Partida Rol por web

Anne observó la escena, impotente y corrió hasta su hermana al verla caer en el sillón y rodar al suelo.

-¡HIJO DE PERRA! -le gritó furiosa y en francés. A ese insulto le siguieron muchos más, todos los que Anne se sabía y le salía de las entrañas decir.

Acarició el rostro de su hermana y le susurró, le suplicó que la perdonara, pues sentía que el maltrato que ese hombre le acababa de dar a Sol había sido su culpa. Comprendió que no tenía otra opción. Si se negaba él las dañaría a ambas, aceptar podía significar al menos una oportunidad para su hermana.

-Cuidate, por favor cuidate -le dijo en tono tranquilizador y se puso de pie para acercarse al hombre. Respiró profundo y le dió la mano.

Roux emitió un grito cuando, de forma repentina, el hombre la levantó en peso lanzándola por los aires y haciéndola parar en el suelo... Se quedó tirada en el suelo colocando una mano en la zona golpeada de su espalda, dolorida. Y apretó los dientes con la rabia de la impotencia, tragando saliva y asintiendo con nerviosismo a su hermana, sin evitar sentirse terriblemente preocupada por ella...

- Ten cuidado... - musitó al ver que le daba la mano a aquel hombre, sin voluntad para levantarse del suelo...

El sonido de un disparo, cercano, el cuerpo de Clement desplomándose sobre la acera, y al hacerlo, la enjuta figura de Luc se recorta en la noche, poco queda del agraciado rostro del galán francés, que ha sido ejecutado por el hombre que ahora te mira a los ojos con intensidad.

Excelente tgabajo señog Fognes, sabía que Julian nunca sospechagía de alguien como usted, se ha confiado, se acerca un poco hasta donde tu estas, bajando el arma y sonriendo con calma, He tenido que pgecipitag los acontecimientos, puesto que pagece que en el piso de la joven hay un inopogtuno visitante del que mis hombges ya están dando cuenta, ¿le apetece subig? hace un gesto hacia el edificio.

Debemos conducig a la chica a un lugag segugo, puede que la gente de Clement venga enseguida dice mientras te mira tranquilamente, como si fuese obvio todo lo que ha sucedido.

El Buscador hizo caso omiso de los gritos y de lo que probablemente fueran insultos de la gemela de la chica que acaba de golpear, espero a que se desahogara, por lo menos había aprendido la lección de lo que significaba desobedecer sus instrucciones, había sido paciente, y no se lo recompensaban, eran unas desagradecidas.

Aferro la mano de Anne con más suavidad de la que esta esperaba, y a continuación introdujo una mano en el bolsillo dispuesto a sacar algo, pero nunca completó ese movimiento, un leve sonido más parecido a un siseo que a otra cosa se escucho dos veces casi seguidas, y el cuerpo de aquel hombre comenzó a derrumbarse en toda su estatura, no emitió ningún grito, ni nada por el estilo, pero cuando la chica lo esquivó y este cayó cuan largo era sobre la alfombra, comprobó que dos disparos le habían alcanzado, uno en la espalda, y otro en la parte trasera de la cabeza, por ambos salía un líquido rojo y espeso, sólo un hilillo.

El cristal de la ventana había sido también perforado, un francotirador, por debajo del cuerpo del hombre asomaba una punta afilada de algo parecido a un cuchillo grande, tal vez una espada.

Tras darle la espalda a Clement para tratar de escuchar algo de su conversación de forma disimulada un fuerte estruendo hace que me lance al suelo de forma instintiva

Mierda, que coño ha sido....... Cuando aun no he tenido tiempo de terminar mi pensamiento puedo ver como el cuerpo de Clement se desploma junto a mi, mi mirada atónita se clava en los inertes ojos del frances

¡Clement! grito mientras le agarro y le zarandeo tratando de hacer reaccionar a Julian. El gesto de mi cara se llena de mas asombro aun cuando al buscar al tirador , Luc aparece frente a mí empuñando el arma Homicida

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El tono frío de Luc hace que un escalofrío recorra mi cuerpo, esa no parecía la forma de hablar de alguien que mata a una persona por primera vez, por otro lado las palabras de Luc dispararon mis niveles de rabia provocando una descarga de adrenalina

Mierda mierda, otra persona mas que muere por mi culpa , no , joder Aprieto mi puño para dar un puñetazo al francés

¡Hijo de puta me has utilizado! grito mientras dirijo mi golpe contra el frances que continua con su jocosa narración de lo acontecido

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mis ojos se abren como platos Mierda, Anne mí mirada recorre rápidamente todo el edificio, vuelve durante un segundo a Luc y acto seguido hecho a correr en dirección al edificio. Cuando el portero trata de impedirme interponerse en mi camino lo arrollo utilizando mi cuerpo y el impulso de la carrera como si se tratase de un partido de Rugbi.

