Partida Rol por web

Los dos soldados se volvieron más sobresaltados de lo que les hubiera gustado reconocer al escuchar el golpe de la puerta cerrándose. Luego no disimularon una sonrisa nerviosa. El maldito viento. Al menos ahora, con la puerta cerrada, la sala no estaba tan fría.

Octavius asintió ante la indicación de avanzar de Pieter y cuidadosamente se dirigió hacia las nuevas puertas del fondo. Pieter iba un poco más atrás apuntando con su arma, abriendo el ángulo por la derecha de su compañero, por si alguien apareciese repentinamente por aquellas mismas puertas. Sin embargo Octavius alcanzó sin problema los portones y empujó levemente uno de ellos para asomarse...

Con cuidado Octavius entreabrió una de las puertas. Sus ojos se acostumbraron poco a poco la oscuridad reinante. Parecía que aquellas puertas daban a una nueva estancia de gran tamaño, que ahora se ampliaba de norte a sur de la casa, como si fuera paralela al recibidor donde aguardaba el resto de la unidad. En las paredes de enfrente había unas enormes cristaleras, tapadas en su totalidad con unas pesadas cortinas que impedían pasar la luz. El lugar olía a rancio y abandono. Desde la posición del soldado poco podía verse, ya que las puertas quedaban en un recodo de la sala. Se atisbaba, eso sí, una enorme mesa de comedor con su mantel - ya raído - puesto encima, y unas sillas profusamente ornamentadas dispuestas a su alrededor. La mesa debía ser grande, aunque no la consiguiera ver en su totalidad hasta entrar en la sala. En la pared del norte, a un par de metros de donde se encontraba, Octavius vio una puerta de madera simple, cerrada.

Ahora el comedor, esperemos no convertirnos en la maldita comida de lo que sea que anda por aqui,

Echando un paso atras Octavius saco un brazo por la puerta para avisar a Pieter de que entrara detras de él, y una vez alli señala a la puerta que habia unos metros mas alli que daba al norte, acercandose decididamente a ella para apotar primero el oido por si oia algo al otro lado

Pieter vió la señal de su compañero y entró en la sala, luego avanzó un paso por detrás de Octavius, cuando llegaron a la segunda puerta Octavius apoyó su oido en las puertas luego ambos las abrieron y entraron en la siguiente sala extremando las precauciones y sin perder la formación defensiva que habian adquirido. Parece que esta casa tiene cien habitaciones, deberiamos hacer un pequeño plano para luego regresar, me da la sensacion de estar entrando en un laberinto Octavius. A ver si encontramos algo que nos pueda servir...

Toda la precaución de los hombres se vino abajo cuando oyeron unos gritos procedentes de las puertas que se habían cerrado tras ellos.

-  ¡MALDITA SEA! ¡¡OCTAVIUS!! ¡¡PIETER!! ¿¿SE ENCUENTRAN BIEN??

Era la voz del sargento Karl. La atención de los soldados se repartió entre la nueva sala a la que habían llegado y el barullo a su espalda. La puerta que antes se había golpeado sonoramente, y desde la que llegaba la voz del sargento, se entrebrió dejando que se asomara el rostro de Karl y del campesino prisionero. Octavius y Peter los veían por el rabillo del ojo aunque su atención estaba fijada en el comedor.

Había una enorme mesa dispuesta para una docena de comensales. Era evidente por el polvo y las telarañas que aquella mesa llevaba mucho tiempo abandonada sin que nadie acudiese a la llamada de la comida. Y sin embargo había alguien en la sala. En medio de la mesa un individuo vestido con el uniforme ruso parecía dormitar sentado en una de las sillas. Su cabeza reposaba entre sus brazos, apoyada en la mesa. Ni siquiera los gritos del sargento lo habían despertado.

Sin dejar de apuntarlo los soldados comprobaron que el comedor era, como esperaban, enorme. Abarcaba todo el ala oeste de la casa y al fondo había, en la misma pared de donde ellos habían salido,  otras puertas dobles de madera, cerradas. El lugar, como el resto de la casa, olía a cerrado y abandono.

O ese ruso tiene el sueño muy pesado, o no esta durmiendo...cubreme Octavius voy a ver que nivel de sueño tiene ese ruso...

Pieter avanzó con paso seguro hacia la posición del ruso y con el caño de su fusil golpeó en el hombro de aquel soldado que parecía dormir. tras lo que le apuntó a la cabeza esperando que este se despertara sobresaltado...

