Partida Rol por web

ó como Marcus tiene que vivir defendiendo lo que és.

Has despertado. Esta mañana parece que los loros de tu vecina, la anciana Cloe  están haciendo un festín de gritos. Los malditos emplumados a veces te los imaginas en sopa pero que se puede hacer, esa pobre vieja ya va para los 90 y parece estar más sorda que una tapia, pero justo hoy no querías levantarte tan temprano.

Estuviste toda la noche hasta la madrugada arreglando el carro ese. El sujeto prometió un muy buen pago y lo tenias listo cuanto antes, y en realidad así fue... es la primera vez que un sujeto llega a las 4 a.m revisa el carro, te da 4000 dólares y se va...

La plata te cae bien, en realidad las deudas te agobian y podrás hacer un adelanto de lo que le debes al banco. Ser pobre y poco agraciado en estos tiempo no es lo mejor, pero por lo menos es algo.

Un grito de un loro te destiempla los dientes. Malditos bichos!... porque será que siempre quieren aparearse por las mañanas y nunca en silencio.

Te duele la cabeza y un hilo de luz que se escapa por la ventana te molesta.  Sabes que es posible que no puedas dormir de nuevo. Miras el reloj. Las 7 am.

Que haces?

Estaba durmiendo tranquilamente, lo poco que podía ya que el trabajo le quitaba casi todo su tiempo que tenía al día.Los malditos loros de siempre, cantaban todas las mañanas y con lo cual, le estropeaban el poco sueño que tenía.Intenta darse la vuelta para ver si podía conciliar el sueño, pero de nuevo aquellos loros hacían de las suyas para evitarlo.Agarra su pobre y delgada almohada y se la coloca sobre su único oido que quedaba hacia afuera para ver si esos incesantes gritos se apaciguaban.Pero no había manera, finalmente cesa y se levanta, pero aún se queda sentado en su vieja cama con un colchón bastante deprimente.Se pasa su gigantesca mano por su cara intentando que el sueño desapareciera por arte de magia, pero sabía que no sucedería.Gira la cabeza como si fuera el gran esfuerzo de su vida y su mirada se centra en su reloj digital.Los números ya estaban bastante débiles y tenía que cambiar la pila, uqe ya había resistido lo suyo.Las 7 a.m.Aún era pronto, pero que podría hacer con aquellos animales del diablo apareándose como bestias.Se levanta de la cama apoyando sus puños en el colchón, que se hundía poco a poco hasta que finalmente los levanta una vez incorporado del todo.

Llevaba una camiseta blanca de tirantes, la cual marcaba su anchos y trabajados pectorales, al igual que sus anchos hombros, y unos boxer negros en la parte inferior.Se dirige a una humilde silla de madera que tenía en frente de su armario, algo ya desgastado y con un aspecto demacrado.Allí en aquella silla, sobre el respaldo, tenía sus vaqueros, su camiseta y su chaqueta.Se viste aún con el sueño sobre su cuerpo, y ahora que se daba cuenta, un maldito ray de luz estaba todo el rato chocando contra sus ojos oscuros como la noche, haciendo que su pupila se contrayera.Tira de un pequeño hilo, haciendo que la persiana se baje del todo y solo pueda pasar la luz por esas pequeñas ranuras, iluminando pobremente la habitación.Una vez terminado de vestirse, sale de la habitación hacia el aseo, donde hace lo de todos los días, vaciar la vejiga, lavarse las manos y la cara y asearse un poco para después tomar una pequeña taza del café que compra del supermercado máx próximo, y del café más barato.No estaba como para derrochar dinero en esos momentos.Como toda empresa, tneía sus altibajos, y ahora no estaba para tirar cohetes.Lo único que le alegraba el día, era el pequeño trabajo que tenía en su garaje, del cual recibiría una buena cantidad, lo suficiente para deshaogarse durante unos días para volver otra vez al incesante estrangulamientos que le hacían entre todos los pagos que debía.

Una vez terminado el desayuno, coge las llaves y baja por las escaleras aún pudiendo escuchar levemente los gritos de aquellos pájaros del diablo.Sale a la calle en dirección a su trabajo.Tenía que poner a punto unos pequeños detalles del trabajo, para que supiera que incluso un hombre de raza negra podía trabajar igual e incluso mejor que uno de raza blanca, pero que iba a decir el orgullo de aquellos políticos corruptos.

