Partida Rol por web

Jodido Besnier... - Dice con voz baja y una sonrisa el de ascendencia italiana mientras se acerca a su compañero apretándole el hombro y asintiendo a su idea.

Max no quiere acabar frito por culpa de ese capitan maiaco. Sin esperar la respuesta de Law, Max, coge el tubo de la radio e indica el lugar donde quedaron los guerrilleros con los que se habian enfrentado como si fuese su posicion. Solo quiere sobrevivir, lo siente por las familias de esos muchachos pero ellos estan muertos y él esta vivo; que le hagan un consejo de guerra pero saldra vivo.

Bueno, chicos. Ahora sólo nos queda mantenernos alejados de ese arroyo y, si por una casualidad, impacta allí un ataque aéreo, ya sabemos que nuestro amigo el capitán Perkins nos quiere muertos,
comenta John una vez emitidas las coordenadas.

La pregunta es: ¿cómo salimos de ésta?

Dirigiéndose a John, con gesto serio y pensativo...

Vamos a ver; lo primero es esperar guarnecidos para comprobar sí en realidad nos bombardean en las coordenadas que hemos dado, ya que sí no es así, entonces estaremos equivocados con el Capitán y todo será un cúmulo de fatales casualidades.

Eso si, sí ese cabrón manda borrarnos del mapa con un par de pasadas, lo que deberíamos de hacer es plantarnos delante de sus narices. Seguramente no nos esperará, y en presencia del cuadro de mando de la Compañía no se atreverá a hacernos nada... Mientras tengamos más testigos, él no se moverá...

Tiene sentido, pero si no me equivoco, ésta ya es la segunda o tercera vez que va a por nuestro pellejo. Habría que encontrar una forma... permanente de evitar que reincida.

No le gustaba el cariz que estaba tomando la conversacion.

Pero que interes tendra ese hombre en matarnos. Pensadlo joder! somos putos novatos salvo por Law. Si llegamos vivos a la base deberiamos de contar nuestras sospechas a los mandos; confiar en la justicia.

Pasan pocos minutos hasta que las sospechas de la mayoria cobran fuerza. Ois claramente como sobrevuelan sobre vuestras cabezas un par de cazas F-4 Phantom. No es precisamente un eficaz medio de rescate.
Al oir el ruido de los cazas acercándose, John coge la radio y sintoniza la frecuencia del grupo de mando: Jefe Uno, aquí supervivientes del helicóptero; vemos el apoyo aéreo. ¿Pero qué?

Todos ois como descienden bombas sobre el arroyo.
Besnier empieza a juguetear con los diales de la radio para que se entrecorte la transmisión: ¡Jefe Uno! XXXXXXXXXX nos atacan! XXXXXXXXXXXXXXXXXX ¡FUEGO AMIGO, FUEGO AMIGO! XXXXXXXXXXXXXXXX ¡Joder!¡Auxilio! ¡FUEGO A. Y corta la transmision de golpe al tenerse que echar al agua.

Bombas de napalm.

Un muro de fuego cubre la colina donde estan los restos del helicoptero y comienzan a recorrer el arroyo. Nada parece frenar el fuego y en un ultimo instante en el que veis que las llamas os van a envolver os lanzais al agua.
Apenas llega a cubriros estando tendidos sobre el lodoso fondo, pero suficiente para escapar del fuego.
Cuando levantais la cabeza, chorreando agua de vuestros cascos, el paisaje apenas es reconocible. Todos los troncos estan casi pelados, ennegrecidos y ardiendo. El suelo esta lleno de hojas y ramas, como una alfombra verde y negra. Y donde antes la espesura tapaba el cielo ahora se puede ver claramente un dia despejado y azul.

Me agache sujetandome el casco cuando escuche a los aviones acercarse. Grite cuando lanzaron las bombas y desataron el infierno. Que diablos hacia yo alli? que haciamos todos alli y por que querian matarnos? Todo era una gran mierda. Alza la vista con temor y contemple las llamas que soltaban un humo negro como el carbon. El olor era penetrante y atacaba mi sentido del olfato. Termine de levantarme, mirando a mis compañeros esperando ver que hacian porque yo no sabia que hacer o decir en ese instante.

Libre ya de la carga de la radio, cerca de 11 kilos, me eche el M16 al hombro. Jesus si existes sacanos de esta.

John contempla desapasionadamente el infierno en el que se ha convertido el arroyo, mientras dice, como para nadie: A veces odio tener razón.

Bueno, queridos, una vez establecido más allá de toda duda que nuestro colega el capitán no nos quiere bien, propongo que nos demos el piro de de esta mierda, y para empezar, que nos alejemos de aquí en dirección a la LZ de extracción, pasando mil de la puta misión.

