Partida Rol por web

Muchas gracias a los dos, musita agradecida de corazón la mediana. Quizá de todo esto saque nuevos lazos con sus compañeros de fatigas.

Bueno, como decíais... mejor que vayamos tirando, no? Pregunta, mientras se alisa la ropa y la sacude un poco para quitarle el polvo del camino y del ajetreo del combate.

Podía guardar mi arma... Pero no me fiaba de que los lobos fueran el único peligro en aquel bosque, de manera que la mantuve entre mis manos mientras clavaba la punta en la hierva.

Me acerqué a uno de los lobos, tal vez podría sacar su piel y llevarla a la aldea para hacer alguna armadura o una capa... Pero cogí el cuchillo y me di cuenta de que no sabía muy bien por dónde empezar... Quise convencerme de que eran los nervios y la fala de tiempo. De manera que guarde el arma y me puse en pie.

-Estoy con Mirry. Deberíamos seguir.

Kait miró de reojo a la mediana con cara de pocos amigos.

—Vosostros no sois mi manada.

Se incorporó, cogió su báculo y se puso en camino.

—Terminemos con esto.

- Cuando llega el invierno, el lobo solitario muere, mientras que la manada sobrevive. - contestó con tono altivo antes de colgarse su mochila de nuevo y ponerse a la cabeza de la expedición como antes.

- Prosigamos.

Kait se detuvo un momento al escuchar la réplica de Linna y la miró por encima del hombro.

—Los lobos solitarios no se mueren en el invierno más que los otros lobos. Sólo tienen que conformarse con presas más pequeñas. 

Dio algunos pasos más, volvió detenerse y estudiar a la mediana con gesto de duda.

—Espera. No estabas hablando de lobos, ¿no? ¿Eso fue una de esas megáforas que hace la gente?

Meneó la cabeza con desagrado y siguió andando.

—No dije que no tuviera manada, sólo que no sois vosotros. 
 

Entendía un poco a que se refería cada una de las chicas, se paso entre las dos para interrumpir la charla y evitar una discusión.

-Bueno hay que continuar, ya usamos 20 min con el tratamiento medico y aun nos falta camino, intentemos acercarnos mas antes del anochecer mmmm veamos el camino deberia seguir ¿por aquí verdad?

Puede que para Kait manada sea familia y claramente no nos considera como tal, linna parece gustar de discutir, prefiero viajar en silencio que escuchando una discusión

Tyrius estaba listo para continuar, ya parecían todos más sanos y en condiciones. Lo de la manada no llegaba a entenderlo.

- Sigamos juntos, habrán más peligros esperándonos.

Habían superado uno pero faltando horas de viaje no iban a tardar en dar con más imprevistos, cuando no monstruos.

Asintió a los demás, ocupó una posición delante junto a la semiorca. Pensaba que la piedra estaba ahora más cerca y eso le motivaba.

Iba a responderle a Kait, pero no merecía la pena y los compañeros parecían incómodos con la discusión así que lo dejé estar.

No sin cierta desaprensión, Mirry observa como su idea de un grupo de amigos se desmorona a los dos pasos en cuanto surgen los roces entre Kait y Linna. Su congénere termina con los labios apretados, sin duda conteniéndose de seguir hablando, un gesto que la honra. La mediana sigue caminando con todos, algo menos entusiasta, pero expectante por el devenir de viaje.

Sin dificultades, Pino se orienta en aquel claro y señala la dirección que deben tomar para continuar. 

De esta manera el grupo deja allí los cadáveres de los dos lobos y empiezan a avanzar. 

No hay un camino claro entre la espesura, ni nada que indique que por allí estaba lo que buscabais, pero el elfo estaba bastante seguro de que era por allí. Así proseguís con vuestra misión dentro de un bosque que, a cada paso, parece más oscuro y salvaje. 

A pesar de que no lleváis mucho allí y que la luz brilla sobre las copas de los árboles, las copas y las hojas la dividen y ocultan de vuestros ojos, lanzando sombras y formas extrañas a vuestro alrededor. Un lugar tranquilo, solo alterado por el ruido que producen vuestras botas al pisar las hojas que cubren la tierra. No escucháis el canto de los pájaros, ni el viento sobre las hojas, ni nada en absoluto. Como si el propio bosque estuviera mudo. Observando a los extraños que se internaban en sus dominios.