Chst, ahora te toca a ti divertirte

Apuntando el rifle hacia la zona donde iba Pieter, Octavius estuvo atento a cualquier movimiento que hubiera en los alrededores de aquel individuo, no queria que le pillaran por sorpresa en una encerrona

Aunque con el grito de nuestro querido compañero eso ya da igual

Pieter se adelantó hasta donde estaba el ruso mientras Octavius cubría su flanco, siempre atento a cualquier movimiento. Pese al empujón que le dio con el fusil el ruso seguía inerte, confirmando lo que los dos soldados sospechaban. Estaba muerto. Pieter levantó la cabeza del individuo para ver su rostro. Ambos soldados palidecieron ante el macabro descubrimiento: el ruso estaba muerto, sí, pero alguien se había preocupado de arrancarle los ojos y coserle la boca. Sus cuencas vacías parecían reprocharle a Pieter su falta de respeto por los muertos, mientras que sus labios se torcían en una mueca eterna de silencio. Aquello no tenía nada que ver con los horrores de la guerra: era un acto de sadismo inhumano en estado puro.

-Joder...

El insulto salio de la boca de Octavius sin poder evitarlo

-Que poco gusto la ostia

Como si la cara cobrara vida Octavius vio en el fondo de aquel rostro el sufrimiento...o quizas estaba muerto antes de que le hicieran eso??

-Quien sabe...

-Suelta esa abominacion Pieter, no vaya a ser que te muerda ... joder, que asco, asi que aqui tenemos a alguien que le gusta arrancar ojos y coser bocas rusas, quizas tengamos que buscarle para que haga algo con la putita rusa que tenemos

El inquietismo interno de Octavius seguia creciendo por momentos, esa presion que empujaba como olas contra la dura roca, seria capaz de aguantar tanta locura??

-Chst...malditos sean todos los rusos, yo os llevare al maldito infierno y alli nos reiremos todos juntos cuando lleguemos

-Abramos la siguiente puerta antes de que lleguen nuestros amados compañeros, a ver si encontramos algo menos asqueroso que esto, ahi los podemos esperar para juntarnos todos...otra vez

¡¡¡¡bbbbaaaaaaagggggg!!!! ya no se respeta a los muertos. Pieter soltó la cabeza del ruso y luego hizo un gesto afirmativo, estaba disgustado por la falta de respeto que supono tratar asi a un difunto, Sino fuera asi para hacer eso en la vida de un soldado...habria sido victima de una emboscada, habria visto algo que no debería y ese habia sido su castigo? Esto es extraño, sigamos.... Pieter se encaminó a la siguiente puerta, la que tenian mas cercana y cuando estuvo cerca...No me parece muy prudente ir abriendo puertas asi como asi, si hay un sicopata suelto...bueno yo pondria trampas.

Mientras los dos soldados se posicionaban cerca de las puertas dobles el sargento Karl apareció por el umbral. Contemplaba el cadáver del ruso con un gesto de mal disimulada repugnancia: el espectáculo, desde luego, no era para menos.

Octavius miró nuevamente el cadáver con morbosa fascinación. O el frío lo había conservado excelentemente o el tipo había pasado a mejor vida hacía muy poco tiempo, no más de un día. Y ahora que se fijaba: no había ninguna herida que pareciera mortal, descontando el tema de que le hubieran arrancado los ojos...

Pieter abrió la puerta y miró en el interior de la nueva estancia. El hecho de que hubiera un cadaver en la habitacion no le tranquilizaba precisamente, podia considerarse una señal, y no buena. Pieter iba extremando las precauciones a cada paso que daba, esperando que en cualquier momento un grupo de rusos avidos de venganza se avanlanzaran sobre ellos, ahora solo le rondaba una duda por la cabeza ¿quien habia matado al ruso? 

-Maldito frio ruso... jode incluso en la muerte

La incognita de no poder sacar algo mas de informacion de aquel cadaver ponia el punto suficiente como para no bajar el arma. Luego Octavius vio a Karl en la entrada de la anterior estancia

-Se propone despertar a todos los malditos muertos de la casa o es que quiere alertar a todo el maldito mundo vivo que quede por aqui, ais se lo ponemos facil, de este muerto no sacaremos mas informacion por suerte o por desgracia... ¿por cierto donde ha dejado al resto del grupo?

