Partida Rol por web

7 de septiembre, 2018

-12°

05:12 hs.

Habían llegado al aeropuerto, tal como fueron advertidos, el frio era simplemente insoportable, por más muertos en vida que sean, los vientos gélidos calaban hondo bajo la piel.

El vuelo, a pesar de ser privado, debía ser chequeado por algunos agentes de la aduana para evitar todo tipo de ingreso de objetos ilegales, por lo que tardaron un poco en salir de la terminal.

Al salir del aeródromo, notan que había un tipo con una pesada gabardina castaña recostado por un lujoso todo terreno negro, les sonríe y pudieron saber que era Alberto, uno de los criados contratados por Anne para que los sirva como guía y chofer.

- Buenos días y bienvenidos sean, por favor, suban, adentro está un poco más calentico – tenía un tono latino en su inglés y la última palabra lo delato, era un hombre moreno, de mediana edad, rozando posiblemente los treinta y cinco, regordete y muy agradable –

En Erebo, era bastante normal toparse con gente de todo el mundo trabajando bajo paupérrimas condiciones, ya sea en la vieja petrolífera, en la pesca de salmón o en las fábricas de procesamiento de caviar, por lo que hacer de chofer era prácticamente un lujo que no cualquiera debería adquirir ya que implicaba estar sentado tras un volante por jornadas de ocho a doce horas, con pagos justos en detrimento a estar parado, de quince a dieciocho horas rebanando vísceras y apestando a pescado.

- La señorita Anne me pidió que los reúna a todos en el hotel de la seño Katherine, los demás ya están ahí, esperándolos, solo faltan ustedes – dice sonriente una vez adentro, donde el clima resultaba terriblemente contrario al de afuera –

Tras largo rato, llegan al King Eider Inn, un hotel de mediana calidad en la ciudad, ya ahí, te baja y los empleados reciben la orden de tratarte con respeto y de brindarte todo lo que necesites mientras aguardas.

Al parecer, todos los demás miembros de la Camarilla ya estaban ahí, aguardándolos.

7 de septiembre, 2018

-12°

03:11 hs.

Te despiertas, sabias que era el día, ya habían pasado cuarenta y ocho horas desde que el sol había decidido ocultarse hasta dentro de tres meses.

Habías llegado antes del grupo que Anne deseaba que haga el trabajo de recuperar la ciudad, pero tú habías viajado más tempranamente por curiosidad que por entusiasmo.

Tantos siglos de no vida y recién ahora te había enterado de un lugar donde el sol no es una molestia, debía ser un verdadero paraíso vampírico, pero una vez ahí, era todo lo contrario, era un verdadero infierno mortal, controlado por la corrupción, el dolor y la muerte de inocentes.

Sabías que la reunión seria a las 4:30 am, pero la inquietud no te dejo permanecer dormida por más tiempo.

Así que te comienzas a preparar lentamente, esperando a que llegue el chofer que Anne los había designado.

A las 4 de la mañana, llaman a tu puerta, era el chofer quien había dejado un lujoso vehículo en marcha.

- Buenos días seño, soy el chofer de Anne, la llevare al lugar que me asignaron - tenía un tono latino en su inglés y la palabra “seño” lo delato, era un hombre moreno, de mediana edad, rozando posiblemente los treinta y cinco, regordete y muy agradable – ¿necesita que la ayude en algo? – ve que tu aspecto era la de una mujer muy mayor, por lo que amablemente se ofreció para darte una mano en lo que necesites para poder subir al rodado – tengo que buscar a otras personas más antes, por eso la dejare en el hotel para que nos aguarde señito, ¿está bien? -

Una vez en el vehículo, se dirigen al King Eider Inn, un hotel de mediana calidad en la ciudad, ya ahí, te baja y los empleados reciben la orden de tratarte con respeto y de brindarte todo lo que necesites mientras aguardas.

7 de septiembre, 2018

-12°

04:21 hs.

Todos fueron recogidos desde puntos estratégicos en toda Erebo, desde cabañas alejadas, hasta calles donde no delataban sus respectivos refugios.

El chofer y criado de Anne, era un hombre regordete, de aspecto latino cuyo inglés tenía un fuerte acento a mexicano.

En la ciudad, era bastante normal toparse con gente de todo el mundo trabajando bajo paupérrimas condiciones, ya sea en la vieja petrolífera, en la pesca de salmón o en las fábricas de procesamiento de caviar, por lo que hacer de chofer era prácticamente un lujo que no cualquiera debería adquirir ya que implicaba estar sentado tras un volante por jornadas de ocho a doce horas, con pagos justos en detrimento a estar parado, de quince a dieciocho horas rebanando vísceras y apestando a pescado.