En el interior del edificio me paro frente a los buzones buscando el apellido Cavallie, una vez que lo localizo cojo el ascensor rezando porque Anne y su hermana aun estén bien.

El escaso minuto que tarda en subir el ascensor desde la plata calle hasta la planta donde vive Anne se hace eterno
¡Anne! grito nada mas salir del ascensor una vez que se ha parado, una vez llego al a puerta comienzo a golpearla tratando de abrirla

Anne por cuestión de segundos se quedó paralizada. No daba crédito a lo que sus ojos veían. Fue como si el tiempo se ralentizara a su alrededor. Miró el cuerpo en el suelo, luego la ventana y meneó la cabeza, incrédula. Sus ojos rápidamente pasaron del cristal a su hermana y como si movida por un resorte fuera se agachó junto al hombre para ver si aún presentaba signos vitales. Era obvio que no, podía ver la herida de bala en cabeza y espalda, pero de todos modos lo hizo. Vió lo que asomaba por debajo de su cuerpo e intentó moverlo, no sabía bien para qué, pero lo hizo, también urgó en sus bolsillos buscando eso que él no había alcanzado a sacar.

Tomó lo que buscaba, aquello era una espada y recordaba haber visto una en sus visiones, también la figura de un hombre caído y... meneó la cabeza, lo que seguía no era una imagen agradable. Tomó el arma que estaba a éstas alturas en el suelo y gateó hasta donde su hermana.

-¿Te puedes mover? -le dijo con voz urgente- Sol tenemos que salir de aquí.

Anne se apartó con premura del lado de su hermana y en un acto casi reflejo apagó las luces. No sabía si quien había realizado esos tiros tenía pensado también disparar contra ella, pero era mejor no intentar averigüarlo ni ponerse a tiro.

Cuando se supo lejos de mira, porque ya se había apartado de la visual de las ventanas y se encontraba en una especie de pasillo, se puso de pie y corrió hasta su habitación. Tomó un bolso, cualquiera y abrió el clóset de par en par, sacó tres o cuatro prendas a la rápida, ropa para ella y su hermana, tanto de la que estaba colgada como de la que había en los cajones y metió dos pares de zapatos bajos, no había tiempo para pensar en tacos ni nada, mientras más cómodos mejor (una de las suertes de ser gemelas es que tenían la misma talla en todo). Corrió hasta la mesita de noche y dio vuelta el cajón en la cama, cogió sus documentos y pasaporte.

-¡¡Sol!! -llamó a su hermana sin levantar la cabeza- ¡Vámonos ya, coge las cosas que le quité a él y vámonos!

Salió de la habitación, llevaba el arma consigo, escondida al interior del bolso.

-¿Estás lista? -preguntó a su hermana extendiéndole la mano. No dejaba de ser consciente que el golpe la tenía fuertemente resentida, pero Anne sentía que o se movían o allí mismo se morían.
 

El hombre esquiva tu furioso puñetazo con suma facilidad, sorprendido y divertido por tu reacción, observa como el pobre portero no tiene mucha opción de pararte y lo sortea mientras este sigue en el suelo para continuar tras tu estela.

Se monta en el mismo ascensor que tu, pero con la pistola alerta por si te alteraras demasiado, y con la mirada fija en ti, Todo ha salido bien, no debegías estag enfadado, Anne se encuentga pegfectamente dice intentando que te tranquilices. Niega con la cabeza cuando sales de nuevo disparado en dirección a la puerta del apartamento y tras dar el primer golpe y la primera voz el habla de nuevo.

Si no te callas tendge que matagte, estás poniendo en peligo a la chica, no seas estúpido, levanta el arma encañonándote, de manera bastante profesional.

Solaine abrió los ojos desde el suelo, inmóvil. Tardó sus largos segundos en darse cuenta de que habían abatido a aquel hombre a balazos desde fuera, y hasta ese momento le temblaron los labios, aterrada, hasta que finalmente ahogó un grito...

- ¡¡...UUUUAAAAAAAAAAHHHHH!! - se llevó las manos a la boca, empezando a sollozar de la presión y el miedo que sentía, mientras observaba confusa cómo su hermana se hacía con las pertenencias de El Buscador... Asintió nerviosamente con la pregunta cubierta tras el sillón caído, sin saber qué pretendía su hermana. Pero atinó a levantarse cuando ésta entró corriendo en su habitación, recogiendo lo que le había mangado al cadáver de aquel hombre, que ahora contemplaba horrorizada e incapaz de creerlo muerto.

Se acercó a su hermana corriendo, con cuidado de no ponerse a tiro... ¿Quién podría haber arremetido contra él? ¿Irían también a por ellas?

- Ya... E... Estoy lista... - tragó saliva, asintiendo desorientada...