La preocupacion de Octavius iba dirigida mas pensando en plan grupal mas que en plan individual, sabia que las amistades en el ejercito eran una tonteria, la muerte rondaba por todos los lugares y las perdidas podian ser muy dolorosas, ya tenia que soportar a aquellos muertos delante de sus narices casi constantemente, como apra tener que aguantar a mas...

Mientras Octavius reprochaba a su general su anterior comportamiento Pieter entreabrió una de las puertas dobles para echar un vistazo. Al otro lado se encontraba el repartidor con las escaleras que bajaban y subían. Habían rodeado toda la casa y regresado al punto de partida. Bien cierto era que en el propio repartidor había otras puertas y en la misma habitación en la que se encontraban había otra puerta más, justo detrás del sargento.

Octavius sintió un escalofrío, un presentimiento. Se giró hacia el cadáver. Seguía allí pero ¿había movido la cabeza? ¿la tenía antes girada hacia él? Pieter estaba atisbando a través de la puerta hacia el recibidor, y el sargento no parecía haber percibido nada extraño, o al menos si lo había notado lo disimulaba. Sin embargo Octavius miró al cadáver: cuando Pieter levantó su rostro la cabeza estaba inerte sobre la barbilla. Ahora reposaba sobre un hombro, girada hacia él... Casi diría que aquellas cuencas sin ojos lo miraba burlonamente.

Esto nos lleva al distribuidor. Deberiamos probar por aquella otra puerta...Sargento, si quiere usted hacer el honor...o prefiere ir en retaguardia?, comentó Pieter mientras señalaba la puerta que estaba tras el sargento. 

Los ojos de Octavius fueron agrandandose poco a poco como si la simple vision de aquello que parecia haber visto le llenarara de repugnancia, eran momentos como este los que aborrecia en toda su alma, los que llevaba sufriendo desde que nacio

-Joder estate quieto maldito saco de huesos...

Sus palabras sonaron con odio pero tampoco muy fuerte y acercandose empuñando su arma por la culata arremetio contra el cadaver una y otra vez, dandole varios golpes en la cabeza. Su cara parecia poseida por la locura, pero sus palabras no...

- Siento mi comportamiento anterior señores. Las cosas están un poco tensas y pensé que se trataba de una emboscada. - Karl habló susurrando a sus hombres... vió la estancia y no pudo evitar sentir náuseas al ver el cadaver ruso. Empezó a pensar que aquello no tendría salida. ¿Un cadáver Ruso? ¿Ya habían estado los alemanes por allí? Escuchó a sus hombres, asintió con la cabeza y mientras se dirigía a la puerta entreabierta dijo:

- vamos... cubranme.  

Esperó a que Octavius y Pieter se acercaran un poco mas, y en cuanto estuvieron lo suficiente cerca, abrió la puerta de golpe y asomó apuntando con el fusil a todo lo que allí pudiera haber.

Antes de que Karl se aproximase a la puerta Octavius cruzó la estancia y comenzó a golpear el cadaver ruso, que cayó al suelo hecho un ovillo. Su sargento pareció ignorar el hecho mientras entreabría la puerta de madera. Pieter, que venía de las dobles puertas que conducían de vuelta a la escalinata, se giró un momento sorprendido al ver la reacción de su compañero. Hasta aquel momento Octavius se había comportado con bastante tranquilidad, incluso de forma irónica. Era extraño verlo ahora tan ensañado en golpear aquel cadaver.

Karl entreabrió la puerta que estaba a sus espaldas para descubrir unas escaleras de madera que descendían en la oscuridad.

Su respiracion fuerte fue acompasandose mientras veia el cuerpo golpeado en el suelo

-No me volvere loco por vuestras mamoneces...antes os aplastare a todos...

Sus palabras iban dirigidas hacia el cadaver inquieto en el suelo, mientras su respiracion se iba acompasando y miraba a su alrededor in tnato inquieto, quizas la presion en su pecho hubiera reventado dejando escapar a una bestia loca...pero momentos despues su cara recupero una expresion un tanto mas tranquila, aunque el nerviosismo seguia alli. Con un escupitajo encima del cadaver ruso tirado en el suelo Octavius volvio a coger el arma apuntando hacia delante y dispuesto de seguir a sus compañeros hacia la siguiente sala, aunque su expresion denotaba que aun pensaba en esa imagen que habia visto solo en su mente ... o quizas hubiera sido real??