A medida que avanzas no puedes evitar mirar, de vez en cuando a tu alrededor.

Desde luego, aunque sombrío, es un bosque increíble. Salvaje e indómito, muy diferente a la parte "domesticada" que había en la aldea. Allí los árboles crecían libres y puros, sin ser oprimidos por humanos u otras razas.

Y, mientras apreciabas la belleza particular de aquel lugar, lo ves: un rostro en medio de la foresta. 

Parece un rostro femenino que te observa apoyada en un árbol... O, tal vez está dentro del propio árbol...

No estás muy segura y, cuando pestañeas para intentar ver mejor, descubres que aquel rostro ha desaparecido. 

Seguí en silencio pendiente de todo como hasta ahora. Pino parecía saber bien hacia donde debíamos dirigirnos, pero yo iba tomando mis propias notas mentales para asegurarme de que no nos desviábamos.

El silencio alrededor era opresivo, pero ese era un motivo más par no perturbarlo. Mejor seguir en silencio para no atraer más atención indeseada del bosque.

Al llegar a lo profundo del bosque había esperado encontrar más vida, no menos. El silencio le hizo pensar que algo iba muy mal pero solo eran unos cuantos árboles los que esperaban ahí delante. Tocó el tronco de uno de ellos, miró después a los demás.

- Qué pensáis, por mi parte lo único que puedo hacer es avanzar. Si hay algún peligro lo superaremos.

No podía hacer más que mostrar confianza, eran seis y pensaba que tenían las habilidades necesarias para superar posibles escollos. Se preguntó si alguno habría escuchado alguna vez sobre esta zona donde no se podía oír nada, pero era como si los adultos callaran todos esos detalles para añadir dificultad a la misión.

El particular grupo, siguiendo las direcciones de Pino, avanza por el bosque sin demasiadas dificultades. 

Así transcurren las horas sin novedad. Como si lo que habitara en aquel bosque estuviera a la espera de algo... No bajáis la guardia en ningún momento y el viaje se hace cada vez más pesado con cada paso. Por suerte no ocurren más incidentes ni ataques.

En un momento dado llegáis a una zona despejada, en un claro inmenso, en cuyo centro veis una roca gigantesca.

Esta tenía una forma ovalada y parecía clavada en el suelo. Se encontraba en el medio del claro y podía medir unos cinco metros de altura y tres de diámetro. Tenía algunas protuberancias y salientes, aunque era bastante empinada y algunas zonas parecían demasiado lisas como para subirlas trepando con facilidad.

Aunque, una vez te fijas con atención, no están del todo lisas... Gran parte de la roca está marcada, con nombres. Algunos más arriba, otros a nivel del suelo, pero puedes leer decenas y decenas de nombres grabados allí.

En lo más alto de aquella roca podéis ver lo que parece algún tipo de espada clavada en la piedra. Por ahora, se encuentra demasiado lejos para ver mejor si en verdad.

Cuando lleváis la vista a la parte inferior os parecen ver decenas y decenas de rocas de color blanco apiladas alrededor de la base. Pero, al centrar la vista, descubres que no son rocas: son huesos. Decenas y decenas de huesos, más largos, más cortos, de diferentes formas, pero huesos. Y, entre todos ellos, logras identificar algunas cráneos humanos. 

Me acerco a los huesos a inspeccionarlos. Si ha habido tantos muertos es que aquí hay algo peligroso que no está a simple vista o que si lo está no parece un peligro, de lo contrario escalar esa roca no implica tanto riesgo como para que haya habido tantos muertos.

Al hacerlo procuro no tocarlos directamente, si no usar mi daga o algún palo cercano. De momento mejor ser precavida para evitar sorpresas.

En principio eso me alegra, por fin llegamos al lugar, temía por un momento que nos desviaremos un poco durante mi guía al tomarla de forma apresurada para evitar la discusión, cuando al fin vemos ese monolito, me alegra mucho, aún queda algo de luz y gracias a ello podremos poner los nombres y puede que regresar una hora de camino o buscar un lugar cómodo y seguro.

