Partida Rol por web

Para que empecéis a odiaros, digo conoceros ... aunque no tengáis la ficha terminada.

Estáis en una de las oficinas de la enorme torre que gobierna la prospera ciudad de Archon, las vistas son impresionantes y de vértigo.

Parece que hoy no va a pasar nada de interés y estáis holgazaneando por los despachos.

El sonido de los tacones suenan como un aviso a mi llegada cada vez que voy de un lado para otro. Se que no son el calzado mas cómodo, pero son bonitos y van a juego con mi mi traje. Un traje negro y ceñido formado por una chaqueta negra de cintura alta y una falta hasta las rodillas que realza las curvas. Cosa que hace mas vistoso el contorneo de caderas al andar, pero no de forma provocativa, si no elegante. No soy una fulana cualquiera.

Ariel está leyendo una serie de mapas de forma fugaz en una pantalla de su terminal, al escuchar la llegada de Svetkana se gira y se baja las gafas sonriente.

Buenos dias Svetkana, todo bien?

La virtuante intenta ser amable dentro de sus posibilidades, con su pelo sintetico que parece una peluca de mala calidad y un rostro con evidencias de vejez por uso.

Es un modelo viejo y se nota en varios puntos.

Cada vez que me cruzo con Ariel me obligo a tratar de sonreirle. ¿ Es que no tiene un simple espejo en casa ?.

Buenos días Ariel. - Sigo andando sin prestarle mucha atención, pero antes de dar cuatro pasos la curiosidad me puede. Me detengo y me doy la vuelta - ¿ De donde sacas el tinte para el pelo ?. Creía que sanidad había prohibido ese color hace mas de 35 años.

Ariel se queda callada un segundo ante la pregunta de Svetkana.

Es mi color de pelo natural. - Termina añadiendo algo dubitativa.

Luego vuelve a poner su atención en su terminal para analizar el mapa, evadiendo a la inquisitiva mujer.

Scott, analista e informático del DPS, entra por la puerta con cara amargada y un café en la mano.

Da un vistazo a Svetkana con desagrado y se sienta en su mesa desordenada.

Va sin afeitar y no muy bien arreglado, lo habitual en el.

Que bien ... ^_^ - Sonrío afectusamente, ya sea por hipocresía o educación, ¿ Que importa si es una cosa o la otra, o ambas ?. - ¿ Es que tengo que levantar un cartelito que ponga "Sarcasmo" cada vez que lo uso ? ... -_- ?.

De momento sigo con la tarea que sea que tengo que hacer. Puede que Svetkana sea muy critica con el trabajo/formas/gustos de los demás, pero acostumbra a serlo diez veces mas con el suyo propio. Si algún día logra la paz mundial, erradicar la hambruna y salvar medio universo del collapso, seguramente se lamentaría de su incompetencia por haber salvado nomas la mitad.

¿ Que papel se supone que tiene Ariel en el departamento ? ¿ Se encarga de mantener los uniformes limpios o hace alguna otra cosa ?.

Richard Heppnerd, el jefazo del departamento sigue en su despacho atareado con sus papeleos y sin mediar palabra con nadie.

Tiene su cara de pocos amigos de siempre.

Pavel sube al ascensor un poco nervioso en su primer día en la DPS.

Bueno, ya es la hora. Hay que empezar a revertir el infame legado de los Kadeev.

¡Ding! Se abren las puertas. Un hombre fornido, que viste con un chándal oscuro holgado y zapatillas deportivas oscuras, como si hubiera salido de un gimnasio, cruza el dintel de la cabina y avanza en dirección a la que parece ser la secretaria de la oficina.

Del bolsillo, saca una tarjeta, y con un leve accento se dirige a la mujer del pelo rojo.

- Perdone, señorita, busco al señor Richard Heppnerd. Mi nombre es Pavel Kadeev. - a pesar de su aspecto de descargador de los muelles, reforzada por su prominente y, a la vez, cuidada barba, se muestra muy risueño y afable.

El traje, Pavel. Maldita máquina de planchado automático, siempre te deja tirado en los momentos más críticos.  

O! Eres tu Pavel! - Dice risueña la chica pelirroja, a la cual no conoces de nada.

La chica se levanta y hace una mirada hacia el despacho de Richard.

Creo que puedes pasar, no veo que esté reunido o hablando con nadie. - Su sonrisa es afable y agradable, solo ligeramente estropeada por una piel demasiado plasticosa.

¿Estas nervioso? Tranquilo! 

Simplemente intenta no acercarte a esa arpía. - Dice en voz baja y mirando hacia Svetkana.

Yo me llamo Ariel, encantada.

- Encantado, gracias por el consejo. - mirando fugazmente a la mujer de pelo rubio a la que se ha referido Ariel.

Empezamos con buen pie, pero por lo que se ve hay tensiones. Habrá que ir con ojo.

Pavel está más relajado y se dirige a la puerta del director. ¡Toc, toc!

- Señor Heppnerd. Pavel Kadeev. - escueto.

El hombre se levanta mirándote fríamente.

Luego se acerca a ti y te da la mano con fuerza.

Bienvenido a bordo Pavel.

Búsquese un lugar en la oficina y póngase cómodo. Hoy va a ser un día tranquilo, aprovéchelo para familiarizarse con el entorno.

Dicho eso,y  con expresión severa, vuelve a su mesa.

Y ahora si me disculpa. - Y se sumerge de nuevo en sus papeles.

