Partida Rol por web

Y hablando de desconocidas con las que estaba siendo demasiado amigables... Antes de que X pueda contestarme me salta otra llamada entrante.

- Lo siento Hex, aún no he tenido tiempo. Ya sabes gajes de ser famosa, todo el rato ocupada.- bromeo mientras suspiro algo cansada.- Tenía pensado ir ahora hacia allí pero vamos si preguntas es que no te voy a ver en ese sitio, ¿verdad? ¿Donde estás tú ahora? Bueno mejor espera un momento que termino un detalle y luego te llamo yo a ti.

Levanto la mirada hacia los carteles del lugar y se me escapa media sonrisa. 

- Estoy. Pensé que iba a disfrutar de tu compañía en persona, pero veo que tendrá que esperar. No te metas en líos. - le digo antes de que me ponga en espera, fijándome en lo que tendría que estar fijándome en ese momento.

Centrada en atender las conversaciones,  avanzas de forma casi inconsciente por el callejón mientras la cortina de agua te empapa por completo. A diferencia del ambiente del bosque, aquí la lluvia tiene un tacto cálido y untuoso, casi cercano al de la biomateria. En los desagües del callejón se forman asquerosos remolinos de espuma iridiscente y la cadencia de la lluvia es constante, emitiendo un sonido de fondo que al cabo de unos minutos resulta ensordecedor.

Tras abandonar el callejón avanzas por la estrecha bocacalle de un mugriento y sórdido barrio residencial. El sonido del repiqueteo del agua contra el metal llena tus oídos y empieza a resultar desagradable.

El sonido de algo métalico abriéndose y cerrándose llega a tu CEN junto a una voz desagradable ya conocida.

Ha funcionado. Y lo ha hecho mejor de lo que esperaba, estimada asociada. Sería mi deseo hablar de negocios pero debo prevenirte: Saben donde estás y van hacia ahí.

Un tinte de satisfacción mal disimulada queda patente en su voz.  Sin embargo, tras una breve pausa, el tono neutral que ya conoces bien regresa.

No puedo llegar a tiempo para salvarte y el Conejo tardará demasiado. Conozco a uno que podría ayudarte pero es más problemático tratar con él. No obstante, si estás dispuesta a correr el riesgo...

En el extremo más alejado de la calle, dos figuras avanzan en posición de combate acuclilladas. Todavía no te han visto pero es solo cuestión de tiempo que lo hagan.

Sea como sea, me temo que tendrás que defenderte mientras no llegan mis muchachos. No deberían tardar demasiado pero mientras tanto estás sola. Sugiero que no te reserves nada bajo la manga.

De nuevo ese sonido metálico.

Buena Suerte.

-Tienes razón pero por ahora no tengo más que piezas sueltas de algo que no se si quiero resolver. No quiero hablar demasiado por buenos motivos y... GILIPOLLAS!- vocifero por error a una aerocicleta que está a punto de arrollarme. Cortando un momento la llamada, alcanzo la zona peatonal a la carrera y me interno en el callejón de mantenimiento que indica mi ruta hacia la parada más cercana.

Bajo la máscara, el anciano sonríe. -A todas las que importan. Y esa es una buena idea,aunque también hay oídos amigos bastante cerca. Pero este no es el lugar para darles respuesta. Podéis creerme cuando os digo que solo quiero ayudaros a dar respuesta a esas cosas que no sabéis explicar. ¿O es que acaso no os ha acontecido nada extraño recientemente?- remata con cierta nota de sarcasmo en la voz.

CEN.

-La cosa va bien pero no hay que asustarlos así que no te acerques demasiado todavía. ¿De acuerdo? Si hay algo que quieras comentar ahora que estás usando tu "habilidad", no lo dudes.- ríe. -Tranquila, estoy ocultando tu influencia sobre ellos.-

Kairo tuvo que contener una pequeña risa, medio porque el comentario del hombre de cornamenta le hacía gracia, medio porque su mente recordó las experiencias vividas en... Ese lugar.

- Cuando tu vida se convierte en una sucesión de eventos peculiares, pierdes un poco la capacidad de discernir cuáles son o no extraños. - Responde Aita con un toque de humor en el tono. - Pero dígame, ¿Cuál sería, pues, el lugar adecuado?

La mujer no sabía muy bien si Chase se estaba enterando o no de qué ocurría, pues se había ido lejos, pero quizá era una buena oportunidad para quitársela de encima, pues bien parecía una mosca que daba vueltas sobre la mierda más apestosa que podía encontrar en su camino.

- Lo siento, encanto. Pero se me está complicando esto... luego te llamo.- es lo único que le digo antes de cortar la llamada.

