Partida Rol por web

Nebula

"Obsesivo objetivo, patética épica" ||Primela||

Cargando editor
10/04/2018, 07:40
Norman Thessius
ø


Símbolo vacío, en donde no es que fuese un conjunto completamente carente de objetos o contenido alguno, al vacío, como diríais los científicos, no, sino que literalmente se trataba del "conjunto de aquello que no existía, de la nada absoluta", y esa nada absoluta era lo que por mucho tiempo separó a dos personas, uno que buscó a su presa, no, a su elegida, por décadas quizá y a una que se vió víctima de dicho cazador hasta que por sí misma se volvió algo que nunca habría imaginado poder ser cuando era esa niña en Estados Unidos al lado del carrito de sus padres, y que seguro habría muerto hace unas cuantas décadas, a lo mucho unas pocas como una humana más con suerte que hizo un tanto o bastante por las causas hacia las mujeres o hace bastantes más décadas por algún cruel suceso del destino pero que fue querida y recordada en sus esfuerzos. Aquel día, exactamente en aquel día estaba claro que él sabía, que entre todas las personas ahí, su objetivo era esa persona con talento, con habilidad, con esa propiedad única que despertó acrecentada a tope, con su ingenio único que él buscaba para su clan, pero no, ningún ser, humano o vampírico era colectivo del todo, nunca, y todos eran egoístas. No, lo que él buscaba no era un nuevo eslabón para la puta pirámide Cypher Tremere, sino su propia creación, su propio...

T.

T...

¡¡¡¡T!!!!

Tal como la "T" de Thessius, su apellido falso, o Tesías, su otro apellido falso españolizado, que como muchos sospechaban, como tú, sus asociados e incluso sus enemigos, quizá hasta esas dos LaSombras o al menos la señora de la que tenían el informe, era una letra que coincidía con el apellido real con el que nació y fue bautizado en este mundo, "T-algo", tal cual. Así mismo, Primela, cuyo apellido real también había sido censurado y oculto en el tiempo por, en uno de los pocos eventos concordados por ambos, ellos dos para ser tapado por completo de la existencia casi en absoluto rigor, era el... "T" de Norman. ¿T-qué? ¿T-Rex? ¿Un dinosaurio? No, el de los 200 y tantos años era Norman, no Primela, ella solo era una abuela zombie de... ¿100 años? ¿Ya los había cumplido o todavía faltaba exactamente el día? Aún así, en ese día claro estaba el hecho, la realidad, esa reunión que para Primela sería como ninguna otra, debatiendo asuntos sobre el sexismo, sobre la desigualdad, sobre las jerarquías y los malos tratos, sobre todo lo que estaba mal en este mundo, en ese día, cuando apareció aquel supuesto profesor universitario, ella sabría que lo detestaba, pero perdería ante él, como lo hizo, ante su retórica, su carisma antipático y ácido, carisma torcido, podría decirse, ante su lógica aplastante, la de un monstruo de 100 y tantos años entonces. ¿Y ahora?

Ahora tras noventa y nueve coma nueve periódico y/o cien años plus una fracción pequeña de año, es que ella lo veía mostrar ese gesto, o al menos, lo veía claramente expresarlo, por fin. ¿No era cruel que lo hiciese solo cuando íbais a potencialmente morir? No, este tipo por mucho que hubiese hecho cosas innombrables, mandarla a peligros absurdos, hervirle la sangre como mera "demostración" y "condicionamiento manual", lanzarla del puto edificio más alto del mundo entonces como un "nada o ahógate" para que "aprendiera", aún así, este tipo jamás la dejaba ir, jamás la dejó de proteger. Una vez ella recuerda bien, que cuando alguien hizo el mero comentario de decir algo como que abrazó a una inútil, Norman, en pleno fucking Eliséo de la Camarilla tomó al que dijo eso, lo estampó contra una pared con su Movimiento Mental y casi lo volvió puré, teniendo que arriesgar perder favor con la misma Camarilla, quebrar sus reglas, rogar cabeza gacha y en genuflecto ante el Príncipe, servirle de mil maneras luego para que no la pagara ella misma, ni ambos. Jamás la dejaba salir, pero al final... ¿Qué era eso?

T...

¿Theremin?

Tu theremin para tí era tu t-...

¿T-qué? Sentías que lo tenías.

Y sin embargo, cuando alzaste tu mano hacia adelante, justo en la salida de tu pequeña chozilla/iglú/laboratorio, siendo la Primela que no debería ser pusilánime en este lugar, su territorio, como una niña casi alcanzando por una figura paterna ya lejana, ya putrefacta nutriendo el suelo de esta corrupta Tierra, poblada por humanos que se oprimen unos a otros, que se odian unos a otros, que se temen unos a otros y cuyos suelos y mares están bañados en la sangre y putrefacciones tanatoicas pasadas de incontables otros aparte de tu padre, tu madre, es que lo viste entonces. Notaste como se detuvo a medida que pronunciabas esas palabras y le pedías que volviera, cediendo, decidiendo, por tu cuenta, y tal como él lo planeó, decirle manualmente, sin que él invadiera tu cabeza, te forzara a decirle o cualquier otro método, el fruto de la mitad absoluta de tu existencia, de cuatro o cinco décadas de trabajo. Al hacerlo, sin embargo y al pensar en lo que pensabas, una idea vino a tu cerebro, ya que aún tenías algo del "subidón del científico" como se le dice, el "Eureka" o "sentimiento post-Eureka" de todo desarrollador y buscador de la verdad.

Tomando en cuenta la misma paradoja de subordinado y superior, de consentimiento y abuso, es que consideras ese mismo problema humano, en donde el protocolo se rompe por culpa de la conducta humana (y que de paso, fomenta las leyes de Aasimov y sus propias contradicciones, aplicado a robots), causando un bucle eterno que gira y gira, consideraste que una buena forma de crear algo tan absurdo como un nano-agujero-negro (que de por sí ya eran pequeños, de hecho, pero hablamos de un modelo a escala, como tus pequeños dispositivos condensadores y colisionadores micro-solares que tienes en la mano) sería simplemente hacer girar dos partículas hasta hacer que alcancen una gravedad cochina, digamos, como una enana blanca y hacia dentro, no creando en sí un agujero negro pero sí una singularidad muy, muy pequeña y que en sí comience a succionar todo en el infinitésimo volumen que le des, creando la sección de espacio que es el agujero negro, haciendo que el vórtice se coma todo lo que esté ahí. ¿Peligroso? Absoluta y totalmente. ¿Genial? Indudablemente. ¿Apropiado? Para nada, pero la ciencia no para, nunca.

Y tampoco lo hacía el destino.

Tus imaginaciones de cómo podrías quizá hacer el agujero negro como el siguiente proyecto tecnomágico scifi-esco Primélico (que sonaba curiosamente parecido a Prometeico, con todo eso del fuego interno y el sol y tal, si asociamos) te tuvieron por ese breve segundo incapaz de esquivarlo, esquivar y evadir aquello que te condenaría, quizá porque era ínfima, increíblemente pequeño y a diferencia de un puñetazo, un impacto de camión, un mordisco a tu dedo, un katanazo, un balazo u otro elemento "palpable" a distancia, su masa era una nada y tu distracción, tu cansancio previo psíquico y físico sumado a la emoción que te hacía ir a buscarle a él de todas las personas hizo que llegar a a tí. ¿Qué era este peligroso y temible objeto?

Norman tras darle el abrazo-palmada de lado a sus ghouls, se separó de ellos y estos hicieron un gesto como militar medio a medias, pero legítimo, retirándose entonces. Norman por su cuenta te escuchó, notas, sin embargo crees que antes de hacerlo decidió tomar el cigarro, ahora fumado del todo y quemarlo en el aire con la Senda del Encanto de las Llamas, solamente por lucirse y ya. Aquello, sin embargo, hizo que una única ceniza, tan pequeña, tan ínfima como lo que creabas, como la Primela pequeña del pasado, o la Lil'Prim que se manifestaba por tu combinación de propiedades y poderes, se desplazase hacia tu personaje por un viento traicionero, llegando entonces como si fuese un pétalo de flor de cerezo, de los sakuras que, justamente, tanto representaban a los japoneses en cuestión. Aquel ínfimo resto de cigarro estuvo en la mano de Norman, por ende, estando en contacto con él como lo estuvo antes la carta, rozando por un único instante tu mejilla al pasar...

Y activando tus sentidos entonces, tu disciplina favorita, justo, exactamente ahora.

Ni siquiera se quedó pegado, sino que pasó de largo, pero el "daño" ya estaba hecho, ciertamente, porque no necesitaste nada, el momento estaba hecho y comenzarías a obtener visiones y recuerdos no de algo que pasó hace minutos, no de algo que pasó hace horas, no de algo que pasó hace días, ni que pasó hace meses o hasta exagerando, un año o algunos años.

Sino siglos.

Pudiste verlo, se activó. Algo que en la realidad sería un instante para tí sería...

¿Por qué mejor no lo ves tú misma? Que comience la película real, la trilogía en directo no a tu retina, sino tu cerebro, tu mente, directamente, la culminación de todas esas películas meme que habían sido creadas, convertidas ahora en algo legítimo, directamente de la vida del mencionado. ¿Qué título tenía esta saga/trilogía/culminación?

"Norman"


- Norman, hijo, mira.

- Sí, papá, puedo verlo claramente. ¡Me gusta!

Ahí estaba, un... No, esto si lo vieses tú, en físico, seguro que Norman te hacía estallar como una puta película de Tarantino y peor hasta no dejar ni rastro. Sí, estabas viendo a un mini-Norman no como el de tu imaginación, sino un chiquito de unos, como mucho, 6 o 7 años, quizá 8, con suspendedores y todo, con un hombre tomándole de la mano, un sujeto de aspecto podría decirse amable pero quizá serio, con un curioso cabello castaño más claro que el de tu sire mismo, con un par de mechones que sobre su cara formaban una pequeña especie de cruz o "x" medio curvada, graciosa casi, pero que destacaban. Norman por su parte era un chiquitín de rostro inocente, pelo corto y castaño algo oscuro, mirando al cielo, un cielo estrellado, lleno de grandes maravillas. Su padre le explicaba en donde fuese y cuando fuese.

- ¿Tú buscas respuestas para ver cosas, no, papá? Respuestas y todo del gran cielo.

- Sí, mi niño, y si todo sale bien podréis en un futuro tú y tu hermano buscarlas igualmente. A él le gusta viajar, así que podría ir contigo, pero sé que a tí te gusta observar, a sí que podrían reunirse después y compartir resultados.

- ¡Pero no quiero separarme de ustedes!

Aquel hombre se rió entonces, nada más, de buen modo, sin embargo.

- ¡Mira esto, un truco de "magia", venga, observa, Norm~!

Y así, el hombre en un ir y venir armó un objeto, un átomo de una serie de tiras e hilos, formándolo casi a la perfección. Norman miró fascinado el gordo átomo del tamaño de un globo que su padre le regalaba entonces, tomándolo bajo aquel inmenso cielo estrellado, que se veía cien veces mejor que el de hoy por la falta excesiva de electrónica entonces plagando la visión.

- Ahí en el cielo es como en la tierra, niño mío. Tan pequeño podrá ser este aquí. -Apuntó el átomo.- Y sin embargo es tal como los de allá.

Apuntó las estrellas. Norman estaba fascinado.

Un Norman algo mayor se encontraba en lo que podrían ser las escuelas de esos días, muy distintas a lo de ahora, y sin embargo, parecía querer expresar su propio modelo del átomo y más ante el grupo de otros jovenes estudiosos que se llamaban clase. Si bien dentro de todo se notaba confiado, con esa cara que hacía cuando fruncía el ceño, últimamente el maestro presente y los demás abuchearon su proyecto, uno de ellos incluso tirándolo al piso "de casualidad", sin que nadie más hiciese nada. Desanimado, miró su esfera entonces y la tomó, con cariño, con calidez, humana, y no se rindió.

Tomó libros, estudió, se hizo sabio y miró hacia afuera, al cielo de día, al océano a la lejanía, como si pensara en algo o en alguien, quizá su padre o quizá alguien más. No dudaba, no demoraba, estudiaba y estudiaba, buscando armar su modelo atómico, su modelo de cómo era el mundo, pieza por pieza, parte por parte, sin rendirse, queriendo armar el puzzle de un mundo que quería observar con los ojos de un niño al cual el tiempo, como a nadie, perdonaba y le hacía dejar de ser dicho niño.

- No voy a ceder. Copérnico podrá haberse entregado pero yo no. ¡Seré Ícaro si es necesario!

Pronunció de modo casi tierno y gracioso el pequeño estudioso y siguió.

Un Norman ya más crecido, adolescente o post-adolescente sin ser adulto, digamos, miraba la costa junto al mismo hombre de antes, algo más cansado, algo más decaído visiblemente, con el mismo par de mechones en forma de cruz que definían su cabello permanentemente, pero siempre no observable en rostro, quizá por lo mismo que tus propios padres no pudieron ser mostrados del todo en tu memoria/recuerdo/emoción.

- Tu trabajo y haber te exigen buscar secretos y preservarlos así como dispensarlos, ¿no, padre?

- Así es, Norman. Pero no pienso dejarte solo. Si bien ██████ se ha ido como él deseaba, te dejaré lo suficiente para que vivas en paz y consigas lo que buscas.

- ...Conseguiré grandes cosas. Confía en mí.

Podías ver esa expresión ya más conocida, la de alguien determinado y serio, fijo, firme, no frio todavía, pero enfriándose, como el universo entero estaría destinado a hacer cuando todas sus cálidas estrellas y gigantescos soles tuviesen que apagarse para dar paso al fin a manos del tiempo que a nadie, ni a soles cuales dioses, perdonaba.

- No tienes que decirlo, hijo. Enorgulléceme.

Sonrieron ambos, sin más, frente a un sol cubierto ilusoriamente por las aguas.

Un Norman adulto ya, adulto-joven, pero que en ese tiempo podía pasar por adulto, perfectamente, con 19 o 20 pareciendo de 25 y todo eso. Ahora mismo parecía estar en alguna especie de institución de estudios o algo así, pero pasando de la hora de dichos, jugando cartas de hecho con varios asociados y compañeros. ¿Naipes? ¿Alguna vez le viste un mazo de naipes? Seamos honestos, es imposible, en unos, digamos, 80 años aproximados, poco menos, léase, desde que le conoces tú a él y has vivido con él, que él tapara todas pero todas sus pistas, con enemigos incontables por ser Tremere o del Clan de los Hechieros, por tener enemigos por su propia cuenta y más encima, de su chiquilla, su "T-algo". ¿Tremere? Quizá. ¿Tonta? ...Esperemos que no. Sí, le habías visto con naipes una que otra vez pero a lo mucho tomaba la caja y la guardaba donde fueses tú a tocar siquiera, porque sabías que sabría y pum, brazo-sangre-explosivo-hervido. O a lo mucho le viste barajar un set de naipes tras quizá beber sangre en un apuro de alguien con alcohol o alguna otra droga encima en una de sus muchas misiones para la Camarilla o la Pirámide Tremere misma, ergo, haciéndola darse ese lujo, guardando los naipes enseguida. Aquí, en esta visión estaba tal cual jugando con ellos, repartiendo, participando con ellos en varios juegos, póker, 21 real o black jack, carioca o karioka clásico y dándoles una reverenda paliza casi sin derecho a voto a todos.

- ¡Jaja, hombre, Norman, que nos has ganado a todos!

- Solo hago lo mío, es un memento, lo cuido.

- ¿Ah sí? Vale, jaja, pues vamos, venga, a beber un poco para celebrar tu paliza sobre nosotros.

Norman suspiró aceptando ciega e inocentemente la buena voluntad de estos tipos. No mucho después le llevarían a un descampado cerca de una colina alejada de todo y le darían una paliza inmensa. Aquí Norman no tenía poderes para mandar volando y estampar contra una pared con gran potencia como de auto a toda velocidad a un ser andante, ni la habilidad para chasquear sus dedos y hacer que tus arterias chorreasen su existencia como una tetera, no. Norman era un erudito y un estudioso, un académico y no un atleta y para él significó juego terminado, o casi. Terminaron por dejarle vivo para no ensuciarse del todo las manos por cobardes y dejarle ahí, magullado, herido, dolido. ¿Por qué no te daba placer? ¿Que no querías verle comer uranio? Pero ese Norman era imaginario, este era... El de verdad, el que una milimétrica o incluso deci-milimétrica ceniza de cigarro te estaba mostrando como un regalo del destino puro que contrastaba al caos desordenado y sin razón. Logró darse vuelta adolorido y mirar ese cielo estrellado que amaba tanto, buscando no llorar, fallando, lagrimeando, sollozando, maldiciendo, apenas pudiendo gritar "mierda" por cómo lo apalizaron, jadeando y buscando calmarse.

Apareció entonces alguien, un viejo por el lado, arriba, de pie, un señor de pelo corto y canoso, que no era su padre humano... ¡Lo conocías! ¡Le habías visto! ¡En fotos y raras ocasiones! ¿Te lo mostró él mentalmente en algún día o directamente? Sabías bien que era el sire de tu sire... Su sire.

- Niño, te ves mal. ¿Algo de ayuda?

- Nah, no te preocupes, um, perdón, no se preocupe, señor. Ugh, es indigno que me vea así.

- No seas, venga. -El viejo entonces se acomodó sentándose a un lado pero mirando al Norman tumbado sobre el pasto tras su masacre personal.- ¿Te gusta el cielo?

- ...Me encanta. Quiero saber todo sobre esas estrellas y sus piezas, pero veo difícil llegar y tocarlas, no soy un viajero como mi hermano.

El viejo entonces rió e hizo algo. Ya sabías para donde iba esto. ¡Como vampira, sabías que más clichado no podía ser! El viejo se hizo algo y le mostró a Norman un dedo con algo de sangre tras haberse mordido de modo misteriosamente perfecto para que se mordiera justo, como con una aguja hecha para sacar sangre del tejido orgánico, mostrándoselo a Norman, el cual logró levantarse o al menos erguir su torso sentándose con la ayuda del señor este.

- ¿Quieres mirar mejor el cielo? Yo puedo, y si tomas esto, podrás.

- ...¿Qué? -Pensó Norman, pero algo le decía que no estaba mintiendo. ¿Por qué? Si Norman no sabía de vampiros ahora... ¿O sí? ¿Sospechaba? Tenías dudas, pero a ver, sigue viendo la película, venga.- Yo... ¿Tiene que ser directamente del dedo?

- ¡Jo jo jo! Pues a ver...

Y el viejo envolvió su gota de sangre en un pañuelo que llevaba, intacto casi. Norman miró entonces y por alguna razón, no dudó. Se acercó a sorber con la punta de su lengua la sangre, nervioso. Tan humano, tan real, era casi imaginario, inviable.

- Así. Toma la sangre y concéntrate bien, en mirar, en observar, en saber. Luego mira al cielo con furia, como...

- ...Ícaro.

Norman concretó y tras beber la vitae, obtuvo temporalmente los poderes que bien conoces, un Auspex en su más pura base, suficiente y breve para poder mirar con infinito mejor foco el cielo estrellado y maravillarse, casi olvidando que lo habían hecho puré hace menos de una hora. Al mirar eso, se sorprendió. Miró al viejo, y sonrió. Parecía además estar algo más aliviado de sus heridas, que es lo que hacía la sangre de vampiros en futuros/potenciales ghouls, léase, personas que la bebían en el momento mismo o claro, dándole dicho poder de curarse a ghouls ya habidos tal cual.

- Yo... Quiero saber más, ser más. Quiero hacer trucos de magia como mi padre para hacer cosas. No sé si puedo hacer feliz a nadie, pero...

- Alto ahí, jovencito. Tu nombre primero, y luego vamos a por alcohol de verdad, que la basura que has bebido hiede hasta donde estoy, jo~

- Norman. -Pausó, mirando al viejo y su futuro sire ya casi erguido del todo.- Norman T-...

Tras eso, una serie de momentos más, esas típicas escenas apiladas que cuentan mucho en poco, una secuencia, digamos. El sire de Norman lo ghouliza pero con el mínimo para que crezca como un humano y adulto normal. Súbitamente todos los que buscaban hacerle bullying o peor, hacerle desaparecer, pum, desaparecieron ellos muy pero muy misteriosamente, como si hubiese bastado decirles "Lárguense y no vuelvan a poner un puto pie en esta ciudad hasta que el sol se apague", por decir algo que seguro que no pasó pero como que una vidente nivel superior a 1, sabías que pasó al ir mirando esta peli, porque era una peli psíquica, lo sabías. Como sea, Norman alcanza esa edad como de 20 y varios, quizá 30 justos con la que le conoces ahora y es entrenado con gran brutalidad por su sire, que le explica en esta secuencia silenciosa sobre todo, los Vástagos o Cainitas, su sociedad, la gran guerra o Jihad que han experimentado por milenios, le enseña la Via Sanguis haciendo que sus dos cicatrices en forma de medialunas parecidas a los mechones media-lunas-cruz que tenía su padre humano quedaran en él permanentemente y hasta ahora, aún post conversión, pero Norman se lo toma como "Gracias, maestro, ha sido duro, pero siento que aprendo", y tal cual, su relación con su sire siendo impecable, estricta por parte del viejo aquel, tu... ¿Abue-sire? y Norman, fijo.

Ya después el salto se hace mayor y muestra las tribulaciones de Norman como miembro de la Camarilla y de la Pirámide Tremere, muestra como eventualmente se separa o es separado de su padre, tampoco llegándose a saber de su hermano mencionado pero nunca mostrado o de aquel cuyo nombre parece censurado incluso en la visión de Norman. Saltos mucho más adelante muestran como rescató a Palomino de la misma guerra civil española que tú misma mencionaste, quién entonces era un fiasco humano, un fiambre apenas animado esperando serlo por completo, le tendió su mano y desde entonces le guió. A Spukov igual, tras el fiasco de la URSS, solo que en su caso dicho era un niño, el cual aprendió a defenderse, al buen estilo ruso, desde que era tal, un crío apenas. Aprendió a trabajar con chatarra y armas desde pequeño debiendo descartar las maquetas y juguetes rápidos, por lo cual, si lo ves así, que le hicieses armar maquetas ahora había sido, como mínimo, y aún si orientado a la guerra, relajante y agradable. Norman le tendió la mano, le protegió hasta cumplir cierta edad apropiada y le ghoulizó entonces por completo.

Y claro, como no.

Norman parece estar dando vueltas por el inmenso distrito que es Nueva York, justo al lado de la costa que apuntaba hacia España, sus dos principales territorios de trabajo, de haber. ¿Donde nació? Aquello parecía Europa, alguna parte de dicha, seguramente, hace 200 años. Y sin embargo, en ese tiempo hace unos 80 años y alrededor, él mismo observaba a una persona en particular, alguien a la cual elegiría como su sucesora directa, su "T" personal, tal cual. ¿Quizá era la T abortiva porque te iba a quitar la vida? No, eso era asqueroso, directamente, mala idea. Como sea, podías entenderlo al mirar desde su perspectiva, que todo este tiempo él vió a alguien que obtuvo todo lo que él no obtuvo, un grupo de amigas y personas, siendo la que mejor discutía, la más inteligente, la más sensible, la más capaz, la con mayor potencial, y sobretodo, alguien a quién...

¿Envidiaba?

No te lo crées. Parece mostrar una sonrisa simultánea de maldad por saber lo que haría y a su vez de rabia, todo lo contrario a tu condescendencia. Si tú podrías haberlo hecho mejor que él al darse vuelta los papeles... ¿Podría él? ¿Lo crees, realmente? Pues sí, Norman miraba con los ojos de la envidia, la Bestia tomándole por el cuello pero él mismo ahorcándole de vuelta y diciéndose a sí mismo:

"No, le convertiré en la mejor, ella tuvo una vida mejor que la mía, pero sus propias debilidades, sus propios problemas. Haré que se convierta en la mejor, más que yo, ella será mi..."

...T.

Tu visión de esa película que debería haber durado fijo unas dos horas, quizá poquito menos, quizá tanto más si la parte de la secuencia de alargaba, se redujo a unos pocos segundos, como una proporción de un segundo a una hora, tal cual. Otros detalles quedaron, como "cortes del director", sea quién sea dicho jodido 'director'... ¿Auspex mismo? Que eran partes ya recientes en donde Norman apunta al cielo con las estrellas diciendo algo como "Ya no podré ser Ícaro" poco después de ser Abrazado de forma definitiva. Por otro lado parecía como querer tomar a Solaris mismo, nuestro sol de todos los días y decir la palabra "T" entonces, como si fuese su "T", esa "T" que eras tú, tal cual. ¿Truculencia? ¿Trampa? ¿Trastocar? ¿Pretendía torcer todo el sistema de la Pirámide Tremere mediante tí? ¿Pero cómo? No, no tenía sentido, si habías visto de modo claro cómo es que los Tremere le dieron todo lo que él deseaba desde siempre, aún si a un gran, inmenso precio. Aquella misma sabiduría que tú buscaste entonces y te dió él, en ese momento donde la película terminó.

Al volver en tí, dos segundos más, Norman se dió la vuelta entonces y te miró. Obtuviste leves sub-visiones de Palomino y Stukov aparte por su cuenta y antes que llegara Norman porque al tocarles Norman y quemar después el cigarro, el resto de cigarro estuvo en "contacto" con ellos, tal cual. Llegó frente a tí, parpadeando, curioso, casi amable. ¿Qué podías decirle ahora a este ser?

¡Otra visión antes de que hablara o actuara! ¡Tu Auspex estaba fuera de control, otra vez!

Norman se posiciona en un lugar, un sector oculto de esta casa, es la habitación que te ha dicho que nunca entres, porque nunca debes entrar, y a la cual no has entrado y que, por mucho que hayas usado Auspex en actos de rebeldía, no podías ver o no sentías ni palpabas siquiera nada, nada más que objetos dentro. La única vez que intentaste hacer un "mapa táctil" de la habitación para saber, el cabrón te puso una púa bien puesta, de esas que entran y se clavan, lo cual hicieron contigo impidiéndote 'esquivarla' con tu sub-habilidad esa por estar concentrada mapeando la superficie y cada espacio de la habitación, doliéndote bien rico. Aquel día, tras pillarte en persona estuvo a punto de hacerte hervir el ojo desde dentro, pero se contuvo, si bien lo que sí hizo como castigo fue hervirte lo más representativo de tu tacto, tus manos, esas con las que tocabas, dejando tus palmas y dedos hechas un caldo rojo de muerte y entonces dejándote leer y mirar el cielo por los alrededores sin poder mover tus manos en absoluto, toda esa noche.

Sin embargo, des-apilando visiones, la visión es que Norman está en la habitación, que puedes ver, que es un... ¿Altar? Un pote o urna de greda bien limpio y brilloso, junto a varios objetos, como un pañuelo, un reloj de esos antiguos colgantes y otras cosas estaban ahí, ya imaginándote tú, por el pañuelo de quién era, a quién pertenecían las cenizas ahí dentro. Le dejó el "verdadero diario de Anna Frank" ahí entonces, solemnemente.

- ¿Tú querías esto, no? Perdón si te lo traje un poco tarde, maestro. Pero ella se ha vuelto astuta, apta, cada vez más, quiero que sea mejor. Al final debo dejar de tratarla así, o incluso hacia el otro extremo. Pero ella es mi creación, mi logro, mi...

Y entonces susurró la palabra. ¿No era obvia? ¿"T-..."? Una visión más, ahora de nuevo de los otros dos pero asociada a Norman vino. Aquel mismo día, en ese bosque donde vivía en su cabaña el "Oscuro Ciego" o "Ciego Siniestro" LaSombra al cual la robaste el mencionado diario, escapabas de su jodida técnica que envolvía todo en sombras medio líquidas en grandes áreas, sin embargo, cuando lograste escapar por poco y cuando él tuvo que parar ante tu rápida combustión conjurada, una serie de ángulos de visión se notaban: Disparos, francotiradores específicamente. Uno que logró llegarle con gran, no, absurda precisión la articulación de la muñeca justo en el ángulo en que radio y ulna se juntaban, impidiéndole girar la mano cómodamente con la bala larga metida entremedio, disparando otra bala para llegarle justo a la base de la falange o nudillo, preciso, anulando su movilidad manual. Antes de poder moverse y pensar en llenar con sombras al que seguramente era Otto Palomino, desde lejos, otro tirador lanzó varias ráfagas, todas precisas, de hecho, porque las que no llegaron se clavaron al suelo y le taparon aunque sea una caminata limpia hacia el otro francotirador y su compañero de trabajo, las balas que sí llegaban impactando en sus rodillas, reteniendo su movimiento. Mikkel Spukov logró entonces desviar la vista del LaSombra, quién finalmente buscó ir a por Primela, para ambos dispararle y acertarle en el codo por un lado y el los dos intersticios exactos de las cuencas oculares, molestando su visión así como forzándolo a bajar el cuerpo por el daño a los codos para hacerlo detenerse, dándole paso a la vampira chiquilla del jefe de ambos a escapar. Siempre habían estado ahí.

Tu Auspex, tu disciplina que proyecta, expande, mejora, exalta, distribuye y propaga los sentidos así como otorga visiones, verdades y entendimientos así como extensiones de lo que podrías alcanzar con tu propia mente normalmente se apaga tanto como un fusil quemado, casi, llegando a nada, y sintiendo casi que se llevaba consigo tu tacto especial. Al tener a Norman ya en frente, del todo, por fin habló.

- Tu proyecto, por lo que ví, consiste en crear o fabricar sangre sintética, artificial. No sé para qué ni cómo, pero eso creo que hace, y por lo demás, dejaré que tú me cuentes para no pecar de insoportable, como siempre. Aunque... -Se frotó el mentón, sonriendo casi burlón, pero de... ¿Buena gana?- ¿Pensé que odiabas Via Sanguis? ¿Me has tenido engañado por medio siglo? Ja ja. Anda, dime.

Sonaba casi como si hablara contigo tal como hacía, en su visión, él y su sire, que bebían juntos, y si bien el sire lo hacía mierda para entrenarlo, eran en el fondo, iguales, aún siendo superior y subordinado/discípulo, iguales como seres, como personas e individuos, tal cual.

- ¿Y? Anda, que ya te dije que mi alma poco humana me jode el sueño. Pero no voy a perderme lo que yo mismo esperé medio siglo en saber y tal ahora. Andando.

Ordenó, dentro de todo. Permitir sin exigir, consentir sin regalar, dar sin imponer.

¿Y ahora qué? ¿Podías hablarle igual a este Norman que era el de después, y no el de antes?

Cargando editor
11/04/2018, 20:37
Primela

¡Tesla!

Ok, probablemente no, pero sería épico. Aunque mi consciencia superior (lo que equivale a la consciencia superior de Primela) lo ha buscado en una red mundial de información, y no se conoce ningún hermano de Nikola Tesla llamado Norman. Claro que este mundo de tinieblas no es exactamente el mundo de mi consciencia superior, pero aún así... poco probable. Pero sería épico.

Como épicas habían sido las veces que Norman estampaba a gente contra la pared para defenderme. A mi no importaba que me tacharan de inútil tanto como a él, por lo que hasta el momento, esas escenas me habían dado miedo, simple miedo. Lo cierto es que demostraban una falta de autocontrol importante, un orgullo gigante como una hipérbole, pero también... me valoraba. Era cierto, solo me torturaba porque me creía capaz de resistirlo, y no solo resistirlo, también aprender de la experiencia. ¿No era esa la forma de actuar de los "villanos rehabilitados"? Al final, puede que estuviera haciendo todo lo incorrecto por motivos correctos. A lo mejor, solo a lo mejor, gritaba alguna parte calcificada de mi glándula pineal o algo así, lo único que hacía falta era educar a Norman... aunque eso no me llegó ni al pensamiento, solo como una sensación flojita, casi imperceptible en... en el aire, por ejemplo.

A lo mejor... ¿me amaba? Los mentores acostumbran a sentir afecto, apego, hacia sus aprendices. Como mínimo en la ficción. ¿Sería solo apego? ¿Sería solamente que yo era una pieza importante en su tablero, y se enfadaba cuando alguien quería quitársela o menospreciarla? ¿Cuanto de lo que me valoraba Norman era una simple extensión de su ego haciasu creación, y cuanto era realmente hacia mi? No lo sabía, seguía ahí quieta, mirando el suelo, con el tacto adormecido después de todo el trabajo. Sentía el mundo entumecido, la madera y los muebles se me habían dormido como cuando se te duerme una pierna. 

¿Es así como la gente siente el mundo normalmente? Eso me pregunté. ¿Mi tacto adormecido sería la percepción normal de la media de personas? Y... ¿Como puedo no acordarme? ¿Cuanto tiempo... No, todavía no había sido mi cumpleaños centenario. ¿Debería hacer una fiesta, invitar a Montserrat, Jude, Erzsebet y Norman a mi fiesta de cumpleaños? Un cuadro enmarcado cómicamente, y a la vez violencia asegurada. Sería una fiesta de cumpleaños dirigida por Quentin Tarantino. ¡Tarantino empieza por T!

También le debía a Norman las caricias intensamente suaves del viento, el placer de la lengua de Montserrat en mis dedos, el oscilador del Theremin bailando con mis manos. Esa hipersensibilidad disparada por la magia de la sangre vampírica no era siempre una maldición, a veces, lo contrario. Aunque el precio era altísimo, a lo mejor valía la pena pagarlo... debía encontrar más formas ociosas de usar mi don, me dije. Si sobrevivíamos, claro. A lo mejor hasta construía mi propio theremin desde 0. Mi Theremin era...

¿Tesoro suena a apellido? No mucho. Pero quien sabe... Norman era ciertamente una singularidad. Y su efecto en el ambiente era parecido a una de esas que a lo mejor podría crear haciendo bailar en círculos a algunas partículas... pero dejemos los artilugios tecnomágicos para momentos de necesidad. Cuando se me presente una situación que pueda solucionar con un agujero negro... pistola de singularidad... suena bien... disparar agujeros negros... se vería cool... 

Pero nah... lo dicho, demasiado poderoso como para no ser olvidado después de cumplir una función específica y puntual. Aunque cualquier cosa podría ser demasiado poderosa. Una pequeña ceniza llevada por el viento podría ser demasiado poderosa, contra el objetivo adecuado.

En ese caso, yo era el objetivo adecuado. Estaba a punto de hablar, abrí la boca, un fonema vocal indefinido salió, la hipersensibilidad volvió de repente, la ceniza estaba ¡¡¡¡viiiiiiiivaaaaaa!!! (ya que estamos con referencias a universos paralelos...). ¿Por qué se sentía tal vitalidad en ella? Cargaba... ¿emociones? Mi cuerpo tuvo muchísima más curiosidad que yo, actuó antes de que lo lo supiera, se concentró en esa pedacito de ceniza, lo enfocó, pude notar todas sus microformas, pude notar polígonos regulares, irregulares, industriales, noté la forma de la nicotina, noté como la respiración muerta de Norman había moldeado la forma de esa ceniza, de repente me sentí cigarrillo, experimenté durante un instante lo suficientemente corto como para no ser doloroso ser encendida y aspirada por su respiración... hacia su boca, su garganta, hacia su oscuridad interior. La oscuridad de sus entrañas, algo tan misterioso como una agujero negro, como el universo "antes" del big-bang.

No podía moverme, no podía sentir nada, solo una oscuridad envolviente. Estaba demasiado cansada para desesperarme, supuse que era uno de mis "momentos especiales", solo esperé a que se fuera. Pero el "momento Primelesco" no se fue, solo empecé a ver algo comparable al rastro de luz en las retinas cuando cierras los ojos. Poco a poco, esa oscuridad se transformó en sombras y luces, formas, colores... ¿caras? ¿Donde estoy? ¿Quien es ese niño?

¡Norman! Me asusté, me asusté, me asusté, me asusté. Me asusté sin cuerpo, la impotencia invadió mi consciencia, no podía cerrar lo ojos, no podía irme, no podía moverme. Alguna entidad me obligaba a ver esa escena. No quería verla, no sabía a qué me arriesgaba espiando ese recuerdo, sabía que lo sabría tarde o temprano, ¿a lo mejor lo estaba provocando él? ¿A lo mejor me castigaba igualmente? ¿A lo mejor tenía que resistirme y estaba fallando la prueba y por eso me castigaría? Cualquier reflexión sobre jerarquía, consentimiento-abuso, se me fue a la mierda, solo quería salir, solo quería evitar el castigo monumental de... ¿Ese niño? Ese niño no parecía capaz de castigar a nadie. Me fascinó su inocencia, sus ganas de aprender eran limpias, puras. Mi mirada invisible se calmó un poco. Quédate con tu padre... quédate con tu padre niño... hazme caso, quédate con tu padre, mira cuanto te ama... quédate con él... 

Pero la visión no me hizo caso. Tampoco me hicieron caso los bullingeros de la clase de Norman, cuando les supliqué que no le hagáis eso... no, pedidle perdón... no tenéis ni idea de cuanto daño le haréis al niño y al mundo y a mi a la larga de esa forma... tenéis que disculparos, apoyarle, enseñarle, como su padre... necesita relaciones sanas, no hagáis eso... Sentí una inmensa tristeza, hacia todo,hacia el mundo entero, y los dos centros de esa esfera chata éramos el pequeño Norman y yo en ese momento. La tristeza del mundo vista desde Primela viendo a Norman, eso sentí. No, no seas Ícaro, eso es una locura, es autodestructivo, no lo hagas...

Por fin su padre otra vez. Acompañando mi miedo a verlo muerto por su estado, estaba ese cálido sentimiento de paz, de apoyo. Intenté aferrarme a esa visión, quedarme con ella, pero...

