Partida Rol por web

Despiertas en el sótano como de costumbre. Ella a tu lado. Tu amante seguramente se pasó medio día durmiendo y la tarde haciendo aquello que le mandaras la noche anterior. Siempre intentaba estar presente en tu despertar cada noche. Su cuerpo te resultaba delicioso y ser lo primero que veías cada noche hacía que comenzaras tu existencia con una sonrisa.

Arriba alguno de tus hermanos estará ya pensando en preparar la cena. A veces les ayudabas en las tareas cotidianas como aquella. Te hacía sentir más humano y menos...

Tu existencia, aunque es más pacífica y apacible que las noches en que vivías dedicado a la célula, últimamente se te antoja aburrida. Con cada día sumido en una rutina vacía.

Siempre me tomaba un momento para admirar la figura de Julia, su pálida piel salpicada de pequitas, su cabello corto hasta los hombros, ondulado y pelirrojo, sus grandes ojos azul-violeta en los que me podía perder durante horas y su sonrisa siempre allí para recibirme cuando despertaba con el suave sonido de su voz.

Le acaricié el rostro, ella devolvió el gesto todo resultaba tranquilo estos días, rutinario incluso, demasiado... volvió ese picor, ese maldito picor en el fondo de mi mente que decía que se acercaba una tormenta de eventos, necesitaba estar preparado, necesitaba nuevos aliados o tal vez en esta ocasión seria yo el que terminara muerto como había pasado con Linn, Aguilar y los otros. Acabó el sexo y ella me miró, sabía que algo estaba turbándome.

-Siento que algo se avecina y necesitamos estar listos.- dije mientras movía la cabeza negativamente. -Necesitaremos aliados pero ya sabes... nada de preocupar a los chicos- seguía llamándoles "chicos" a pesar de que Marie y Alex ya eran adultos hechos y derechos, con hijos incluso.

Me vestí y subí a ver que estaba haciendo la familia. Alex estaba parando la mesa y Marie estaba terminando de preparar la cena, la hija de Alex y el hijo de Marie estaban discutiendo por ver quien usaba el ordenador antes, como de costumbre. Tener un ordenador ya era un riesgo pero hoy en día los estudiantes los necesitan así que en la sala de estar había uno, pero con seguridad adicional.

-Que hay para cenar?- pregunté a Alex. Cenar con la familia seguía siendo una de las pocas cosas que podía seguir haciendo con cierta normalidad.

Alex sonríe y, como de costumbre, responde en broma cuando le preguntas por la cena -"comida"-. Te sonríe un segundo antes de que su ceño se frunza debido al timbre de la puerta. -Alguien llama- comenta extrañada por las horas. Parece evidente que no esperan a nadie.

Cuando abres la puerta el corazón te da un vuelco.

Me giro hacia él cuando abre la puerta. Lasombra -¿Gabin?- intento confirmar antes de continuar. -No me conoces, pero yo a ti sí. Soy Lissandra. La "hermana" del "abuelo" de Sontheimer. En términos humanos su tía abuela.- Aquello era más fácil de entender que la explicación oficial de "Mi sire es el sire del sire de tu compañero de manada".

-¿Podemos pasar?- pregunto haciendo un gesto al vehículo aparcado delante de su garaje. Dentro, en la parte de atrás, una sombra tras los cristales tintados se movía inquieta. Nerviosa, salió y se acercó a nosotros.

Avanzo hasta la entrada del caserón. -¿Éste?- pregunto a Lissandra con desagrado. Miro de arriba abajo al tipo en el umbral de la puerta. Cierro los ojos e inspiro. Huelo la cena haciéndose y la sangre de los mortales que viven en el interior de la casa. -Al menos esta noche comeremos bien- esbozo media sonrisa.

-Esta es Molli. Perdona sus modales. Hemos tenido unas noches interesantes.- Comento presentando a la Gangrel.