No hay más disparos, sólo silencio, interrumpido por la conversación de las dos hermanas, Anne había reaccionado con rapidez, mientras que la dolorida Roux conseguía a duras penas dar crédito a lo que estaba sucediendo.

La pistola que antes usaba el buscador estaba ahora en posesión de la chica francesa, y el otro objeto que encontró en sus bolsillos fue una especie de piedra metálica perfectamente pulida que Solaine conocía bien, aunque no tenía ni la más remota idea de cómo usarlo.

En ese momento, cuando se disponían a abandonar la cobertura del pasillo, una voz y un fuerte golpe en la puerta alteraron un poco más el estado de ánimo ya confuso y nervioso de las mujeres, ANNE ese grito con el característico acento de los españoles, la voz de Fornes resonaba al otro lado.

Toma a su hermana de la mano y hala de ella, pero se detiene abruptamente al oír los golpes en la puerta. El corazón le late fuerte, está asustada e instintivamente aprieta la mano de Solaine.

Cuando escucha la voz de José del otro lado suelta el aire, casi que bufa pero de alegría, alivio... lo que sea. Sonríe, nerviosa y suelta la mano de su hermana para abrir la puerta; apenas verlo lo abraza fuerte, parece que quisiera llorar de la alegría que siente al verlo. La reacción es ilógica, es cierto, pero por cómo se han dado las cosas y lo que le ha pasado, ahora siente que puede confiar en él, no ciegamente, pero un poco al menos.

-Nunca creí que me pondría tan feliz de verte -susurra mientras lo abraza fuerte-. Debí hacerte caso antes -se aparta de él y vuelve a tomar la mano de su hermana, no quiere por nada del mundo alejarse de ella- ¡¡Por favor vámonos de aquí!!

Cierra la puerta del loft y empieza a caminar, mira fugazmente por si Julian también ha subido, pero de los nervios es probable que él esté y no lo vea a menos que lo tenga justo en frente o él le hable. Empieza a explicar a José todo lo sucedido a trompicones, atropellándose con sus propias palabras.

Le cuenta que al llegar al departamento estaba su hermana con un hombre del cuál no recuerda su nombre, ni siquiera está segura de haberlo oído. Entre medio presenta a ambos y sigue hablando atropelladamente, parece hiperventilada. Le dice lo de la matanza en la que ellas supuestamente están involucradas, lo del viaje en el tiempo que hizo su hermana, viaje que al parecer él pretendía que ella hiciera poco antes de caer fulminado por los dos diparos... y le menciona la espada, omitiendo que ella ha tomado el arma y algo más.

-¿Cómo pudiste subir? Yo le había dicho al conserje que no dejara subir a nadie sin avisarme -se puso pálida- ¿Le han hecho daño a él también?

Cita:

Una mirada y llena de desprecio se clava en Luc
Vaya , según parece Lea fue la única que se había estudiado mi historia.... Aunque supongo que aun sicario de mierda como tu se la soplara
Acepte ayudar a Anne , porque quería ayudar a alguien cuya vida corría peligro y sin embargo solo ha servido para que Julian muera.... Mi mirada se vuelve algo triste

Enserio Julian lo siento, no quería que nadie muriese...
Enserio, ¿por que yo?, entre los seis mil millones de habitantes del plantea porque yo, ¿tu sabes que hice la noche de la que no consigo recordar nada?, ¿y por que coño no puedo recordar nada?

Hablo de forma acelerada y alterada debido al estrés de la situación

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Mi corazón se acelera al sentir el contacto del arma contra mi pecho , levanto las manos y doy un paso hacia atrás lentamente y me quedo a la espera de que Luc indique que es lo que hay que hacer

Parece que ya no hay manera de bajarse de la montaña rusa....

La puerta se abre y aparece Anne que me abraza, devuelvo el abrazo con ternura, ya que era el primer gesto amable que recibía desde que me había visto envuelto en todo este embrollo, en ese momento mis ojos comienzan a ponerse vidrioso y unos segundos mas tarde termino por derrumbarme victima de la situación y comienzo a llorar

Me alegro tanto de que estés bien Susurro

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Yo estaba con Clement hasta que mi acompañante le ha disparado y lo ha matado... muerdo mi labio mientras comienzo mi relato ante la imagen de Julian desplomándose sobre la acera y su mirada perdida
Despues me dijo que alguien te había atacado en el apartamento así que salí corriendo y he derribado a tu portero sin darle ocasión a que me parase, pero el está bien.... Un suspiro corta mi voz

me giro y señalo a Luc Este es Luc y me temo que acabamos de cambiar de manos, así que... dejo la frase suspendida en el aire dando a entender que dada nuestra situación no tenemos elección algunanull

Roux se asomaba asustadiza por la puerta tras su hermana. Como era de esperar, la hermana gemela de Anne era absolutamente idéntica a ella en aparencia, siendo al contrario completamente diferentes en el carácter. Roux era algo más retraída y tímida, más débil. Y en aquel momento era Anne quien se estaba encargando de espabilarla...