¿cartas? Tesla sacó las notas más altas posibles en su primer año de universidad, y en el segundo se volvió adicto al juego y casi no fue a clase... ¿Coincidencia? Probablemente. Pero mi theremin no es mi Tesla... ¡no le hagáis daño! ¡Lo vais a arruinar! ¡Me vais a arruinar! Entre desesperaciones sin cuerpo, mis emociones se alinearon cmo engranajes a punto de funcionar, sobreentendiendo que "lo que no te mata te hace más fuerte" era algo aprendido en vida y en no-vida por Norman. Una forma desesperada de supervivencia, constante violencia a ser superada. Lo que no te mata te hace más fuerte... claro que a veces se les va la mano... 

¿El sire de mi sire? ¡MIEDO! ¡MIEDO! ¡MIEDO! ¡MIEDO! Pero contrarrestando mi miedo, el sire de mi sire parecía bastante pacífico... sin duda inquietante, pero no transmitía en absoluto el constante estrés y presión psicológica de Norman. Seducía su intelecto, su espíritu, había algo así como buenas vibras entre ellos. 

La secuencia que contaba mucho con poco me reafirmó que mi sire y su sire compartían eso de que lo que no te mata te hace más fuerte. Y tenía sentido en su caso, mi sire conseguía mejorar su vida con ese brutal entrenamiento, conseguía acercarse a sus deseos, sus sueños. ¿Puede que esa fuera la diferencia entre nosotros? Yo nunca había querido grandes conocimientos científicos, yo quería cambiar la sociedad humana. Esa posibilidad me fue absolutamente arrebatada junto con mi vida humana, solo con el tiempo acepté más o menos mi nueva sociedad, y empecé a conspirar como buena Tremere para cambiarla. Por primera vez en mucho tiempo, a mi mente vino la idea de intentar inventar algo que "desvampirice", algo que te devuelva tu humanidad... pero sabía que eso era un callejón sin salida, no se puede reanimar a un cadáver... La creencia popular es que Jesús fue el único capaz de "desvampirizarse", y el muy egoísta no dejó constancia de como lo hizo, que probablemente sería la parte útil para la humanidad, y la vampiridad también. También entendí que los ghouls eran bastante viejos, y era probable que el afecto saliera de eso de salvarles la vida. ¿Como de distorsionada debía estar su imagen de Norman? ¿Y la mía? ¿Y la de Norman?

No hay tiempo para preguntarse cosas, Norman ya me está observando. Bueno, Norman ya me estaba observando, a la, apodémosla, young Prim. Sentí nostalgia hacia mi misma, como cuando piensas en un familiar muerto, pero hacia mi misma. Como cuando ves un video en el que sale un familiar muerto, y piensas "mira como sonríe, qué sano estaba entonces, como le gustaban las empanadas...". Fue raro, y más raro aún sentir lo que sintió Norman. ¿Envidia? Era por eso que me había elegido? Hemingway decía que odiaba a todos los libros que no eran suyos, porque si eran malos los odiaba por ser mala literatura, y si eran buenos los envidiaba y los odiaba aún más. Lástima que Hemingway no empiece por T. ¿Era por eso? Simplemente vio cosas en mi que envidiaba, y decidió hacerlas suyas? Su empatía había menguado claramente desde la primera visión del niño, su pensamiento de lo que no te mata te hace más fuerte se había extendido hasta otras personas, hasta mi, las enseñanzas de su sire se habían vuelto "más papistas que el papa", A diferencia de él con su sire, no había mutuo acuerdo.

Definitivamente, me había arrebatado mi vida. Puede que recién estuviera acabando de aceptarlo. ¿Empezando a zanjar el tema de que ya no soy humana? Norman me había arrebatado mi vida, mi mundo, mi todo. Pero ya no lo veía como una cuestión de odiarlo, no odiarlo, temer, rebelarse. Ahora entendía que, Norman arrebatándome la vida, era más algo que me pasó, que algo que me hizo Norman. Por supuesto, la responsabilidad de haberlo hecho recaía única y solamente en Norman, pero la responsabilidad de que me hubiese pasado eso caía en su padre y su apoyo, su hermano, los bullingeros, los que lo apalizaron, en la ayuda de su sire, sus enseñanzas, la política y antipolítica vampírica, mi madre, mi padre, la guerra civil española, el crack del 29, mis compañeros y compañeras en la universidad, los debates, y hasta en mi decisión de oponerme al sistema. Claro está, asumes riesgos cuando te enfrentas a las instituciones, cosa que no quita la responsabilidad de sus actos a las mismas, pero tampoco la constante confusión de los deseos y la realidad del infantilismo político. Y por supuesto, él jugaba con la ventaja de mi ignorancia, yo no supe que esta realidad que vivo ahora existía hasta que me metió en ella. 

Todavía no podía decir que estuviera en paz con mi sire. Me debía una disculpa, me debía una explicación. Podía comprender que en aquel momento yo era algo que él quería, y yo no le iba a dar mi persona, así que simplemente la tomó. Podía entender como había llegado Norman a ese punto, pero eso no era excusa, él sabía que me haría daño, él sabía que yo no quería, y lo hizo de todas formas para conseguir lo que quería. Su t...rampolín. Su t...omate. T...apiz. T...abaco. T...ecnocracia. T...ómbola. T... no me salía. 

Después de esas visiones, estaba suficientemente en paz como para escuchar esas disculpas y explicaciones, que ya era un gran avance. ¿Puede que algún día estuviera suficientemente en paz como para verlas, palparlas en su persona? No parecía probable que Norman fuera a hacer algo así de bueno:

El negro absoluto volvió a toda mi consciencia invisible. ¿Ya se había acabado? Todavía sentía algo de astilla emocional, y todavía no había vuelto del todo a mi cuerpo. ¿Aún quedaba algo por ver? Entonces más miedo, muchísimo más miedo. ¡La habitación! Otra vez cualquier reflexión o calma emocional a la mierda, 'no tengo permitido ver eso! ¡NO! ¡NO! El castigo si se enteraba podía ser descontrolado, irracional, delirante. Intenté algo así como soplar en mi imaginación, intenté alejarme como se me ocurrió de esa visión. No lo tenía permitido, no quería... pero una vez dentro, no pude evitar querer, y lo que estaba viendo me sorprendió. Por lo visto, esa habitación era "la habitación de la vulnerabilidad emocional". Eso lo humanizaba aún más, el Norman de dentro de esa habitación era más parecido al Norman niño que el que había conocido hasta entonces. Y no solo eso.... Triunfo! ¡Tino! ¡Tacto! ¡Tiento! A estas alturas, sentía una especia de maníaca curiosidad hacia la palabra, maníaca y divertida curiosidad, que reprimí tan rápidamente como pude. Ahora sí ya está, no? 

Pero no, aún salté una vez más a mis -angeles-ghouls de la guarda. De la retaguardia. Al parecer ellos me conocían más a mi que yo a ellos, y yo les debía más a ellos que ellos a mi. Y debían ser bastante buenos en el arte del sigilo... debían ser buenas personas, concluí. Eso me hizo algo así como una sonrisa sin cuerpo. Me daba algo de calma que Norman se hubiese rodeado de dos buenas personas, algo de bueno le estarían dejando pegado...

De repentente, la luz eléctrica de la casa me quemó las retinas de la piel, sentí toda la madera en el calcio de mi esqueleto, las facciones de Norman en el espejo táctil de mi cara, mi boca semiabierta, justo después de pronunciar la vocal indefinida, típico sonido de idiota. Hice temblar mis manos, agarré la nada repetidamente, mi boca parpadeó unas cuantas veces. Norman se estaba impacientando, me ponía prisa mientras yo actuaba como idiota. ¿No sabe lo que he visto? ¿Debería decirle lo que acababa de ver? Tarde o temprano lo sabría, seguro. No debía olvidar que ahora estaba ante el Norman que castigaba, hervía sangre, quemaba piel, al Norman que me aunque me valoraba y todo eso, me trataba como su propiedad. ¿Como le hablo ahora?

Ehm, c...lp...ma...ñma... No me salían las palabras, mi boca no me hacía caso del todo, o sí, porque eso era más o menos lo que estaba pensando. ¡No fue queriendo por favor no me castigue! Acto reflejo, pura costumbre, no sabía ni exactamente por qué lo decía. Me di cuenta de que mis manos temblaban tapando mi cuerpo, también por puro instinto costumbrista. Separé y dejé caer los brazos, aplané mi vestido, como gesto de recuperar la dignidad, seguí disculpándome, esta vez sabiendo por qué. Tutear. Perdona... mi comportamiento. El proyecto, ¡el proyecto!

Alcé la vista, con miedo, con empatía, con rabia, sin odio, con compasión, con paranoia, con esfuerzo. Me esforcé por mirar a los ojos a Norman, su mirada se sentía sólida, se sentía como si ya estuviera usando movimiento mental y dominación y auspex sobre mi persona. Estoy fabricando... una calabaza... nono, perdón, una calabaza no, una semilla de calabaza, sí, una semilla... bueno, a lo mejor no una calabaza, pero sí una verdura, o una fruta, bueno, legumbre también serviría, bueno eso no es lo importante, perdone, perdona, digo, quiero que sea algo grande como una calabaza, con muchas semillas, para que sea eficiente, sí.... bueno, pero no una calabaza normal y corriente, quiero hacer una calabaza sangrienta.... ¡perdón! Me refiero a... plantas con proteína animal, como esos humanos que descubrieron como poner proteína animal en la soja, pero no así, lo que quiero... ¡perdón! Plantas con sangre animal, comestible para los vampiros. Sí, eso intento, comida vegetal para vampiros. Quiero conjurar la primera semilla, y luego cultivarla. Para eso estoy diseñando la semilla de calabaza sangrienta, desde nivel atómico hasta macroscópico... de momento solo tengo el esquema de una célula básica, pero me falta definir funciones, el complejo de Golgi no está acabado, y los mitocondrios y cloroplastos aún no serían funcionales en su planteamiento actual, pero... bueno, este lugar es mi maqueta... actual... Entonces sí aparté la mirada, y miré mi creación. Trabajo dentro de la maqueta para crear la semilla luego como hice con las canicas... Todavía las tenía en una mano, ¿por qué nadie sentía peligro inminente? ¿Y qué quería conseguir yo contándole todo eso? Miré al suelo. T-tengo... una... a-a-a... asociada... que me ayuda... con su invernadero... me g-gustar...ía... ehmñlcpr... get your shit together me gustaría... a...as...asegurarme... de que... las Lasmobras... no le harán daño... Levanté el mundo con mi cabeza, y volví a mirar a los ojos de mi sire. Es importante para mi. Proyecto... para mi proyecto... Todavía no le había contado todo... C-creo que... si c-consigo... que las semillas... lleguen... a t-todos los c-clanes... es-st-t...aremos un paso... más... cerc...a de... la... paz... quiero la paz... me gustaría... que... no... hiciera... falta... matar... a las... LaSombras... Eso era demasiado, me tapé la cara con los brazos cruzados. A lo mejor la presencia de las canicas en mi mano hacía que mi sire se replanteara castigo inmediato en caso de querer hacerlo. No lo creía no lo esperaba, pero la posibilidad pasó por mi mente. A lo mejor... después de una victoria táctica... se resignan a negociar... seguro... tienen... algo... que... usted... Demasiado arriesgado para seguir tuteando... desea... Y aún más... Tampoco... quiero... que... mueran... humanos... por... nuestra... culpa...

Y con los brazos cruzados delante de la cara me quedé. Cerré los ojos tan fuerte que me hice daño. ¿Qué me esperaba ahora? ¿T-ormento? ¿T-rauma? ¿T-aumaturgia?

Notas de juego

Ueah, flashbacks normanianos bastante inesperados. Qué festival, me está gustando mucho :3

A parte de contarle sobre calabaza y eso, Primela está intentando:

- Que Norman proteja o le de recursos a Primela para proteger a Montserrat.
- Que Norman acepte intentar que no mueran humanos durante la batalla.
- Que Norman acepte tener algún plan que no implique matar a las LaSmbras, digamos que el plan matar quede como plan B.

Cargando editor
30/04/2018, 10:00
Norman Thessius

Tragedia.

También comenzaba con T, como Tarantino, como Tarántula, como Tormentas, como Tetas, cuales las de Montserrat (¡que tenía dos "t"'s entre medio y definían la palabra que era su nombre bastante, de hecho!), jugosas, llenas de vida y esencia y vitalidad, como Trastorno, como el (¿los?) de Erzsebet y los Malkavian en general, como Traslocación dimensional superespacial (ok, eso no era ni una palabra, pero ya que estamos con la tecnomagia, pues venga), como Tribulación, como Técnica, como Tendencias negativas, como lo serían las adicciones a las apuestas o la necesidad de rabiosamente forzar las cosas a la manera propia, como Truhán, cual vil ladrón o mequetrefe engañoso y trapichero, como Trampas, ciertamente, como Tula, que seguramente debe significar algo en algún otro país o dialecto pero definitivamente no debe ser nada lascivo ni sugerente, no señorita, como Teorías, que eran la base de toda ciencia y, ya que estabas, de toda acción humana lógica y funcional incluso, humanista o científica fuese, como Teología, el estudio de Dios y el Jesús al que mentarías/mentaste posterior-anteriormente en juegos... Temporales, como Tiempo, el tiempo que pudiste ver a la cara en la película ya mencionada comiendo palomitas sin comerlas en aquel teatro en infinitas dimensiones, directamente.

Aquel Norman parecía alienígeno y no solo me refiero a que concentraste tu poder psíquico, tu Auspex, permitiéndonos la vulgaridad de decirlo así en vez de escribir tres líneas para describir la disciplina y mentarla, de tal forma que concentraste siglos mirando hacia atrás, sin realmente poder saber qué lugares eran o cuando exactamente, si bien sabías que eran hace mucho, para tí incluso con tus 99, casi 100 años, sino que en sí se veía como alguien ajeno pero que últimamente había sido confirmado como alguien que alguna vez fue humano, un humano que a tí, al conocerlo no como un humano, parecía un monstruo hasta al menos, exactamente, hoy, hace pocos segundos de hecho. Sí, segundos, porque ver todo eso, el resumen (¿"Te lo resumo así no más"?) de unos 200 y tantos años de vida lo viste de una manera tal, cuántica casi, que apenas te hizo hacer esperar a tu sire (y ni tanto, porque cuando la ceniza tocó tu piel él estaba a cierta distancia recién voltéandose y volviendo tras acudir a tu previo llamado) unos 4 a 6 segundos, quizá 8 como mucho. Tal vez el que solo vieses escenas puntuales y esenciales en largos, larguísimos saltos, permitió esa visión rápida y eficiente, muestra del producto que venía del trabajo de edición de esta entidad teórica a la cual culpaste por mostrarte eso sin derecho a voto. Quizá el Auspex mismo era un ente independiente y... Ya, eso para cuando charles con Erzsebet, vale.

Ya con eso, pasaste a ver al antes-humano y ahora-monstruo tras salir de tu estupor, haciendo a Norman contemplar con curiosidad y quizá, como dijiste, impaciencia ciertamente, duda, como si creyese que le estabas haciendo una broma sin razón alguna, o quizá era venganza cruda en base a una jugarreta microscópica pero no menos para alguien tan obsesivo con fisuras, con cada cosa, como lo era él y como bien sabías que era él. Al final, sin embargo, antes de que él pudiese siquiera gestualizar verbo o vocal, hablaste, o al menos balbuceaste hasta pedir disculpas como era tu reflejo con esta persona-sujeto-ente en particular. Si Norman era, no el ente, pero sí uno de sus emisarios... ¿Qué eras tú entonces? Quizá Erzsebet y su sire podrían explícartelo en sus locuras-sabidurías, pero el tema del sire de Erzsebet siempre era, em... Otro tema. Ah, demasiadas tramas, siempre son demasiadas tramas, por eso la vida real no es una película rentable ni como libro gordo como para pegarle a alguien y meterlo derechito a un buen sopor, torpor o letargo vampírico o su equivalente de coma humano. Muchos, en juegos y otros, dicen que los eruditos y magos peléan con libros. ¿Habría sido el caso alguna vez en este bizarro y casi "cómico" mundo de tinieblas que era como un "juego" muy horroroso y altamente peligroso pero aún así sobrenatural y fantástico? Sepa alguien.

- ¿Acaso has visto algo? Si es por tu aprendizaje de Auspex... -Así tal cual, vulgar, sin tres párrafos de nombre elegante de disciplina. Siguió, parpadeando una vez.- ...Pues nada, te felicito. Ya me contarás qué viste y tal.

Así es, no un castigo sino una fucking felicitación. ¿Qué rayos? Quizá habías sacado el 21 real, ese con el Jack de Picas y el As de Picas igualmente, el legítimo, el que ganaba todo, incluso a la banca o algo en las cartas, lo que te recuerda que en la visión, al contener demasiados segmentos (¡demasiadas tramas para una sola película, aún si era más como un documental o recuento realista!) costándote un poco asimilarlo e interpretarlo directamente, Norman trataba las cartas más como algo personal, quizá un memento, muy como lo de la urna donde estarían las cenizas de su sire, el viejo simpaticón pero cabrón aquel, el sire de tu sire, de hecho. ¿Qué había con eso? Sea como sea, pasaste a explicarle y Norman... Norman... ¡¡¡Norman...!!!!

Norman escuchó.

Norman atendió.

Norman se enfocó.

Norman hacía una serie de gestos como frotarse el mentón, los labios, tirarse la piel y parecía aguantarse gestos mayores, como jalarse las mejillas por dentro con fuerza o rascarse la cicatriz aquella tan propia suya a riesgo de soltar saliva-sangre con el primer gesto mencionado y directamente sangre o costra-sangre vampírica con el segundo gesto por temor a ensuciar tu laboratorio, en el cual estaba poniendo pie después de todo, más atendía, atendía con curiosidad y eventualmente alzó ambas manos, empuñándolas y pegándolas frente a su rostro, su boca, concentrado escuchándote, parpadeando tras sus lentes y bajo sus mechones de pelo azabache. Un punto exacto en que distaba de ser desagradablemente feo o simplemente poco formado a su vez que igualmente se distanciaba de ser aún más formado, forjado y detallado al nivel del atractivo o el destaque, en donde tenía ese rostro justo como el de un perfecto cualquiera que, como bien sabías, no lo era de ninguna forma. Su cicatriz le hacía destacar inevitablemente y su cara de malo-serio-severo-neurótico permanente además de la presencia cruda y fria que le daba su bajísima humanidad espiritual en contraste con la tuya que casi ni te exigía gastar vitae para parecer humana tal cual, si bien los rasgos internos y la posibilidad de palpitar tu corazón lo exigían, muy como él te lo hizo sentir antes, hace como una hora o poco más/menos/alrededor. Siguió atendiendo, palabra por palabra, obediente, excepcionalmente, pero curioso, alzando las cejas a veces ante una que otra palabra o término, esperando finalizases tu explicación.

- Mmmh...

Parecía querer apelar a algo pero tocaste el tema Montse, por supuesto. Fue entonces que pasó algo.

¡Algo mágico, de hecho! A ver si sale.

Y salió, contra todo pronóstico, como bien has podido ver. Mira esos dieces, triples, algo así como una máquina de casino, lo cual solo intensifica los temas de juegos, apuestas y los misterios de esa sub-sub-sub-trama de Norman y aquel elemento suyo con el azar y los juegos. ¡Ejem! ¡Cuarta pareed!

- Si quieres a esa humana, a Asturias, digo. -Tosió entonces, tapándose la boca.- No me molesta, pero debes ser cuidadosa y explicarle lo que le quitarás y lo que no, tú decidirás como hacer lo mismo que han hecho los nuestros por mucho tiempo, como hizo mi sire, el sire de su sire, y la sire de su sire... Y yo contigo.

Si seguimos con las analogías de juegos de azar Takurianas (R.I.P. HxH por lo demás), entonces Norman disparó un dardo a base de pura empatía nada más percibir tus palabras, él, él, empatía, venga, repítelo conmigo, Norman, empatía, cosas que no deberían ir en una misma frase, pero las van... ¡Y pum! ¡Al centro! ¡Diez puntos! ¡Super efectivo! Esencialmente, pilló tus deseos, tu posesividad sobre la mujer que era Montserrat y seguramente había por lo menos observado desde lejos (como ya sabías que había hecho cuando le leíste la mente brevemente hace un rato) y tus posibles sentimientos de tenerla como una subordinada. Al final, estaba claro que otra de las infinitas tramas paralelas aquí era la chance de convertir a Montserrat y darle una vida nueva, o partir con hacerla Ghoul... ¿Pero era aceptable unirla "a la familia"? Ella no era un soldado nato o adaptado como los otros dos, y en sí habías decidido hacerla primero tu amig-... Ahm... ¿Ah? ¿¿Ah?? Acaba de decir: "Y la sire de su sire". ¿L-a? ¿Femenino? Una de tus sire-abuelas, tu tatara-sire-abuela era... ¿Una mujer, como tú? No sabías de esto o se te pasó por alto entre los últimos 7-8 siglos de no-vida excluyendo tus años de vida humana quizá, fijo. Oh vaya. Pero al punto, Norman te dió el visto bueno, como un padre odioso diciendo: "Si quieres salir con esta persona, pues vale, pero al menos hazme saber o sé cuidadosa" y ya. Oh vaya.

- Ya lo tengo considerado de antes. Tengo un contacto, uno de los míos o tuyos, léase, un vástago que protegerá a Asturias, suficiente como para que quién sea que intente siquiera molestarla preferiría no haberse levantado de su cama, o en absoluto.

Sonaba crudo, pero suponías que era más que confiable si era el caso. Por otro lado, cuando hablaste de paz al final de finales ya, viste como su gesto se ensanchó y sus ojos se abrieron. Mostró una "sonrisa" cruda, furiosa casi, alzando su mano entonces. Oh no, ahí venía. Movimiento Mental. Su gesto era el de ladear la mano y envolver lentamente con sus dedos como si fuese a agarrar o aplastar. No era casi necesario en absoluto pero servía y resumía el ritual para la Taumaturgia, sin embargo se detuvo, al ser al final puro gesto cuando pusiste las dos canicas como rehenes. Enfocó la sonrisa esa torcida en un costado, como quién chasquéa la lengua al sacar una mala mano de póker o lo que sea.

- Qué manipuladora. Tu intención es positiva, tu acto es honesto, tu ideal es noble y sin embargo sabes manejar las cosas a tu antojo... ¿Paz, dices? -Su gesto en ese momento sí que daba un miedo caga-cojones inmenso, pero poco a poco lo fue soltando a medida que suspiraba, bajando esa mano bluffeante suya de amenaza teórica, porque últimamente reconocía esto:- No puedo ir contra la persona que mejor puede manejar esos dos huevos de oro y Ases bajo la manga por ser además su creadora original... -Suspiró ya audiblemente.- No pensaba matarlas, ciertamente vivas dan mucho más uso. -Otra vez un gesto horroroso, pero breve. Agregó algo entonces en un gesto más lógico, un tono más lógico.- Sin embargo, si todo sale de mal en peor, es posible que tenga que al menos matar a una de las dos, posiblemente a la sire, asumiendo que ella no me mate primero, como ya te dije antes, verás, ella no es ningún chiste, y como te dije antes igual, su poder rivaliza con el mío, sus sombras pueden... Pueden hacer cosas feas.

Pausó, como si no quisiese contarte, a pesar de que está claro que no contarlo solo da más ganas de saberlo. Se encogió de hombros.

- Te lo pongo así, no te sorprendas si ella me empala no con uno, sino con cuatro grotescos brazos de sombra en el peor de los escenarios. -Tal cual. Te lo imaginaste y... No te sonaba, no directamente, pero pensabas en esos juegos retro que te mostraba Jude a veces y que habían sacado literalmente una decena de secuelas, en donde habían personajes y luego un enemigo más grande, quizá de dos metros o dos metros y tanto, con cuatro brazos y... Urgh, ahí lo tienes, y de oscuridad, más encima.- Y nada de humanos muertos entonces, has dicho...

Posó su mano frente a su cara ahora por completo, como sujetándose la cabeza con una sola mano. ¿Pensaba en algo? ¿Acaso olvidaba algo? Sabías, notabas que había una anomalía. Te miró entre los dedos que cubrían su rostro como una reja, una cárcel casi, luego de eso sacando la mano y simplemente mirando tus ojos con los suyos, una vez, luego otra. Ojos suyos. Ojos tuyos. Ojos suyos. Ojos tuyos. Ojos... ¿Ojos? ¿Qué ojos? Ah, sí, Norman, em, proyecto, cosa, palabras, tratos. Tratos hechos, sí. ¿Eh? ¿Qué? Ah, sí, está bien, lo tenías... ¿Qué tenías? Pues la idea, claro. ¿Cual idea? Ah, quizá demasiada información te tiene cansada.

- Tengo que terminar algunas cosas. Si necesitas hacer lo que veas, que así sea... Tendremos la victoria.

Agregó, confiado, confiando. ¿Acaso esto era el paso inicial y decisivo para trabajar como iguales?

Tornó hacia atrás, girando entonces, mostrando su espalda y hablando justo cuando estaba por irse:

- Tu proyecto es absolutamente asombroso, no tengo comentarios por ahora. Toda sugerencia o posibilidad extra para encauzarlo o ayudarte la diré después, si sobrevivimos... Por ahora, hasta entonces.

Y así, su espalda empezó a alejarse, muy como esa vez, ese día cuando hablabas con tus amigas, en aquella reunión, en aquel ágora, en aquel debate abierto en donde llevabas la voz cantante y él apareció, cabrón, sonriente y malicioso, serio, dispuesto a usar su retórica de cientos de años para poco a poco destruírles a todos mentalmente quedando esa vez ahí, solo contigo, apareciendo de frente, opresivo y llegando hacia la que era su presa y donde dicha presa no lo sabía, en un acto menos que humano, un acto innombrable, un acto que reducía a los humanos a bestias sin forma, a limos, a creaturas sin consciencia, sin alma, sin nada, como lo que él fue e hizo entonces ante tí, contra tí, como el abuso que hizo y haría a posterior. Y ahora, su espalda se alejaba, en un contraste y call-back reverso, completamente contrario.

Tremoroso, oscilante y dudoso, en contraste con el imponente y opresivo que fue aquella vez hace décadas y como ahora lo habían hecho sus ojos justo antes de que te dijo lo último, parpadeando varias veces al mover dichos ojos.

Trepidante fue el sentimiento que casi tuviste pero no al mirarle alejarse más y más, como algo simbólico pero desconocido y que al final careció de forma obtenida. Aquel monstruo con forma de humano llamado Norman T. se alejaba poco a poco y con eso reflejaba algo. ¿Acaso iba a...? No, no tenías forma de saberlo, y el pálpito sin embargo por potente que fuese, resultó demasiado inminente y directo. A diferencia de esos sólidos tres dieces, lo tuyo fue casi poético, un 10 y un 1, negando toda chance de sentirlo con tu hyper-omega-ultra-tacto, como si la entidad no quisiese que lo palpases.

Ya que se han agotado las palabras con "T" y la más potente fue usada al comienzo, en donde todas las otras fueron agotadas entre ambas, em, entidades, podemos terminar esto con algo gracioso, que es que una "T" dada vuelta parece, chistosamente, un dedo del medio utilizable contra alguien a la hora de mandarle a la mierda. ¿Quizá sea aplicable en el futuro?

Nunca se sabe.

"N"

- Tiradas (5)

Motivo: Percepción + Empatía [Norman] (Aunque usted no lo crea)

Dificultad: 9

Tirada (5 dados): 7, 10, 5, 10, 10

Éxitos: 3

Motivo: ¿? + ¿? [Primela]

Dificultad: 8

Tirada (6 dados): 6, 8, 2, 4, 10, 8

Éxitos: 3

Tirada oculta

Motivo: Mente Olvidadiza (Astucia+Subterfugio) [Norman]

Dificultad: 9

Tirada (7 dados): 6, 3, 10, 7, 1, 3, 7

Éxitos: 0 Fallo

Tirada oculta

Motivo: Mente Olvidadiza (Astucia+Subterfugio) [Norman] {+1 Voluntad}

Dificultad: 9

Tirada (5 dados): 4, 10, 8, 4, 9

Éxitos: 2

Motivo: ¡! (¿?)

Dificultad: 10

Tirada (10 dados): 5, 7, 10, 9, 3, 3, 6, 2, 8, 1

Éxitos: 0 Fallo

Cargando editor
30/04/2018, 20:28
Primela

¡Tintín! ¡Taberna! ¡Tomate! ¡Tulipa!

Ok, sería adecuado que la narradora dejase un poco de espacio entre t y t, sino, el fluir de esta historia se podría volver un poco (más) absurdo. Como absurdo se estaba volviendo el comportamiento de mi disciplina que casi te teletransporta a un recuerdo. T-eletransporta. ¡Basta! Mi yo interno gritaba basta a los enigmas normanianos, a la presión, al miedo, a la vida, a la muerte, al punto eterno intermedio en el que me tocó existir, a las cosas raras que hacía mi auspex, estoy cansada... Empezaba a allegar a ese punto en el que el cansancio se sobreponía a las emociones de las que había surgido, mis manos temblorosas intentaban alejarse de las cenizas voladoras imaginarias que mi súpertacto identificaba preso de la paranoia. Con un tacto tan sensible, las minúsculas motas de polvo, el las pequeñas partículas de humedad en el aire y hasta la vibración de los ruiditos lejanos se podían confundir con trocitos de recuerdos que se procesarían en mi mente ajenos a mi voluntad. Y ya había hecho mi esfuerzo de valentía al decirle todo eso a Norman, ahora necesitaba descansar. Misericordia... misericordia... No sabía a qué o quien le suplicaba, o rezaba, en mi pensamiento, pero me sentía culpable por hacerlo. Mi antigua yo, la que estaba viva, me habría maldecido por algo como eso. Claro que mi antigua yo no sabía nada de cosas como maldiciones.

Y en ese estado paranoico en el que cualquier cosita chiquita me hacía saltar todas las alarmas, Norman me preguntó si había visto algo. ¡No! ¡No! ¡No! Agaché la cabeza, me la cubrí con las manos temblorosas, cerré los ojos. Perdón... no... ceniza... sin querer... no por favor... La tensión en mis músculos era tanta, el temblor era tan absoluto, que me era imposible distinguit si el terremoto era externo o interno, o las dos cosas. Las paredes se rompían a mi alrededor, como si mi tacto las refractara indebidamente, el suelo parecía tragarme hasta el centro de la Tierra y escupirme con violencia en cada segundo. El aire transformado en astillitas que me envolvían el cuerpo y bailaban al compás de una danza macabra. 

 ¿Sería la banda sonora de mi verdadera muerte? 

Pero nada de eso. Norman no me castigó. Norman me felicitó, me escuchó. Incluso, sacando el tema de Montserrat, intentó darme algo así como un... ¿Consejo? Dejé de temblar poco a poco, mi cansancio emocional ayudó mucho sin duda a ese proceso, y hasta tenía un nuevo conflicto emocional. nonono, no quiero quitarle nada a Montserrat, Montserrat es mi amiga, las amigas no se quitan cosas, nonono no quiero, no quiero, quiero que esté viva y sea feliz... sé sincera, la quieres a tu lado, a tu lado por siempre y admirándote y haciéndote sentir sabia e importante. nononono, pero prefiero que sea libre y feliz. ¿Como cuando los humanos prefieren la carne de las vacas que han pasturado libres por el campo? nononono, Montserrat es buena, no le quiero hacer daño, no quiero no quiero ¿¡Una sire!?

Eso paró el mundo por un momento, pero no su inercia. Parecía que todos los engranajes se hubiesen detenido, pero todavía estuvieran luchando por hacer su trabajo. Si existía la sire de un sire, tenía que hablar con ella. Esa persona debía ser lo más parecido a la otra Primela que vi en mi alucinación, o lo más parecido a una que se había slvado de serlo. A lo mejor lo que necesitaba era alguien que me entendiera, alguien así con hablar... debería hacer terapia... No era mala idea. Si sobrevivía mañana, a lo mejor debería buscar una terapeuta... Mientras imaginaba la escena de mi cadáver hablando de cosas como "a veces tengo ganas de chuparle la sangre a la gente, tengo un superior que me tortura, quiero ser amiga de alguien a quien también querría convertir en un zombi mágico", Norman me dijo eso de que ya había tomado medidas para la seguridad de Montserrat. Eso fue una gran sorpresa, los engranajes que hacían girar el mundo se pusieron en marcha otra vez, ahora más suaves, lentos tranquilos. Me quité las manos de la cabeza, levanté la cara. Gracias...

¿Cuanto podía cambiar nuestra relación por esa palabra? Lo dicho, demasiado agotamiento emocional como para darle muchas vueltas. Aunque notaba esa cosa amorfa y latente entre nosotros cambiando, eso seguro. Cuando me dijo lo de que era manipuladora y manejaba las cosas a mi antojo, no pude evitar que se me escapara un aprendí del mejor, y al oír mi propio pensamiento volví a temer por mi integridad física. Pero Norman parecía enfocado en prepararme para el peor caso, que se supone, sería su muerte. El peor caso para él... El peor caso para mí, sin duda era mi muerte, puede que una muerte lenta y dolorosa, después de la de Norman, una muerte basada en torturas para conseguir información de Norman que seguro yo no conocía. Miré las dos bolitas en mi mano. ¿será suficiente con esto...?

Mientras el miedo empezaba a decantarse desde mi sire hacia las LaSombras, el susodicho se alejaba. Hasta parecía haber aceptado evitar la muerte de humanos. Había aceptado mi relación con Montserrat, mi proyecto. Y ahora tenía ese aire indescifrable, ese ritmo en los ecos del cuerpo que denotaban alguna emoción, intención, pero nada que pudiera entender. ¿Iba a hablar con "el cenicero"? ¿A suicidarse? Quien sabe... Ha-hasta entonces... 

Y así, se alejó. Me quedé sola en mi semilla-célula-iglú-laboratorio-habitación. Noté en mi piel que las comisuras de mis labios se fueron parriba. Sonrisa - recordé - eso se llama sonreír. ¿Por qué estaba sonriendo mi cuerpo? ¿Acaso creía que había conseguido alguna victoria? Algo así, creo que sí.

Todavía con esa sonrisita, metí la mano en mi bolsillo, y saqué mi teléfono. Busqué en mi lista de contactos, hasta que encontré a "niña invernadero". Los botones hacían cosquillas. Cambié el nombre, ya no podía tenerla guardada con ese apodo. Montserrat... Por algún motivo, preferí no añadir su apellido. Quizá era algo sugestivo que me llevaba a pensar que así estaría más protegida. Las letras de su nombre palpitaban en mis dedos. Acabé el trámite, la niña invernadero se había transformado, oficialmente hasta dentro de los cacharros tecnológicos de esta era, en Montserrat. Observé su nombre un momento. Todavía tenía esa sonrisita. En ese instante, puede que cegada por la alegría de que mi sire aprobara su compañía, de verdad la quería libre, viva, disfrutando. Sentí como los deseos de posesión se me comían al pensar cosas como que estaba disfrutando con alguien, sentí las ganas de aparecer allí mismo y drenar a quien fuese, y atar con sangre a Montserrat por siempre. Pero después de que esa imaginación pasara, me pregunté si de verdad quería eso. Y no, probablemente toda mi vida se volvería frustración y más frustración si poseyera la voluntad de Montserrat, si jamás pudiese saber si ha hecho algo porque quiso, porque yo quise, o porque ella creyó que yo quise. ¿Así se siente Norman...? Y si era así como se sentía, ¿era castigo suficiente por lo que me había hecho? Pero no podía ser igual, él nunca me gustó, y nunca quiso ser mi amigo, y si lo intentó, lo hizo muy mal.

Quise creer que Montserrat y yo éramos diferentes. Quise creerlo con todas mis fuerzas. De entre todas mis fuerzas, encontré sentimientos como ternura. Si esta podría ser mi última noche... Me puse a teclear letras. Un mensaje para Montserrat. Uno porque sí, sin ningún objetivo funcional. Tenía una sensación en el cuerpo, que, bueno... dejemos que hable la música (y traduzcamos su letra porque es muy genial):

Me sobran palabras (aguja,hilo de coser, tijeras, estufa),
me sobran palabras (vermut, patatas, olivas),
palabras muy cortas (pino),
palabras muy largas (esternocleidomastoideo),
palabras muy fáciles (mamá),
palabras difíciles (oblicuidad)... y yo que sé.
Me flatan palabras para explicar que significa para mi.
me faltan palabras ...
los diccionarios están llenos de palabras gratis y ciertas.
palabras de amor sencillas y tiernas.
(Ella tenía dos lunas en toda la cara,
las abría y las cerraba.
y tenía las dos caras de la luna.
una blanca y la otra oscura).
Me sobran palabras pero no tengo nada que decir 
(cadáver, pitufo), me me sobran palabras,
en dos años me retiro.
palabras muy feas (ñu).
palabras muy guapas (lapislázuli) 
palabras provisionales con los acentos girados.

 

Hola Montserrat. Perdona si te molesto. Solo quería desearte buenas noches. Buenas noches. Gracias por todo, también. Pásalo bien, en la vida, y esta noche, y mañana, en general, quiero decir, pero te lo digo ahora, porque estoy escribiendo ahora. Buenas noches. Un abrazo, si me permites el atrevimiento. Buenas noches.

 Apreté el botón de enviar sin pensármelo dos veces. Sentí la vergüenza, el miedo, la inseguridad, y abracé mi teléfono, noté su geometría plastificada contra la sangre seca de Montserrat bajo mi ropa. Por algún motivo, ese repentino ataque de valentía comunicativa salido puede que de la alegría reprimida ante los recientes avances en la relación con Norman, puede que de el hecho de que podía ser mi última noche con vida-novida-existencia genérica, me gustó. Por algún motivo que no sabía, me gustaba esa vergüenza, inseguridad (¿¡si me permites el atrevimiento!? Vieja!), miedo. Todavía me faltaba un mensaje.