Una vez todos en el vehículo, se dirigen al King Eider Inn, un hotel de mediana calidad en la ciudad, ya ahí, bajan y los empleados reciben la orden de tratarlos con respeto y de brindarles todo lo que necesites mientras aguardan.

También, estaba una anciana sentada en uno de los sofás en la zona de espera, quien los observa a cada uno.

7 de septiembre, 2018

-12°

05:31 hs.

En la recepción trabajaba una muchacha joven, de descendencia oriental quien se percata de la presencia de Katherine, por lo que rápidamente se le acerca y le hace un pequeño saludo al estilo japonés a modo de respeto.

Al fin, todos se habían reunido por lo que aquella empleada, llama al botones para que los lleve a todos a la suite VIP, una recamara destinada principalmente a gente muy adinerada pero el cual había sido reservada para la nueva dueña de aquel viejo edificio.

Para llegar a los pisos superiores, solamente se requería subir por unas escaleras de madera, el edificio aparte de la planta baja, contaba con otros dos pisos más por encima, encontrándose la suite en el último.

Ya una vez adentro, los equipajes son acomodados por los botones, y todos abandonan el lugar para dejarlos a solas y para dejarlos libres de organizar, armar y comentar todo lo que sabían de la ciudad.

- Eyyy ¿Que pasa chavales? Mi nombre es Harvey, encantado ¿quien es el jefe? ¿Alguien me explica que hacemos aquí? - Digo mientras me siento en el primer asiento que pueda y apoyo las piernas sobre la mesa, derramando lo que haya sobre ella.

- ¿Alguno quiere un trago? - Espeto mientras voy abriendo mi petaca y le echo un trago, acto seguido bajo levemente las gafas de sol y echo un vistazo a lo que tengo delante, parando un momento en Katherine, "hay que ver como está la morena".

Suspiro. Los muertos son mucho más agradables que los vivos, incluso que los no muertos, pero me temo que me debo a un destino, a un plan malvado organizado por quienes son más poderosos. Una guerra entre hermanos que solo ocasiona dolor, muerte y sufrimiento, pero que a mi me da la oportunidad de entretener mis siglos entre mis congéneres.

Lo malo es que sé que mi aspecto es repulsivo no solo para los humanos, sino también para los no muertos. Toca ponerse la máscara, y así lo hago, adoptando el aspecto de un hombre de mediana edad, calvo y con ojeras, que mira con curiosidad lo que le rodea.

Lo que oculta la máscara es mucho más horrible que eso que se ve. Un cordero que esconde un lobo, eso desde luego.

Llegamos a la posada y con una voz chirriante, que casi suena como el abrir de una puerta vieja, pregunto por donde debemos ir, por quien nos ha convocado. Me indican donde ir y subo en el ascensor. Curioso y útil invento moderno este del ascensor, y ha evolucionado mucho desde los primeros, aquellos tirados por animales. Aún me siguen maravillando, tras tantos siglos.

Pero es lo que tiene pasar casi toda tu existencia fuera de la sociedad, no te acostumbras a los inventos modernos del todo. Nunca lo haces.

Llegamos y observo a las personas allí reunidas. Miro en concreto al tipo que nos ofrece de su petaca. No te gustaría que bebiera de tu bebida digo casi en un silbido, pero con esa voz mía tan característica que parece como si se estuviera abriendo una puerta. Luego miro alrededor. Desconozco para qué nos han traído, supongo que tendremos que esperar por nuestro anfitrión... o anfitriona.

Recorro con una mirada a los compañeros de viaje. Por fin podemos vernos las caras con calma.

-Bien hallado, Harvey -Saludo con un movimiento de cabeza sin acercarme a él-. ¿Qué os parece si empezamos presentándonos, diciendo por qué hemos sido llamados nosotros y qué sabemos de la situación? Para conocernos y poder decidir cuales son los siguientes pasos. -Tras una breve pausa, continuo-. Soy Henry, estoy tramando una red de contactos en la ciudad. Y aparte de la noticia de la invasión que nos ha traído, solo he oído que en las alcantarillas pueden quedar traficantes de información afines a nosotros y algunas notas sobre qué sitios investigar.- Me quedo mirando un instante a la persona a mi derecha, invitándola inequívocamente a ser la siguiente persona en hablar.

