Partida Rol por web

Nieve de Primavera

Entreacto 1 ~ Fin de semana en Hinohara

Cargando editor
04/07/2021, 10:06
Director

Konatsu dudó por un momento. En primer lugar, cuando Ayumi mencionó la opción de deshacerse de ella, la miró dubitativa... pero cuando dijiste de tirarla a la basura, no pudo contenerse más y... en voz suave y entrecortada dijo:

—Pero... si nos deshacemos de ella... ¿no... nos traerá mala suerte para el resto de nuestras vidas?

¡Y eso que vosotros habíais venido a pasaroslo en grande! Pero eso de mala suerte, y encima para el resto de vuestras vidas... jeje... ejem... ¡qué guay!

Ahí estaba el dilema: ¿queríais dormir con una Ouija cerca? ¿O correríais el riesgo de quedar maldecidos para siempre? Ninguna de las dos opciones parecía buena. Además, ¿de verdad tendrías que tener enclaustrado una Ouija en tu casa de veraneo que hasta hacía unos días desconocías que tus padres habían comprado? Tampoco eso sonaba muy bien... aunque tampoco tenías porqué volver a pisar aquel lugar.

En cuanto a Hikaru, conforme le describías los efectos y la práctica habitual de la Ouija, su rostro fue palideciendo más y más de forma progresiva. En ese momento, te planteaste si habías hecho bien en decírselo... asunto que quedó confirmado como un completo error cuando Ayumi hizo su ya característico facepalm...

—Los fantasmas no existen, Hikaru —se limitó a decirle.

Para Ayumi no existirían... pero Hikaru parecía uno de ellos ahora mismo. Su rostro blanquecino y con una ya permanente mueca de terror se movió lentamente hacia Ayumi, casi como si de una maquinaria pesada y mal engrasada se tratara. Luego asintió, en cámara lenta, tiritando del miedo... aunque estaba claro de que aún no había quedado muy convencido de la afirmación de su amiga.

Tras ello, Ayumi volvió a mirarte...

—Dé mala suerte o no, algo tendremos que hacer con ella —te dijo—. Tú decid...

Antes de que llegara a terminar la frase, algo se escuchó de... ¿arriba? Primero en el patio, como el sonido de algo moviéndose... a gran velocidad. Luego un chirrido... y finalmente...

¡PUMMM!

Un portazo. ¡¿El de la puerta principal?!

Konatsu dio un brinco, Hikaru apenas se inmutó... parecía haber vuelto a entrar en trance, y Ayumi frunció el ceño. Sea como fuere, ésta última se encogió de hombros... suspiró y comenzó a avanzar para subir las escaleras y descubrir qué diablos pasaba ahora...

Cargando editor
04/07/2021, 13:03
Masuda Izumi

¿Para todas nuestras vidas? ¿Eso no es un poco... dramático? —pregunté, frotándome ligeramente la nuca.

Me quedé mirando aquella tabla. No era más que un trozo de madera con letras pintadas: Incluso nosotros podríamos fabricar una si nos apetecía. ¿De verdad podía tener tanto poder algo tan mundano? La logica me quería decir que no, y sin embargo... me costaba pensar en simplemente deshacernos de ella ahora que había escuchado a Konatsu decir eso. Seguro que era una tontería, pero... ¿y si no lo era?

No me apetecía nada de nada tener mala suerte para el resto de mis días por una mala decisión, pero tampoco me apetecía tener la tabla en el sotano siempre que fuera allí. En definitiva y resumen, era una situación muy delicada. Estoy seguro de que un zapador siente exactamente lo mismo cuando le toca desactivar una bomba.

Es... es verdad. Los fantasmas no existen. La cosa de la ouija es que siempre hay un bromista que mueve el vaso sin que el resto se entere —intenté explicar, buscando deshacer el daño que había hecho al pobre Hikaru.

Carraspeé bajito, intentando ordenar las ideas. Había que tomar una decisión, eso era aparente. ¿Tirarla o dejarla donde está? ¿Donarla? ¿Venderla? ¿Ese tipo de cosas provocarían la maldición también? Pero el caso es que según Ayumi se decidía a mi, recordando que sería yo quien tendría que decidir al ser el 'dueño' de la casa...

Pegué un bote del susto.

Creo que habría podido hasta gritar si no me hubiera atragantado con mi saliva. Miré hacia arriba, miré al resto, volví a mirar hacia arriba. La puerta... ¿la puerta había estado cerrada, verdad? ¿O la habíamos dejado abierta? ¿Había entrado alguien? ¿Había sido la corriente? ¿O había sido un fantasma?