 

Hola Erzsebet. Perdona que te vuelva a mandar un mensaje después del último. Solo quería decirte que te quiero mucho, hermana, y que agradezco lo bien que me tratas, a pesar de todos los problemas que te doy, y pertenecer a donde pertenezco. Gracias por todo, espero nos podamos ver pronto. Que tengas suerte, Hermana.

 Esta vez no abracé mi dispositivo que detecta y transforma ondas de largo alcance en señales comunicativas, sino que me lo quedé mirando un buen rato, como si de él fuera a salir la respuesta al enigma que era Erzsebet. 

Volví a mis asuntos urgentes de vida o muerte. ¿Qué pasaba si la batalla no acababa después de las canicas? No podía ignorar esa posibilidad. Me senté-dejé caer en el suelo de mi santuario tecnomágico. ¿Y qué pasaba si justo en el momento de la batalla a mi auspex le daba por mostrarme la vida de la gente? ¿Y qué pasaba si a mi supertacto le daba por hincharme a sensaciones inaguantables? Habían tantas cosas en el mundo a parte de la vergüenza que me daba mandarle un mensaje de buenas noches a Montserrat... 

Por lo que sabía, solo la luz podía ser efectiva contra las sendas de las LaSombras. Solo tenía dos oportunidades para aprovechar esa debilidad. ¿No había ninguna otra manera de luchar contra las sombras? Otra mota de polvo alertó de repente mis sentidos. Seguí su movimiento como un perro siguiendo el movimiento de un gato. Me hice daño en el cuello. Al final, parecía que no era nada. Me quedé pensando un momento en esa mota de polvo, en como hasta las cositas pequeñas en el aire me podían dar un susto que podía resultar mortal. A veces, deseaba que todos pudieron hacer zoom y sentirse como yo durante un rato. Si Norman pudiera sentirse como yo, si las LaSombras pudieran sentirse como yo, seguro que no harían eso, seguro que  harían terapia de grupo y se ayudarían mútuamente a superar el día a día. Noche a noche. Como fuera. Si me atacasen en ese momento, lo más seguro es que estuviese perdida. Tenía las dos canicas, y la única otra luz era la del escritorio del iglú. Muertísima. Quise volver a una sensación que me gustara, y miré el teléfono con el que había mandado mensajes a mi hermana y mi intento de amiga. La luz del escritorio se reflejaba en la pantalla. Reflexión, refracción, oblicuidad.

 

Me levanté. Había algo que quería probar antes de ir a descansar de una vez por todas. Lo primero, activar mi primer puntito de auspex-disciplina que expande y enfoca los sentidos y los nombres. Con mi tacto hipersensible, a lo mejor podía palpar una cosa que afectaba constantemente a la luz de nuestra alrededor sin que le prestáramos mucha atención: gotitas de agua. Si podía juntar unas cuantas de esas gotas de agua con movimiento mental, hasta que fueran una masa flotante de agua visible para una persona normal, luego podía seguir jugando con esa masa de agua sostenida con movimiento mental. Podía darle la forma que yo quisiera a la masa de agua para refractar y reflejar la luz artificial a mi favor. Puede que no fuera tan poderoso ni efectivo como una explosión solar, pero un buen chorro de luz eléctrica enfocada a los ojos de unas vampiras acostumbradas a las sombras podía ser igual de decisivo. Quería probarlo, saber cuanto tardaría en efectuar tal ataque, cuanto me costaría, hasta que punto podía enfocar la luz de esa manera...

Pensé una vez más en Erzsebet y Montserrat. Tengo que sobrevivir y contarles todas las cosas cools que estoy hacieno... Me concentré.

Notas de juego

A parte de mandar mensajes y Primelear y eso, intento:

activar el primer punto de auspex para notar la humedad del aire. Luego, juntar esa humedad en una bolita de agua com movimiento mental. Luego, moldear esa bolita de agua para que haga algo así como efecto lupa. Quiero ver cuanto puedo enfocar la luz del escritorio de mi laboratorio-iglú, y cuanto tardo en hacer todo esto. La idea es que se pueda usar como mínimo para cegar a alguien con la luz concentrada.

Cargando editor
10/05/2018, 11:07

Un destello peculiar pudiste ver en los lentes de tu sire, aquel con nombre iniciando con 'N', en aquel último instante que le viste estar ahí, frente a tí, justo en la entrada de tu iglú/base/semilla/sub-refugio personal dentro de aquel refugio general que era de ambos, de él pero de ambos, podría decirse. Tras eso, sin más, se largó/había-largado, juegos temporales y cosas locas, locas locas. No sabías qué podía ser pero algo era, algo había. Siempre algo había y nunca no algo había, y lo sabías. Esfuerzo dando versos.

Por otro lado: "Zombi mágico" era literalmente el nombre de la película de comedia-horror (¿...qué? ¿a lo Scary Movie pero al revés?) que tenías que crear tú misma para hacerte con todo, literalmente, quizá inventar el cine privado para vampiros, vástagos y cainitas, si no existía ya seguramente, porque era demasiado genial y chistoso. Aún así, considerando todo, si le decías "el cenicero" o "cenicero" al sire de Norman en su cara o en su rango mental si estaba leyendo ten por seguro que volvería a sus 'viejas costumbres' y te agarraría la cabeza para reventar tus ojos con tu disciplina y senda favorita de Taumaturgia, el adorado, apreciado, aclamado y otras a's varias, el fucking Caldero de la Sangre, sin dudarlo. Ten cuidado. Te lo digo yo, el narrador, aunque el mérito "Sentido Común" esté banneado en mis juegos. Ok, suficiente cuarta pared, basta. Que siga el asunto.

Tenías dudas sobre todo, muy Primelamente, sobre tus dos pequeñas bolitas solares que llevabas en las manos como rehenes y cartas de triunfo para el Día D que sería mañana (de hecho, en unas pocas horas), sobre Montserrat Asturias que tenía nombre de heroína o alguna otra cosa legendaria y cuyo apellido omitiste en tu móvil por seguridad astutamente quizá entendiendo los hints que Norman ha ido dejando con sus sospechosas conductas respecto a ella (aún si apoyando tu estar con ella y buscando considerarla) así como yo mismo he ido dejando en el largo de la narración y, claro, dudas sobre Norman misma y la especie de amalgama pegajosa, cual limo o slime en inglés que era vuestro bizarro lazo, no un vínculo, no una amistad, sí un nexo de discípula y maestro y quizá otro eventualmente de iguales en la no-existencia o no-vida y sus hazañas o pat-épicas a soportar, tribulaciones, etc.

Tus pensamientos y el abundante yuri que sentías por Montserrat hacía que tu Bestia Interna por segundos palpitara. Norman se hacía el frio y pragmático, y lo era, pero a su vez era alguien rabioso, propenso a la rabia rápida y a la falta de compostura y templanza propia, como una mezcla rara entre un robot mecánico y preciso, que hacía todo neurótica y quirúrgicamente pero a su vez con gran pasión, podría decirse e inagotable flama. ¿Algo así como Terminator? Pero menos heroíco, dependiendo de cómo lo veas en la película y todo eso. Tú por tu parte sentías esa misma pasión rabiosa y odiosa, como esa Primela oscura que a su vez podía o no representar a o ser representada por tu bestia, como diciendo que tomaras la oferta de Thessius, con su apellido falso excepto por la obsesionante "T" del comienzo de su apellido real y la esclavizaras. ¿Qué pasa si quiero proteger pero quiero dejar ser y exponer a los peligros ajenos o incluso del propio mal-actuar? ¿No era eso lo que sentía un padre? ¿No sintió eso Norman cuando quiso darte "algo mejor" al buscar tus cualidades como una erudito, como alguien con carisma, como alguien poderosa? Pero te lo quitó todo, no podías perdonarlo... ¿Podías perdonarlo? No podías perdonarlo... ¿Podías...? No, mejor te dejo eso a tí o te quitaría interpretar a tu propia Primela y su Primelosis. Sorry, my bad.

Tus sentimientos negativos rápidamente pasaron a ser sentimientos positivos, quizá sancionados o permitidos por tu inmensa humanidad, tu espíritu y moral que era una rareza entre la casi absoluta mayoría de malditos como tú, muy como te había explicado Norman y sabías por tu cuenta, que tonta no eras, solo timorata. "T-onta" y "T-imorata" empezaban con T, por cierto, pero dudabas que fuesen la palabra esa. Así, el yuri mostró su otra cara y tu sentimiento como de una niña feliz de hacer algo vergonzoso se manifestó ante Montse al mandarle el mensaje. Mandaste el otro mensaje entonces y cuando estabas terminando de mandarle el mensaje a Erzsebet, tu hermana, llegó un mensaje. ¿Qué? ¿Montserrat? ¿Tan rápido? Terminaste de mandarle el mensaje a tu no-hermana no-de-tu-clan y lo viste, era de nada más, ni nada menos ni nada más que...

Otra opción es que yo la convierta en mi chiquilla, tal cual, haciéndola algo así como tu 'hermana menor' como parte de mi progenie. Puedo convertirla en ghoul para darle una, como dicen ustedes humanos, 'demo' igualmente, si bien carezco de sangre para regalar, ya con mis poderes y ya sabes. Otra opción es que tú la conviertas en tu ghoul antes y le des la mencionada demostración previa y costumbre a nuestro mundo. Son sugerencias.

PD: ¿Qué debería tocar para acompañarte mañana? Te seguiré lo que hagas o improvises, pero dame una idea, que tengo que despolvorar al amigo y a mí mismo de paso

Es curioso porque cuando Norman escribe escribe tochacos de mensajes, los escribe como si fuesen cartas casi formales, los escribe sin avisarte ni saludarte ni nada y se le olvida algo, como ese punto al final de "paso" cuando hablaba posiblemente de su piano y de sus, literales, dedos para el piano. Tras eso, sin embargo, te llegó un mensaje... ¡De tu hermana, de Erzsebet, joder!

No, primero era una imagen, varias imágenes:

Primero salía Erzsebet haciendo girar sobre su dedo índice una especie de... ¿Masita? Por lo que veías parecía una masita de uuuuuuuggggggggggggggggggggggggggggggggh mieeeeeerda. Ya, estabas acostumbrada a que la in-humanidad de tu hermana fuese casi tan inhumana como la de Norman pero de verdad no te lograbas acostumbrar a las masitas de su propia piel y carne removida por su peculiar propiedad de zombie mágica extra zombie y extra costrosa, con heridas que se marcaban a lo largo de la vida, y que como te comentó muchas veces aparte de las masitas-bolitas mismas, la volvieron en una experta en combate a lo largo de su vida. Parecía girar una de esas esferas de masa-carne en su dedo como una pequeña pelota de basktetball sonriendo confiada.

Luego la segunda imagen le mostraba sonriendo ampliamente y con algo de sangre no solo en su colmillo sino cayendo hacia su boca, sutil pero clara de que había estado... ¿Acaso eso al fondo era un sujeto vestido de traje completamente arrojado en el piso? ¿Donde estaba? Parecía una especie de callejón o lugar tipo garaje/bodega abandonada y tal, típico lugar de... Ah, ya, crées que lo entendías, Erzsebet estaba escapando, como siempre estaba escapando y nunca no estaba escapando, pero estaba haciéndolo bien, su mensaje para tí era... Ah, había un mensaje textual. Malkavians.

No te preocupes por mí, hermanita, tu Erzsebet está muy bien, pequeños percances no la estorbarán, más bien son estorbos para sí mismos, ella se encargará. Tú solo cuida tu linda cara para que de nuevo nos veamos.

HaStA pRoNtO.

Suponías que eso último era una especie de... Ah, no sabías ya ni yo sabía cómo decirlo. ¿Post-demencia irónica? ¿Demencia genuina y clichada en exceso? ¿Proto-demencia clásica genuina? Quizá cruzaba todos esos ciclos y terminaba siendo demencia y locura normal, tal cual. Quizá ese intervalo de letras era una clave o era algo que hacía por gusto/capricho y no parte de su locura legítima... Malkavians.

Pero estaba bien, en lo que para Erzsebet Villdolid (jamás, pero jamás debes decir ese apellido en frente de ella, por mucho que lo sepas) era estar, dentro de todo, bien. Al parecer el móvil te dió un enigma como respuesta al enigma de tu hermana mayor. Clásico Malkavian. Y... ¿Nada de Montse? ¿Quizá estaba en alguno de los poquísimos valles del pueblucho que era Zugarrarmurdi liándose con algún tío? ¿O quizá fue a alguna de las carreteras donde había lugares o incluso a Sare? No, no, tenías que calmarte y pensar.

Y cuando te calmaste y pensaste o al menos pensaste en calmarte y pensar (¿pensar en pensar? plz) fue que llegó:

No creo ser digna, pero te lo agradezco, señori-... Primela, jeje, no me acostumbro, perdón! Me gustaría conocerte más igualmente. ¡Quizá podríamos salir juntas a beber algo o a divertirnos por la noche si gustas! No sé cómo funciona del todo contigo pero, bueno, ya me dirá, em dirás s-síg ustas, gusta, gustas... ¡Eso, buenas noches! M.

Y en contraste con Norman, Montse escribía como una persona moderna a pesar de ser una niña invernadero campesina por lo general pero tenía toques elegantes aleatorios, como a veces poner solo el último signo de exclamación y luego poner ambos o tener buena gramática y ortografía en general a pesar de poseer ciertos fallos deliberados y/o casuales dobles, eso y la "M." al final como una firma. Cada persona (no-muerta o viva) era un mundo o universo, mundoverso.

Ya con todo eso resuelto y creías que nada más, porque claramente nada faltaba, nada sobraba y todo siempre estaba en perfecta armonía en este mundo donde todo era siniestritud y tinieblas, 100%, era que podías concentrate en tu última carta bajo la manga aparte de la carta bajo la manga ya diseñada. Te concentraste entonces y empezaste a tomar el agua ambiental, que era un porcentaje ínfimo pero existente, espirado por los mismos seres animales y vegetales así como existente por el solo hecho de que dichos seres vivos podían, bueno, vivir por el agua. ¿Podrías algún día con tu Senda Taumaturgica, Via Conjuritas, crear la vida directamente como sabías que era el cúlmine de dicho poder? Por el momento, era momento de pensarlo sino de enfatizar tus sentidos a tope y entonces poder sentir cada pulso, cada tacto y cada pequeño elemento, cada gota de gota o proto-gota, cada segmento de H2O casi a nivel molecular sin tener que usar tu nivel superior del Auspex para entonces mirar, mirar, mirar, mirar... ¡Y tomar!

Algo así como juego complejo de ruleta o de cartas, como los que jugaba Norman en sus días mozos.

Y no pudiste, era difícil. Tal cual era como tomar una bola oscilante en una ruleta en pleno movimiento, como, digamos, por dar un ejemplo random y que no se usó ni usaste tú directamente en ningún momento: Arrojar una piedrita desde Madrid por un lado y por otro lanzar otra desde Zimbabwe y que acertaran justo en un punto preciso en el medio del océano. ¿Y si usabas tu Movimiento Mental para trampear en los casinos? ¿Norman haría eso para ganar plata rápida? ¿No le costaría menos Dominar a alguien adinerado y ya? No, concentración. Aquí lo que tenías que hacer era, en dificultad, el equivalente a tomar digamos, un hilo y una aguja para enhebrarlas a través de kilómetros a distancia, citando de nuevo Hunter X, esta vez la serie a la vez que las líricas de tu canción, todo en un momento clave. ¡Un único instante de paciencia infinita, concentrada en segundos y en micrómetros y luego milímetros! ¡Un cosmos en algunos cuantos centímetros!

Nada, nada, nada. Nada y Norman comenzaban con la misma letra.

Montserrat comenzaba con M, la letra próxima. ¿Por qué algo te decía que otra persona importante empezaba con la misma letra en su nombre, "M"? Tu supertacto a veces se desviaba a cosas que no entendías, sensaciones que posiblemente eran la causa directa de tu incontinencia de superpoderes vampíricos. Si por un lado necesitabas terapia para zombies mágicos, necesitarías terapia médica como cual niño se haría pipí en la cama solo que con sus disciplinas. "Sí, pos que a veces pasa que uso mis poderes sin quererlo, dígame cual ese el tratamiento que me recomienda, vampidoctor"... Vale, no tan gracioso, pero de todos modos. ¡Te concentraste de nuevo!

Poco a poco fuiste acumulando los grumillos hasta formar una gota, y otra, y otra, y otra. Tomaste microgramos atándolos hasta que fuesen miligramos y luego centigramos hasta ser, eventualmente, decigramos y luego gramos, formando casi una pequeña canica, como la mitad del diámetro esférico que tus canicas solares o poco menos, como unas cuantas veces el tamaño de una cabeza de alfiler. ¿Cómo podías hacer eso si el Movimiento Mental supuestamente solo debía funcionar y lo habías visto funcionar con objetos sólidos? Porque tú, con tu tacto exagerado podías palpar directamente la tensión superficial que hacía ser al agua misma y unirla, tal cual. Tú y solo tú podías manejar agua telekinéticamente de esta forma. ¿Acaso Norman sabía y prevía todas estas posibilidades? ¿Fue por eso... Via Sanguis? No, no lo sabes, pero sí sabes que estás a punto de hacerlo.

¡Y qué mejor que probar si podías cegar a alguien que contigo misma, claro! ¡Viva el auto-desprecio!

Tu cuerpo y tu mente deciden usarte con gran alegría para, en un éxito rotundo, desplazar el rayo de luz que ves corpúsculo por corpúsculo, onda por onda para llegar a la gota flotante concentrada, ser refractado entonces y llegarte directo a los ojos, a los dos ojos, con gran exactitud tal que casi te los quema, pero no, solo te deja ciega, por completo, haciéndote tambalear por... 4 a 5 segundos máximo.

Y de hecho, 4 a 5 segundos eran suficientes en una situación de muerte o poco-menos-que-muerte para que Norman pudiese agarrarle la cara a esta mujer, a Kozlov, la mencionada sire-monstruo-sombría y reventarle los ojos a base del ya mencionado poder que era tu mejor de mejores amigos, Caldero Sangriento y acabar el duelo en un instante. Funcionaba. Era jodidamente difícil y te volvía una diana super-sensible, pero funcionaba... ¡Y vaya que dolía, por la mierda!

Todo este experimento exitoso te distrajo de algo que pasaba ahí en la casa. Al parecer Norman moviendo cosas. ¿El piano? No, había más, sentías los pasos y ahora con tu Auspex aumentado (y además, por estar post-cegada temporalmente, recuperando la vista de a poco y por ende hubiendo incrementado tu sensación de audición esos segundos y ahora los posteriores) de los dos ghouls, tal cual. Movían algo, algo que estaba tapado. Quizá eran armas o cosas que usarían ellos y/o Norman para el Día D, mañana, tal cual, se sentía ese algo plástico o de vidrio que impedía que hasta tú pudieses palpar o escuchar el interior, aislante, claramente. Sea como sea, ya estabas.

Ya, por fin, estabas. Tocaba pensar en qué improvis-... ¡Qué locura! ¡No eras una Malkavian tú como para cometer una paradoja de pensar en lo que ibas a improvisar en el momento! ¡Menuda paradoja! ¡Por mucho que pasases tiempo con Erzsebet! Que esperabas que estuvieses bien escapando de quién sabe qué, probablemente ghouls de la Camarilla u otros, pero sabías que ella era un genio aparte de un monstruo, mal no le iría, como te había mostrado con las fotitos. Por otro lado, el caso es que ya mañana en sí verías qué hacer para tu concierto y todo. Ahora quizá podrías salir a... ¿Comerte una vaca? Darle una muerte pacífica o algo.

Norman parecía haber dejado tácitamente permiso para que lo hicieses y salieses a los amplios espacios que rodeaban Zugarrarmurdi y consistían en los últimos territorios Españoles antes de que fuesen Franceses, dicho sea. Pensar que todo esto comenzó con tú saliendo sin permiso y Norman luego mostrando su actitud rabiosa y furiosa para alguien calculador y neurótico, ahora resultando en un Norman aaaalgo comprensivo, aaaaalgo más decente y dándote chance a salir por tu cuenta.

Así era.

Que sera, sera.

- Tiradas (4)

Motivo: ¿? + ¿? (¿Primelosis aguda?) (Especialidad)

Dificultad: 9

Tirada (5 dados): 2, 9, 2, 8, 2

Éxitos: 1

Motivo: Fuerza de Voluntad {-1 Dif +1 Dados (Supertacto)}

Dificultad: 9

Tirada (11 dados): 1, 9, 5, 1, 3, 3, 2, 4, 9, 2, 6

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: Fuerza de Voluntad {+1 Dado (Supertacto)}

Dificultad: 10

Tirada (11 dados): 3, 9, 2, 10, 10, 10, 10, 10, 1, 5, 10

Éxitos: 5

Motivo: Fuerza de Voluntad {-1 Dif (Supertacto)}

Dificultad: 9

Tirada (10 dados): 5, 6, 9, 8, 2, 10, 4, 6, 2, 3

Éxitos: 2

Cargando editor
10/05/2018, 16:01
Primela

(Léase rápido y rapeando) Sin duda alguna cada una de las tildes previsibles irascibles iracundas que alumbran la penumbra pálida de la piel como papel son esfuerzo dando versos, dedos dados a los dados caprichosos como... osos. Cariñosos. (Ok, ya está, ya fue)

Norman era como una de esas tildes irascibles, Norman era un adjetivo con el que siempre dudabas de si poner un acento diacrítico o no, y todo el significado de su nombre y la relación que aguardaba con los otros símbolos visuales de su persona cambiaba por completo con ese pequeño detalle. Qué será... Una idea extraña se me pasó por la cabeza... Norman estaría... ¿¡celoso!? calla tonta que te va a oír lalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalalala celososoososososososososhshshshshshhsshhshsmiaumiaumiau, como siempre, el mundo y mi cuerpo fueron adelante y atrás compulsivamente por el miedo y la estupidez de mis propios pensamientos. Pero poco importaba que intentara estupidizarme los pensamientos peligrosos, hasta sin palabras la idea de que mi sire tenía celos de Montserrat ya estaba ahí, la idea de que una humana más o menos "normal" podía hacerle sentir vulnerabilidad, podía destaparle todas las inseguridades, ya estaba ahí. Al fin y al cabo, a mi tampoco me gustaba mucho pensar que Montserrat... no es mía... no es mía... no es mía... Pero yo como mínimo lo pensaba, yo como mínimo me estaba esforzando en doblar y redoblar mi moral y sentimientos hasta que mis deseos más brillantes y los más oscuros se pusieran a charlar en forma de

- Si no nos gusta pensar que está con más gente, ¿por qué deberíamos hacerlo? Primela egoísta is in the house.
- Justamente porque no nos gusta, deberíamos hacerlo, las amigas no torturan física y psicológicamente a las otras amigas cuando les cuentan con quien han estado, así que debemos prepararnos para el caso. Primela conciliadora cede el turno de palabra.
- A mi todo esto me parece muy bien, pero a esa tipa nos la comemos viva, a todos los niveles que se pueda. Primela animal intelectual in your fucking face.
- A mi me gustaría que antes de hablar, nos pongamos un momento en el lugar de Montserrat, y reflexionemos en como nos sentiríamos si oyeramos esta conversación. Primela empática espera haber hecho un cambio significativo en el devenir de las intervenciones, y se retira a escuchar.
- Pues yo creo que nos deberíamos poner en el lugar de Norman antes de hablar, porque aquí se están diciendo muchas cosas que nos harán hervir la sangre y luego diremos que no sabemos por qué y sí que sabemos eh. Primela miedosa-culpable no se va a ninguna parte, nos matan a todas si me voy,
- Hambre, tengo hambre
- ¡Orden! ¡Orden!
- ¡Paciencia que es la madre de la Ciencia!
- ¡El enfoque científico actual es patriarcal! ¡Y capitalista!
- No mezclemos manzanas y peras.
- Eso sonó  homófobo.
- Sería homófobo si fuera "no mezclemos manzanas con manzanas".
- Hola, soy la Primela metapensante, y me dispongo a proponer un debate sobre lo mucho que se ha desviado esta línea de pensamiento de su objetivo original.
- Primela procastinadora secunda la propuesta.
- Primela holística presente, este es el resumen: cuando intento pensar en la peligrosa amalgama de emociones conocida como "celos" enfocados hacia Montserrat, se me va la mente a otra parte. El tema debe seguir siendo trabajado.

 

 

Tantas versiones de mi, cada una con su manera de pasearse por mi cuerpo, me hacían sentir náuseas en la piel, un exceso de emociones-sensaciones que se mezclaban con la casa, el mañana, los pasados, y muchos más. Quería, verdadera y sinceramente, dejar de pensar. Así que toqué el suelo, lo toqué fuerte, raspé las palmas de mis manos contra él, absorbí cada pequeña irregularidad, cada bulto de polvo, sentí como la mugre se iba acumulando hasta el centro de mi corazón, mi sistema nervioso se llenó de serrín, dejé que el silencio del suelo me opacara, dejé que la mandera eclipsara a mis huesos, que mi tacto gritara demasiado fuerte como para oír mis pensamientos. ¿perdono? ¡ÁSPERO! ¿Montserrat? ¡CÓNCAVO-CÓNCAVO-LISO-CÓNCAVO!  

Seguí así un buen rato, hasta que la madera parecía fuego sólido. Mis sentimientos empezaban a dar la vuelta otra vez, mientras la sensación inusual de dejar que el suelo raspara en el límite del dolor se iba normalizando en mi cuerpo, mi cerebro iba ordenándose. Si lo necesito, puedo hacer esto para controlarme. No sabía exactamente a qué situación me refería, pero ese pensamiento me ayudó a irme calmando, poco a poco dejé de frotar las manos contra el suelo. Me empecé a dar cuenta de que me dolían las articulaciones por el esfuerzo prolongado, y ese dolor se extendía como ondas de radio hacia quien sabe donde. Zimbawe. La vibración en modo no-vibración del teléfono chocó contra las emisiones radiofónicas de dolor. Puedo controlarme.

Sentí curiosidad, vergüenza, y miedo. Sentía como me movía impulsada y frenada por tres fuerzas, y la voluntad pura forjada en la costumbre de luchar contra dolor para moverme. Como hecha de caracoles, mi mano fue a descubrir el contenido del primer mensaje. Si hubiera tenido un corazón que funcionara, en ese momento se habría parado. Lo que Norman decía volvía a superar y por mucho el estrés emocional que debería ser capaz de soportar, y además solo decía que eso era "otra opción", solo daba cuerda a mis deseos más egoístas, a todas las Primelas que debería estar reeducando, las que deberían estar en el loquera vampírico, nonononononononono.... ¿otra vez? Sacudí el teléfono arriba y abajo con fuerza, como si eso fuera a borrar su contenido y el tiempo. Otra vez, Primela adelante Primela atrás, Primelas hablando a un volumen de voz demasiado alto para interiores, especialmente interiores tan interiores como dentro de mí, no solo me movía adelante y atrás, también dejé salir un ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha gutural, ronco, que rascara bien mi garganta y nublara todo lo demás. 

Lo que de verdad me devastaba del mensaje de Norman era que 

                                                                           la idea me gusta.

¡AhAhAHAHHHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA! Necesitaba apartar eso de que me gustaba de mis adentros, estaba empezando a ¿¡gritar!? ¡¿AAAAAHHHHAHHHHHAHHHHAHHHHHAHAAAAAAAHAAAAAAHHHAAAAAHHAAAAHHHAAAA!? ¡Estoy gritando! Y no solo estaba gritando, ¡estaba pegándole patadas al suelo! ¡Puñetazos al aire! ¡MALA! ¡MLA! ¡MALA! Me agarré un mechón de pelo, y tiré fuerte, no me haga daño porfavor no me haga daño, la respuesta salió automática y descontrolada ante el dolor en el pelo, ¡tonta! ¡inútil! ¡loca! ¡mala!, ¡AY! ¡AY! Dos golpes con la mano abierta, uno en cada mejilla. Fingí llorar, exageré toda la expresión de la cara, las sensaciones de cansancio muscular, dolor, emociones saliendo y aliviando la tensión de todo el cuerpo, el suelo aplastándome los pies y haciendo parkour por mis costillas, las mejillas en el infierno, el pelo pesándome hasta arrancarme la piel, absoluto descontrol. ¡Aprende! ¡Aprende! ¡Aprende o te mato! Junté los dos puños con una fuerza que solo esa intensidad de emociones destructivas me permitía, y con la misma intensidad emocional cegadora del dolor, me di fuerte en el pecho, tan fuerte que me pareció que mi corazón volvió a latir como cuando Norman me obligó a manifestar rasgos humanos. Tan fuerte que el eco de todos los dolores se juntaron en ese. Y entonces sí, caí rendida de cansancio y dolor.

Una pataleta pat-épica. Demasiadas cosas había tenido que procesar esta noche. Y lo pagó mi cuerpo. Y de seguro Norman lo escuchó. Por suerte, me había dejado demasiado adolorida como para tener fuerzas para hacer algo al respecto. Intenté mover la mano hacia el teléfono. Dolía demasiado. Desactive mis sentidos extendidos por la fabulosa y muy práctica y especialmente voluntaria disciplina de auspex. Así dolía como vidrio recién hecho paseándose por mi cadáver, pero podía moverme. Con el infierno en los dedos, respondí el mensaje de Norman:

Montserrat es humana. Summer time, Blue Monk, Blue bossa, Somewhere over the rainbow, Cry me a river, la vie en rose, Ne me quitte pas, Claro de Luna de Debussy.

Y no era broma: 

Otro mensaje. Erzsebet... no sabía si reírme, echar patrás, o qué hacer. Lo cierto es que era una suerte no ser ella. Dolía solo pensarlo. Pero entre el dolor imaginario y el real, tirada en el suelo después de mi pataleta-autocastigo, de alguna manera, mi hermana consiguió sacarme una sonrisa. Nunca la entendía, dudaba de si ella entendía algo, o lo entendía todo, o tenía un estado de comprensión intermitente a intervalos de nanosegundos, pero a pesar de todo, era una relación imprescindible en mi vida. ¿Era eso bueno? ¿Era malo? Qué sé yo. El caso es que nos aceptábamos, nos cuidábamos dentro del margen de potenciales conflictos de intereses y semi-espionajes mutuos, a pesar de todo eso, nos mandábamos mensajes de apoyo mutuo. A lo mejor eso debía inspirarme en mi relación con Montserrat. ¿Con Norman? Di un cuarto de vuelta en el suelo, dejé el teléfono contra mi pecho, como si fuera algo cálido (y en comparación con el clima nocturno de Zugarramurdi, lo era), algo amable. Era verdad, me gustaba la idea de hacer que Montserrat fuera "mía", me gustaba aún más poder echar toda la culpa y responsabilidad en Norman... Pero me gustaba aún más pensar que era ella sin más, haciendo lo que quería, siendo una humana sin maldiciones. Agarré el teléfono fuerte cuando me di cuenta de que estaba dispuesta a enfrentar a mi sire, enfrentarme a mi, para que Montserrat fuera libre. Bastante debe tener con el patriarcado humano.

Y fue entonces cuando llegó su mensaje. Lo de "beber algo" me transportó directamente al recuerdo de los ghouls de mi sire sacando jeringas para ofrecernos la sangre alcoholizada. Me horroricé otra vez ante mis propios pensamientos. No, no, no, y no. Pero... Pero me podía notar todos los músculos en tensión al pensar en beber de Montserrat, lo que me llevaba a excitarme en unos cuantos niveles al imaginarme que los besos en el cuello se volvían más... nutritivos. Desde tan cerca, su olor me había llenado tanto la boca como para notarlo como un fluido denso como la miel, su sabor estaba tan cerca de ser real que mi imaginación creía poder completarlo, pero el cuerpo, aún adolorido, me exigía confirmar mis creencias. Se mezclaban otras excitaciones producto de partes de su cuerpo no tan concretas como sangre, la suavidad de su piel, sus pechos en mi boca, las arrugas enraizadas en placer... Pero también su aura de buena persona, de sabia, su amabilidad, sus misterios, y hasta su profesión. "Amiga" era una etiqueta que aunque no era inexacta, sí le faltaba muchísima intensidad para describir todo lo que quería, deseaba, y reaccionaba con Montserrat. 

Volví a leer su mensaje. ¿Ella no se da cuenta? Eso me intrigó de verdad. Dejé el teléfono sobre mi frente, como si eso fuese a mandarle telepáticamente mis pensamientos, sabiendo lo absurdo que era, puesto que vivía con un ser telepático. Tenemos que hablar...

 

Sí, me dije que eso haría, encontraría el momento y le diría todo lo que sentía con ella, hasta las partes más vergonzosas de admitir. ¿Y si Montserrat no quiere que haga eso? 

La duda quedó ahí, en el aire. La podía notar. El dolor empezaba a desaparecer, y para cuando hice lo de la gota-lupa, ya casi había desaparecido. Cegarme a mi misma me pareció apropiado, me inflingía el daño que causaría a otras personas, y me castigaba un poco más. Fue entonces cuando me di cuenta de que algo estaban moviendo. Por un momento, me alivié. A lo mejor, si estaban muy concentrados y con todo el ruido, no me habían oído. Aunque no sería la primera vez que Norman me oía auto-castigándome fuerte, tampoco era una situación usual. Luego me asusté, luego tuve curiosidad, luego me levanté, poco a poco, como una vieja raquítica. Más o menos lo era. Bueno, a lo mejor podríamos dar por acabadas las bromas de presentación de personaje. A lo mejor esta nueva fase pasa por hacer la broma de que podríamos dejar de hacer bromas de presentación de personaje. Pepino.

Y ya solo quedaba... hambre, tengo hambre. Habían algunas cosas de la vampiridad, así como de la humanidad, que por muy educadas o refinadas que se tuvieran, seguían ahí, y seguirían ahí hasta que la tecnomagia consiguiera lo contrario. Chupar sangre era la más conocida de nuestras necesidades fisiológicas. Y la de cambiarse el nombre.

Caminé por los oscuros campos, los soles lejanos alumbrando el cielo nocturno, la hierba libre acariciándome las piernas, el aire cargado de aromas silvestres expandiéndose por mi cuerpo. Con los sentidos extendidos por la disciplina que tanto usaba, en un entorno tan rural como ese, podía tactear muchas vacas, ovejas, perros, algunos gatos, conejos, liebres, e incontables insectos caminándome por la Tierra, los árboles, las flores, el viento. Encontrar una presa era tan fácil como seguir el mapa que estaba esculpido en mi piel. Pero no podía elegir una presa cualquiera. Los humanos matan vacas sin más... A pesar de que ese pensamiento era cierto, la idea de arrebatarle la vida a una vaca a sangre fría, de sentir como su cuerpo pataleaba lleno de vida en el trance, sentir como toda su posible vitalidad y juventud se desparramaban y salpicaban, me daba rechazo. Aún así, debía alimentarme. Montserrat...

No me quise hacer más comentarios del tema, pero pasar de comida-vaca-Montserrat no era buen síntoma. Pude notar en mi hombro izquierdo que a poca distancia debía haber un pastor con vacas, burros, y alguna oveja. Dependiendo del tiempo y la estación, los pastores se iban moviendo con todos sus animales, y parecía que en esa ocasión había tenido relativa suerte. Mientras me acercaba a la ubicación de mi hombro izquierdo, se me encendían otras sensaciones: algo largo, delgadísimo, con una vibración impresionantemente rápida y pequeñísima, a la altura de mi pecho, sostenida por palos clavados en el suelo. Al cabo de unos cuantos pasos, pude comprobar que se trataba de una cuerda electrificada, los pastores las usaban para marcar los límites de sus campos a la vez que educar a sus animales para que no los traspasaran. Siempre me había sorprendido, puesto que las vacas, burros, y ovejas, si quisieran, podrían saltar por encima sin dificultad. 

En total, entre burros, vacas, y ovejas, cubrían aproximadamente unos 500 metros cuadrados. Tuve que caminar hasta un extremo de las manadas, de hecho un poco más lejos para no perder el sigilo ni el anonimato, y desde allí pasar de cuatro patas por debajo de la cuerda electrificada. No daba para matar a nadie, pero a un humano normal el choque de corriente ya le habría dolido, y a mi la vibración de la electricidad pasando desde lejos ya me hacía bastante daño a través del aire, casi como levantarme una uña poco a poco.

Identifiqué a un burro y una vaca alejados del nucleo, durmiendo tranquilamente. Una curiosidad muy curiosa sobre las vacas, es que siempre miran hacia el norte porque tienen brújulas integradas que las alinean con el campo magnético de la Tierra. Suena como algún súperpoder extraño de ficción, pero era tan real como mi súpertacto.

Refugiada entre árboles y sombras, no me costó acercarme a mis presas. El barro olía fermentado, el aire a bicho, a pelo, a mugre. 

El primero en caer fue el burro. En comparación con la atracción de Montserrat, el burro me daba asco. Su pelaje olía a otros burros, su piel se notaba arrugada y tiesa, sus músculos denotaban sudores de muchos días de incansable trabajo. Mientras dormía, inflaba su enorme cuerpo rasposamente, tenía tierra entre los pelos, el aroma que lo distinguía era el de sus propias heces, abundantes a su alrededor. ¿El equivalente vampiro a ser vegetariana? No, eso era el equivalente vampiro a comer comida reciclada a partir de mierda. No es que tuviera nada en contra del pobre burro que sin esperarlo se encontró con mis colmillos en su cuello, su sangre resbalando a mis adentros, las gotas salpicando, a todo esto yo me había tapado la nariz con una mano y había desactivado el áuspex porque no lo soportaba. El animal parecía sentir tanto placer que - y esto es realmente vergonzoso - hmm... su pene... erecto... y el burro hijo de la gran burra no sabía si estaba soñando o no, creo, hacía un ruidito más propio de un cerdo que de un burro, y su expresión me resultó demasiado humana como para ignorarla. Movió patas previsiblemente, parecía que se le quedaban tiesas como muerto, pero luego volvía a aflojar la tensión y daba otra patada. Y no pensaba que lo estuviera matando porque su... cosa... seguía en estado.. recto. 