El viaje había sido tan tranquilo como cabía esperar para Katherine, quién sabiendo las precauciones que la Reina había dispuesto para su pequeño grupo de leales, se permitió relajarse. Sólo tomó la precaución antes de partir de enviar sus suministros y armamento de filo mediante mensajeria urgente, como alternativa, para evitar ciertos controles y pérdidas de equipaje.

Por supuesto, junto a un extra de dinero por el esfuerzo y los posibles sobornos que se tuvieran que añadir a la gestión.

Habían sido muchas horas, pero pese a la helada que hacía fuera, sintió que esta era una tierra acogedora, especialmente porqué prefería una noche larga que un poco de calor, especialmente si venía del Sol. Así que se sintió animada, y aceptó los acontecimientos según se iban desarrollando hasta que la llevaron al Hotel que ella misma había comprado. Su rebaño se había infiltrado entre trabajadores y clientes, tal como preparó, y empezó a ver las caras conocidas durante el ascenso a la sala VIP.

Observó a las caras que ya estaban esperando ahí, quizás no hacía mucho, o quizás sí. No supo si era conscientes de que estaban en su refugio, y que por lo tanto se debían a la cortesía si no querían ofenderla. Algo que ya hizo nada más empezar el tal Harvey, al poner los pies en una mesa y derramar bebida.

Otro de ellos, de forma más sutil que el primero, pidió indirectamente saber el motivo de la reunión, así que imaginó que era el momento de empezar con los preámbulos, ya que estaban en su refugio. Iba a iniciar el acta, pero Henry se adelantó presentandose y anunciando que estaba montando una red de contactos, tras tomar nota mentalmente; miró hacia Maximilian y asintió para darle a entender que iba a empezar, como muestra de cortesía.

-Si les parece bien, me presentaré y luego los que falten, nos iremos presentando. Luego, tendrá la palabra Maximilian que les explicará la situación. -iba vestida con un vestido elegante, junto a un abrigo para parecer más humana en el exterior, que se quitó y colocó en una de las perchas, luego de forma comedida se fué acercando al centro para su presentación- Mi nombre es Katherine, del Clan de la Rosa, aunque algunos me conocerán más como la "Dama de Northumbria", he venido expresamente de Londres para apoyar los intereses de la Camarilla en esta ciudad. El Hotel, es mi refugio, y como mis invitados -sin mostrar violencia, agarró las piernas de Harvey y las separó de la mesa dejandolas caer al suelo- espero que se sientan a gusto en mi humilde morada. He traido del viaje algún refrigerio, así que si se sienten hambrientos, tan sólo pidanlo y el servicio lo traerá.

Tras eso, se apartó del centro, para dar a todos la oportunidad de presentarse, mientras les observaba, en especial a Harvey, por si alguno cometía un desliz afrentando su hospitalidad.

Observo a los estirados que se van presentando. Cuan vacuo me parece aferrarse a los objetos materiales para un ser inmortal. Con el paso del tiempo los objetos materiales desaparecen, y ¿que te queda? Comprar nuevos objetos materiales.

Algunos son útiles, por supuesto. Un vehículo puede hacerte moverte más rápido que alguien con celeridad, y sin gastar sangre. Pero eso no significa que alguien tenga que aferrarse a un coche porque es esencial para él.

Así que cuando escucho a la tal Katherine, del clan de la rosa, niego suavemente con la cabeza. Así que por la camarilla, por supuesto. Era de esperar. Me adelanto.

Yo soy Clark Jhonston, de... bueno, digamos del clan de la rata digo con mi chirriante voz que parece el lamento de una puerta, y concluyendo con un ruido indescifrable, similar a lo que puede ser una risa, aunque terriblemente deformada.

En mi caso estoy aquí... bueno, supongo que como proveedor de información, dada la cercanía de mi lugar de residencia con esta ciudad. Cercanía relativa.

Por cierto, ¿como está la buena de la reina Ana? Debe hacer casi un año que no la veo, puede que más incluso.

La mujer se despidió de quien la había traido simplemente diciendo gracias y asintiendo con la cabeza para seguir a los botones al interior. Aún no sabía quien era ghoul y quien no, por lo que actuó como una anciana normal con su bolso y su bastón.