Carraspeé por segunda vez. No podía dejar a Ayumi sola, así que aunque tenía algo de miedo... me apresuré para acercarme a ella. Subiría a su lado para ver qué ha bía pasado. Estaban siendo unas vacaciones... intensas.

Cargando editor
12/07/2021, 20:23
Director

Unas vacaciones de lo más... intensas, desde luego.

Te apresuraste para subir las escaleras junto a Ayumi. Por supuesto, no pensabas dejarla sola en esto. Konatsu os siguió algunos pasos más atrás, al menos hasta darse cuenta de que Hikaru se había quedado de piedra... Entonces volvió hacia él, le cogió del brazo, y tiró para hacer que empezara a andar lentamente...

La subida por las escaleras fue lenta, y pausada. Ya no había riesgos de caídas. La experiencia te había enseñado dónde debías pisar y dónde no. Sin embargo, antes de llegar arriba del todo, pudiste escuchar la voz de una chica.

—¿Hola? ¿Hay alguie'?

¡Fiu! ¡No era un fantasma! O... ¿sí? ¿Qué hacía alguien aquí? ¿A estas horas? ¿Entrando sin llamar al timbre?

Fuera como fuese, tenía el mismo acento que el anciano que os había traído hasta la casa, pero... por fortuna, menos marcado que él. La voz parecía provenir de la entrada... y, cuando pudisteis subir todos los peldaños, la visteis.

Era pequeñita, delgada, con el cabello rubio recogido en dos coletas y adornado con una diadema con forma de... ¿orejitas de gato? Esa moda quedaba ya un poco anticuada, ¿no? A simple vista, no parecía ser más que una pre-adolescente.

Os esperaba con los brazos en jarra y con el rostro como una gatita engreída a punto de cazar a un ratoncito. Sin embargo, al veros subir del sótano, pegó un respingo y se le puso la cara blanca. Luego dio unos pasos atrás, carrespeó, y miró para otro lado.

—Ejem... hola... zoy Hanami, mi abuelo m'a pedio que viniera a vero'. Mucho gusto en conocero'...

Y tendió la mano para estrechársela directamente a la primera persona que tenía frente a ella: Ayumi. Sin embargo, la chica se quedó mirándola fijamente, sin decir nada, y sin estrechar la mano... por lo que así quedó la cosa, con la recién llegada con su mano tendida en el aire... y un frío y silencioso momento incómodo.

Cargando editor
18/07/2021, 00:59
Masuda Izumi

Si era un fantasma, era un fantasma con acento muy marcado. Bien pensado, tenía sentido que el fantasma de alguien que en vida había tenido acento marcado lo siguiera teniendo en el otro lado, pero eso era un pensamiento un poco tonto, porque lo que se nos había colado en casa no era un fantasma. Era más bien un espejismo, una ilusión extraña. Porque esa chica —que se había colado sin llamar— tenía acento de pueblo pero pintas de ciudad. Era una combinación de lo más extraña.

Parpadeé lentamente. Quizá debería haber estado más enfadado por el allanamiento, pero estaba tan sorprendido que no encontré la fuerza para ello. Se presentó, confirmando la sospecha que había tenido nada más escucharla de que debía ser la nieta del granjero, pero entonces la situación tomó un giro... extraño.

Y durante unos segundos eternos fuí cómplice de aquel terriblemente incómodo silencio. No me había esperado que Ayumi se quedara tan callada, y menos todavía que no le diera la mano... y bueno, ¿cuándo me había convertido yo en el relaciones públicas de los Wabi-Sabi? Encajaba tan poco en ese papel como en el Club de Teatro... pero de algún modo había terminado en ambos, así que no me quedaría otra que cumplir.

Hice lo único que podía hacer: Intentar salvar la situación. Y lo que se me ocurrió no fue otra cosa que ser yo el que le daba la mano, con el único problema de que el gesto quedó... un poco... artificial.

Tu abuelo ha sido muy amable al acercarnos hasta aquí en tractor —Ahora que lo pensaba, el viejo no había llegado a decirnos su nombre—. Yo me llamo Masuda Izumi. Ellos son Maruyama Ayumi, Sato Hikaru y Sukeroku Konatsu. Encantado de conocerte, Hanami-san.

Al menos decir todos nuestros nombres fue la coartada perfecta para pensar en qué decir.

¿Has venido por lo de las bicicletas?

Cargando editor
18/07/2021, 11:02
Hanami Matsumoto

Konatsu sonrió en cuanto la presentaste, e Hikaru alzó la mano en forma de saludo, aunque con la misma vitalidad de un zombie. Ayumi, por el contrario, se limitó a asentir con la cabeza. Había algo en esa chica que parecía extrañarle...

