Partida Rol por web

-Espera Brianna- dijo Marcos alzando su pala y caminando hacia el baño intentando no hacer ruido. Desconfiaba de todo en esos momentos y no quería que nadie entrara en ningún lugar hasta asegurarse que nada saltaría para matarles. Entendía la necesidad de usar el baño, incluso él no había ido desde esa tarde y francamente no sabia cuanto tiempo habían estado "dormidos" antes de despertar en ese horrible lugar. Pero ya habían sido descuidados antes y pretendía que ese error no volviera a cometerse.

Primero, intentó oír si había algo dentro del baño para a continuación abrir la puerta lentamente.

Mientras Marcos revisaba con cautela solo se me ocurrio cruzar las piernas en señal de que de verdad me estaba aguantando y necesitaba que se diera prisa.

- Todo bien? Puedo entrar?

-Marcos, ten cuidado -le dije a mi amigo, entre susurrros, viendo que se había adelantado hacia el interior del cuarto de baño-. Podría haber otra de esas cosas ahí adentro.

Dirigí una mirada a mi alrededor, asustado. Sentía que nos estábamos metiendo en la boca del lobo, aunque al mismo tiempo estaba convencido de que aquella era la única vía posible que teníamos de escapar del pueblo.

- Por favor chicos protejan a Maggie! - Susurró la niña a los chicos mientras que se ubicó junto a Marcos con el cuchillo a la mano por si era necesario

El baño estaba sucio y olía mal, pero fuera de eso parecía un baño común y corriente.

-No veo nada malo- arrugó la nariz al ver el deteriorado estado del baño, pero al menos no había algún monstruo esperándoles para arrancarles la piel. Casi sin poder evitarlo, levantó la tapa del retrete, solo para asegurarse que no hubiera nada oculto allí*-. Solo apresúrate.

Si bien odiaba cuando su madre le decía eso cuando debía ir al baño de urgencia, no pudo evitar decirlo en esa situación. No quería separarse de nadie y cada segundo que pasaban allí le parecía que era tiempo que les costaría mas tarde. Aun recordaba que la ambulancia había partido en esa dirección cuando estaban en el hospital, aunque no la había visto aparcada afuera...

El inodoro estaba lleno de un líquido negro y olía incluso peor que el resto del baño, pero fuera de eso no representaba ninguna amenaza.

-Podemos explorar la habitación de al lado mientras Brianna hace pis -sugerí, encogiéndome de hombros, aunque estaba seguro de que el peligro iba a estar en una de las dos habitaciones que nos faltaban-. Seguro que prefiere hacer pis tranquila y no parece que vaya a salir un maniquí de dentro del váter.

        - Después de lo que hemos visto antes no me confío de nada chicos, si me permiten cuiden a Maggie mientras que acompaño a nuestra amiga al baño y después seguimos juntos por la casa!    Te parece bien Brianna? -     Dijo Simone mirando a la niña rubia en espera de su aprobación para acompañar la en el interior mientras que de reojo le sonreía a su hermanita 

Entre al baño con Simone mucho mas confiada y calmada pero una vez que estaba adentro y vemos lo asquerosa que estaba la taza y todo alrededor pues realmente no me quedo otra que hacerlo en el piso.

Convencida de que no diriamos nada a nadie salimos mucho mas aliviada y tranquila, al menos con un peso menos.

- Bien y ahora a donde vamos?

Si bien Oscar prefería acelerar las cosas, Marcos se quedó a un costado de la puerta con los brazos cruzados y mirando la pared de enfrente, la cual mostraba el intrincado paso del tiempo en su estructura. Negó con la cabeza a la idea de separarse, pues la ultima vez que lo hicieron, un maniquí casi acabó con la vida de Oscar y, de no ser por un valiente sacrificio, ahora ambos estarían muertos. Cuando Simone y Brianna salieron del baño, se descruzó de brazos y señaló la otra puerta, la que estaba antes que el baño*.