Me sentí asquerosa, aún más cuando lamí para cerrar las heridas. El muy burro siguió durmiendo. Su pene seguía erecto al final. Me sentí asquerosamente asquerosa, y no de una manera pervertida que me habría podido llegar a gustar, una cosa era sentir un océano de baba saliendo de Montserrat, el burro era sin duda otro nivel de asquerosidad, un nivel que estaba dispuesta a pasar en pro de no hacer daño. ¿Debería sentirme orgullosa...? Me levanté, sacudí un poco de tierra húmeda de mis rodillas, de mi vestido. Debería sentirme patética. Otra vez activé mi auspex para situar a la vaca marginada. Parecía formar un triángulo rectángulo entre la posición del burro y mía, y el punto donde había pasado la cuerda electrificada.

La experiencia con la vaca fue muy diferente. Su carne había sido ejercitada n durante días, sino durante décadas. No se notaba tanta grasa como en las vacas que notaba en los alrededores. Puede que por eso hubiera durado décadas. Ubre caída, llena de estrías, generaciones colgadas sacándole leche. Su corazón era más lento que el de sus compañeras. Su dormir más profundo. ¿Cuanto le quedaba a esa vaca? ¿Estaba mal si la mataba yo misma? ¿Y si la muerte me enviaba a mi, como su mensajera? ¿Y si mi fantasía se cumplía? Entre lo que le había quitado al burro, y lo que tenía la vaca, podría llenarme. No sería una sorpresa para su pastor encontrarse con que esa vaca había muerto esa noche. Me habría gustado poder preguntarle a la vaca. Pero esa vez triunfó la humanidad carnívora, y la calmada fluidez con la que fluía su sangre era un manjar en comparación al burro, a pesar de que esa vieja vaca también estaba sucia y era maloliente, pero en el país del ciego el que más ve es el tuerto. 

Al final, mi propio cuerpo puso el límite. Antes de legar a matar a la vaca, ya me había llenado. A veces, el cuerpo callaba las dudas morales. Lamí las heridas, me limpié los rastros de sangre en la boca con las manos, y de las manos al suelo. La Tierra sabría qué hacer. 

Y para mi, hora de volver a casa, y dormir.

Cargando editor
06/06/2018, 06:21

Asfixiante calma.

A veces tal contradicción era algo que podía ser cierto, y era el caso. Toda tu tortura propia, semejante aunque mucho más hardcore que la que te diste al comienzo de la historia (¿qué, creíste que me había olvidado por una mera ausencia? ¡subestímasme!) terminaba por dar paz posterior a la desesperación y el miedo. Aquello tenía un nombre, una palabra en específico conocida como catarsis, o katharsis, si querías ponerte estricta y todo eso. Tal c-k-hat-h-arsis era la que terminaba por mantenerte como una persona, aún cuando ya no eras un ser humano. Para los vampiros, otros eran personas si bien no seres humanos, e incluso, si lo tomas desde la perspectiva de la memoria de Norman con su sire entonces, era una persona con otra, así como tú con Montserrat, tóxicas ambas relacionadas paralelas como pudiesen ser en doble paralelo. ¿Acaso esto no era más que otro aliciente para nada guiado por la narración porque sería interesante~ para considerar el Abrazar o al menos Ghoulizar a Montserrat Asturias? Algo había, lo sabías, pero tus sentimientos excesivos por la hermosa jovencita de pueblillo random en medio del norte de España te hacían incapaz de verlo o saberlo, no hasta que quizá en algún futuro cercano te deje tirar los dados. Y ahora que volvió Takuro, los memes sobre la suerte vuelven con más poder.

Y ya que estamos con esas, pensemos un poco en la arquetípica frase reconocida hasta por el mismo narrador de aquel universo ajeno, de que "Dios me ama", aplicada a tí y tu propia persona, redundancia no aparte sino que incluída. ¿Dios te odia? ¿Por haberte traido esta maldición? ¿Por haberte llevado hasta aquí? ¿Por no haberte dejado morir hace, digamos, 20 o 30 años en vez de teóricamente nunca como era el caso ahora? No sabías por qué pensabas en la Maldición de Caín, el Vampirismo como tal y lo que significaba como un derrotero o rama desviada desde el temita de Montse, ella que era una jardinera o ex-"niña invernadero" la cual trataba y trata con plantas, con tanto amor que pudiste ver sus auras entonces, llenas de aprecio. ¿Podrías alejar la vitalidad y los pulsos de ella de sus plantas? ¿A qué punto podía llegar tu compasión? Ya más calma y levantándote tras confirmar tu complejo experimento de usar Movimiento Mental como Senda Taumaturgíca para mover algo tan suelto como las gotas de agua solo por obra de tu aptitud especial en donde otros Taumaturgos no deberían pdoer, consideras todo esto, realmente. Erzsebet escapaba constantamente de captores y otros elementos que la buscaban por ser una amenaza a la seguridad de los Vástagos o hijos del mencionado Caín y su organización rígida así como por ser en sí una criminal en toda regla. ¿Qué hacía a un fuera de la ley y qué no? ¿Qué hizo a Norman, de todas las personas, aquel con el nombre de la "normalidad" y que rompía dicha, como es ahora considerando que alguna vez fue un niño lleno de ilusiones y deseos puros aún si obsesivos?

Pensándolo así, le dejaste el visto de la vida vital (por no decir muerte mortal para no colocar mal juju al asunto) tanto a Erzsebet como a Monty (insisto en decirle así, es más gracioso, sé que me lo explicaste, pero venga, dame regalías, eh) pero no a Norman. ¿Te sentías obligada por él? Ya no tenías Vínculo de Sangre de hace mucho, solo el del Defecto de Clan o la condición de estirpe Tremere y nada más. ¿Y si pudieses matarle sin piedad en alguna situación condicional? ¿Lo harías sin piedad? Ahí, en tu cuerpo el dolor de tu maltrato propio, como emulando a tu propia Primela-Norman aún palpitaba y te tentaba, casi se manifestaba cual alucinación diciendo una vez más que dejases salir y ser a la Primela poderosa que viste en dicha imagen mental. ¿Estaría bien? Al parecer, esa era la pregunta que afectaba a todo y a todos: ¿Bien o mal? ¿Correcto o incorrecto? ¿Sí o no? Sabías objetivamente que enfrentar a ese monstruo no era una opción, no realmente, no directamente, pero eras, creías, aparte de sus Ghouls y quizá aquel que puede o no que haya mencionado como asociado, la que más sabe sobre sus posibles, ínfimos pero existentes puntos flacos, detalles, modos de destruírlo.

¿Y valía la pena? Esa era la otra pregunta.

Pero por lo demás, te habías hecho contigo misma para concentrarte y despabilarte de toda duda y problemas medio emos, llegando así al final a salir, de nuevo, esta vez sin duda ni problema para viajar por los amplios espacios "vacíos" o al menos con poca urbanización que abundaban en esta región limítrofe con Francia, llegando a una granja eventualmente y consumiendo a dos de tus víctimas, animales grandes con suficiente sangre que sería convertida en vitae una vez pasasen a tu sistema en pos de llenarte por la gran cantidad que habías gastado entre el mismo despertar esta noche, la paleta-droga que le hiciste a Monty/Montse y luego las dos canicas solares, dicho sea. ¿Cómo es que no has entrado ante la Bestia y su frenesí por perder tanta sangre? Porque tenías bastante y porque por ser excepcionalmente buena rolera te doy esas permisiones seguramente, dicho sea. Perdonas a ambos animales, seres vivos, con tanto sentir como tú si quizá no tanta consciencia como tú misma para luego, tras conseguir lo necesario de dichos sin matarles, volver sin mucho más a "tu" residencia, la de Norman, la vuestra. Por momentos al ir regresando a los caminos de Zugarrarmurdi sentiste ganas de ir y asaltar a Asturias en la noche, para 'pasarlo bien' y no exactamente 'tomando' alcohol, sino sangre, la suya, pero te contuviste, volviendo ya llena del todo y como dijiste, siendo tu cuerpo el que por muy poco dominaba tu alma o lo que fuese a cometer acciones irreversiblemente idiotas.

Al ir volviendo, sin embargo, y entrando ya en el lugar otra vez, pasan cosas antes de poder irte a descansar por fin.

¿Se le puede llamar "ocurrir" a algo que solamente es perceptual y sensorial? Para tu caso, esta pregunta es redundante, diríamos, y por eso vamos al asunto tal cual. Que rueden los dados. Primero que todo, tus sentidos se afocan, se distorsionan, como si pudiesen sentir algo desagradable resonando e interrumpiendo tu propia frecuencia móvil al ir siquiera desplazándote o incluso existiendo. Sin embargo, al ir avanzando y sincronizando tus sentidos, en particular tu sentido más aguzado por mucho en relación con lo demás, sumado a que nunca declaraste haber apagado tu Auspex tras consumir de la vaca y en todo el viaje hasta acá, pudiste percibir claras palpitaciones o cambios de posición: Movimientos de cajas, movimientos de... Algo. ¿Herramientas? ¿Movimientos? Norman estaba haciendo algo y no se sentía como algo agradable. No sentías que fuese sobre/con sus ghouls, Palomino y Spukov, creyendo incluso que ya podrías, quizá, diferenciarles solamnte por sus pulsos y frecuencias específicas a cierta distancia y con la disciplina que expande los sentidos activa, por lo menos. ¿Qué estaba sucediendo?

Y sin embargo, sucedía demasiado rápido, demasiado directamente como para definirlo. Norman T., como bien sabías, se definía por su absoluto pragmatismo a la hora de actuar y decidir cosas, sin dejar cabos sueltos, atando o rellenando todos los demás y ejecutando sin piedad alguna aún si tuviese que rebuscar hasta agotarse y pasado aquello, tal cual. Algo había y lo habías sentido antes. No podía ser solo el piano, al menos. Osaste y decidiste entrar por tí misma, para poder mirar directamente qué carajo estaba haciendo, sin superpoderes de zombie mágica, sin cosas raras y sentidos super-agudizados, sino ver sin más, de nuevo, citando cosas bíblicas: "Ver para creer", y lo que pudiste ver fue a Norman posado frente a la misma pared que estuvo entonces justo atrás o al lado de la mesa donde tuvísteis esa bizarra última cena con sangre entre tú, él y los ghouls, moviendo sus dedos como quién los ejercita, como quién tocaría, digamos, piano... O haría algo más, pero no tenías ninguna evidencia visual de nada más. Te observó casi como de reojo entonces y procedió, casi, de nuevo, de reojo o como algo lateral.

- Allá tendrán un piano, supongo que no será problema, ya he practicado todo.

Y así sin más, te mira, de nuevo, de reojo pero con esa mirada fría, cruda, furiosa y cruel pero pragmática, científica y quizá patriarcal pero no estando del todo segura si lo es, para luego retirarse sin más a su propia habitación. No ves rastro de los ghouls. ¿Su olor denota...? No, seguro lo limpió bien si hay algo o no había nada más en primer lugar. Muy como tú podrías tener las claves y detalles para acabar con Norman, Norman como demostró en el principio de esta historia de igual forma, tiene los modos para hacerte counter a cada uno de tus trucos, voluntarios o no. Estáis a la "par", y eso quizá es una torsión retorcida (redundancia aparte) de esa idea de "ser iguales" que tuviste. Todo se retuerce a medida que te vas retirando a dormir.

Una especie de tonada silenciosa, de canción en silencio te lleva finalmente a tu propio aposento, habitación alocada en esta residencia casi en las absolutas afueras del pueblito que es este en donde estáis refugiados y muy apartados de todo lo demás, pensando. Al final T. o 'Thessius' no es la figura paternal que podrías pensar, sino solo tu maestro, nada más. Al final él es una lapa que se apega a tu espalda y que, si decides, habrás de remover para que deje de pesarte y asfixiar tus pasos cual gravedad agregada. Si te dejas corromper por Erzsebet, tomarás riendas, le confrontarás y le impactarás sin reparo, solo para encontrar tu segura destrucción si fallas un micrómetro siquiera en ir contra él. O claro, le aceptarás y seguirás a rajatabla basada en tu propia cobardía, asegurando así tu preservación. Al final una opción tan binaria es incómoda, como la de ir o no a por Montserrat, y si ir por ella por la fuerza o suave y conciliatoriamente. Al final tantas opciones binarias de multiplica y forman otros números, cuatros, ochos. ¿Tendrán dichos valores algún significado? No lo sabes, pero ya estás cayendo. Lo único que "Dios" no negó a los no-muertos, a los malditos por su propia mano es, efectivamente, el sueño, aún si durante el día.

A caer ante las manos de Morfeo ahora.

A separarse del tacto del mundo al que estás apegada inevitablemente.

Y sin embargo, es dicha sensibilidad la que te conecta, la que, aún siendo una pecadora, te permite dormir como una cordera de Dios, completando la referencia del mito de Caín, el jardinero en contraste con el de Abel, el granjero, asociándolo a los animales de granja que usaste para nutrirte. ¿Fue era la ironía que aquel cuyo rostro nunca es visto vió para darle a Caín como maldición? No lo sabes, pero sí que sabes que estás medio conectada, y en ese semi-sueño, medio profundo, medio suave, casi epiléptico, anterior a la noche en que podríais ser envueltas por sombras literal y figurativamente, ves, percibes cosas, medio reales, medio irreales, inter-reales:

Por un lado, rostros fantasmales, dibujados, como trazos de niño pequeño pero en movimiento, un hombre, una mujer. Tus padres. ¿Quizá de cuando eras pequeña, una bebé hace casi cien años ya? ¿O quizá una proyección de ellos yéndose basada en tu miedo a la muerte inminente y que los viste cuando estabas armando las canicas solares con tu Primela Microscópica? Aparte de eso, sangre, mucha sangre fluyendo grotescamente, no estás segura si es producto de las ideas que Norman ha puesto por décadas en tu subconsciente o algo más desde afuera. Aparte, una visión lejana de ojos, ojos que miran. La idea que te insinuó Norman de que "hay observadores psíquicos potencialmente en todas partes" te hace imaginarlos... ¿O verlos? Joder. Tales ojos se ven quietos pero ominosos, inmensos, muy lejanos, como si tú fueses, en tu tamaño normal, microscópica ante ellos. ¿Tal es su poder, teórica-prácticamente? Tu cabello es largo aquí pero no tan largo como el de la Primela-N, digámosle así por ahora, sino intermedio, como lo tenías cuando estabas con él, quién te enseñó el theremin y el amor, el amor heterosexual, probablemente el único, quizá. ¿Por qué él, ahora? ¿Amor es lo que buscabas, no? Solo que en Montserrat. ¿Qué harías? Flores, muchas flores, olores varios y sensaciones, auras.

¿Auras? Auras, auras... Auras de Norman y dos personas más, no, de Palomino, Spukov y... ¿Otras personas? No podía ser. No tendría la cara... ¿O sí? Memorias vagas, palabras, su llamada por teléfono al comienzo. ¿Qué fue lo que dijo? Que había ido y salido para... ¿Para qué? Algo en relación a tí, pero otra cosa más. ¡Maldición! ¡Memoria!

Duermes o al menos estás echada inquieta en tu cama, siendo consumida por los sueños incontables y el deseo de quizá investigar, muy como osaste salir de casa nada más iniciar este día nocturno, paradoja textual aplicada. ¿Qué haría la cobarde? ¿Qué haría la insurrecta?

¿Abrirías tus alas benditas? ¿O te ceñirías a tus cuernos malditos?

Tú dirás. Quizá sea mejor incluso... No pensar mucho en ello.

- Tiradas (4)

Motivo: Percepción + Alerta

Dificultad: 8

Tirada (8 dados): 1, 1, 4, 3, 10, 5, 8, 3

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: Percepción + Pericias

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 10, 2, 4, 8, 3, 7

Éxitos: 3

Motivo: Percepción + Pericias {Repetir 10}

Dificultad: 6

Tirada (1 dados): 2

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: Percepción + Empatía

Dificultad: 8

Tirada (8 dados): 1, 2, 1, 4, 8, 3, 10, 9

Éxitos: 1

Notas de juego

Y listo. Lo logré, a costo de que mis tíos y hospedadores me regañen, en plena madruganoche.

Puntos a considerar:

  • Tu sangre se recuperó por completo tras ssschupar a la vaca y al burro porque, como dije y es canon de Vampiro así como lógico, dichos tienen mucha, mucha sangre, no estarán a tope mañana, pero vivos estarán. Quizá la vaca con mucha mala suerte muera, pero no sé, no creo, quién sabe, no estarás ahí para sab-verlo.
  • Todo lo demás está hecho, las canicas, etc. Toda preparación extra que quieras considerar así como hecha 'a la rápida' antes de haberte ido a dormir es aceptable. Esto nos llevará al punto cuatro, que no es el siguiente.
  • Tal como dice la narración, puedes despertarte forzosamente e investigar qué pasó, si tienes los ovarios del tamaño de una galaxia, digamos, pero si no, puedes dejarte caer al pozo del sueño y ya, te dejo. Lo cual nos lleva al punto cuatro ahora sí:
  • Al despertar, despertarás apenas el sol baje, por tu Humanidad alta, el equivalente a levantarse super-hiper temprano. Vampiros sin tu humanidad (la gran mayoría de ellos) deben forzarse para lograrlo y funcionan apenas, tú lo haces sin problema y con total o casi total energía. Esto significa que si optas como dicen los puntos anteriores, a dormir y ya, puedes rolear tu inicio de la mañana mientras Norman duerme. Los otros dos deberían estar despiertos por ser, bueno, ghouls, y por ende, humanos, pero es posible que se hayan adaptado a un horario nocturno para trabajar con Norman. No es anormal esto en ghouls, pero en fin. Eso. Dudas por Off o tu tema personal o no sé, donde sea.

Y eso, gracias muchas por tu INMENSA paciencia, Wabila.

Cargando editor
19/07/2018, 16:18
Primela

Existe un poema famoso por el oxímoron "liberadora prisión". El poeta era de casa buena, adinerada, se codeaba con los que fabricaban leyes, y por supuesto, nunca estuvo en la cárcel. Más bien lo contrario, gozaba de buena reputación, iba a donde quería, y nunca se lo acusó de nada. Pero yo tampoco había estado nunca en una cárcel, y conocía perfectamente bien, demasiado bien, lo que se sentía una prisión. Y lo que se sentía liberarse de una prisión, contradecir órdenes y hacer lo que quería. De entre las opciones disponibles, claro. Y yo misma conseguía lo que necesitaba para vivir, y hasta para darle un sentido a mi vida. De eso me hacía consciente la catársis, de repente el mundo estaba quieto, relativistamente quieto, mi cuerpo no se sentía como un fantasma de cartón empujado por las olas de gravedad, sino más bien como... una planta. Una planta chupa-sangre y maldita, pero una planta al fin y al cabo.

Pero el efecto duró poco. Mi tacto inusualmente sensible me regalaba esos momentos en los que pasaban cosas como que mi percepción del tiempo cambiaba tras maximizar sensaciones que deberían ocupar un segundo, pero ocupaban una biblia. Pero luego del chute de auto-droga, tal y como pasa con las drogas normales, volvían todas las preocupaciones rápidamente, se notaban en la espalda, en los huesos chirriándome por dentro, en la carne muerta ganando tensión al ritmo del pensamiento. Y yo pensaba mucho.

No quería robarle una pizca de humanidad a Montserrat... ni acortarle el nombre... bueno sí quería... digo, comérmela, robarle la humanidad... no, no quería... sí que quiero... que no... no mientas... no miento... creo... Cada paso por el camino de vuelta era un sí-no, me agarré la cabeza y me la zarandeé para que los pensamientos se volcaran como un líquido, pero se ve que no funciona así, y solo me mareé mucho. Se me marearon los pies, la tierra daba vueltas, me daba miedo dar un paso, como cuando estás ante una puerta giratoria y no sabes cuando pasar. Pero pasé.

¿Dios me amaba, me odiaba, le daba igual? ¿Acaso existía? ¿Como saberlo? Hay quien se convencería de su existencia y de sus milagros al conocerme, y saber de mi especie. Hay quien lo vería exactamente al revés. Hasta existiría quien vería una demostración de que el diablo existe, pero dios no. Yo no lo sabía, no era nada que pudiera demostrar científicamente, ni mágicamente, ni con las dos cosas combinadas, y en caso de existir, me decía entre palpitares residuales, no podría saber cual es su código moral preferido, o si tiene un código moral preferido. Lo que sí podía afirmar como científica mágica es que de existir una entidad creadora de todo lo que existe, había trabajado más las leyes de la física, la química y la biología que en las de la moral o la ética. Mientras que cualquiera podía maltratar a cualquiera con las consecuencias que ese cualquiera decidiera, hacer unas semillas de mierda costaba más de una vida humana.

¿A lo mejor en eso teníamos que fijarnos? Las consecuencias de hacer daño no eran tan evidentes como las de ignorar la gravedad, cierto. Pero solo los bebés no saben que la manera en la que tratas a otra persona trae consecuencias. De forma intuitiva se podría decir que cuando haces algo que no le gusta a alguien, las consecuencias son malas, pero hay muchos peros. ¿Por qué la gente aguanta relaciones tóxicas durante tanto tiempo, entonces? ¿Miedo al agresor? ¿Miedo a quedarse solo? ¿Culpa por ser tanto víctima como agresor, en caso de serlo? ¿Un bondadoso corazón y un ingenuo cerebro que se quedan ahí porque creen que la situación cambiará y serán todos felices para siempre? ¿Y que tenía que ver todo eso con Montserrat? ¿Y con Norman? ¿Por qué mi cabeza emulaba sus ritmos, pesos, pasos, formas, todo lo que podía ver-tocar? Bueno, claro que sabía por qué. Pero ya era suficiente esfuerzo caminar con preguntas sobre los hombros como para encima ramificarlas con emociones. Así que seguí caminando en la noche, asustada por el volumen de las sombras.

Tengo que preguntarle a Erzsebet sobre dios. Si alguien sabe algo sobre eso, debe ser ella. Aunque probablemente no entendería la respuesta, o nisiquiera entendería que lo que me dijo era una respuesta. Pero bueno, llegué a casa. Casa... Liberadora prisión...

No quería fantasear con la idea, pero tampoco quería morderme ni hacerme más daño, así que al entrar y notar las presencias imbuidas en las paredes, mi cabeza siguió de largo. Probablemente, si quisiera matarlo, mañana era una de las mejores oportunidades que tendría nunca. En un breve instante, justo cuando mi sire creyera que su chiquilla estaba a punto de darle una sorpresa a las LaSombra, su chiquille le traiciona, ataca por la espalda, y sus enemigas aprovechan la confusión para rematar la jugada. Probablemente habría un rápido, doloroso, y severo castigo por la insolencia, un riesgo de muerte inmediato, pero con probabilidades de sobrevivir. A continuación tendría que negociar con las LaSombra, y teniendo en cuenta que toda la casa y sus contenidos serían míos, podría comerciar con todos los secretos de Norman. Literalmente, como si fueran una sola cosa, no necesitaría saber cuales son ni para qué sirven. Literalmente podría decir "todos los secretos de Norman a cambio de". Podría venderles la casa entera, menos mi maqueta, a lo mejor podría instalarme en un rinconcito al lado del invernadero de Montserrat, tapar mi maqueta-iglú con una tela muy negra por el día, y salir a jugar de noche... Las comisuras de los labios me arrastraron las mejillas hacia el cielo, y fue entonces cuando escuché los ruidos. Me agarré los labios y me los estiré para abajo, como borrando cualquier rastro de sonrisa, de fantasía de asesinato y vida nueva, y me sentí ¡estúpida! por haber fantaseado tanto rato con la idea, por cansada que estuviera, no podía hacer eso, sabía que no podía, seguro que ahora me mataría él, justo después de acabar con ellas, seguro me retorcía la nuca, seguro me hacía hervir la sangre, seguro me cortaba las venas y me obligaba a beberme mi sangre hirviendo, seguro... 

Volvemos al miedo mortal. Es curioso sentir cosas fuertes cuando estás cansada. El sufrimiento, la agonía del miedo a morir, al dolor físico, todo quedaba lejos. Todo se notaba impersonal. Como cuando ves una imagen, pero sabes que lo que está frente a tus ojos no eres tú, pero con las emociones. Hasta el cuerpo agarrotado, conteniendo el mundo, se notaba como algo ajeno. A lo mejor por eso, a pesar de notar los movimientos después de la fantasía de vida nueva, me atreví a ir a mirar. Estaba casi segura de que se trataba de algo torturatorio, creo que me asomé para que mi sire tuviera en cuenta que me entregaba voluntariamente para la tortura a la hora de decidir duración e intensidad de la misma. Su voz y su mirada me dieron una bofetada inmensa, me torcieron la nariz con la onda expansiva, y no me esperaba en absoluto la respuesta, intenté cubrirme con los brazos, frenarme los brazos para que no pensara que yo pensaba que debía ser castigada por si en caso de no saberlo le daba por descubrirlo por mi reacción, y todo eso pasó por mi cabeza mientras movía los brazos como en una performance moderna y absurda como resultado, ¡Ah! ¡M..bdc,rfgh, ehm, ah, sí. Y entonces salí de mi cuerpo tan prestamente como mi capacidad de alienarme me permitió, dejando una estela de frío salado entre mi cuerpo y yo. Debía haber un interruptor que le hacía caminar como un robot en algún lado, porque lo presioné, y funcionó. Todo estaba hecho de plastelina dura mientras caminaba, todo parecía tan artificial y vago como los objetos de una impresora 3d con defectos de fábrica.

Pero todo se soluciona con un buen sueño. Al meterme en la cama, una buena cama, un buen colchón, sabanas agradables, todo hay que decirlo, mi sire era bueno en proporcionar comodidades de ese tipo, sentí mi cosa que no es cuerpo metiéndose de nuevo en el cadáver. Primero las puntas de los dedos se me fueron recuperando y relajando, luego las manos, los pies. Brazos, piernas, torso, espadla, cuello, nuca, cara. La piel se aflojó, me noté pesada y vacía, muy dentro, en la dimensión yo. ¿Sería por eso que se veían mis padres? No sabía, pero me pareció de alguna manera agradable. Y... ¿Sauron? AAAAH... AAAAAH... estás pensando, no gritando. ¡grita! AAAAAAH! AH! ¡NO PUEDO GRITAR! AAAAAAAH. GRITA CUERPO. Pero naa, solo desesperación acumulándose. El cuerpo hace lo que le da la gana. Más si está muerto. 

Y más que intenté gritar al presenciar las auras. Ya está, me matan. Me matan mientras duermo porque ya ni siquiera quieren torturarme, me matan. Me matan. Me matan... Y con ese mantra me dormí. Y por supuesto, en ese momento desactivé mi catalizador de dolor potencial, también conocido como "la primera pelotita de auspex". 

El dios de Spinoza (dios con minúscula y Spinoza con mayúscula, es una broma para dios) se defina como el todo, el universo, lo absoluto. Es sinónimo de existencia. Él pensaba que al morir, dios no nos premiaría o nos castigaría, si no que nos preguntaría cosas como  "¿Te gustó? ¿Te divertiste? ¿Qué aprendiste? ¿Quieres repetir?". No sé por qué, pero creo que algo tenía que ver con mis sueños. Esas cosas de los sueños, te despiertas y no recuerdas de qué iban, pero te queda una vaga idea, una sensación... 

¡Perdón! Para empezar el día-noche con buenos ánimos. Estaba asustada.

Desapegué las sábanas de mi cuerpo con sumo cuidado, luego de haber perdido la consciencia durante el sueño el tacto volvía de golpe, el más mínimo roce le gritaba en la oreja a todas mis terminaciones nerviosas. Era casi como rascarse una herida. El eje de verticalidad bailaba como una brújula en el espacio exterior mientras me incorporaba. Me quedé sentada en la cama durante casi un minuto, acostumbrándome otra vez a mi misma. Moví las piernas como si de cachos de madera flotante se tratasen, y el aire que las envolvió al sacarlas de la cama era un mar intranquilo que daba nauseas. Pero yo no podía tener nauseas, creo, así que debía ser otra cosa. Otro minuto.

Bien, sigue... Pies en el suelo. Todos los terremotos que formaron y movieron los continentes bajo las suelas. Rápido, zapatos. Me hice caso. Convenientemente a los pies de la cama, se encontraba mi calzado negro de costumbre. Notarlos en las manos, fregando la piel de los tobillos, apretando, oprimiendo, tapando parte de mi sensibilidad, era recuperar una parte de libertad. Tanto que les gustaba a los hippies ir descalzos como símbolo de libertad... eso es que nunca se despertaron con hipersensibilidad vampírica. O a lo mejor alguno sí, nunca se sabe. Pero no creo. 

Este sería el momento en el que una persona viva iría al baño, se lavaría la cara y todo eso. Pero yo no creaba lagañas, y no quería el tacto del agua fría rompiéndome la vida por la mañana. A lo mejor dentro de un rato, cuando me pareciera placentero. De momento, pasé directamente a asumir que esta podría ser la última noche de mi... existencia , y a pensar qué quería hacer con ella. A pensar qué haría si esa fuera mi última noche "con vida".
Por un lado estaba la curiosidad que me llamaba a averiguar sobre el movimiento normaniano de anoche. ¿Tendría que ver con el ojo de Sauron? Pero lo descarté más o menos rápidamente. Todavía me daba miedo que hubiera olfateado mi fantasía de matarlo, y que si iba a mirar qué había pasado, él creyera que estaba yendo a matarlo aprovechando que podía "madrugar" más, y me matara (o castigara fuerte) en lo que él interpretaba como autodefensa. O que simplemente me castigara por fisgonear. O porque me vio por ahí y algo tenía que hacer con las manos. Vaya, que mejor no. Don't think about it.

Di unos cuantos pasos, hacia el comedor. Me dirigiera a donde me dirigiera, tendría que pasar por ahí. Todavía se notaba un poco del calor diurno en las paredes, dilatando ligeramente los materiales a mi alrededor, que se comprimían al ritmo del frío oscuro venidero. A veces, todavía extrañaba cosas como el café por las "mañanas"... A lo mejor si un humano se toma unos cuantos litros seguidos de café... ¡MALA! Me torcí un dedo, lo suficiente como para que hiciera "crec", costumbre que de viva usaba para hacerme la dura. Esta vez lo que se me hizo dura fue la cara, en un intento por no gritar de dolor y despertar a todos y que Norman me castigara, y me dolió la cara. Esperé unos cuantos minutos, de pie sin hacer nada, hasta que el dolor se fue. No se piensa así de los humanos, no se les infla con café para que tengan gusto a café, no se hace, mala, mala, psicópata, estúpida, tonta, imbécil... Y seguí insultándome mientras pasaba el tiempo, para que me quedara bien claro que eso no se pensaba. 

Caminé hasta el centro del comedor, que ya se notaba un poco más pequeño por la pérdida de luz y calor. Está bien, espiar no... ¿Montserrat? No tenía ningún motivo, digamos, laboral para ir a verla esta vez... pero si ahora éramos amigas... pero la sal fría reminiscencia del dolor que acababa de hacerme en el dedo me recordó que soy una psicópata sin alma que quiere hacer daño a la gente y que no se merece que le pase nada bueno nunca más, ¡no tonta! ¡sí que me tienen que pasar cosas buenas! De vez en cuando hago cosas buenas... Asentí con la cabeza, lentamente para no desfasarme, como una tortuga saliendo de su caparazón. Pero más allá de mis complejos, automaltratos, miedos, estupideces y demás, había otra cosa... Si iba a ser mi última noche con existencia, no quería pasármela con tanto drama, con tantas emociones complejas bailando violentamente, con cuidado de no comerme a mi amiga, resistiendo bestias internas y deseos reprimidos estallando en alucinaciones... 

¿Erzsebet? Aunque quisiera estar con ella, no podría. Además de que se trataba de otro drama, esta vez del tipo no sé si quiero traicionar a mi hermana y no sé si me está usando y mi sire me está usando contra ella y yo acepto y acepto medio usarme voluntariamente para que mate a mi sire... no... 

Quiero estar conmigo. Ese pensamiento me complació. Pasito a pasito, suave suavesito, salí al patio, hacia mi iglú. Si estas eran mis últimas horas con vida, quería usar las de libre albedrío en algo agradable, desafiante pero en la zona de confort, mecánico y fractal, creando. Además, tenía todas las piezas de las maquetas de las canicas, si las desmontaba volvían a ser piezas sueltas que podía usar para cualquier otra cosa. También tenía los injertos de Montserrat, y el descubrimiento revolucionario para mi investigación sobre las auras de las plantas. Así que con el rato que tenía hasta que despertara Norman, me dedicaría a:

1. Desarmar todas las piezas de las maquetas de las canicas.
2. Observar los injertos con el tactoscopio inacabado. Quiero definir bien el punto de unión entre la planta original y su injerto.
3. Mirar el aura del injerto. 
5. Mirar el aura del injerto moviéndolo con movimiento mental, para ver como reacciona a la magia vampírica. También le haré un test para ver como reacciona a los fonemas. Concretamente, después de haber entrado en las sombras enmarañadas de mi iglú, le dije:

aaaaaaa. Tomar nota. ccccccc. Tomar nota. ffffffff. Tomar nota. Te odio. Tomar nota. no, no, no, no, no, no. Tomar nota. Gracias. Tomar nota. Te amo. Tomar nota. ¿Te gustaría estar hecha de sangre? A mi tampoco. Tomar nota. 

Y si queda tiempo:

6. Hacer maquetas de lo que encuentre. 

Notas de juego

Pues eso, me voy a mi iglú a desarmar las maquetas de las canicas, y a investigar el injerto. Primero miro qué pasa justo en la unión entre planta original-injerto (que por algún motivo que ya desarrollaré más tarde sobre la marcha es relevante para el momento actual del trabajo de Primela), y luego miro como reacciona su aura a moverlo con movimiento mental, y a que le digan esas cosas que le ha dicho Primela. Y si todavía queda tiempo para hacerlo hago una maqueta de lo que encontré con las piezas de anoche.

Cargando editor
06/10/2018, 11:34

Observar y ser, morir y amar, vivir y morir. Todas estas en opuestos exactos del mismo espectro.

Si el espectro lo era todo y Spinoza tenía razón, entonces esas sombras eran parte del todo y el "Ojo de Saurón" era otro algo que también formaba parte del todo, parte de tí. Al mirar esas plantas en el invernadero de Montserrat viste no solo que tenían aura individual, sino que por el tipo de seres que son, taxonómicamente hablando, formaban un nexo, como si el jardín entero fuese una gran aura con sus raíces y lo que ha ido dejando por el cuidado de la joven campesina y agricultora. Por otro lado, sus auras eran distintas, vivas como las de todo humano y coloridas pero diferentes a su vez. Eran parte de un todo y un todo. ¿Y si pudieses leerle la mente a las plantas? No hay nervios en primer lugar.

Alguien por cierto hecha de nervios, eras tú, que pensaba en inminentes dolores, en dolores inventados, en dolores hasta deseados sin ahondar más en tu psique y en escenarios crueles para con alguien más, pero te arrepentías de inmediato. Al ir sintiendo tu despertar y tu re-encarcelamiento que a su vez te liberaba de la prisión de la nada ensoñada, el oxímoron del poema aquel, entendías que la Maldición de Caín daba vida a lo muerto, siendo una zombie mágica que funcionaba porque, tal cual, "porque", sin extras. Al ir despertando una de las pocas partes de tu cuerpo que tenía tacto pero que sentías contra tu nuca, era tu pelo. Tu pelo quedó en ese largo medio-corto, por la eternidad. Sabes que los Tremere y otros vampiros que aprenden cómo tienen rituales y/o métodos de usar la Vitae para alargar su pelo, pero no dura, no mucho, nunca por siempre. La Primela de aquella visión tenía el pelo algo más largo, y por un instante la sentiste posarse tras tuyo cuando imaginaste el atacar a Norman por atrás durante el fin de la función en Madrid: "Mátalo, no te costaría. No es intocable."

Pero no sentías que tu persona, que la esencia humana, que tu moral descendiera, podías seguir despierta temprano y de hecho, pensar en lo de los ghouls era un absurdum, porque ellos eran humanos, aún si poderosos por la dicha Vitae y viejales por la misma. Tu Auspex de modo breve te hizo saber (o quizá simple atención e intuición) que seguro estaban fuera. ¿Preparándose? ¿Observando? ¿Anticipando? ¿Descansando antes de la masacre? No sabías.

Ayer, lo único que conseguiste de Norman fue un alzar de cejas y un:

- ¿Pretendes hacer un show algo más estrambótico? Bien entonces, que yo igual tenía ideas algo locas, pero seguiré tus directrices y los temas que ya practiqué según.

Algo raro, su tono arrogante y altivo con tal... Obediencia. Luego se fue a dormir por su propia bestia interna forzándolo a hacerlo, la maldición pesándole más por sus malhaberes reiterados. Hoy, ahora, ya no veías el piano. Probablemente los ghouls temprano se encargaron de hacerlo transportar antes. ¿Pero no que dijo que habría un piano allá en Madrid? Como sea.

Ni pienso tocar tu tema de Montserrat muy como tú sí que quieres tocarla y más, pero básicamente está claro que la deseas, tanto como para dejar que otro tipo la tenga y la toque, aunque pobre de ser dicho, y exquisito el placer que sentirías al verla dejándose estar o ser por un sujeto. ¿Quizá ese sujeto dominado por tu vitae vampírica? ¡No! ¡No era tu estilo! ¡Iba contra tus propias reglas, esto era más que moralidad genérica o las leyes de la bondad que Dios, si existe, jamás reforzó como las leyes físicas y científicas!