Laila estaba sentada en una silla observando a todo el mundo según iba llegando. Vestía un vestido largo de color azúl oscuro con algún floreado o negro o azules con sutiles cambios de tono (si se pensaba en ello, ese vestido podía hacer de una función similar a la ropa de camuflaje debido a sus tonos, pero era menos obvia), en su cuello llevaba un pañuelo azul también oscuro lo suficientemente grande para cubrir su cabeza entera y llebaba un abrigo negro de pieles por encima, entre sus manos sujetaba un bastón y había un bolso grande apollado a su lado (toda su ropa parecía ciertamente ligeramente envejecida lo que no desentonaba con propia apariencia de la cainita). Por supuesto la anciana se limitó a permanecer callada hasta que alguien hablase, no estaba allí para hacer amigos, estaba para cumplir con un contrato para obtener un pago. Además, nadie le había dicho que entre aquellas personas que entraban no habría ningún humano por lo que no debería decir nada hasta que se diese por comenzada la reunión.

La envejecida mujer creía conocer de vista a alguno de los presentes de cuando había ido a firmar el contrato con Quenn Anne, pero no sabía nada aún de nadie por lo que se limitó a esperar.

En cuanto algunos de los demás fueron hablando, la mujer se sintió obligada a hacerlo también y puesto que la anfitriona había hablado de su clan, quedaba confirmado que no había presencia mortal allí.

-Mi nombre es Laila, vengo a petición de Queen Anne, previo contrato, para espiar al sabbat, creo que alguien entre vosotros debe informar a mi contratante sobre la utilidad de mis informaciones cada vez que se produzcan para así yo cobrar-

La vampiresa no se molestó en agradecer la hospitalidad e ignoró el ofrecimiento de "refrigerio", y aún sabiéndose poco preocupada de los protocolos y la educación, vio que aquel que se había presentado como Harvey iba a ser más notable que ella misma en ese asunto.

Desde luego, no todos los presentes habían dicho su clan, pero aún así a Laila le pareció apropiado como presentación el hacerlo.

-Como ya habrán deducido, soy una hija de Haquim-

Para señalar que ya había terminado dio un golpecito en el suelo con el bastón a modo de punto final como simple acto reflejo sin pensar en ello.

- Caray, parece que tenemos gran cantidad de informadores, ahora sólo nos falta gente que haga cosas con esa información - digo mientras me acomodó en el asiento, sin poner las piernas sobre la mesa - Bien, mi nombre ya lo sabéis, y mi clan podríamos decir algo así como que soy Ventrue, aunque tal vez los Ventrue estos tengan algo que objetar - acto seguido sonrio y doy un trago a mi petaca, espero unos segundos mirando a mi alrededor y doy otro trago más. -¿Sabéis ese tío que da igual donde esté siempre parece ser su salsa? Al que los amigos le crecen como champiñones y siempre sabe que decir? pues ese soy yo- vuelvo a sonreír como si estuviéramos en una fiesta y estuviera en el clímax. - Por cierto, mis disculpas ¿Ketherine? ¿Puedo llamarte Katherine, no? No sabía que esto era tuyo - miro al grandullon y añado - espero ser tu amigo, de verdad, pareces el típico tío con cuya novia me acostaria y luego me partiría las piernas, y tengo bastante claro que mis piernas me gustan.

El viaje había sido extenso, aunque al menos había permitido que junte un poco mis ideas acerca de la tarea que se me había encomendado. Esta no era para nada sencilla, probablemente la situación que más me acerque al "final" desde lo de las bombas, y aún así me siento de alguna manera "liberado". En una caja, a modo de antigüedad, había traído mi vieja hacha de guerra. Esto demostraba cuan enserio me lo estaba tomando, ese hacha me había acompañado, aunque fuera de manera simbólica, en todas mis batallas desde el siglo XIV y esta no sería la excepción.

-En el frío en esta tierra al menos nadie se me quedará mirando por utilizar gabardinas en todo momento.- Pensé mientras entraba en el hotel.

Al entrar a la suite vip dejo que los demás se presenten, sin más que una mirada severa al vacío cuando me parecía que alguien estaba actuando de mala manera.

Para cuando Harvey se dirige a mi, creo que ya es hora de comenzar a hablar.

- espero ser tu amigo, de verdad, pareces el típico tío con cuya novia me acostaria y luego me partiría las piernas, y tengo bastante claro que mis piernas me gustan.

