Partida Rol por web

- ¡Aaaaaaaah!

 - Ajaaa, el tipico grito de Damisela en apuros!!! y Ruric acude a la llamada con presteza ( esperemos poder dar de lo lindo esta vez)

corro por el pasadizo en dirección al grupo divagando sobre si el grito es como parece de Lona o si mas bien se le ha escapado un chirrido a nuestro peculiar hechizero, mineas.

Uno de esos hombre serpiente pasa por mi lado.

Ah, sí, el conjuro empezaba por... Por Mystra!

Toma palo, idiota! Uy... Quería decir, tenga palo, su excelencia! Mientras le hago una leve inclinación de cabeza respetuosa.

Los cofres tienen entretenido a Moses cuando sin haberse dado cuenta de la situación Míneas le grita

Este apunta con su ballesta y fiuuu el tiro sale a la pared que se encuentra de frente a él -Ups!-

Uno de los hombres serpientes corre hacia el encuentro de la clerigo cuando Mineas intenta asestarle un golpe que falla, seguidamente el hombre serpiente intenta morder a Lona esquivandolo esta en el ultimo instante.

Otro de los hombres serpiente consigue morder al mago Mineas en el hombro al cual le proporciona una fuerte herida que deja a Mineas perdiendo Sangre debido a la la fuerte presion del mordisco de la criatura.

Los demas hombres serpientes intentan morder y golpear al pequeño moses, fallando todos en su intento de noquearlo.

El hombre serpiente que esta combatiendo con Lona esta vez si muerde ferozmente a esta produciendole una gran herida.

Todos los demas intentan sin ninguna suerte golpear tanto al mago como al picaro pero no lo consiguen.

Ay, pero sueltame, bicho sibilino! Qué te he hecho yo?

Siento como el dolor del mordisco me nubla la cabeza por unos instantes hasta que consigo apartar las fauces de ese monstruo con un empujón, aunque soy consciente de que volverá a atacarme en cuanto pueda a la vez que me impedirá acercarme a Moses y Mineas, los cuales deberán esperar la llegada de la caballería.
La culpa me invade por tener que dejarlos a merced de estas criaturas, pero de momento debo pensar en mis problemas.

- ¡Pélor protégeme!

Imploro culpable al díos alzando mi símbolo para poder aguantar hasta que lleguen el resto.

Me muevo pun pasito para evitar el contacto directo con la piel asquerosa del hombre serpiente que ataca a lona. Veo que en vez de curarme se lanza un conjuro ella misma y los nervios se apoderan de mí.

Venga, tú puedes lanzar el conjuro, pero cómo era el de dormir? Bueno, da igual, el de hechizar sí me acuerdo.

Ser que me miras, sé mi amigo... en eso que le veo los dientes y pienso... Quiés sería amigo de alguien con semejante dentadura? ...Ay, por dónde me había quedado?

Oh, oh!