Al ver la escena nada mas abrir la puerta mi mente empieza a buscar frenéticamente una posible salida para mi familia, al oír quien es Lisandra me relajo ligeramente, al oír el comentario de Molli no puedo evitar lanzarle una mirada agresiva, pero por ahora parece que con quien debo hablar es con Lisandra

-Es un autentico honor recibiros en mi morada por favor pasad...,- las invito a pasar al recibidor - seguidme por favor a mi despacho allí podremos hablar con tranquilidad, después si queréis os puedo acompañar a buscar algo que comer- les indico que me acompañen y al pasar la puerta del recibidor le doy una señal a Julia, que cierra la puerta que da al comedor y espera a que lleguemos en el pasillo donde da la bienvenida a las invitadas que me siguen a la antesala de mi dormitorio, mi despacho modestamente amueblado. Durante todo el camino estoy atento a los movimientos de Molli, no me fio de que se comporte. Las invito a sentarse en el sofá de 4 plazas en forma de ele donde yo cojo asiento, Julia se queda en la puerta de pie a la espera.

-Que las trae por aquí? Es sobre Sontheimer?- pregunto con cierta ansiedad. Él había desaparecido. Estaba en la ciudad? O ellas venían a pedir información sobre él?

Con una mueca entre el desprecio y la diversión quedo con ambos pies firmes, plantada en el mismo lugar en el que me encontraba -No tardes- digo a Lisandra.

Cruzo una mirada con su anfitrión. Aquel Lasombra no había respondido mal y sin embargo entendí el subtexto. No olía a maquinaciones o egoísmo pero apestaba a familia y hogar. Dada su condición de muerto, tener mortales a su cargo era digno de respetar... -Joder, cómo odio que la tzimi tenga razón.-

Cuando la puerta se cerró, volví al coche.

Paso el umbral de la estrada del refugio de Gabin y asiento cuando me mira confirmando así que cierre la puerta y deje a Molli fuera. No doy explicaciones hasta que estamos en su despacho.

-Me entristece decir que no. Sontheimer sigue desaparecido. Pero fui la superior de Lauren. Lau, como la conocías, antes de que os conociera.- Deslicé la vista por los muebles, todo estaba en su sitio. Con calidad pero sin lujos, íntimo y personal sin llegar a lo excéntrico. -Habrías llegado lejos- expreso mis pensamientos sin medias tintas al traducir su despecho en signos de personalidad, gusto y orden. -Aún puedes llegar lejos- concreto. -¿Has visto las noticias últimamente?- pregunto cambiando el peso de una pierna a la otra.

Hago un gesto quitando importancia a la pregunta. -Muchos antiguos se han ausentado de sus puestos en Londres y, en consecuencia, han dado vía libre a Aloisius (el Ventrue líder de la Camarilla) para gobernar a su antojo. Pero sus noches de gloria están terminando.- Sonrío. Mis ojos están atentos a cada microgesto, a su reacción ante mis palabras. -¿Qué harás Gabin? ¿Querrás escuchar, querrás volver a estar en activo o preferirás quedarte aquí escondido?- 

-Llevo dos noches en Londres y ya se han producido las dos rupturas de la mascarada más evidentes de su historia. Indirectamente es culpa mía. Yo ayudé a que los responsables vinieran y, por sus actos, la Segunda Inquisición estará aquí muy pronto. ¿Puedo contar contigo para sacar el máximo beneficio de esta situación?-

Si la segunda inquisición estaba involucrada esto seria peligroso de narices pero era aprovechable, todo lo que había que hacer era conseguir que se fijasen en los individuos adecuados, una propuesta realmente tentadora pero primero debería asegurar la casa me habían encontrado demasiado fácil personas inesperadas.

- ¿Qué tienes en mente?- situaciones como esta habían sido habituales en mi vida igual que la respuesta.