El tacto con la mano de la chica recién llegada fue bastante diferente a lo que hubieras podido esperar. Su mano era rugosa y aspera, para nada lo que debía ser la mano de una chica preadolescente... supuestamente inmaculada en los casos normales. Ademas, te apretó con tanta fuerza que casi te dejó la marca de sus dedos en tu piel. Desde luego, para ser tan pequeñita, tenía fuerza.

—¡Exacto! —contestó a tu pregunta, asintiendo a la par con la cabeza para enfatizar aún más su respuesta.

Su rostro había vuelto a cobrar color, y... de nuevo, apareció su sonrisa casi gatuna. Quizás el susto inicial era por los rumores sobre fantasmas de la casa... Pero, entonces, ¿por qué había entrado como si nada?

—O' he traío las bici —añadió, con cierto matiz de orgullo—. ¡Veni', mira'!

Y, sin esperar, respuesta, salió al patio con toda la energía que sólo la juventud podía tener.

En el patio habían un par de bicis viejas y destartaladas, pero que podían servir para el propósito que le ibais a dar. De las dos, había una especialmente grande. No llegaba a ser un tándem, pero... desde luego, poco le faltaba. La otra era algo más pequeñita... pero ambas contaban con asiento principal y un transportín extra sobre la rueda trasera. Es decir, podríais ir dos montados en cada bicicleta... en la grande incluso te atreverías a decir que podría ir una tercera persona, aunque... por supuesto, sin cumplir los protocolos de seguridad correspondientes. Pero, en medio de la nada, ¿qué importaba eso?

—¿Que o' parece? —preguntó la chica, poniendo los brazos en jarra, e hinchando el pecho con orgullo—. Están guay, ¿eh?

Cargando editor
21/07/2021, 23:24
Masuda Izumi

Miré de reojo a Ayumi. Me fiaba mucho de su instinto, y el que ella pareciera... ¿desconfiar? de la chica conseguía que yo también estuviera algo tenso. Pero... ¿por qué desconfiaba? Después de todo, parecía perfectamente normal. Vale, no perfectamente normal, pero dentro de unos límites aceptables. Aunque me seguía chirriando que hubiera entrado de esa forma a la casa. Pero ya tendría otra ocasión para preguntar.

Seguí sus pasos hasta el patio y parpadeé al ver las bicis.

Guay no era la palabra que yo habría usado para describirlas. Es más: Si hubiera tenido que elegir las cien palabras que mejor las describían, guay no habría estado en la lista. No habría estado ni cerca de estar en la lista. Pero... eran un detalle, y en el fondo tampoco estaban tan mal, así que me force a sonreir un poco para no parecer desagradecido.

Muchas gracias por el detalle, Hanami-san —¿Debía decir algo sobre las bicis? 'Son muy...' ¿Especiales? ¿Monas? ¿Qué podía decir?—. Están muy bien.

Están muy bien. No se me ocurría mejor forma de decir algo y mojarme poco. De todas formas no parecía que las ruedas estuvieran pinchadas, ni las cadenas demasiado oxidadas... así que parecía que después de todo los cuatro podríamos ir en bici. Más o menos.

Nos has pillado echando un vistazo al sótano... y a punto de ir a comer.

Para ser más exactos nos había pillado decidiendo qué hacer con la Ouija, pero... desde luego no me iba a quejar de que esa decisión quedara postpuesta. No tenía prisa por bajar al sótano. En ese momento se me ocurrió que su ayuda podría venirnos bien. De hecho, era una oportunidad perfecta para alejar el tema de los fantasmas.

Tu debes conocer muy bien la zona. ¿Hay algún lugar que nos recomendarías probar?

Cargando editor
22/09/2021, 12:56
Director

Cuando dijiste que estaban muy bien, ella sonrió orgullosa. Sí, eran viejas, casi reliquias heredadas de varias generaciones pasadas por lo menos, y quizás incluso pesaran un quintal... pero, cuando echaste un vistazo detenido, pudiste comprobar que estaban limpias y cuidadas, con las cadenas engrasadas y listas para ser usadas. Ejem, aunque con alguna que otra pegatina kawaii pegada en los tubos de las bicicletas. Estaba claro que alguien se había dedicado a cuidarlas bien, y... por como sonreía Hanami, podías intuir quién podía ser la responsable de ello. Era curioso, pero... cuanto más observabas a Hanami y sus bicicletas, más podías ver personificada en ella esa extraña dicotomía entre tradición y modernidad que caracterizaba Japón...