La espada me resulta extraña, nadie dijo algo de eso, es algo tan poco común que bien debería de mencionarse como parte de la historia, el montón de piedras abajo no resulta nada especial hasta que se distingue que en realidad son huesos, en principio me perturba un poco al ver los cráneos humanos, afortunadamente estan tan limpios que es fácil considerarlos piedras o verlos como algo menos aterrador… mientras no se muevan solos.

-Quiero pensar que esos son los restos de quienes no pudieron terminar el viaje, parece que esto también funciona como tumba para ellos…

Miro de reojo la espada en la cima, díganme que no se mataron intentando tomar esa espada… Lina parece acercarse  sin mucho reparo, me mantengo atento a los alrededores, puede que algunas criaturas tomen esto como un ídolo y realicen actos raros aquí, que incluyen sacrificios y cosas como esas...

-Lina, ¿hay restos de metal o cuero entre esos huesos?

Espero alguna respuesta, de haber restos de equipo, se confirma que son de otros que intentaron el viaje y fallaron, posiblemente dejados aquí por sus compañeros, si no los hay, puede haber algo más turbio

Kait se acerca al borde del la parte de tierra cubierta por huesos y levanta una mano hacia adelante, cerrando los ojos con gesto de concentración.

—Hay magia en estos bosques. He vistos el rostro de espíritus en las cortezas de los árboles. Seres que no habitan en lugares contaminados por humanoides.

Era una zona extraña del bosque aquella mas al hallar la piedra se le dibujó una amplia sonrisa en el rostro disfrutando del descubrimiento.

- Ya estamos a punto de conseguirlo, un poco más y podremos regresar. 

Al acercarse pudo ver los huesos desperdigados incluyendo algunos pertenecientes a humanos, eso le hizo preguntarse qué había cerca que tuviera un apetito tan voraz y tanta fuerza.

-  Magia en el bosque, sin duda es eso. Es más de lo que aparenta y más lúgubre de lo que nos dijeron. 

Esta misión incluía la posibilidad de morir, por lo que el clérigo se mantuvo alerta, percibiendo en los alrededores. Su vista paseaba por el lugar deteniéndose cada poco tiempo, no iba a confiarse cuando habían dejado un aviso tan evidente.

- Pero da igual, con organizarnos debe bastar. Solo puede grabar uno su nombre cada vez así que los demás podemos vigilar tranquilamente. 

-  Magia en el bosque, sin duda es eso. Es más de lo que aparenta y más lúgubre de lo que nos dijeron. 

Mirry, mirando anonadada, no puede más que asentir a las palabras de Tyrius. Y es que todo esto es muy extraño, en ningún momento parecía, escuchando a los mayores, que el pie de la montaña fuera a tener pinta de cementerio que ahuyentara a los jóvenes. Y si murieron porque la escalada es traicionera... sin saberlo, replica el pensamiento de Pino.

Está claro que antes de hacer nada, tenemos que asegurarnos bien de nuestro siguiente paso. Manos a la obra, Mirry intenta averiguar todo lo posible del extraño lugar y del monolito, ahora que ya es tangible.

Te acercas a los huesos para inspeccionarlos con calma, usando tu daga para moverlos sin necesidad de tocarlos.

Lo primero que te llama la atención es que todos los huesos están limpios. No ves rastros de carne en descomposición, ni pelo, ni nada. Todos están limpios. 

Lo segundo en que te fijas es que no hay huesos pequeños o cráneos que pudieran ser de pequeños o medianos animales, sino que ves que, cada uno de los huesos de allí, perteneció a un humano, medianos e incluso ves alguno que dirías que es de semi-orco. Esto lo confirmas al ver varios cráneos humanos diseminados por la zona.

Al fijarte mejor, ves que algunos de ellos tienen marcas sobre su superficie, algunos son cortes o arañazos, aunque te llama la atención las perforaciones que hay en uno de los cráneos: como si algo, con una mandíbula muy grande, hubiera mordido aquella cabeza.