-Sacar provecho, por supuesto.- Concreto con una sonrisa. Pero para conseguir eso había que ir paso a paso. -Lo primero es ayudar a la gangrel que has visto fuera. Su nombre es Molli. Es impresionante la destreza y fuerza que tiene. Una auténtica luchadora. Ella llegó antes conmigo pero su chiquillo, Nicholas*, venía en el segundo grupo. Éste fue atacado por un secuaz del viejo que casi lo parte en dos.- Miro hacia afuera -Lo traemos en el coche. Necesitamos un lugar tranquilo donde pueda reposar.- Sostengo la mirada de Gabin -Tranquilo, es un Sangre Débil. No te causará problemas. Además, está en letargo debido al daño que recibió.-

Vuelvo a mirar hacia afuera -Si conseguimos un lugar seguro para Nicholas, Molli podrá centrarse en encontrar a los responsables. Será nuestra rastreadora. Dime, ¿podemos dejar al joven Nicholas aquí por el momento?-

No se me ocurre un lugar mejor. Apartado de la ciudad y fuera de su panorama político.

Me recuesto en el respaldo con las manos entrecruzadas y la mirada perdida reflexionando sobre la situación, acoger a Nicholas no iba a ser un problema pero un grupo de tres contra potencialmente otro grupo de Cainitas y la Inquisición de por medio no es una buena idea, por lo menos necesitaríamos ser cuatro o cinco para maniobrar en estas condiciones.

-Nicholas se puede quedar aquí- digo finalmente -En cuanto a lo demás, si solo somos tres, creo que necesitaremos mas apoyo, mínimo un par de miembros mas, no se si conoces a alguien de la zona, en cualquier caso cuéntame para la operación, si necesitáis algo mas no dudéis en comunicármelo, por ahora acomodemos a Nicholas.- hago un gesto a Julia para que se acerque -Baja el plegatín aquí-  me giro hacia Lisandra -Es el lugar mas seguro de la casa y tengo la nevera con raciones de emergencia por si despierta y no hay nadie-  señalo a un armario que contiene una nevera con bolsas de sangre.

Sonreí ampliamente -Oh no. Estamos tres aquí, ahora. Pero somos más. Tenemos a la coterie del pobre Nicholas de nuestro lado. Está liderada por un Nosferatu de mente despierta y muchos trucos a quien nadie conoce.- Paseé por la habitación -Verás. El Viejo es actualmente el vampiro más antiguo de Londres pero no ha sido ni su príncipe ni ostentaba primogenitura alguna. Su nombre es Aloisius. Éste vampiro tuvo enemigos poderosos en el pasado que le han seguido hasta aquí. ¿Has oído hablar de la estirpe de Saiasi el Domador? Son enemigos acérrimos de Aloisius y, al parecer, la sangre de este Gangrel es inmune a la dominación del Viejo.

Aloisius destruyó a Saiasi pero éste tuvo tres chiquillas: Sigfry, Annia y La Roja. Sigfry fue destruida hace demasiado tiempo como para llorarla pero Annia está también aquí, en Londres y de nuestro lado.

La Roja desapareció pero su chiquillo, Raider, está ahora mismo en mi refugio y la chiquilla de Raider, que se hace llamar Gaia, es la compañera de manada de Nicholas. Ambos dirigidos por el nosferatu del que te hablaba antes.- Abrí los brazos -Si estás listo puedo presentártelos- dije aunque no sin antes dejar a Nicholas en la casa. -Ah, me olvidaba. También tenemos aliados en el Sistema Circulatorio. La red de sangre clandestina más grande de... ¿Europa? Quizá del mundo. Son esencialmente Camarilla pero sospecho que están artos de El Viejo. Están financiando su caída.- Sonrío. Demasiados nombres, demasiada información. Hago un gesto -Tranquilo, digiérelo poco a poco y si tienes dudas me preguntas. Vamos a por Nicholas. No hay tiempo que perder.-

Julia había salido rápidamente a buscar el plegatín.

-Entonces contamos con un apoyo considerable, perfecto.- en ese momento entra Julia con el plegatín, levanto la mirada en dirección a la puerta -Excelente, no demoremos mas esto-digo levantándome e indicando a Lisandra que la sigo -Lo siguiente serán las presentaciones- comento mientras recorremos el pasillo hasta la entrada donde abro la puerta y dejo que Lisandra se encargue de hablar con Molli y ayudo a entrar a Nicholas.