Mariano salió del agua, comprobando su arma y cambiando la munición, oteando el horizonte totalmente ennegrecido...

Aquellas palabras sonaban bien en los oidos de Mariano... lo estaban pasando verdaderamente mal, totalmente vendidos y traicionados, por lo que tan sólo podían contar con ellos mismos sin esperar ayuda alguna sino todo lo contrario... Y alejarse de aquel infierno era lo mejor...

de acuerdo... Y cagando leches, que no quiero estar aquí más que lo justo.

Marco aguantó todo lo que pudo bajo el agua con el fogonazo a sus espaldas lamiendo el agua y cegando al soldado a través de los parpados.

Cuando la luz se desvaneció y sus pulmones empezaban a quemarle, asomó rápidamente su cabeza fuera del rio para tomar una bocanada de aire.

-Cof! Cof! Jo.. Joodeer- intentaba hablar mientras recuperaba el aliento - Hijo de puta! Nos ha tirado puto Napalm! Hijo de puta...

Tras sentar su culo en la arena de la orilla del rio para recuperarse, miró atónito a sus compañeros mientras ordenaba sus pensamientos.

Al escuchar lo que ellos tenían que decir, asintió a la idea de Besnier.

-Y que lo digas tío, que le den por culo a la jodida misión. Pirémonos de aquí.

Marco tendió una mano a Law para ayudarle a ponerse en pie y empezar la marcha - ¿Porque coño nos querrán muertos? Si mal no recuerdo había uno de los veteranos que parecía saber algo... Creo que esta toda la compañía en el meollo. ¿¡Y qué coño ganarán!?

No creo que toda la compañía esté en el ajo, dice John mientras cambia la munición mojada, pero los veteranos que nos acompañaron el día en que llegamos, seguro, ya os dije lo que les oí decir. Es más dudoso lo que pueda sacar el capitán (a menos que esté pirado, que no lo descarto). En todo caso, no tenemos pruebas así que no podemos ir ni al batallón ni a la división a contarles esta milonga.

A mi modo de ver, tenemos algunas opciones: la primera es pura y simplemente desertar (que tiene como inconveniente que no podríamos volver a los EEUU); la segunda es reaparecer milagrosamente (que tiene como inconveniente que esos cabrones pueden intentar jodernos de nuevo); la tercera es ir a por ellos y asegurarnos de que críen malvas lo antes posible, para lo cual estamos excelentemente bien posicionados: nos creen muertos.

En ese mismo momento....

El pequeño poblado parece mas un campamento militar. Las pequeñas casas de madera rodean un claro lleno de vietnamitas con uniformes americanos, armados con viejos rifles M-14 y unos pocos mas modernos M-16. El jefe de los guerrilleros, junto al capitan Perkins y sus hombres de confianza, observan como varios soldados americanos dejan una caja tras otra de armamento y municiones.
La cara del capitan es todo sonrisas.
-El tio Sam esta contento de como van las cosas por aqui en la frontera, pero quiere mas Vietcongs muertos. Echa un vistazo hacia unas mulas con pesados fardos en sus lomos, que rumian tranquilas cerca de las cabañas. -¿Esta todo, verdad? Estas armas no son baratas.
De pronto se gira hacia sus hombres. -Alt, D'Amato, coged a unos montañeses y buscar los cuerpos de los novatos, esta vez el cargamento es grande y tenemos que aprovechar la ocasion. Se vuelve al jefe del pueblo con una gran sonrisa.
-Venga, maldito amarillo, celebremos esto El jefe tambien sonrie. El capitan suelta una carcajada. -No tienes ni puta idea de lo que hablo, eh, cabroncete...

Estas hablando de matar a oficiales joder!Deberiamos denunciarlo, lo prefiero mil veces antes que un maldito consejo de guerra. Besnier, quedarnos a vivir aqui es una soberana gilipollez; abogo por regresar a la compañia en plan "milagro". Ya veremos como abordar el asunto de ese Capitan. Salgamos de aqui, joder, vamonos, seguro que la explosion alertara a Charlie y a la adre que lo pario.

Bueno, responde John, no dije que cargarnos a Perkins y su camarilla fuera sencillo; pero, supuesto que lleguemos a Saigon de una pieza (que es mucho suponer), ¿cómo harás para saber que aquél a quien denuncies a Perkins no está conchabado con él?

Estos enviarán a alguien a recoger los cadáveres. Si colocamos un par de Claymores con acierto donde los cadáveres de los Charlies podemos repetir la emboscada de antes y, con suerte, el propio Perkins acabará viniendo.

Pero por supuesto, lo mío es tan sólo una opinión. ¿Qué opináis los demás? Vuestro culo está en la sartén igual que el de Max y el mío.