¿ Un nuevo tono de voz ?. -  Me giro o observo sin reparos al desconocido ... Después de unos segundos, mi mirada empieza a descender en un evidente y descarado repaso. De cabeza hasta los pies, después de vuelta hacia la cabeza. - ¿ El repartidor de las botellas de agua ? ... No, no lo parece. Su uniforme carece del distintivo y apenas hace dos días trajeron 25 litros. ¿ Y porque querría un simple repartidor hablar con el Sr. Happnerd ?. ¿ Y la tarjeta ? .... Es muy posible que si tiene una tarjeta sea porque le han llamado. No ha venido por su cuenta, le han llamado. No me imagino al Sr Happnerd llamando personalmente al repartidor para charlar de la próxima entrega. Eso seria cosa de Ariel. Pero entonces ¿ si se trata de un nuevo miembros de la DPS, porque viste con un vulgar chandal ?  .... Ni que fuera el repartidor.

Al ver que "el repartidor del agua" me mira (supongo que me mira en cuando Ariel hace referencia mi) respondo con una diplomática y afable sonrisa desde la distancia. Sin dejar de mirar y curiosear el porque ha venido ese hombre. Acto seguido me doy la vuelta para seguir con mi trabajo, aunque sigo los pasos del nuevo por el oído.

...

¿ Bienvenido a bodo ? - Obviamente estaba prestando atención a la charla entre Happnerd y "Pavel" - Parece que este tal "P-a-v-e-l" si es uno de los nuevos agregados a la sección. Será mejor que me presente.

Hola Sr ... Pavel. - Le espero a la salida del despacho en cuando veo que lo airean rápidito.

Es Pavel, ¿ verdad ?. Yo soy Svetkana Strahovski. - Al pronunciar mi nombre, resulta evidente que es complicado hacerlo correctamente, a no ser que te manejes bien con el las lenguas de origen eslavo. Sin romper en ningún momento el porte altivo y hasta cierto punto señoral, ofrezco cortesmente la mano a modo de saludo. - ¿ Me ha parecido entender que eres una de las nuevas incorporaciones de la DPS ? ... Yo también soy relaticamente nueva. A penas llevo un mes intentando sobrevivir en esta caótica jungla de burrocracia sin fin.

Pavel se marcha del despacho del director Heppnerd y casi se da de bruces con la atractiva mujer rubia.

¡Uaauu, qué belleza!

- Perdóneme, - intentando disimular su sorpresa - no la había visto.

- Sí, Pavel Kadeev. - mientras saluda a la joven, apretando lo menos posible su mano. - Es mi primer día en la DPS y, bueno, parece que el señor Heppnerd está un pelín ocupado. Voy un tanto perdido acerca de mis cometidos, digamos que no soy un hombre de despacho - sonríe por la broma, sin pasarse de listo debido a la advertencia de Ariel.

Tampoco el león era tan fiero como lo pintaban. Svetkana, bonito nombre.

No se si soy yo la persona mas apropiada para introducirte, pero ... Por surte o por desgracia somos una sección reducida ahora mismo, no tardarás en conocer a la gente. - Mantengo la cordial sonrisa en todo momento, me costó sus años aprender a hablar sonriendo. No voy a desaprovecharlo.

Sin decir una sola palabra mas me doy la vuelta y empiezo a andar por la sala, entre las mesas, con la espalda recta, mirada al frente y paso dinámico. Los tacones suenan a cada paso sin que me esfuerce o moleste en evitarlo. AL menos hasta que me detengo, recorridos unos escasos metros. Sin darme la vuelta hago un par de chasquido de dedos en el aire - No estoy intentando mostrarte mis piernas ... ¿ Me sigues o te quedarás parado todo el día ? - Después de eso, suponiendo que Pavel me empieza a seguir, sigo la ronda sin haberle mirado. (Me bastará con estar atenta a sus pasos para "ver si viene")

En primer lugar tenemos al Sr Happnerd. Ya le irás conociendo. No es que sea un hombre muy hablador, pero dice lo que quiere decir y cuando lo quiere decir. Sin andarse por las ramas. No pierdas el tiempo con muchas preguntas. Si no te lo cuenta de primeras, es que no necesitas saberlo o es que no piensa contartelo.

Tras recorrer un corto pasillo entre mesas prácticamente vacías, giro a la derecha, paralela a las ventanas mientras sigo hablando.

A la entrada, ya has visto a Ariel. Atiende y filtra la mayoría de llamadas, papeleo y visitas. Según su historia también tiene estudios en medicina, pero es algo que hasta la fecha desconozco. Buena chica, pero con un pésimo gusto en lo que colores se refiere. ... Pero será mejor que no la hagas enfadar - Apuntillo sin esforzarme en contener ni exaltar mi volumen de voz - Es muy rencorosa, incluso para ser mujer. - Al comentar esto, me percato de que Ariel nos miraba por el rabillo del ojo. Momento en que le devuelvo el gesto un amable gesto de cabeza, sin olvidar en ningún momento la ensayada sonrisa. Ni muy exagerada ni demasiado discreta. La justa medida.

Allí al fondo, casi como si la luz del sol le molestara, esta Scott. Un tipo muy listo y eficiente. Si tienes cualquier duda con un programa, maquina (salvo con Ariel) o videojuego, el es tu hombre. Pero creo que hasta mi perro es mas sociable. - Mientras ando me lo quedo mirando algunos segundos en silencio - ... Claro que tampoco tengo perro, pero ya me entiendes.

Llegando nuevamente al punto de inicio después de la pequeña ronda. - Y de momento, por acabar, estoy yo. Soy la Arpía. Aunque me he enterado de que por ahí hay algunas personas me llaman por mi nombre. - Mi rostro no se inmuta ni un ápice con la broma. Hasta cierto punto resulta difícil distinguir si realmente estoy bromeando o no.
 

Por un lado creo que infravaloras la labor de una secretaria. Ni que fuese un trabajo "fácil" o para paquetes. Por otro lado me remito a lo que dijiste (que tampoco es mucho y toca improvisar).