Ensayando lo que parecía ser una sonrisa amigable, de no ser por los dos enormes colmillos que sobresalían claramente en esta, me dirijo a quien me había aludido -No te preocupes por tus piernas, yo suelo comenzar y finalizar en el cuello-  Seguidamente tomo una actitud bastante más seria y, tratando de ocultar esos enormes colmillos, prosigo -Si las bromas ya acabaron voy a presentarme. Como bien dijo mi compañera mi nombre es Maximillian, antiguo señor de los Azotes de Londres y actual líder de esta operación. Como todos ya sabrán mi reina nos ha encomendado una tarea, recuperar el control de esta ciudad y acabar con todo fanático que trate de impedirlo. Y justamente eso es lo que vamos a hacer.- 

Miro a Clark con una mirada tan seria como intrigada antes de responderle -Mi Reina se encuentra bien y expectante de que nuestra empresa llegue a buen puerto- Luego paso a mirar a Laila con la misma seriedad aunque sin la intriga que miré a Clark -Esa persona sería yo señora mía, siempre y cuando pueda confirmar sus dichos- 

-Si alguien más tiene una pregunta o un comentario de carácter personal antes de que pasemos a discutir el plan de acción, me gustaría que las hiciera ahora. Tu también Mikael, si quieres presentarte o añadir algo más este es el momento.- Digo mientras giro mi mirada al otro de mis compañeros. Luego me rasco un poco la nuca antes de agregar

 -Casi lo olvido, aunque tal vez alguno lo habrá deducido por mis colmillos. Pertenezco al clan Gangrel.

 Escuché en segundo plano, en un rincón, con la espalda apoyada a la pared y los brazos cruzados, como los demás hablan y van proporcionando información sobre si mismos. Cuando finamente me toca presentarme, apenas me muevo, cuando levanto la vista, mirando al resto del grupo, y lo hago, con tono carente de emoción:

 - Yo soy Mikael Van Kleis, de los Tremere.

 A continuación miré con interés a Laila Derav, juzgando su reacción, puesto que nuestros dos clanes... Tenían una historia, por decirlo de manera suave.

Ese supuesto ventrue aunque resulta simpático parecía a su vez un poco fuera de lugar a ojos de Laila, pero mejor así, al fin y al cabo la camarilla per se es un atajo de incompetentes que valoran más los protocolos que la capacidad. Tal vez este tipo si fuese capaz de algo aunque la anciana dudaba que esa voz tan dulce le sirviese para evitar que los colmillos de un sabbat desgarrasen las cuerdas vocales que la producen.

Era posible que tal y como decía el ventrue no hubiese nadie capaz de hacer nada con la información que Laila consiguiese, aunque la anciana dudaba que no hubiese alguien capaz de utilizar sus poderes o influencias para ahogar económicamente y en dominio a los sabbat cuando ella consiguiese información sobre negocios o refugios de estos. Y por otro lado ese Maximilian parecía capaz de acabar a cualquier sabbat siempre que fuese en combate individual... posiblemente eso se podría arreglar cubriéndole las espaldas a cambio de alguna bonificación.

La assamita observabó a los dos que quedaban por presentarse para escuchar la información que tenían para compartir sobre si mismos y cuando Maximillian y Mikael hablaron decidió ella tomar la palabra de nuevo dándose cuenta de como el tremere la observaba.

-Considero a su clan ser honorable, señor Maximillian lo que no significa que confíe más o menos en usted que en cualquiera de los otros aunque en principio daré un voto de confianza a todos los presentes. Se que los miembros del clan gangrel tienen sus métodos para pasar desapercibidos también. con lo que imagino no le tomará mucho tiempo contrastar la información que yo le de.-

Entonces la anciana recalca una preocupación

-Me gustaría pedir de todas formas que cuando yo provea algo de información se me pregunte primero si he terminado la investigación para poder actuar. Como ya sabrá usted, cada cosa que descubra del sabbat será conexa con otras informaciones y tendré que seguir el hilo antes de que este sea cortado.-

Laila hacía referencia a que su traicionaban su confianza, tendría que comenzar a dar la información que ya no necesitase complicando más la previsión de planes por parte del resto y su propio trabajo.

-Obviamente tengo también mis propios intereses personales adicionales a cobrar por la misión, afortunadamente forman parte también de la misión en cierta manera. Solicitaré ciertas licencias con respecto a esos objetivos personales que espero no me sean negados, aunque eso dependerá en última instancia de usted-

La hija de Haquim miró entonces al tremere al sentirse observada por este para referirse a el

-No se confunda señor Van Kleis, estoy aquí para cumplir con un contrato y no por usted... además considero que no todos los tremere son culpables de lo que está pensando, a diferencia de quien realizó aquel ritual que condenó a todo mi clan como culpable de ciertos actos sin conocimiento de la realidad. Le diré algo parecido a lo que le dije al señor Maximillian, si no me da razones para desconfiar de usted pues no lo haré aunque no confíe en el grueso o conjunto de su clan-

Entonces volvió hacia Maximilian para tratar de nuevo el asunto que le incumbía a ella.