Ya afuera, llegaste a tu iglú y conseguiste resultados.

Torsiones temporales, perturbaciones psicológicas, abusos auto-psicológicos (auto-abusos o externos hacia tu persona o cíclicos, como sea) y muchos otros Primelismos aparte, nos enfocamos en lo que importa ahora y es, posiblemente, lo único que te logra poner en un eje, tu balance, digamos, en un mundo de caos descontrolado y cancerígeno en contraste con la existencia orden asfixiante y opresivo:

¡Ciencia de verdad!

Primero que todo, eres capaz de ver, gracias a tu Visión de Aura, conocido como el segundo puntito o pelotita (para no decir "pelota" y no solo ser vulgar a más no poder sino que alimentar las cochinas palabras fálicas en todo su esplendor) de Auspex, la disciplina que... Ya sabes, proyecta aumenta sentidos bla bla bla. ¿Qué era lo que eras capaz de ver? Pues una unión, una unión de auras, muy leve, ínfima, pero ocurre. Esto es lo que, científicamente, ocurre a nivel del meristema cambial o, sencillamente, el cambium, que es el equivalente a los tejidos vasculares y la sangre de las plantas, tal cual, en donde el injerto permite que otro sector llamado parénquima, que es básicamente el tejido general y adaptable de las plantas (a pesar de sus paredes celulares) pueda fusionarse con la planta original, hibridando, fusionando y reparando la nueva planta para distintos propósitos, usualmente reproducción para el caso de granjeros y herbalistas como Montserrat, aunque no es anormal que la hibridación sirva como experimentos personales.

Entre los injertos que tienes ella te entregó seis de estos que son reparaciones con especies muy parecidas, una hibridación especial para formar posiblemente lo que aparenta ser un tallo de alguna fruta como cereza (léase, de un cerezo, obviamente) y el último siendo un peculiar "híbrido" que busca regenerar casi perfectamente un tallo que parecía casi muerto, como una resurrección plantal, y que si bien parece funcionar, se ve frágil. Tú lo que logras ver es como el aura se pega, por así decirlo, finamente, apenas milímetros de aura en comparación con los centímetros de aura de las plantas más vivas, en mejor estado (nutridas al estar plantadas a la tierra y bien cuidadas) o como las auras de los seres vivos, animales, humanos... Vampiros, si contamos a los no-vivos mismos. Si esta fusión de la 'sangre' o al menos los canales de sangre vegetales funciona impecablemente y, por lo que sabes, lo ha hecho por siglos ya que esta tecnología es antigua como sí misma, desde China y Grecia, entonces... ¿Tu clave ya estaba ahí y solo debes extender tus estudios un poco más?

Cada injerto se fusiona en un punto exacto, que, gracias a tu parcial y aún no del todo desarrollada 'visión compleja de aura' (o tridimensional incluso, como crées haber tenido pistas de que se puede hacer, no recordando bien quién te lo dijo o cómo lo dedujiste y si lo hiciste por tí misma o solo tuviste una idea vaga) en donde se fusionan correctamente. Todos los híbridos de reparación son simples, se coloca el trozo para reemplazar o agregar encima, se sujeta con algo alrededor y el resto lo hace el tejido vegetal mismo. Solo en el caso de la fruta aquella el híbrido es un pequeño corte donde se implanta, poco menos, el trozo de la otra especie a combinar y se sujeta igualmente. Solo el híbrido que intentaba resurrectar al tallo casi muerto es un híbrido más completo en donde se hace un agujero que cruza el tallo y se le meten al menos dos trozos del tipo de planta idéntico o casi idéntico en especie y se inyecta cuidadosamente, con sujeción cuidadosa pero firme. No solo esto te da a entender cosas: Primero, que Monty/Montse siente algo por las plantas increíble, a un nivel de, o dedicación científica absoluto o a nivel de amor personal, en contraste con su vacío a nivel humano, y dos:

Que muy posiblemente, tal como las diferencias entre las incontables variedades de plantas y subespecies de vegetales... Seguramente sea lo mismo con vampiros, vástagos, cainitas, malditos, zangijuelas o cuanto nombre se le de a los tuyos, a los de Norman, de Erzsebet y a todos los vuestros en su total absoluto. ¿Y si debas recopilar sangre o vitae de muchas especies, incluso especies raras y ver sus compatibilidades con tu "Calabaza"? Suena como un dolor en el culo, pero quizá te impida tener que reducir la chance de sacrificar más humanos, inocentes o no, cambiando la víctima de un grupo a otro.

Tus resultados con la planta por lo demás al usar los fonemas y hablarle son mínimos, quizá porque las plantas aquí no son "plantas" del todo, son trozos de plantas, aún vivos por la biología resistente del tejido vegetal a diferencia del tejido animal gracias a su química que aún funciona mucho después de estar fuera de la tierra, pero no es lo mismo que hacerlo con, digamos, plantas que están recibiendo nutrientes y tal. Ves pequeñas, ínfimas vibraciones en sus auras o semi-auras cuando les dices esto o aquello, pero realmente nada mayor, y como desactivaste la primera pelota, el primer testículo, la primera bola peluda y apestosa de Auspex, no logras obtener mucho más al menos en este aspecto, temo.

Lo demás, lo alcanzas a hacer pero muy en base. Creas al menos una maqueta completa... No, tienes opción de hecho. Puedes o crear unas dos o tres o varias maquetas de las distintas teorías que obtuviste muy básicas con los trozos que desarmaste de las anteriores o armar una sola enfocada en una teoría o quizá como una maqueta multi-armable que represente este nuevo descubrimiento gracias a los injertos. No te da tiempo para más, pero sí tienes la calidad de información para lograrlo justo cuando el viejo inhumano despierte por obra de la Maldición de Caín exigiéndole hacerlo. Viejo... ¿Qué tan viejo? 200 y tantos años, tu visión de su juventud humana mostraba días previos a la tecnología actual y universidades y escuelas anticuadas, pero no en exceso, barcos usados todavía para el viaje, pero al parecer los últimos de estos, diríamos. Ah, concéntrate, venga.

Al volver le ves ya listo. ¿Te demoraste un poco acaso? No cuando estás en modo [Primela Trabajadora] en tu semilla-iglú y sobretodo [Primela Científica] nunca fallas con cosas como esas, tu bobería como que desaparece o se te olvida convenientemente (o se le olvida a tu cuerpo cognitivo o algo así medio bullshit) por lo que no podría ser, a menos que te hayas concentrado mucho y pasado uno o dos minutos, pero uno o dos minutos para alguien obligado por su propia deshumanización no podría significar que esté despierto como ahora. ¿Se despertó temprano a costo de forzarse a hacerlo? Parecía listo, vestido y bañado, aunque con ropas normales, pero un poco más arregladas que su habitual traje medio desaliñado de profesor sucedáneo. Te miró entonces, ajustando el cuello de su camisa algo oscura y te observó con frialdad, no, con inquisición más bien. ¿Sabía que sabías cosas? ¿O sabía que sabías que sabía cosas? Joder, no... No el miedo, no ahora. Antes que tu [Primela Siniestra] o [Primela Interna] pudiese manifestarse siquiera, él habló, dirigiéndote la palabra de forma bastante normal y directa, aunque notándose sutilmente el sueño y agotamiento parcial en el tono de su voz:

- Ya es hora, Primela. Preferiría usar mi piano pero al final deberé usar el del local en Madrid, porque transportar el mío es... Problemático. -Sospechas, pero mantienes una buena cara de póker, quizá por tener aún restos de tu estado mental posterior a haber hecho gran ciencia, pero sospechas, con todo lo de anoche y tus sensaciones. Sigue.- Por otro lado tu Theremin ya está aquí.

Te mostró una caja, intacta, metálica, dentro de la cual, sí, debe estar. Puedes casi 'palparlo' a través del metal en que está encubierto y puedes casi 'tocarlo' tanto en el sentido normal de tacto como de tocar un instrumento musical, a distancia. ¿Cuando? ¿Cómo? ¡Debiste verlo!

- Llegó hace poco, mi amigo tampoco puede hacer magia. -No solo esa mala broma que seguro no fue una broma del todo no pasó desapercibida sino la palabra amigo viniendo de Norman. ¿Seguramente fue la persona que nombró ayer? Es posible, pero es mejor... No ahondar, por ahora al menos.- Está intacto, como prometí, tú misma puedes comprobarlo mejor que yo si dudas, adelante.

Te dijo, con cierto desdén por una asumida desconfianza no suya, sino tuya respecto a cómo han transportado tu theremin, tu tesoro, tu precccciousssss, tal cual, si bien su mirada es implacable, como si supiese que no va a perder este juego, esta apuesta que no es, en su juicio, una en absoluto. Tronó sus dedos entre sí entonces, moviéndolos a posteriori como tentáculos ágiles, de pianista.

- Entonces... Seguiré tu improv, nada más, espero que no te moleste que me ponga medio loco en ocasiones, pero sé que podrás seguir mi propio improv por tu cuenta. Llegaremos y colocaremos las canicas solares justo durante el show, como excusa de que son 'adornos'. Mandé a Palomino a que hiciese poner más cosas así para el show y distraer a las LaSombra. Spukov tiene sus propios trucos listos para cuando se arme la hecatombe. -No sonaba muy bonito, pero sabías bien a lo que ibas, tu posible último día de existencia, si no ganaban. Norman se veía confiado, casi. O abandonado completamente a su suerte tal como tú.- Se acaba ahora, y saldremos victoriosos, aún con tu geas sobre mí de no matar a nadie. -Tronó su cuello de lado e hizo tronar sus nudillos de las manos otra vez.- It's time.

Se fue a su pieza a preparar todo, su maleta o bolso cruzable con todo lo necesario. Tú tenías las canicas de todos modos así que debías llevarlas y tus propias cosas, pero... Algo se sentía mal. Tu Theremin estaba ahí y suponías que sería llevado por algún servicio que Norman contratara una vez lo comprobaras como él te instó a hacer por si dudabas, pero... Seguía habiendo dudas. Los sonidos y sensaciones de anoche, los "demonios de ojos dorados", todo este asunto que huele tan feo, tan cochino, sucio, venoso y... Ya sabes. Pero había algo más, algo interno, como un fuego asfixiante u oscuro de Prometeo, quizá un fuego hasta infernal, pero sin serlo, pero quizá siéndolo, pero no, pero... Pero pero, justamente.

"¿Tienes que hacer esto? Tú debes decidir. No decidiré por tí, a menos que me dejes."

La escuchaste, pero antes de mirar pudiste ver como ella se desvanecía y quedaba apenas un fantasma holográfico desvaneciente de ella, de tu Otra Primela, sí, eso, Other-Primela es un buen nombre. Creíste ver como último despojo de su imagen falsa y real, su sonrisa maligna, tal cual y nada más, solo quedando su voz firme en tí. Norman parecía listo, ya salido de su habitación. Notaste de reojo que pasó a la habitación del "Cenicero" a rendirle un leve tributo y quizá decirle algo en su mente, despedirse temporal o para siempre o quién sabe.

- Tenemos una media-una hora de tiempo franco, que prefiero usar allá, pero si necesitas usarlo acá, adelante. Una vez digas la palabra, estamos fuera y en camino. Todo o nada, chiquilla.

Parpadeó y agregó. Se veía casi humano, como el mini-Norman de los adorables-ridículos suspendedores, o el joven-Norman que era visto como un nerd insoportable, o el joven-adulto-Norman jugador y que era apaleado, dirías, antes de ser corrompido a ser un Maldito, ahora con mayúscula. Aguardaba y se notaba su ligero sueño interrumpido por apenas minutos, pero suponías que algún plan tendría para compensar eso después y que no se dejaría ser un incompetente a la hora de los peros durante el show artísticos, menos frente a tí.

Tal vez y solo tal vez había esperanza real, opciones.

T-eorías realizables.

Notas de juego

Ya con esto estamos. Quiero que tu personaje decida y pasemos por fin de una vez a la maldita parte de Madrid. Igual se roleará el viaje y detalles intermedios (en posts más rápidos, dentro de lo Zawaiesco, pero más cortos/rápidos/etc.) como mensajes y cosas u otros tantos que enriquecen el rol.

Acá tienes que decidir, como en un RPG, si haces más antes de que la pantalla cambie y haya SKIP hacia el viaje a por Madrid, ya sea si decides revisar el Theremin, si decides practicar con él antes quizá, ver si necesita mantenimiento y dárselo, usar el tiempo para ir a más autismo de maquetas... Qué se yo, hablar con Norman? ¿Hablar con alguna otra por mensajes directamente y decirles un "Adiós" final(?)? Sería como el antes al después.

Cargando editor
09/12/2018, 18:47
Primela

Sentí todas las arrugas que correspondían a mi edad por la cara ante la majestuosa conjunción de individualidades formando parte de un todo. A lo mejor eso buscaba, una comunión, una harmonía, sentirme parte de... sentirme parte. No sentirme sola. ¿A lo mejor quiero ser una planta? Ciertamente, estaba intentando crear una. Pero todo lo que me salía de momento eran esas percepciones amplificadas de mi propia cara, revelando unas marcas de edad que no existían realmente. Aunque mi edad sí existe. Si es que eso tiene algún sentido. 

La otra Primela parecía más vieja que esta, que yo, que esta yo. ¿Será que si tuviera el pelo más largo y más arrugas de verdad también cambiarían muchas cosas? Cuando era una joven humana, con mis compañeras nos sentíamos muy revolucionarias cortándonos el pelo, y de alguna manera nos hacía sentir más poderosas. Y nos daba una estética conjunta, como en las sectas, nos ayudaba a sentirnos parte, nos identificaba. Porque podíamos, era una elección. De esas no me quedaban muchas. Seguro que matar a Norman me ayudaría a hacer nuevas amigas... Me tiré del pelo. Me tiré fuerte del pelo, como si la otra Primela me estuviese torturando. Sentí un dolor intenso succionándome a un punto de fuga detrás de mi nuca. Eso no se piensa, atontada, imbécil, gilipollas, muérete, muérete del todo, jódete, si te torturan es porque te lo mereces... Habría hecho algo para apagar la voz en mi cabeza que me insulta, ¿pero qué más da? Hoy podía ser el día en el que efectivamente acababa muriendo del todo y de verdad, así que ¿para qué esforzarse? 

En los años cuarenta, en una de esas asambleas feministas en las que creíamos que estábamos cambiando al mundo porque llevábamos el pelo corto y decíamos cosas grandilocuentes como "dinamitar el binarismo de género patriarcal a través de acción directa contra las instituciones que postergan privilegios injustos", conocí a una chica. Esa chica me contó que ella se había metido en la secta del pelo corto porque la habían violado mucho y muy seguido, y era feliz. Me dijo que una persona no se definía por lo que le pasa, sino por como reacciona a partir de lo que le pasa. Yo elijo no esforzarme y dejar que la voz en mi cabeza me insulte, me maltrate, me tiro del pelo hasta que me tapo la boca de dolor, y hasta pienso que ojalá me muera y se acabe todo de una puta vez. Estoy hasta el coño de la no-vida-no-muerte, de mi, de Norman, de la sociedad vampírica, de la humana, de... pero entonces me siento mal porque al pensarlo, narrarlo, me doy cuenta de que no es verdad. Y ahí en mi pequeño iglú me suelto el pelo, me acaricio autocompasivamente como a un perrito al que acaban de separar de sus hermanitos, me digo ya está, ya pasó Primela, el proyecto Calabaza es de buena persona, ayer mismo, por la noche, empezaste a ganarte el respeto de tu sire, lo estás haciendo bien... Y me contradigo, y la espiral se automatiza hasta que están las (mínimo) dos Primelas en mi cabeza. 

¿Será que soy una Primela híbrida? Los resultados eran apasionantes. Apagué mi auspex, necesitaba que el dolor del pelo menguara, y necesitaba dejar de sentir el mundo como si me hubiese tomado un kilo de LSD para tomar notas. El grafito del lápiz me hacía crec-crec por todo el cuerpo, el papel de la libreta amortiguaba esa sensación crujiente y resbaladiza mientras escribía. Dibujé esbozos de las uniones áuricas-celulares, con flechas que dabana más notas sobre teoría bioquímica. Al terminar, detrás apunté mi teoría actual: si se pueden fusionar células de dos plantas, ¿se pueden fusionar células de plantas y animales? Las especies eran muy similares, la teoría parecía muy alejada de la realidad para la ciencia convencional. ¿O no tanto? Al fin y al cabo, los humanos ya están produciendo soja y lentejas que llevan proteína animal cambiando un solo gen de su genoma. ¿A lo mejor podía hacer algunos cambios en el genoma de alguna planta? ¿Producir una nueva cadena de ADN de planta con sangre vegetal injertando algo animal a una planta? Eso no debería ser posible, pero ayer mismo ideé, diseñé y construí una bomba de fusión nuclear casera. Pasar de dos hidrógenos a células es como pasar de un rompecabezas de dos a millones de piezas, pero no deja de ser un rompecabezas. Si pudiera diferenciar grandes grupos de moléculas y moverlos con precisión, en conjunto, como un todo... Apunté todas las teorías que se me ocurrieron, y pensé que quería probarlas. Aún necesitaba mejorar mi técnica, mi ciencia, mi magia, y mis aparatos de medida. Para eso tengo que estar viva... o lo que sea...

Bien, ya tenía una maqueta, un esbozo, y teorías nuevas. Creo que sonreí un poco, al menos las comisuas de mis labios me hacían cosquillas, pero a lo mejor era un tic nervioso. Tanto si lo hice como si no, al ver a Norman se me cayó y calló la sonrisa, las ganas de vivir, y cualquier cosa que no fuera miedo a que me torturen. Verlo así como... apagado... creo que me daba aún más miedo. Más impredecible. O a lo mejor me daba igual de miedo que siempre, porque siempre me daba la sensación que cualquier cosa que hacía me daba más miedo que la otra. Era como orbitar a un agujero negro, justo delante del horizonte de eventos, a punto de ser devorada, de que rompieran mi espacio-tiempo para siempre. O hasta nunca, da lo mismo. La other-Primela (sí, es buen nombre) no ayudaba. Los ruiditos de anoche tampoco. Los demonios de ojos dorados, requetemenos. S-sí, el piano... ¿Está bien su piano, mi sire? Parece que la valentía de tutear se fue con el alcohol. Pero al menos me atreví a preguntar. Cobarde.

Ojalá me atreviera a preguntar todo cuanto no sé. Ojalá me atreviera a ser feliz. Ojalá pudiera. Ojalá viene de Inshala, "que Ala lo quiera". Si de verdad ese tipo existe, es tan cabrón como Norman, o más. 

No sé que me agarró, de verdad que no lo tengo claro. M-mi sire... Sentí como vacío espacio-temporal en el pecho mientras Norman se iba... p-p-or f-f-fav-vor... Hasta caminé un poquito hacia él... suave, como sin querer notar el suelo. N-no se v-vaya... Hasta levanté la cabeza, y hasta un poquito la mano, como un gato pidiendo mimos, pero en zombi depresiva. Cha...r-rl... e... m-mos... u-un r-r-rat-to... 

Si mi historia estuviese escrita por una post-adolescente semi-alcóholica depresiva estacional, lloraría por el gesto que tuve en ese momento. A lo mejor por eso sentía sus lágrimas llenándome el pecho, o a lo mejor eran las diminutas tensiones y destensiones de mis músculos interpretados por mi tacto. O mi maginación. Quien sabe. A lo mejor es que si íbamos a morir, quería tener al menos un momento bonito con Norman, aunque fuera uno soso, no muy intensamente bonito. Pero me puse a contarle cosas, como una niña que le cuenta a su padre lo que hicieron hoy en la escuela. L-los injertos... Teoricé... como lo de la soja c-con... proteína anim-mal... hice una maqueta... y un dibujo... con flechas... ¿usted qué cree? 

¿Qué era eso que sentía hundiéndome en mi propio estómago? Era desagradable, pero no tanto como de costumbre. Creo que alguna vez había sentido eso con alguna otra persona, pero no con Norman. Era... ¿vergüenza? Eso no era tan desagradable. L-las plantas... tienen aura... con... junta... ein... ein... e... in-di-vi-dual... ¿S-sab-bía? Y entonces miedo otra vez, y me protegí con los brazos cruzados delante de la cara. ¡Perdóneme, no insinuaba que fuera usted ignorante, mi sire! A-al r-revés, me decía i-ignorante a-a mi misma... p-porqe lo d-descubrí hoy... ¡perdón! N-no digo que sea la primela, d-digo p--p-primera en d-descubrir...lo... d-digo... que... l-lo v-vi... hoy... e-era... m-muy... hermoso... 

Y como saltando de niña de escuela contando lo que hizo a su padre hasta la adolescencia directa, todavía con las manos cruzadas delante de la cara del miedo, hasta le pregunté mis inquietudes. P-perdone... ¡perdón! P-por l-la i-ndis...creción... ¿Alguna vez se ha enamorado de un humano...? Hola Montse. ¡Perdón! Y me di una buena cachetada con la mano abierta delante de mi sire para que viera que ya me castigaba yo sola por la impertinencia, hizo ruido a charles de batería. Pero seguí con la verborrea. M-me g-gusta... el Theremin... g-gracias... Si, eso dije. A lo mejor para intentar ablandarlo ante el posible castigo. A lo mejor era síndrome de Estocolmo. A lo mejor es que tenía ganas de decir esa palabra antes de morirme. Da igual. El dolor de la mejilla palpitaba ácido y salado por todo el mundo.

Lo que no me atrevía a decirle a mi sire, es que no sentía la resolución que me hacía falta: matar. En el momento de la verdad, en el que tuviéramos que decidir entre ellas o nosotros, ya vería. Deseaba que se asustaran con las canicas solares y huyeran, que encontrara algo con lo que negociar, que nos hiciéramos todos amigos y ya está. Y dentro de mi sentía que en el momento de la verdad no me atrevería a hacer nada y causaría nuestras muertes, u obedecería en la distancia, sin hacer nada mientras Norman bañaba el local de pellejo y órganos vitales. 

Sí, other-P sonreía mejor que yo.

Notas de juego

Pueeeees... intento entablar conversación con Norman. Conversación "normal", normal a pesar de las dificultades de Primela para hablar y eso. Simplemente charlar de cosas. Eso que dije de tener un momento mínimamente bonito con él. Podemos hacer una secuencia de diálogo no tan largo si quieres. No sé si tengo que tirar algo, tú dirás y tira los dados que sean necesarios a tu antojo!

Ah! ¿Tengo que tirar cosas para hacer esbozos y teorías? 

Cargando editor
25/12/2018, 09:30
Norman Thessius

Si de cultos se trataba, ciertamente los Tremere eran uno, un grupo de hechiceros legítimos que pasaron de ser un culto a un grupo genuino, pero no menos cultista de su propia magia, masturbatorios, casi, y eventualmente algo más, vendiéndose al vampirismo por poder extra. ¿Pero había punto de comparación entre la atrocidad que era eso, este grupo al que pertenecías con aquel grupo al que entonces hacías que tenía buenas intenciones? Se habla del pavimento y el infierno y todo eso pero si te tiras de cabeza al abismo con toda la cara, como que tampoco hay novena cola al gato que hallarle, ni al zorro japonés como esos divinos, ya que estamos con los monstruos y demonios orientales, nipones, como ellas, las posibles asesinas futuras. El mal es el mal y ya. Y si la moral debe ser objetiva, así lo debe ser igualmente la solución a tu problema. Todo lo puede la ciencia, todo debe poderlo. Y eso también suena como cultismo.

Por otra parte, toda la metáfora de dualidad es impecable, porque te nace de forma literal, al analizar lo que hiciste con las canicas nucleares de dos partículas, las dos primelas y la sensación de co-orbitación paradójica de que "A < B > A", ecuación improbable en donde siempre había crecimiento irracional y desmedido de un valor y nunca una solución final por los motivos obvios. Si antes tenías dos proyectiles desde Zugarrarmurdi y Zimbavwe, ambos comenzando con Z, de paso, siendo arrojados para que choquen exactamente en un punto clave en algún sector del océano atlántico, aquí tenías que hacer que millones de proyectiles pudiesen todos chocar perfectamente y formar algo íntegro, a la vez, al mismo tiempo, sin fallar. Es casi como esa teoría burla que usan muchos anti-científicos y creacionistas o incluso científicos que no creen en la entropía de que "algo pasó aleatoriamente y de un destrozo sin forma ni orden se formó mágicamente e universo". ¿Podrías hacer algo así? ¿Hacer algo como una creación perfecta con tanta precisión que supere el azar mismo? Esa era la problemática, porque una mecánica tan perfecta no tiene sentido siquiera, como la vida en primer lugar. Y esa incluso era imperfecta, pero imposible, y aún así real y... Otra ecuación paradójiica.

Al momento de hablar con Norman, sin embargo, al día después, pero como si se hubiese extendido la respuesta de lo que hizo ayer, él te mira con curiosidad. Abrió sus ojos ampliamente y entonces cayó en su propia trampa. ¿Cual, sin embargo? Tampoco podías verla, aún con tus sentidos, aún con tu tacto, porque una cosa es poder, y otra querer. Tú misma lo explicaste bien. Y sin embargo, aplicaba en él sin embargo. Se vio complicado, ciertamente y cerró los ojos por un segundos, sus párpados pesando por el sueño removido y por lo que sea que le hiciste creer que sabías pero posiblemente no. Al preguntar sin embargo, él cayó redondo, en una trampa que no era trampa pero parecía trampa y quizá inconsciente era una trampa, otra palabra con "T-", a lo cual casi logró soltar una: "A...", cuando empezaste a hablarle de forma definitiva y siguiendo, lo cual le hizo ni siquiera pronunciar.

Todo pasó rápido cuando explicabas la verdad, y se mostraba molesto, casi, pero de un modo menor, de un modo distinto. Su cabreo era eterno y su seriedad de nunca acabar, pero tomó aire, forzándolo en su cuerpo no muerto y entonces te lo dejó bien claro, con esa mirada frugal y brutal, las dos líneas como cuñas sobre su cara marcándole cual heridas permanentes.

- Ninguna búsqueda del saber es ignorancia, solo desconocimiento. No lo sabías, y ya. -Miró con cara de "¿Queda claro?" y siguió.- Sí, es así. Probablemente ya sabes que los objetos tienen aura y que se pueden ver en tres dimensiones, pero es un lío, un fiasco, una molestia.

Y entonces siguió escuchando, cada vez más sorprendido y molesto, como si algo hubiese afectado en él. Solo por levantarse dos horas o dos minutos tarde parecía haberse condenado a sí mismo a esto, a este momento que estaba por venir. Muy como dos nano, no, décimas de nanosegundos tarde harían fallar tus disparos de metralleta por millones de municiones a la hora de armar la "célula definitiva" de "Calabaza", ciertamente. Y así, cuando preguntaste lo clave, sus ojos se abrieron de cuajo. Antes, iba a mover su mano la cual en retrospectiva y fuera de tiempo, como tu actuar, pretendía quizá tomar algo de su bolsillo, un cigarro, pero luego se extendió, tarde por posición anatómica. Un fallo de medio nanosegundo angular en uno de los "disparos" aquellos al hacer la ya dicha, también arruinaría todo, y eso hizo que no pudiese mover la mano para tapar la tuya e impedir que el resonar de tu cachetada golpeara con fuerza, potente. Su gesto se frunció, en sus labios, en esa área entre su nariz y su labio superior, donde debería estar y está su levísimo bigote, por la eternidad afeitado casi a ras por la Maldición de Caín, sus mejillas, mostrando leves, levísimos agujeros, hundiciones naturales posiblemente producto de genes, maternales, paternales o "aleatorios" de la ruleta genética.

Y entonces, un impasse, parpadeando, como si despertara de su sopor despierto.

- ...Alguna vez, yo... -Comenzó a mover la mano de ese brazo que estaba extendido, frente a tu cara pero no tanto, frente a la suya. Comenzó a torcer los dedos para formar algo, cual pianista, tenso en cada movimiento pero suelto.- Allá ya hace años, que quizá sepas por tu extensivo del don del Auspex, la visión del tacto, quizá por, no sé, cualquier cosa mía... -Sí, lo dijo, pero parecía descuidado al respecto, obvio ante ello, conocedor. Sus dedos iban a formar algo, inminente. ¿Un gesto? ¿Un agarre? Temiste, pero no podías temer a lo que no sabías.- Me enamoré. Yo un niño, apenas unos 10, 12 años, como mucho, ella una dama que atendía en un local de antaño de apuestas, ya que a mi hermano mayor le gustaba apostar y todo eso. -Explica lo de las cartas, explica todo eso, y lo que viste en la visión con su padre, y con el dicho hermano con nombre censurado por el universo mismo.- Vestida en un traje como de repartidora de mesas o dealer, sensual pero elegante. -Escuchar la palabra "sensual" de Norman daría asco si no fuese tan seriamente contada, tan... "De corazón", dirías. ¿Podías? No sabías, pero sonaba, resonaba, y seguía.- Me vió perdido, hablamos, me encariñé con su dulzura, besó mi frente, fue dulce, no duró mucho más que una o dos horas, y luego no la ví nunca más.

Suspiró entonces, bufando. Su mano ahora era... ¿Podías mirarla? Sus ojos. Su mano o sus ojos, te tocaba elegir... Y tu cobardía te impidió elegir ninguna, porque estabas imaginándola, o Norman era tan bueno manipulando sin mentir que logró desviar tu mente con esta historia que no se sentía como una mentira, no a alguien con tu nivel sensorial que podía detectar si una jodida bacteria tenía intenciones tales o cuales, dirías quizá exagerando un poco... O no.

- Tenía cabello castaño, tomado así que quizá largo en realidad y eso. Nunca más amé a nadie, me obsesioné o fasciné, protegí personas, mujeres que ví en problemas, parecidas a ella, o dí mi apoyo a hombres que igualmente necesitasen una mano perdidos, como emulándola, creo, como diciendo: "Si lo hago, tomará mi mano de nuevo..." y ya. Historia más aburrida de amor posible.

Y entonces, sin embargo, por fin. Y demasiado tarde. Miras ambas, su mano, su cara.

- Y gracias a esto tengo la solución a nuestros problemas. Abierta sea la Caja de Pandora.

Chasqueó los dedos con potencias. Ojos tuyos, ojos suyos, reflejándose como espejos dobles y eternos, como ese viejo "meme" del espejo reflejando otro ad infinitum. Al chasquear los dedos la potencia física fue mínima contrastando con la de tu cachetada, pero el impacto psíquico fue algo inmenso, rebotó el universo dentro tuyo y pareció hacerlo en Norman, que sonreía casi de oreja a oreja, como tiburón, haciéndote sentir tanto miedo ahora aún contándote su infantil y casi adorable historia de amor única, que te paralizaba. Al hacerlo, algo... Algo pasaba. ¿Liberación? ¿Ruptura? Algo cambió, y no sabes, pero sospechas por donde va la cosa. Norman soltó un suspiro final y bajó la mano.

- No hay vuelta atrás, Primela. Ni para lo que ya habido, ni para lo por venir, que son en esencia, iguales.

Salió entonces tomando su maleta y cosas, indicando que era hora, sí o sí, pero en la puerta abierta, se detuvo, mirándote de reojo apenas.

- ¿Nada aún?

Miró hacia afuera/adelante, dándote la espalda, la nuca, la chance perfecta. Sentías que su voluntad te obligaba a actuar por la exigencia del Clan Tremere, la atadura y esclavitud del mismo, pero... ¿No tanto? Tenías que tomar, confirmar tu Theremin, y luego salir... ¿Pero? Atrás, la Other-P estaba quieta, con las manos deseosas de ahorcarlo, pero no podía. No podías mirarla, sentías entonces que tras tuyo, ella estaba molesta, no entendiendo qué hizo Norman o entendiéndolo perfectamente, quizá siendo el algo que Norman afectó. ¿Sabía sobre tu alterna? No, pero... Pero ella tenía que saber algo, creías. Suponías. Norman esperó exactamente un sólido minuto. Un minuto era todo lo que bastaba para que un planeta completo cambie su biósfera y pierda todo lo conseguido en billones de años.

- Tenemos que mirar a la verdad, somos eruditos y no creyentes. Por algo la Pirámide apunta hacia arriba, ¿no?

Sonaba cínico, pero sincero. Avanzó y tenías que avanzar. Creíste sentir algo amenazante. ¿Other-P? ¿Una punta de rifle? No, nada. ¿Por qué? ¿Qué era lo que le hacía decir "Nada aún"? Más preguntas, y ninguna respuesta, otra inecuación.

Al final, el salto ocurriría. No ibas a conseguir una charla con Norman ahora, así como si nada, no con tu paranoia y tu constante neurosis, no con su frialdad y constantes psicosis. Al final ambos tropezaban ya sea siendo inhumanos de distintas formas o intentando congeniar humanamente aún peor. El resultado era obvio, los dos cuerpos no podían co-orbitar de ninguna forma, no de manera normal por lo menos.


Te explicó durante el camino detalles, como que ustedes irían en un avión normal, y los ghouls en otro. Sin embargo, sospechaba que intentarían atacar a los ghouls, por lo que el avión de ellos estaba blindado o lo había sido en algún momento. Injusto, un poco, pero necesario, suponías. Tu Theremin fue llevado con extrema precaución entonces, cargado, y Norman pagó por todo, cargos extras, semejantes. ¿Cómo hacían para fingir comer durante el viaje? Bueno, no era un viaje tan largo, pero de necesitarlo, él borraría sus memorias de ellos, tal cual o los haría recordar haber comido. O decir que no tenían hambre y dormir. Él al menos dormiría y eso hizo, ciertamente.

Y tú, eventualmente.

Pero no, tu despertar no sería común, temo.

T-emías.

Notas de juego

Sigue. Se viene, uff.

Y temo que no pude hacer tu petición de tener una charla por lo que dice en el párrafo que explica que al final la relación vuestra es incapaz de permitir eso tan súbitamente, aún cuando lo que hiciste caló en él de alguna forma, y bueno... Ahora verás. Mientras pasa lo que pasa y está ocurriendo el "salto" que en parte hago para acelerar trama y a su vez para permitirte todo lo que se me ocurrió hacer ahora. Lo bueno es que contigo puedo hacer locuras y caigo en que sabrás responderlas en tiempo real, es como jugar ping pong de rol.

Cargando editor
25/12/2018, 10:51
Other-Primela


¿Qué? No, mejor dicho... ¿Donde? ¿Cómo? ¿Por qué?

Te encontrabas flotando hacia abajo, pero no, y a la vez sí, porque no tenías sentido de la dirección, como cuando Norman usaba la fuerza intangible de la Senda del Movimiento Mental Taumatúrgico y te hacía flotar, o a los objetos. No había espacio ni posición, era claramente un sueño, pero era algo más, un letargo que provenía desde la subconsciencia y la superconsciencia al mismo tiempo. Ahí, ella, abriéndose paso y... ¡Oh joder, joder, joder!

Aquel monstruo era exactamente como la podías imaginar. Algo más alta que tú, con vestimenta más profesional, quizá aquí algo más elegante, y con su pelo más largo, casi con lo mismos exactos mechoncitos tuyos y otros más que tendrías o habrías tenido de alargarte el pelo o dejarlo estar antes del día en que Norman te condenó, pero en esta pesadilla, cuando su pelo está por sobrepasar el tuyo o lo que creías saber de su idea imaginada antes, se difuminaba en lo ambiguo. Generaba un ambiente opresivo, como un color turquesa asfixiante, afocante a su alrededor y su rostro estaba cubierto en sombras, con un horroroso set de "X"'ses parecidas a las cuñas en el rostro de Norman pero cruzando ambos ojos igualmente distorsionadas. Parecía sujetar de forma irónica algo como un corazón pero solo la mitad e igualmente alterado. Te miró entonces, y al hacerlo, si pudieses, te cagabas hasta Marte, aún sin poder hacerlo biológicamente.

- Norman te la jugó muy bien, Primela. Maldita sea.

Hablaba en un tono distante, casi como si no estuviese ahí pero lo estaba, claramente, flotando o cayendo o estando, como tú. No era una caída o estancia aérea cómoda, era una sujeción permanente, y ella parecía estar en tan poco dominio como tú, más como una última salida o candado de escape que una dueña del mundo del caos.

Afuera, sonidos.

Norman escribió:

- ¡Ahora pasaremos al siguiente acto! Somewhere Over The Rainbow! ¡Por favor, maestra!

Aplausos y alegorías. Pero... ¿Tan rápido? No. Más.

Público escribió:

- ¡Oh, es la maestra del Theremin! ¡Genial! ¡La hostia, tío!
- ¡Sí, joder!
- Oh, ¿y el enmascarado?
- Su pianista acompañante, debe ser igual de jodidamente genial. ¡Venga, máscara, muéstranos, ala!

¿Qué? Pero tú no... Tú no estabas...

¡¿Qué?!

- ¿Lo ves ahora, pequeña imbécil? Norman jugó con tu memoria en tiempo real y a futuro. Estás, pero no estás, o estarás. Ni yo entiendo qué hizo, pero solo sé que me agita cada vez más, mírame.

Oscilabas en esa nada, dabas vueltas, arriba, abajo, a los lado, alguna parte, no diferenciaba, pero lo hacía o creía hacerlo, creías que lo hacía. Era desesperante, casi tanto como la situación en la que estabas, estábais, si contabas a esta existencia dentro del "grupo".

Norman escribió:

- ¡Y ahora, Danse Macare como una intro, seguido del Claro de Luna de Debussy!

Expectadores escribió:

- Jodeeeeeeeeeeeer, nooooooo. ¡Increíble!

Podías oír y casi sentir el sonido afuera cuando tocaban, sí, con -n, implicando un grupo, Danse Macabre como una completa improvisación a la lista que le diste, y para peor, érais un duo de puta madre, genial, podías sentir las ovaciones del público, era inmenso, gigantesco, Norman era un loco del piano y se movía con ritmo preciso pero agitado, tu Theremin hacía el resto para la melodía. Empezaba el Claro.

