Partida Rol por web

Enzo los guía a través de las calles de Freeport, debes en cuando se frena como pensando o recordando el camino, y vuelve a andar, siguen un tiempo más así, ya es de noche, son algo así como las 10 de la noche, y justo cuando comienzan a pensar que el sastre solo está ganando tiempo para escapar, toma por una pequeña calle lateral bastante oscura y escondida y llega hasta un edificio con sus ventanas y puertas tapiadas, y les dice:

Al fin, si si, es aquí, esa es la casa, este es el lugar donde traje la comida, bueno señores cumplí con lo prometido ahora si me disculpan, adiós.

No llegan a decir nada que Enzo ya es una nube de polvo, el miedoso personaje acaba de salir corriendo por donde vinieron perdiéndose en las oscuras calles.

Cuando los pasos de Enzo se apagan, el silencio lo envuelve  todo, el grupo se queda pensando que hacer y contemplando la casa desde un lugar doblando la esquina, fuera de la vista.

La casa no tiene ninguna característica definitoria, ni nada que llame especialmente la atención, por lo cual resulta un buen escondrijo. Se trata de una construcción sencilla, con una sola planta que mide aproximadamente 20 pies (unos 6 metros) de ancho por 30 pies (unos 9 metros) de largo. Su fachada (que por cierto, se encuentra en un estado bastante ruinoso) es de madera excepto por las ventanas, que han sido concienzudamente tapiadas con ladrillos. Dos escalones llevan hasta la entrada principal: una puerta de madera de aspecto bastante robusto.

Están analizando la casa cuando de la nada aparece doblando la esquina más próxima a la casa, nada más y nada menos que Milos, el delgado personaje de gafas con montura de hueso que los había recibido en el templo, el hombre camina con rapidez pero con calma, mirando a los costados, se para delante de la puerta de la casa tapiada, la abre y desaparece en el interior de la casa, no llegan a reaccionar, e inmediatamente la puerta se vuelve a cerrar y todo vuelve a quedar en el más frío y absoluto de los silencios.

ya os dije que Milos me olia peor que Likos bañado en mierda, mira a likos y le hace una sonrisa, jajaja, ahora en serio, deberiamos de mirar bien  como entrar porque no creo que por la puerta principal, sea una buena idea, Likos, tu que estas mas puesto en estas cosas, busca alguna entrada alternativa... quizas si damos un rodeo a la casa encontremos alguna puerta escondida para cuando quieren entrar al edificio sin llamar la atencion, aunque viendo a Milos entrar por ahi, mucho me da que no habrá nada, pero por mirar no nos cuesta nada...

Comparto la idea de Ulfgar de que Milos era pura mierda, pero creo que toda la situción es aún peor. Creo que es muy arriesgado entrar todavía. Porque no esperamos un tiempo y vemos el movimiento de entrada y salida de la casa. Y si en algun momento sale Milos, lo seguimos, lo secuestramos (mientras dice esto último, lo dice con una ligera expresión de extrañesa de si mismo), y lo ponemos a cantar todo lo que sabe. Además no sabemos cuantas personas o que criaturas podría haber dentro de ese lugar. Que opinan?

A pedido de Ulfgar, Likos se va solo y en silencio a dar un rodeo por la casa en busca de cualquier entrada secreta o de alguna otra forma de acceso a la casa.

Mientras tanto el resto de grupo espera y vigila la casa ubicada en la desierta y apartada callejuela.

Unos cuantos minutos después el pícaro regresa con malas noticias, les informa que no ha podido encontrar ninguna entrada secreta ni nada por el estilo, y que si bien hay una puerta trasera del otro lado de la casa, esta parece estar cerrada y bloqueada desde adentro ya que es imposible abrirla, por lo menos desde afuera.

El grupo espera un poco más a la espera de que alguien más entre o salga del lugar, con la esperanza de poner en práctica el plan de Lioquiles y secuestrar a Milos al salir de la casa, pero para su decepción nadie entra ni sale en más de media hora. El tiempo pasa y todos se empiezan a cansar de esperar en vano, ni Milos ha salido ni nadie ha entrado en más de treinta minutos por lo que comienzan a pensar en otro curso de acción.