-Volviendo al tema del sabbat, que es para lo que me han contratado ¿tenemos alguna información ya sea gráfica o descriptiva sobre los individuos o sobre el conjunto? una tiene sus métodos, pero con una base sobre lo que empezar a trabajar el tiempo para obtener resultados se optimiza mucho, sobretodo cuando hablamos de una urbe de más de un millón de habitantes-

La anciana quería mostrarse pragmática sin infravalorar sus capacidades pero admitiendo que no trabajaba sola al fin y al cabo, que toda información que pudiese circular en ambas direcciones sería de provecho para todos pues al final lo único que perdería ella si no completaba su misión por falta de colaboración era el pago, no tenía intención de quedarse allí ni de competir por el poder con los presentes u otros. 

Esbozo una media sonrisa que podría llegar a inspirar confianza, de no ser porque uno de los colmillos se hacía claramente visible en mi rostro cuando la hacía -Es curioso, mi Reina me dijo algo para cuando uno de ustedes pidiera ese tipo de información por primera vez... Fue algo así como "Diles que si tuvieras ese tipo de información estarías comiéndotelos en este momento y no manteniendo una conversación"- Al terminar esa frase miro a Laila mientras sigo sonriendo -Parece que mi Reina conoce a alguno de los presentes más de lo que podría gustarles. Aún así respeto su entusiasmo señora mía y lamento decirle que no, no disponemos de información alguna sobre los "futuros difuntos". Aunque eso debería cambiar después de que iniciemos la primera parte de esta operación.

Me dispongo a mirar a todos los presentes, esta vez de forma más seria y con mis ojos de iris gris casi blanco muy abiertos -El plan en si es muy simple aunque no por ello fácil de ejecutar. Consta de tres partes, iniciar una red de información, debilitar el aparato de influencias del enemigo al tiempo que fortalecemos el nuestro y por último, pero no por ello menos importante, acabar con los miembros de alto rango que tengan ellos entre sus filas.

El primer paso es bastante claro. Recolectar toda la información posible de nuestros enemigos, tanto sobre sus miembros en sí como de sus negocios e influencia en la ciudad.- Miro a Laila y a Clark -Es verdad que contamos con dos especialistas para esa tarea pero eso no quiere decir que el resto esté exento de participar. Una vez logrado esto pasaremos al segundo paso.

Este consiste en desmantelar su red de influencias para establecer una propia, ya sea "convenciendo" a sus aliados de que cambien de bando o eliminándolos para que gente afín a nosotros ocupe su lugar.

Por último, con sus recursos más limitados, ir eliminándolos uno por uno.-

Lanzo un pequeño suspiro antes de continuar -Las dos cosas a tener en cuenta en todo momento son. Primero, tratar de mantener tanto nuestras identidades como nuestras intenciones ocultas el mayor tiempo posible, lo óptimo sería hasta que la segunda fase esté avanzada. Y segundo, si en algún momento tenemos la oportunidad de acabar con uno de sus miembros más importantes el análisis de esa posibilidad pasa a ser la prioridad. Aún con esto les pido que eviten ponerse en situaciones de riesgo innecesarias, en estos momentos nosotros necesitamos a nuestros miembros más de lo que ellos necesitan a los suyos ¿Alguna pregunta?-

Ahh, los viejos conflictos que nunca mueren y que tan buen sabor de boca dejan cuando consigues algún objetivo durante ellos. He sobrevivido ya a unos cuantos, y espero seguir sobreviviendo mucho más tiempo. Los sabbat han tenido tiempo de hacerse fuertes en esta zona. Miro al gangrel.

Imagino la presencia de lobos en los alrededores. ¿Cree usted, señor Maximilian, ser capaz de contactar con ellos? No habría mejores aliados en la zona que esos.

Por otra parte, debemos tener cuidado si nos asentamos aquí. A poco listos que sean los del sabbat, sabrán leer entre lineas. ¿Un nuevo enterrador (por ejemplo, por mi caso particular)? Hum... tiene pinta de nosferatu. No debemos ser evidentes, pero eso puede ser un problema para mi.

A buen seguro, algún antitribu nosferatu habitará en las cloacas, y la opción "cementerio" está complicada. Así pues, no tendrán alguna información en ese sentido que me pueda ayudar? Tampoco importa mucho, puedo simplemente intentar retomar las alcantarillas, dudo que muchos sabbat quieran bajar allí, pero eso puede poner en peligro al resto. ¿No cree, señor Maximilian?

