Partida Rol por web

- Voy a por las chicas. - digo a Hamachi dado que no oigo ningún sonido proveniente de su habitación. Vé a ver como está la situación.

Salgo directo a la estancia de las chicas y abro la puerta de golpe para que se despierten.

- ¡¡Venga!! ¡¡Arriba!! - digo dándolas sendas patadas en las piernas. ¡¡Tenemos compañía!! ¡¡Preparaos para el Combate!! - añado repitiendo la acción tras lo cual me acerco a la ventana. No era momento para delicadezas.

Tardó un poco en asimilar las palabras que llegaban, lejanas, de Hiroto, como si hubiesen sido dichas en otro idioma y estuviera traduciéndolas para asimilar su significado. Cuando las comprendió se puso de pie de un respingo.

- ¡Despierta Nade!- Cuando la puerta fue abierta por Sunauto, Okazaki ya estaba en posición de alerta, con un kunai en la mano.- ¿Qué haces aquí?- Le recriminó airada. Si no fuera por la situación de inminente peligro hubiera pensado que estaba espiando por la mirilla de la puerta para verlas en ropa interior. Pero Okazaki se había acostado, como buena estratega, con su ropa de combate- ¡Ve a ayudar a Hiroto! Tenemos que alejarlo de los civiles.

Nadeshiko estaba ya despierta, había saltado de la cama y cuando entra Sunauto en el cuarto, la ve con su arco en el hombro, de hecho, la encuentra de sopetón en la puerta, ella choca con su pecho, y lo mira hacia arriba.

- si escuché, vamos - exclama, y corre hacia afuera para enfrentar fuera lo que fuera que estuviera pasando, lo peor estaba pasando.

Hamachi ni se molesta en contestar, desenfundando su espada para ir hacia el pasillo, en dirección a la escalera tan rápido como puede, siempre listo para la lucha. Su expresión dista mucho de ser la serena de hoy día.

Mientras Sunauto despierta a las chicas, un estruendo reverbera en la casa, el sonido de maderas rompiéndose ante un tremendo golpe… Viene de abajo, del recibidor!

Los chillidos en el cuarto adjunto indican que los aldeanos, niños y mujeres, también lo han oído claramente. Incluso sin comprender del todo lo que significa. La sensación ominosa que les acompañara desde la tarde ahora es más fuerte que nunca. No cabe duda... el enemigo está aquí.

Los dos golpes de chakra impactaron de lleno en la bestia, pero la oscuridad de la noche el propio vigor de la criatura al cargar no le permitieron ver si realmente llegó a herirla. Muy lejos de tomar cualquier represalia por atacar, el Oni se dirigió directamente a la entrada de la casa sin prestar la más mínima atención a Hiroto. -¡Maldita sea!- Exclamó al ver el peligro que se acercaba a los indefensos supervivientes. 

El chakra comenzó a fluir por el cuerpo de Hiroto y, sin dudarlo ni un segundo, saltó justo en el punto donde la bestia había embestido. Con el impulso, se giró en el aire para mirar hacia la fachada a la vez que ponía sus espadas en una posición vertical dispuesto a asestar una terrible estocada sobre la criatura que se lanzaba contra el edificio. El chakra que Hiroto canalizaba hacia sus armas dejaba una estela en la oscura noche en su camino para detener al Oni y tratar de dar tiempo a sus compañeros para posicionarse.

Okazaki actuó casi tan rápido como Hamachi. Movió veloz las manos, formando los sellos para su genjutsu. Con un gesto de asentimiento aprobó el plan de Sunauto. Si él salía al exterior por la ventana ella podría bajar por las escaleras.

- Yo bajaré a ayudar a Hiroto. - Así Nadeshiko podría quedarse arriba y reorganizar a los aldeanos.