- Empìeza a cansarme tanta espera - digo asqueado tras varios minutos esperando - Primero en el barco de Scarbelly, y ahora aquí. - doy una patada al suelo intentando canalizar mis frustración - Likos dice que no hay salida por el otro lado, pero tampoco hemos visto luces ni movimiento dentro. Acerquémosnos a investigar. Si Milos aparece, podremos poner en práctica el plan de Lio

a ver creo que ha dicho que hay alguna trampilla cerrada desde dentro, lo que significa que si puede ser que alguien salga por ahi, yo creo que lo mejor seria prepararse, comprar pociones y conjuros, antes de asaltar la mansion del enemigo, que posiblemente estara infestada de enemigos y peligros, y mis dones no dan mucho de sí.

Que opinais?

- Creo que es buena idea, mi querido Ulfgar. De hecho, era mi intención desde que salimos del templo, pero los acontecimientos se precipitaron - Miro al enano y sonrío- La única duda que tengo es si, en caso de seguir con vida, el bueno de Lucius podrá permitirse el lujo de esperar una noche más. Ahora todas las tiendas estarán cerradas. - Me acaricio la barba con delicadeza - En caso de hacer lo que propones, creo que deberíamos intentar hacerlo en cuanto abran, y venir a esta casa de inmediato. Unas horas pueden ser decisivas, y no me gustaría enterarme de que el pequeño bibliotecario ha muerto por nuestra culpa

Miro a los demás uno a uno, esperando su opinión

- Qué os parece a vosotros?

"Que vomitada más gloriosa me dejé en la casa de Lucius. Estaba bien consistente. De seguro le saca el color a la madera del piso. Que bien se siente uno después de potar ¿no? Después de hacer aguas también. Como que sientes que se te desinfla algo adentro. Como que se te acomoda. Y puedes mover las piernas libremente. Sin pensar en que puedes dejar una aureola de meo en tu entrepierna. Comer es otro lindo placer. Y bueno...la compañía de una mujer...!"

De pronto, la pregunta de Smendric lo trae de vuelta a la realidad.

"¿Qué opino yo? Bueno si...Para mi, la compañía de una mujer es el mayor placer en la vida ¡Para mi ehh!" 

Quizás todavía no haya vuelto a la realidad completamente.

"Perdón. Demasiado tiempo libre ¡No pretendan que me quede mirando el suelo, dibujando en la tierra con un palito! Si quieren vayan a comprar. Yo me puedo quedar escondido y esperar ver si hay movimiento. No podemos darnos el lujo de llegar hasta aquí para que se nos escapen en nuestras narinas"

"Además estoy cansado y con la barriga vacía. Esperemos que no tan vacía como para que el ruido me delate. Y también tengo hambre ¿Qué dicen? ¿Ya puedo comer algo no? No me siento tan mal. Ya solo me suda la frente y tengo un que otro estertor ¡Je!" 

El tiempo apremia, saben que cada minuto que Lucius siga desaparecido disminuyen las posibilidades de encontrarlo con vida, pero a pesar de eso no quieren precipitarse y tomar una desición sin pensar, por lo que el grupo se toma unos minutos para decidir su próxima acción, mientras tanto la noche avanza inexorable, la luna ya está bien alta en el firmamento y los alumbra con su pálida luz.

Entonces de repente Likos comienza a decir una serie de incoherencias dada la situación actual, lo que les da a todos la señal de que el jóven pícaro despertó casi totalmente de su borrachera.

Luego se hacer su comentario Likos dice:

A ver, esperen un momento, quiero ver una cosa.

Acto seguido y sin que nadie se de cuenta a tiempo como para frenarlo, el pícaro se mueve suavemente hasta la entrada de la casa sin hacer ningún ruido y revisa la puerta por la que entró Milos, así descubre que la robusta puerta está cerrada con llave.

Parece que Likos tampoco está dispuesto a perder más tiempo, y se lanza a investigar la que parece es la única forma de acceder a la casa. Miro a mis compañeros y me encojo de hombros sin poder evitar una sonrisa. Acto seguido, encamino mis pasos tras él.