- No puedo estar mas de acuerdo en lo de mantener nuestras identidades, por ello propongo usar nombres en clave a la hora de hablar de nosotros- suelto mientras bebo otro trago y dandome cuenta de que la petaca está vacía -mierda tios, malas noticias, estamos sin suministros- doy la vuelta a la petaca y miro por el pitorro 

-Siguiendo con lo de los nombres en clave, que os parece "guarrilla"- digo mirando a Katherine - evidentemente ese me lo pido yo ¿que te parece si a ti te llamamos "ojitos castaños"?-  me levanto y me estiro la camiseta -¿Empezamos ya a buscar la información? ¿se me ha acabado el whiskey y tengo que pillar 2 autobuses hasta llegar a mi licoreria de confianza - me acerco a donde el gangrel como si no tuviera ningun miedo "espero que no le siente mal esto, porque si no estoy muerto" -y por cierto grandullón, eso mas que un plan es una lista de objetivos, tal vez algo mas especifico estaría bien ¿que tal si empezamos dandonos los numeros de telefono para poder contactar?- me acerco a la anciana y le ofrezco el brazo para que lo enhebre con el suyo - ¿Le importa si le acompaño en busca de esa información? es la unica de los presentes de la que me fio...- realizo una breve pausa para pensar en algo -todo lo que me puedo fiar de alguien que hace todo esto por dinero, claro, si luego sale bien le invito a un sol y sombra - añado una sonrisa sincera y espero a ver su respuesta.

Escucho con atención a las palabras del grupo. Sorprendentemente, el grandullón sera el líder de esta operación.

-Todos somos una potencial filtración para un enemigo alerta, señor Jhonson. Pero limpiar las cloacas parece una opción muy interesante. Nos da control sobre un medio discreto para desplazarnos, y sobre los informantes de la ciudad. Si os parece bien, podemos buscar a un antiguo primogénito que sé que habita en ellas, y usarle para purgarlas de miembros del Sabbat de forma coordinada y buscando objetivos concretos.

 -Harvey, mi estimado amigo. Si empleamos apodos tan coloridos, nos vamos a delatar incluso sin salir de la suite. Pero es una excelente idea. Llamadme Hamilton, por favor -Con una sonrisa no exenta de sorna amistosa, le respondo.

Laila escuchó al gangrel que parecía tan directo como ella y a su vez también parecía no importarle el protocolo en absoluto, comenzó a sentirse un poco mal por la toreador debido a este hecho mas enseguida se consoló pensando que todo sería más fácil hablando de forma directa como lo estaban haciendo.

Tras escuchar a Maximillian y luego observar la actuación de Harvey le entró ganas de decirle a aquel bufón algo así como "está bien guarrilla, mi nombre en clave para ti será mi diosa", pero lejos de hacerlo la anciana mantuvo la compostura y trató de medio aceptar su oferta hablando aún con cara seria como si todo aquello no le afectase.

-Bueno, señor Harvey... no conozco sus capacidades para el espionaje e infiltración, pero si me demuestra que están a la altura pues no tendría ningún inconveniente en que colaboremos. Aunque siendo franca, aún pecando de generalizar, tenía pensado el proponérselo al señor Jhonston al menos el compartir lineas de investigación-

Laila no movió sus manos del bastón donde se encontraban por lo que no se la ofrece a Harvey, y en caso de que el las busque activamente, la anciana las evita.

-Me agrada su entusiasmo señor Harvey, de verdad, espero que no se tome a mal el que no le tienda la mano, pero de nuevo volveré a decir lo mismo que dije antes a nuestros otros dos compañeros pero con diferentes palabras, no desconfío de usted y repito que estaré encantada de que colaboremos, pero aún no nos conocemos. Ah, y nadie dijo que mi pago vaya a ser dinero. De hecho no tengo más que un puñado de dólares que llevo en mi bolso y lo puesto-

Era curioso el intento de dar la mano a alguien que claramente tenía unas costumbres tan dispares por su apariencia, cualquiera de los allí presentes tenía una estética que podía resultar más compatible con ese sujeto. La anciana entonces miró hacia el nosferatu para apelar a el dejando ya de lado a "guarrilla", su nuevo colaborador.