- iré con los aldeanos, y de ahí, subiré, desde arriba tengo una posición mejor para atacar - les dice a sus compañeros saliendo al cuarto de al lado, la gente estaba ahí, estaría asustada, sin salida, traumatizados por lo que habían vivido.  Fue hacia el cuarto donde se escuchan los gritos de las personas, intentaría protegerlos, y mientras corría, pensaba en posibles formas de escapar, si aquello que estaba era del poder que habían dicho, sería demasiado difícil poder enfrentarlo.

La poderosa estocada de Hiroto alcanza al Oni en la espalda, esta vez si hiriendole sin duda... La criatura se gira, molesta, finalmente tomando en cuenta al shinobi. Sus gruesas escamas ahora presentan un largo corte... aunque no parece haber menguado en nada su poder. 

Esto se comprueba enseguida, cuando devuelve un tremendo garrazo e impacta de lleno en Hiroto!

Sus compañeros Okazaki y Sunauto, llegan justo para ver como la armadura del capitán del grupo es hendida por una enorme criatura que fuera tal cual describiera Hamachi, un monstruo serpentino, con ojos llameantes… Extrañamente, el jonin no se encuentra a la vista, pero eso es lo de menos en este momento.

El oni ha destrozado la puerta, así como parte de la pared, pero ahí está detenido sin entrar, gracias al desesperado accionar de su compañero…

Sunauto asiente y se despide con un rápido cabeceo… No hay tiempo a más. Seguidamente va con Okazaki abajo, donde serán más útiles deteniendo al oni mientras los aldeanos escapan.

En la puerta de uno de los cuartos están los niños, encabezado por el mayor de ellos, que tiene unos 12 años quizás y al que se abraza una pequeña. En la otra esta la jovencita que ayudaste. Valea viene detrás, cargando a la señora Lyoba a sus espaldas. La anciana sin duda será la que lo tenga más difícil para escapar.

-Sempai, puedo encargarme.- te asegura la joven genin, al ver que contrario al plan, estas allí en vez de enfrentar al monstruo.- Usted ayude a Hamachi-sama...

Asintió al plan de Nade y partió rauda a ver qué estaba pasando en el piso de abajo. Cuando llegó puedo ver cómo Hiroto era herido por el oni.

- ¡Tsk! Hiroto...

Su presencia era aterradora y su poder, a juzgar por las heridas del líder del equipo ninja, no eran para tomárselo a broma. Okazaki evaluó la situación con su cuadriculada mente. El oni permanecía en en umbral de la casa, con la puerta y parte de la pared destrozada, pero aún fuera. Hamachi no aparecía por ninguna parte, ¿dónde se había metido? Sunauto sin embargo estaba a su lado. Nadeshiko había expresado su intención de subir al tejado para atacar desde allí.

Está demasiado cerca de entrar.

- ¡Vamos allá!- Se colocó cubriendo a Hiroto, brillando con su genjutsu y realizó los sellos con las manos, con una agilidad propia de un meticuloso y duro entrenamiento.

-¡¡Doton Doro Houshi!! (*Lodo Resbaladizo)- De la posición de la kunoichi, junto a Hiroto, un río de lodo se creó de la nada, en dirección al Oni. Esperaba así proteger a Hiroto y arrastrar más lejos de la casa a su enemigo para proteger a los aldeanos y que Nadeshiko, desde el tejado, tuviese ángulo de tiro. Ahora dependían de Sunauto para realizar un ataque o defenderlos.

El acero de las espadas de Hiroto atravesó limpiamente la piel del Oni produciendo un daño considerable a juzgar por su reacción. Pero la criatura no se limitó a girarse hacia la persona que se había atrevido a atacarle. Con una fuerza bruta salida del mismo infierno, la garra del Oni golpea al shinobi sin contemplación alguna.

Hiroto había puesto tanto ímpetu en su ataque, que a penas tuvo tiempo para reaccionar al contraataque del monstruo. De no ser porque había comenzado un desplazamiento como acto reflejo y por la dureza de su armadura, aquella garra le habría causado serios problemas. El golpe había sido igualmente demoledor y la sangre comenzó a brotar en los lugares donde sus protecciones no pudieron resistir aquella fuerza. No obstante, Hiroto mostraba una sonrisa de satisfacción. A pesar del daño recibido, había logrado detener a la bestia y ahora sus compañeros estaban allí para ayudarlo y luchar junto a él.

