Pero lo que estoy buscando ahora es algo un poco más mortal.- la cámara se gira y enfoca lo que parece ser un concesionario de tractores -¡Aquí está! ¡Sí! ¡Mirad! Venid y mirad esto. ¿Veis esto de aquí? Es el pomo de la puerta. Giramos esto y en el interior encontramos esta especie de cosechadora que es un vehículo de muerte y destrucción fantástico para masacrar zombis. Así que voy a tomarlo prestado, por que me será de mucha ayuda.-

[Voz en Off] Las cosechadoras no solo arrasan cuanta vida encuentran a su paso, sino que también sirven para cosechar campos de cultivo. El centro de Estados Unidos es una de las zonas del planeta más propensas a las cosechadoras aberrantemente grandes. Algunas cosechadoras han logrado segar la vida de más de 1500 seres vivos en solo unas cuantas horas.

-Han aparecido muchos zombis. Y se han concentrado por aquí, hacia donde voy. Sí quiero llegar al edificio gubernamental mejor será que me ponga en marcha.-

[Voz en Off] Las zombis muerden. Y en Evilville ha llegado a verse bastantes de ellos en las últimas nueve horas. Esto puede originar rápidas e inesperadas molestias.

-Siento a los zombis al otro lado de los ventanales del concesionario. Sí, ya empiezan a llegar. Necesito ponerme a trabajar. Este rodillo metálico lleno de cuchillas afiladísimas me protegerá. Al menos de las pequeñas alimañas y de los zombis que vengan de este lado.- dice mientras muestra a cámara el frontal del vehículo, posteriormente rodea el mismo para mostrar la trasera -Intentaré construir una especie de parapeto que tape este otro lado y así tener cobijo completo.-

[Voz en Off] El grueso de zombis está a punto de alcanzarme. Tengo unos minutos hasta que rompan el cristal.

- Bien. Lo que voy a hacer es poner esos carteles de la feria del ganado del año pasado desde aquí hasta aquí. Lo último que se debe hacer cuando hay una infestación de zombis es descuidar un flanco, porque una fina capa de papel foto impreso puede ser la diferencia entre vivir o no-vivir. Así que me pondré a construir la barrera con algo de celofán.- Grylls se pone manos a la obra.

[Voz en Off] Mi idea es hacer un refugio “barranquillista”. Los yonkis de las Barranquillas usan lo que tienen a mano. Trocitos de vidrio para trazar rayas impecables. Guitas de esparto para atarse el brazo. Y montones de periódicos para conseguir un techo y un colchón perfectos.

- ¡Dios! ¿Lo oís?- La cámara enfoca la funesta multitud agolpada frente al escaparate y se pueden escuchar gorgoteos que asemejan cantos de las juventudes hitlerianas -Cada vez se acercan más. Y mirad como levantan sus manitas. Aquí es donde ha ido a parar el cien por cien de los zombis nazis de la zona, se ha venido y ahora marchan felizmente. Esto es la estación de zombis en Evilville, en la América Profunda.-

- Por momentos como este amo mi trabajo. Hace cinco minutos estaba totalmente a su merced. Y ahora mirad, me encuentro sobre un mastodonte metálico. Si me hubiera quedado fuera hoy hubiera tenido que dormir ahí, entre ellos. ¿Y sabéis qué es lo más alucinante? Que mañana a la hora de comer ya estaría comido. Mirad eso. ¿Lo veis? Ya empieza a ceder los cristales. Puede que en cinco minutos esté muerto, así que voy a disfrutar los 4 minutos 59 segundos previos.- Bear acciona el contacto y el ronroneo del motor resuena por toda la sala -¡Es como un regalo del cielo!- la cosechadora se pone en marcha y acomete contra las cristaleras -¡WAAAAAAAAAAAHHHHH! ¡Es genial!- Una lluvia de cristales seguida de una feliz cosechadora implacable se echa encima de los infectados.

[Voz en Off] Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata. Pica. Trocea. Mata.

- Estoy satisfecho. Y hasta me ha salpicado un poco de sangre. Pero tengo que ir terminando por que sino no llegaré a tiempo a mi cita con el helicóptero.- la cosechadora se detiene y nuestro protagonista baja de ella. El cámara no ha perdido detalle de la casquería. Primeros planos, planos medios, alguna gotita de sangre en la lente. Ha sido una maravilla. Ahora Grylls saca de su bolsillo la moneda y la arroja de forma dramática contra el asfalto plgaado de cadáveres que se han interpuesto en su camino. ¡Y la cuela! La ha metido dentro de la boca de uno de los boquiabierto zombis defenestrados.

[Voz en Off] Según va avanzando la infestación mi mayor preocupación es la merienda. En Estados Unidos la falta de meriendas se cobra diez vidas al año. Y la hora de la merienda se está acercando. Los zombis están muy mermados, pero al estar en la estación de zombis volverán , quizá ellos también quieran merendar.

Notas de juego

La cosechadora mata: Del 8 al 26.
La moneda se cuela en la boca del: 1.

Cargando editor
03/10/2009, 14:14
Doris

De un montón de escombros reaparecen las patas de alambre de Doris, que aunque un poco magullada, aún le quedan fuerzas para seguir adelante, se niega a rendirse.

Se quita piedras y demás basura que le han echado a dos manos, hasta desenterrarse ella y como no, a su inseparable saco, el cual soba con mucha ansiedad, como si estuviese comprobando algo...