Aunque lleno de sueño y sabiendo que  no es necesario que comiences a trabajar tan pronto vas al lugar de trabajo. Tienes un auto económico para desplazarte hasta tu trabajo. En realidad necesita pintura, pero mecánicamente esta perfecto. Es una mañana común, hay gente que camina por las aceras, personas esperando el autobús y  el tráfico común de la mañana. Llegas al taller como es común. Parqueas el vehículo y  al hacerlo notas que el auto de tu jefe no está.

Solo  vez a Edgar,  que es una especie de  asistente... en realidad es un chico con algunas dificultades mentales. Tu jefe lo tiene en parte porque le descuentan un 10% en impuestos por emplear personas con dificultades especiales. Edgar  se encarga de limpiar los espacios del taller y limpiar las herramientas. No se mete mucho con lo técnico.

Hola Marcus, buenos Días. Sonríe de manera tierna y sigue barriendo.

Por suerte, no como la mayoría de los negros. tiene un coche aunque no sea nada del otro mundo porque no lleve esas vinilos y esa bonita carrocería que llevaban algunos, que realmente, destrozaban la belleza de un coche al igual que los destrozban por dentro con sus carreras sin sentido.Aparca en su trabajo, pero no todo estaba igual que la mayoría de los días, faltaba un coche, el del jefe, y se notaba bastante.Se adentra por quel laberinto de coches para llegar a una pequeña habitación donde tienen las taquillas ara cambiarse, pero se encuentra con el bueno de Edgad, que como siempre hacía su trabajo con ilusión y honra para demostrar que hasta las personas que tengan esasdeficiencias pueden ser muy útiles.Pasa por al lado suya y escucha el saluda.Se para un momento para conversar con él, ya que había salido muy pronto y se lo podía permitir.

-Hey, que tal Edgar.¿Como te ha ido el comienzo de día?....¿por cierto, sabes donde está el jefe?- le pregunta cuando sin quere desvía la mirada al coche que tenía al lado, un poco sucio, y lo reitera pasando el dedo por encima y dejando una buena linea limpia entre todo aquel mar de polvo.Tendré que darle una pasada cuando me cambie....

El jefe no ha llegao., no ha llamao tampoo. Dice Edgar  con su lenguaje especial.

El auto que estas arreglando está ahí, en realidad es una belleza, un carro caro en realidad. Miras al rededor, no hay mucha gente, en realidad la mayoria de la gente comienza a venir desde la tarde a dejar sus carros a reparación.

Que haces?

-Vale Edgar, gracias por la información.Voy a quedarme un rato, arreglando unas cosas aquí con los coches.Si necesitas algo ya sabes donde estoy compañero.......- termina de hablar y se dirige hacia aquella habitación.Se quita la chaqueta, abre su taquilla y la cuelga dentro de esta, en un pequeño perchero.Agarra una percha donde está colgado su mono gris, se quita los pantalones y se coloca el mono dejándose la camiseta puesta abajo.Una vez puesto el mono cierra la taquilla, coge una llave inglesa y un pequeño bote de aceite que estaba situado sobre una humilde mesa junto a una ventana que daba al exterior.Sale de nuevo, y baja una pequeña rampa que le lleva a un piso inferior, el cual mirando hacia arriba estaba la parte inferior de un coche situado encima en el piso superior, sobre dos montículos en los cuales estaban apoyadas las cuatro ruedas.Comienza a reparar unas cosas, cortar cables, lijar,etc...Otro día más de duro trabajo, ya que aunque sabía que e realidad las horas más duras se encontraban por la tarde, siempre le gustaba delantar algo de trabajo en cuanto podía, ya que mientras estaba allí junto con sus coches, se encontraba bien.

El vehículo tiene algunos problemas eléctricos y el motor no le funciona bien...  algo te dice que el dueño lo forzó mucho. En fin... las personas a veces no cuidan los carros como deberían.  Mientras arreglas un poco las conexiones eléctricas y vas mejorando el vehículo escuchas que llega tu jefe. Sus pesados pasos se escuchan desde lejos.  El señor Chestnut es un hombre obeso, típico norteamericano que pasa horas en la oficina recibiendo plata... y para tu pesar es un cabeza dura. Escuchas como Edgar le saluda y el ni siquiera le responde. Sube por unas escaleras de madera del taller hacia un segundo piso.

