Partida Rol por web

Kait se agachó, cogió uno de los huesos esparcidos por el suelo y lo examinó con curiosidad y miró a Tyrus, cuando comentó lo de enterrar los restos.

—¿Estos son los restos de los jóvenes que fracasaron en la prueba? ¿Sus familiares nunca vineoron a por ellos? ¿Todos en ese pueblo están tan tranquilos con enviar a sus hijos a una posible muerte? Si me lo preguntáis, esta tradición es muy extraña. 

Tyrius desvió la atención hacia los huesos al lado de la roca, notaba un estremecimiento al hacerlo.

- Espero que sean otra cosa, no creo que en el pueblo sean capaces de dejar abandonados a los jóvenes que no hayan regresado.

Daba algo de miedo pensar en esa irresponsabilidad, la aldea siempre le había parecido un lugar apacible, para nada creía que guardara un secreto como ese.

- Podrían ser viajeros o bandidos, solo hemos visto armaduras de cuero pero nada como cinceles. Guardaré la esperanza.

Volvió a fijarse en el bosque por si no hubiera dejado de arrojarles peligros.

Dado que, la última vez que vista a Gato, se encontraba en el filo de la roca, a 5 metros de altura, desde tu posición no sabrías decir si sigue arriba o no. 

Mientras habláis sobre los huesos, la pequeña Linna sigue en la parte de arriba.

Gato te mira sin mucho interés y vuelve a bostezar, aburrido.

Escribes tu nombre en la roca y sientes un subidón de motivación y entusiasmo. ¡Lo habías logrado! ¡Ya no eras una niña! ¡Eras una mujer! O, al menos, eso era lo que pasaría si lograbas regresar a la aldea en el tiempo estimado.

Dicen que la curiosidad mató al gato, ¿pero qué podría pasar por intentar sacar la espada?

Pero al cogerla y tirar, no se mueve ni un solo milímetro. 

Habiendo esperado unos segundos para ver que no aparecen más sorpresas desagradables, Mirry deja en manos de los demás lo que hacer con el cadáver del oso y se encamina hacia el acantilado, intentando hacer crujir los menos huesos posibles al pisar con sus pequeños pies. Una vez ante la pared, se ata el laúd a la espalda y mira hacia arriba, donde no la ve ahora mismo pero sabe que está Linna. Haciendo un amago de escupirse en las manos -lo ha visto hacer alguna vez, pero, ¿servirá de algo o simple guarrada?-, se encoge de hombros y se agarra con fuerza empezando a trepar impulsándose con los pies en la roca.

Busca al gato con curiosidad, solo por saber que esta haciendo o a donde a escapado, caminado alrededor de la piedra para buscar otros posibles peligros dentro de mi radio de audicion, mirando de vez en cuando hacia arriba preocupado de que linna intente sacar la espada y termine en la pila de abajo

El joven observaba a las medianas encaramarse hacia lo alto de la piedra, él seguía alerta empuñando sus armas, podía ahora sentirse en verdad llevando a cabo de papel de guardián divino. Si la misión terminaba bien pronto le enviarían a enfrentarse a criaturas malignas, aquí no las había salvo que el gato resultara ser una criatura tramposa.

Fue por eso que acompañó a Pino rodeando la roca, buscando rastros del felino.

- Vamos gato, ¿has hecho un largo viaje solo para esconderte?

Preguntó con curiosidad, él ya había asumido que se trataba de un ser imbuido con algún tipo de magia.

Sin ningún tipo de dificultad, afinas el oído: arriba, sobre la roca, escuchas el ligero ronroneo del gato.

A tu alrededor, por el contrario, no escuchas nada que te llame la atención. Solo el roce natural de las plantas y las hojas. No escuchas animales, ni insectos, ni nada parecido. Lo que no es del todo normal... Tal vez conocían que allí estaba la "guarida" del oso y por eso nadie se acercaba demasiado. 

La pequeña mediana, gracias a la cuerda, sube sin demasiados problemas a lo alto de la roca. 

Debido a su pequeño tamaño, y a la altura de esta, os cuesta algo verla.

Por lo demás, no hay nada a vuestro alrededor que os llame la atención.

En la parte de arriba ves a Gato, el cual te mira con cierta curiosidad, mientras que tu compañera está agarrando la espada antigua y oxidada que hay sobre la roca e intenta extraerla, sin demasiado éxito. Por lo demás, todo parece normal. Ahora solo faltaba escribir tu nombre.