- Likos, crees que podrías abrirla? - susurro cuando estoy a su lado y compruebo que la puerta está perfectamente cerrada

"Si no la abro ahora, no tardaré mucho. Mmm, a ver, a ver"

Likos toma de su mochila sus herramientas para abrir cerraduras, típico equipo que no puede faltar en las pertenencias de un bribón. Inserta sus herramientas en el ojo de la cerradura y se dispone a hacer su trabajo con el mayor sigilo posible. Por el momento, no consigue abrirla. Con un rostro más serio que minutos antes, se dispone a evaluar la situación.

"Esto me la está poniendo difícil. La cerradura parece de buena manufactura. Eso, sumado a las ventanas tapiadas y la puerta trasera bloqueada, quiere decir que sea lo que sea que haya allí adentro no quieren que escape. A decir verdad, desde que llegamos esto me pareció un calabozo, una especie de tugurio para torturas"

Guarda los utensilios usados anteriormente y toma unos nuevos.

"Antes de volver a intentarlo, sería mejor que echemos un vistazo de nuevo. No vaya a ser que los de adentro se percataran de nuestro trabajillo aquí afuera y den cuenta de nuestras cabezas. No quiero morir sin vomitar otra vez a causa de la cerveza"

Lioquiles, seguro de que a esas alturas, de que lo único que el grupo no puede darse el lujo de perder, es el tiempo, el guerrero responde a la pregunta de Smendric.

Yo me quedo con Likos. Si quieren, ustedes pueden ir a comprar los conjuros ni bien abran los puestos, no hay problema, el hecho es que no se puede dejar escapar a nada ni nadie que este dentro de esa casa. Likos, si quieres puedes intentar abrir esa puerta nuevamente, yo te cubro la espalda mi pequeño gran hombre.

La cara del guerrero es de total relajación y seriedad pese a la situación que están viviendo.

Luego del fallido intento de Likos por abrir la cerradura que mantiene fuera los visitantes indeseados de esta misteriosa casa, el grupo da un rápido vistazo a las ventanas y al resto de los exteriores de la casa, pero nada se mueve, al parecer si alguien vigila no se ha dado cuenta de su presencia.

Ante el aparente anonimato, el pícaro algo herido en su orgullo vuelve a posicionarse ante la desafiante cerradura que ya lo venció una vez, pero no lo hará dos veces. Likos les pide silencio y se concentra en su trabajo, toma nuevamente sus herramientas, las introduce en la cerradura y trabaja en ella unos momentos dando algunos giros para la derecha y otros para la izquierda, con una expresión seria inusual en él.

La noche avanza sobre ustedes y por fin luego de unos minutos se escucha un debil sonido proveniente de las entrañas de la cerradura:

_{Clik clak..}

La sonrisa de satisfacción de Likos lo dice todo, no hacen falta palabras, el muchacho esta vez lo logró, acto seguido empuja suavemente el pomo de la cerradura y la puerta se abre unos milímetros.

Likos gira mirándolos con una expresión de satisfacción marcada a fuego en su rostro, la reacción de la casa y sus ocupantes ante la violación de la cerradura es la misma que la de hace unos minutos, ninguna, todo sigue en silencio absotulo como si el lugar estuviese abandonado y muerto hace años y como si nadie hubiese pasado por esa puerta ni abierto esa cerradura en mucho tiempo, y todos pensarian que así es, si no fuera porque hace una media hora vieron entrar a Milos por esa misma puerta.

Bien... vamos a entrar... despacio. Estén alertas y preparense para lo sea.

Susurra Lioquiles apretando con fuerza la base de su espada.

Likos no me decepciona, y aunque emplea algo más de tiempo de lo esperado, finalmente consigue hacerse con la cerradura. Le devuelvo la sonrisa y le doy una palmadita en la espalda cuando paso junto a él. Con cuidado y tratando de no hacer ruido, entro en la casa para examinarla con calma.

Ve como el pequeñajo, consigue abrir la puerta, y el plan de comprar viandas es remplazado por la emocion de entrar, pero se da cuenta que las prisas volveran a estropear el plan, entonces se adelanta rapido y coge del hombro a Smendric evitando que entre.

Espera Smendric, no pases todavia, podrias estropear la escena, posiblemente haya trampas o puertas secretas y la mejor manera es que entre Khal y busque pisadas y por el estilo, para evitar tardar tiempo en buscar la entrada y segundo en evitar hacer ruido o activar una trampa que avise que estámos aqui.

Tu opinas? dice mirando a Khal.