Partida Rol por web

ó como la armonia conduce a la desesperación

Suena el Maldito despertador!.... Oh demonios! Olvidaste apagarlo!... solo haz dormido un par de horas desde que llegaste del bar donde trabajas. Lógicamente el trabajo es de noche, durante el día gran parte del tiempo duerme y a media mañana ahí si te levantas y haces tu desayuno. Vives en un segundo piso de una casa del centro, no es un lugar feo, en realidad la casa es algo clásica y tu vecina es una mujer adorable. Es una mujer  mayor de color que es líder del coro de la iglesia bautista a la que asistes... bueno a la que “a veces” asistes... hay días en que estas un poco bajo de ánimo.

Rápidamente apagas el despertador y suspiras. Quieres seguir durmiendo... te duele algo la cabeza. Miras el reloj. Las 7: 15 a.m... Demasiado temprano para ti, así que cierras los ojos y cuando los abres el reloj marca las 8:00 am... sabes que se te ha ido el sueño y será imposible que te vuelvas a dormir..

Tu vecina seguramente está haciendo café pues el olor te llega... quieras o no tienes que levantarte de la cama.

Maldita sea, me he desvelado.- Suspiro mientras me incorporo pesadamente en la cama.

La luz de la mañana entra por las rendijas de las contraventanas, posados sobre los finos rayos de luz que entran en la habitación puedo ver la silueta de miles de motas de polvo.

Creo que debería limpiar esto un poco.- Recuerdo que la última vez que limpié fue hace un mes, antes de la visita de mi hermano. -De esta semana no pasa.

El olor a café se cuela por mi nariz y algo en mi cerebro se activa. -Café, un café es justo lo que necesito.

Me incorporo y comienzo a ponerme algo de ropa cómoda para andar por la casa, aprovecho para colocar el traje de la noche pasada en una percha, lo huelo y la peste a tabaco, sudor y alcohol hace que me retire. -Chico, hoy te toca lavandería.

Antes de salir de la habitación me giro, vuelvo hacia la cama y estiro las sábanas, luego voy hacia la ventana y la abro de par en par, entonces regreso a la puerta y salgo de la habitación siguiendo el aroma a café.

Sorpresivamente no te encuentras con la señora Rosette sino con su hija. Hey tu!... jaja sabias que bajarias. ¿quieres café?

-"¡Vaya!, Cleria, no esperaba encontrarte aquí."

Esta chica no está nada mal, tendría que tratar algo más con ella.

-"Acepto ese café con gran placer... en especial si tu madre ha hecho bizcocho..." - Dirijo una mirada rápida a la encimera de la cocina buscando a mi presa. -"Es el mejor bizcocho al sur del polo norte." - Y completo la frase con una gran sonrisa.

Acepto la taza que me ofrece Cleria y mientras doy el primer sorbo la miro a los ojos unos instantes.

-"¿Sabes?, hoy hay una sesión de jóvenes talentos en el "Bayou", yo toco con los chicos después, así que podría invitarte a algo y escuchamos algo de buena música."

Si que hay... saca los bizcochos y te da uno...

¿ Bayou Bar?.... creo que queda a unas calles del café donde trabajo, si quieres te veo ahí, su sabes Raphael´s Café en groom street... pero no te demores porque no soy de mucha paciencia... jaja...  a veces me provoca ahorcar a mi jefe jaja . Rie con una soltura propia en ella

Sabes una cosa, por ahí que el dueño está pensando en cerrar Bayou?... será cierto?

En realidad has oído rumores...

-"Algo he oído, pero prefiero no hacer caso de los rumores... sobre todo cuando implican quedarme en el paro." - Le dirijo una gran sonrisa a Cleira aunque una sombra recorre mi cara.

No me hace gracia que el Bayou cierre, sobre todo porque las cosas van bien y no entiendo los motivos.

Apuro el café, me levanto y me dirijo a Cleira.

-"Bien, tenemos un trato, tú me invitas a bizcocho y yo te recojo en tu trabajo para la jam sesion del Bayou. Ahora creo que subiré a casa, hoy toca limpieza general y lavandería."

Cuando llego a la puerta me giro y casi susurrando le digo.

-"Luego nos vemos."

 Bien amigo, entonces nos vemos.. Dice la mujer con una sonrisa.