- Tengo que proteger a Hiroto. - me digo a mi mismo saliendo de la casa para que Nade pueda disparar desde el tejado.

- Ira. - susurro.

- Ven por mi Monstruo del averno. - digo en voz bien alta.

Nade es detenida por la suave voz de la chica, ella asiente y pone su mano en el hombro de la mujer, en forma de asentir lo que le ha pedido, lo protegería. Nade corrió escaleras arriba,tomaría altura para hacer más efectiva con su arco, debía detener a aquella criatura,o por lo menos, luchar con honor...

La respiración de Hiroto se había vuelto más pesada, pero todavía podía mantener la compostura a pesar de haber recibido casi de lleno el ataque del Oni. No obstante, había logrado captar su atención y ahora debía aprovechar eso para intentar sacarlo de allí. -¡Oka, Sunauto, hay que alejarlo de la casa!- Les indicó a sus compañeros que ya se habían unido al combate. 

Hiroto concentró de nuevo su chakra para hacerlo fluir hasta el filo de su espada, del mismo modo que había hecho antes, para descargar un nuevo golpe sobre la bestia que los asaltó en medio de la noche. Acto seguido, el shinobi dio dos saltos hacia atrás para coger distancia y obligar al Oni a desplazarse si todavía quería ir a por él. Pero esta vez no lo pillaría desprevenido. Esta vez vería llegar el ataque y estaría preparado.

Resumen del turno anterior:

Fuera de la casa, Hiroto ataca al oni, infligiéndole un buen corte, pero este contraataca y también hiere seriamente al chunin, quien no obstante aguanta gracias a su fuerte constitución y persistente temperamento

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Dentro, Okazaki conjura un rio de lodo, intentando empujar al Oni, pero el mismo se sostiene hábilmente sobre la técnica, bien cimentado en su peso aunque carezca de piernas.

Al mismo tiempo Sunauto activa el genjutsu Ira, para atraer toda la atención de la bestia sobre él, e intenta salir de la casa. Pero el oni ha bloqueado la puerta principal! No hay otras salidas, salvo que se lance por alguna ventana. NECESITA RESOLUCION

Nadeshiko busca entretanto la forma de subir al tejado y obtener la ventaja de la altura…

Siguiente turno

Sin pensárselo dos veces salto por la ventana mientras activo Aura de Invulnerabilidad.

- Venga engendro sigueme.

La kunoichi observaba horrorizada al demonio serpiente tratando de poner en práctica lo aprendido durante su instrucción para combatir el miedo que la paralizaba. No solo eso. Aprovechaba aparentar ser débil para pillar con la guardia baja a su enemigo mientras trataba de observar sus movimientos, las técnicas que utilizada, sus posibles puntos débiles. Sus compañeros estaban ganando un tiempo precioso que ella utilizaría para sacar el máximo rendimiento a sus tácticas grupales.

Okazaki conocía perfectamente el genjutsu de su compañero Sunauto. Si el oni caía presa de él lograría alejarlo de la casa. Eso le daba a ella oportunidad de atacar sin prestar tanta atención a la defensa. Imbuyó de chakra el kunai que tenía en la mano y lo lanzó con toda la malicia de la que fue capaz.

Ya desde arriba podía ver que sucedía, sus compañeros se aprestaban para luchar, pero el que estaba actuando más impulsivamente no era nada más ni nada menos que Sunauto, que intentaba llamar la atención de aquel ser. Nade se mordió el labio inferior, pero sólo quedaba atacar. Nadeshiko tomó una flecha, sus dedos fueron iluminados por una luz color blanquizca  así como la punta de la flecha, la que al ser soltada, voló hacia el oni.