Presenció con cierta confusión el abrazo de su hermana con uno de los tipos que la esperaban. Y se detuvo inmediatamente con ojos de cordero degollado, escrutando al tal Luc con los ojos tras la explicación de Olmos.

- ¿¿Quiénes son?? - preguntó a su hermana, en alerta, sin desviar los ojos del portador del arma - ¿Por qué le ha...? - se tapó la boca con la mano, dando un par de pasos hacia atrás. Dos hombres habían caído casi al mismo tiempo. Y Solaine no se fiaba de ninguno...

Las piernas de Anne flaquean y tiene que afirmarse de la muralla.

-¿Tu acompañante? -sólo entonces se percató del hombre que estaba con José y retrocedió un paso, temerosa, poniéndose por delante de su hermana, portegiéndola- ¿Julian muerto? -susurró con un hilo de voz, tenía el pecho apretado y los ojos se le llenaron de lágrimas; una profunda sensación de pesar la invadió- ¡¡Estúpida!! -pensó molesta, dolida- ¡¡Eres una estúpida!!

Miró al tal Luc preguntándose quién realmente era y qué relación guardaba José con él.

-¡Por Dios! ¿Qué diablos quieren de nosotras? -le pregunta molesta. Ha visto el arma que éste porta pero ya casi le está dando igual.

Abre el bolso, lo que quiere en un cigarrillo, lo necesita, por Dios que lo necesita y mientras escarba topa con el arma que había ocultado entre las ropas. Con disimulo la acomoda para que le sea fácil tomarla, no tiene idea de cómo es que se usan esas cosas, pero seguro que llegado el momento eso dará igual, apretar un gatillo no debe ser tan difícil. Por la cercanía que José tiene en ese momento con ella seguramente ha podido visualizar, aunque fugazmente, el arma.

Anne medio cierra el bolso, rápido y se lleva el cigarrillo a la boca para no levantar sospechas en el tal Luc.

Luc retrocedió en primera instancia cuando el impulso de Anne sobre Fornes lo sorprendió, pero se movió con rapidez y continuó apuntando al cantante con aire algo ausente. Lucía una sonrisa jovial, estaba más cerca de los treinta que de los veinte, y vestía de manera bastante informal, pantalones vaqueros, zapatillas de deporte, y una cazadora vaquera cerrada.

¿No aprecia usted su vida señorita Cavalie?, hablaba en francés, seguramente del sur, Marsella, ¿O la de su hermana?, despacio y sin alterarse había cambiado el objetivo de su arma, hasta posarse en la chica que rebuscaba en su bolso porque yo si lo hago, y no tengo intención alguna de hacerles daño, sólo he venido a ayudarle cuando nombró a Roux la miró por un momento, dejando escapar una leve expresión de sorpresa.

-¿Ayudar? ¿Ayudar a quién? -respondió sin disimular para nada la rabia que en eso momento sentía- Julian me quería ayudar ¿Y qué hiciste? ¡¡Lo mataste!!... El tipo de allí dentro se supone que también quería hacerlo ¿Y qué pasó? ¡Ahora está manchando mi puta alfombra con su sangre!... ¿Así es cómo pretendes ayudar? ¿Metiendo bala a todos?

Miró el arma con que la apuntaba y aunque la intimidaba, eso era obvio, continuó hablando.

-Si lo que quieres es ayudar entonces baja el arma y deja de apuntarme con ella.

Eh Luc, relájate digo mientras levanto las manos para que se de cuenta de que no oculto nada
Creo que todos estamos muy nerviosos aquí, la verdad es que resulta muy difícil que alguien crea que quieres ayudarle mientras le estas apuntando con una pistola mientras hablo me acerco caminando de forma pausada hasta Anne, poniéndome entre ella en forma de escudo humano

Cita:

Hecho la cabeza ligeramente hacia atrás

Anne , me temo que sea lo que sea lo que tenéis vuestra hermana y tu, no creo que buscases ayudaros

Y heme aquí pobre desgraciado de mí, sumergido en una historia en la cual no se que pinto, y en la que cada vez dudo mas que salga con vida....

- Ha matado a un hombre, y ahora nos está apuntando... - negó Solaine, desconfiada y temerosa del arma que apuntaba a su hermana. Se aferró a ella, sin separa la vista de Luc... Su sonrisa la ponía de los nervios - ¿¿A quién intenta engañar?? ¿¿Qué demonios quiere?? ¡¡Dejadnos en paz de una maldita vez!! - exclamó presa de los nervios, dando un paso hacia atrás, mirando a José desde atrás sin estar segura de lo que también pretendía el cantante...