-Miremos esa primero- como antes, dejar una habitación detrás suya sin asegurar le parecía temerario, como si algo saldría de allí apenas le dieran la espalda. Se acercó y apoyó su oreja en la puerta, como hacia en cada una de las que encontraba cerrada, si no oía nada, la abriría lentamente esperando que nada saltara sobre él.

          - Dejame ver si hay papel para limpiar la taza Brianna -    Dijo Simone mientras que lo buscaba y si había se lo pasaba a la niña, revisó si el lavabo tenía agua y jabón, entonces se lavó las manos y revisó con el espejo el entorno de la habitación mientras que le susurraba a Brianna:

          - Siento que estamos a puntos de meternos a la boca del lobo, tras saber un poco de la historia de Carlota me siento un poco menos mal por la mía propia ... ojala podamos salir juntos de esta aventura, pero también podamos ayudar a descansar el espíritu de esa pobre niña! -   Terminó de decir Simone antes de salir del baño

En un botiquín, Simone encontró un viejo rollo de papel higiénico. Aún había agua y un pequeño trozo de jabón.

Marcos apoyó su oreja contra la puerta de la habitación del norte pero no logró escuchar nada.

-No escucho nada- dijo arrugando la boca mientras alejaba su oreja de la puerta. Abrió la puerta lentamente, casi conteniendo el aliento y procurando estar alerta para cerrarla en cuando algo se moviera del otro lado. Ni siquiera se atrevió a mirar a sus compañeros para comprobar que estuvieran listos.

              Tras lavarse las manos Simone le señala a Briana la existencia de agua, jabón y papel, espera que termine para arrancar un poco de papel para usar lo después de ocupar el escusado mientras que le preguntó a la niña:

             - Por si a acaso nos aparecen pronto Brianna me podrías contar por favor como fueron y murieron tus papás?   Para que no nos tomen por sorpresa -    Espero la respuesta la niña mulata mientras que se limpiaba, pero antes de salir del baño para ir por su hermanita para que ocupara pronto el baño antes de continuar avanzando en la casa

            Tras usar el baño con Brianna salio del mismo para meter al baño a su hermanita para que lo ucupara, solo despues de salir ambas limpias le dio la mano izquierda a Magguie para tenerla detrás de ella para que tomara la de Brianna y entonces dio un para de pasos por delante para ponerse junto a Marco con la lampara por delante para iluminar el lugar, mientras que sacaba el Spray de la bolsa para usarlo solo si fuese necesario, entonces susurró:

            - Por favor Maggie y Brianna mantengan se por detrás de nosotros y en caso de gran peligro corran de regreso a la entrada! -   Les cerró el ojo mientras dijo lo anterior Simone esperando dar les un poco de confianza

-Tengamos cuidado -murmuré, en voz baja, entrando en el cuarto de baño, detrás de Marcos y Simone, armado con mi cuchillo-. Solo nos quedan dos habitaciones. Los juguetes de Carlota deben de estar en una de ellas...

El cuarto parecía ser un clásico cuarto de niña. Las paredes, de un rosa enfermizo, probablemente se verían mejor en otras épocas. Una multitud de muñecas desgastadas y enredadas en telarañas, parecían observarlos en un inquietante silencio. A los pies de la cama, un gran baúl cerrado con candado.

Las muñecas parecieron recibirles con con esos ojos vacíos e impasibles. Marcos tragó saliva al verlas, inquieto de tener esos rostros pálidos volteados hacia él. Pero allí estaba el cofre en donde se suponía que estaban los condenados juguetes. Avanzó sin decir nada, con la pala en alto y procurando no hacer ruido. En su mente la idea de "despertar" a las muñecas cobraba fuerzas con cada paso. Al llegar frente al baúl, se arrodillo y revisó el candado, se suponía que la combinación para abrirlo era... ¿45? Eso recordaba, pero habían pasado por tanto que no estaba seguro. Probó suerte con ese numero, sino directamente usaría su pala para romper el candado.