Fuera como fuese, aquel curioso pensamiento probablemente se esfumó de tu cabeza en cuanto viste su reacción al comentarle que habíais estado echando un vistazo al sótano.

—¡Ah! Ejem... ¿oh? Digo... ehm... ¿zí? ¿E-el... zó...zótano?

Nada sospechoso, ¿verdad? Por cómo te miró Ayumi, estaba claro que no eras el único que parecía sospechar... Sin embargo, Konatsu sonrió ligeramente y trató de echarle un cable a la chica.

—Hay muchos rumores sobre esta casa, ¿verdad? —dijo, achacando el nerviosismo a eso—. No te preocupes, hasta ahora no nos ha pasado nada...

Nada era relativo si contábamos tu caída, los ruidos raros que habías escuchado, la ouija y la cara de Hikaru que cada vez parecía más un fantasma real. Pero Konatsu era así de maja ella y... a pesar de que habías podido ver que eso de la Ouija no le había dado muy buena espina, ella trataba de ser tan positiva como siempre.

Hanami la miró durante un segundo, dubitativa, aunque luego soltó una risita nerviosa y asintió con la cabeza.

—Z-zí... ehm... ¡eso e'! Ze dicen mucha' cosa' zobre la casa —añadió, aunque luego no entró demasiado en detalles, ya que rápidamente cambió el tema para volver a mirarte y responder a tu pregunta sobre posibles restaurantes—. Pue' mira... hay un restaurante de Soba la ma' de rico. Sirve ademá' uno' boles súper grande. O' lo recomiendo. Si queréi, puedo i' con vosotro' y así o' voy guiando.

En ese momento, cogió tu mano y te miró con ojitos de... ¿gatito? Sí, eran esos ojos cuya mirada era tan hipnótica y hechizante que hacía que uno aceptara incluso las cosas más imposibles de aceptar. Ayumi bufó, y Konatsu sonrió ligeramente. Hikaru, por el contrario, te miró y luego miró a vuestras manos cogidas y, por último, otra vez a ti. A pesar de su cara blanquecina, era fácil intuir lo que podía estar pensando...

En cuanto a la posibilidad de llevar a Hanami con vosotros... repartidos en las dos bicis podríais ir los cinco, aunque algo apretados e incumpliendo todo tipo de normas vigentes habidas y por haber...

Cargando editor
02/11/2021, 16:41
Masuda Izumi

Las bicicletas me hicieron pensar. Se habían escrito muchas disertaciones, rodado muchas películas y escrito mucha música sobre la dualidad del ser humano, pero yo estaba convencido de que Hanami la representaba mucho mejor que ninguna de esas cosas. ¿Cómo podía ser alguien tan de pueblo y a la vez... no tan de pueblo? Era un misterio casi tan grande como el de la tabla de ouija. Un nexo casi imposible entre dos formas de vida. Y sin embargo ahí estaba.

Mmh —dejé escapar elocuentemente cuando Konatsu se decidió a echarla un cable. ¿Por qué me parecía que había algo más? Su reacción no había sido solo por miedo a los rumores, estaba casi seguro de eso... pero tampoco se me ocurría de qué otro lugar podía venir. Dejé caer los párpados lentamente, dejándolos ahí durante unos segundos antes de abrirlos—. Ah, pues...

No llegué a terminar, porque para cuando mis párpados terminaron de abrirse me había agarrado la mano. No es que hubiera tenido pensado decir que no... pero... ¿cómo iba a decir que no? ¡Era como un gatito maullando! No puedes no mimar a un gatito maullando cuando se te acerca... y no puedes decirle que no a una chica que recuerda vagamente a un gato cuando te pide comer contigo.

Sí, claro... no estaría de más tener una guía. Y después de tu ayuda qué menos —respondí al fin, lentamente—. Podeis ir... ¿vosotras tres en una bici y nosotros dos en otra?

No había forma de ganar esa batalla, así que elegí la derrota menor. Así parecía ligeramente egoista por tomar la opción más cómoda, pero las otras opciones eran casi peores. Por una vez la segregación en el transporte era algo positivo. En parte para desviar un poco la atención del tema y en parte porque quería sacar la verdad a la chica aproveché para dejar caer otro comentario.

De hecho... por el camino podrías hablarnos sobre esta casa. Y sobre su sótano. Me gustaría saber qué tipo de reuniones se cuentan de lo que aparentemente es la casa de verano de la familia Masuda...

Cargando editor
26/11/2021, 10:31
Director
Sólo para el director