Se pone manos a la obra y pronto se da cuenta de los defectos de aquel coche.Con una buena habilidad comienza a repararlos mientras suspiraba pensando lo poco que cuidaban los coches las personas.El mono de trabajo ya lo tenía practicamente manchado, sobre todo de grasa, aceite y sudor.Seguía reparando y seguía haciendo lo que le gustaba, pero como en todo lugar, existía el típico tipo obseo,codicioso y de malhumor como lo era su jefe, y se había percatado de su llegado porque no había respondido al saludo de Edgar.Sube por la rampita mientras se saca el trapo de el bolsillo superior del mono.Se acerca a Edgar mientras comienza a limpiarse las manos.

-No le hagas, ya lo conocemos y sabemos que es igual de tonto que de gordo.....- le dice chistosamente a Edgar para que olvidara el menosprecio de Chesnut.Tras esto, se dirige escaleras arriba,sin antes echar un chorro de desengrasante en el trapo, ya que así toda la grasa que tenía en sus manos se quitaría más fácilmente.Sube las escaleras y llegar a la sala del jefe.Toca la puerta antes de entrar y espera a la respuesta.Una vez dentro....

-¿Ocurre algo señor?....parece cansado....- le pregunta algo preocupado al ver su aspecto demacrado, bueno, almenos más de lo normal.

Buenos días Bolt, estoy bien... se te ofrece algo? Dice en tono seco mientras mira su computadora.

Se queda pensativo tras la respuesta del jefe Chestnut.Se cuelga el paño en el hombro, ya practicamente negro por la grasa.

-Verá señor.....hace ya dos meses que no recibo ningún cheque ni mi sueldo mensual que normalmente tengo.....¿Ocurre algo?,¿ va mal el negocio.....?- dice preocupado, aunque en realidad está preocupado por su vida económica.Sabía que en estos últimos meses habían tenido algún que otro percance, pero hace unas cuantas semanas ya habían empezado a venir clientes importantes y no veía cambios en su cuenta corriente.

Ocurrir?... te mira. Te aseguro que al final de la semana tendrás tu pago?..  te dice casi sin mirarte.  El banco me tiene hasta la coronilla con las deudas, estoy tratando de no cerrar el negocio, pero al final de esta semana tendrás tu pago... te lo ..

El gordo no termina de decir lo anterior cuando escuchas unos gritos terribles, es de la calle... solo puedes escuchar lo siguiente “Alcancen a ese negro hijue&//()... atrápenlo... maldito negro!”. Por el momento no sabes quien grita eso, pero solo escucharlo te enfurece.

Estaba conversando tranquilamente con su jefe Chestnut.

-Lo entiendo Jefe, no se preocupe.Arregle sus asuntos y espero el pago esta semana.....- suspira agarrando de nuevo el trapo.De pronto cuando se disponía a salir, escucha unos comentarios, con aires racistas, su corazón se encoge, haciendo que sus pupilas se cerrasen y apretara sus dientes con fuerza.

-Eh emmmmm.....- dice furioso, intentado disimularlo delante de Chestnut- sigo con lo mio.Hastaluego......- sale del despacho y baja las escaleras con paso firme y decidido.Lanza el trapo hacia abajo.Finalmente llega a abajo, y empieza a buscar quien ha dicho eso por donde provenían los gritos.

-¿¡Que demonios pasa aquí!?- dice con su voz grave que asustaría a cualquiera.

Ves a un niño de unos 14 años con una herida en su frente sangrante mientras unos hombres con un bate lo persiguen.

Alcancen a ese negro hijue&//()... atrápenlo... maldito negro!

Ayuda dice el muchacho que va hacia ti

Confrome aquel pobre niño va hacia a él, lo agarra con sus musculosos brazos y lo protege colocándolo detrás de él.Se remanga las mangas del mono y mira furioso a sus perseguidores.

-¿¡¡Que coño quereis!!?, ¡¡dejarle en paz!!- les dice apretando sus dientes.

El hombre cuando te ve venir saca un bate y te amenaza. Que quieres negro de mierda, no te metas en los asuntos que no te han llamado.  y se te lanza atacarte. Mientras el niño sin decir nada se esconde detrás de un auto... esta aterrorizado.