-Voy a salir, informa a los chicos de que no deben entrar al despacho y discúlpate por mi ausencia en la cena, asegúrate de que todos en la casa estén a salvo mientras no estoy, eso te incluye a ti.- le digo a Julia y le doy un beso de despedida.

-Todo listo ya podemos ir con el resto- le digo a Lisandra y Molli.

-Al final el pijo este se ha portado- dije satisfecha con el trato que estaba recibiendo mi chiquillo pero seguía incómoda con dejarlo entre desconocidos, en un lugar ajeno. -Por ahora- aclaré y salí de la casa.

Fui hasta el coche y me senté en la parte de atrás saludando con un cabeceo al chófer. -Tarde o temprano te probaré- dije poniéndolo aún más nervioso.

Lissandra dio indicaciones al nuevo fichaje -Por favor, Gabin, siéntate tú delante- miré al Lasombra -Sí, Gabi, siéntate aquí delante- acaricié el respaldo, me eché hacia atrás y subí una pierna al asiento. Lissandra se sentó junto a mí.

-Hay que encontrarlos- dije refiriéndome al resto del grupo que salió de Berlín. Lisandra asintió y el chófer condujo de vuelta a su refugio. Si él o ella hablaron de algo poco me importó. Prefería tener la ventana bajada y sentir el aire frío y húmedo de Londres.

El refugio de Lisandra es un edificio semiabandonado, viejo y destartalado. Nada que ver con lujos. Subís directamente al ático, diáfano y con mayor espacio. Prácticamente sin muebles salvo por un sofá viejo y polvoriento, una mesa y un puñado de sillas. Te sorprende ver la ausencia de aparatos informáticos.

La estancia se mantiene en ligera penumbra gracias a neones que emiten una luz amarillenta no molesta para tus ojos. Cualquier mortal tendría dificultad para ver bien en semejantes condiciones, pero afortunadamente tenéis poco de mortales.

-Te hueeelo- dice Molli con diversión.

Salgo de las sombras y me dejo ver -No estuvisteis en el muelle- reproché visiblemente enfadada. -Nos atacaron- añadí sin que fuera necesario. Lissandra se disculpó -Mandé a Ania y Chiqué a recogeros- Me encogí de hombros. -No llegaron a tiempo y Nicholas...- Dije mirando Molli -Ahora Gaia va detrás de Cathrain por casi haber partido en dos a su compañero de manada. De Krampus no sé nada. Chiqué está desaparecido y Ania, después de haber aparecido en las noticias, decidió montárselo por su cuenta. Un mierda.- Miré al nuevo -¿No me vais a presentar?- añadí -Puedes llamarme Zarza. Soy los ojos y los oídos.-

-Por favor, Zarza...- aprieto los labios y la Nosferatu queda semioculta en la penumbra. -...No seas tan modesta.- Me giré a Gabi -Zarza es una de las mejores actrices que hay. Con desconocidos hace el papel de víctima nosfi torturada por los mayores con una eficacia preocupante pero en realidad... lo que Molli lo tiene de salvaje Zarza lo tiene de astuta y taimada. Además, es la chiquilla de El Carnicero- comento -Zarza, él es Gabi. Un conocido de antaño. Estoy rodeada de mentes independientes, necesitaba a alguien que compartiera mi visión de la novida o terminaré pensado como vosotras.- Bromeé.

-Sí, El Carnicero es un Nosferatu que Aloisius tiene cogido por los huevos. Zarza quiere liberar a su "papa" de las garras de El Viejo-

Las cabezas se giran al unísono cuando escucháis a alguien subiendo las escaleras. Da unos golpecitos en la puerta antes de abrir.

Llegué en silencio y algo somnoliento. No hacía mucho que me había despertado. -Buenas noches- dije y me llamó la atención el fuego en la mirada de Molli -¿Me culpaba por lo ocurrido hacia su chiquillo?-. Di un par de pasos firmes -Lamento lo que le ocurrió a Nicholas. Aquello fue un desastre.- dije con sinceridad y me dirigí al nuevo -Tú debes ser Gabin. Soy Chique.-