- ¿Ya lo ves? ¡Así ni era el orden, no le diste uno! No sé si estamos percibiéndolo en desorden temporal o qué por su jodido poder de cambiar las memorias o lo que hizo cuando chasqueó los dedos. Seguro iba a decir "A... Mi madre le gustaba que tocara el piano de niño y me enseñó" entonces, algo super clichado, fijo. ¡MALDITO HIJO DE SU MAMITA DE MIERDA, QUÉ RAYOS HIZO!

Dejó de hablar tan distante pero cada vez más retorcida, a veces tomando su forma real. Era preciosa, podías serlo. Pero serlo daba paso al machismo, ¿no? Odiabas la belleza, pero adorabas a Montserrat, una diosa entre los humanos estadísticamente y joder, objetiva y subjetiva y todos los "-ivamente" posibles, tú y decenas de otros (y fijo, otras más) dirían lo mismo. Se notaba cabreada a tope, su "X" rojas haciéndose más espeluznantes... Pero te acostumbrabas. Se "normalizó", ironía, y habló de nuevo.

- Escucha, debes concentrarte, proyectarte, hacer tu magia. Haz tu magia, Primela. -¿...?- Esto es un momento en el tiempo, no sé cómo selló tu psique más allá del poder aquel de la disciplina que ordena y altera la mente con órdenes, Dominación del orto. Pero estás más que posiblemente en un futuro imaginado o un pasado reciente. ¡Debes salir! Te enseñe un truco, trucos...

Y recuerdas el MacGuffin, no, la Pistola de Chekov entonces, la escopeta en la pared del escenario.

¿Pero cómo usarlo si es que no podías mirar?

- Anda, enfócate.

Sonaba suave, casi, por segundos podías verla normal, pero más largo que el tuyo pero no demasiado pasado de los hombros, plateado igual, ojos fijos, un collar que se puso quizá como ironía, para decir que no es ninguna esclava y justamante recordándote el algo, el collar ese que ella usó en la imaginación tuya propia que se auto-apretaba. Bastaba con castearlo encima porque lo memorizaste mecánicamente y más encima tenías a la creadora original en frente, y colocarlo, fin. ¿Pero cómo si no podías "estar" afuera? No sabías si lo que sujetaba como ese corazón a la mitad era una representación cruel de tu corazón perdido, al ser tu posible Bestia Interna o si era un presagio optimista de algún objeto conjurado o incluso forjado manualmente para compartir con Montserrat, una parte cada una. Lo sujetaba con rabia, pero sin destruírlo.

Expectadores/Público escribió:

- ¡Pura locura! ¡Esto es de locos, qué genial!
- ¡Pst, cállate, que quiero escuchar!

Gruñó entonces, pensando. Podías oírlo afuera por otro lado, como estaban en sintonía escuchando tu música y la de Norman, que al parecer por lo que dijeron tenía una máscara pero no podías verla. ¿Quizá esa era la clave? ¿Algo que uniese a todos, quizá ese amor como el amor de Monts por su jardín era la clave para crear a "Calabaza" de forma definitiva y unir las millones de agujas en un millón de pajares a la vez y sin fallar una sola?

- ...No, todos los temas que le diste son intermediarios, Clair es perfecto para iniciar, para mostrar tu poder tras esa intro patraña de Norman con Danse, aunque admito que ha tenido estilo, tosco, hijo de su madre. No hay forma que un tema como Quitte Pas o cualquiera de los Blue's sea un finale. Ha jugado con tu, nuestra percepción y acabará con Rainbow, lento y capaz de poner tensas a las tipas estas japonesas. Primela... Hazlo. Hagámoslo.

Tomó tu mano con su mano que no sujetaba el colgante o cosa aquella y entonces sentías parpadéos de la realidad. Aquel café, no pequeño pero tampoco excesivo, rectangular, mesas en todos lados, terraza, vosotros en el centro, acústica perfecta, impecable, tú tocando el Theremin al centro y un poco a la derecha, pero con claro enfoque, Norman a la izquierda y algo retraído. Las luces y etcéteras aparte de los dos dispositivos puestos, las canicas. En alguna parte, no sabes pero sientes, los pálpitos específicos de Palomino y Spukov, los Ghouls de Norman. Entre la gente, intentas buscar a las japonesas pero es demasiado, vuelves al mundo de tu interior con tu Alter.

- ¿Nada? Intenta de nuevo.

Intentaste de nuevo, pero esta vez no viste nada asociado con la situación que estaba pasando y siendo alterada, por pasar o apenas ya pasada. Viste algo distinto. Parpadeaste y apenas finalizó el parpadéo en menos de un segundo completo estabas cayendo. Caída. Podías ver una cara, específica, cruel, antigua, en un ambiente lejano, cuando se construyó el Empire State hace poco para ese tiempo. Cara. Un bramido ahogado por el sonido lejano entre tantas capas de recuerdos sobre recuerdos. C-... No sabías qué palabra era con "C" aquí, pero sí que tenías idea de que ya habías visto este recuerdo, cuando recién usaste tu poder de teleportarte al pasado sensorialmente, cuando espiaste la visión de Norman hablando y recordaste ese pasado, la primera instancia en que Primela-Other apareció, pero ahora recordabas... Más.

Piénsalo de otra forma. Si estabas en New York entonces, la palabra era...

Curse.

Maldecirle. ¿Pero cómo?

- ¡Recuerda! Yo lo estoy haciendo...

Se distorsionaba de nuevo y volvía más horrible. Últimamente, la Primela-Other era una idealización y esto, esto mezclaba dicha con tu Bestia real, sin forma, solo sangre o lo que estaba en la sangre vampírica deseosa de matar, devorar, consumir y nada más, o la nada literal. Si estaba contigo o no, era otro tema, pero ahora mismo la veías mala. ¿Qué estaba pasando? ¿Cuando terminaría "S.O.T.R." y empezaría la masacre? ¿Por qué hizo esto? ¿Lo tenía planeado de siempre? ¿Te entregaría a las LaSombra niponas? ¿Cómo...? ¿Cómo sabes que son niponas? ¿Te lo dijo? Sí, pero... Algo más, hay algo más y sigue molestándote. Necesitas activar el gatillo y tu mente explotará con el saber. Norman lo dijo antes:

Aquello ya pasado, y aquello por pasar.

Tenías que agitar el presente e hilarlo como el nexo entre los dos cuerpos orbitantes que eran ese pasado y ese futuro ocultos ambos en esta memoria alterada ambigua en la que habías sido sumida, sin más, sin menos.

Notas de juego

Y aquí se pone difícil la cosa.

Para comenzar, la Other-Primela es lo más real que puede ser pero la hice ambigua por razones visibles en el rol. Supuestamente, el salto pasó directo al concierto, tal cual, pero no sabes en qué punto estás porque como explicó tu Alter, puede que haya sido una memoria del futuro por ser o visión impuesta, hacerte "dormir pero no" con Dominación en autopiloto mientras tocas o "separar tu mente de tus memorias" en el presente e ir alternando, o que ya haya terminado apenas o esté por hacerlo y lo estés vivviendo quizá counter-eando con tu Auspex, como raro caso de viaje en el tiempo puramente mental. Al final tu rol emocional hizo a Norman... Romperlo todo, pero no del modo que pensarías.

Aquí te permito no solo rolear como tu "imaginación" sería en contra de las "memorias" de Norman y como "está" pasando afuera tal cual, sino que además buscar alguna forma de salir de la pesadilla, una batalla mental antes de saltar al momento clave. O algo más, confío en que podrás sorprenderme. Disculpa la demora, quería hacer algo decente.

Cargando editor
03/01/2019, 21:19
Primela

¿Qué he hecho? ¿Qué hago? ¿Qué haré? ¿Hay alguna diferencia entre las tres? Y de haberla, ¿existe el libre albedrío? Y de no haberlo, ¿existen el bien y el mal? Y en caso de existir, ¿qué hago...? No más bucles, suficientes tengo con los alucinógenos. Vayamos por partes, Primela. Primela parte. Perdón, tenía que escribirme eso (en la frente).

Sí. E hice apresuradamente que sí con la cabeza a eso de que no era ignorancia. Si él lo decía, claro que era que sí, porque no se pueden alterar las leyes de la naturaleza, y una de las leyes de la naturaleza es que Norman tiene razón o me pega. O algo peor. ¿Sería mi situación "actual" el "algo peor"? ¿Sería esto que estaba viviendo un castigo? ¡Por partes! Al menos, , me confirmaba algo que sospechaba sobre las auras. Eso me abría puertas que aumentaban mis posibilidades de sobrevivir en misiones locas, podía usarse para saber si alguien llevaba escondido un objeto matante usable contra mi persona. ¿Donde estoy? ¡Por partes!

Escuché su historia de amor con muchísima atención. Era casi impensable que el mismo tipo que me torturaba había apreciado alguna vez las muestras de cariño. Me lo había figurado más como un Voldemort concebido bajo los efectos de una poción de amor, con la consecuencia de no poder amar nunca del todo. A lo mejor aquella mujer había sido su poción de amor... aunque eso sería cosificar a una mujer, así que mejor no. En todo caso, creo que sentí un pequeño momento de conexión con mi (malvado) sire. Algún tipo de punto en común... lo que, por otro lado, me confirmaba que no éramos dos "personas" (sí, comillas) tan lejanas... puede que sí diferentes, pero no lejanas. Uno no estaba lejos de ser el otro. Cosas de líneas temporales, supongo. ¿¡CALLA Y PIENSA EN DONDE ESTOY Y COMO SALIR DE AQUÍ!? Por partes, Primela. Cuando narro, estoy fuera del tiempo. Aprovechémonos de eso. Narrar es darme tiempo infinito. Mira:

Y entonces usó tiempo infinito para tomar una decisión.

¿Ves? Solo que no es verdad. Probablemente el tiempo corría-corre-correrá, y necesito pensar y actuar en mi situación. Pero por partes.

Originalmente, la Caja de Pandora no era una Caja, sino una jarra. Debe ser como la remasterización de Karate Kid, que va de Kung-fu. ¿Habrá sido en ese momento? La diferencia entre una caja y una jarra es que una jarra se puede llenar de sangre, y usarla para servirla en vasitos cutes, con caras de princesas Disney cantando a los pajaritos, por ejemplo. 

Tenía que ser el chasquido. Recordé que después del momento emotivo (tanto como podíamos), ese chasquido se había sentido raro, especial, cargado de psique. Sospechaba que Norman podía hacer interferencias psíquicas prediciendo o percibiendo mis indagaciones con el toque mágico-alucinógeno (pongamos nombrecitos, segura que ayuda en esta situación) al pasado. Es decir, desde su punto de vista, afectar a acontecimientos futuros desde el presente, cuando este sea pasado. Aún no entendía suficiente de la mente, o de lo que fuera que tenía que entender, ni conocía los límites del poder de Norman. Lo que, sumado a mi situación "actual", solidifcaba la idea de que era un dios todopoderoso al que había que temer porque lo dice la Biblia. Al menos no aseguraba que era todo Amor y Perdón. Eso me habría causado más confusión. Pero bueno, al menos la Biblia no mezclaba presente, pasado, y futuro. Bueno, si tienes en cuenta... ¡Bueno, da igual la Biblia! ¡Concéntrate, Primela!

Fuese lo que fuese, tenía que haberlo empezado, o preparado o algo, durante el chasquido. Lo especial delruidito de dedos seguido de la frase mezcladora de tiempos lo daban a entender. O a lo mejor eso quería él que pensara yo... ¡Prosigamos!

¿Nada aún de qué? ¿Qué pasa? Pirámides... Curioso, realmente las pirámides van tanto hacia arriba como hacia abajo. Seguro que Norman sabe eso. Eso me da pie a ir volviendo a mi presente, porque estoy boca abajo. Creo. Es difícil saberlo porque todo está boca abajo. ¡Ah!

Desde adentro, no hay manera de saber si una caja se está moviendo a una velocidad constante, o está quieta. Ese es el problema que generó la teoría de relatividad general. La respuesta es que el espacio-tiempo es un lugar-momento curvo. Sí, curiosa manera de resolver el problema. Me corto las venas con los dientes, y gasto toda mi sangre en mi recién adquirido power-up: "invocación de Einstein". Ok, no, pero sería útil.

Desde ese "adentro", daba un miedo que te cagas. Eso era el infierno, tenía que serlo. Me moví adelante y atrás, tanto como el no-espacio me permitía. Nonononononononononononononono. 

Incluiré una traducción para iluminar la banda sonora (porque en este rol romper la cuarta pared es el pan de cada día la sangre de cada noche):

Cae la lluvia tóxica
sobre los escarabajos
y el mar gris se lleva la ciudad.

Viva el progreso mundial.

Ya solo me queda el recuerdo
del pasado en que soñé
un futuro muy diferente
para todos.
 

Muy bonita la banda sonora, pero la otra Primela está ahí y me está mirando. Eso no solo me hace intentar huir ridículamente en un sitio que no parece tener espacio ni tiempo, es que no puede ser no puede ser no puede ser no puede ser nopuedeser nopuedeser nopuedeser nopuedesernopuedesernopuedesernopuedeser... Me balanceaba, intentaba huir, y a la vez, algo tremendamente horrible sucedía: mi tacto estaba más calmado. Ahí-aquí (si es que eso tiene algún sentido) no habían tantas cosas. Cierto, la presencia de la otra Primela era un buen aliciente para valorar que la sobreestimulación estaba equilibrada, pero era una sola... era una sola. Normalmente habían miles de estímulos chocándome, empujándome, zarandeándome, quemándome, pinchándome, inflándome, comprimiéndome... Ahora solo estaba la otra Primela dándome miedo, siendo inquietante, el no-espacio-tiempo comprimiéndome, entrándome en las costillas, poniendo mi corazón en un puño gigante que me mataba a cámara lenta, la mente como un globo a baja presión que se achicaba como el agua de un barco ebrio, la piel flotando sin presión sobre la carne... Ok, no, no era más calmado. Ah, ah, ah, ah... Bueno, al menos no quería estar allí. Eso es un paso hacia algún sitio. 

Cerraba los ojos. Me frotaba los brazos con las manos hasta sentir que me hacía daño. Los abría. Ella seguía ahí. Hasta hablaba. Es un sueño es un sueño es un sueño sueño despirtadespiertadespiertadespiertadespierta... Cerraba los ojos, balanceo, pellizco ¡ah!, los abría... nonononono... seguía allí. Seguía hablando.

Y entonces los sonidos de fuera. Intenté taparme los oídos, no más. Pero fui demasiado lenta, o quizá es que no eran esos oídos los que estaban escuchando. ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? nononononnonononononono...

La otra Primela no parecía querer hacerme daño, ¿pero como confiar en una presencia mental que normalmente te retuerce el alma para que te traiciones a ti misma? Dijo que la mirara, y eso hice. T-tú n-no e-e-eres r-real... tú no... eres real... tú no eres real... tuneresral... tuneresral... Repetí ese mantra mientras los ruidos de fuera sacudían el interior de esa caja relativista. 

Pero sí, tarde o temprano, se normalizó. Dejé el balbuceo, pasé a necesitar solamente el balanceo y el frotarme los brazos. Poco a poco, me acostumbré a mirarla, mientras ella-yo decía cosas con sentido. ¿Norman dijo algo que no quería que yo escuchara y se le fue la mano? 

¿A lo mejor no confiaba en mi y me puso "en automático? ¿Donde estoy? ¿Cuando estoy? ¡POR PARTES! Lo grité tan alto como pude. Se sintió como si sí que tuviera cuerpo, el aire brusco resquebrajándome la garganta y la columna vertebral. Me dolió, o imaginé que me dolió, seguí balanceándome y sacando una voz lastimosa de perro apaleado. Seguí siéndome inútil. Llena de miedo, estrés, ansiedad. Es que soy hu... falible. 

El collarín parecía real. Me cogió de la mano. Se sentía real. Su piel era realmente como una versión más bonita que la mía, con ríos de surcos en la piel más interesantes, más de señalar y agarrar que yo. ¿Lo de fuera es real? El público de estos lugares acostumbra a ser más snob... Aunque a veces sí se entusiasman... ¿Como voy a hacer algo si no sé qué hacer? Soy inútil soy inútil soy inútil soy inútil... Seguro que a Other-P le molestaba mi inutilidad. Y mis balanceos espasmódicos. 

- ¿Nada? Intenta de nuevo.

 ¿Nada aún?

Ni para lo que ya habido, ni para lo por venir, que son en esencia, iguales 

Yo lo estoy haciendo... 

¿Había alguna conexión? Si debemos enfrentar la verdad de cara, las pirámides apuntan hacia arriba, y yo estoy hacia abajo, ¿debo ir hacia arriba? Pero como, si no puedo. No puedo. No puedo no puedo no puedo no puedo... La miré una vez más. No puedo... Debo. Debo... sobreponerme... Todavía me balanceaba compulsivamente, pero eso da igual. La elegancia era más suya que mía. Y por inquietante que fuese, tener ahí presente a la Other-Primela me daba una ventaja: dialogar. 

P-perdón... es que... me das... miedo... Cerré los ojos y me protegí la cara. N-no... s-sabemos... sus... motivos... pero... no... importa... Rápido, Primela. Respiré agitadamente, me balaceé más fuerte, más rápido, más cansadamente. En unos quince segundos, repetí todas las compulsiones que pude. La idea era calmarme lo suficiente como para hablar a un ritmo N-ormal. Bajo los efectos... de algunas enfermedades... o drogas... se puede experimentar... que la gente habla del revés. Eso implica... que percibimos "del derecho"... la información se guarda en el cerebro... y se reproduce... del revés... con la percepción del tiempo... realentizada... para ir... repitiendo el proceso... con sensación... de fluidez... solo... pienso... en voz... alta...

Hice muecas, muchas muecas, hasta que me dolió la cara. Pienso luego existo. Aunque todo lo que piense me haya sido inculcado por un... he... genio maligno... no puedo negar que estoy... pensando. Ergo... no soy una invención de Norman. Yo existo, aunque esté equivocada en todo. Eso me calmó. Pero los sentidos y la mente... y Norman... me engañan... así que... no puedo confiar en ellos. Volví a mirar a la otra Primela. Hasta donde sabía, ella no me engañaba. Me confundía, me mostraba cosas que no me apetecía nada ver, creo que quiere comerse mi mente... pero no me engaña. Por otro lado, si los sentidos y la mente me engañan, no puedo confiar en que ella sea "real". Me refiero a que no puedo confiar en que no sea producto de Norman. No puedo confiar en que todo lo que recuerdo no sea producto de Norman. ¿Qué no estoy viendo? Sí que podemos confiar en que... hay una cosa que no vemos... que es real...

Me iba calmando... Lo físico y lo imaginario... son dos formas igual de legítimas... de realidad... Solo que una es más sólida que la otra... A lo mejor... estamos en un punto intermedio... como si estuviéramos en el momento justo... en el que el cerebro... realentiza el tiempo... y reordena la información... para percibir que hablan del revés... Entonces pensé más. Tampoco importa... qué ha hecho Norman... solo importa... qué nos está pasando a nosotras... ¿Por qué no pasar del cartesianismo al existencialismo sin nada entre medio? ¿Acaso hay algún filósofo en la sala? Porque... no podemos parar a Norman... pero sí que podemos pararnos a nosotras... 

Respiré definitivamente. No sé cuando estoy. Pero sé que estoy "aquí". Contigo. Al menos, experimento mentalmente que estás aquí... conmigo. ¿Maldecirle? Yo no sé hacer eso... ¿Por qué me ha hecho esto Norman...? Shh, ya quedamos en que preguntarse eso no es de utilidad. 

Dijiste que te agita cada vez más. Si eso es cierto, existas o no, y sepa él de tu existencia o no, Norman está teniendo un efecto sobre ti. Cerré los ojos, y activé el primer nivel de auspex. No tenía ni idea de si serviría de algo en ese no-espacio-no-tiempo, pero por probar no perdía nada. A lo mejor la consciencia o la cordura, pero argumentablemente no poseía ninguna de las dos. Si existes y puedo activar auspex aquí, debería poder sentirte o algo... Coherente con esa premisa, también activé la percepción áurica. ¿Tendría aura la otra Primela? Si existes, probablemente tienes aura, y probablemente esté siendo afectada por Norman. Y por último... Dame un abrazo.

Y sin más rodeos, abracé a Other-Primela. La agarré fuerte, la apreté tanto como pude contra mi cuerpo. Sentí su medio corzón contra mi pecho. Intenté fundirme con ella. Y, por supuesto, activé la disciplina que casi te teletransporta a un recuerdo. Fuese lo que fuese que estaba pasando, estuviera pasando, está pasando, estaría pasando, estará pasando, está pasando pasando pasado o lo que sea con Other Primela, debería poder verlo con esa disciplina. O a lo mejor no, y mis esfuerzos eran vanos... o no, como mínimo le había dado un abrazo.

Notas de juego

Pueeeeessssssssssss! Activo TODO mi auspex: potencio mis sentidos, veo-toco auras, y hago lo de tocar algo y ver un recuerdo. El algo que toco es la Other-Primela, y le doy un abrazo tan fuerte como puedo. No tengo NI IDEA de a donde me llevará eso. O sea, mi objetivo es ver lo que la Other-Primela vio, o está viendo, o verá. Ver las cosas desde su perspectiva. Pero no tengo claro a donde me lleva eso. 

ERES UN CRACK.

Cargando editor
10/01/2019, 12:09
Other-Primela
?:?? ?.M.
¿¿¿¿????...■■■□□□!!!


Madrid {Centro}, España
Alrededor de algún punto temporal posterior a las 7:00 P.M. y previo a las 9:00 P.M.


Tú.

Tal vez esa era la famosa palabra con "T-", aún cuando ahora iniciaste, astutamnte, el nuevo meme concepto, como diríais bien los eruditos y sabios Tremere, las palabras con "N-", dicho sea. Tú, sin embargo, a lo que quiero ir, eres el mayor problema, y no porque seas mala y estés mal.

¡Tú eras el maldito problema para tí misma!

Tú no te soportabas, tú te odiabas, tú tenías que hacerte mierda para poder vivir. Sí, Norman te hizo pedazos, es cierto, pero lo tuyo... ¿Lo tuyo venía de antes? No quiero aventurar, pero... ¿No estamos tantito lejos para no aventurar ya en este punto obvio de inflexión en tu propia Primela Quest, tu "Patética Épica"? Así que: ¡Respeto tu integridad psicológica e intimidad preguntando antes, pero reafirmo mi autoridad como narrador apelando a la psique de tu personaje de todos modos! Si no lo escuchaste con la voz del Papá de Timmy, te ayudo, que para esto:


Tu asunto viene de antes, y está claro. Siempre te reprimiste, por querer, por imposición del mundo, por cómo estaban las cosas, por la imagen de la gente cayendo desde los edificios, porque entre que podías evitarte molestia y temías genuinamente y porque de verdad fuiste aprisionada por el mundo, el patriarcado, la obligarquía, todo, absolutamente, y ahí estaba el meollo. ¿Fue por eso que Other-P apareció?

Ni siquiera tu propia entropía o "azar" quería realmente hacerte ver tu verdad. Nadie dijo que la introspección era un paseo por el parque, pero joder, mija, míralo tú misma eh. De todos modos, el punto es que Other-P observa tus gestos, una, y otra, y otra vez. Pensarías que se cabrearía y te ahorcaría como la famosa escena de Homero ahorcando a Bart pero nada, te mira y ni siquiera pone "cara" de decepción. Sus cejas, aún visibles a pesar que sus "ojos" sean horribles deformaciones sombrías-oníricas con "X"ses cúneicas sangrientas rojas encima, se alzan, y es medio cómico. Cuando terminas toodo tu show de "Nopuedonopuedonopuednopuedo" y "Noeresrealnoerserlanoralssnranorealrickandmortynoresreal" y otros despotriques auto-lastimeros, suspira y habla otra vez:

- Ya, joder, soy tu Bestia Interna, sort of, me sé todas tus manías y sé que varias vienen de antes de existir como, ya sabes, una cosa real y deseosa de consumir y destruir producto de la Maldición Vampírica. Sé que más o menos ahora terminaste. Sí, justo ahora.

Arrogante y neurótica, sin humor pero burlesca, como Norman. Pero espera, ahí hay algo. A ver, en orden, por partes como dijiste: Si ella es como Norman es claro que, desde su primera aparición en la trama, ella es el Norman que desearías ser pero más tú que Norman, o ella es así un poco por la influencia que ha tenido Norman en tí por jodidas décadas. Nada dice que no se puedan mascar las dos respuestas. Lo otro es que ambos, Norman tanto como Other-P dijeron algo semejante:

- ¿Nada aún?

- ¿Nada?

Ya calmada y cuando te dignaste a hablarle, empezó a escucharte y responderte.

- Su objetivo es el de siempre los últimos 70 y muchos slash 80 años: Ganar. Y lo que dices es correcto, se usa como truco en el asunto policial: Si cuentas una historia y luego la puedes contar al revés sin fallar en tiempo rápido-razonable, pum, no hay mentira, pero si no puedes... Oh oh oh~

Parecía bromista casi. Otra vez el tema policial. Su primera aparición incluyó la típica sala de interrogatorio-tortura tipo FBI/policía de hecho, ahora que lo piensas. Te sale con una perla interesante, bastante:

- ¿Oh? ¿No te acuerdas cuando le dijiste hace muchas décadas a nuestro padre, sí, a papá, humano, que querías ser policía para que no cayera más gente de los edificios si el mundo era un lugar mejor? ¿Norman borró eso también, piensas? Fijo que lo hizo, hijo de puta.

Al decir lo que dices luego es incapaz de contenerse, obviamente.

- Si bien haces las preguntas correctas, te equivocas. -Parecía una total oficial de policía cabrona, 100%... No, 1000%.- Norman no te "hizo". Norman te buscó porque eras y eres capaz, astuta, proactiva, un erudito, una erudita en toda regla y buscó convertirte en algo más poderosos, pero corrompiéndote, destruyéndote para remoldearte. ¿Sabes cómo qué cosa? Cómo... A ver, concentrémosnos.

Ella misma hizo algo tú-esco y busco enfocarse, re-escucharte y no irse del tema.

- Ajá, ajá, exacto. ¡Estás aquí! ¡Estamos aquí y ahí afuera! Y ciertamnte Norman no me creó, me activó, por así decirlo, es raro, me hizo o te hizo activarme, o algo así. Por eso...

Y entonces, seguiste.

- Sí, su efecto sobre es mí es... ¡¡¡...que me está cabreando de los cojones!!!!

Podías verla deformarse, distorsionarse, cabrearse, volverse un monstruo.

Pero tu acto de empatía posterior que, al activar todo tus Auspexes, no necesitó tirada (porque, digámoslo así, los 1's son amigos de Nebula, para tí o cualquier otro, te lo digo como meta-dato, es una cabronada, y solo fomenta los malentendidos sobre Vampiro... D&D me la sopla, no es mejor, fin, ok, demasiado meta, ejem), haciendo que fueses por fin tomando balance en ese mundo sin balance, o con tanto balance que no había realmente punto fijo de inercia. No necesitaste tus constantes presiones de la Fuerza Normal del piso, de la Fuerza Peso/Gravitacional hacia abajo, de los infinitos roces hacia todos lados de la atmósfera y el roce/avance que producían, sonidos, todo lo demás. Solo ir, acercarte...

Y abrazarla.

Ni en reversa ni de frente, sino de dentro hacia afuera, como debía hacer, como decían las matemáticas que se hacían los ejercicios jodidos-simples. Primero, el aura: No solo producía una esencia 3-D difícil de replicar justo por estar en un mundo de X dimensiones, sino porque era más que eso. Proyectaba los colores contrarios exactos a tí, pero era raro. En donde había miedo y compasión en tí (azulino/celestino claro pero tóxico) había en ella un rojo opaco, ahogado, no del todo ardiente como la sangre ni completamente oscuro, como si no del todo "odio" ni "coraje". En donde había idealismo en tí, amarillo, en ella había una especie de café que representaba realismo, pero era... ¿Complementario más que contrario? Y lo peor/mejor, era que en tu base había pureza de ideal, un blanco casi puro que doblaba como depresión/debilidad, ausencia, y en ella debía ser un negro puro de completa maldad... Pero en tí era un gris claro, por ende en ella un gris oscuro... Ergo, su odio no era total, como no era total tu debilidad. ¿Qué decía eso de...? Supongo que ya lo entendías. Su aura además se proyectaba como radiación, no tóxica, sino como una proyección magnética, tal cual, varios metros más allá del grosor concentrado común del espectro lumínico del aura, unos cuantos centímetros, generando una "presencia", digamos. ¿Usaban algo como esto los Vampiros que usaban el don que invocaba el encanto en..., ah, a la verga, Presencia y ya? ¿Podrías ver el "aura" que producían y esquivarla o quizá ellos solo expandían su aura y por eso podían encantar de forma tan automática? Era fascinante.

Segundo, oíste afuera con claridad, casi absoluta, lo viste.

Público escribió:

- ¡Otra, otra, otra!
- ¡Joder, vine acá buscando cobre, no, mujer, latón, y encontré oro puro, hostia puta!
- ¡Ahhh, no quiero que termine!
- ¡Ni yo! ¡Venga, Máscara, mueve los dedos pa' que tu maestra haga su magia! ¡Olé!

Sí, estos snobs cochinos, confirmado por ese que dijo venir por latón y encontró oro, tal como dijiste, se veían fascinados. Afuera, Primela estaba tocando, pero Primela estaba dentro. ¿Qué tanto hizo Norman? ¿Mezcló Taumaturgia con su Dominación? ¿Hizo algo más? Habló de "Abrir la Cajarra de Pandora", antes, pero... Algo más había, ese algo persistente. Pudiste verlo, por instantes, al mejor estilo Sense8. No he visto la serie todavía, mis disculpas, todos mis animes chinos de korea me tienen ocupado más mi vida de mierda. Vamos a lo tuyo mejor:

- Señores, señoritas, todos, calmad, que mi maestra aquí pretende darnos un show de, como se diría hoy, "puta madre", sin duda.

- ¡Bieeeeeeeeeen, Máscara, joer, tío! ¿¡Y ahora qué!?

- Ujum, bien, hemos tocado, repasando. ¿Maestra?

Tu voz no era tu voz, pero replicaba entonces.

- Danse Macabre como inicio, cortesía tuya, mi siervo enmascarado e improvisador. -El público se reía por "tu" completa seriedad y burla sarcástica al decirle así a Norman, ciertamente. Era loco no solo esa conducta sino... ¿Qué carajo era eso? Parecía... Mira, estoy escribiendo esto a horas inexistentes, pero te lo pongo así por ahora hasta que logre diseñarla o describirla mejor: Es como la puta máscara del Majora's Mask pero redonda perfectamente y cubriendo la cara de Norman, con las líneas clásicas y/u óvalos/espacios para dejarle ver. Jamás le habías visto con esa cosa. Encima al menos, porque creíste verla en algún momento entre décadas, pero no como algo suyo tal cual. ¿Le habrá conjurado o es algo que ha tenido de siempre? Sea como sea, él asiente y "tú" sigues.- Summer Time, no una mala elección, que por algo te tengo eh, quizá hasta te pague hoy día. -Más risas. Admitías que ser la "tú" externa influída actuando así era... ¡Cojonuda de cojones! ¡Redundancia!. Norman solo asintió cual perro obediente, como el esclavo que maneja en secreto la cadena, sonriendo como psicópata tras esa máscara que parecía ni tener boca o la emulaba con patrones artísticos extraños... Y muy bonitos. No eras una pintora ni diseñadora de imágenes pero como artista, hiciste su cosa por ahí por allá, él, tu único amor y único hombre apreciado rompiendo tu regla feminista, digamos, lo era, y aprendiste de él, tu amor de Rusia, y sabes que esta cosa fue diseñada por un experto. O Norman era en secreto un gran pintor/artista visual o alguien se la hizo. ¿Quizá ese amigo del que habló? Enfoque, ejem.- Y luego... Mejor dilo tú, que para eso estás.

Norman tosió entonces tras su máscara.

- Siguiendo el estilo melancólico-flemático, Cry Me A River me pareció una buena elección, sí.

- Epa, no te pases, que tampoco te dí tanta libertad, "Máscara".

Risas, de nuevo.

- Perdone, madame.

Tu yo externa miró con desprecio. Madame era una forma de "mi dama", lo cual explicaste que odiabas que os dijeran porque os menospreciaba, pero en ese ambiente elegante, lo tolerabas, y la tú externa sonrió, fingiendo su disgusto previo u ocultándolo en un vaivén de actuaciones increíble, su propia "máscara". Más risas y alegría de parte de los comensales. Norman siguió.

- Para subir los ánimos tras eso, el combo Blue Bossa/Blue Monk. Sugerí a la maestra aquí hacer un mixto o "remix", pero se negó. Purismo ante todo.

Norman suspiró fingidamente. El público no abucheó pero hizo un "Owwww" "¡Joder, estos están locos, pero de la buena forma!" "Ohhhhhhhhhh"

- ¡Algún día haganlo por favor si vienen de nuevo!

- Seguro. -"Dijiste" guiñando. Era raro, pero con esa confianza que tenía la tú externa parecía causar gusto en los presentes, y presentas, y todo, tanto por ser la que la llevaba como, no sabías, todo, suponías.- Bien, comencemos entonces.

Y así, vuelves al interior cósmico in-cosmico interno-cósmico, todo a la vez.

Other-P habla tras "ver", no, escuchar eso a través de tí.

- ¡Bien! Tenemos aún los dos Blues en cadena, que tomarán su rato. Falta Ne Me Quitte Pas, Vie En Rose y Rainbow con el que obviamente piensa buscar su estúpida necesidad irónica que siempre lo ha identificado para tirarle los soles canicas a las vampiras. Al parecer lo de "Segundo acto" para hacerte creer que ya había terminado fue un manejo de memoria para engañarte, engañarnos. ¡Ja, idiota! Pero te impidió mirar a las Vampiras, las LaSombra, temo, no recuerdo que pudieses hacerlo ni aún con Auspex acá/allá. No las sentiste, no, yo no las sentí, joder.

Suspiró, ahogándose en tanto hablar.

Y vino entonces.

- ¿Eh? ¿Qué...?

Y se empezó a fusionar contigo, sonriendo, como quién acepta la derrota pero comprende la victoria en dicha.

- ...Perfecto, ahora podrás verlo, recordarlo y actuar en consecuencias. Solo quiero que sepas...

Se iba deshaciendo, fusionando contigo cual simbionte, cual Venom, tal cual. Su voz tornó horrendamente grotesca, como la del mencionado, pero por instantes pudiste ver un destello de sus ojos, reales, rojos, bonitos. ¿Por qué ojos rojos? ¿Era algo especial? Quizá era algo asociado con las heridas sangrientas de Norman en su cara, o quizá un reflejo en tu alma de tantas veces ser manipulada tu sangre, hervida, expresándose. Su cara bonita y su voz horrible contrastaron mientras la abrazabas y se fusionaban.

- Ayudaré a que aplastes a todos, a que devores a todos, haré que les ganes a todo y tu diplomacia será la de la última en pie, cuando todo acabe... ¿Qué pueden decir de vuelta en un debate un montón de cadáveres y cenizas? NADA.

Rió, y puso su collar en tu mano/pecho, como regalo final.

- Hasta siempre. No veremos, quizá luego... Quizá...

No oíste bien la última palabra, pero iba con... ¿"N"? Otra N-palabra. Si eres optimista era "Next-time", si eras pesimista era la que ya imaginas que podría ser, de ser, siendo ese el adiós final de resultar ser dicha palabra.

Y ahora se venía.

Truth itself.

- Tiradas (2)

Motivo: Inteligencia + Empatia {Auto-Empatía} (Especialidad)

Dificultad: 8

Tirada (8 dados): 8, 3, 4, 7, 9, 1, 9, 1

Éxitos: 1

Motivo: ¿?

Dificultad: 10

Tirada (1 dados): 6

Éxitos: 0 Fallo

Notas de juego

Hace falta un crack o buscar serlo para narrarle a una propiamente tal.

Cargando editor
10/01/2019, 13:33
Norman Thessius

¡Todo!

Absolutamente todo. Nada era la palabra con N que ellos decían.

Y la palabra con T que yo te doy es la contraria. ¡T-odo!

Ahora, y justo ahora, podías verlo. Al abrazar y fusionar a Other-Primela, que puede o no que sea realmente una manifestación psíquica de tu propia Bestia Interna y no solamente una imaginación propia, Norman-inducida, auto-inducida producto de Norminfluencia, manifestada como un producto o lo que sea, fue cuando lo viste, abrazaste tu pasado. La regla dice, que no puedes usar tu Auspex de mirar el pasado en seres vivos, directamente... Pero sí en cosas que hayan estado con ellos. ¿Cómo rayos funcionó con Norman entonces? ¿Ha tenido esa camisa por siglos? Es complejo, pero quizá cuando te dió el colgante lo pudiste hacer, ese colgante llevándote a un evento sellado, un evento que viste también, poco antes de la primera manifestación (¿o poco después? malditos juegos temporales y narraciones en desorden total) de Other-Primela, tal cual.

No me refiero a ningún otro momento que el del Empire States, claro, hace mucho, nada después de tu Abrazo y conversión a vampiro, propiamente tal. Ahí estabas, entonces, con un viento fuerte alrededor de ambos, en el lugar, entonces, más alto del planeta, con todo lo que implicaba la situación.

- Arrójate hacia el piso, es una orden, Primela.