-Pues el gato continua arriba, puedo escucharlo al muy pillo ronroneando mientras toma sol seguramente.

Espero a que llegue mi turno para escribir mi nombre, no tengo interes en ir hasta lo mas alto de la roca, me basta con un lugar a la altura de mis brazos donde pueda escribirlo y la gente pueda leerlo sin tener que subir a la roca, hecho esto y mirando el tiempo de luz que nos queda hago una sugerencia al grupo.

-Hay que darse prisa y retirarnos, ocuparemos un buen lugar para acampar, ademas de ver la zona y que no tenga depredadores con unos 10 min podria explorar lo alrededores y buscar señales de animales en la zona para saber a que nos deberiamos de atener.

Mostró una sonrisa escueta al escuchar las noticias sobre el felino, si estaba allí arriba mejor que mejor, era astuto. Escuchó a Pino hablar de una exploración.

- No creo que debiéramos separarnos, si te ataca un animal lo pasaremos mal, así que si quieres echar un vistazo que sea dentro de nuestro rango de visión o por lo menos que podamos llegar en un instante. Lo que tenemos que hacer es ir apremiando y buscar dónde pasar la noche, puede ser el siguiente punto conflictivo sobre todo si no logramos abandonar la zona profunda de este bosque tan desconcertante.

Ya no tenía claro si iban a lograr alejarse antes de que oscureciera, si no era posible unas buenas guardias serían la solución.

- ¡Dadle duro allí arriba, jaja!

Miró en dirección a las medianas y siguió a la espera.

Dejamos a los fortachones? Pregunta Mirry a Linna cuando ésta intenta sin éxito tirar nuevamente de la espada. Mientras tanto, la pequeña barda está grabando su nombre concienzudamente en la piedra, usando las herramientas que el padre Strauss y Madame Ravonge les habían dado.

Asiento a Mirry.

Poco a poco, todo el equipo puso su nombre en aquella roca.

Algunas, como Linna y Mirry, decidieron hacerlo en la parte más alta de la misma.

Otros, como Pino, no le dieron más importancia al asunto y lo hicieron a su altura.

Así, hasta que todos pusieron su nombre. 

La primera parte ya estaba completada. Solo faltaba volver. Según la posición del sol, si el equipo se daba prisa, podría llegar a la aldea antes del anochecer. O, si lo preferían, podían acampar y esperar al alba. 

- Yo apretaría el paso para regresar antes del anochecer. No me apetece lo más mínimo pasar la noche en este bosque. - reconoció Linna sin vacilar. En su voz se podía notar cierto temor al bosque.

-Lamentablemente no tenemos muchas opciones, tendremos que pasar la noche en el bosque si queremos aventajar, podemos descansar un poco, lo bastante para poder movernos mañana a primera hora, cuando llegues a un terreno plano donde descansar, podemos prepararlos, puedo revisar la zona para saber los depredadores de la zona, podemos usar la cuerda para pasarla varias veces entre un grupo de arboles y poner ramas entre la cuerda para hacer asi un muro, eso ayuda a ocultarnos un poco, el gato sigue arriba, podriamos intentar asustarlo para ver que atajo toma para hacer este camino tan rápido y sin perder pelo... Tambien podemos descansar en este punto cercas de la piedra, con suerte los otros animales no se acercaran esta noche temiendo que el oso aun este vivo y si huelen carne o sangre podran suponer que es una presa del oso... pero perderemos las horas de luz que nos quedan asi que mañana tendremos que ir a paso mas rapido y salir en cuanto salga la luz del sol

Con los nombres grabados en la roca se sintió como si hubiera hecho historia, era un paso hacia la victoria, hacia una adultez que había deseado desde hacía mucho. El oso era la primera criatura de poder reseñable que había matado, en el futuro podía terminar enfrentándose a todo tipo de seres, incluso demonios, salvo que terminara quedándose en el pueblo. Siempre creyó que era un lugar tranquilo, ahora podía ver todos esos huesos, la oscuridad del bosque, y esa percepción cambiaba.

- Vayamos ya hacia el pueblo, hemos de darnos prisa para alcanzarlo antes de que caiga la noche.

Estaban curados y seguían contando con magia, lo mejor entonces iba a ser darse prisa para de esa forma terminar con éxito y en un solo día.

- Si esperamos a mañana y luego hay un imprevisto en el camino se nos puede acabar el tiempo.

Estaba de acuerdo con Linna, ¡mejor aprovechar esas horas de luz!