-Volviendo al tema de tratar con el señor Jhonston lo de investigar, tal vez podríamos comenzar por donde sugirió el señor Henry... o Hamilton... como el prefiera. Si en las alcantarillas está el antiguo primogénito, seguro que el nos puede dar información por la que empezar-

Si realmente se encontraba allí el primogénito nosferatu (ya que era lo que Laila suponía por un antiguo primogénito que vivía en las alcantarillas), posiblemente tanto Laila como Clark dejarían de tener utilidad. Seguramente el podría dar más información de la que ellos podrían conseguir en años.

-Lo de las directrices del señor Maximillian, no puedo mostrarme en contra, de hecho me parece una buena base sobre la que desarrollar los sucesivos planes de acción... de todas formas yo solo soy una empleada con lo que lo que hacer al final con la información que les pase es cosa suya.-

Asintió a Harvey tras su disculpa, y se quedó tranquila cuando no reincidió con el asunto de los pies y el desprecio de su refugio, y para dejarle claro que había olvidado el desliz, le dedicó una dulce sonrisa que no diera lugar a equívocos.

Katherine se mantuvo en silencio durante largo rato, su personalidad era asertiva, y se dedicaba a ver la ida y vuelta de las palabras según salían de sus dueños. Prestaba mucha atención a lo que se decía, pero más importante del qué, era el cómo, quién y el porqué.

Anotó mentalmente la propuesta de los lobos, mientras discriminaba positivamente al Nosferatu, tal como se esperaba de una cínica Toreador, al prestarle más atención de la debida. Cuando Harvey mencionó el tema de los apodos, creyó que bajo sus palabras se había burlado de ella, haciendole creer que lo de guarrilla era más bien para ella. Pero tuvo que admitir, que habían pasado tantos siglos, que no estaba tan metida culturalmente como dialécticamente con los espécimenes jovenes, por mucho que tratara de aprender de ellos, alguna cosa se le escaparía.

Por eso, decidió darle el don de la duda, y creer que sus palabras no habían sido malintencionadas, mientras calculaba cuantos segundos tardaría en abrirlo en canal, desparramar sus sesos y llamar a la japonesa de la recepción para que limpiaran el estropicio, si cambiaba de opinión al respecto.

También dedicó una parte de sus pensamientos en Laila.

No sería descabellado pensar que forma parte de la Casta Guerrera, al fin de cuentas se han dado casos excepcionales, pero por lo general, suelen abrazar a Ghouls que superan un testeo en operación de guerrilla, y suelen hacerlo jovenes, para aprovechar al máximo su potencial, aunque bien podría deberse a circunstancias anómalas. Aunque es más probable que forme parte de una de las otras castas...

Su hilo de pensamiento, se vio interrumpido mientras miraba de reojo al Tremere cuando éste miraba a Laila y sus explicaciones. Sintió su boca salivar de forma automática, por lo que dejó de mirarlo aparentando normalidad.

Cuando finalmente Laila terminó de hablar, aprovechó esa pausa para hablar Katherine, tras pensar en todas sus palabras y acciones.

-Coincido plenamente en las tareas que nos asignó Maximillian, aunque descartaría el uso de pseudónimos por innecesarios. Si un Sabbath aprende nuestro nombre es que le queda poco tiempo de vida, esa debería ser nuestra máxima, aunque si aún así prefieren hacer uso de ellos, no me opondré, pero no seré "ojitos castaños" ni nada parecido.

Luego rescató de su memoria inmediata la mención a los lobos y opinó al respecto:

-Creo que deberíamos pasar de aliarnos con lobos, no suele acabar bien, y pretendo que recuperemos la ciudad, no abrir dos frentes. Además, si hay que aliarse con enemigos, prefiero a un Cardenal, que por lo menos huelen mejor y con un poco de suerte no veré sus reflejos en los espejos -bromeó usando de referencia al Sabbath, porque a su edad de vieja chocha una podía bromear de lo que le diera la puñetera gana.

Finalmente tras dar sus opiniones, decidió que era el momento de abordar la primera propuesta razonable del día, lo del contacto Nosferatu:

-Personalmente, si hay un Nosferatu de la Camarilla que se logró ocultar bajo al subsuelo, creo que es una prioridad absoluta para el objetivo garantizar el contacto con él. Sin embargo, mis zapatos valen 2000 dolares y no deseo ensuciarlos si no es absolutamente necesario. Creo que deberíamos designar varias tareas en una misma noche, pues la velocidad, ahora que el Sabbath aún andan acomodando el trasero en la butaca, puede ser vital. Maximilian, ¿que más dírias que necesitaremos hacer?

Le dio a Maximilian la oportunidad de soltar lo que creyera oportuno, para luego calcular que hacer en base a las cartas que sacara.