Y tu yo de entonces, una prodigio, ya había aprendido a usar la Senda de la Conjuración, creándose una cadena con bola de metal y todo, la que usaban y usan algunos reos en historias clásicas, esas bolas redondas, un simbolismo claro que eras una esclava, pero un contra-simbolismo de que no lo serías. Eso te impidió por mucho que tu cuerpo se moviese por Dominación y por influencia del Defecto de Clan de Obediencia Jerárquica Tremere o "Jerarquía Piramidal" conjuntas, llegase muy lejos realmente, ahí en el techo del Empire. Norman, cabreado, mostrando sus colmillos por el cabréo y ardiendo sus cuñas de heridas en escarlata leve pero sin sangrar todavía, manifestaba cabréo.

¿Qué? Cabréo, eso lo dijo la Otra Prim-... ¡No, no eso, joder! ¡Todo aquí es de color! Porque no es un recuerdo ni estamos usando el obvio cliché de: "El tiempo pasado es en blanco y negro", no, aquí estás, pero espera, una cosa es... Hay algo más. ¡Hay algo más! ¡Hay ardor, picor, molestia, dolor, sensaciones, peso, el viento te pega como si fuesen las manos de Eolos mismos dándote cachetazos como buen abusador masculino riéndose, o niño chico maltratando a un animal, quién sabe. ¡Tus pies pesan, la altura y la presión por estar a mucha distancia del piso te hace auto-ahogarte, tu ahogo te ahoga más pero te hace exhalar, tu exhalación raja tu garganta de dentro, las leyes de multi-fuerzas de Newton y de D'Alembert, poco o nada reconocido al explicar y enunciar bien la ley del balance de fuerzas, te pega por todos lados.

¡Estás aquí! ¡No es un mero recuerdo! Es... A ver, al usar esta Disciplina puedes, sí, usar Auspex dentro de la misma pero solo hasta niveles inferiores. Puedes aumentar sentidos para 'mirar mejor' lo 'recordado' en el lugar tangible y material, puedes 'mirar el aura' de algo o alguien dentro de la memoria del lugar u objeto y no más. Pero tú... Tú, bueno, estabas... ¡Aquí! ¡Completamente! ¡¿Cómo?! No sabías, pero lo estabas, recordando vívidamente todo.

- Primela, no me estás entendiendo. ¡TE VAS A TIRAR POR ESE EDIFICIO HACIA ABAJO HASTA REBOTAR! ¡NO VAS A MORIR ASÍ QUE NO ESTOY ROMPIENDO LA CONDICIÓN DE LA DOMINACIÓN!

Apuntó hacia tu esfera/cadena que retenía tus pasos y lo deshizo, es un nivel de Conjuración que permite deshacer solo cosas hechas por Conjuradores Taumaturgícos o mágicos, un counter perfecto, de hecho. Al hacerlo, empezaste a moverte, paso a paso, sintiendo miedo, horror, pero aprendiste justo entonces, con rabia, el truco. Sentiste algo en tus palmas, pero además de eso, notaste justo antes de volver a darte la vuelta para obedecer su orden, que se tapó la boca y algo hubo, algo como... ¿Sangre? ¿Vomitó sangre? ¿Por qué? ¿Acaso era una sobrecarga de Taumaturgia? Pero la Taumaturgia gastaba sangre a cojones, la quemaba, no la desperdiciaba. ¿Era un fallo suyo, puntual? No entendías, aunque algo más había.

Sentías ese picor, ese leve dolor en tus dos palmas y te detuviste, a pura cojonudez, u ovariez, como quieras llamarle. Vamos, ESFERAS y ya, joder, tanto seximo de un lado a otro no lleva a nad-... Narrador, enfócate. Norman te mira y cuando le miras desafiante, seria, él parece notar algo, pero su cabréo no se quita.

- Primela, tercera y última vez. ¡SALTA DEL EDIFICIO Y PRUÉBATE DIGNA!

Tu entonces murmuraste algo como "No quiero"

- No te escucho. ¿Eso fue un "Sí"?

Otra vez. Más fuerte, mirándole como agachando la cabeza, pero no. Avanzó hacia tí. Veías uno de sus ojos enrojeciendo, no, era más bien el Frenesí común de todo Vampiro/Vástago, Tremere o no, maestro de la Senda de la Sangre o no. Pasos firmes, fuertes, el tipo era potente aún con aspecto de erudito.

- NO TE ESCUCHÉ, BASURA.

- ...

Tomaste aire, aún sin necesitarlo, como si necesitaras la fricción que produciría el tomar aire para tí causarte un dolor horrorosamente poderoso capaz de motivarte, tal cual, y soltaste eso que Norman borró de tu memoria, cuando mostraste tu voluntad, sí, haciéndome romper mi regla de no poder negritas fuera de diálogos y dentro de texto narrativo, porque así de importante es, diciendo la perla, la joya explosiva, como, digamos, uranio, que es un tipo de "joya", mineral precios pero horroroso, como el que mató a Japón entonces hace décadas, el mismo Japón de las que piensan mataros en l futuro-presente. Pero ahora, estás en el pasado-presente.

- TE MALDIGO, HIJO DE PUTA. TE MALDIGO POR TODO LO QUE ERES Y ME HICISTE. ME QUITASTE TODO. MUÉRETE.

Norman paró, casi calmó su frenesí. Él... ¿Temiendo de tí? Creíste sentir con tu poder/habilidad que, no, de hecho, por Auspex incial o de base, aumento sensorial, supiste que su pierna hizo el tiritón como de dar paso atrás y parar, y tuvo que hacer de su coraje para avanzar, viendo lo que creó. Pero sentiste algo peor: Su corazón palpitar o al menos hacerlo dentro de lo vampírico. Su cara empezó a producir sangre por esas dos cuñas, tal cual, manchando su boca y hacia abajo, sin importarle una verga. Se las secó vulgarmente con la manga y mostró ese rostro de tiburón, de demonio. ¿Un demonio así alguna vez sintió amor? ¿En cien años más, si te enamoras ahora de Montserrat... Le harás lo mismo? ¿Cómo podría siquiera ser? Se acercó, lento, casi anulando tus sentidos pero sin poder hacerlo, no ahora. Pero por mucho que te teleportaras a una memoria...

Seguía siendo una memoria.

- Perfecto.

Sonrió, y te empujó con su fuerza nula, Senda del Movimiento Mental. Pudo hacerlo todo este tiempo pero su sadismo insoportable exigía que te tiraras. Aquí aprendiste a negar la Dominación aunque sea una única vez pero a costo de lo que estaba por pasar. Lo otro que te borró de la memoria por décadas, fue lo que sucedería. Sentías el picor, no, era un corte, muy como los cortes en su cara. Y por segundos, recuerdas al viejo ese, a su sire, al que alguna vez fue el que "ahora" (futuro-presente) es el cenicero, el cual tenía, durante esos breves montajes de entrenamiento con Norman, una especie de corte en su hombro, que sangraba... Sí, era una cosa de "vuestro" linaje, de Norman, su sire, del sire de su sire, de la sire de dicho sire que te comentó... Y de Primela [], su apellido original perdido en el tiempo, y la vida/muerte misma.

Al ser empujada no pudiste alcanzar a crear una cadena contra nada porque Norman avanzó entonces y empezó a flotar/volar con la misma Senda, agotando su sangre entonces para ir en caída a ti misma altura mientras descendías. Tú, claro, no podías contra-volar ni nada.

Una caída. Y oscuridad nocturna alrededor Pero tú no le temías a esa oscuridad. No estabas huyendo.


Descenso, caída. La presión era mucha y tus sentidos recordaban todo, el dolor, el haber ido contra Norman, con rabia, aquella furia que te habría hecho un monstruo desobediente y brutal de haber no sido borrada dicha memoria, pero que terminó volviéndote un manojo de nervios en el que te volviste en vez de alguien con carácter pero imparable. Era una o la otra. ¿Nunca había algo que no fuese un extremo? Sin embargo, no era todo.

A medida que descendías, Norman iba volando al lado tuyo pero... ¿Qué?

¿Qué?

No, esto debe ser una memoria forjada, te rehúsas a aceptarlo.

Norman muestra un rostro temeroso, un rostro arrepentido, un rotro con pen-... ¡No! ¡¡¡NO!!!

A medida que caen él vuela hacia abajo más rápido, ni fijándose en el piso, en un punto corriendo sobre la pared a lo más Naruto. Jude se reiría si le contaras esta mierda, tipo: "¿Qué? ¿Se crée Spiderman o qué? ¿Y lo de la máscara? Confirmado, tu "sire" este es Spiderman, pero malo, jajajaja", tal cual. Logra impulsarse Newtónicamente por el edifcio para acelerar un poco por sobre tí pero... Otra vez.

¡NUNCA!

...Primela-Alterna gritó de tu alma, entonces (¿o ahora? ¿o ahora-entonces?) y temías a la oscuridad, huías, porque creías, porque tu empatía te jugaba en contra. Veías a Norman con sufrimiento, con dolor, gastando sangre a punto de secarse. Tus sentidos aguzados y tu mínimo manejo de la Senda de la Sangre te dejaba sentirlo a semi-distancia, que estaba por o entrar en Frenesí o secarse pero le importaba un carajo, porque tu habilidad de super-tacto más tu visión de aura te dejaba ver con claridad que un fulgor de color arriba sobre todos refulgía:

Horror. Culpa. Aprecio.

Y entonces, al estar por caer. Norman apuntó hacia tí y dió un giro lateral.

Un impacto, seco, sonoro, silencioso, crudo, todo a la vez, paradoja de suceso físico y sobrenatural-físico. Sentiste como apenas impactabas contra el piso y recibiste a lo mucho un par de rupturas en tu piel y ya. Esto, claro, fue reemplazado por una violenta memoria de haber quedado inconsciente tras un dolor supuestamente "tan grande y tanto daño que la inconsciente fue instantánea", pero esa fue una mentira cochina, porque él jamás, en su orgullo, aceptaría que te salvó...

Porque al mirar, es él quién quedó hecho un fiambre, no-vivo, pero hecho pedazos. Solo quería que... ¿Te probaras? ¿Jamás podría este hombre hacer las cosas de forma directa y sin irse por rodeos? No, la vida le dió puros puñetazos laterales, tú lo viste, tal cual, su padre, su hermano, sus bulingueros, todos, todo le hizo torcerse... Se torció, fue torcido, y él aceptó esa torsión con gusto. El cenicero fue un buen maestro y una mala influencia, a la vez, o una mezcla de ambas. Y ahora mismo, Norman suspira y, de nuevo, en un último pálpito, activas un nivel superior al Auspex que ya tienes... Dentro del Auspex teleporta-memorias, rompiendo sus reglas por la cara. Telepatía:

"Tú, mi tesoro, mi joya en bruto. Te convertiré en alguien que pueda convertir esta puta pila de basura que llaman 'pirámide' Tremere para poder hacerla mejor, conjurarla en algo real, te volveré el monstruo más poderoso de todos, cueste lo que cueste..."

Y entonces, tu último trozo de voluntad. "Voluntad" significa eso, "Libre Albedrío", como dijo la Biblia que tanto citaste. Te deja, al final, elegir si creer en todo esto, o no, porque es cierto, todo, tu Auspex rompe las mentiras y ahí está la clave. ¿Qué [u]no[u] estabas viendo? Esto, esta memoria que Norman selló para no dejarte volverte un monstruo demasiado grande y hacerlo a plazo largo y lento, doloroso. Tú decides, por ese éxito final, si quieres o no creer.

Y claro, vuelves.



Presente, real, poco a poco estás saliendo de tu estupor psíquico y entonces se menciona, pasado volviendo a presente, dándote a entender por donde iba o estaba llegando el show finalmente, ya casi en tus sentidos del todo, "fusionándote" con esa Primela del todo confiada, lo cual te hace pensar en la paradoja memoria-temporal: ¿Y si la Primela temporal que tocó todo este tiempo fuiste siempre tú y estaba confiada y cabrona era simplemente porque quizá pudo beber algo de sangre con alcohol extra y sobretodo, ya tuvo la visión que has tenido tú antes? De modo que todo esto pasó en el momento exacto del chasquido y se hizo sabido después, porque Norman encadenó dos Dominaciones para que la segunda fuese la que te hiciera no poder estar "despierta"... O realmente Other-P existe y ella te metió en tu propio interior para verlo correctamente. Joder, es confuso hasta para mí, que estoy narrando.

- Y con eso, terminado [i]La Vie En Rose, pasamos con Ne Me Quite Pas para algo de depresión gratuita, ya sabeis que toca ir haciendo zig-zag, eh.

Se ríen entonces. Algunas chicas hasta miran a Norman con interés, al asexual eternamente enamorado de su señora-mayor-cortesana-dealer-apostadora-centenaria por su carisma bobo, mientras que la Primela cabrona que sigue sin ser tú del todo pero sí pero no pero sí pero no al final, le mira con cara de: "Tienes humor, vale, payaso, pero vamos al tema".

Y así, tocáis Ne Me Quitte Pas, con todo el pathos deprimente que tiene, un tema hermoso. La gente mira con amor, con deseo. Puedes sentir sus corazones (dado que no declaraste soltar Auspex, no, los Auspexes después, pero nah, esta vez no te dí chance porque la escena está encadenada, seamos honestos, ha sido algo mío, jojo) palpitando con gusto, sus suspiros de anhelo, su interés y tensión gustosa, cómo la música los afecta como tus palabras a las plantas entonces. ¿Podría estar por aquí la clave? Ah, pero es tan enamorante, tan dulce, es exquisito... Y entonces algunos murmuran, pero por tus poderes psíquicos y sensoriales es imposible que no puedas escucharlo, sí, aún con la música producida por tí misma. Joder, por tu poder táctil basta con sentir cada movimiento a nivel milimétrico de sus labios y "escuchar" o "leer" de costado incluso. Podrías darle clases a Neo, o a Sherlock, eh, pero sin subirse tanto el ego, claro.

- Pst... ¿No te parece lindísimo el colgante que lleva?

- No lo noté antes. ¿Lo llevaba oculto?

- Fijo, no sé, seguro se lo puso cuando "Máscara" nos distraía con sus gilipolleces divertidas sin darnos cuenta.

- Joder, ese corazón dividido es hermoso. ¿Estará prometida seguro?

- Awwwwww, bueno, una como ella está kilómetros, no, planetas lejos tuyo, jajaja.

- Sí, jajaja.

Y así, te miran y a vosotros, el dúo.

Y comienza.

Somewhere Over The Rainbow. Vuelves por completo.

Y las ves, pero el miedo... No existe, eres pura potencia, eres pura calma, tu sincronía con la música suprime tu miedo, no lo apaga, pero lo retiene enjaulado y lo justo, lo paraliza cual Norman con su telekinesis, con tu telekinética Senda de Movimiento Mental. Una, una mujer de aires mayores, bella, peligrosa, afilada, como una espía cabrona que ha pasado por todos lados. La otra, la demonio de ojos dorados que Norman te mencionó en la ecuación entonces, ojos amarillos intensos, pelo corto-mediano, mirada fria, como una empresaria en contraste con la mirada dulce-venenosa de su señora, esta era más como una mirada de alguien que observaba, pero... Tus poderes.

Tus poderes te decían que la menor (¿Y cómo sabías cual era sire y cual era chiquilla? Algo te lo decía, tal cual, instintos, quizá) te tenía ganas, malas, no como los otros/otras que se apenaban porque estabas prometidas por, ah sí, el colgante, que en algún momento conjuraste sin darte cuenta o peor/mejor, se manifestó desde donde estaba Other-P aquí, tal cual. Vale, pasa que esta, la demonio/vampira de ojos dorados te quiere como propiedad, tal cual, lo sabes. Sin usar sus poderes, ni siquiera psíquicos, solo con su mirada, mundana, normal, notas que desea apretarte y tomarte como una muñeca. Alrededor, entre el público que tuvo que estar parado, hay dos chicas más, una preciosidad que podría ser una modelo o algo más y otra de pelo largo vestida muy recatada, con chaqueta, seria, con algo sospechoso... ¿Una katana? ¿Tal cual? ¿Qué es esto, Kill Bill? Bueh, con la escena Spider-Man-esca de hace décadas con Norman, poca cosa era una katana bien oculta en un bolso grande o algo así.

Y estabas procediendo a través de S.O.T.R., a punto de poder elegir.

Tus opciones iban algo como esto:

Hola, soy Primela, y esto es Jackass. Ahora voy a disparar tres canicas de potencia solar para cegar a las vampiras, que Norman las derrote sin matarlas como le ordené, porque soy toda una manipuladora haciéndose la oveja indefensa y después matarlo por la espalda. ¿Cómo? No sé, quizá use el collar ese que aprendí de mi otra yo para decapitarlo o forzarlo. Ya saben: "Probarse a sí mismo" digno de mí, como me dijo entonces en el Empire States el muy hijo de puta. ¡Jo jo jo!

Al parecer estoy sufriendo de disonancia cognitiva o peor, resolviéndola. Cuando estemos por activar las canicas, fingiré que hago una pero le aplico el collar a Norman por sorpresa, usando todos los buffs que me dan mis poderes psíquicos/sensoriales de anticipación y más. Norman abrió sin duda la jarra de Pandora para que le chorreara en la cara, tanto que le gusta la sangre, pues se bañará en ella cuando las LaSombra vean mi clara intención de traicionarle, lo maten, y listo. El problema es que ellas no saben de mi cláusula de "No matar humanos". Mhh...

Si Norman realmente buscó hacerme su "tesoro" y esa era la maldita palabra con "T-" entonces me cago en todos sus muertos y probablemente le diga "CENICERO" a su sire en su cara, con un escupo incluído, pero por lo demás, pelearé con él. Fijo que esas dos son ghouls de alguna de las dos, o de ambas, por lo que Spukov y Palomino, los ghouls de Norman, serán clave. ¿Cómo evitar la masacre aquí? Tengo que pensar, pero Norman es una mina de oro, de enseñarme poderes, de darme recursos, de sabiduría... Sí, estoy pensando como la psicópata que negué querer ser. Genial. Pero ahora debo sobrevivir.

Me cabreé de ser una inútil. Así de simple. ¿Por qué todas las otras opciones implican hacer algo trapicheramente a espaldas o depender de otros? Basura. Si he podido encantar a todos con mi performance, pues les diré sin usar esa disciplina de mierda que odio que se vayan, AHORA, y cuando me obedezcan, yo misma iré contra las LaSombra y les exigiré que se calmen o simplemente, toca por fin demostrar de qué soy capaz. Ya me "probé a mí misma" infinitas veces y esos ghouls, los de Norman no son ningunos inútils, ni Norman. Si él se encarga de la sire, debería poder yo con la demonio de ojos amarillos o atacar a las ghouls a traición, alterarla si trata a sus "muñecas" con apego como una niña pequeña (típica niña nacida en cuna de plata, capitalista clásica) haciendo que los ghouls puedan rellenarla a plomo. Todo o nada, hora de actuar de una puta vez.

.

Y si no te convencen, mezcla, inventa, no sé.

Tú sabrás quizá mejor que yo incluso.

T-ú.

- Tiradas (6)

Motivo: Inteligencia + Ocultismo

Dificultad: 7

Tirada (5 dados): 4, 4, 4, 4, 3

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: Inteligencia + Ocultismo {Segundo Intento [Final]}

Dificultad: 7

Tirada (4 dados): 8, 1, 3, 2

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: Percepción + ¿?

Dificultad: 8

Tirada (6 dados): 4, 1, 9, 8, 4, 6

Éxitos: 1

Motivo: Fuerza de Voluntad (¡Me niego a creerlo!)

Dificultad: 10

Tirada (10 dados): 10, 4, 9, 10, 5, 10, 9, 1, 6, 1

Éxitos: 1

Motivo: Fuerza de Voluntad (¡Nunca!) [Other-P]

Dificultad: 10

Tirada (10 dados): 1, 2, 5, 3, 6, 6, 10, 7, 1, 7

Éxitos: -1 Fallo

Motivo: Fuerza de Voluntad (¿?) [...]

Dificultad: 10

Tirada (10 dados): 8, 8, 7, 8, 3, 7, 10, 10, 1, 2

Éxitos: 1

Notas de juego

Listo. Preguntdudas como siempre.

Cargando editor
10/01/2019, 23:42
Primela

¿Otra vez? El recuerdo del Empire States empezaba a ser como una tirita arrancada muy lentamente, durante un siglo de lentitud. ¿Y para qué? Ya sabía lo que seguía: me moría de miedo, no podía hacer nada porque soy una inútil de mierda, me dolía respirar, me dolía moverme, gastaba sangre conjurando basura inútil, espera... ¿¡ESO DIJE!?

Por supuesto que me di miedo. Pero un miedo sonriente, excitado, el miedo que sentiría una adolescente probando drogas nuevas que consiguió en la esquina a través de dudosas amistades que son amigas de otras dudosas amistades. Eso dije... No había manera de saber si este era un recuerdo real. Justamente, debía ser uno de los episodios más toqueteados de mi vida. No solo por Norman: había soñado tantas veces con gente tirándose del Empire States, yo tirándome del Empire States, Norman tirándome del Empire States, que... ¿como saber qué era eso de "real"? Se supone que no hay manera de demostrar que esto, lo físico, es "real", filosóficamente hablando, así como no se puede demostrar que el universo no fue creado hace cinco minutos, incluyendo las pruebas que indican que fue creado hace catorcemil millones de años. Es curioso, ¿pero por qué no? Si asumimos que realmente puede haber un Norman todopoderoso que se encarga de todas las cosas, deberíamos asumir que es un malparido manipulador que podría haber creado el universo hace cinco minutos incluyendo pruebas que indiquen que fue creado hace catorcemil millones de años. Así que imagínate, desde una perspectiva lógica pura, de lo que vale un recuerdo.

Pero este valía. No solamente porque se sintiera real, que podría ser argumento suficiente para penetrar analmente con un dildo de proporciones cosmológicas a la lógica. Porque me gustaba. Me daba una versión de mi que me gustaba, una versión de mi capaz de maldecir a Norman, de darle miedo, de romper su dominación en su cara de mierda. Porque de eso debía estar hecha su cara: de mierda. Hihi, Norman tiene cara de mierda. hihihihi, ¡Norman cara de mieeeerda Norman cara de mieeerda! Y durante un momento, mientras canturreaba mentalmente como una niña pequeña que acaba de aprender que puede decir mierda cuando está sola, no me preocupé porque Norman estuviera escuchando mis pensamientos, ni nada por el estilo, simplemente disfruté de la libertad de pensar que Norman tiene cara de mierda hihihi. Poco me importó que se creyera spider-man, además, probablmente, por fechas, era spider-man el que se creía Norman, así que podríamos sacar un buen fajo de billetes con los que podría comprarle montones de piezas a Jude si denunciábamos a Marvel por plagio. Pero, por supuesto, Norman no se rebajaría así, denunciar a una empresa de tebeos es demasiado cutre. ¡caracaca hihihi! ¿Qué hace?

Eso tampoco lo recordaba. Me tiró, y me salvó. En esencia, muy Norman. Pero, ciertamente, el subidón infantil bajó. Eso dejaba un esquema relacional y de personalidades muy raro. Por un lado, yo podía ser un monstruo incontrolable, pero era una miedosa que quería sangre gratis y pacífica para todos. Por otro, Norman era un monstruo controlador que quería lo mejor para sus víctimas. En conjunción, éramos una espiral de mierda que podía explotar como un sol hecho bomba (de mierda). Daba la sensación de que tarde o temprano, destruiríamos algo grande, o valioso, o las dos cosas. O nos destruiríamos mutuamente. Tesoro... No soy el tesoro de nadie... no valgo tanto... No era un pensamiento muy feminista, pero bueno, al menos estaba negando ser un objeto, aunque fuera porque no me veía tan valiosa como a un objeto. 

En todo caso, ¿qué sacaba yo de todo esto? Por lo visto, tengo algún tipo de fuerza monstruosa que Norman quiere usar para romper cosas que no le gustan. No es tan raro, al fin y al cabo yo quiero usarla para armar cosas que me gustan. No hay ying sin yang. Ah, sí, y un colgante muy bonito. ¿Será un recuerdo de Other-P? ¿Será una especie de fetiche con el que puedo invocarla? No sé. Como tampoco sé realmente qué puedo hacer para saber si la situación en la que me encuentro es realmente el presente. Bueno, puede que ni siquiera Norman pueda castear genjutsus tan poderosos... pero al final, es lo mismo que con el recuerdo: se siente real. Tantas respiraciones colándose entre mis poros, la música acariciándome el cuero cabelludo, los corazones botando de alegría acariciados por la música... y ellas. Ellas se sienten muy reales. ¿Las otras dos serían ghouls? ¿Son cuatro mujeres? Estamos muertos, Norman y nuestros ghouls solo me tienen a mi... ¿Qué habría sido de Harry sin Hermione? ¿Qué habría sido de Voldemort sin Bellatrix? ¿Y qué habría pasado si Voldemort hubiese sido mujer? La literatura no jugaba a nuestro favor, si nos enfrentábamos, seguro que estábamos muertos. Al fin y al cabo, fue Norman quien vino a mi suplicando por su vida. Y fue él el que no se atrevió a mostrarme su vulnerabilidad en el empire states, fue él el que estuvo dispuesto a gastar su propia sangre solo para protegerme de un peligro inútil. En cambio, por las ganas brutales de posesión que desprendían los ojos de la demonio dorado, se podía deducir que su sire le permitía sus caprichos: le permitía independencia. Eso traía otra conclusión: no tenía la necesidad que Norman tenía hacia mi. Era como si yo fuera una mitad de Norman, y ellas fueran dos. Uno y medio contra dos, los números no jugaban a nuestro favor. Y si Norman estaba dispuesto a hacer tonterías como sacrificarse por mi, eso dejaba un escenario probable en el que me quedaba sola ante la demonio dorado, y puede que sus ghouls, o hasta puede que algo peor. Y yo no soy una luchadora, soy una científica, una rata de laboratorio. La única ventaja que teníamos, de hecho, era esa. 

Recordé que en algunas culturas, como la armenia, hasta hace poco era frecuente el rapto de mujeres jóvenes. Es una divertida tradición: se juntan unos cuantos hombres, y raptan a una mujer, por ejemplo metiéndola en el maletero de un coche. Eso implica que uno de los hombres solteros del grupo se casará con la mujer raptada. Por supuesto, muchos occidentales nos llevamos las manos a la cabeza al oír este tipo de tradiciones. Y, por supuesto, no se puede negar que tiene algún punto tenebroso, una anulación total de la voluntad de la mujer, pero... ¿y si no? ¿Y si esa mujer le pide a su novio que venga a raptarla esa noche porque quiere casarse? ¿Y si se lo pide a un amigo para huir de una familia maltratadora? ¿Y si ya se iban a casar, cual es la diferencia esencial entre ese rapto y nuestras despedidas de soltero? ¿Acaso Hipatia de Alejandría no habría preferido que la raptara un amigo, se casara con ella, y la dejara en paz con sus estudios sobre geometría en vez de ser quemada por bruja? O, poniéndonos en la piel de algunas heroínas clásicas, ¿acaso no era mejor aceptar a un marido impuesto que rechazarlo y provocar una guerra que acabaría con la vida de tus seres queridos? ¿Acaso no es el autosacrificio la base de la heroicidad? Es uno de los puntos grises del feminismo. La hermenéutica feminista está mucho más viva, mucho más en desacuerdo consigo misma que la otra. Y con esto quería llegar a: ¿Y si quiero que la demonio dorado me posea? ¿Y si quiero usarme de moneda de cambio para que no muera nadie, ¿qué? 

Pues... probablemente, Norman use su hermosa dominación y me lo prohíba. Pero acabo de descubrir que puedo romperla insultándolo. Siento las sinusoides musicales envolviéndome como un manto hecho de un fluido estelar, como si la consciencia cosmológica de Einstein (que es un eufemismo para decir Dios sin quedar mal con los otros físicos) me estuviera protegiendo. Tengo el colgante de Other-P sobre el pecho, dándome fuerza con su tacto frío, calculado, y hermoso. Como los mismísimos patrones de la música. 

Ahora... Hablé, sí. Probablemente, justo antes de hablar el público notó como algo cambiaba en mi. Como algo aterrizaba en mi. Como Yo aterrizaba en mi. Probablemente dio la sensación de que en un instante me subía la droga que fuera que me había metido esa noche, o al revés, que de repente se me pasó el efecto. Observé a mi alrededor un instante. Pero tenía que actuar rápido, y por algún motivo me sentía más segura que de costumbre, ¡así que aproveché! No solo hablé, caminé. Primero, hacia el misterioso enmascarado. Spider-T - sí, así me referí a él. Confié en que entendería el juego de palabras, y en que eso le daría el toque de atención que necesitaba para hacerme caso - toca un standard, voy a improvisar. Confié en que ese último "voy a improvisar" se lo tomaría con segundas, se pondría alerta como un raptor celoso. Tanto si empezaba a tocar como si no, yo seguiría con lo mío, así que él debía reaccionar rápido. Luego caminé lenta pero segura hacia la parte delantera del escenario. Notar el atril bajo los pies, la ínfima diferencia de altura entre el público y yo, me hizo sentir como en la cima del viaje del héroe de Campbell. Hablé al público, como cumpliendo un sueño tangencial. Sé que es un tópico, pero... ¿Sabéis como se hace para tocar jazz? Dejé un silencio. Sufriendo un siglo de desgracias. Pero a nadie le gusta sufrir, ¿verdad? Di un saltito, en el que el tiempo se congeló en la ingravidez, y me sentí niña, renovada. Aterricé sintiendo como se me hundían las piernas en el centro de la Tierra, y salían disparadas hasta la Luna, y volvían a mi cuerpo, como si todo eso fuese una atracción en un parque de atracciones en vez de una maldición. El caso es que sin ese sufrimiento, no se puede valorar este instante mágico. Si no pasamos por el semidisminuido, no podemos disfrutar del placer de volver a tónica. Esos comentarios en lenguaje musical siempre triunfaban entre el público pedante que va a escuchar jazz en un antro. Empecé a pasearme entre el público, sin prisa por llegar a mi objetivo. Hoy me entrego a mi público; hoy soy vuestra. Dejé otra pausa, y me acerqué aun más. Hoy os entrego mi dolor más antiguo de la forma más bella que puedo. Hoy celebramos nuestro dolor. Finalmente, paré mi caminata por el público. Evidentemente, delante de la demonio dorado. Somos todas hermanas, y todas sufrimos. ¿Y por qué sufrir más, cuando podríamos estar disfrutando de un buen jazz? Tan cerca, que hasta le extendí la mano. Señorita, ¿sabe bailar swing? Sí, por una vez, soné tan vieja como soy. El resto del público probablemente pensaría que estaba todo pactado.

Durante un pequeño instante, tan pequeño que solo quien tenía mi mano delante de su cara podría haberlo notado, sobre mi palma aparecieron cenizas. Sí, cenizas. Dispuestas de manera que dibujaban una palabra:

Negociemos

Y menos de un segundo después, la ceniza había desaparecido.
 

Notas de juego

Pues ale, eso es lo que hago: le pido a Norman que toque un standard (osea, una base cualquiera de jazz, se usa para improvisar). Lo haga o no, luego me acerco hasta la demonio de ojos dorados, y le acerco mucho la mano a la cara para pedirle bailar un swing, y conjuro en mi mano unas cenizas que digan eso, "negociemos". O al menos intento hacerlo, a lo mejor Norman me para antes, ¡pero esa es mi intención! Lo que quiero es crear una situación en la que podamos hablarnos de cerca, tipo decirnos cosas a la oreja mientras bailamos, sin que nuestros respectivos sires intervengan, aunque sé que tanto Norman como su sire estarán conspirando por su cuenta y los dos podrían disparar sus respectivos planes en cualquier momento y mandarlo todo a la mierda, peeeeero bueno, hay que intentarlo.

Cargando editor
25/01/2019, 02:23

Norman, no solo siendo el menos normal de todos, el rarito del siglo (no, milenio, seguramente), era, por mucho que fuese uno de esos hombres que eran, según tu ideología, cosa poca o apenas zánganos para tí y las tuyas, objetivamente un pianista de la puta hostia. Francamente no entiendes como aprendió a tocar tan bien siendo tan cerrado de cepa. ¿Realmente aprendió a amar el piano por verlo a su madre tocar y lo hizo suyo? ¿Practicó por siglos varios? ¿Pero cómo? No, de hecho, tiene sentido, porque se sabe que los que tocan el piano son gente melancólica y en contraste (¿complemento?), neurótica, tensa, stressada y cansada de todo que sueltan su rabia en el piano formando a su vez, belleza. Tal como has dicho/dirás/estás-diciendo, el sufrimiento nutre al arte, eso se sabe, aunque lo dijiste con más oomph como dicen los gringos, ciertamente, pero bueno, la cosa es esa. Cosa cososa. Norman carecaca, jaja. Ejem.

Sientes, notas y re-consideras dos cosas puntuales, que puede o no que tengan lazo y relación, si bien en este cosmos científicamente interlazado, sabías que TODO tenía inter-relación y al final esos misiles y lluvia de misiles entre Zimbavwe y Zugarrarmurdi en la estratósfera perfectamente impactándose sin una micra o nanomicra o nanonanocuantomicra de fallo eran de hecho, un absoluto. Determinismo cuántico, le decían, pero también se le conocía como absolutismo Newtoniano, dos cosas que Einstein dijo de otro modo y supo, claro, con su bigote chistoso. Puedo decir que los únicos hombres que toleras son los que te inspiran respeto y dan ideas, como Einstein, a tí, como mujer, o te causan placer, como tu ex novio ruso o son buenos amigos, como Judecito el nerdito de la tecnología, tal cual. Pero dejo el comentario que me arriesgo que tu 'alma superior' me bote la partida como una patada en todas las pelotas por pasarme y me enfoco en lo importante:

Norman puede multi-castear, tal cual. Jude te explicó a tí, la abuela vampírica con forma de adulta-joven, que 'castear' es un término que se usa en juegos (aunque te negaste a jugar cualquiera porque no te imaginaba que Norman te dejara hacerlo en paz y seguro hasta te distraerían de tus propios estudios, lo cual Jude entendió) de esta época para hablar de 'ejecutar tu magia' incluyendo el tiempo y/o gastos para usarla. Norman cuando estábais en el descenso final del Empire State no solo 'casteó' o usó el Movimiento Mental para alivianar por casi completo tu caída al piso, sino que además logró ejecutar apenas su propia Via Sanguis para potenciar su físico y resistir el impacto en pos de quedar un poco menos fiambre.

Lo otro, es que mientras estás en proceso de hablar y seducir a la audencia que están fascinados, de hecho, Norman se toca el cuello, se lo roza, tal cual, frotándoselo con un dedo, pero... No sabes cual. Y ahí es donde pillas la debilidad de tu poder, y no hablo de los mil contratiempos como que, por ejemplo, torturarte no solo es fácil sino un infierno y que prácticamente vives tú vives en auto-tortura regularmente, no, es que ya, el tacto permite sentir posiciones relativas, cercanas, etc., a distancia (para tí sobretodo, y para las personas sin tu aptitud un poquitito) pero nunca, jamás, has podido ni lograrías, crees, poder realmente hacer una "imagen clara de tacto" de qué/cómo algo se está haciendo. Sí el qué, si el donde, perfectamente, pero no el cómo, y sospechas que si quieres eso, tendrías que ir por el lado Daredevil del asunto... Sí, tendrías que o dejar que tu super-tacto te robe algún otro sentido o robártelo tú mismo y puma, hyper-tacto, tal cual. ¿Pero podrías ir ciega así tal cual y no poder usar tus maquetas coloridas a gusto? ¿Podrías soportar vivir sin música si sacrificabas o te era quitada la audición por dicho poder? ¿Era un pacto aceptable? Pacto suena como tacto.

Entiendes ambas cosas en menos que un instante, un Planck, podrías decir.

Ahora, el público adora todo. Adora tu pretenciosidad musical, adora tu filosofía de cartón que no lo es (y en tu caso es LITERALMENTE, bueno, un ~siglo, pero ese "~" son 99 años y 11 meses o tanto, así que meh, cosa poca, diferencia irrelevante), hacen el silencio cuando dejas dicho para responder tu propia pregunta, se vuelven locos cuando paséas ahí, frente a sus mesas. Varias miradas, femeninas y masculinas se te posan atraídos, sí, sexualmente, porque, de nuevo, por mi noble autismo de Z-... Zarrador, em, Narrador, perdón, giré de lado la N, sí, eso, sigue indicando que no has desactivado los tres Auspexes desde que te fusionaste con tu posible Bestia Interna. Puedes sentir/mirar sus auras, sus corazones palpitantes (sumado a tu super-tacto), sus alientos, joder, hasta sus feromonas, casi, como si quisieran que les tocaras la mano o algo. ¿Cómo se sentiría Montserrat siendo tan atractiva cuando apenas salía a la calle aún con ropas de granjera/jardinera o peor, con ropas más girly o lo que sea? Apenas puedes imaginártelo. Y como sabes y ese Norman que ahora ves como basura, te enseñó en años lejanos ya, que los Vampiros al ser Malditos por la sangre de Caín lejanamente y sus Sire directamente, ganan una especie de "pulido", en donde se pierde su grasa corporal hasta cierto punto, se le curan defectos físicos excepto quizá algunos más relevantes a sus almas, y se vuelven más hermosos o afilados, siendo como la belleza de una rosa muy espinosa o la de una serpiente o mariposa exquisita a la vista pero altamente fatal y/o venenosa. Ghoulizar y eventualmente Vampirizar a Mont sería... Sería otra caja de Pandora o jarra o, joder, no sé, tazón de café o puta piscina de Pandora que soltar sobre este mundo indigno de la linda niña invernadero.