- Cualquier pieza me serviría porque quizás también sirven para mi puzzle así que basta de excu... joder tengo que dejarte luego te llamo.- definitivamente había vuelto a casa...

Echaba de menos el bosque, aquí todo era como si tuviera otra capa de grasa por encima. Al menos aquí llevaba ropa y no me moría de frío, virtudes y defectos de la civilización supongo. Y sin embargo me llega la llamada que me recuerda que los defectos, al menos en mi caso, superaban con creces las virtudes.

Sea como sea gracias al aviso de mi "aliado" me puse más en guardia y después de despedirme de manera abrupta en mis demás llamadas. Empiezo avanzar un poco más deprisa buscando una posición algo segura justo después de cruzar una esquina y saco la pistola que le había quitado a Golden. Consciente de su potencia agarro el arma con ambas manos y me preparo para cuando una de esas dos figuras se asome para dispararle. Por un momento había considerado usar el poder que acababa de despertar pero tampoco es que supiera como funcionaba y una pequeña parte de mí dudaba que fuese otra vez esa forma de luz que había ascendido aquel acantilado.

No me gustaba lo que estaba a punto de hacer, volver a matar a alguien como si nada pero no me veía capaz de huir ahora mismo, la moto la tenía lejos al igual que cualquier cosa que pudiera siquiera considerar aliado. Suspiro una vez y me preparo para apretar el gatillo, al fin y al cabo todo el mundo decía que una vez lo hacías era mucho más fácil...

Al oír a Carr0ll hablando por el CEN, doy un pequeño respingo. Así que lo sabe... que puedo verles así.

- Me gustaría preguntar qué estoy viendo, aunque tengo una ligera idea. Su alma o sus pensamientos son las opciones... ¿Son distintos a los demás porque son suplicantes? Y con el inestable te referías al... ¿tóxico? ¿Qué significa eso? - pregunto cruzándome de brazos y observándolos de reojo, intentando buscar algo más en ellos - Aparte de eso, he contactado con Karma otra vez. Está viniendo... aunque como siempre, me parece que tiene algunas complicaciones.

Tuve que lanzar un suspiro de fastidio al ver como una vez más alguien se acercaba a nosotros. Primero había sido el tipo nervioso que no paraba de hablar incoherencias, y ahora un anciano que ofrecía respuestas a preguntas bastante tontas. Yo sabía bien porqué estaba en esta situación, sabía quien era y en donde residía mi habilidad, así que bien podía aquel viejo irse a tomar por culo.

Sin embargo, Aiko si parecía interesada en lo que el viejo pudiera ofrecer. Lo que significaba adios comida, porque hasta que no recibiera instrucciones de Valen0 no me iba a separar de la ex-inspectora. Me crucé de brazos, mirando con intensidad al tal Carr0ll, esperando que nos indicara si tendríamos que seguirlo o qué.

La detonación se sobrepone a la lluvia y el retroceso, para tu sorpresa, es prácticamente inexistente. En esta ocasión, la corredera del arma se desliza suavemente y la bala parte con elegancia hacia el lugar al que has apuntado. Una figura se derrumba al instante y a los pocos segundos las ráfagas de disparos comienzan a resonar entre las paredes del edificio. Parapetada tras una pared en una de las esquinas de los edificios, observas como un grupo de atacantes se despliega rápidamente protegidos por el fuego de cobertura del resto.

Aunque intentas devolver los disparos, varios proyectiles te dejan claro que estás tratando con soldados profesionales. Una delgada línea de sangre mana por tu brazo izquierdo y la rozadura de la bala te arde en el antebrazo. Sabiendo que en el cualquier momento se atreverán a doblar la esquina, abandonas tu escondite y avanzas rápidamente hacia el hueco entre dos de los edificios.

Disparas un par de veces más casi como advertencia y haces blanco en un cuerpo que cae al suelo sin imponerse al ruido de la lluvia. Un instante después, el sonido de algo metálico abriendo y cerrándose resuena en tu CEN, seguida de la voz de tu "aliado".

-El seguro de la puerta de la edificación más cercana está abierto. La ayuda va en camino.-

-Podría aparentar que conozco los entresijos de tu habilidad, pero sería mentira. Aunque debo decir que no la necesito para ver lo que ves, tu habilidad. Aproximadamente.- su tono jocoso se diluye al hablar de Karma. -Espero que se encuentre bien. Tengo muchas preguntas que hacerle y es una pieza destacable en el tablero.- se detiene un instante antes de continuar. -Muchos querrán matarla.-