Agarra un miembro de los que le arrojaron aquellos reprimidos zombis que no supieron valorar su hermosura, al parecer es un brazo, y por su delgadez extrema, seguro que era de la rubia boba que murió con mucho gustazo, echa un vistazo a su alrededor y comprueba que ya no queda ni un sólo zombi en pie... ¡NI UNO!.

- ¡Insensibles! yo también quería darles su merecido.

Se gira como una peonza hasta conseguir ver algo a lo que agredir, se siente como... como insatisfecha... como... como hacía tiempo que no se sentía... pero allí estaba él... ¡Hawking!, que aún no había tomado parte en la pequeña masacre y deambulaba a poca velocidad por el lugar echando un humillo negro. Con suerte podría colar que le confundió con un zombi más.

Se lanza a correr hacia él tal y como su pobre madre la trajo al mundo mientras recoge algo del suelo que nadie consigue ver. Cuando logra alcanzarle silenciosamente y a traición le tapa la cara con.... con... con... ¡¡¡Oh dios mío!!!, ¡¡¡¡SU TANGA!!!!.

Tras esto comienza a revolotear a su alrededor mientras le golpea con el miembro amputado la cabeza como si fuese una piñata.

- ¡MUERE!, ¡MUERE YA!, ¡MALDITO EXPERIMENTO FALLIDO DE LA NATURALEZA!

- Tiradas (1)

Tirada: 1d6
Motivo: Tú o yo... XD
Resultado: 3

Notas de juego

Utilizo la regla "lo siento pero eres tú o yo" contra Hawking :).

No sé si sirve el más uno del objeto asi que no lo sume.

Cargando editor
03/10/2009, 16:26
Stephen Hawking

Steve estaba demasiado ocupado pegándose una ducha en El Elefante Azul como para enterarse de cómo los muertos vivientes se cepillaban a todos sus compañeros. Él era molón, lo sabía y le gustaba. Los zombies no le iban a atacar, que lo de la familia es lo primero es algo que tienen bien grabado. Allí se tiró un buen rato para quitarse la sangre, los sesos, la pus y… bueno, y para apagarse las llamas, que lo de ser una puta antorcha humana -¡eh, ese es otro superhéroe!- es soportable hasta un cierto punto.

La cosa es que para cuando llegó a lo de los tractores, cosechadoras y tres o cuatro docenas de zombies, ya no había nada que hacer. Venía a joder, y no le habían dejao. Y eso le ponía de muy mala hostia. Joputas…

La gota que colmó el vaso –no, esta vez no hay pis- fue que la osaca esa con cara de murciélago le plantara sus putas bragazas llenas de mierda en el jepeto. Así, con toda la tranquilidad del mundo, como si él fuera a hacerle su cuarto hijo a la primera que le tirara las suyas. Con la de groupies que tenía en sus conferencias del año 2011, gritando todas como histéricas cada vez que mencionaba la palabra relatividad.

Nadie se mete con una estrella de la música. Con sus popurrís y el poder del metal –de su silla- nadie podía.

- ¡Effsta eff la pffrueba definitiva de que no ereff una mudher! ¡A ladd niñaff, defde pequeñiaf, off ha gufdtado tenedd un muñecpo al que emfujar en un cafrito! Y yo tengfo hadta baterías… Tú, Doriffs… ¡Tú lo que eredd claramente e un pfuto daavesti! ¡Y esffo me pone furioffso!

¿Qué por qué coño habla como si se estuviera ahogando cuando la voz sale de la maquinita y nada influye? Pues porque… no puede ver bien el joystick con el “tanga” y esta nervioso y todas esas cosas. Pero hay algo que sí que alcanza a ver… El botón rojo. El mítico botón-rojo-al lado del joystick. Ahí, quietecico, pero como diciéndote púuuulsameee, púuuulsameee

Con un gran esfuerzo, Stephen logra pulsarlo y, claro, cuando haces pop, ya no hay stop.  Más aún cuando te estás retorciendo por estar ahogado y te da un parkinson chungo por todo el cuerpo. Turutún-chaaaaasss, turutún-chasssss.  

TURUTÚNNNNN-CHAAAAAAASSSSSSSSSSSSS

Un montón de niebla artificial a lo nube de estrellas surje de la nada, rodeando la silueta del vegetal mientras la travesti-chacha no puede hacer más que toser. La cámara enfoca entonces cómo un cubo sale de un compartimento de la silla del físico para luego volver al remolino de niebla, en el que una imponente silueta comienza a adivinarse. Stephen se alza allí. De pie. Y es enormemente alto. Por desgracia para Gorrinetes, no se trata del nuevo milagro del paralítico llevado a cabo por él. Muchos lo sospechábais desde hace mucho tiempo, y llevábais razón. El transformer es… ¡Un jodido transformer, hostias!

Con su poderoso cuerpo biónico, se zafa de la braga, haciéndola trizas, y con el brazo del zombie hace un sabroso kebab. El mundo era demasiado pequeño como para que lo compartieran las chachas y un “robot de esos que me haga todas las cosas de casa, a ver cuándo los inventan”. Ansioso de venganza, el robocop este de las narices se abalanza sobre Doris, dispuesto a hacer de ella una sabrosa cena familiar para 4 personas y el perro…

...TO BE CONTINUED

Notas de juego

Versión reducida del post:

No tengo instalado el loquendo en el portátil, así que a tocar imaginarse la negrita como si la hubiera pronunciado el programita xD