Y al llegar frente a la demonio de ojos dorados, no solo casteaste (¿lo ves? ¡aprendizaje!) lo que quisiste de ese modo cabrón que impediría a Norman ver/saber, sino que lo hiciste... En kanji, tal cual. Norman sabía japonés, pero por algún motivo simplemente supiste el kanji para "Negociemos" o "Negociar" y lo desvaneciste en instantes. ¿Cómo? Pues aprendizaje instantáneo, obvio, o algo más. Quizá ese quiebre psíquico que activó a tu yo confiada tras por fin confrontar esa tira de mierda dolorosa sacada durante casi cien años te hizo adquirir todo esto. ¿Norman temía todo este potencial y por eso te "selló" a lo más Naruto con sus Genjutsus cochinos? Pero él no era tan cabrón como Itachi ni tan astuto, aún con las ojeras y marcas en la cara del mencionado.

Y ahora, vamos con la parte del baile, la necesaria, donde pasan las cosas importantes.

¡A por ello!

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Omega-Situación {x}

Tirada: 100d100

Resultado: 5313(-100)=5213

Motivo: Percepción [Primordiela+ {¿Plus?(¿Confident)}] (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (5 dados): 5, 9, 2, 5, 10

Dados repetidos: 3

Éxitos: 1

Notas de juego

Sijjjgueeeeeeh.

Cargando editor
25/01/2019, 03:57
Aoko Tozaki


- A su orden, Meister.

Por supuesto, mi humor Zawaiano, sea lo que sea que signifique tal término arcano y erudítico, hace que el primero que hable cuando el NPC puesto sea nada menos que la demonio de ojos amarillos con su nombre revelado y que estaba por revelarte de todos modos, fuese Norman en vez de ella misma, ante tu demanda y casi burla al apodarle de tal manera referencial/situacional y él obedecer, si bien usando un término que se podía considerar un feo insulto a tí y tus ideales. "Meister" se podía leer comúnmente como "Maestro", tal cual, en masculino... O incluso, como "Campeón", tal cual. ¿Tal vez referenciaba que te habías vuelto la campeona capaz de vencer todo ahora que se soltó tu cerradura mental? Norman, siempre, Norman siendo él.

Y luego, claro, la "demonio japonesa" en sí. Joder, o sea, la mirabas y era como... ¡Hooooooostia! Aquí estaba la clara diferencia y todo mientras la música swing imaginaria sacada de la Pump It Up que amo como narrador ambienta la situación si bien no es del todo el estilo de lo que está realmente sonando. Bueno, sí, Norman está de hecho tocando un estilo (al menos en puro piano) muy Swing, pero más calmado que el OST este directamente, claramente dándoles asuntito para bailar en ese espacio semi-circular/semi-cilíndrico entre el escenario, las mesas pegadas a la pared y tal, tú con ella bailando, que ahora mismo, diría su nombre. Joder, como te decía, la diferencia entre una belleza natural, humana, pura, y una belleza potenciada por la Maldición de Caín, una belleza casi tóxica, punzante, increíble. Y la tuya igual lo era, ciertamente, sobretodo cuando estás ahora en "modo" (o eres, ¿completamente?) Primela Plus.

- Mi hermosa Primela, mi nombre es Tozaki Aoko, pero en japonés, así que Aoko iría primero. Siento un gusto de que quieras... Negociar conmigo.

Su voz, su tono, su piel suave pegada a la tuya mientras subían el tono, tal cual. Todo eso te hacía volverte loca. ¡Pero Montserrat! ¡Fidelidad! Sin embargo el estar en modo [Primela Confident] o [+] te dió poder para mantener la calma. Ella parecía sentirse igual. Podías sentir, aún ella no-viva, sus ansias, en sus movimientos podías trazar el mapa de "te deseo" que antes insinuó fuertemente con sus ojos como oro candente en el que podrías quemarte como en una fundición de tal. A lo 'lejos' su Sire, otra mujer semejantemente hermosa pero más tranquila y quizá menos 'afilada' o más calmada mira con calma. "Atrás" tuyo tocando el piano en aquel interminable "Standard" que se alargaba y alargaba, hacía cosas, pero realmente no, solo tocaba el piano tras haberse tocado el cuello ambiguamente y... Ya, tiremos, hagamos tiradas para dar resultados más fidedignos y determinantes. ¡Daditos! ¡Tómbola de Einstein/Dios!

No demasiado. Tu baile con Aoko era enloquecedor, el tacto, el movimiento elegante de una mujer, una joven que ahora sabías, por puro, bueno, tacto, que era una princesa criada en la mayor de las cunas de oro como sus ojos, claramente, alguien que ciertamente era algo deseable, por muchos motivos, te impedía saber mucho. Usaremos la tómbola para ver en qué te logras enfocar con tu mediocre y casi menos que mediocre resultado en tirada extendida. 15 dados (y con especialidad nada menos), 3 éxitos, un mísero quinto del total. ¡A ver a ver~!

Te fijas, curiosamente, por obra de la tómbola cósmica, en nada menos que la mujer que es la Sire de Aoko, pero no tanto en ella, sino en lo que hace. Juega con su trago y su otra mano agita sus dedos de modo juguetón, a veces chasqueándolos pero de modo silencioso/respetuoso al ritmo del piano-swing de Norman. Esto, te hace inmediatamente sentir, con tus Auspexes + Super-Tacto algo, algo que no debería existir en este mundo de esa forma...

Sombras.

Las mismas sombras a las que temiste por tanto tiempo que se iban aglomerando de forma material en la parte más baja, la base del palco donde estaba tocando Norman solo ahora. ¿Esperaba que tú y Aoko pasaran a más para poder matarle sin piedad en un único multi-stab (otro término que te mostró Jude mediante esos "animés" justamente del Japón de donde vinieron estas dos mujeres, básicamente ser empalado por muchos lados, horrorosa pero eficientemente desde múltiples direcciones) de tinieblas físicas? Suponías, o tenía las sombras estas listas. Sonreía maliciosa y miraba a Aoko, a veces a tí, y de reojo a Norman, como quién apunta a alguien a quién destruirá.

Y de Norman, nada, ni por tacto ni nada. ¿Qué sucedía? ¿Se había vuelto dócil de verdad?

Más de Aoko, en tu oído:

- Te daré riquezas abundantes para tus necesidades, te sacaré del maltrato y prisión que te tiene ese dinosaurio incompetente que apenas maneja el mundo moderno. Te daré todo, mi muñeca. Vuélvete mía~... No te pido mucho más.

Y se arrojó pero no a besarte la boca, sino a hundir muy suavemente sus colmillos en tu cuello para hacerte sentir un placer inmenso, y a ella también. Cuando ocurre, sientes un placer absurdo. Y ahora, por fin, entiendes por qué Montserrat en la vida seguramente miserable que ha vivido como para hacerla tener su coso de suicidio listo, es que vivía de tu Beso Vampírico, porque es una locura, porque es como tener orgasmos dados por las galaxias desde lejos hacia tí, tal cual, el toque del cosmos en tu... Tú, nada más. Y ella igual se empezó a excitar, haciendo el Swing más rápido. La gente se sorprendía, pensarías que empezarían con algo como: "¡Venga, toquen ya! ¡Maestra, por favor!", pero nada, todos os miran y la cosa se pone interesante, porque es sabido que estos bohemios hedonistas gustaban del cachondéo. Sentías casi como la otra, la Sire de Aoko estaba por aniquilar a tu Sire, sin piedad.

Es más, en un giro del baile de Swing podías, tal cual, apuntar y... Usar el collar.

Tal cual, el collar auto-apretador que te enseñó y aprendiste de la Other-P, para asegurar que Norman tuviese un problema extra y fuese sí o sí atacado por las sombras. Juego terminado, bastaba con entregarte a las japonesas y listo.

Pero...

Última oportunidad. Rodad, dados, por Einstein, por Dios, por... Por Primelancia.

¡Joder! ¡Nada!

Algo te falta, algo...

Algo no anda bien. Con Aoko, con Norman, con todo.

˙uéᴉqɯɐʇ ɐɯsᴉɯ oƃᴉʇuoɔ 'ǝʇuǝɯǝlqɐqoɹԀ˙˙˙

- Tiradas (17)

Motivo: Autocontrol [Aoko] {FdV, +1 éxito}

Dificultad: 9

Tirada (3 dados): 8, 4, 5

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: ¿Punto de FdV? [Primela] (1: Sí | 2: No)

Tirada: 1d2

Resultado: 1

Motivo: Autocontorl [Primela] {FdV, +1 éxito}

Dificultad: 9

Tirada (2 dados): 10, 6

Éxitos: 1

Motivo: Autocontorl [Primela] {FdV, +1 éxito} (Repetición)

Dificultad: 9

Tirada (1 dados): 7

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: Astucia + Empatía [Primela] {Extendida, 1/3} (Especialidad)

Dificultad: 8

Tirada (5 dados): 5, 5, 6, 8, 3

Éxitos: 1

Motivo: Astucia + Empatía [Primela] {Extendida, 2/3} (Especialidad)

Dificultad: 8

Tirada (5 dados): 1, 9, 8, 10, 5

Éxitos: 2

Motivo: Astucia + Empatía [Primela] {Extendida, 3/3} (Especialidad)

Dificultad: 8

Tirada (5 dados): 8, 10, 7, 1, 1

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: 1: Aoko | 2: Norman | 3: Sire de Aoko | 4: Púbilco | 5: Ambiente (General/Específico) | 6: Otro/s

Tirada: 1d6

Resultado: 3

Motivo: Astucia [Norman]

Dificultad: 10

Tirada (3 dados): 10, 6, 7

Éxitos: 1

Tirada oculta

Motivo: Taumaturgia [Norman]

Dificultad: 8

Tirada (10 dados): 7, 8, 8, 6, 5, 7, 5, 8, 9, 2

Éxitos: 4

Tirada oculta

Motivo: Resistencia Taumaturgíca [Primela] {Resistencia} (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (4 dados): 3, 5, 2, 8

Éxitos: 0 Fallo

Tirada oculta

Motivo: Resistencia Taumaturgíca [Primela] {Resistencia}

Dificultad: 9

Tirada (4 dados): 9, 8, 5, 8

Éxitos: 1

Motivo: ¿Punto de FdV? [Primela] (1: Sí | 2: No)

Tirada: 1d2

Resultado: 1

Motivo: Autocontrol [Primela] {+1 éxito por FdV}

Dificultad: 10

Tirada (2 dados): 7, 8

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: Autocontrol [Aoko] {FdV,+1 éxito} (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (3 dados): 6, 8, 4

Éxitos: 0 Fallo

Motivo: ¿? [Primela] (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (5 dados): 4, 7, 9, 1, 8

Éxitos: -1 Pifia

Motivo: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Inteligencia!!!!!!!!!! [Primordianelancia] (Especialidad)

Dificultad: 8

Tirada (4 dados): 1, 6, 5, 10

Éxitos: 0 Fallo

Notas de juego

Yap~

Cargando editor
25/01/2019, 20:38
Primela

Los hombres no son exactamente molestos. La masculinidad tóxica es lo molesto. El hecho de que estadísticamente esté más manifiesta en hombres que en (por ejemplo) abejas es solo una parte del tema. La masculinidad tóxica se puede ver en mujeres, niños, el capitalismo en sí, pequeños gestos como la manera en la que te miran al andar por un antro de jazz, asignaciones de funciones narrativas a personajes, ¡y mucho más! (imagine el "¡y mucho más!" con voz de anuncio de disneyland haciendo una lista de todo lo que puedes encontrar en ese fantástico parque que factura millones a cambio de la ilusión de los niños). Por eso no me enfadó la manera de llamarme de Norman: tenía razón.

Por otro lado, mucho antes de que existiera Disneyland, había un dragón llamado Lao Tse. Probablemente no era un dragón, pero Confucio dijo que era un dragón (me suena que ya salió por algún otro post, fin de la ruptura anal de la cuarta pared). Ese dragón decía que todas las cosas del universo son masculinas y femeninas a la vez, y de ahí el ying-yang. Concretando más en su librito de poemas, añadió que dar inercia es masculinidad, tal y como el Sol da luz. Y doblarla es feminidad, tal y como la Luna refleja la luz. A lo que no es decible, concebible, ni nada, lo llamó Tao. Se supone que el Tao es la esencia primera de todas las cosas, pero como ninguna es esa primera esencia, ninguna es la causa de que existan cosas, ninguna de las cosas que existen le dio inercia a la existencia como sí hizo el Tao, la conclusión es que todo el universo es más femenino que masculino. Todas las cosas que existimos somos un Tao lleno de pliegues, somos lunas que deforman la luz del Tao. No tenía ninguna connotación negativa para nadie, y parece que hace miles de años un dragón ya destruyó las construcciones de género. ¿Si podemos hacer que unas bolitas choquen en un punto medio entre Zimbawe y Zugarramurdi, podemos hacer que choquen ideas de hace miles de años con ideas de un futuro miles de años lejano, en un momento medio? ¿Qué opinaría Einstein? ¿Donde estoy?

Ah, sí, en el momento presente. A veces se me olvidan esos detalles. Cierto, me lo estoy pasando muy bien en el momento presente, aunque es una situación muy tensa a vida o muerte. Tengo los sentidos como exasperados, o exacerbados, o a lo mejor exabruptos, o excelsos, o... Juro que en ese antro, cuando la demonio de ojos dorados y yo nos tocamos, sentí calor en las mejillas. A lo mejor eran las luces, a lo mejor era el calor de cada gota de sudor del público tanteando mi tacto + sugestión por recordar la sensación de tener las mejillas calientes de cuando era humana, pero eso es lo que sentí. Su mirada era sólida como oro, incandescente como el Sol, misteriosa como la Luna, y me hacía sentir como una mosca ante una araña, y como una araña ante un gato, y como un gato ante un humano, y como un humano ante un oso, y como un oso ante un rinoceronte, y como un rinoceronte ante un elefante, y como un elefante ante una ballena, y como una ballena en el mar, y como el mar ante la Luna, y como la Luna ante el Sol, y como el Sol ante un agujero negro. Y, a la vez, me sentía más grande que nunca. ¿Estaría ocupando más espacio que el habitual? Seguro que sí cuando nos pusimos a bailar, ¿y antes? El cuerpo de Aoko - porque así se llamaba, y ella sabía mi nombre porque sí, o al menos porque sí es lo que pareció de buenas a primeras en ese éxtasis - desprendía rectas espesas de deseo con cada movimiento, casi pegajosas, pero de una manera agradable. Era como si oliera a drogas que no conocía, pero quería conocer. Y era como si me hubiera drogado con... éxtasis, probablemente. ¿A lo mejor realmente estaba drogada?

Bueno, lo cierto es que con ese tacto milimétrica y cósmicamente hinchado de sensibilidad, noté que algo - es decir, no-Tao - había hecho Norman en su cuello. ¿Se estaría guardando una canica solar? ¿Sería que le picaba? ¿Sería alérgico a la fusión nuclear? ¿Alguna manera de indicar algo a sus fieles ghouls? Yo que iba a saber. Lo cierto es que yo no recordaba nada de nada hasta estar tocando el theremin, de manera que me perdí toda la parte de colocar las canicas solares. Se suponía que había uno en mi theremin, y otro conectado a la red eléctrica del local, en alguna lámpara o algo por el estilo. ¡Pero qué más da! Esa noche Yo era Primela+, que era como ser una niña vestida de princesa Disney en Disneyland... París, Disneyland París, por ejemplo. Notaba esa purpurina brillante, como fresquita y con tacto de chispita juguetona en el aire, todo bien, ¿qué importa si me muero? Quiero bailar.

Oh, su piel. Qué piel. Ya en mi humana juventud me habría parecida que estaría out of my league, se notaba que no había tenido que convivir con el esfuerzo proletario, obrero. Se suponía que todas las luchas contra la opresión van juntas y de la mano, pero bueno... la lucha de clases no era mi foco de atención. O como mínimo, no en ese momento. Alguien no muy sabio pero sí observador dijo una vez en un libro sobre un extraterrestre que aterriza en la Barcelona pre-olimpiadas del 92 que 

Desde el punto de vista estadístico, parece demostrado que los ricos viven más y mejor que los pobres, que son más altos, más sanos y más guapos, que se divierten más, viajan a lugares más exóticos, reciben mejor educación, trabajan menos, se rodean de mayores comodidades, tienen más ropa, sobre todo de entretiempo, son mejor atendidos en la enfermedad, son enterrados con más boato y son recordados por más tiempo. También tienen más probabilidades de salir retratados en periódicos, revistas y almanaques.

Toda esa riqueza me rozaba, me entregaba olas y mareas de oro líquido que se infiltraba por mis poros hasta los nervios y embadurnaba mi sistema nervioso. ¡Y además sabía mi nombre! ¿Por qué Norman no me dijo que la maldición de Caín traía ventajas como bailar con la chica popular del instituto? Encantada... Seguro que soné tímida, pero no tímida disfuncional como de costumbre. No tímida tipo "tengo un problema mental", a mi me pareció que soné tímida tipo i'm cute, y en cursiva quedó, porque hasta lo pensé, y sé que lo pensé porque noté las comisuras de mis labios subiendo hasta la capa de ozono y conociendo el verdadero color del cielo - negro - a tacto. Como ya dije en esta desordenada por la exaltación de la narración, poco tiempo tuve de preguntarme cosas como ¿por qué sabe mi nombre? Me sentí tremendamente valorada. Seguro que sabían el nombre de Norman, era al que querían asesinar. Si querían asesinar a Norman, debían saber quien era y lo neurótico que era, debían saber lo complicado que era pillarle desprevenido. Aunque esa era mi percepción de él, si yo fuera la sire de alguien como yo a lo mejor... quien sabe. Lo cierto es que él vino a mi suplicando - porque así es como lo recordaré en modo Primela+, suplicando - por su no-vida. ¿Y para qué quería seguir no-muerto? Total, es un infeliz. 

Bueno, al grano. Sabía mi nombre, y sabía bailar. ¿Qué más quería? En todo ese auge de jolgorio táctil y autoestímico zawanesco, me dio la sensación de que debían saber de mi, no solo de Norman. ¿Sabrían de mis múltiples y multifacéticas debilidades? Probablemen¡oh! 

Sí, esa bocal seguida de hache aspirada se me escapó delante de todos los mirones, de mi sire, de los ghouls de mi sire, de la sire que quería matar a mi sire y probablemente sus ghouls, y de Aoko. Como un espectro salió de sus colmillos, se filtró por mi cuello, me invadió el alma hasta el clítoris, sacudió los cimientos de las leyes de la física, me mostró la versión cuántica de multiorgasmia, me paseó por el cosmos de la mano de la Madre Tierra, quien me recordó que sería su fertilidad más que mi ciencia mágica la que pariría mi calabaza, y me fui. ¿No es algo curioso la percepción del tiempo? A mi me pareció que viví una eternidad de placer, pero fue un instante. Hay un cuento romántico - romántico de movimiento literario, no del otro - en el que el diablo le ofrece el típico pacto a un tipo, te concedo un deseo a cambio de tu alma. El tipo pedía un instante tan perfecto que se pare el tiempo. No estuve de acuerdo hasta este momento. Sí, debían conocer todas mis debilidades. Como Norman, que hacía cosas seguro que más aburridas en su cuello. No me molestaría perder algún sentido si gano placer... O a lo mejor podría aprender tapándome los ojos con una venda en horas... ehe... lúdicas con Aoko. O con Montserrat. O con las dos. No me preocupaba mucho Montserrat en ese momento, apenas éramos amigas, y hasta mi moral humana no le daba mucha importancia a la fidelidad. 

¡Sororidad! Aoko no solo me estaba dando placer, también me ofrecía sororidad, algo que no experimentaba desde hacía... Norman. El público mirón había desaparecido. Bueno, notaba sus latidos como si estuviera dentro de un tambor que vibraba a ritmo de redobles infinitos descompasados, pero era como ambiental. Cierto que ser la muñeca de alguien podría sonar a un trato no muy justo, ¡pero era un paso adelante en la carrera hacia la dignidad! Casi no lo noté ni yo, pero algo me chirrió un poco cuando llamó dinosaurio incompetente a Norman. ¿A lo mejor me había dado un poco de síndrome de Estocolmo? ¿Serían estos últimos momentos de más o menos conexión que habíamos tenido? Si me daba por traicionarlo, estaba convencida de que se lo había buscado. Pero... a lo mejor me había pasado esa actitud suya de "solo yo maltrato a los míos", y me había chirriado que alguien más despreciara a Norman. A lo mejor era que apesar de ser un maltratador, abusador, torturador y todos los otros "or", le reconocía la habilidad, la inteligencia y meticulosidad, sabía que no era ningún incompetente. O bueno, sabía que no era incompetente en todo. O bueno, a lo mejor todavía me daba miedo, incluso en estado de Primela+. Probablemente era eso, pero no importaba mucho.

La vida que me ofrecía era buena. El único inconveniente sería mi iglú-semilla-laboratorio, pero seguro que no tendrían inconvenientes para visitar la casa del dinosaurio incompetente. Ni yo sabía cuantos secretos escondía esa casa. Y si me daban dinero, podría comprarle montones de piezas a Jude. Con mucho dinero, a lo mejor hasta podía subir de nivel y pedirle a Jude que me pasara directamente sus contactos, y comprar piezas a granel. Joder, con esa piel seguro que tenía dinero para hacerme el tactoscopio por encargo. Además, si su sire asesinaba a Norman con un emapalmiento sombrío múltiple, los humanos estarían seguros. Todo ventajas.

Pero la moral cristiana propia del patriarcado me hacía dudar. Si no hay sufrimiento, no debe ser real, debe ser un engaño, debo estar entendiéndolo mal. Pero suena bien... ¿Pero yo me atrevo a matar? Vender a alguien a sangre fría no es exactamente matar, pero sí lo es. Aunque fuera el bastardo de mi sire abusador... y además era el bastardo, neurótico, meticuloso, tentacular y poderoso de mi sire. El mismo que me había enseñado el auspex con el que notaba que estaba a punto de recibir un insta kill - otro de esos términos de juegos que me enseñó Jude -, así que el mismo debía estar notándolo. No puede ser tan sencillo... ¡Basta de pensar! Un pensamiento más, y el ritmo de esta narración perderá el poco sentido que le pudiera quedar. ¡Habla, Primela, habla! Con banda sonora de otro viejo que sabe hacer misteriosamente de todo, entre ese de todo, tocar el piano, y tiene un álbum de blues llamado "let them talk":

Hmm. No sé si eso cuenta exactamente como hablar, pero así empecé. Mi danza se fue realentizando, mientras iba bailando cada vez más cerca de esa nocturna y celestial piel que tenía Aoko. Al final, casi la estaba abrazando con el baile. Cuando estemos a oscuras atacará con luz solar. Confié en que sonara tan irreal que tuviera que ser verdad, porque afortunadamente lo era. Deseé que fuera un dato lo bastante amenazante. Poco a poco, el abrazo se fue deshaciendo, mi índice se paseó desde su hombro hasta su índice - qué piel, para quedarse a vivir. Miré sus ojos de oro, todavía con una sonrisa despreocupada, como de idiota. Salgamos.

Separé nuestras manos (o al menos lo intenté) - qué piel, para morir en ella - , y volví con el público, con un caminar un poco más apresurado que antes camuflado en swing casual. Como quien va demasiado borracha - cosa que no descartaba -, me transformé en pregonera de la iglesia y anuncié: Gracias por la velada, sois un público magnífico. Lamentablemente, ya estamos excediendo nuestro horario. Ahora, si queréis hablar con los músicos - en tercera persona, como si no tuviera nada que ver con ellos - y ofrecerles trabajo - siempre quedan bien las bromas sobre músicos arruinados - ¡la fiesta sigue afuera! Y sin más, agarré a quien tuviera más cerca de la mano - menos si parecía alguien con poderes mágicos o cosas que maten (primero pensé en ir directamente a la sire, pero no me atrevo) -, e incité a ese alguien a salir conmigo del local.

No dudé un instante, si me quedaba un solo segundo empezarían a pedir un bis y esas mierdas. La idea era conseguir que se levantaran todos los humanos, de esa manera, si se apagaban las luces lo relacionarían con el final del concierto, y en el mejor de los casos, conseguiría que los 4 no-humanos nos encontráramos afuera, a la vista de todos, donde a lo mejor podríamos hablar. Aunque probablemente no, probablemente la oscuridad del ambiente sería idónea para multistabear a Norman... o a lo mejor los adultos se quedaban a matarse entre ellos... sea lo que sea, yo me fui del local, y ya no es mi problema. 

Cobarde...

Notas de juego

Pues eso:
- le cuento a Aoko que el plan es quedarse a oscuras y atacar con luz solar.
- Intento que el público se levante y se vaya pafuera, a ver si desconcentran a la sire de Aoko o algo.
- Intento irme yo pafuera.

Cargando editor
09/04/2019, 03:56
Norman Thessius

Urdires que tomaban forma y producían resultados visibles, y no tan visibles.

Oscilabas en aquella danza lenta y más que quasi-erótica con Aoko, la demonio de los ojos dorados que Norman te advirtió en aquellos pliegues e indentaciones de tu ecuación en aquel papel entonces. ¿Hasta qué punto él sabía el futuro o había investigado al enemigo? En tu cerebro de gelatina que había sido reducido a tal quizá como sacrificio para conseguir una carisma o al menos confianza interna la cual pongo con comillas porque le doy cero validez al concepto aplicado en sí pero sin dejar de ser válido para tí, Primela+ ahora mismo, sigues siendo capaz como la ex-genio retrasada social (si somos reductivistas y exageristas, que lo estamos siendo porque me doy la indulgencia de serlo sin derecho a voto) de entender algo simple: Tanto como "Thessius", tu sire, investigó a estas dos, seguramente ellas investigaron a Primela y a Norman por su cuenta allá en Japón antes de venir acá a esta reunión/duelo/encuentro/etc., sea lo que sea y en lo que se había convertido hasta ahora. Por eso sabía/n tu nombre y así, sumado a que ya sabías que tu sire y la de Aoko tenían riña de antes. Uno más uno sigue siendo dos, he de decir, pero mejor no me adentro con demasiado peligro a metáforas para-mal-interpretables.

Aquel antro elegante y pirujo, "cuico" como habrá dicho alguna cultura en su terminología que puede que hayas absorbido en tus décadas de vampiro, de zombie mágica animada y semejante en otro país o de alguien de otro país, quién sabe, lleno se encontraba de música, el sonido del piano impecable de Norman, los restos sensoriales y memorados del jazz con tu theremin que produjiste hace nada y el ambiente mismo, su sensación. Podías mirar que pequeños trazos, como una extendida mini-aurora-boreal con rasgos Moebicos se extendía de aquí para allá y de vuelta a acuyá, la música misma producia y/o tenía aura, tal cual, lo veían tus sentidos aguzados del aura. Podían igualmente en ese ambiente, sentir como tu propio universo sensorial estaba compuesto del subconjunto de la sensación táctil de Aoko y sus palabras de serpiente seductora, que te hacían vibrar y tal. Mismo mundo, distintas realidades.

Y era entonces que el Spider-N o Spider-T propagaba sus hilos de araña, no evocando ahora al personaje heróico con dicho sigil, sino a su idea más conocida, la entidad o existencia mitológica y de fábula que envolvía con sus telares para tener a sus objetivos captivos con el esfuerzo preciso, ni excesivo ni carente. Pronto se desenvolvería el asunto.


Una vez más, como si supiese el futuro y casi exponiendo arrogantemente su superioridad por experiencia, Norman, cuando estás recibiendo el placer intenso, no solo lo hace casi como para molestarte o tributarte, "ambientar" tu éxtasis, no, esto está perfectamente, digamos, sincronizado, haciendo afinidad doble y meta-funcional con el video y su contenido. El video en sí refleja sin embargo el hecho de que lo que está haciendo tu sire es empezar a tocar como loco, con gran destreza y desenvolvimiento, fascinado al público y silenciándolo casi por completo, de lo ya pasmados que estaban con sus cabezas huecas de gente adinerada, pretenciosa, e ignorante ante poderes superiores, verdaderos poderes superiores capaces de hacer sangrar al más ricachón demostrando la verdadera superioridad con su deleite, y con aquello que te molesta o molestaba que todavía no sabes o sospechas qué es pero pronto sabrás, en una especie de narrativa tipo Dr. Manhattan. Thessius impacta esas teclas y, cuando llega el momento exacto en el que intentas guiar a alguno de los presentes que se ven confusos por tu declaración de que "la fiesta sigue afuera", levanta los dedos casi dramáticamente de ese último toque de piano y chasquéa los dedos, como cierto personaje de esa misma compañía de "tebeos" que mencionaste, pero más, digamos, recientemente conocido por las masas.

- ¡Ya hais escuchado a la maestra, pero debéis esperarnos que tenemos que arreglar algunas cosas, eh! ¡Nosotros y un par de otros nos quedaremos tantito, pero esperad afuera, tomados tiempo y tal, que el show lejos está de terminar!

A medida que algunos se paraban, aquel al que le medio tomaste la mano por el interruptus de Norman se sorprende, como hubiendo querido que durara más, pero en general todos obedecen casi como su fuesen ovejas, ovejas hinchadas de plata explotada, pero ovejas. ¿Por qué? A través de la máscara aquella con raros diseños puedes casi sentir la sonrisa de Norman, risa incluso, pero contenida, medida. Sobria.

- ¡Tío, vale, pero que esperamos eh, señor Spidey, jaja!

- ¡Pues venga, maestra, gracias!

Algunos te miran a tí, y otros a Norman, el "T." como se introdujo o le introdujiste y salen, uno por uno, todos yéndose menos Aoko, Svetlana que no parece ni inmutada por esto aunque sí curiosa, y dos mujeres, en particular dos damas que ya habías visto antes y ahora mejor, una de pelo largo, la otra de pelo corto. Supones que Spukov y Palomino están aquí igual, ocultos, pero aquí.

Ya fuera todos, Norman trona sus dedos de la mano que chasqueó para ordenar a los humanos como si fuesen ganado, su otra mano vuelve a frotar su cuello por la nuca y rodeando casi hacia los lados y adelante con nervio. Notas, cuando hace eso, que Aoko, pegada a tí mira con énfasis y ansia aquello, sus ojos amarillos contrayéndose con exaltación ante esto. ¿Por qué? Ah, rayos, estaba de nuevo pegada a tí, obsesivamente. ¿Por qué siempre te tocaban las raras? Bueno, no es que te quejaras, no veo que lo hagas. A la distancia, pero no tanta, la sire de Aoko chasquéa la boca o lengua y da a entender lo que pasó.

- Truco odioso, Norman. No te creo que hayas puesto tu sangre en cada bebida jamás probada por los humanos, todos los humanos presentes. ¿Es así?

Norman se alzó del todo entonces a medida que empezabas a sentir el pesar, y poco a poco el "+" se iba deshaciendo lentamente, borroso, como lo borroso de la cara que tenía tu Bestia Interna, la Primela-Alterna, posible otorgadora de dicho "plus" en primer lugar. Tronó su cuello y entonces extendió su mano derecha empuñada. ¿Acaso activaría las esferas o canicas solares? No, parecía... Su mano apuntaba hacia Svetlana, la sire de Aoko. ¿Acaso la fulminaría con fuego o algo así? No parecía alguien fácil de matar, pero eran las sombras primero o el fuego de Norman. ¿Qué ganaría? No, él no era... Tan acelerado, ¿o sí? No era todo.

En la puerta, se encontraba la ghoul de pelo largo, con chaqueta y ahora visibles, katanas, afiladas y reales. Alrededor y a los costados pero poco más atrás estaba la otra, y más ocultos estaban, posiblemente yendo hacia las bambalinas ocultas en el fondo del local, los dos ghouls de Norman. Sentías las uñas de Aoko raspándote, como si supiera que sentías placer y le gustaban tus ideas, pero insistente en no salir. ¿Qué quería? ¿Quería acabar con Norman y ver a su sire matarlo? ¿Quería hacer que tú lo vieras y así cayeras por completo? Susurró en tu oído sensualmente.

- No puedo irme todavía, cariño, así no hacemos las cosas nosotroas. Tú solo deja que mi amada sire destruya al monstruo prehistórico que te ata y te cuidaré para siempre...

Lamió tu oreja suavemente y procedió a acercar sus dientes para morderte, la mirada fija en el enemigo ahí, en el palco, el chivo expiatorio, el blanco puesto fácil para disparar y atacar, la diana no-humana y no-muerta/no-viva, él, el causante de todo hace ya casi cien años.

- Prometí a mi chiquilla que nadie moriría. Pero ustedes no lo hacen fácil si no ceden ni un poco. Al menos ningún inocente es un buen porcentaje de la meta.

Te miró pero brevemente, casi sin mirarte. ¿Estaba mirando a Aoko? No sabías, pero luego volvió a "no mirar" en general y mirar de reojo a Svetlana, la sire de Aoko aún con el brazo en esa posición. Algo, de nuevo, sin saber cómo porque literalmente le tapaba la máscara, te dejaba saber-sentir que estaba mirando y atento hacia todos lados, así como... ¿¡Algo más!? ¿Cuantos efectos estaba "casteando" Norman a la vez? Estaba por conjurar algo en su mano, ya sea fuego o algo físico, como tu Senda Conjuritas, pero no era todo, estaba... ¿Manejando a alguien más afuera del local psíquicamente? ¿Alguno de sus ghouls que se habrá escapado en algún momento? ¿Qué? Se siente raro, mucho, pero es... Alguien, algo, afectado por sangre, por la sangre de Norman y su especialismo en la senda de la misma. ¿Qué ocurría?

No había tiempo, porque como el universo en su inicio desde la nada misma explotó y en una fracción ínfima de tiempo produjo trillones de cosas y más, ocurrió lo que estaba por ocurrir y estaba ahora ocurriendo, un chasquido inicial y el desenlace de algo frenético, producto de todos los urdires arácnidos, venenosos, serpentinos conectados y rompiendo los hilos y efectos de los otros, un choque inevitable.

Un movimiento de su mano y se conjura una espada, sí, una espada occidental clásica, no tan grande como un mandoble pero sí de suficiente tamaño justo en el puño abierto para que el arma quedara tomada por el Tremere superior a tí por un rango exacto en la Pirámide aquella. Giró dicha espada para quizá ir a por la LaSombra superior en poder a tí y creadora-convertidora de Aoko pero antes de poder pensar en flotar telekinéticamente o impulsarse para rajarla, uno de los tentáculos le atraviesa el estómago desde debajo del escenario y sin demora ni oposición, haciéndole escupir sangre por la boca, no mucha, pero sí suficiente, instantáneo. Aoko mira fascinada, puedes sentirla, dirías, su aura enloquece (y choca con la tuya, más metafórico ya no puede ser porque casi ni es metafórico) y tú misma logras sentirlo. ¿El dolor? No, pero... Aquello raro, como cuando entendiste que estaba él mismo haciendo algo más. Aoko no había alcanzado aún a morderte el cuello. Norman miró hacia vosotros entonces de nuevo. Algo iba a pasar.

- No me subestimen tanto... Malditas.

Norman lanzó la espada con su Senda del Movimiento Mental hacia tí, pero no para apuñalarte y con ello a Aoko, sino de modo tal que cayera justo para que le tomases... Mientras en un mismo swing, cayera una de las esferas que estuvo en una de las lámparas en el techo, descendiendo como sentencia de los cielos sagrada y llenando el ambiente con luz cegadora, la cual hizo retorcerse a Aoko unos cuantos pasos y casi caer de culo a su vez que hacer a Svetlana taparse con los brazos, haciendo un gesto breve antes. En todo ese lapso, sentiste pasos potentes, los dos ghouls de Norman que se habían escondido en posterior se arrojaron a por alguien, Aoko, no sabes... No, eran las ghouls, y estas pelearon. Gracias a la ceguera del flash que produce la canica solar me ahorro narrar los dos combates simultáneos y paralelos, dejando únicamente sus sucesos y ambiguedad en que hubo abundantes disparos de parte de los ghoulsd el "lado propio" y sonidos de cortes y otros disparos o quién sabe qué del "lado rival", dejando tras unos segundos, a las dos ghouls agujereadas pero no muertas, aparentmente, a Spukov con un tajo de lado a lado en el estómago y caído por los cortes de la samurai-ghoul y a Palomino con una mano retorcida, no del todo pero sí torcida suficientemente sobre sí misma y con un ojo cerrado, sangrante, no removido ni rajado pero sí impactado quizá con un taser directo o algo muy doloroso pero curable para un ser semi-sobrenatural como él. Ambos caían a piso igualmente, dejando un doble empate.

Por último, cuando se disipaba la luz, un mensaje mental.

"Esa espada tiene una cubierta de aluminio corrosible y rupturable fácilmente, su interior real es de madera reforzada. Atraviesa a Aoko y ponla en letargo cuando esté aún bajo el efecto de la Canica Solar. Llegaré pronto."

"Si decides, sin embargo, no hacerlo, deja que Aoko te muerda, puse algo de sangre concentrada para que si lo hace, su vínculo explote al máximo hacia tí y puedas someterla. Svetlana no puede perderla, así que la puedes usar como rehén para que no te mate. Esto es tu castigo por tus variados pensamientos indebidos y en reemplazo por el castigo que nunca fue al final."

Otro filósofo chino, no Confucio, y seguramente ni siquiera un filósofo del todo, sino un estratega dijo, parafraseando entonces: "No subestimes a ningún enemigo". Sun Tzu, claramente.

Y también, claramente, porque me permito igualmente indulgentemente las redundancias, esto no acababa ni por si acaso.

- Tiradas (4)

Motivo: Percepción [Primela] {I} (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (5 dados): 9, 9, 4, 1, 5

Éxitos: -1 Pifia

Motivo: Percepción [Primela] {II} (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (5 dados): 7, 2, 8, 10, 5

Dados repetidos: 3

Éxitos: 1

Motivo: Percepción [Primela] {II-2} (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (1 dados): 10

Dados repetidos: 10, 5

Éxitos: 2

Motivo: Percepción [Primela] {II-3} (Especialidad)

Dificultad: 10

Tirada (1 dados): 5

Éxitos: 0 Fallo