Duras toda la mañana limpiando y arreglando tu ropa. Logras dormir una hora y luego cuando te das cuenta es hora de almorzar, lo cual lo logras con tranquilidad. Tras  unos momentos te arreglas, tomas tu instrumento (en su respectiva caja) y sales, sabes que en el parque cosa de las 3 p.m puedes encontrar a  Marc Uchitel quien toca en el parque y se hace unos extras con las monedas que la gente le da.

Toca maravillosamente.

Cuando termina la tonada te mira y te sonríe.

Hombre, no pensé encontrarte por aquí.

¡Qué bien toca el condenado!

-"Hola Marc." -Digo mientras me acerco y le ofrezco mi mano.

-"Hoy he amanecido demasiado pronto... o demasiado tarde... según se mire, sabía que te encontraría por aquí."

Le dedico una sonrisa complaciente.

-"Marc, tu oído es prodigioso... y no solo par ala trompeta, me gustaría saber si has escuchado algo del Bayou, estoy preocupado por los rumores de que va a cerrar, el jefe no me ha dicho nada... y eso es lo que mas me preocupa."

Algo escuche, y es cierto el jefe no ha dicho nada. Cierra la caja de las monedas y se sienta en una silla del parque y comienza hablarte bajo. Me dijeron que el jefe se  ha metido en líos de dinero con un tipo, al parecer hizo una apuesta mal hecha y posiblemente le toque vender... pero. Hace una pausa. El no ha dicho nada, aunque posible que hoy cuando vallamos al trabajo sepamos algo en firme... que has escuchado tu acaso?

-"Pues yo he escuchado menos que tú, algo de que el Bayou echaba el cierre, pero nada de los problemas del jefe."

Creo que debería ir a ver al jefe, le preguntaré directamente.

Miro el reloj y calculo el tiempo que me queda para ir a recoger a Cleria.

-"Chico, tengo que dejarte, tengo que recoger a una dama dentro de un rato."- Le guiño un ojo a Marc y me levanto.

Caminas por las calles y te diriges al lugar donde vive tu jefe. Es un buen sujeto.  Mike Alexandrov es un hombre de piel blanca que vino  emigrante de Rusia cuando era niño y según sabes de su historia paso muchas de privaciones, ahora tiene unos 62 años, es un músico apasionado  y toca el piano de manera maravillosa. Tras timbrar en la casa sale el hombre y te mira con una pequeña sonrisa (algo misteriosa, o tal vez melancólica) Que tal Phil?, no pensé verte tan temprano.

-"¿Qué hay Mike?" -Digo mientras le ofrezco la mano.

-¿Puedo pasar?, me gustaría hablar contigo de negocios... bueno, en realidad estoy preocupado por el Bayou... y también por ti."

No me hace gracia esta situación, creo que nunca me he metido en la vida de Mike, pero esta vez creo que es necesario.

-"Venga, invítame a un café."

El hombre alza ambas cejas sorprendido. Pues si, si insistes, sigue.

La casa del hombre no tiene muchos lujos, es más bien básica. Te hace sentar en una pequeña sala y trae un poco de café y te lo sirve en una taza.

Supongo que ya habrás oído el chisme... verdad Phill?

Tomo un trago del café y le espeto con rapidez.

-"Voy a serte sincero, he oído por ahí que debes pasta por una apuesta mal hecha... y que tienes que deshacerte del Bayou."

Miro a Mike a los ojos y continúo.

-"Mike, creo que nunca nos hemos metido en la vida del otro, en el fondo somos jefe y empleado y ya está... pero el Bayou es un poco de todos... si necesitas ayuda o cualquier cosa puedes contar conmigo y creo que el resto de los chicos también estarán de acuerdo."

Mike te mira y niega con la cabeza algo avergonzada. En realidad Phill no fue una apuesta, es una deuda que tengo con J. Morales. Sabes que Morales es un hombre violento,  metido en negocios turbios y cosas por el estilo. En algún momento me prestó una cantidad y  cada mes las cuotas  aumentan, y ayer mismo vino a verme diciendo que le pagaba en efectivo o le daba el bar. Mira por la ventana. No entiendo como el rumor de una supuesta apuesta corrió tan rápido, lo que si es cierto es que me está presionando Phill, el tiene buenos abogados y puede hacer que cierren el local.