-Un lugar apartado de este depravado baile de placeres. Con un plato caliente, en un refugio seguro y con buena compañía. Seguro de unos y de otros. No muy cómodo pero sí bastante agradable.- la cornamenta neural parpadea con luces verdosas un instante. -Os ofrezco salvoconducto, seguridad y respuestas. Cada uno más valioso que el anterior.- Su mirada se dirige hacia Delaila con una intensidad palpable a pesar de la máscara. -Tu habilidad duerme dentro de ti. Otros quieren aprovecharse de ella y tiran de los hilos, buscando que duermas. Te ofrezco la posibilidad de conocer la verdad... o al menos, tanta verdad como puedas soportar.-

El arma se había vuelto algo natural en mí, no había otro modo de describirlo. Normalmente su retroceso me dejaba el brazo temblando acompañado de un dolor bastante intenso aunque momentáneo. Sin embargo ahora era simple, suave, preciso y letal. Tal y como indicaba el cadáver del soldado al que impacte con ella. Lo más sorprendente fue que no sentí nada, había actuado por puro instinto y era la segunda persona que mataba y esta ya no me importaba nada.

Lo que sí me importo fue que a pesar de acabar con uno de ellos había muchos más y me vi obligada a retroceder hasta una esquina con algún que otro rasguño a la vez que activaba el piloto automático de mi moto. Era probable que no funcionase pero ante la duda mejor intentarlo.

En ese momento escucho a mi "benefactor" y me dan ganas de reír.- Se agradece el detalle pero voy a necesitar una distracción mayor para colarme allí y salir con vida...- quizás si conseguía romper su formación podría aprovechar esa confusión pero ahora mismo me parecía un suicidio avanzar así que me afianzo en mi nuevo puesto y me dispongo a disparar en cuanto uno de ellos se haga el valiente.

Mi expresión pasó de desdén a una muy leve curiosidad. No tenía la menor idea de lo que el anciano estaba hablando, pero ya no podía decir que me diera igual. Miré hacia los otros dos.

-De acuerdo, viejo. Veamos que tienes que ofrecer.- Dije, esperando que comenzara a guiar el camino.

- Coincido con mi compañera de paseo. - Dice Aita.

Éste podría ser el comienzo de una interesante relación. Un salvoconducto, respuestas... ¿Orden? Restar algo de caos a la vida de la mujer era algo que ésta anhelaba con todo su ser. Y Delaila parecía de acuerdo, así que las dos estaban, por una vez, de acuerdo en algo además de en que ambas tenían hambre. A este pensamiento le siguió un leve rugido en la tripa que le recordaba, por enésima vez, que no había comido nada las últimas horas y quizá ya iba siendo hora de hacerlo.

- Si ese es el caso, ¿no deberíamos ir directamente a buscarla? Tal vez necesite más ayuda que... - me corto antes de continuar, viendo que los desconocidos han aceptado la propuesta de Carr0ll - Bien jugado. Eso de ayudar a chicas perdidas es tu rollo, ¿eh? - le digo por el CEN, sin contenerme para nada la sonrisa - Y ahora que les has captado, ¿quieres que me una o permanezco entre las sombras vigilando por si acaso?
 

Las balas siguen surgiendo una tras otra y casi todas encuentran un blanco en la que impactar. En otras circunstancias, te preguntarías como es posible que de más de trece tiros que has disparado, solo hayan fallados dos. Como, sin apenas visibilidad y con los sentidos embotados, has conseguido matar a once blancos que yacen inmóviles en el suelo.

Pero no hay tiempo para eso, solo queda seguir retrocediendo y disparando. Buscando un hueco, algún lugar por donde escapar o al menos ocultarte para valorar tus opciones...

Tu arma se mueve más rápido que tus ojos y descargas un nuevo disparo casi a tu espalda. Un soldado se derrumba desde otra de las esquinas del edificio y giras sobre ti misma para encarar la nueva amenaza. Más de una decena de figuras irrumpen con rapidez desde la zona que has dejado desprotegida y abren fuego contra ti.

Tu instinto es más rápido que tu mente... pero dos balas muerden tu costado tirándote al suelo de espaldas. Aúllas de dolor mientras tu boca se llena con el sabor de la sangre y la lluvia...

Que no deja de caer.

Una figura negra entra en tu campo de visión, seguida de varias más.

-Escuadrón de caza a N.I.R.E, anomalía neutralizada. Solicitamos permiso para ejecución.- se produce una pausa en la que toses, expulsando el agua que se acumula rápidamente en tu boca, la tos impida que oigas bien a la figura enfrente tuya.. -... señor. Comenzamos cifrado en tiempo reglamentario.-

-Lamento no haber podido llegar a tiempo, pero me temo que no puedo permitir que queden rastros de nuestra asociación. Estoy cargando un agente en tu CEN que te borrará por completo la memoria. Así no sabrán nada de ti, ni de nuestra relación. No te lo tomes a mal querida, ha sido un placer hacer negocios contigo.-